Sapphire Wolf- Capítulo 15




Kangin caminó cautelosamente hacia la sala de estar sintiéndose cómo una presa, lo cual era realmente un sentimiento extraño desde que él era el depredador; no le gustaba eso para nada.
Leeteuk estaba sentado en la silla fea, cómo lo había escuchado pensar al respecto. Eso le dijo que no quería que se sentara junto a él. 
No pudo evitar la sonrisa que se extendió a lo largo de su rostro. Cómo si él sintiera su presencia, levantó la mirada directamente hacia sus ojos y esa mirada lo penetró hasta el alma. 
Él era suyo... y estaba enfadado, de hecho si fuese posible él imaginó que el vapor estaría saliendo de esa cabecita. Antes de que pudiera ir hacia él, Hee caminó justo frente a su línea de visión. No lucía muy feliz tampoco.
—Unas palabras bola de pelos —fue todo lo que Hee le dijo mientras giraba para caminar hacia el comedor. Obviamente esperaba que lo siguiera. 
Una vez en el comedor se dio la vuelta y lo clavó con una mirada igual a la que Leeteuk le había dado.
—Voy a decir esto sólo una vez, y sólo una. Sería muy sabio de tu parte escuchar. Si hay algo, y me refiero a cualquier cosa, incluso si es algo cómo que tienes un dedo adicional en el pie o lo que sea, cualquier cosa en absoluto que no le estés diciendo a Teuk mejor lo confiesas. Lo que hiciste fue tan, tan, tan patético. ¿Me captas? Entraste en su mundo y tiraste del proverbial tapete desde debajo de sus pies. Él merece saber la verdad acerca de todo. Si hay algún ritual de apareamiento entonces voy a darte una advertencia justa, porque en caso de que no te hayas dado cuenta él es un poco delicado con respecto a toda la parte física de la relación; si no se lo dices ahora eres propenso a terminar cómo una  alfombra  frente  a  su  chimenea.  ¿Estamos  claros  ?  — preguntó Hee.
—Muy, muy claros. No pretendía herirlo —comenzó a decir Kangin.
Hee mantuvo su mano elevada para silenciarlo,
—Ahórratelo saco de pulgas, no es a mí a quién tienes que convencer. Si haces feliz a Teuk, eso nos hace felices a Donghae y a mí.
—Hee ¿ya terminaste de establecer la ley con mi compañero? —ambos escucharon a Leeteuk preguntar.
—Supongo que terminé —dijo Hee mientras giraba para irse. Pero antes de que hubiese salido del comedor agregó—, por ahora.
Kangin vio a Hee salir de la habitación, agradecido de que no hubiese cumplido con su reputación de infligir dolor. Cuándo él ya no estuvo a la vista, él giró para ver a Leeteuk. Estaba recostado contra la pared, con los brazos cruzados a través del pecho, su mirada no era tan dura cómo cuándo estaba sentado en la silla, pero no obstante aún era una mirada feroz.
—Leeteuk —comenzó Kangin, pero Leeteuk comenzó a sacudir la cabeza.
—No quiero hablar de eso justo ahora. Sólo quiero conseguir algo para comer, quiero alejarme de esos lobos que acaban de entrar en mi sala de estar y luego quiero ir a acostarme en mi cama y deprimirme. Así que lo que sea que tengas en la punta de la lengua sólo ahórratelo.
Kangin había estado tan absorto en su conversación, bueno más bien en sus regaños, con Hee que no había olido o escuchado entrar a los otros lobos. Gruñó mientras sus ojos cambiaban a su vista de lobo.
—Entiendo —comenzó Kangin otra vez. De nuevo, Leeteuk trató de silenciarlo,  pero  esta  vez  no  se  sometería—.  No  Leeteuk  vas  a escuchar lo que tengo que decir —La cabeza de Leeteuk se movió abruptamente ante al tono en la voz de Kangin. Trató de suavizarla pero por la mirada en su rostro no había tenido éxito—. Entiendo que estés furioso conmigo, y con razón, pero por el momento necesito que por favor confíes en mí y hagas lo que digo. Vamos a ir a la cocina y tomar algo para comer, y luego vamos a subir a tu habitación. Si no quieres que yo esté en la habitación contigo está bien, me sentaré en el pasillo. Mientras los otros lobos estén en la casa estarás cerca de mí — terminó con un pequeño gruñido.
Leeteuk respiró entrecortadamente cuándo finalmente se dio cuenta que sus ojos habían cambiado. Caminó hacia él y tomó su mano y la puso contra su mejilla. Cerró los ojos, presionando su rostro contra la palma de su mano y susurró,
—Tuyo.
Kangin se inclinó a un lado y sopló aire tibio en su cuello poniendo su olor en él. Luego besó sus labios suavemente.
—Te amo —le dijo dulcemente.
—Lo sé —dijo Leeteuk en respuesta.
Kangin alejó la mano de su rostro y lo tomó de la mano. Lo guio hacia la cocina y hábilmente hizo dos sándwich. Agarró una bolsa de patatas fritas y dos botellas de agua del refrigerador, luego girando hacia Leeteuk
—Quiero que camines frente a mí por favor.
Leeteuk accedió a sus deseos sin refutar. Caminaron a través de la sala de estar y mientras lo hacían Leeteuk pudo sentir los ojos de los demás lobos en él. Kangin les gruñó y Leeteuk los vio a todos bajar inmediatamente la mirada al suelo.

Kangin estaba colgando de un hilo; realmente necesitaba el vínculo con su compañero o probablemente iba a terminar matando a uno de esos lobos.
Una vez en la habitación de Leeteuk se relajó un poco, saber que estaba a salvo y con él ayudaba a calmarlo y a su lobo. Ambos se sentaron en el piso y Kangin extendió su picnic improvisado frente a ellos.
—¿Quieres que me siente afuera en el pasillo? —le preguntó.
—No idiota, no voy a hacer que te sientes en el pasillo, incluso a pesar de que no estoy nada contento contigo —le dijo Leeteuk—. No quiero hablar de eso ahora mismo. Háblame sobre esos otros lobos, ¿por qué te pusiste todo violento con Kyuhyun cuándo él se metió en mi cara, a pesar de que no estaba haciendo nada?
Kangin respiró lentamente, calmándose. Leeteuk no se daba cuenta de cuán valioso era para un macho Suju. Tenía que ayudarle a entender, pero para hacer eso tenía que mantener la calma.
—Eres una pareja.
—Bien hecho hombre lobo, ¿alguna otra brillante revelación que compartir? —interrumpió Leeteuk.
—No me dejaste terminar, Ángel.
—Oh, perdón pues, por favor continúa —dijo Leeteuk.
—Eres una pareja medio Canis Lupus, capaz de emparejarse con un macho. La relación de parejas por machos es aproximadamente  de  30  machos  por  cada  una.  Para  ponerlo sencillo, estás en gran demanda. Ahora, sí, has encontrado a tu compañero, pero el problema es que no estás vinculado a él. No han sido realizados los Ritos de Sangre, no ha tenido lugar ningún apareamiento y para los machos sin compañero, eso te pone a libre disposición. Así que naturalmente alrededor de otros machos sin compañero  soy  un poquito  territorial cuándo se trata de ti. Jamás puedo demostrar debilidad a otro lobo dominante. Ver debilidad en mí para ellos significa que soy vulnerable, y la vulnerabilidad, para un lobo, significa una presa fácil —explicó Kangin.
—¿Es  por  eso  que  no  te  sentabas  hasta  que  ellos  lo  hicieron?  —preguntó Leeteuk.
—Eso es correcto. La cabeza de un lobo más dominante nunca está más abajo que la de los menos dominantes. Y en cuanto a por qué tiré a Kyuhyun al suelo, él estaba más cerca de ti de lo que debería haber estado y te asustó. Por esas razones él tenía que ser disciplinado. Ahora sabe que no debe acercarse a ti o lo mataré —dijo Kangin con la mayor naturalidad.
—¿Eso no es un poquito exagerado? —le preguntó a él.
—No cuándo se trata de los Canis Lupus. Los machos sin pareja pueden ser volátiles e impredecibles. Darles vínculos los ayuda a mantener a su lobo bajo control. La otra razón es que una pareja no debe ser tocada por otro macho a menos que su compañero diga que está bien; es sólo otra forma de evitar peleas. Sé que eso no tiene sentido para ti y parece arcaico, pero hay un animal que vive dentro de nosotros y ese animal tiene que ser mantenido bajo control. La parte humana en mí es lo que evitó que destrozara a Kyuhyun. El lobo no habría mostrado piedad, lo cual es lo que nos pone aparte de los lobos pura sangre —respondió él.
Leeteuk no dijo nada; sólo tomaba bocados de su sándwich y los masticaba lentamente, obviamente reflexionando. Kangin también comió su sándwich y lo dejó pensar acerca de lo que le había dicho. Él sabía que era mucho para aceptar, pero también sabía que Leeteuk tenía derecho a saberlo todo.
—Así que, ¿te asuste? —le preguntó.
—Kangin, querido, estoy mucho más que asustado, pero estoy lidiando con ello —respondió. Kangin terminó su sándwich y luego se estiró en el piso de la habitación, con los brazos debajo de la cabeza. Dejó escapar un gran bostezo y cerró los ojos.
—Voy a tomar una siesta si no te importa. Por favor, ¿podrías permanecer aquí hasta que los otros Suju se vayan? —le preguntó, tratando duramente de no sonar cómo si se lo estuviese ordenando. —Ves, estoy aprendiendo.
—Desde que me lo pediste, y no lo ordenaste, me quedaré. En realidad estoy un poco cansado también.
Leeteuk se levantó y se estiró, luego se sacó los zapatos de una patada y se montó en su cama. Se rio cuándo Kangin se elevó sobre un codo mirándolo con reproche.
—¿Tú simplemente vas a dejarme dormir en el piso Ángel? —le preguntó incrédulamente.
—Bueno, eres un lobo, no creo que sea una buena idea comenzar el hábito de que duermas en la cama, ya sabes, con todo eso del manoseo y llegar a segunda base —dijo Leeteuk bromeando con él.
Kangin se levantó, desplegando su figura y avanzó con paso majestuoso, con los ojos entrecerrados, pareciendo todo un depredador. Leeteuk chilló y comenzó a levantarse de la cama pero antes de que pudiera hacerlo, Kangin envolvió sus brazos alrededor de su cintura y lo empujó de regreso a la cama. Ambos estaban riendo y sin aliento cuándo Kangin bajó la mirada hacia los ojos de Leeteuk. Lo besó en la frente y se acomodó a su lado, acercándolo a él. De  nuevo comenzó a tararear su canción favorita hasta que ambos se quedaron dormidos.

  
—¿Deberíamos despertarlos? —le preguntó Donghae a Hee.
—Sip, pero primero deberíamos rayar sus rostros. Podríamos poner huellas de patas en el rostro de Teuk y marcas de garras en el de Kangin —dijo Hee riendo—. Entiendes, patas, ya sabes porque él es un lobo.
Donghae estaba mirándolo cómo si le  hubiese crecido una oreja en la frente.
—Oh, olvídalo —dijo Hee sacudiendo su mano a Donghae.
—Eres un niño perturbado, ¿sabes eso, no? —le preguntó Donghae sarcásticamente.
Hee le dio a Donghae una mirada de “vete al infierno”.
—Sólo despiértalos ya. El papá de Kangin dijo que necesitaba hablar con todos nosotros y supongo que eso también incluye al príncipe y a su joven príncipe aquí.
—No hay necesidad de despertarnos tarado, nadie podría dormir con ustedes de pie ante ellos charlando. Y si dibujaste cualquier cosa en nuestros rostros yo personalmente me aseguraré de que toda la escuela se entere de que tienes dos miembros —le dijo Teuk malhumoradamente.
—¿Quién tiene dos miembros? —entonó Kangin.
—Oh, salió a relucir la palabra miembro y eres todo oídos bola de pelos. Y tú —dijo Hee apuntando su dedo hacia Teuk—, sabes que no tengo un segundo miembro así que ¿cómo podrías decirle eso a la gente?
—Yo sé eso, pero ¿lo saben ellos? Y exactamente cómo podrías desmentirme, ¿apareciendo repentinamente en la escuela desnudo? —respondió Teuk, sonando victorioso.
Donghae estalló en una carcajada y Kangin estaba sonriendo.
—Caramba, él te tiene atrapado, hermano, ¡ja! —rio Donghae apuntando a Hee y chocando el puño con Teuk.
—Ok, bien, cómo sea, ustedes dos levanten sus reales traseros. Kangin tu papá quiere hablar con todos abajo en la sala de estar —le dijo Hee a ambos. Luego agarró a Donghae por el brazo y tiró de él hacia la puerta murmurando mientras salían—, ¿qué demonios?, se supone que tienes que estar de mi parte ahora que Teuk está al lado de la bola de pelos todo el tiempo.
—¡Oye! me pongo del lado del ganador, así que la próxima vez, gana y estaré de tu lado —le dijo Donghae con un guiño.

Leeteuk se levantó y alzó los brazos en el aire, estirándose. Miró hacia abajo y vio que Kangin estaba mirándolo atentamente.
—¿Qué estás mirando, oh príncipe de los lobos? —le preguntó Teuk.
—Estoy mirando a mi hermoso compañero y ¿alguna vez van a parar los apodos? —le preguntó Kangin.
—Hmmm, bueno supongo que podría... nop, lo siento sólo que hay demasiadas posibilidades y me gusta explorar mi lado creativo —dijo Teuk con fingida seriedad.
Kangin se levantó y envolvió los brazos a su alrededor y le besó el cabello. Teuk se inclinó sobre él amando la forma en que se sentía.  Se  dio  cuenta  que  el  reloj  marcaba las 6:30 p.m. y su estómago se tensó. Habían dormido todo el día y cada minuto que pasaba los acercaba más al desafío. Cerró los ojos y apretó a Kangin con más fuerza deseando que pudieran desaparecer ambos de repente a algún lugar a salvo, sólo con un pensamiento. Cristo, pensó, uno pensaría que con todo este asunto de los  hombres lobos  habría  alguna  forma  de  teletransportarse  o  algo,  pero nooooo, eso sería demasiado raro, no es que fuesen algo raro ni nada.
—Supongo que mejor vamos al piso de abajo —Teuk escuchó a Kangin decir.
Se alejó de él, puso su mejor sonrisa y asintió. Kangin lo tomó de la mano y lo llevó fuera de la habitación, bajaron las escaleras y entraron a la sala  de  estar.  Ya  estaban  todos  sentados,  y  por  raro  que  parezca estaban en los mismos lugares donde habían estado esta mañana. Los otros Suju ya estaban sentados en el piso así que Teuk notó que Kangin no dudó en sentarse en el sofá.
—¿De qué necesitas hablar con nosotros padre? —le preguntó Kangin.
—Sólo algunas finalizaciones de los planes de mañana; primero que Leeteuk se duche en la mañana
Kangin puso la mano en la rodilla de Leeteuk antes de que él pudiera protestar.
Eso es para que no tengas mi olor en ti. Provocaría a Shangchul y a sus lobos mucho más si olieras cómo yo, explicó Kangin.
—Oh, entonces está bien —dijo Teuk en voz alta. Cada uno lo miró. —Demonios, siempre hago eso, y luego parezco un loco hablando solo.
—¿Tomo eso cómo que le explicaste por qué quiero que haga eso? —Junjin le preguntó a Kangin.
—Sí, le expliqué que no necesita tener mi olor sobre él. ¿Qué hay de la ropa? —preguntó Kangin.
—Me encargué de eso —dijo Sora—. Le compré cosas nuevas y se las dejé a  los Henry.
—Ooh,  ¿le  encontraste  una  camiseta  que  diga  “Equipo  de  Kangin”?, porque eso sería realmente genial —dijo Hee sonriendo.
Todos los ojos giraron hacia Hee, Donghae lo golpeó en el brazo, Teuk simplemente puso los ojos en blanco. Junjin se aclaró la garganta con lo que atrajo la atención de todos de regreso a él.
—Segundo, el desafío comienza a las 10:00 p.m. Kangin quiero que tú y el resto de la manada estén allí a las 8:30 p.m. Quiero que conozcas tu campo de batalla, por así decirlo. Necesitas ver el terreno, revisar cualquier punto débil, agujero u objetos afilados. Conocer tu campo de batalla  puede  darte  una  ventaja  sobre  tu  oponente.  Quiero  que  lo revises en ambas formas, lobo y hombre, ¿entendido? —le preguntó su padre.
—Cómo digas —respondió Kangin.
—Finalmente, Hyesung y Sora los necesito para que preparen todo para la ceremonia de vinculación. Había pensado esperar hasta llegar a Corea para vincularlos pero después de ver las reacciones de Kangin, y especialmente después del desafío, creo que será lo mejor para todos los involucrados que estén vinculados. Así que la noche después del desafío Kangin y Leeteuk serán vinculados —anunció él.
Teuk había comenzado a tener problemas para respirar tan pronto cómo escuchó a Junjin decirle a su mamá y a Hyesung que prepararan la ceremonia de vinculación. Ahora estaba tosiendo y tratando de inhalar algo de aire a través de su tráquea cerrada. Hee saltó y comenzó a golpear la espalda de Teuk gritando,
—¡Suéltalo!
—Él no estaba comiendo nada pedazo de bruto, deja de golpearlo —le dijo Donghae a Hee mientras lo jalaba del brazo y lo empujaba de nuevo hacia abajo para sentarlo.
Finalmente Teuk fue capaz de conseguir un poco de aire para hablar.
—¿No tengo algo que decir respecto a cuándo va suceder la cosita esa de la unión?
Junjin lo miró cómo si le hubiesen crecido cuernos en la cabeza.
—No.
Fue todo lo que él respondió.
—¿NO? ¿Qué quieres decir con NO? ¡Cristo! Es decir, yo soy el que unirá su vida a un lobo para toda la eternidad, soy el que será mordido, soy el que va a ser llevado a un país al otro lado del mundo, ¡así que NO, no es  suficiente!  —Teuk  estaba  ahora  de  pie  y  en  realidad  había pisoteado con su pie.
— « ¿Él  acaba  de  patalear? »—Teuk escuchó a Siwon decirlo a pesar de que no tenía ni idea de lo que significaban esas palabras.
Kangin le gruño y eso hizo que el lobo bajara la cabeza en sumisión. Luego Kangin giró hacia Teuk.
—Realmente no es una buena idea que gritarle a un Alfa, Ángel —dijo tan suavemente cómo pudo; muy tarde se dio cuenta que sólo debió haber dejado su boca cerrada.
—Oh, esto se está poniendo bueno —le susurró Hee a Donghae, quién rápidamente lo hizo callar. Antes de que Teuk pudiera explotar por completo Junjin habló, y había un empuje en sus palabras que hizo a todo el mundo callar y escuchar, incluyendo a Teuk.
—Soy un Alfa. Sé lo que es mejor para mi manada. Kangin es una bomba de tiempo ahora mismo y no lo tendré matando a un oponente que está compitiendo por ti sólo para enfrentar a cinco más. Si no quieres vincularte con él entonces no lo tendré arriesgando su vida mañana. Simplemente llevaremos a tu madre y a ti a otro lugar fuera del alcance de Shangchul. Si quieres vincularte con él, entonces lo harás cuándo yo te lo diga. No te estoy pidiendo que brinques a la cama con él —Teuk se sonrojó con esas palabras. Al mismo tiempo Kangin estaba gruñendo y tratando de no mirar a su Alfa—. Estoy pidiéndote que tranquilices a la bestia que está rabiando dentro de Kangin, eres su otra mitad Leeteuk, tú y sólo tú puedes completarlo. ¿Estamos claros? —le preguntó Junjin después de su discurso.
Teuk tenía lágrimas corriendo por sus mejillas. ¡Por un demonio!
¿Cuándo se había convertido en un bebé llorón? El pensamiento de Kangin desaparecido, no con él, le quitó el aliento. Quería vincularse con él; sólo que era impactante eso es todo.
Se sintió tan avergonzado de su arranque dándose cuenta de que había dado la impresión de que estaba rechazando a Kangin. Se dio la vuelta y lo miró; él le devolvió la mirada, con la honestidad cruda escrita por todo su rostro. Kangin le quería, lo quería por tanto tiempo cómo tuvieran juntos, ¿cómo alguien podría devolver un amor perfecto e incondicional cómo ese?
—Lo siento —comenzó. Kangin se puso de pie y salió rugiendo a toda prisa por la puerta principal, los otros lobos se quejaron y se acurrucaron y Hyesung dejó caer su cabeza, con los hombros sacudiéndose por sus sollozos silenciosos. Teuk estaba un poco confundido, luego se le prendió el foco, pero naturalmente Hee se le adelantó.
—Él pensó que decías que estabas disculpándote porque no lo querías, genio —le dijo Hee, sonando muy apagado.
Teuk se puso de pie de un salto y salió corriendo tras Kangin. Alcanzó la puerta principal y vio que él ya estaba casi al otro lado de la calle andando a zancadas hacia la casa de los Henry.
—¡Kangin! Espera, —Teuk lo llamó todavía corriendo—, no estaba — jadeo, jadeo, resoplo, resoplo—, diciendo que no te quiero —le dijo Teuk sin aliento—. Por favor, cómo —Teuk tomó otro aliento profundo—, mierda, espera no puedo respirar —le dijo. Una vez que recuperó el aliento, continuó, —¿cómo pudiste siquiera pensar que no te quiero?
Kangin estaba de espaldas a él, la cabeza inclinada, con los hombros caídos en derrota, no le respondió.
—¡Maldita sea, respóndeme! —Teuk le gritó mientras lo agarraba por el brazo y lo jalaba para girarlo hacia él. Vio que las lágrimas habían llenado sus ojos pero todavía no se habían derramado. Le hirió saber que él era la causa de esas lágrimas.
—¿Me quieres? —le preguntó Kangin.
—Sí —respondió Teuk sin vacilación.
Kangin dio un paso hacia adelante elevándose por encima de él, y él dio involuntariamente un paso hacia atrás.
—Entonces ¿por qué tienes problemas en vincularte conmigo en dos días?
—No es que tenga un problema con eso Kangin, es sólo que me tomó por sorpresa.  Tú  fuiste  criado  sabiendo  que  un  día  te  vincularías  con alguien en una forma que está más allá de lo que los humanos hacen. Yo no; es simplemente demasiado para tragar. Pero estoy bien, estoy bien, tuve mi pequeño ataque y sí, pisoteé con mi pie, pero estoy listo para seguir adelante —le dijo Teuk, con la esperanza llenando sus ojos.
Kangin tomó su mano y la llevó a sus labios; no apartó los ojos de los suyos mientras le besaba la mano. La respiración de Teuk se aceleró un poquito, notando la mirada depredadora en sus ojos.
—Entonces estamos bien, ¿verdad? —le preguntó Kangin.
—Nop, bebé, estamos magníficos —respondió y se puso de puntillas para besar sus labios. Kangin gruño y lo acercó. Teuk se rio y golpeó su mano contra él.
—Deja eso hombre lobo, tenemos que ir a explicarle a los demás que yo no estaba rechazándote. Tu appa estaba sufriendo un colapso —le dijo Teuk.
Kangin lo tomó de la mano y lo empujó rápidamente de regreso a la casa. Mientras entraban a la sala de estar Teuk vio que Hyesung no se había movido, pero Junjin estaba ahora sentado junto a él con su brazo rodeándolo. Al ver a Kangin, Junjin se puso de pie y se alejó de Hyesung. Teuk se apresuró hacia Hyesung y se arrodilló frente a él.
—Hyesung, por favor, yo no estaba rechazando a Kangin, no había terminado lo que estaba diciendo cuándo él saltó y se largó. Yo me estaba disculpando por el arranque de niñito de dos años que lancé, aparentemente no conseguí sacarlos completamente de mi sistema cuándo era niño. Quiero vincularme con Kangin, me vincularé con él ahora mismo —comenzó a decir Teuk pero entonces la cabeza de Hyesung se levantó abruptamente y puso las manos a cada lado de su rostro.
—No puedes vincularte con él todavía niño, una vez que están vinculados, sus destinos están atados el uno al otro. Si Kangin es asesinado en el desafío tú también morirás —explicó Hyesung.
—¡Por las campanas del Infierno, olvidé eso! Bueno, tengo intención de aparearme con él —Teuk se detuvo cuándo trató de cubrir una risa con una tos y Kangin retumbó bajo en su pecho—. ¿Qué dije?
—Bueno, Sherlock, tú cómo que en cierto modo acabas de lanzar al ruedo que estás planeando hacer el mambo horizontal con tu bola de pelos aquí —dijo Hee apuntando con el pulgar a Kangin.
—El mambo horiz... —comenzó a decir Teuk, sonando confuso, luego le golpeó lo que había dicho, dijo aparearse no vincularse. Mierda, pensó, ruborizándose tan malamente que su rostro estaba ardiendo—. Yo no estaba hablando de, quiero decir yo no estaba, lo que digo — Teuk realmente estaba tratando con fuerzas de corregir su equivocación pero estaba profundamente avergonzado en ese punto.
Kangin caminó detrás de él y puso sus brazos alrededor de su cintura jalándolo, se inclinó hacia abajo para susurrar en su oído
—y yo aquí pensando que eras tan tímido —se burló.
Teuk se alejó rápidamente y puso la mano en su pecho cómo para detenerlo.
—Uh, uh amigo, retrocede y mantén esas patas para ti solito. Yo quería decir que me vincularé contigo una vez que el desafío haya terminado, vínculo así como en v-í-n-c-u-l-o. ¿Está claro? —le preguntó.
Y repitiendo lo que le había dicho a su padre él respondió con una sonrisa muy astuta y muy sugerente,
—Cómo el cristal —Luego para sellarlo le guiñó un ojo.
—Sagrada mierda, ¿hace calor aquí o es sólo el alucinantemente hermoso príncipe Coreano? ¡Porque yo estoy tan, tan ardiente! Quiero decir es que nadie más vio ese guiño y esa sonrisa, ni siquiera me lo estaba haciendo a mí y estoy todo caliente y mojado, quiero decir ¡Cristo hombre! —dijo Hee abanicándose.
Los tres lobos en el piso estaban tratando con todas sus fuerzas de no reírse  pero  simplemente  no  estaba  funcionando.  Junjin  ni  siquiera estaba tratando de disimular su risa y Hyesung estaba radiante, e incluso Sora estaba riendo. Bueno genial, pensó Teuk, todo el mundo vio a su hombre hacerle un pase y él ni siquiera podía disfrutarlo con todos esos cabeza de chorlito riéndose. Luego porque vio la sonrisa en el rostro de Kangin que sólo podía significar que había estado escuchando sus pensamientos, y comenzó a reír también.


Kangin jaló a Leeteuk más cerca de él mientras lo abrazaba en su cama. La noche se había pasado tan rápido y él se negaba a cerrar los ojos sabiendo que en la mañana su Ángel se iría y no sería capaz de abrazarlo de nuevo hasta después del desafío.
Su aroma se arremolinaba en el aire alrededor de él, su corazón latía al ritmo del suyo. Mío, le dijo su lobo. Sí aceptó él, es nuestra.
Kangin lo apretó estrechamente contra él, besó su frente y entre besos le murmuró,
—Mi Ángel por favor no llores.
Pero Leeteuk continuó llorando y sólo parecía ponerse peor.
—Sé que no se supone que suceda así. No se supone que conozcas al amor de tu vida sólo para tener  que  dejarlo  ir  a  luchar  con  algún  delirante  hombre lobo,  con  la posibilidad de que muera. Maldita sea, no se supone que suceda así, —sollozaba y sollozaba.
Kangin finalmente sintió caer las lágrimas que habían estado escondiéndose en sus ojos, pudo sentir la humedad corriendo hacia abajo por sus sonrojadas mejillas. No sabía que decir. No sabía cómo remediarlo o hacerle sentir mejor. Así que decidió ser honesto.
—Estoy  asustado  —susurró—.  Estoy  tan  asustado.  ¿Qué  pasa  si pierdo? ¿Qué si los otros lobos atacan y si mi padre y la manada no son capaces de protegerte? ¿Y si te pierdo? No puedo perderte, eso me mataría. No quiero que estés allá mañana porque al menos si no estás ahí ellos no podrán herirte —le dijo Kangin mientras dejaba caer sus lágrimas por completo y sin vergüenza.
Este era su compañero, apenas acababa de encontrarlo, y lo amaba, lo atesoraba, haría cualquier cosa por protegerlo. Leeteuk alzó la mirada hasta él, y con su mano le enjuagó las lágrimas y luego se inclinó hacia adelante y besó cada uno de sus ojos. Por un momento simplemente se miraron el uno al otro, como si quisieran memorizar el rostro de cada uno.
—Yo también estoy asustado —le dijo Leeteuk—. Si pudiera luchar contra Shangchul por ti lo haría. No quiero verte herido; ni siquiera puedo comenzar a pensar en verte morir. ¿Cómo voy a hacer esto mañana Kangin? Me aterra que no lleguemos a tener todas las cosas que he imaginado tener contigo.
Ante esas palabras Kangin no pudo evitar las imágenes que pasaron a través de sus pensamientos y escuchó a Leeteuk llorar mientras él las veía en su mente.
Kangin y él en la ceremonia de vinculación, con sus familias alrededor de ellos. Luego la escena saltó a Kangin y él en una habitación a solas, una de sus manos acunando su cabeza, la otra descansando en su cintura, él inclinándose hacia abajo y mordiéndole el cuello para completar los rituales de sangre. Leeteuk se sacudía con sollozos mientras seguía viendo sus pensamientos.
Él y Kangin estaban caminando a través de una hermosa casa, de la mano, luego estaban envueltos uno en los brazos del otro, enredados entre las sábanas de la cama con pasión en los ojos, luego Leeteuk estaba en una cama que parecía  estar  en  un  hospital,  Kangin  estaba  sujetando  su  mano,  su vientre hinchado con su hijo. Luego vio a Kangin meciendo a un bebé para dormirlo mientras Leeteuk se sentaba mirando. Luego estaban de  nuevo  envueltos  uno  en  los  brazos  del  otro,  riendo, besándose, tocándose, amándose.
Los hombros de Kangin temblaban mientras lloraba, lamentando lo que nunca podría llegar a ser.
—Lo   lamento  Ángel;   no   debí   permitir   que   vieras   eso.   Cuándo mencionaste pensar en todo lo que podríamos tener eso me hizo pensar en las cosas que yo también he soñado contigo.
La próxima cosa que Kangin escuchó fue un suspiro tan suave que casi se lo perdió.
—Kangin, hazme el amor .


1 comentario:

  1. Ya casi es el desafío!!!!
    Ahhhh que bobo es Kangin! Tukie disculpándose por la pataleta y él otro sale corriendo!!!
    Ahhh que le dijo que!??!
    Que le haga que!!???

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...