Último Deseo- Capítulo 21



Donghae liberó a Kangin y a Leeteuk del escudo que había puesto alrededor de ellos mientras corría fuera de lo que no podía evitar catalogar como calabozo. Aceleró e hizo varios tramos de la escalera de hormigón, cuando chocó con el duro pecho de Shindong. Él lo agarró de la parte superior de los brazos y no lo dejó pasar.

—La cámara de seguridad ha grabado lo que le hiciste a Leeteuk y a Kangin. No puedes ir usando tu poder tan irresponsablemente.

Lo miró directamente a los ojos.

—Que. Te. Jodan.

Su expresión se contrajo con furia, pero su voz fue modulada y uniforme.

—Estás sufriendo. Es comprensible. Ya he hecho arreglos para que vueles a África a visitar a Sungmin durante unos pocos días. Te echa de menos. La distancia puede ayudar… a silenciar tu conexión con Hyukjae.


—Mientras lo matas.

—Solo estamos haciendo lo que tenemos que hacer. Un día lo entenderás.

—Idioteces. Si piensas que me voy a ir a algún sitio, estás equivocado. Voy a estar con Hyukjae cada segundo de su muerte. Voy a captarlo todo, memorizar cada detalle, cada gramo de miedo, cada pedacito de sufrimiento. Y luego, cuando él esté muerto, voy a coger todo eso y encontrar la manera de metértelo tan dentro de tu cerebro que nunca serás capaz de dormir otra vez.

Sus ojos se crisparon y su cara se oscureció con rabia.

—¿Piensas que quiero esto? ¿Piensas que si hubiese cualquier otra manera de proteger a la gente que depende de mí no lo haría?

—Podrías… oh, no lo sé… no matarlo. Sería un buen comienzo.

—No tienes ni idea de cuánto daño es capaz de hacer. Podría matar a docenas antes de que pudiésemos pararle. Es rápido, mortal, y sin alma, debe ser sacrificado.

—Entonces hazlo tu mismo. No le envíes a extraños como un jodido cobarde.

—Sé que no entiendes nuestras costumbres, pero existen por una razón. Ésta es la manera que tiene que ser.

Donghae usó una ráfaga del poder de Hyukjae para escaparse de su agarre.

—No lo acepto.

—Mejor sería que aprendieses cómo encontrar algún consuelo, ya mismo, porque esto está sucediendo, incluso si tengo que tener a uno de los Zea drogándote hasta que pierdas el conocimiento, te comportarás hasta que todo haya terminado.

Él lo haría. Podía verlo en sus ojos. No había piedad allí. Lamento, pero sin una pizca de arrepentimiento.

El teléfono de Shindong sonó. Donghae siguió más allá de él y empezó el siguiente tramo de escaleras.

—¿Dónde está? —preguntó él.

Donghae se detuvo. Algo en la manera de hablar le dijo que eran malas noticias. Muy malas.

—Dile a Dongjoon que aguante. Estamos de camino.

Más pasos hicieron eco en el hueco de la escalera de hormigón.

—Hyukjae no está luchando contra esto —dijo Kangin—. No creo que vayas a tener que preocuparte de que hiera a alguien, siempre y cuando lo hagamos rápido. No sé cómo se mantuvo a sí mismo bajo control durante tanto tiempo, pero es una mierda de cosa para ver.

—Desearía que luchase —dijo Leeteuk—. Parece tan salvaje matarlo cuando él no está… rabioso.

—Trataremos con Hyukjae más tarde —dijo Shindong—. Dongjoon encontró a una mujer en manos de los Saesang. Vosotros dos id a ayudarle a liberarla.

—Estamos en ello —dijo Kangin.

—¿Qué hay de Hyukjae? —preguntó Leeteuk.

Shindong dejó escapar un pesado suspiro.

—Yoon llamó y dijo que habían encontrado pruebas de demonios husmeando alrededor de la casa de su hermana anoche. Está trayendo a su familia aquí mientras hablamos. Por fin. Tan pronto como vea a Minki establecido a salvo entre nuestras paredes, llevaré a Hyukjae a los Tvxq. No hay bondad en prolongar lo inevitable. Especialmente para Donghae.

—Nunca te perdonará por esto —dijo Leeteuk.

—Lo sé. Puede unirse al jodido club, porque no estoy seguro de si alguna vez me perdonaré a mí mismo.

Sus pasos se oyeron más fuertes. Donghae no quería que supieran que los había estado escuchando, pero si se movía ahora, lo oirían.

El conocimiento de qué hacer le surgió en la cabeza mientras una brillante luz parpadeaba en el extenso paisaje negro al fondo de la mente. Canalizó el poder de Hyukjae y cambió la luz a su alrededor hasta que ya no fue visible.

Se aplanó contra la pared y aguantó la respiración mientras el trío pasaba a su lado, saliendo a través de la puerta a lo alto del hueco de la escalera.

La euforia vibró por él mientras se daba cuenta de lo que había hecho. No podían verlo. Eso significaba que las cámaras de seguridad, probablemente, tampoco podrían.

Ahora todo lo que tenía que hacer era recoger algunas cosas, y podría salir de aquí. Primero conseguiría algunas provisiones, armas y ropa protectora.

Y luego sacaría a Hyukjae.

Ni de putas dejaría que su propia gente lo asesinara. Encontraría la manera de sacarle de ahí. Correrían y se esconderían, y si alguien se acercaba a él con la intención de matarle, se aseguraría de que lo lamentase.



Shindong no sabía cuánto más podría mantenerse entero. Debía liderar a esta gente, y ¿cómo podía hacerlo cuando estaba empezando a cuestionarse sus propias decisiones?

Ejecutar a Chris casi lo había matado. No existía nada del hombre con el que había crecido. Todo lo que había quedado de él era una feroz bestia, haciéndose pasar por un hombre. Había golpeado y violado a una humana, casi matándola.

Su muerte había sido justificada, y sin embargo, lo seguía obsesionando. ¿Cómo diablos iba a matar a Hyukjae cuando no había ningún signo de que hubiera cambiado? ¿Cómo iba a lidiar con ese tipo de dolor y culpa?

No estaba en condiciones de liderar a estas personas. Su mandato aún no terminaba, pero necesitaba salir de la oficina, escapar de las decisiones, los trámites y recordarse a sí mismo el hombre que había nacido para ser.

Pero, ¿quién más podría hacer su trabajo? Nadie lo quería.

Alguien tenía que hacerlo. Lástima que al hacerlo, poco a poco le estuviera succionando la vida.

Un tentativo golpe sonó en la puerta. Alzó la vista para ver a Nari de pie en la entrada, toda dorada y brillante como un rayo de sol. Al verla, la presión detrás de los ojos se redujo y silenció los golpes en la cabeza.

Era una Tvxq. La única bajo su techo. Había venido a vivir aquí como parte de un pacto con su hermano, Yoochun. Él había dejado aquí a Nari, y se llevó a Yoojin, la joven a la que Shindong había reclamado como su hija. El intercambio alentaba a ambas partes a ser civilizados y respetar el acuerdo, garantizando que ninguno de ellos se precipitara de nuevo a una guerra.

Rara vez había visto a Nari desde que había llegado. Cuando iba al comedor y ella estaba allí, parecía desaparecer poco después. No sabía si era casualidad o si lo estaba evitando, pero su aparición era ahora una distracción muy necesitada.

—Entra. Toma asiento.

Ella permaneció junto a la puerta, su cuerpo largo y esbelto completamente envuelto en una capa negra. Incluso sus manos estaban cubiertas, metidas dentro de las mangas como si tuviera frío. Una suave capucha le cubría un poco las orejas puntiagudas y la mayor parte del dorado cabello.

La postura y actitud ya no eran para nada como la primera vez que la había visto, enfadada y siseando a su hermano. Entonces había sido toda garras y dientes, pero ahora parecía más tranquila, más callada.

Nari no dijo nada, se quedó allí, como si se cerniera sobre el borde de una decisión.

Él podría haberla mirado fijamente durante un largo tiempo, disfrutando de la curva de su cuerpo y la inclinación intrigante de sus ojos. Su presencia lo calmaba, haciendo que la frustración y la ira se deslizaran de él, dejando una mera marca. Pero, lamentablemente, no podía pasarse el día observándola. Tenía otras cosas, menos agradables que hacer.

—Estoy muy ocupado. ¿Hay algo que necesites?

—Lo siento. No fue mi intención molestarte. Yo sólo... oí que alguien decía que uno de tus hombres ha cambiado. De verdad lamento tu pérdida.

Quería gritarle que Hyukjae no estaba muerto todavía, pero parecía inútil. Su alma se había extinguido hacía mucho tiempo. El resto era una mera formalidad.

—Te lo agradezco.

Ella expulsó una respiración profunda, y él no pudo evitar notar la forma en que sus pechos se moldearon contra la camisa.

Shindong sintió una agitación de lujuria que no había tenido en mucho tiempo. La piel se le calentó y la sangre comenzó a arder. Incluso la polla pareció despertar, agrandándose dentro del vaquero.

Tal vez sólo necesitaba echar un polvo para salir de la depresión. No es que él hubiera considerado siquiera tener sexo con la hermana de Yoochun. Él sabía exactamente cómo se sentiría si ese hijo de puta mirase a Yoojin como a algo más que a un precioso tesoro que proteger, uno que iba a seguir con las bragas todo el tiempo.

El sexo con Nari no era una opción, y con alguien más no iba a arreglar sus problemas, o hacer otra cosa que darle unos fugaces momentos de placer.

Ella no se había ido todavía. Seguía en la puerta, mirándole con esos hermosos ojos, retorciéndose las manos.

Hizo caso omiso de los inapropiados sentimientos hacia una mujer que sabía que no podía tener, y se levantó de la silla.

—¿Hay algo más, Nari?

Ella lo vio acercarse, y él pensó que empezaría a retroceder antes de recuperarse. El movimiento fue tan rápido, que no era fácil saber si realmente había ocurrido. La mirada de ella se precipitó alrededor con recelo, como si esperase que él le saltara encima.

No tenía idea de por qué estaba tan asustadiza, pero le molestó que pareciera preocupada de que pudiera hacerle daño. Estaba bajo su protección. Él daría la vida por mantenerla a salvo, si fuera necesario, lo que, dado el creciente estado de ira y descontento en el interior de la SM, no estaba del todo fuera de lo posible.

Cuando habló, sus palabras fueron sin aliento y precipitadas.

—Me preguntaba si cuando envíes a tu hombre a mi pueblo, me podrían llevar con ellos. Así puedo ver a mi familia en una visita. Por supuesto, volvería aquí después.

Shindong había estado tan absorto en sus propios asuntos, que ni siquiera había considerado los sentimientos de ella. Nari había sido arrojada a un lugar repleto de quinientos extraños, era un rehén para garantizar el buen comportamiento de su hermano. No se le había permitido el contacto con su familia para evitar rumores de espionaje. No había hablado con ellos en las últimas semanas y estaba probablemente nostálgica.

Dio un paso más cerca, de forma que pudiera verle mejor la cara. Él no sentía ningún signo de engaño, pero eso no significaba que confiase en ella.

—Este viaje no va hacer feliz a nadie. ¿Seguro que deseas ir?

Ella asintió con la cabeza, retrocediendo inmediatamente unos cuantos centímetros.

—No sé cuánto tiempo pasará hasta que pueda ver a mi familia de nuevo.

La mirada de ella se encontró con la suya finalmente, y él sintió como si una descarga eléctrica lo atravesase hasta los pies. Quería estar más cerca, pero cada vez que avanzaba, ella se alejaba. Ahora estaba en el pasillo.

—¿Y tú? —preguntó ella—. ¿Sabes cuánto tiempo será?

No, pero no quería decirle eso. Ella parecía tan sola. No podía soportar decirle que podrían pasar años antes de que los Tvxq y los Suju verdaderamente confiaran entre sí. Hasta que ocurriera un milagro, ella sería una prisionera, aunque disfrutara de comodidades. Él se aseguraría de ello.

—No —dijo—. Puedes venir conmigo.

Ella palideció y su rosada lengua barrió nerviosamente sobre sus labios.

—¿Tú? ¿Vas?

—No puedo pedir a alguien más que condene a uno de mis hombres a muerte. Es mi trabajo. Yo lo haré.

—Oh. Pensé que enviarías a uno de los seres humanos —ella tragó—. No importa. Esperaré otra ocasión. Siento haberte molestado.

Ella se giró para salir.

Algo estaba pasando aquí, y Shindong iba a averiguar de qué se trataba.

Salió corriendo al pasillo y se encontró con ella. Había estado a punto la agarrarla del brazo cuando ella se dio la vuelta, agazapada en una posición de combate, dejando al descubierto sus dientes.

—No me toques —le advirtió—. Nunca me toques.

El veneno en la voz le sorprendió, pero no tanto como le confundía. ¿Alguien le había hecho daño? ¿O era simplemente un caso de no querer ser tocada por uno de su especie?

—¿Por qué no?

—No me gusta. Mantén tus manos fuera.

Shindong metió las manos en los bolsillos del vaquero con la esperanza de calmarla.

—Ves. No hay manos. Ahora dime por qué de pronto cambiaste de opinión cuando te enteraste de que yo iría.

—Tal vez te encuentro repugnante.

—¿Tal vez o lo haces?

—Todos los Suju creéis ser mucho mejores que nosotros. Es asqueroso. No me sentaría en un coche con ninguno de vosotros.

—¿Ni siquiera si eso significa visitar a tu familia?

Un dejo de tristeza pasó por sus dorados ojos antes de ser sustituido por la ira.

—No vale la pena el hedor de tu raza.

—Guau. Y yo que pensaba que estabas aquí por la paz.

—Yoochun quiere la paz, y él siempre consigue lo que quiere.

Shindong sabía que era un error, pero uno que iba a cometer. Su comportamiento era muy sospechoso, y él iba a averiguar lo que estaba ocultando, de una u otra manera. Unas pocas horas atrapados en un vehículo podrían ser suficientes para conseguir destapar sus secretos.

—¿Es así? —Él le dijo arrastrando las palabras, sintiendo una sonrisa curvarle la boca. La anticipación corría a través de él, y por primera vez en mucho tiempo, estaba disfrutando de ello—. Bueno. Apuesto a que él también quiere ver que estás sana y salva. Haz las maletas, gatita. Vendrás conmigo.

Nari nunca debió haber abierto la boca. Sabía que iba a meterla en problemas.

Había sido tan buena, conteniéndose a sí misma durante semanas, saliendo de la habitación sólo para comer y jugar con los niños. Ellos eran inofensivos. No podían arruinar su mundo de la forma en que un Suju podría.

De la manera en que Shindong podría.

Pero echaba de menos a su familia, a sus hermanas y hermanos. Quería volver a verlos y hacerles saber que estaba sana y salva.

La marca de nacimiento en forma de anillo en el brazo, quemaba, recordándole el error que su madre Tvxq había cometido. Una noche. Un solo encuentro sexual con un extraño, y Nari había sido condenada a dos mundos. No encajaba en ninguno de los dos, pero había elegido el que ella había querido. Y el que la había despreciado.

Yoochun sabía de su vergüenza. Sabía lo que su madre había hecho, lo que Nari era en realidad. Es por eso que la había enviado aquí. Él sabía que, al final, ellos nunca la matarían, aunque optaran por romper el tratado de paz en el que él creía con tanta desesperación.

Todo lo que bastaría era un toque de uno de estos hombres para revelar el secreto, y ella tenía que evitar que eso sucediese a toda costa. Ninguno de ellos podía saber lo que ella era.

Ninguno de ellos podía saber que ella también era una pareja Suju.



Por primera vez en la vida, Hyukjae se arrodilló para meditar sin la brillante espada delante de él. El suelo de hormigón de la celda le enfrió las rodillas, distrayéndole y haciendo que fuera más difícil entrar en calma.

Su monstruo se estaba haciendo más fuerte a cada momento que pasaba, desde que Donghae se había ido. Sabía que sería ejecutado pronto y no lo quería. Quería ser libre, para vagar por la tierra, matar, comer, y follar hasta estar demasiado cansado para poder moverse. Sabiendo que Donghae estaba allí, solo y sin protección, inflamaba a la bestia, haciéndola más feroz y furiosa.

La meditación por lo general ayudaba a calmar al monstruo, pero ahora mismo, Hyukjae tenía problemas para caer en ese estado tranquilo, donde el cuerpo desaparecía y él simplemente existía, flotando y entumecido.

Donghae estaba disgustado. Enojado. Triste. Con miedo. Tantas emociones se deslizaban dentro de él, que era difícil concentrarse. Y aunque sus emociones eran incómodas, eran parte de su compañero, y él las apreciaba sólo por eso mismo. Él iba a encontrar la felicidad en la nada lo suficientemente pronto. Por ahora, era mejor no perder los pocos momentos que le quedaban, incluso si eso significaba arriesgarse a dejar libre al monstruo.

Sin pensar en ello, se extendió hacia Donghae, trabajando para enviarle tanto consuelo como pudiera. Sintió que se hundía en ese confort, envolviéndolo alrededor como si tuviera frío y se tratara de la única cosa que podría darle calor.

Estaba planeando algo. Casi podía oír las ruedas de su cabeza moverse.

Algo malo había sucedido. No sabía lo que era, pero esto revolvió viejos recuerdos de su tiempo en las cuevas. Cada pocos segundos, conseguía otro vislumbre de un recuerdo, un mero destello en el tiempo, cuando las cosas para Donghae eran oscuras, frías y aterradoras.

Las horas pasaron. No estaba seguro de cuantas. Cada pocos minutos, sentía un tirón en el poder cuando Donghae lo atraía hacia él. Podía sentir su desgaste, cada vez más cansado, pero su determinación era firme e inquebrantable. Ni siquiera creyó que fuera posible detenerlo.

Una gran ráfaga de energía le abandonó el cuerpo, aunque no tenía ni idea de lo que Donghae le estaba haciendo. En su actual estado de ánimo, podría ser cualquier cosa.

«Quédate quieto», oyó su orden, tan claramente como si hubiera estado en el cuarto.

Se quedó paralizado, por la conmoción más que por obediencia y un segundo después, se produjo una serie de luces que se suspendían a un lado de la celda. Esto se amplió, cada vez haciéndose más y más grande, hasta que Donghae salió del portal.

La sorpresa lo sacudió, se quedó inmóvil, incapaz de creer lo que veía. La mayoría de las parejas, tenían que trabajar durante años para aprender a manejar ese tipo de poder y sin embargo, Donghae, lo había ejecutado a la perfección, aterrizando exactamente en el lugar donde quería, en lugar de meterse dentro de una pared.

El miedo y los instintos protectores subieron, chocando unos con otros, haciendo que la voz le saliera dura.

—¿Tienes alguna idea de lo jodidamente peligroso que es eso?

Donghae se dobló por la cintura, jadeando y sosteniéndose el estómago. Un momento después, alargó la mano.

—No importa. Vamos. No puedo mantener esto por mucho tiempo.

—No puedo irme —le dijo—. Soy un peligro para ti, y para todos los demás.

—No estoy discutiendo esto contigo. Dame la mano.

Podía sentir la tensión de manejar tanta energía, pero no podía dejarle hacer esto.

—No. Podría hacerte daño.

—Yo Voy a hacerte daño a ti si no me das la maldita mano.

Sus dedos se extendieron hacia él, su palma hacia arriba, esperando. Se estremeció de cansancio, el deseo de liberarle comenzó a hincharse, exigiendo que él cumpliera con su deber y mirara por sus necesidades.

Si se fuera con Donghae, podría salvarle de una montaña de sufrimiento y terminar esto de forma rápida. Podría hacer lo que debería haber hecho hace unos años, haciendo que su muerte fuera tan rápida e indolora para su compañero como fuera posible. Si iba a estar atrapado con él hasta el amargo final, era lo menos que podría ofrecerle.

Golpeó la palma de su mano contra la suya y enroscó los dedos alrededor de su delgada muñeca.

—Vamos.


14 comentarios:

  1. Ahh hae fue al rescate xD pero a donde irán ahora? La besti d hae empeorará las cosas x( m encanta q las actual sean así d rápidas xDD

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  2. Aigooo que lokura Hae ten cuidado, Hyukie no te mates amor. Hae curalo has lo que sea necesario aprovechen que el shingdong ya tiene novia nueva para salir de ahi mientras el se encuentra entretenido con ella. Unnie kamsamnida x el capi y el mp agradecida for ever!! CHAE KYUNG

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  3. Quiero saber que pasa entre Shin y Nari!!
    Que va a hacer Shin cuando se entere que Nari tambien es una pareja Suju?

    Me encanta este Hae de super hombre salvador de su Hyuk.
    Me encanta que no le tenga miedo a nada.

    a donde van a ir? Ya quiero saber.

    Gracias por el MP.

    Usuario__09

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  4. aaaaaaaaaaaahhh!! Nari mitad tvxq y mitad suju?!! eso....eso es genial!!
    sigue sorprendiendome la habilidad de Donghae de aprender tan rapido
    esos poderes!!
    ahora que pasara una vez que salgan de ahi??'
    muchas gracias por el mp! me encanto el capitulo!

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  5. Omg!!!! El cap anterior no pude comentar pero queria morir con el final ! AAAAAH Yo tengo la esperanza que esa pequeña luz que vio Hae es el alma de Hyukkie !

    Nari es un suju :B Lo sospechaba!

    Que fue lo que planeo Hae ?? espero que todo le salga bien !


    Gracias por el mp ! cuidate y espero ansiosa el miercoles ! bye

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  6. No me da buena espina la huida de HyukJae.
    Por li maa sagrado solo espero que Hae haya considerado todas las opciones antes de liberarlo, el sanguango este es capaz de ir solito a una cueva dispuesto a morir.
    Shingdon por favor tocala ya me imagino la super conexión que puede haber entre ustedes

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  7. siiiiii hae pudo rescatar a hyuk .... pero que van a hacer de ahora en mas, escapar de los sujus?? espero que haber huido sea para bien aunque por las frases finales del capítulo hyuk va a tratar de hacer algo ......
    y lo de shindong y nari ???? de seguro que es su pareja ahhhh cuando se revelará esto ???
    gracias por el mp
    esperaré tu siguiente actu
    saludos y cuídate ^^

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    1. En los libros que he leido, aún no han mencionado al respecto...también sigo esperando

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  8. ah yo sabia hae lo salvaria pero deben encontrar la amnera de que su monstruo no le haga daño y despues ahi si no haya quien lo salve de la muerte

    ahh que encuentren la manera de devolverle el alma!!!!!!!!

    Nari tambien es una pareja Suju *-* sera compatible con Shin??!!!
    ahhhhhhh ya quiero saber que mas pasara!!!



    Gracias Yota!! *-*

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  9. Oh cielos es la pareja de Shingdong, Nari, tambien es suju, ahora Hae liberara a Hyuk y lo salvara podra?, se que si va maravillosa, gracias por el MP esperare ansiosa el nuevo capitulo.

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  10. Omo omo esto se pone cada vez mejor sin duda alguna si shingdong mata a mi monito hermoso hae jamas lo perdonaria que onda con nari y shingdong pero que arrisgado es hae ahora que escapen a donde piensan ir espero que lo logren
    Gracias YOTA por el MP nos leemos en la siguiente actualisacion te cuidas mucho kiss kiss
    Att Eidenelf

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  11. Guauuuu esta genial el capitulo!!! Nari es mitad de ambos!!! adoro a Hae por todo lo que esta haciendo por salvar a Hyuk!!! donde iran ese par!! gracias por el MP esperare el proximo!!
    Cuidate!!
    Rox Andres

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  12. ahahahahahahaah este capitulo estuvo increible narii es un suju y hae fue a rescatar a hyuk el no se debe matar ya que hae sufriria mucho y tiene que salir pronto y encontrar un lugar lejos de todos
    gracias por el mp
    enviame mp cuando actualizes

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  13. Recuerda que dije que este libro me tenia tranquila,que no me queria apresurar para leer?
    pues olvidelo,quiero el siguiente capitulo lo más pronto posible.
    Hae lo esta ayudando a escapar,eso solo me hace imaginar una sola cosa,y estoy segura que es algo muy bueno,hyuk se controla,no puede ni quiere hacerle daño a hae,nunca.
    Dios,que ímpetu el de hae al enfrentarse a shindong,pero claro,es su amor quien esta en riesgo,no solo él,su vida.

    wooo Nari es una pareja suju,seguro que si Yoochun no se lo dice,shin lo descubrira por el mismo,o quizas alguien la descubra "sin querer" o queriendo

    ya quiero aaaaaaaaaaactuuuuuuuuuuu

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...