Último Deseo- Capítulo 17



Los dedos de Donghae se movieron sobre la piel.

—Gracias.

—¿Mejor? —preguntó él.

Lo sintió asentir con la cabeza.

—Todavía frío, pero ya no me siento helado.

—¿Puedes ponerte de pie?

—Creo que sí.

Él lo puso de pie, manteniendo un firme agarre en caso de que estuviera más débil de lo que pensaba. El agua le dio en la cabeza, cayendo en cascada sobre todo su cuerpo. Su pelo oscuro estaba casi negro, y un rubor rosado comenzó a remplazar la palidez de cera que había tenido sólo momentos atrás.

Hyukjae dio la vuelta dentro del agarre, posicionándose de espaldas a él. Él envolvió los brazos alrededor de Donghae, agarrando su cintura, disfrutando de la sensación contra las palmas. Su cabeza cayó hacia atrás sobre el pecho, y mientras las gotas de agua golpeaban, él podía ver los débiles chisporroteos azules del escudo sobre su herida.

—Ahora podemos limpiar con agua la sangre. Date la vuelta, y te diré cuando dejar caer el escudo.


Donghae hizo lo que le pidió, contemplándolo, esperando a que le dijera cuando actuar. Sus ojos eran tan bonitos de cerca. Él podía ver pálidas chispas plateadas rodeando sus pupilas, la cuales desaparecieron mientras sus ojos se dilataban.

—¿Ahora? —preguntó Donghae.

Hyukjae se obligó a poner atención donde rociaba el agua, guiando su cabeza para que toda la sangre fuera lavada tan rápido como fuera posible.

—Ahora.

Donghae respingó mientras el agua caliente golpeaba su cabeza. La mayoría de la sangre se había secado, cerrando la herida, pero algo de ésa se había abierto camino en su pelo.

—Deberíamos lavarlo, sólo para estar seguros.

Donghae se hundió ante la idea, pero se inclinó para alcanzar una botella de champú. Hyukjae se la arrebató de las manos.

—Tú quédate debajo del agua y caliéntate. Puedo hacer esto.



La verdad era que él quería. No tenía ni idea de por qué, pero el pensamiento de servirle le daba una sensación de profunda satisfacción. Le gustaba cuidar de su compañero.

Había pasado tanto tiempo desde que se había preocupado de una u otra manera de alguien, de algo, que encontrar disfrute era tan peculiar como bienvenido.

No estaba seguro de que estar a punto de ser conectado a Donghae hubiera podido restaurar algo del hombre que él solía ser, pero estaba dispuesto a seguir el viaje, por el tiempo que durara.

Enjabonó su pelo, siendo cuidadoso con su herida, mientras se tomaba su tiempo, acariciando su cuero cabelludo y los tendones apretados detrás de su cuello.

Deslizó los dedos sobre su piel, demorándose en la tarea, mientras observaba los cambios diminutos en su expresión para que le dijeran lo que le gustaba más. El pequeño fruncimiento en su boca le dijo que tocaba un punto sensible, mientras la elevación de sus cejas y el revolotear de sus párpados le dijo que lo estaba haciendo perfectamente.

Él enjuagó la espuma, asegurándose de que toda se fuera para que nada entrara en sus ojos. Donghae lo contempló, abriendo la boca para decir algo. Las palabras parecieron morir en sus labios mientras seguía mirando.

Las manos de Donghae estaban apoyadas contra su pecho para estabilizarse a sí mismo. Comenzaron a trepar lentamente sobre los hombros y alrededor del cuello. Sus pechos se frotaron, haciendo que los fuertes músculos se tensaran por la necesidad de empujarle atrás contra la pared de la ducha y sujetarlo allí mientras las manos vagaran por su cuerpo. Él sólo podía imaginarse la sensación de sus endurecidos pezones contra las palmas, o, mejor aún, la lengua.

No sabía lo que Donghae estaba haciendo, pero con su cuerpo apretado contra el de él, tenía que estar sintiendo la dura longitud de la erección contra el estómago.

El honor dictaba que retrocediera y huyera de esta situación antes de que se olvidara del mismo.

Hyukjae ordenó a los músculos moverse, pero todos ellos permanecieron quietos en el lugar, rígidos e inmovibles. Su monstruo interior babeaba, muriéndose por una oportunidad de lograr liberarse y tomar lo que el honor de Hyukjae dictaba que no le pertenecía.

Donghae escogería a otro hombre pronto, y aunque odiaba la idea, al igual que su monstruo que gritaba de furia, supo que le agradecería más adelante el no haber cedido a sus deseos más bajos. Donghae podría llegar a ser su verdadero compañero -con el que debería haber estado- sin culpa o remordimientos.

Antes de que él tuviera tiempo para encontrar la fuerza para dar ese gran paso, Donghae lo besó.

El aliento de Hyukjae dejó el cuerpo en una sorprendida ráfaga. De todas las cosas que pudo haber dicho o hecho, eso no era algo que él hubiera esperado. Su reacción fue visceral, veloz, e incontrolable. Todo dentro de él, ambos, hombre y monstruo, se pusieron de pie y aplaudieron cuando cedió a su beso. Deslizó las manos a su alrededor, ahuecando su culo y levantándolo acercándole a la boca. Le dio toquecitos con la lengua a través de sus labios, implorando que se le dejara entrar. Donghae los abrió para facilitárselo, ansioso por saborearle.

Su dulce suspiro de placer le inundó la boca. Él inclinó su cabeza hacia atrás, tomando tanto de su beso como le permitió. Su sabor se le subió a la cabeza, derritiendo los pensamientos y preocupaciones. Todo lo que importaba ahora era su sensación en los brazos y el aroma de su piel, caliente por la ducha.

Por primera vez que él pudiera recordar, ambas partes de él estaban de acuerdo por completo, trabajando juntas por una meta común.

Los dedos de Donghae zigzaguearon por debajo de la camisa empapada. Temblaban, pero no de frío, fatiga, o algo más, no podía decirlo. Él sabía que debería detenerse y preguntar, debería detenerse y asegurarse de que Donghae estuviera bien, pero parecía no poder encontrar la fuerza para apartarse de su boca suave, dulce.

Donghae tiró fuertemente de la camiseta, haciendo un débil ruido de irritación. Le tomó un minuto aclarar lo que estaba tratando de llevar a cabo, pero él no estaba cooperando, y la tela se aferraba a la piel, imposibilitando la tarea.

Hyukjae se la quitó y fue directo de regreso a besarlo. La anterior conexión en su mente volvió a la vida otra vez, ardiendo brillante en sus pensamientos. Podía sentir su frenética necesidad, podía sentir el vacío doloroso en su bajo vientre, y el calor en su polla. Había un frenesí dentro de Donghae que iba más allá de la lujuria. Era más profundo que eso, más desesperado. Apenas se aferraba a su control, al borde de colapsar en un montón emocional de desesperación y desconfianza en sí mismo. Había pasado por mucho, había contenido demasiada emoción. Había decidido dejarla escapar, y él iba a ayudarlo.

Si eso es lo que necesitaba, él era incapaz de negarse a dárselo.

En un latido, él cambió de marcha, descartando sus buenas intenciones por otras mejores. Iba a darle todo lo que quería, y aun más. El hecho de que fuera exactamente lo que él quería sólo hacía la tarea mucho más dulce.

Donghae había trabajado en liberar los botones de su camisa. Se frotó contra su pecho, y la sensación de su piel desnuda contra la de él hizo que la columna vertebral se le iluminara con la emoción.

Él dejó escapar un ruido que era más monstruo que hombre y sujetó sus hombros contra la pared. Lo sujetó allí para poder verlo plenamente, ver como el agua goteaba sobre su piel ruborizada.

Sus pezones estaban apretadamente perlados suplicando por la boca. Ni siquiera intentó resistir, agachó la cabeza para darle un toquecito con la lengua sobre el primer pezón, después el otro. Donghae inhaló de golpe, y cuando él cubrió la punta con la boca y lo chupó, dejó escapar otra vez un largo suspiro de placer.

Sus uñas se clavaron en el cuero cabelludo, y el monstruo gruñó de aprobación.

El agua comenzó a sentirse fría sobre la piel caliente, y los instintos protectores atravesaron la neblina de lujuria el tiempo suficiente como para recordarle resguardarlo del frío. Él lo quería caliente y relajado para lo que iba a hacerle, no acurrucado y tembloroso.

Hyukjae cerró la llave y le desabotonó el pantalón. La tela mojada se aferraba a sus piernas, pero lo tuvo gloriosamente desnudo en segundos, entonces hizo un trabajo rápido en despojarse de lo que quedaba de su propia ropa empapada.

Lo arropó en una toalla y lo llevó hacia el dormitorio más cercano. Donghae le besó el cuello mientras él caminaba, su lengua deslizándose sobre la piel donde la Luceria solía descansar.

Era sensible al toque, haciendo que todo el cuerpo se le tensara de deseo. Apenas estaba lo suficientemente cuerdo como para arrojar hacia atrás el cobertor antes de colocarlo sobre la cama.

La mirada de Donghae vagó por el cuerpo desnudo, sus ojos oscureciéndose de lujuria mientras descendían poco a poco hacia la polla. Estaba más duro de lo que nunca había estado, doliéndole por la necesidad de deslizarse dentro de él.

Un destello momentáneo de duda pasó rápidamente a través de él, pero no podía decir si fue la de él o la de Donghae. Estaba demasiado cerca de unirse a él, demasiado distraído por la vista de su cuerpo glorioso, como para separar a los dos.

Donghae era tan jodidamente bello. Su pecho tonificado. Su cintura estrecha y en su entrepierna una polla dura que llamaba a saborearla completamente. Donghae no siempre sería suyo, pero por ahora, en este momento, lo era, y él iba a asegurarse de que lo supiera.

Hyukjae se deslizó sobre la cama junto a él. La polla se rozó contra la de Donghae, y tuvo que apretar los dientes para abstenerse de perder el control. Donghae se giró hacia él, empujando su espalda sobre la cama. Sus brazos temblaron por el esfuerzo, pero se sostuvo sobre él, mirando fijamente sus ojos.

—Ha pasado mucho tiempo para mí. Puede que haya perdido práctica.

—Maldita sea, no importa —logró decir él, su voz ronca por la lujuria no saciada. Podía garantizar que había pasado incluso más tiempo para él, ya que no había estado con alguien desde mucho antes de que él naciera. Ni siquiera había pensado en eso.

—Bien —dijo Donghae, y entonces le besó, absorbiendo el labio inferior en su boca.

Si la tormenta eléctrica resultante en su cerebro fuera alguna indicación, revelaría que Donghae no había perdido práctica. La polla corcoveó contra su estómago, y él podría sentir la sensación de humedad reuniéndose en la punta.

Nunca había estado más preparado en su vida, y sin embargo no se atrevía a apresurar esto. Donghae merecía su mejor esfuerzo, y él merecía tomarse el tiempo y disfrutar de esto tanto como pudiera.

El monstruo quería apresurar la follada y empujar la polla “hazlo, tómalo todo y llénalo con tu semilla”, una y otra vez. Hyukjae le dijo a la bestia que se callara y disfrutara del paseo.

Su pierna se deslizó entre las de él, y Donghae frotó su polla a lo largo del muslo. Él podía sentir el calor resbaladizo.

El dulce arrastrar de su carne contra la suya envió esquirlas de corriente eléctrica por la columna vertebral, haciendo que las pelotas se le contrajeran. Habría sido tan fácil venirse así con él, pero no era cómo quería que fuera. Quería que Donghae acabara primero, para poder escuchar sus gritos de placer mientras él todavía podía prestar la atención suficiente como para esconderlos en su memoria para siempre. Si había un sonido que quisiera recordar cuándo muriera, serían los dulces gritos de Donghae mientras se corría.

Otra opción se le formó en la mente, pero la desechó a un lado como imposible y egoísta. Los hombres sin espíritu no merecían hijos, sin mencionar el hecho de que él no podía tener uno aunque quisiera, al menos no sin ayuda de Kevin.

El eco esperanzador de la risa de un niño no era para él. Pero esto -los suspiros suaves de Donghae y la sensación de sus dedos acariciándole la piel-, esto era más de lo que él podría pedir.

Donghae se movió para cabalgarlo, y él supo que si dejaba que se acercará lo suficiente a la polla, se olvidaría de sí mismo y el monstruo se haría cargo. En lugar de eso, lo lanzó hacia atrás sobre la cama y lo inmovilizó allí con el muslo mientras lo besaba.

Acarició su pecho, dejando que el pulgar se deslizara sobre su pezón aterciopelado. Donghae arqueó su espalda y le agarró la cabeza, empujándolo, mientras al mismo tiempo, su mente era inundada con la imagen de su boca chupándolo.

Al menos él sabía exactamente lo que Donghae quería. Ahora le tocaba ver si podía mostrarle lo que tenía la intención de hacer.

Hyukjae creó una imagen de la cabeza oscura entre sus muslos, acariciándolo con la lengua, chupándolo, mientras sus los dedos empujaban en su entrada profundamente. Propulsó ese pensamiento a través del enlace, y oyó un callado jadeo de deseo.

Tomó eso como una invitación, y besó un camino hacia abajo sobre su cuerpo, lamiendo rastros calientes sobre sus costillas y alrededor del nicho de su ombligo. Mientras más lejos iba, más amplias sus piernas se abrían para dejarle espacio.

La carne cálida le saludó, su excitación era casi más de lo que él podía soportar. Él captó su mirada mientras recibía su primer probada, y entonces sus ojos se cerraron con un estremecimiento y su cabeza cayó hacia atrás sobre la almohada.

Tan dulce, tan húmedo y duro para él, lo llevaba a la locura sin siquiera intentarlo. Él lo intridujo en su boca, y las caderas de Donghae sacudieron fuera de la cama.

Hyukjae lo fijó con un brazo mientras deslizó los dedos a lo largo de sus nalgas, estimulándolo.

El deseo creció entre ellos, una cosa necesaria, desesperada. No estaba seguro si fue su deseo o el suyo propio, pero cualquier cosa que fuera, no era lo suficientemente fuerte para demorarlo más.

Empujó dos dedos dentro de él, sintiendo lo apretado que estaba. Intentó ir lentamente, dándole a su cuerpo tiempo de estirarse y ajustarse a la invasión, pero la lujuria le condujo adelante, compeliéndolo a hacerlo culminar. Una vez que Donghae se dejara ir, se relajaría y podría acoger la polla mucho más fácilmente. Mucho más profundamente. Él necesitaba esa cercanía. Necesitaba todo lo que Donghae tuviera que dar, porque las posibilidades eran, que nunca más sentiría ese contacto.

Ese pensamiento le espoleó. Succionó su polla, e introdujo otro dedo dentro de su cuerpo.

Los músculos de Donghae se apretaron, y sus movimientos se fortalecieron mientras se corcoveaba contra él. Su respiración se aceleró, y empezó hacer un suave sonido advirtiendo de su orgasmo inminente.

Él apresuró el paso. A través del enlace, envió el deseo por verlo venirse, por sentirla alrededor de los dedos y saborearlo con la lengua. Eso pareció enviarlo sobre el borde y su cuerpo comenzó a sacudirse mientras se corría. Él se quedó con él, extrayendo su orgasmo hasta que todo lo que quedó fueron los restos ondeantes de placer corriendo a través de su cuerpo.

Hyukjae lo lamió, acomodando su espalda abajo. Su propio deseo estaba arañándolo, pero la satisfacción de verlo venirse le dio la fuerza para ignorar todo eso. Lo que él no podía ignorar fue la creciente necesidad de hacerlo de nuevo. Sólo que esta vez, Donghae iba a culminar con su polla dentro.



Donghae temblaba de placer. El cuerpo se le estremecía con él, hasta que estuvo seguro que emanaba por los poros.

Nadie jamás le había dado un orgasmo así antes, pero por el modo en que lo miraba, con sus oscuros ojos entornados y las mejillas coloreadas por la lujuria, estaba convencido que iba a tratar de dárselo otra vez.

Tendría que haber estado demasiado cansado para preocuparse. Canalizar tanto poder esa noche lo había agotado. La lucha contra el frío le había minado las fuerzas. Y aunque estaba débil y laxo, ni siquiera consideraba decirle que parara y le dejara descansar.

Donghae podía sentir su necesidad cabalgar junto a su propia y sosegada lujuria. La suya era más aguda, más caliente, con bordes afilados que rasgaban a través de Hyukjae hasta que él no estuvo seguro de cómo podía soportarlo. El hecho de que pudiera sentir todo eso debería haber sido algún tipo de advertencia, pero ahora mismo, con el cuerpo caliente y tarareando, no le importaba averiguar lo que eso significaba. Por ahora, era suficiente saber que tenía al hombre más delicioso sobre la faz del planeta desnudo en la cama con él, detrás de su lujuria con una ferocidad que le impresionaba, y no iba a dejar que eso se desperdiciara.

Hyukjae avanzó lentamente sobre él, sosteniéndole las piernas abiertas con su cuerpo. Las sábanas estaban húmedas, pero eso era tanto culpa de él como suya.

Incluso ahora, podía sentir el resbaladizo calor deslizarse mientras el cuerpo ansiaba ser llenado.

Donghae le agarró la cabeza y tiró de ella hacia abajo para un beso. Cuando su boca se encontró con la suya, un pulso de algo oscuro y peligroso se estrelló contra él a través de la Luceria. Eso trajo consigo una marea creciente de lujuria y necesidad física, y una pizca de algo… mortal. Iluminado por una fracción de segundo, como un relámpago, el sentimiento desapareció, y todo lo que quedó fue el rítmico latido de su propio corazón. Era como si Hyukjae lo hubiera apartado de él, empujándole lejos.

Y eso no le gustaba.

Lo echó hacia atrás y le miró a los ojos.

—Déjame entrar.

—No. Tú no perteneces allí.

Pendejadas. Se sentía demasiado bien para que él no perteneciera. Le ocultaba algo, e iba a averiguar qué era.

Agarró su polla, deslizando los dedos sobre ella, extendiendo la resbaladiza humedad desde la base hasta la punta. La mandíbula de Hyukjae se apretó mientras dejaba escapar una siseante maldición.

—Quiero sentir lo que sientes de nuevo. Déjame entrar —ordenó.

Los tendones de su cuello sobresalieron, y su cuerpo se estremeció mientras se reforzaba a si mismo sobre el de él.

—No.

Él no era la clase de hombre que aceptaba un no por respuesta. Intensificó el agarre, y aceleró el ritmo de los movimientos mientras alineaba sus cuerpos.

—Lo quiero. Dámelo.

Hyukjae soltó un dolorido gemido y cerró con fuerza los ojos.

—No quiero que lo veas.

—¿Ver el qué? —No contestó, entonces deslizó la punta de su erección contra su entrada, cubriéndolo con el húmedo calor.

—No lo hagas —dijo él ahogadamente, pero cualquier otra cosa que iba a decir, fue tragada por un gruñido. Sus ojos se agrandaron y Donghae sintió romperse las compuertas entre ellos.

Las emociones le aumentaron por dentro en una mezcla caótica de cólera y lujuria, proteccionismo y soledad. Todo se arremolinó junto hasta que no pudo distinguir una cosa de la otra.

Hyukjae soltó un sonido ahogado, pero lo miró fijamente mientras sus caderas se lanzaban hacia delante. La polla se deslizó varios centímetros y luego todo en lo que pudo pensar fue en el modo que le estiraba y le llenaba. El placer físico bloqueó el resto cuando Hyukjae comenzó a moverse.

Su poderoso cuerpo lo envolvió, apretándolo mientras sus caderas trabajaban, meciéndolo, obligándolo a tomar más con cada embestida. Intentó decirle que redujera la marcha, pero no había aire para hablar, y su propio cuerpo se retorcía, luchando por acercarse aún más a él.

Había demasiados estímulos. El cuerpo le brillaba con la sensación. Tenía la mente llena de pensamientos y sentimientos que no eran suyos. El placer lo bañaba con cada respiración, y con cada empuje de él en el interior se acercaba más y más a otro clímax devastador.

Las palabras repiqueteaban a través de la cabeza… palabras quedas y desesperadas de disculpa y pesar. No podía entender ninguna, pero el tono en que las encadenaba estaba claro. Hyukjae se arrepentía de lo que hacía.

Él no. Ni siquiera estaba cerca. Estaba devastado por ello, estirado en tantas direcciones que no tenía ni idea de a dónde iba, pero nada importaba. Lo único que le importaba era la sensación de su cuerpo moviéndose contra el suyo, y la profunda y resonante satisfacción que le ronroneaba en la mente.

—Está bien —jadeó—. Es bueno. Tan bueno.

Un gruñido salvaje retumbó de Hyukjae, y alzó las caderas, posicionando su cuerpo para poder deslizarse poco a poco más hondo.

Fue todo lo que necesitó. El cuerpo se le contrajo y luego estalló en una explosión de placer y luz. Antes incluso de tener tiempo de coger aire, sintió a Hyukjae tensarse y hundirse profundamente. Su semen bombeó dentro de él, haciéndole gritar cuando lo elevó aún más alto. Se quedó allí, suspendido en la pura sensación y la satisfacción física por lo que parecieron horas. Entonces, por fin, la tormenta disminuyó y se relajó en sus brazos.

Hyukjae siguió moviéndose dentro de él con empujes lentos y estables que mandaban rápidos estremecimientos, completamente destrozado y aún así de alguna forma restaurado.

Tras lo que había pasado, no estaba seguro de poder sentir de nuevo un placer así en la vida. Pero ahora, con Hyukjae todavía duro en el interior, y su poderoso cuerpo cubriendolo, tenía la esperanza de que al menos una parte de su antigua vida fuera normal. Incluso mejor, si lo que acababa de experimentar era una indicación.

Nunca había sido tan bueno antes, y una parte de él se preguntaba si alguna vez sería tan bueno con otro además de Hyukjae.



Hyukjae observó dormir a Donghae. Su piel todavía estaba sonrosada, y su labios hinchados y separados como si esperara otro beso.

Él se mantuvo bajo control, agradecido de que el monstruo se hubiera arrastrado de vuelta a su fría y húmeda jaula y lo dejara malditamente solo. Hyukjae se sentía… en paz. No luchaba contra sí mismo, o demonios o incluso contra los de su propia especie. Simplemente existía en este lugar tranquilo donde podía oír el débil sonido de la respiración de Donghae al compás con sus propios latidos del corazón.

Sostener a Eunhae había sido muy parecido a esto… otorgándole una sensación de equidad que no pensaba que existiera en el mundo. Al menos, ya no para él.

Todavía deseaba a Donghae, pero la furiosa necesidad había sido aliviada, y ahora se contentaba con estar cerca de él, sabiendo que estaba a salvo.

Esto no duraría. Independientemente de la magia que había forjado con su toque, pronto se iría, y él combatiría las fuerzas que le rodeaban y con las interiores una vez más.

Hyukjae movió el cuerpo más cerca, cubriendo su cintura con el brazo. Donghae se dio la vuelta hacia él, apoyándole la cara sobre el pecho y soltando un suspiro de felicidad. Hyukjae contuvo el aliento, intentando sentir algún cambio en la Marca de Vida, algún balanceo sutil de las ramas que le dijeran que Donghae de algún modo había devuelto el alma a la vida.

No sabía si era posible, pero cuanto más tiempo pasaba con él -unido a él-más optimista se volvía. Antes no le había importado casi nada. Hacía lo que tenía que hacer bajo un supuesto sentido del honor y el deber, operando poco más allá del pensamiento de cuál era el modo más eficaz de salvar a sus hermanos y matar a los demonios. Como un robot, hacía las cosas sin preocuparse, pasando de una tarea a otra sin juzgar las acciones.

Estando vinculado a Donghae, eso había cambiado. Ahora quería cosas… cosas imposibles, hermosas. Y mientras que las emociones le daban la capacidad de estar con él de este modo, tras la pasión, también le hacía difícil aceptar lo que sabía le esperaba.

Podría engañarle sólo durante un tiempo. Donghae había aprendido a tocarle los pensamientos. Casi había visto al monstruo. Sólo era cuestión de tiempo que no pudiera protegerlo más de lo que se escondía dentro de él… de lo que realmente era. Descubriría el alma muerta y todo lo que habían compartido quedaría para siempre corrompido por ese conocimiento.

No quería eso. Quería que lo recordara con cariño, no con horror. No podía soportar la idea de que se arrepintiera de lo que habían compartido, o que, al hacerlo, mirara a sus hermanos con escepticismo o desconfianza. Tanto como odiaba la idea, Donghae tenía que seguir adelante y encontrar otro compañero… uno que estuviera entero y pudiera darle todo lo que se merecía.

Sus dedos se le deslizaron sobre la cadera en una caricia soñolienta. La lujuria empezaba a reunirse de nuevo, nublándole los pensamientos de cómo de fácil sería tumbarlo de espaldas y follarlo. Todavía estaba resbaladizo por el semen. La polla se deslizaría fácilmente. Ni siquiera se daría cuenta de lo que hacía hasta que lo tuviera donde él quería, extendido debajo de él, tomando cada pulgada.

Eso no estaba bien. Un hombre de honor no se aprovecharía de Donghae. Un hombre de honor se levantaría y protegería su sueño, asegurándose de que estaba a salvo mientras conseguía el descanso que necesitaba.

Así que eso es lo que hizo. Se arrodilló a un lado de la cama con la espada frente a él, y se dejó ir a ese estado de meditación donde la palpitante polla ya no importaba. Si el peligro se acercaba, él lo sabría. Pero hasta que eso pasara, se cerniría aquí, en esta zona gris, dejando que el cuerpo se disipara en la niebla.

Aquí no existían los pensamientos. Ninguna pena por lo que pronto perdería. Era lo más cercano a la felicidad que iba a conseguir.


15 comentarios:

  1. Hermosos mi eunhae echi el polvo de su vida aigooo que emocion que emocion emocionante wiiii soy feliz espero que hyukie note algunos cambios en su vida apartir de ahora comience a sentir un pedacito de su alma aigooo que emocion y el capitulo fue only eunhae asi que soy aun mas feliz gracias yota unnie nos leemos en la proxima

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  2. afdsfadsfadsadsadada YA ERA HORAA!!!!!!!!!!! y donghae al fin pudo ver un poco mas alla de hyukkie !! !!
    me encanto el hecho de que hyuk no lo lastimo, si no que fue tan cariñoso con el !!!!!!!! gracias pro el mp Yotita

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  3. Ohhhhh al fin ambos dejaron de lado ka conciencia y dieron rienda suelta a sus deseos.
    Mientras antes HyukJae acepte que Donghae tarde o temprano conocerá a la bestia que habita en lugar de su alma las cosas entre ellos serán mejores

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  4. awwwwww
    por fin ya era hora de que se unieran mas hyuk queria que todo fuera perfecto con hae conocera a labestia de hyuk tarde o temprano ellos se necesitan y se quieren el uno al otro
    enviame mp cuando actualizes

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  5. por fin mi tan esperado lemon! y que LEMON!
    pues admire el autocontrol de Hyuk con ese monstruo, y pudo
    disfrutar de Hae y hacerlo ver estrellitas!
    no creo que Hae huya de Hyuk si ve al monstruo en su interior, ya quiero
    que Hae lo descubra..quiero saber que hara!
    muchas gracias por elmp!

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  6. Hermosoo!!!!!!!! <3.<3 asi he quedado despues de leerlo ahh por fin por Dios!! ahhhh me encanto por fin el eunhae se ha unido por fin *salta de felicidad, tira confeti*
    Gracias Gracias Unnie yota me hace feliz cada me llegan los mp ^^


    saluditos!!

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  7. Estuvo increíble!!!! ya por fin se pudieron conocer!!! estaba genial me emocione mucho!!! también espero que ya Hyuk no pienese que no tiene futuro con Hae siendo que el también lo quiere!! me da curiosidad que pasara cuando descubra la bestia de Hyuk
    Gracias por el mp esperare el proximo
    Rox Andres

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  8. hola unnie, hasta que por fin paso lo que tenia que pasar, se entregaron mutuamente, hyuk se abrio un poco mas a hae y estuvo a punde ver el monstruo de su interior pero yo creo que ni la criatura quizo que hae lo descubriera y dejo a hyuk hacerle el amor como queria, como él deseaba y fue una entrega mutua y total.
    espero que a partir de aqui algo cambie para hyuk, que haya alguna esperanza para que recupere su alma.

    hasta el prximo unnie.

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  9. hola
    omg por fin este par se unió de la forma que querían hacer desde que se conocieron, y que unión tan llena de pasión y toda la cosa jaja

    fue triste el pensamiento de hyuk de que quería tener un hijo y no puede, pero yo sé que con hae todo es posible él lo sanara completamente y si siguen así también se embarazara de el -bueno mejor que no lo deje como nuevo porque después la unión se corta y no quiero eso-

    hae al fin pudo saber algo de lo que le oculta hyuk pero aun no es suficiente y seguro después sabrá más, solo espero que no se asuste con el monstruo y ayude a que hyuk deje de pensar tan mal de sí mismo y renazca su alma tururu he dicho jeje

    fue un capi tan asdfajhfdcbjagcja (traducción=genial)
    te agradezco por el mp
    cuídate mucho


    kisses

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  10. *0* fue tan bello
    no pudieron aguantar más,ninguno de los dos,era la necesidad que tenian de estar juntos.Amo cuando los dos se ponen en su plan de no ceder.
    Pobre hyuk,no quiere,pero tenia la esperanza de que esa union le hubiera regresado el alma.......pero tranquilo,que ya veras.
    arrojarse a ese mundo,no me gusta,pero si es algo que lo mantiene en paz y a ese monstruo lejos,pues que medite,aunque ahora,el monstruo esta cansado.
    aaaaaaaa no me esperaba lemon,lo juro,fue lindo,hae provocador *0*

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  11. siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ............. por fin por fin estos dos tuvieron su momento y fue genial, espero que hyuk pueda ser. salvado no quiero que lo separen de hae
    amo esta pareja es tan única
    gracias por el mp en hato
    esperaré tu siguiente actu
    saludos ^^

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  12. Hermoso y tan triste por fin juntos, como uno, amandose, no lo dejes fuera hyukkie, dejalo contigo te ama, se enamoro de ti y tu de el aunque no lo admitas que genial, Yota me encanta gracias por tu MP, sigue asi amiga eres la mejor.

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  13. Me super encanto al fin el esperado lemon fuen tan lindo espero que aiga mas momentos como estos espero que hae y mi monito hermoso puedan estar juntos por siempre espero y hae tenga un baby
    Gracias YOTA por el MP nos leemos en la siguiente actualisacion te cuidas mucho kiss kiss
    Att Eidenelf

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  14. Asombroso!!
    Al fin se entregaron un cuerpo a cuerpo XDD
    Increíble pero Hyuk aun le oculta algo y eso no es bueno.
    Que pasara ahora?! esto estuvo muy interesante.
    Gracias por el aviso, espero el siguiente.
    Un saludo, que estés bien :D

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  15. rosaliehale
    Oh dios!! Estaba leyendo y no podia creer lo que leia, el lemon me agarro desprevenida (y eso fue lo mejor), me encanto, todo fue casi perfecto, solo falto que Hyuk le diera un voto de confianza a Hae y le permitiera ver lo que hay dentro de el. Pero como dicen "todo a su tiempo" y cuando llegue ese momento, se que Hae al ser una especie de genio en eso de la magia, lo ayudara a "reestablecer" su alma si se le puede llamar asi.
    Me encanto el capitulo, gracias por actualizar =)

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...