Sapphire Wolf- Capítulo 2



Teuk se dirigió al piso de abajo para encontrar a su mamá ya en la cocina preparando de todo.
Sora Park no era una mujer promedio. Ella tenía unos antecedentes vagos creciendo en un hogar de acogida, sin saber dónde estaban sus verdaderos padres. A menudo tenía esos “presentimientos” acerca de cosas que iban a suceder, y la parte tenebrosa era que normalmente tenía razón.
Teuk y su mamá realmente nunca hablaban de eso, a pesar de que Teuk estaba comenzando a mostrar síntomas de naturaleza similar. Sólo que Teuk no sabía cosas, podía sentirlas; cosas cómo el cómo se sentían los demás. A veces era muy sutil, podía estar en una habitación con su mamá y sin que Sora dijera nada Teuk sabía sin duda alguna que su mamá estaba triste, preocupada o confundida.
No tenía idea de cómo lo sabía, simplemente lo hacía. Aunque no era confiable porque podían pasar días sin que sintiera las emociones de alguien más. Teuk no quería saber cosas, o sentirlas; sólo quería ser normal.
—Hola mamá. ¿Cómo va la preparación?
—Casi termino. Sólo necesito poner algunos panecillos en el horno. ¿Te importaría agarrarlos y ponerlos en un sartén? No son hechos en casa, son sólo esos panecillos hawaianos, pero son realmente buenos.
—Sip, puedo hacerlo. Así que mamá, Donghae, Hee y yo nos estábamos preguntando si necesitas ayuda para llevar todo esto hasta dónde los Henry —dijo, tratando de sonar casual y sin saber a ciencia cierta si lo había logrado. Su mamá lo miró interrogante y Teuk supuso que no había estado ni cerca de ser casual.
— ¿Realmente quieres ayudar o simplemente es la oportunidad perfecta para ir a conocer al nuevo estudiante de intercambio? Es un chico después de todo, ¿no? —preguntó Sora.
—Sí es un chico, y tal vez nosotros queremos ir a ver quién es, pero también queremos ayudarte. No creo que puedas llevar hasta allá todo esto tú sola —respondió Teuk.
—Bueno, de todas formas iba a pedirte que me ayudaras, y pensé que podrías  estar  interesado  en  conocerlo,  especialmente desde que Trent y tú se separaron.
— ¡No empieces con eso mamá! Esto no tiene nada que ver con él. Simplemente es natural querer conocer a alguien nuevo y especialmente desde que él no es de éste país —declaró Teuk con firmeza.
—Está bien, está bien, no tienes que estar a la defensiva. Estaré lista tan pronto cómo esos panecillos terminen de calentarse. Voy a llamar a los Henry ahora para asegurarme de que estén de acuerdo con que vayamos para allá en unos diez minutos.
Teuk agarró un sartén y puso los panecillos en filas derechas; su mamá ya había precalentado el horno así que simplemente los metió ahí y ajustó el temporizador en 7 minutos según las instrucciones del paquete.  Mientras  su  mamá  estaba  saliendo  de  la  habitación  para llamar a los Henry él captó el más breve indicio de preocupación viniendo de su mamá en sutiles ondas. Había pasado mucho tiempo desde que había recogido nada de su mamá así que esto lo hizo dar un paso atrás. Me pregunto ¿de qué estará preocupada?
Se dirigió de nuevo escaleras arriba para ver si los chicos ya habían terminado de arreglarse y dejarles saber que el plan ya estaba en marcha. Caramba, se sentía ridículo mientras pensaba en cómo sonaba el tener un “plan” para conocer a un tipo, y no encontrarse con él así cómo “oye, qué hay de nuevo”, sino encontrarse con él así cómo “oye, eres un bicho raro o algo así” ¿A dónde iba a llegar su mundo? Oh bueno, podría ser peor, podría estar escuchando voces, oh espera las estaba escuchando, y una mierda.
Donghae había terminado de ducharse y estaba arreglando su cabello cuándo llegó arriba. Hee todavía estaba en la ducha
— ¡Apúrate! Estaremos desplegándonos dentro de 10 minutos
Hee sólo cantó más alto. Teuk puso los ojos en blanco y volvió a su habitación.
—Si está planeando hacer su ducha rejuvenecedora entonces lo dejamos aquí —le dijo Teuk a Donghae mirando por encima para verlo metiendo los pies en sus zapatos.
—Bueno, yo estoy listo cuándo tú lo estés Sherlock, vayamos a verificar al súper sexy —dijo Donghae con un guiño.
—Qué afortunado soy de tenerte mi querido Watson —dijo Teuk sonriendo. Hee entró a la habitación de Teuk completamente vestido.
— ¿Qué les está tomando tanto tiempo a ustedes dos? He estado listo desde hace 2 minutos —dijo Hee fingiendo exasperación.
—Oh, ¿2 minutos completos? Cómo nos atrevemos a hacerlo esperar, por favor no nos azote su majestad —replicó Teuk.
—Ya era tiempo de que te dieras cuenta de quién es la reina en este atuendo —dijo Hee sonriendo.
— ¡Chicos,  estoy  listo  si  ustedes  lo  están!  —Todas  escucharon  a  la mamá de Teuk gritar.
Bueno, aquí vamos,  pensó Teuk, en ese momento sintió que estaba caminando hacia la guarida de los leones. Sólo que se había metido él solo.
—Creo que oficialmente me estoy sintiendo enfermo —dijo Teuk con un ligero gemido.
—Toma respiraciones lentas y profundas, si te desmayas cuándo estemos allá, de nuevo te digo que me voy a orinar de la risa —dijo Hee.
—Caramba, eres toda una bola de cálidos sentimientos amistosos, ¿no es así? —dijo Teuk mirando ferozmente a Hee.
—Sólo estoy diciendo —se rio Hee.
Girando en un círculo con los brazos extendidos y las palmas hacia arriba Teuk dijo
— ¿Cómo me veo? ¿Esta camiseta es un poco excesiva?
—No, creo que es perfecta. Hace una declaración, algo así como “oye, no me da miedo tu pequeña algarabía mental” —lo animó Donghae.
—Pero yo tengo miedo de su algarabía mental, si realmente es su algarabía mental y no algo completamente diferente —dijo Teuk sonando completamente desamparado.
—Oh, vamos, recomponte caramba, él es sólo un tipo, ¿ok?, nada más y nada menos —dijo Hee con absoluta confianza.
La única cosa que Teuk no creía era que el misterioso tipo fuese sólo un tipo; no, él era más, mucho más, sólo que todavía no sabía qué. Cuándo comenzaron a bajar las escaleras un pensamiento tocó su mente, uno que no era suyo.
“Buenos días mi Luna”, escuchó Teuk. Tropezó unos pocos pasos en la escalera. Hee se estiró para estabilizarlo.
— ¿Estás bien? —le susurró.
—Acabo de escuchar la voz de nuevo —dijo Teuk con voz temblorosa.
— ¿Qué dijo? —preguntó Donghae.
—Buenos días mi luna —respondió Teuk—. ¿Qué diantres significa eso?
No  puedo  creer  que  pensara que  era  una buena  idea  ir  allá,  pensó Teuk. Su mamá estaba parada al pie de la escalera mirándolos estrechamente. Ella tenía esa mirada que Teuk conocía muy bien; su mamá sabía que algo estaba pasando. Podía sentir las emociones de su mamá con mucha intensidad; ella estaba muy, muy preocupada.
— ¿Vienen chicos? —preguntó su mamá.
—Dirija el camino Sra. Park —dijo Hee.
Mientras ellos salían de la casa y caminaban por el sendero, el sol brillaba intensamente sobre ellos, y a las 10:00 a.m. ya el calor era abrasador.
Mientras  cruzaban  la  calle  Teuk  vio  las  cortinas  en  la  ventana derecha del segundo piso abrirse. Brevemente, vio el apuesto rostro devolviéndole  la  mirada.  Cuándo  desvió  la  mirada  para  atraer  la atención de Donghae y Hee miró de nuevo para señalarlo pero las cortinas se habían cerrado.
—Él estaba de pie en la ventana, juro que no lo imaginé —dijo Teuk sonando un poco desesperado.
—Te creemos Teukie, deja de dudar eso —dijo Donghae con convicción. Él tenía razón en cuanto al pensamiento de Teuk. Eran sus mejores amigos y sabía que estarían a su lado sin importar qué.


Kangin despertó y sin pensarlo buscó la mente de Leeteuk; era una segunda naturaleza para él, incluso a pesar de que acababa de conocerlo. Bueno, no lo había conocido realmente, era más cómo que lo había encontrado. Le habló mentalmente sin esfuerzo, Buenos días mi Luna, e instantáneamente sintió su pánico y confusión.
Le escuchó decirles a sus amigos que habían escuchado su voz, o más bien una voz que no estaba del todo seguro que fuese suya. Y quería saber qué significaba Luna. Él incluso captó un pensamiento pasajero de que se encontraban de camino hacia acá... ahora.
Kangin se miró en el espejo y rápidamente decidió que necesitaba una ducha y algo más presentable que unos pantalones de pijama sin camisa.
Rápidamente saltó a la ducha, estuvo fuera en un récord de cinco minutos y estaba parado frente al espejo del baño cepillándose los dientes cuándo se dio cuenta de algo diferente en su pecho y hombro.
Kangin, cómo todos los hombres Canis Lupus, tenía marcas parecidas a tatuajes las cuales aparecieron por voluntad propia una vez que entró a la pubertad. Esas marcas revelaban a dónde pertenecía en el orden de la manada de lobos, mientras más elaboradas eran las marcas más elevado era el rango del lobo.
Los tatuajes variaban en tamaño, forma y en  qué  lado  del  cuerpo  estaban.  Los  de  Kangin  estaban  en  su  lado derecho, lo cual significaba que él era un dominante; comenzaban en su omoplato derecho y se apoderaban de su hombro, bajando hacia su bíceps y a lo largo del lado derecho de su pecho; el hecho de que éstos llegaran a la parte delantera de su cuerpo y no sólo en su espalda indicaba que él era un Alfa. Sólo los Alfa tenían marcas en la parte delantera y trasera de sus cuerpos de forma que no importaba en qué dirección se enfrentaran todos podrían ver sus marcas. Las marcas eran negras con curvas y puntos al final de las líneas.
Sólo que ahora las marcas habían trepado hacia el lado derecho de su cuello, parecían llamas sólo que de color negro.
Kangin honestamente no sabía que significaban, nunca había escuchado que las marcas se extendieran. Decidió que tendría que llamar a su padre más tarde para descubrir qué significaba eso. Mientras tanto estaba esperando que los Henry no notaran que las marcas no habían estado ahí la noche anterior, lo que podría ser un poquito difícil de explicar.
Decidiendo que no había nada que hacer al respecto por el momento siguió adelante y rápidamente deslizó una afeitadora por su rostro y se colocó algo de loción para después de afeitar.
Kangin caminó hacia su maleta para escoger algunas ropas; no se había molestado en desempacar nada anoche porque había estado tan cansado.   No   había   demasiadas   variaciones   en   su   guardarropa; camisetas negras, grises y azules oscuras en su mayoría. Se decidió por una camiseta manga corta gris oscuro y sus pantalones vaqueros Lucky Brand. Llevaba botas de motorista y una billetera con una cadena unida a ella.
Kangin adoraba las motocicletas y tenía una Honda. Trataba de conducirla tanto cómo podía, y por supuesto estaba completamente cubierto de cuero cuándo lo hacía porque eso ayudaba a mantener fuera el frío. Había querido traer su motocicleta con él pero sus padres le dijeron que en vez de eso le comprarían una moto usada una vez que llegara aquí. Él estaba planeando hablar con el Sr. Henry acerca de eso ahora más tarde, esperando que él estuviese dispuesto a llevarlo a un concesionario de motocicletas para dejarlo escoger una. Sus padres le habían dado una tarjeta de crédito que tenía un límite decente que debería conseguirle una moto bastante buena.
Cuándo ya estaba listo para ir abajo su lobo se animó ante el sonido de pasos afuera en la calle, caminó hacia la ventana y separó las cortinas. Qué suerte, meditó, su ventana estaba directamente frente a la casa de Leeteuk.
Miró hacia abajo a la calle y vio a tres jovencitos adolescentes caminando con quién debe haber sido la madre de Leeteuk.
Su mirada se desvió hacia el único que le importaba y él levantó la mirada directo hacia su rostro. Es hermoso, pensó Kangin. Ahora que podía tener un buen vistazo de él vio que tenía salvajes mechones rebeldes de color castaño, pecas que espolvoreaban su piel clara y labios delgados. Era delgado pero no flaco. Estaba usando pantalones vaqueros desgastados con agujeros y una camiseta verde que decía “No soy terco, sólo que a mi manera es mejor”.
Así que, su ángel tenía actitud, bueno, por supuesto que la tendría, no es cómo si una pareja sumisa pudiera ser la pareja Alfa, ellos destrozarían a una pareja alfa tímida. Él se giró para hablar con sus amigos; mientras él volteaba la cara se alejó de la ventana para dirigirse escaleras abajo. 
Kangin tenía que admitir que estaba un poco nervioso acerca de conocerlo. Nunca había sido nervioso, aunque realmente no había tenido muchas citas, nadie parecía  llamar  su  atención  así  que  pensó  que  para  qué  perder  su tiempo. Los pocos chicos con los que había salido nunca le habían producido ni la cuarta parte de la atracción que sentía por Leeteuk.
Ahora desearía haberse levantado más temprano y haber llamado a su padre   para   hablar   con   él   acerca   de   todo   este   asunto   del emparejamiento. Había aprendido un poco mientras crecía pero todavía no se sentía en absoluto preparado para manejar esto. Especialmente desde que su compañero era humano y no sabía nada de su mundo. Cuándo Kangin llegó al pie de las escaleras el timbre sonó. Escuchó a la Sra. Henry viniendo del lado derecho de la casa. Cuándo ella dio vuelta en la esquina vio que él estaba ahí y le sonrió con gusto.
—Buenos días Kangin. ¿Dormiste bien? —preguntó ella.
«Buenos días» —dijo  Kangin  graciosamente—,  dormí  muy  bien gracias.
— ¿Asumo que significa buenos días? —preguntó la Sra. Henry.
—Sí señora, significa buenos días — explicó Kangin.
—Oh. Supongo que mejor voy hasta la puerta —dijo ella justo mientras el timbre sonaba de nuevo. Cuándo la Sra. Henry abrió la puerta Kangin sintió que su estómago se tensaba con anticipación. Se preguntaba qué iba a decirle. Bueno, naturalmente no podía simplemente declararlo su compañero delante de todos esos humanos; podrían pensar que estaba loco.
Así que se resolvió por un simple “Hola mi nombre es Kangin”. Sí él pensó que eso era una cosa muy normal que decir, y normalidad era lo que él quería, después de todo.
Los visitantes estaban de pie en el umbral de la puerta mientras la Sra. Henry los saludaba.
—Sora, ¡qué dulce de tu parte venir a conocer a nuestro huésped! —anunció amablemente la Sra. Henry.
—Vinimos a traer una comida típica hecha en casa para el recién llegado —respondió Sora.
—Entren; déjenme presentarles a Kangin. Él es de... bueno, voy a dejar que él les diga, puede hablar por sí mismo después de todo —dijo la Sra. Henry mientras todos caminaban en fila por la entrada.
—Sara por qué no  ponemos esta comida en la cocina y luego nos sentamos  en  la  sala  de  estar  a  hacer  nuestras  presentaciones,  ¿te parece bien? —preguntó Sora.
—Oh, por supuesto, por supuesto todas ustedes no pueden estar aquí parados en la puerta de enfrente sosteniendo toda esa comida, podrían pensar que nunca he tenido visitas antes. Vamos chicos y pongamos eso en el mostrador de la cocina —dijo la Sra. Henry sonando un poco aturdida con ella misma.
Sara,  pensó Kangin,  así que ese era el nombre de la Sra. Henry. Ni siquiera había pensado en preguntarles cuándo se habían conocido anoche. A pesar de que podría haber estado en sus papeles para el programa de intercambio y él simplemente no le prestó atención.
Una vez que la comida fue dejada en la cocina, se enfilaron hacia la  sala  de  estar  cada  uno tomando  asiento.  Sora  se  sentó  en  la mecedora al lado de la chimenea, mientras los tres jovencitos se sentaron en el diván a la izquierda de la mecedora. La Sra. Henry y Kangin se sentaron en sofá de dos puestos al otro lado del diván. Había una mesa de centro de madera en medio entre el diván y el sofá de dos puestos que tenía varias revistas y algunos portavasos puestos allí.
Kangin se dio cuenta que mientras él había estado catalogando la habitación, las señoras y los jovencitos estaban todas mirándolo expectantemente. Notó que la mirada de Leeteuk permanecía en las marcas en su cuello. A su lobo le gusto que las notara a pesar de que no sabía que podrían tener algo que ver con él. Sl se aclaró la garganta y comenzó a hablar,
—Buenos días bonaegi chuga, jeolm-eun, mi nombre es Kim Kangin. Soy de Corea, este año seré estudiante de último año— Kangin miró a cada uno, deteniéndose brevemente en Leeteuk—. ¿Debería decir algo más? —preguntó él.
Sora lo miró con curiosidad y preguntó, 
—¿Qué significa exactamente bonaegi chuga, jeolm-eun?
Kangin trató de no sonreír demasiado ante su pobre pronunciación, después de todo el Coreano era un idioma muy difícil de aprender.
—Significa damas y jóvenes. Yo estaba diciendo buenos días damas y jóvenes. Tengo el mal hábito  de  mezclar  mi  idioma  natal  con  mi  inglés.  Les  ruego  me disculpen —le dijo Kangin a Sora.
—No importa, en realidad es bastante atractivo escucharte hablar Coreano, no es un idioma que uno escuche muy a menudo o nunca —le aseguró Sora.
Hubo una pausa incómoda por un momento y luego el amigo pelirrojo de Leeteuk quién él había aprendido a través de sus pensamientos que se llamaba Hee lo miró conmovedoramente y preguntó.
—Así que, ¿por qué Coldspring, Texas?
Kangin ladeó la cabeza hacia un lado, justo del modo en que lo haría en su forma lobuna
—¿disculpa? —preguntó—. No entiendo la pregunta.
—¿Por  qué  elegiste  venir  a  nuestro  pequeño pueblo en  un abrir-y- cerrar-de-ojos? —preguntó Hee hablando lentamente cómo lo harías con un niño.
Leeteuk le dio un codazo, lo que hizo a Kangin sonreír.
—Oh, ya veo. Bueno, honestamente no estoy seguro. Cuándo apliqué para el programa de intercambio me enviaron varios candidatos para mi familia anfitriona. Leí sobre ellos y algo acerca de los Henry se sintió correcto. No sé si me expliqué bien, pero sólo así sé cómo decirlo — respondió Kangin.
—Tu inglés es muy bueno —declaró el otro amigo de Leeteuk, el moreno, Donghae.
—Sí, mis padres siempre me han hablado tanto en Coreano cómo en inglés, ellos creen que es tonto pensar que yo sólo necesitaría aprender el idioma y la cultura Coreanos —le explicó Kangin.
—¿Así que también estudiaste la cultura americana? —preguntó la Sra. Henry.
—Sí, la cultura americana es bastante diferente de la mía. Lo que me ha sido enseñado por profesores no siempre sucede en la vida real.
—Está bien —dijo Sora—, suficiente de la Inquisición Española. Chicos vamos a presentarnos brevemente y entonces sigamos nuestro camino para que Kangin pueda instalarse.
Sin hacer ningún movimiento para levantarse Sora simplemente se presentó desde el asiento dónde estaba,
—Kangin, mi nombre es Sora Park, y soy la mamá de Teuk. Tengo una librería en la plaza del centro de la ciudad a la que eres más que bienvenido cada vez que quieras para estudiar o chatear. Por favor llámame Sora ya que no soy mi madre, ella era la Sra. Park. Estoy tan contenta de conocerte.
—Mi señora es un honor —dijo Kangin inclinándose muy levemente.
Hee se levantó y le tendió la mano,
—Soy Heechul Kim, también conocido como Hee. También tengo diecisiete y soy estudiante de último año. Encantado de conocerte —dijo mientras él tomaba su mano.
Para su sorpresa él no se la estrechó; simplemente la llevó a sus labios, apenas rozándolos en la parte superior de su mano.
Kangin alzó la mirada hacia Hee luego de besar ligeramente su mano y
—Es un placer conocerte —tradujo Kangin.
Donghae se puso de pie empujando suavemente a un Hee de aspecto confuso de nuevo hacia abajo al diván y tendió su mano.
—Soy Donghae Kwang, diecisiete, estudiante de último año y es un placer conocerte —dijo con una jovialidad natural.
De nuevo Kangin llevó su mano levantada hacia sus labios colocando un beso suave cómo una pluma en la parte superior de ésta y repitió lo que le había dicho a Hee — Es un placer conocerte.
Donghae se sentó al lado de Hee, y cuándo Leeteuk no hizo ningún movimiento para levantarse Hee se acercó y lo pellizcó en la parte de atrás del brazo.
—¡Ay! —chilló Teuk.
Él con la mirada a su amigo, y finalmente captó lo que estaba tratando de decirle silenciosamente. Levantándose para presentarse, comenzó a hablar y por un momento su boca no pudo escupir lo que su cerebro estaba indicándole que dijera.
—Oh, este, yo, este —¡demonios, pensó  Teuk,  escúpelo  de  una  vez!—,  soy  Teuk,  diecisiete  y estudiante de último año también. Sora es mi mamá —No hizo ningún movimiento por darle la mano a Kangin.
La sorpresa en su rostro fue obvia cuándo él se acercó y tomó su mano de todas formas. Kangin se inclinó sobre su mano y la llevó a sus labios, y esta vez se demoró ahí. Mientras sostenía su mano en su boca él captó su olor y descubrió para su placer que olía a algodón de azúcar y nieve fresca, una rara pero extrañamente familiar combinación. Trató de no gruñir posesivamente, pero no  pudo reprimir el impulso por completo y supo que Leeteuk lo había escuchado porque se tensó incluso más.
Levantó los ojos para mirarlo y del mismo modo que le había dicho a Donghae y a Hee dijo,
— Es un placer conocerte.
La única diferencia fue que mientras le hablaba con su boca también le envió un mensaje con sus pensamientos.
“Estoy tan honrado de conocerte finalmente mi Ángel, mi Luna”, le dijo. “Tenemos mucho que aprender el uno del otro.”


Desde el momento en que había entrado en la casa de los Henry los nervios de Teuk habían estado agitados, sin mencionar que en cuanto trabó la mirada con Kangin sintió un cosquilleo extraño en la parte superior de los hombros y la nuca. Se había estirado y puesto su mano sobre su cuello, inclinándolo un poco como si estuviera rígido. Había pensado que eso era raro.
Mientras la puerta se abría había visto al misterioso chico parado en la parte inferior de las escaleras. Él estaba usando una camiseta gris oscuro de manga corta, pantalones vaqueros, botas de motociclista y la billetera en el bolsillo de atrás estaba unida a él por una cadena metálica. 
El chico podía hacer que una bolsa de papel se viera sexy. La expresión de su rostro era de curiosidad y también lo que creyó que podría ser nerviosismo. Eso lo sorprendió porque a primera vista no parecía ser del tipo nervioso. La señora Henry les dijo que llevaran la comida a la cocina y entonces todo el mundo tuvo que ir a la sala de estar para ser presentados a su huésped.
Una vez sentados en la sala de los Henry todas escucharon a Kangin, finalmente algo para llamarlo de otra forma en vez de chico misterioso y súper sexy, compartir un poco acerca de sí mismo.
Hee le preguntó por qué había elegido a nuestra pequeña ciudad, y cuándo él no entendió la pregunta la primera vez le preguntó de nuevo y le habló cómo si fuese un niño, lo que le valió a Hee un codazo en las costillas, por cortesía de Teuk, para mostrar su irritación con la pregunta. Después de todo, ¿era realmente de algún modo asunto nuestro el por qué él vino? Pero Hee sólo le restó importancia y esperó que Kangin respondiera. Él parecía confuso y ladeó la cabeza de un modo extraño, de un modo parecido a cómo había visto hacer a los perros cuándo se les está hablando. Oh, eso es tan amable de mi parte, comparar al Coreano con un perro. Teuk sólo deseaba que alguien lo sacara de su miseria.
Kangin explicó que no estaba realmente seguro de por qué eligió Coldspring pero que se había sentido correcto. Entonces Donghae mencionó que su inglés era muy bueno y él explicó que le habían enseñado inglés junto con el Coreano toda la vida.
Por último Sora intervino y sugirió que nos presentáramos de modo que se pudieran ir y dejar que Kangin y los Henry se establecieran.
Cuándo Hee dio un paso al frente para presentarse tendió la mano para estrechar la de Kangin, pero para sorpresa de todos, en vez de sacudirla se la llevó a los labios y la besó suavemente. Teuk estaba completamente estupefacto cuándo se sintió teniendo una extremada y totalmente irracional ola de celos. En ese momento quería arrancar la mano de Hee de Kangin y gruñirle a Hee. ¡Gruñir! ¿Estás jodidamente bromeando? pensó Teuk.
Notó que Donghae tuvo que empujar a Hee hasta el sofá porque estaba un poco aturdido por el encuentro, lo que no hizo nada para calmar las furiosas emociones de Teuk. Tuvo que prepararse cuándo una vez más Kangin elevó la mano de Donghae hasta sus labios y la besó.
No podía entender por qué se estaba sintiendo así. Es totalmente obvio que su saludo era completamente no-romántico, que, dicho sea de paso, de ninguna manera debería importarle, y sin embargo no quería tocara a otro joven. Bueno, pensó Teuk, ya es oficial, he buceado de cabeza al profundo final.
Salido de la nada sintió un agudo dolor en su brazo derecho, y gritó volviéndose para mirar a Hee que acababa de pellizcarlo. Se dio cuenta entonces de que Kangin lo miraba expectante y él había estado allí sentado cómo un idiota en su pequeña burbuja.
Teuk se puso de pie, pero no hizo ningún movimiento para darle la mano. Se presentó sonando tan elocuente cuándo no podía escupir lo que estaba tratando de decir. Estaba a punto de sentarse cuándo Kangin se estiró y le tomó la mano. Estaba un poco sorprendido, pero eso se desvaneció rápidamente en algo completamente distinto cuándo se inclinó sobre su mano y apretó los labios con firmeza contra ésta.
Teuk podría jurar que lo oyó inhalar profundamente por la nariz y le pareció oír un suave gruñido en su garganta. Eso fue realmente raro pensó, pero una vez más, para él las cosas no podían ser simplemente extrañas tenían que rayar directamente en la locura.
Mientras Kangin le decía exactamente lo mismo que le había dicho a Hee y a Donghae, a su vez Teuk escuchó la voz en su mente. Ésta decía, “Estoy tan honrado de conocerte finalmente mi Ángel. Tenemos mucho que aprender el uno del otro.”
Teuk   parpadeó   un   par   de   veces   tratando   de   aclarar   sus pensamientos. ¿Qué diablos podría significar "finalmente" conocerme?, pensó, ¿esta voz sabía que estaba esperándome?
Bueno ya era hora de irse a casa, decidió Teuk, tenía que hablar con Donghae y Hee sobre Kangin. Tenía que decidir si confiar o no en su madre, y necesitaba tener un purificador ataque de pánico. No necesariamente en ese orden.
Teuk sacó su mano del agarre de Kangin y él no trató de impedírselo. Volvió a mirar a su madre, levantó las cejas y preguntó,
—¿Estás lista? Estoy listo para irme. Donghae, Hee, ¿están listos para irse?
Hee y Donghae, asintieron a la vez, captando rápidamente el estado de ánimo de Teuk. Sora miró sospechosamente a su hija, pero simplemente asintió y se dirigió a la Sra. Henry.
—Sara gracias por recibirnos, fue realmente agradable verte. Kangin fue un placer conocerte. No te vuelvas un extraño, eres bienvenido a venir a casa en cualquier momento.
Kangin se inclinó ligeramente, colocando su mano sobre su corazón,
— Cómo decimos en mi país cuándo nos despedimos, dal-i gil-eul bich eul su da-eum sigankkaji , lo que significa que hasta la próxima vez que la luna pueda iluminar su camino.
Hee miró Kangin y fiel a su estilo en su manera de hablar abiertamente preguntó,
—¿Eso  es algo  cómo  un  proverbio irlandés, sólo que, ya sabes, más bien cómo un proverbio Coreano en vez de eso?
Donghae soltó una risilla tonta, Teuk parecía mortificado y Kangin simplemente sonrió y dijo,
—Sí, algo así.
Teuk empujó a Hee y a Donghae hacia la puerta tratando con todas sus fuerzas de no mirar y ver si Kangin lo estaba mirando, aunque de alguna manera  sabiendo  que  él  lo  hacía. 
Entonces,  ¡qué  demonios!  quizá también pueda devolverle la mirada, se dijo. Tentativamente miró sobre su hombro y efectivamente, Kangin lo estaba mirando. Había una leve sonrisa en su rostro y sus ojos estaban entrecerrados a pesar de eso dándole la ligera impresión de que él sabía algo que él no. Ese pensamiento le hizo estremecer y empujar a Hee y a Donghae con más fuerza por la puerta.
—Estamos saliendo Teuk, ¡demonios! —oyó gruñir Hee.
—Bueno,  ¡vamos  un  poco  más  rápido  por  favor!  —susurró  Teuk través de sus labios apretados. Los chicos caminaron rápidamente por el sendero y cruzaron la calle, sin siquiera molestarse en ver si la mamá de Teuk estaba detrás de ellos. Todo lo que Teuk podía pensar era que tenía que poner un poco de espacio entre él y ese súper sexy. Bueno, así que todavía no podía dejar de llamarlo súper sexy. Bueno, mierda, era verdad así que ya salta en un lago, se dijo.




2 comentarios:

  1. Por fin se conocieron, me encantó el estilo de saludar de Kangin con beso en la mano incluido, aunque casi grito cuando fue el turno de Teuk, el pobre ya hasta piensa que está loco por escuchar la voz de Kangin en su cabeza, ojalá y pronto se encuentren a solas a ver si pueden conocerse mejor.

    Lo del tatuaje me tiene intrigada, espero que sea algo bueno después de todo el tatuaje es más grande así que puede significar más poder.

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  2. Difinitivamente lo que atrajo a Kagin a Texas fue su compañero, solo espero que no lo enloquesca en el camino de la conquista

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...