Juego del Destino (DH9)-12



—¿Humano, huh? Realmente lo siento por ti.

Kevin le dedicó una abierta sonrisa sardónica.

—Yeah, yo, también.

Recuperado su humor, Siwan sonrió al lobo.

—Hombre, tengo que respetarte, sin embargo. Dos votos en el Omegrion. Eso es impresionante. Quizás tenga suerte y uno de mis cachorros podría cambiar a Arcadio en la pubertad también, y me de otro voto.

Dongjun arqueó una ceja ante eso.

— ¿Tu compañero es Arcadio? ¿Sabe él cómo te sientes acerca de su gente?

Siwan se moderó.

—Lo sabe. Pero la única cosa que tiene importancia es cómo me siento acerca de él, y de eso no tiene ninguna duda.

Dongjun y Kevin asintieron en acuerdo.

Siwan miró alrededor para ver como un par de Katagarias entraban en el cuarto.

—¿Tenéis alguno de vosotros alguna idea de por que estamos aquí?

Kevin suspiró.

—Oí que se trataba de un Katagaria con Trelosa.

Siwan dejó escapar su aliento entre los dientes. Trelosa era una enfermedad parecida a la rabia. Era una enfermedad que infectaba a su tipo durante la pubertad. Nadie estaba seguro de que lo causaba. Pero una vez en la sangre, consumía al anfitrión, convirtiéndole en un asesino indiscriminado. No había cura conocida. Se determinó que una vez que un Katagaria o Arcadio lo tuviesen, entonces debía seguírsele la pista y matarlo.

—¿Quién trae los cargos? —Siwan preguntó.

Kevin  indicó a un rubio alto en la esquina.

—Uno de los tigres.

Siwan estudió al hombre, quien vestía un caro traje color café claro de Versace. El tigre chorreaba dinero y sofisticación por cada poro.

La mirada de Siwan se estrechó en él.

—Ese no es Lysan —Lysan era un tigre de pelo oscuro que era casi tan hosco como nadie que Siwan hubiese conocido alguna vez y que no estuviese muerto, a menos que hubiese vuelto a la vida. —¿Él es el reemplazo de los Regis Tigarian?

—Oh, diablos, no, —dijo Dongjun en un tono incrédulo—. Me gustaría encontrar al tigre con las pelotas y la habilidad para derribar a Lysan. Ese niño come osos para desayunar.

—Mejor oso que pantera, —dijo Siwan con una risa siniestra.

Kevin comenzó a rodar sus ojos.

—Aquél se llama Daisaku. Él está esperando a que Lysan aparezca, pero aparentemente Lysan no está tan convencido del cargo como lo está Daisaku".

—¿Por qué lo dices?

—Si Lysan pensase que su reclamo tuviese mérito, dudo que Daisaku estuviese aquí.

Eso tenía sentido para Siwan. Como era típico entre la especie del tigre, Lysan era muy solitario y no le gustaba que alguien o cualquier cosa amenazase su espacio.

—¿Entonces quien le respalda?

—No estoy seguro, —dijo Kevin—, pero esto debería ser interesante.

Siwan así lo esperaba. No hay nada peor que una reunión aburrida.

Una luz brillante destelló, haciendo a Siwan sobresaltarse cuando Lysan apareció al otro lado del cuarto. Vestido con unos pantalones flojos y un chaleco bastante sin mangas en seda india negra, que estaba pesadamente bordada en oro, el tigre estaba desnudo de la cintura para arriba. Su hombro derecho y su bíceps estaban cubiertos por el colorido tatuaje de un corazón atravesado por una espada. Su pelo negro ondulado caía fortuitamente alrededor de su cara.

El tigre rubio se burló cuando vio la apariencia poco ortodoxa de Lysan.

—¿Hacía calor en la selva?

Lysan estrechó su mirada amenazadoramente en el tigre más pequeño.

—No jodas conmigo, hijda. Sólo me gusta la forma humana para una cosa, y desde que no me siento atraído por los hombres, no estoy feliz de estar aquí.

Siwan intercambió una mirada divertida con Kev, quien había tenido razón acerca de que Lysan no dejaría que ocupase su lugar otro tigre. A él particularmente le gustó el insulto hindi para la virilidad del tigre que había pasado por su cabeza.

Lysan se apartó del tigre para tomar asiento en la gran mesa redonda, pero era obvio que él estaba tan ansioso por marcharse como el resto de ellos.

No antes de que Siwan tuviese tiempo de girarse que algo brilló intermitentemente simplemente a su derecha. Siwan observó como Damos Kattalakis aparecía a algunos metros de ellos. Damos era un Arcadio Drakos. El dragón estaba vestido con armadura medieval, lo cual tenía sentido, desde que la mayoría de los dragones vivían en el pasado donde los campos abiertos y las inexploradas regiones le hacían más fácil ocultarse de los humanos.

Al igual que Dongjun y Kevin, Damos era un descendiente directo de hermanos de la realeza cuyo padre había creado mágicamente sus razas.

Damos les inclinó su cabeza hacia ellos.

—Lobos.  Pantera.

—Dragón, —dijo Siwan, pero él no tendió su mano a Damos. Con excepción de su esposo y Kevin algunos segundos atrás, Siwan nunca tocaba a un Arcadio a propósito.

Damos pareció divertido cuando le tendió la mano a Kevin.

—Es bueno verte otra vez, primo.

—Lo mismo digo, —dijo Kevin, estrechando su mano.

Mientras Damos estrechaba la mano de Dongjun, otros nueve Arcadios brillaron intermitentemente en el cuarto y ocuparon sus asientos en gran mesa redonda sin reconocer a cualquiera de los Katagaria.

Siwan bromeó ante sus acciones.

—Mire a los asustados chiquillos. Estoy sorprendido de que tuvieran las pelotas para mostrarse antes de que Phoenix estuviese aquí para protegerles.

—¿Quien dice que no estoy aquí?

Siwan sacudió con fuerza su cabeza, ante la ligeramente acentuada voz detrás de él. Manteniendo sus dos metros seis Phoenix era una vista imponente. No era que a Siwan le diese miedo, pero tenía un gran respeto por aquel antiguo.

Como siempre, él estaba vestido con una túnica larga azul oscuro, que a Siwan le recordaba un antiguo diseño egipcio.

—Hagamos esto rápido. Tengo a una tabla, una ola, y un bebé con mi nombre y me gustaría aprovechar los tres.

Phoenix dejó su lado.

—Animales. Personas, —dijo él mientras caminaba a grandes pasos a través del cuarto con un modo de andar que le anunciaba como lo más alto de la cadena alimenticia. —Gente de cuatro patas.

Siwan hizo una mueca ante la elección de palabras de Phoenix. Él en realidad odiaba esa expresión.

Constantine, un chacal Arcadio, despreció a Phoenix, lo cual era muy mala cosa

—Nosotros no escuchamos para…  –Sus palabras fueron cortadas instantáneamente cuando Phoenix agitó su mano en la dirección del chacal. El chacal empezó a jadear como si una mano invisible le estrangulaba.

—Tú eres un nuevo pequeño matón, —dijo Phoenix en un tono siniestro mientras se acercaba al Were-Chacal. Phoenix entrecerró sus ojos en él. — Aprenderás.

El chacal se sentó inmediatamente… al igual que lo hicieron todos los demás. El pobre animal continuaba respirando con dificultad mientras se restregaba su magullada garganta.

Siwan estaba un poco más tranquilo, pero incluso él tenía mejor criterio que probar la paciencia sumamente limitada de Phoenix. Los poderes de Phoenix pusieron en ridículo a cada criatura de allí.

Phoenix se dirigió a su trono, el cual no estaba en la mesa. Este estaba a un lado, mucho más parecido al asiento de un salvavidas…o árbitro. Bastante apropiado, desde era por eso que Phoenix estaba aquí. Para proteger las vidas de todos los que estaban allí como la de la gente y animales a quienes representaban.

Reclinándose en su acolchado trono, Phoenix pasó una aburrida mirada a cada uno de ellos.

—Ok, tenemos exactamente cuarenta y dos minutos y trece segundos hasta la siguiente gran que viene en mi camino, y espero así acabar esto a tiempo de estar sobre mi tabla, esperando por ella.

Phoenix dejó escapar un suspiro de resignación.

—Pero desde que tenemos varias caras nuevas entre nosotros, dejadme prescindir de ese ridículo roll pedagógico…Oíd, oíd, bienvenidos a la Cámara del Omegrion. Aquí nos reunimos, un representante de cada rama de la Patria Arcadia y Katagaria. Venimos en paz para hacer la paz  —dijo Phoenix con un bufido como si el solo pensamiento le hiciese reír—.  Soy vuestro mediador, Phoenix. Soy la suma de todo lo que fue y todo lo que un día será. Pongo orden en el caos y caos en el orden

Una de las mujeres se burló, interrumpiéndole.

—¿Quién es este tío y por qué tenemos que escucharle? ¿Desde cuando nos da órdenes a cualquiera de nosotros un humano"?

Siwan miró a través de la mesa hacia donde una pequeñita morena ocupaba el asiento Litarian Arcadio. La pobre leona no tenía idea de lo qué decía.

Él mitad esperó que Phoenix la convirtiese en polvo.

En lugar de eso el representante Litarian Katagaria, se recostó sobre el asiento y le habló.

—Cariño, él no es humano. ¿Ves a Leo allí? —Él señaló al viejo oso Arcadio, de pelo gris que estaba tres asientos abajo de Siwan. —¿Él lleva sentado allí en el consejo, desde cuanto Leo? ¿Novecientos años ?

—Novecientos ochenta y dos, para ser exacto.

—Sip —continuó. — Y Phoenix le precede. Él ha presidido este concejo desde el comienzo, y lo advertiste, Phoenix parece rondar los treinta. Nosotros no sabemos lo que él es, pero no es uno de nosotros y tampoco es humano. Y créeme, tu no quieres meterte con él.

—Gracias por ese para nada divertido resumen, —dijo Phoenix secamente—. La próxima vez que tenga insomnio, ya se a quién llamar. Mientras tanto, a la leona pequeña que probablemente le gustaría vivir otro año, no me interrumpas otra vez. No me gusta y yo tiendo a asesinar las cosas que no me gustan. — Phoenix le enseñó el asiento a la izquierda de ella que estaba vacío. — Es ahí donde solía sentarse el Regis Jaguar Arcadio. Nota que no hay nadie allí ahora.

La mujer frunció el ceño cuando lo miró.

—¿Qué le sucedió?

—Me disgustó mucho.

Ella se vio confundida por eso.

—¿Por qué no hay otro jaguar que haya ocupado su lugar?

—Él me disgustó mucho… durante un buen rato.

París se inclinó para susurrar fuerte,

—No quedó ningún Jaguar Arcadio. Phoenix destruyó completamente su línea de sangre.

Sus ojos se abrieron desmesuradamente mientras su boca hacía una completa “o”. Ella aclaró su garganta e hizo a un apaciguador gesto.

—Por favor, Phoenix, continúe.

—Yeah-h-h-h, —dijo Phoenix, estirando la palabra para adecuarla a su estado de animo. Él comprobó su reloj de pulsera.  —Se nos está acabando el tiempo, chicos —Él prendió en Ha Mew. — ¿Así que por qué fui llamado?

Mew se puso de pie lentamente para dirigir la palabra a todos ellos.

—Perdóneme por hacerle perder el tiempo, Su Señoría. Pero tengo incómodas noticias. Parece que tenemos a un Slayer en nuestro centro, y necesito ayuda para con él, desde que él está alojado en uno de nuestros santuarios protegidos. Como nuestras leyes mandan, yo no puedo matarlo sin sanción.

—Estaremos encantados de encargarnos de su problema, —Anee Romano se alistó como voluntaria.

Phoenix negó con la cabeza.

—¿Y quién es su Slayer, Mew?

—Taeheon Tigarian.

Phoenix arqueó una ceja ante lo que a eso se refiere.

—¿Dónde está Taeheon? Como último Katagaria Niphetos Pardalia, él tiene un asiento aquí en el Omegrion. ¿Por qué no lo ha ocupado?

—Él no puede si es un Slayer.

Phoenix empezó a mirar al tigre rubio que se había expresado públicamente a continuación. El tigre se adelantó.

Por la cara de Phoenix Siwan podía decir que no le gustaba en absoluto.

—¿Y quién eres tú?

—Soy Daisaku Tigarian, primo de Taeheon.

Annee frunció el ceño cuando olisqueó el aire.

—Pero tú no eres un leopardo de las nieves. Eres un tigre.

—Estoy relacionado con él por su lado paterno. Su padre era un tigre.

Phoenix acarició su barbilla mientras estrechaba su mirada negra en el tigre.

—¿Y qué sabe usted de este asunto?

—Sé que Taeheon asesinó a sus padres a sangre fría. A ambos.

Phoenix le dedicó una mirada traviesa.

—¿Si lo sabías por qué has esperado a dejar caer esto ante el Omegrion?

—Porque me daba miedo responder al llamado. Era muy joven entonces y tenía miedo de mi primo. Sin mencionar que el humano  Choi Jinhyuk lo recogió y lo escondió sin decir nada en The Empire de Mew antes de que se lo pudiera decir a alguien. Una vez que Taeheon estuvo salvaguardado allí, yo estaba impotente de llevarle ante la justicia.

Phoenix parecía menos que convencido.

—¿Y ahora es mejor para todos ustedes?

—Ya no le temo. No. Ha llegado la hora de que él pague por sus crímenes. Sin mencionar que él está mostrando síntomas de trelosa la cual corre prolífera a través de su especie. Él debe ser detenido antes de que él mate a cualquier otro.

Siwan negó con la cabeza cuando la cólera lo traspasó.

—¿Qué fue eso? —preguntó Dongjun en un susurro.

—Él miente.

—No huelo la mentira en él.

—Sí, pero cuando hay tanto dinero involucrado…—él sacudió la cabeza.

—No confío en el Sr. Versace.

Phoenix dejó escapar un largo suspiro cansado.

—Pues bien, parece que éste es un problema Katagaria. Arcadios, váyanse a casa.

Cuando comenzaron a objetar, Phoenix los sacó de la cámara, regresándolos a sus períodos de tiempo respectivos.

Todos excepto a uno. Kim Kevin.

Mew se puso de pie cuando Kevin se movió para sentarse al lado de su hermano Dongjun.

—¿ Por qué está él todavía aquí? Él es un Arcadio.

Phoenix arqueó una ceja en ella.

—Verdaderamente eres un infierno de osa observadora, M. Pero Kevin técnicamente monta ahorcajas la cerca. Él tiene todos los derechos del jefe de los Katagaria Lobos.

Dongjun miró con una malvada sonrisa a la osa.

—Yo solo soy simplemente una figura decorativa y tengo pocas ganas de desafiar a Kevin y que me patee el trasero mi propio hermano.

Su mirada se estrechó coléricamente en los dos lobos.

—Él favorece al tigre.

Kevin se encogió de hombros.

—Favorezco la verdad, Mew. Buena, mala, o indiferente.

Daisaku se adelantó para situarse detrás de la silla de Mew.

—La verdad es que la trelosa ha sido portada siempre a través de la familia de la madre Taeheon. Casi cada miembro de su familia sucumbió a eso. Eso es por qué Taeheon es el último de su clase. Incluso ella se volvió loca al final de su vida. Algunos dicen que Taeheon la mató sólo después de que ella le atacase primero.

Siwan observó la cara de Phoenix cuando consideraba las palabras del tigre.

—Tal vez,  —dijo Phoenix después de una breve pausa—, Pero Taeheon no está en la pubertad ahora. Él hace tiempo que entró en la madurez.

Daisaku lo contradijo.

—Él sólo tiene cuarenta y cinco años. La pubertad para los de su clase puede durar hasta la edad de los sesenta.

—No necesariamente, —dijo Phoenix—. Depende de los genes.

—Él entró tarde en la pubertad, —dijo Mew—. De hecho lo sé. Y él sólo ha despertado sexualmente en los últimos días. Desde entonces él se ha vuelto cada vez más violento. Inestable. Él incluso fue arrestado por eso y por atacar a oficiales de policía humanos.

Ella negó con la cabeza.

—Esta tarde, le habían sacado fotos y salió en las noticias locales porque los humanos lo vieron corriendo en el zoológico como un humano en una jaula con otros tigres blancos. Dime que eso no es locura.

Ella miró a cada uno de los restantes miembros Katagaria para ponerles de su lado.

—Sus acciones presentan una amenaza para todos nosotros. Si los humanos alguna vez supieran…

—Estupideces —dijo Siwan en voz alta—. Esto me apesta a avaricia.

—Eso es ridículo, —dijo París— Somos los animales, no humanos. ¿Desde cuando se preocupa cualquiera de nosotros por el dinero?

Siwan sostuvo en alto sus manos.

—¿Hola? ¿Alguna vez te has pasado por mi club, The Triangle? Yo me meo encima de esa frase. De hecho, soy el segundo Katagaria más rico en el mundo. ¿Y quién es el primero? Taeheon Tigarian. Esto me huele a encerrona.

Él fulminó al tigre con la mirada, el cual se quedó con la mirada completamente en blanco.
Lysan acarició su mandíbula.

—No sé. Si él nos ha expuesto…

—Taeheon no es un peligro, —dijo Kevin. — Conozco a ese chico. Él es tranquilo y abstraído. Él nunca haría nada para ser el centro de atención.

Mew se mofó de Kevin.

—¿Y qué sabes tú en realidad de Taeheon? ¿Has hablado alguna vez con él?

Kevin gruñó por lo bajo, pero al fin él admitió la verdad.

—Bueno… no mucho.

—¿Te ha reconocido de alguna manera?

Un tic empezó en la mandíbula de Kevin.

—No. No realmente. Como dije, él se abstrae del mundo.

—Tienes razón, —dijo ella, frunciendo los labios. Ella miró a Phoenix—. Él es completamente antisocial. Él rehúsa siempre escuchar alguien o cualquier cosa. Él ha amenazado las vidas de mis hijos y la mía. Ahora él está citándose con el joven hijo de un senador. ¿Dime que Katagaria con la mente sana haría tal cosa?

Incluso Siwan tuvo que admitir que eso era vivir peligrosamente.

—¿Debemos esperar a que mate a un inocente? —preguntó Mew—. ¿Esperar hasta que él muestre algún cambio con el senador? Ya he perdido a bastantes niños. No perderé otro. Le quiero fuera de mi casa. Si trato de sacarle a la fuerza, él me matará o matará a uno de mis cachorros. Lo sé. Él nunca ha estado mentalmente sano.

—Él mató a sus padres cuando solo tenía veinte, —añadió Daisaku. —Ellos eran depredadores altamente poderosos y adiestrados. Imagina lo que él puede hacer ahora que él se ha entrenado, también.

Phoenix pasó una disgustada mirada a Siwan.

—Yo soy simplemente un observador aquí. Al final del día, la decisión final recae sobre vosotros chicos — Él volvió la mirada hacia Mew y Daisaku—. Pero recuerden esto, si están equivocados, será mi furia la que ustedes que afrontaran. La avaricia es para los humanos; No es para los Katagaria. —Él miró a Daisaku al decirlo— Fuerza una injusta cacería y esta volverá sobre ti.

—Taeheon es un asesino, —repitió Daisaku—. Digo que llamemos a los Strati y acabemos con él.

—Secundo eso, —dijo Mew.

Phoenix dejó escapar un pesado suspiro

—Tenemos dos votos para cazar y matar a Taeheon Tigarian. Todos los que estén a favor, digan sí.



Taeheon suspiró cuando hizo a un lado la camiseta y se echó agua por la cara. Estaba cansado, pero todo en lo que podía pensar era en ver a Juny otra vez. La compulsión dentro de él era como una locura.

¿Por qué me siento así? siseó entre los dientes. Era suicida perseguir cualquier otra cosa con un joven como él y lo sabía. No era como si fueron compañeros.

Él comprobó su mano otra vez. Aun ahora, no había marca. ¿Por qué se sentía así? Se había pasado toda la tarde con él y todavía quería más.

No tenía sentido.

Él se lavó la cara, luego cerró el agua y se pasó las manos húmedas por su pelo. Cuando trató de alcanzar una toalla, sintió una fisura extraña en el aire a su alrededor ...

Taeheon ladeó la cabeza de la misma manera que un tigre oye algo y siente el aire a su alrededor.
Dos segundos más tarde, percibió la esencia de un depredador.

Taeheon se volvió, pero incluso antes de que pudiese enfocar su mirada, algo perforó su pecho. Él maldijo cuando se tambaleaba.

— Ten listo el collar.

Las voces parecían venir de lejos. Su vista se oscurecía. Taeheon maldijo cuando se dio cuenta de que había sido drogado con un tranquilizante, pero él se rehusaba a sucumbir a eso.

—Jode esto, —gruñó él, alternando de humano a tigre. Se lanzó fuera para encontrar a cuatro humanos en el vestíbulo.

—¡Dispárale! —gritó uno.

Él se abalanzó sobre el que tenía el arma. Cuando hizo contacto él, el humano se convirtió en un tigre. Taeheon sintió otro aguijonazo atrás cuando dos de los humanos trataban colocarle un nudo corredizo alrededor de su cuello. Si ellos tenían éxito, lo cogerían.

Destelló a la forma de un leopardo, él sabía que su única esperanza era rebasarlos. Él se lanzó contra la ventana cerrada y salió de un salto hacia la calle. El cristal se rompió y trozos de esto se incrustaron en su carne.

Su cuerpo entero se resintió cuando golpeó duramente contra el suelo.

Él se tendió en el asfalto sólo un instante para recobrar el aliento antes de obligarse a levantarse y correr a toda velocidad por atrás del callejón, hacia el convento calle abajo. Él podía oír a los otros persiguiéndolo.

La sangre manaba de sus cortes mientras él corrió a toda velocidad. Él tenía que apartarse de ellos. Le matarían si él bajaba la velocidad. Pero en la forma en que estaba, él no podría seguir mucho tiempo más. Entre el tranquilizante y sus cortes, él se estaba desvaneciendo rápidamente.

Su corazón golpeando, él sabía que tendría que encontrar un nuevo refugio o él estaría muerto.


7 comentarios:

  1. No entiendo por que Mew quiere matar al tigre... En todas las historias anteriores ella era sensata y buena o.o... Espero el siguiente capitulo T.T

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  2. Todos odiando a la Mew mala en 3...2...1
    Pero que les pasa!!!
    Es el se cree un asesino, violento y psicópata, por que asi lo tratan!
    Él solo necesita y quiere cariño!!!
    Noooooo que no le hagan nada! Nooo

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  3. La cuestión aquí...es que ven a Tae a como su raza se ha comportado...como siempre,por uno pagan todos.
    Que feo...pero lo único que me "consuela",es que Phoenix irá contra quien solo quiera dañar a Tae.

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  4. La cuestión aquí...es que ven a Tae a como su raza se ha comportado...como siempre,por uno pagan todos.
    Que feo...pero lo único que me "consuela",es que Phoenix irá contra quien solo quiera dañar a Tae.

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  5. Lo único que voy a decir es que odio a mew, pero que pasa? Porque de repente tanto odio hacia Tae si el no es malo creo que ella tampoco lo a tratado mucho que digamos, que viva en su casa no significa que lo conozca, ojala que todo se vuelva contra ella ,que corajeee!!!

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  6. Lo único que voy a decir es que odio a mew, pero que pasa? Porque de repente tanto odio hacia Tae si el no es malo creo que ella tampoco lo a tratado mucho que digamos, que viva en su casa no significa que lo conozca, ojala que todo se vuelva contra ella ,que corajeee!!!

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  7. Lo único que voy a decir es que odio a mew, pero que pasa? Porque de repente tanto odio hacia Tae si el no es malo creo que ella tampoco lo a tratado mucho que digamos, que viva en su casa no significa que lo conozca, ojala que todo se vuelva contra ella ,que corajeee!!!

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...