Sapphire Wolf (T7)- 8



—Te pedí que vinieras porque quiero hablar de cómo procederemos ahora —le dijo Junjin al rey hechicero—. No creo que sea sabio de nuestra parte solo esperar a que nuestro enemigo ataque. Creo que si queremos acabar con esto rápidamente, entonces tendremos que ser los que den el primer paso.
—¿Te das cuenta que si lo persigues, tomará represalias con rapidez? Él está muy versado en la magia negra y, básicamente, no tiene moral.
Hyukjae rió.
—Así que, básicamente es Mona con un p…
—Maldita sea, ¿qué pasa con ustedes? —gruñó Junjin—. ¿Sus compañeros no se han ido un día completo y de repente no pueden evitar decir algo sucio?
Los ojos de Jungsoo fueron de golpe hasta Junjin.
—¿Dónde están sus compañeros?
Junjin miró hacia abajo a su camisa y quitó una pelusa invisible, se aclaró la garganta, se removió en su silla y cruzó una pierna sobre la otra hasta que finalmente dobló las manos sobre su regazo y entonces encontró la mirada de Jungsoo, una vez más.
—Nuestros compañeros se han ido con la tuya, por supuesto.
La mirada de Jungsoo recorrió la habitación. Sus ojos tomaron nota de los hombros tensos, los dientes apretados y los ojos semi brillantes. Él había sabido que algo estaba mal en el momento que entró en la biblioteca. Ahora que sabía qué era ese algo, tenía que reconocérselo a los lobos, estaban manejándolo bastante bien.
—¿Sora estuvo aquí? —preguntó finalmente.
—Cortesía de nuestra hada entrometida —le dijo Siwon. Alston sacudió la cabeza con una pequeña sonrisa en sus labios.
—¿Dambi trajo a Sora aquí? —Jungsoo no sabía si estar enojado con la Fae que le había desobedecido o feliz que hubiera pensado en traerla a ver a Teukkie.
—Sintió que Teukkie tenía derecho a despedirse de su madre —explicó Junjin.
Por supuesto que tenía derecho a despedirse de su hijo, pensó Jungsoo. Él  ni siquiera pensó en preguntarle si quería ver a Teukkie antes de irse.
—Así que, ¿todos saben por qué la envié lejos? —Jungsoo se levantó de la silla y caminó lentamente hacia una de las ventanas en el lado más alejado de la biblioteca.
—Sabemos que has hecho una elección difícil, y que harás otras más antes que todo esto termine.
Jungsoo se volvió lentamente y vio que todos los hombres estaban ahora de pie. Sus rostros lucían sombríos, pero las miradas en sus ojos le decían que entendían la elección que había hecho.
—Entonces, ¿por qué han enviado a sus parejas con Sora?
Gruñidos retumbaron en el aire y Junjin dejó escapar una sonrisa abierta.
—Nosotros no les enviamos, Rey; ellos se enviaron a sí mismos.
Jungsoo se rió entre dientes.
—Por supuesto que sí. —Su rostro se puso serio entonces—. ¿Ella está bien?
—Estaba enojada cuando la vimos por última vez —le dijo Hyukjae con una sonrisa—. Pero no estaba en las garras de un oscuro hechicero psicópata, así que supongo que tienes que escoger tu veneno.
—Bueno, él escogió su veneno bien. —Dambi se subió a una de las mesas de la biblioteca y sonrió al grupo de hombres aturdidos. Sacudió sus dedos ante ellos—. Hola.
—Dambi —dijo Junjin tajantemente.
—¡Alston! —La sonrisa de Dambi se ensanchó—. Estoy muy contenta de que hayas venido. ¿Veo que Junjin no tuvo objeciones a que estés aquí?
Alston negó.
—No, estuvo agradablemente tranquilo sobre todo el asunto.
—Sabía que lo iba a estar. Te dije que él iba a mencionar incluso que debía haber pensado en pedírtelo.
—Él lo hizo.
—Estoy aquí de pie —gruñó Junjin a los dos Fae. Dambi lo desestimó con la mano.
—No le hagas caso, solo está de mal humor porque no está  consiguiendo nada.
Junjin gruñó una advertencia a la Fae, quien rápidamente lo ignoró. Alston la miró inquisitivamente.
—¿Obteniendo nada de qué?
Hyukjae se echó a reír con tanta fuerza que se estaba ahogando y Kangin estaba golpeándolo en la espalda, tratando de no reírse él mismo.
—Ya has causado bastante travesuras Dambi de las Fae —habló Jungsoo—, sin duda tienes más propósito para estar aquí que atormentar a estos lobos.
El ceño de Dambi se elevó al mirar al Rey Hechicero.
—Seguro que no me conoces muy bien si piensas que hay algo más importante para mí que atormentar a estos lobos ante nosotros. —Ella esperó su respuesta mientras se deslizaba de la mesa y daba un paso hacia el suelo. Él la observó, pero no dijo nada. Dambi le dio una leve inclinación de cabeza y luego se volvió hacia los dos Alfas—. ¿Han armado algún plan? —preguntó, su tono juguetón reemplazado por un tono conciso de negocios.
—No hemos llegado tan lejos —le dijo Siwon.
—¿Qué mierda han estado haciendo? ¿Darse los unos a los otros tratamientos faciales y leyendo libros de autoayuda para ayudar a sus egos heridos?
—Estábamos poniendo a todos al corriente —espetó Siwon—. Sería estúpido salir corriendo con un plan a medias sin asegurarse que tenemos todo en orden.
—Así que ahora que tienen todo en orden, ¿podrían salir corriendo con su plan a medias? —Su voz fue melosa mientras le sonreía al Alfa.
Siwon gruñó bajo mientras reprimía un rugido.
—Relájate, Día de la Independencia, no retuerzas tus bragas. —Dambi guiñó un ojo a Siwon mientras observaba sus ojos ampliarse. Vio el reconocimiento de la referencia en sus orbes brillante y supo que iba a pagar por ese comentario después… si podía atraparla.
Junjin se adelantó para colocarse entre los dos.
—He decidido ir hasta Gura solo y ver si hay algunas condiciones que puedan ser negociadas por la paz.
Un colectivo “¡QUÉ!”, resonó en toda la biblioteca mientras todos los ojos se volvían a Junjin.
—Junjin, sabes que no hay términos que vaya a cumplir —imploró Jungsoo. Junjin asintió.
—Sí, y no hay términos que yo vaya a aceptar o cumplir. Simplemente quiero que piense que soy… un idiota.
Dambi se aclaró la garganta.
—Eso no debería ser demasiado difícil. Todos ustedes acaban de enviar a sus compañeros al otro lado del mar sin ningún tipo de protección masculina. Creo que la parte idiota es casi un hecho.
—Dambi —dijo Hyukjae en voz baja—, no provoquemos al ya enojado lobo Alfa, no importa lo divertido que parece en el momento. Es todo diversión y juegos hasta que una pequeña hada es comida.
Dambi lanzó las manos en el aire.
—¡Bien, hazlo a tu manera! Tú —señaló a Junjin—, ve al hechicero loco y demuestra una vez más lo idiota que eres, y tú —señaló a Jungsoo—, ponte en fila detrás de Junjin porque eres tan idiota como él lo es, y el resto de ustedes —indicó a todos los demás hombres—, pónganse sus tutús y ciegamente bailen detrás de ellos como los pequeños idiotas que son. Bueno —hizo una pausa y luego miró a Siwon—, excepto por ti. ¡Puedes también ponerte un tutú, una tiara y llevar un cetro porque eres la reina de este desfile idiota! —Y entonces se había ido.
—¿Ella es siempre tan respetuosa hacia todos ustedes? —preguntó Alston.

***
—Sí, papá, estamos de vuelta en Estados Unidos —le dijo Teukkie a su padre. A pesar de que era casi medianoche y solo había estado de vuelta en Estados Unidos durante once horas, había decidido que mejor era adelantarse y llamarlo para darle las novedades. Supuso que Junjin podría ya haber hablado con él desde que se habían ido ya por cerca de veintidós horas, pero basado en su reacción no había oído nada de nadie.
—¿Kangin está contigo? —preguntó Kangta.
—No, ninguno de los hombres vino con nosotros. —Teukkie apartó el teléfono de su oreja cuando la voz levantada de su padre llegó a todo volumen—. Papá, papá —dijo en voz alta—, no puedes venir aquí y no puedes simplemente tratar de saltar cada vez que Junjin o Kangin hacen algo con lo que no estás de acuerdo. Papá, no.
Justo cuando estaba a punto de poner el teléfono de vuelta en su oreja le fue arrebatado de su mano.
—Oye —gritó, pero luego se detuvo cuando vio quién tenía su teléfono.
—¿Por qué no mandaron a ninguno de los hombres, preguntas, Kangta, Alfa de la manada Denver? ¿Por qué no llamas a esos idiotas y lo averiguas? Ten una buena noche. —Dambi golpeó la tecla de finalizar y le lanzó el teléfono de vuelta a Teukkie.
—Uh, Dambi, en cierto modo estaba hablando con mi padre —dijo Teukkie. Dambi resopló.
—Estabas en cierto modo hablando, pero puedo garantizar que él en cierto modo no escuchaba.
—¿Por qué dices eso? —preguntó Donghae  mientras entraba en la sala de estar y se unía a Teukkie en el sofá.
—Porque él tiene un pene de mente—dijo Dambi con toda naturalidad.
El pie de Hee dio en el último escalón justo en el momento que Dambi terminaba de hablar y tenía una sonrisa maliciosa en su rostro. Apresuró su ser embarazado en torno al sofá y se sentó
—Ahora bien, ¿qué pasa con toda la charla de los penes? ¿Estamos comparando notas, aprender nuevas técnicas?
—Tan realmente interesante como cualquiera de esas conversaciones sería, no es por eso que dije lo que dije. —Dambi cruzó los brazos sobre el pecho y miró hacia abajo a los tres chicos.
—Está bien. —Teukkie la instó a seguir—. Entonces, ¿puedes decirnos por qué sentiste la necesidad de utilizar esa parte del cuerpo como la mejor manera de hacer un punto?
—Por cierto, escogiste la parte más perfecta si de hecho estabas tratando de hacer un punto —agregó Hee.
Los labios de Dambi temblaron y Hee se acercó y sostuvo su puño en alto hacia sus dos amigos.
—Está bien, tranquilícense, pervertidos —les dijo Dambi finalmente mientras se controlaba ella misma—. Fui y vi a sus hombres durante su reunión con Jungsoo…
—¿Qué pasó?
—¿Están bien?
Preguntaron Donghae  y Teukkie al mismo tiempo.
—Cierren el pico ustedes dos. Sus hombres están bien. Aunque, después que les dije que eran todos unos idiotas, podrían haber estado menos felices conmigo.
—¿Le dijiste a Siwon que era un idiota? —preguntó Hee con asombro.
—Más o menos, en realidad le dije que él era la reina de los idiotas.
—Bien. —Sonrió Hee.
—Um, Dambi, estoy totalmente de acuerdo con todo eso, pero si Hyukjae está bien, entonces, ¿por qué no ha utilizado nuestro vínculo para contactarme y por qué no está respondiéndome cuando trato de ponerme en contacto con él? —preguntó Donghae .
—Sí —concordó Teukkie—, lo que él dijo, solo que con el nombre de Kangin en su lugar.
Dambi dio a ambos una mirada tajante.
—Ustedes saben que los amo, ¿verdad? Pero, ¿me veo como consejera de parejas para ustedes? No sé por qué ellos no sacan sus cabezas de sus traseros y hablan con ustedes. Lo que sí sé es que son idiotas. Ahora, como estaba diciendo —comenzó—, vi a los hombres. No estaban haciendo ningún progreso en la elaboración de un plan y cuando los empujé hacia ello, Junjin tuvo la brillante idea de ir a ver a Gura cara a cara.
—¿Qué? —jadearon los tres al mismo tiempo. Dambi asintió.
—Lo sé, bien. —Sacudió la cabeza y empezó a pasearse—. No sé por qué piensan que Gura va a jugar limpio, o por qué creen que va a dejar a Sora en paz.
—Si tú no creías que él iba a dejarla en paz, entonces, ¿por qué no hablaste antes de que todos nos fuéramos? —le preguntó Teukkie.
Hee dejó escapar un suspiro exasperado.
—No dije nada porque tenía la esperanza de que tuvieran razón.
—Y en las casi veinticuatro horas que han pasado desde que nos  fuimos, ¿qué ha cambiado que te hizo ver que estaban equivocados? —preguntó Donghae .
—Vi a Gura —dijo con demasiada indiferencia.
—¿Qué quieres decir con que viste a Gura? ¿Dónde? —preguntó Teukkie mientras lentamente se levantaba del sofá.
Dambi se encogió de hombros.
—En tu patio delantero.
—Bueno, mierda —replicó Donghae .
—¿Estás segura de que era Gura? —le preguntó Hyesung a Dambi.
Teukkie llamó a una reunión en su casa después de que Dambi hubiera hecho su pequeño anuncio. Ahora, después de la medianoche, nueve parejas cansadas y preocupadas se sentaban en el salón de Sora a la espera de escuchar sobre el hechicero loco que podría haber estado en el patio delantero.
—Era Gura, pero no era Gura —dijo la Fae.
—Explícate. —Hyesung cruzó sus piernas y se inclinó hacia delante en el borde del sofá donde estaba sentado.
—Era una proyección de sí mismo —les dijo Dambi—. Esa parte la entiendo. Es magia oscura. Lo que no entiendo es cómo lo logró.
—¿Qué quieres decir? —preguntó Changmin.
—Para que algo como eso funcione de manera tan específica, él tendría que tener algo personal de Sora o de Teukkie. Sabía exactamente en frente de la casa de quién estaba, por lo que no era  una proyección ciega de sí mismo, o una proyección vaga. Era una muy específica.
—Está bien, bueno, esto es nuevo para nosotros —dijo Donghae —. ¿Esto es algo que puede hacer simplemente porque usa magia negra?
Dambi asintió.
—Sí, como muchos de los que anhelan el poder pero no lo tienen, lo buscan fuera y no les importa cómo lo consiguen o a quién lastiman o matan en el proceso. La magia negra se alimenta de sangre y muerte. Así que, sea lo que sea que tuviera que invocar para lograr que ese pequeño truco funcionara, algo tuvo que morir.
—La vida solo se pone más y más alegre —murmuró Hee mientras se frotaba su estómago hinchado.
—¿Te dijo algo? —preguntó Hongki. Dambi resopló.
—Él dijo que nos vería pronto.
—Oh, rayos —murmuró Teukkie.
—Creo que estamos más allá de los rayos, Teuk. Hemos pasado a estar bien jodidos —dijo Hee mientras se levantaba y bostezaba—. Sé que, básicamente, acabamos de averiguar que un hechicero loco está planeando una visita, pero estoy cansado, así que despiértenme cuando llegue aquí. —Se despidió del grupo a medida que se volvía y dirigía hacia las escaleras hasta la habitación de Teukkie.
—No se lo digas a Junjin por ahora —le dijo Hyesung a Dambi. Dambi sonrió.
—Manteniendo secretos de los lobos. Me gusta tu estilo, Alfa.
Hyesung se rió entre dientes.
—Sí, bueno, no siento que haya necesidad de alarmarlo hasta que sea absolutamente necesario.
Todos asintieron en acuerdo y luego comenzaron a caminar de regreso a sus dormitorios designados. Dambi habló antes que todo el mundo pudiera irse.
—Changmin y Hongki, podrían por favor esperar un segundo. Me gustaría hablar con ustedes.
Changmin le disparó a Hongki una mirada de preocupación, pero se volvió a sentar. Hongki tomó asiento junto a él y esperaron a que los demás salieran de la habitación.
—Oh, Santo cielo, Changmin, deja de estresarte. No voy a diseccionar tu mente o nada por el estilo —resopló Dambi al ver a su compañero nervioso.
—Espera, ¿ella podría hacer eso? —preguntó Hongki nerviosamente. Dambi le arqueó una ceja con picardía.
—Honestamente Doc, no subestimaría nada sobre Dambi. Ya no más.
—Doblemente anotado —murmuró Hongki.
—Así que, jóvenes —dijo Dambi dramáticamente—, bueno, bueno, ¿no hemos estado ocupados? —Tanto Hongki como Changmin se retorcieron bajo su   mirada—. ¿Supongo que el bloqueo en la mente de Siwon es tu arduo trabajo? —le dirigió la pregunta a Changmin.
Changmin asintió.
—Él me lo pidió.
—¿Por qué? —preguntó Dambi.
—Nos hizo prometer no hablar de ello con nadie —intervino Hongki rápidamente esperando evitar que Changmin cayera bajo la presión de alguien que obviamente consideraba su jefe.
—Doctor Lee, tengo el mayor respeto por ti, pero voy a tener que pedirte que te calles.
Dambi se volvió a mirar a Changmin.
—¿Por qué? —preguntó de nuevo.
—Quería evitar que Hee fuera capaz de ver en su mente mientras está durmiendo. —Changmin se desplomó hacia delante, una vez que las palabras salieron, como si un peso hubiera sido levantado de sus hombros.
—¿Cómo estás tú involucrado? —Se volvió a mirar a Hongki.
—Él vino primero a mí para ver si podía ayudarlo. Cuando le dije que no, pensé en Changmin. Parecía muy angustiado y es muy raro ver a Siwon de esa manera.
—Me imagino que lo es. Probablemente tan raro como verlo inquieto como un niño de cuatro años. —Dambi se sentó frente a los dos jóvenes y los miró fijamente, pero no estaba viéndolos. Estaba perdido en sus pensamientos, recordando cuán fuera de carácter había estado actuando el Alfa cuando ella se había aparecido en su reunión—. Él está escondiendo algo muy importante — dijo finalmente—, y si sé algo acerca de nuestros lobos, es que harían cualquier cosa para proteger a sus parejas.
—¿Crees que está haciendo algo para proteger a Hee y al bebé? —preguntó Hongki.
—Creo que ha descubierto una manera de salvar a su hijo. Y sabe que su compañero lo mataría si supiera su plan.
—¿Qué? —preguntaron Changmin y Hongki al mismo tiempo. Dambi negó.
—Solo digamos que si lo que creo está sucediendo, está sucediendo realmente, esto se va a poner mucho peor, y nunca mejor.
—¿No quieres decir que va a ponerse mucho peor antes de que mejore? — preguntó Hongki.
—Si él está haciendo lo que creo que está haciendo Doc, entonces no va a mejorar.


Estaba siendo llamada de nuevo, haciendo que un impacto de alegría dentro de ella iluminara su espíritu al saber que sus hijos la llamaban. Creadora y creación trabajando juntos como debía ser.
—No te esperaba —declaró La Gran Luna no sin amabilidad a su huésped. Dambi se inclinó antes de ponerse de pie de nuevo.
—Es un honor estar en su presencia, Luna.
—El honor es mío, Dambi. Has asistido a mis lobos tanto tiempo, y todavía no te cansas.
Dambi rió.
—Yo no iría tan lejos. Sus lobos con frecuencia me hacen cansar.
La Gran Luna sonrió mientras caminaba lentamente por el patio.
—Esta es la casa de Sora. —Fue una declaración, pero Dambi asintió en acuerdo de todos modos—. ¿Cómo está?
Dambi echó un vistazo a la casa y luego de nuevo a la Diosa.
—Ella es muy resistente.
La Gran Luna asintió.
—Va a tener que seguir siéndolo, porque hay mucho más en el almacén para ella que requerirá no solo resistencia, sino fuerza y valentía. Ahora —se dio la vuelta y se enfrentó a Dambi directamente—, ¿qué te preocupa Fae Superior?
Dambi dejó escapar un profundo suspiro y se frotó la frente.
—Siwon tiene que ser el compañero más devoto que he conocido en todos mis siglos. Su amor por Hee es a veces enfermizo. ¿Conoces su plan?
—Lo hago.
—¿Y lo apruebas?
—No hay mayor muestra de amor que sacrificarse a sí mismo.
Dambi gruñó con frustración.
—Tiene que haber otra manera.
—¿Estás ofreciendo tu vida en lugar de la del bebe? —La voz de la Gran Luna no era condescendiente o expectante. Era simplemente una pregunta.
—¿Es eso lo que querrías de mí? —preguntó Dambi, su voz un susurro.
—Querría que hicieras para lo que fuiste puesta aquí, Dambi. Siempre has sido una especie de embajadora de los lobos. Ofreces tu sabiduría y consejo cuando es necesario. Sirves cuando es necesario, pero el sacrificio en este caso no es tuyo para dar.
—¿No lo es? —preguntó Dambi desesperadamente—. Yo soy la que arrebató a Hee de las manos de las Parcas. ¿No debería ser mi vida y no la del bebe la que tomen?
—No es tu hora, Dambi.
Dambi vio como La Gran Luna empezó a desvanecerse.
—Espera —le gritó—, ¿qué debo hacer?

—Estar allí para Hee. Cuando llegue el momento en que más te necesite, no lo decepciones.


2 comentarios:

  1. Hay por Dios. El malvado de Gura ya los encontro. Y al parecer Siwon si va a morir u.u
    Francamente sera un duro golpe para Hee

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  2. Oops...a Junjin se le escapo que Sora había estado ahí,tuvieron que decirle que se fue con las demás parejas...aunque seguro no iba a tardar mucho en saberlo.
    Estoy a un paso(no muy largo) de odiar a dambi,a veces es taaaaaaan que me desespera y mucho.
    Aunque haya hecho mucho por todos,no le da derecho a decir y hacer cosas que están demás...
    Aparte,no es como si todo el mundo supiera qué hacer,ni Jungsoo que es el hermano sabe como proceder y la fae con sus cosas...¬¬
    La luna en lugar de calmarme cada que aparece,me pone más mal.

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...