Marcado IV - 18



—Kyuhyun, Dios mío… —mordió su labio y sostuvo mi rostro—. Lo siento.
Levante una ceja y extendí la mano para rodear mis dedos alrededor de sus delicadas muñecas.
—Lo sé, recibí tu mensaje. Solo que no sé por qué lo sientes.
Me parpadeó y pude verla luchando por poner sus pensamientos en orden. Ella era bonita cuando era torpe.
—Principalmente lamento no tener fe en ti y en mi. Realmente me amo, Kyuhyun. Creo que tomo mirar a la vida vivida solo y con miedo para darme cuenta. Pienso que tal vez tú pateaste la puerta y no pude esconderlo más. Tengo mucho por ofrecer y merezco totalmente la mejor clase de amor. Merezco tu amor.
Todas las piezas de mi Corazón que pensé que él se llevó, él se acercó y las puso de nuevo, en un modo más resistente.
—Mereces cualquier cosa y todo lo que siempre quisiste, Sungmin.
Me sonrió pero era de un modo tímido y casi nervioso.
—La cosa que he querido por más tiempo aparte de convertirme en enfermero has sido… tú. Estoy tan jodidamente enamorado de ti, Cho Kyuhyun.
Lo recogí en un abrazo para romper costillas que lo hizo chillar. Lo besé tan fuerte que me sorprendió que ninguno de los dos resultara herido. Cuando lo puse abajo, lo arrastré dentro de la casa y cerré la puerta.
—Sin embargo, ¿Qué estás haciendo aquí?
—Fui a ver a mamá. Estaba herido y actuando como un chico de escuela en pánico. No estaba pensando, no estaba escuchando, y pensé que el espacio ayudaría. Tuvimos una conversación de Corazón a Corazón, mamá y yo, y me di cuenta de que no podía evitar mirarme a través de otros ojos que no fueran los míos. Todos cometemos errores, decimos cosas hirientes fruto de la casualidad, pero eso no define quienes somos. Estaba viniendo a casa cuando Leeteuk me llamó. Él se encontró con Heechul y escuchó que Shindong no estaba muy bien. Rompí cada límite de velocidad que existe para llegar aquí. Nunca me hubiera perdonado si tenías que hacer esto solo.
Dios, yo solo lo amaba.
—Te necesito. —Mi voz se rompió cuando lo dije, y los sentimientos que estaba luchando por mantener en mi cabeza estaban amenazando con aumentar de nuevo.
—Sé que lo haces, y yo necesito estar aquí para ti. Así es como funciona el amor. —alcanzó mi mano y le dio un apretón—. ¿Cómo está   él?
Negué con la cabeza.
—Se pone peor cada día. No he dejado su lado mucho. Él entra y sale de la conciencia, olvida quien es, que tiempo de su vida es este. Las enfermeras parecen pensar que es solo cuestión de días sino horas.
Él me jaló más cerca y me dejé caer en su abrazo. Su cabello era tan suave y olía como primavera y sol incluso si era medianoche.
—Lo siento. Esto ha tenido que ser horrible. ¿Puedo hacer algo por ti?
Lo besé detrás de la oreja y lo sentí estremecerse de nuevo.
—Esto es todo. A menos que quieras ceder e irme a conseguir una cajetilla de cigarrillos y algo de alcohol.
Él se alejó y me frunció el ceño. Yo le  gruñí.
—Solo  estoy  bromeando. Solo tenerte aquí hace que apeste menos. Estoy tan contento de que finalmente puedas ver que tan maravilloso eres.
—Bueno, puede que tenga mis momentos aquí o allí todavía, sé paciente conmigo, pero me di cuenta de que si alguien tan genial, tan talentoso y cuidadoso como tú puede amarme, entonces debo ser realmente especial.
La única respuesta que tenía era besarlo de nuevo. En otro momento, en cualquier otro lugar, habría encontrado el lugar más cercano en el que pudiera perderme dentro de él, pero tan feliz como estaba de que estuviera aquí, de que era oficialmente mío, todavía tenía otros asuntos importantes en mi mano. Suspiré contra sus labios y cerré mis ojos.
—Tengo que quedarme con Shindong. No puedo estar en otro lugar si él se va.
Él suspiró de vuelta y estábamos solo respirándonos el uno al otro adentro y afuera.
—No voy a ninguna parte Kyuhyun. Si estás aquí, entonces también yo.
Quería discutir con él. No estaba exactamente entusiasmado con la idea de verme en este desorden y tan vulnerable, pero tenía que admitir que tenerlo cerca y apoyarme en él sonaba bien.
Lo conduje a la habitación en la que estaba Shindong, puso su mano en su boca y vi sus dedos temblar. Una capa brillante de nuevas lágrimas surgió en sus ojos, pero él se sacudió y se separó de mí para caminar al lado de la cama. Sus ojos estaban en todas partes y tocaban su muñeca con esos dedos delicados. Me di cuenta demasiado tarde mientras me dejaba caer en el sillón que estaba haciendo lo suyo. Se detuvo por un largo minuto y luego se giró hacia mí con una expresión devastada. Me levanté para poder traer otra silla, pero él se puso firmemente en mi regazo y me acurruqué para que estuviera acunado contra mi pecho.
—Su pulso es realmente débil, inestable; la respiración es superficial y trabajosa.
—Sip
—Lo siento.
Yo resoplé un poco y besé la punta de su cabeza.
—Continúas diciendo eso.
—Porque realmente lo hago.
Lo atraje más cerca de mí como podía y vi a mi padre con una sensación de vacío en el estómago.
—Sé que lo haces. Él me dijo que no viviera una vida de arrepentimientos esta noche, también me dijo que te amara tan fuerte que no hubiera una forma de salir de ello, y entonces me pidió que lo llamara papá.
Mi voz se rompió, y por primera vez desde que todo esto empezó, todo lo que estaba sintiendo comenzó a filtrarse. Por suerte estaba oscuro y el único que podía decir algo era Sungmin. La humedad se abrió paso de mis ojos y se perdió en su brillante cabello.
Puso la palma de su mano en mi Corazón y dio unos golpecitos a tiempo con el ritmo apresurado de mi Corazón.
—Puedes hacer todas esas cosas por él. —Su voz era suave y amable como si estuviera asustado de que pudiera ponerme los pelos de punta.
—Ahora que estás aquí, puedo hacerlo.
Nos quedamos en silencio después de eso, solo nos sostuvimos el uno al otro en la oscuridad y esperamos ver lo que el siguiente día contendría. Sabía que lo que sea que fuera, lo enfrentaríamos juntos y eso hacía enfrentar lo inevitable ligeramente más soportable.
El siguiente día, Shindong estuvo por momentos lúcido y por otros divagando.  Algunas  veces  sabía  exactamente  quien  era  yo  y  se    mantenía sonriéndome ampliamente y mirando a Sungmin.
Lo insté a ir a casa, le dije que no tenía que quedarse ya que había faltado al trabajo, pero no estaba cediendo. Revoloteó alrededor, haciendo su cosa de enfermero, de novio, y estaba agradecido por todo ello.
Shindong lo hacía reír cuando estaba despierto y lúcido. Le contó historias estropeadas de mi juventud malgastada con Henry y los gemelos Lee, lo cual llevó a un “muestra y cuenta” de todos mis asquerosos tatuajes que tuve que cubrir con otros. Él no duró mucho tiempo, y ella fue asombrosa con él incluso cuando yo me sentí inútil y sin saber que decir.
Tuve un tiempo muy difícil cuando él divagaba, cuando pensó que estaba en algún sitio más en un tiempo diferente. Yo quería romper cosas cuando murmuraba cosas sobre mi mamá y esa relación desastrosa.
Hacía que todo el desprecio que tenía por ella, saliera a la superficie y todo ese dolor antiguo y aquellos sentimientos de inferioridad se filtraran y me hicieran sufrir. Sungmin hizo un buen trabajo al recordarme que la opinión de mi mamá ya no tenía peso para mí.
Era temprano la mañana siguiente, muy temprano, el sol no había salido aún, cuando algo cambió. Yo estaba dormitando en el sillón reclinable, Sungmin estaba dormido en el sofá en la otra habitación, pero algo en el aire cambió y mis ojos se abrieron de golpe. Me levanté y caminé al lado de la cama de mi papá y bajé la mirada hacia él. Sus ojos estaban medio abiertos y yo podía ver, literalmente ver, que estaba luchando, esforzándose para inhalar cada aliento que estaba tomando.
Mi Corazón se salió de ritmo y sabía, tenía un presentimiento, que esto era todo. Que el último grano de arena en su reloj de arena estaba cayendo.
—Hola. —Podía solo susurrar y sus ojos parpadearon en mi dirección.
No podía decir si él podía verme ahora, si podía decir quién era yo en este momento, pero levantó una frágil mano y la tomé en la mía. La emoción atascó mi garganta cuando vi su pecho esquelético tomar cada vez más tiempo para elevarse y bajar. Sus dedos huesudos se curvaron sobre los míos y no sé si realmente lo dijo o simplemente quería que él lo hubiera dicho, pero podía jurar que las palabras siempre contigo se deslizaron fuera y alrededor de nosotros antes de que sus ojos se cerraran una última vez.
No sé cuánto tiempo me quedé allí, no sé si hice algún ruido o no, pero él ya no estaba respirando más y yo estaba solo sosteniendo su mano y mirándole, entumecido. Escuché un sonido ahogado y levanté la mirada para ver a Sungmin rondando en la puerta, las manos sobre la boca y los ojos grandes en su cara. Lo supo y estaba sufriendo por mí.
Se acercó y envolvió los brazos en torno a mi cintura desde atrás y permanecimos allí, callados y apenados, sufriendo su muerte y un poquito perdidos.
—Creo que justo antes de morir me dijo que siempre estará conmigo.—Sonaba oxidado e inseguro.
—Siempre estará contigo, Kyuhyun. Él es una parte de ti en todo lo que haces. Siempre va a estar aquí cuidando de ti. —Sentí uno de sus dedos trazar sobre los bordes de mi columna, donde mi dragón estaba durmiendo y en reposo.
—Sí, pero no va a ser lo mismo sin él.
—No, no lo será, pero harás lo mejor que puedas para mantener su recuerdo vivo.
Malditamente cierto, lo haría. Era lo menos que podía hacer después  de todo lo que Shindong había hecho no solo por mí, sino por el resto de las almas rebeldes que yo llamaba mi   familia.
Los siguientes días fueron un caos. Me sentí como si estuviera en el ojo del huracán que recorría alrededor de mí. Sungmin se puso a trabajar en el asunto antes de que el sol siquiera apareciera.
Hizo los arreglos para que su cuerpo fuera a donde necesitaba ir y fuera manejado en la forma que los últimos deseos de Shindong pidieron. En cuestión de horas el condominio de Shindong estaba lleno de gente. Todas las parejas se agruparon para trabajar en los arreglos del funeral. Ya que Shindong iba a ser incinerado, un velatorio fue establecido por unos pocos días desde el día que falleció.
Yo había perdido la habilidad de hablar, de interactuar, y solo respondía cuando me hablaban, así que fue Sungmin quien lo ejecutó. Mi chico tímido, dubitativo y nervioso, se hizo cargo de la misma forma que lo hacía en la Sala de Emergencias y no podía haberlo amado más si intentara.
Podía decir que mis amigos se dieron cuenta de la forma que él me daba ánimo, me apoyaba, y todos se enamoraron un poquito de él también. No estaría haciendo nada de esto sin él.
Los chicos estaban en la tarea de alertar a todos del fallecimiento Shindong. Un día se desvaneció en el siguiente y yo estaba en el centro de todo ello, mayormente entumecido e indiferente. En algún punto, creo que Hyukjae  notó mi estado comatoso, y mientras que había un montón de asuntos y negocios que todavía tenían que ser manejados, celebrar la vida de Shindong y la persona maravillosa que él era, definitivamente necesitaba ser lo primero en la agenda, así que le pidió a Siwon organizar una reunión en el Bar sobre la marcha. Éramos los Cho después de todo, así que era apropiado.
Fue en algún momento en mi tercer trago, con Sungmin apoyado contra mi lado mientras que todos relataban historias tristes y empalagosas acerca de cómo Shindong había impactado en sus vidas, que el frío y la indiferencia finalmente comenzaron a desvanecerse. Me sentía triste, me sentía solo, estaba asustado, pero más que nada, estaba decidido a hacer a mi viejo orgulloso, y en eso era lo que él querría que me concentrara.
Presioné a Sungmin más cerca de mí. Le besé en la punta de su nariz pecosa y le dije:
—Gracias.
Me frunció las cejas.
—¿Por qué?
Por todo, pero eso en realidad no lo cubría.
—Por ser tú.
Le dije a Shindong adiós en mi cabeza, y elevé mi copa para un brindis que tuvo a todos chillando y aullando con todas sus fuerzas. Era una forma de despedida entusiasta y adecuada de decir adiós. Todas las personas que Shindong había tocado, la familia que había ayudado a construir, honramos su memoria y el uno al otro mientras nos emborrachábamos apropiadamente y vivíamos su vida sin arrepentimientos.
El velorio fue el día posterior. La iglesia estaba casi llena hasta el tope. Toda la pandilla estaba de pie afuera, recibiendo a la gente mientras entraban. Era un espectáculo raro, todos nosotros, que éramos normalmente tan coloridos y brillantes, vestidos en tonos de negro y gris. Incluso el cabello de Hyukjae  era de un negro sombrío y sólido por la ocasión.
Amaba que todos quisieran rodearme, que tuviera un montón de brazos listos para levantarme si iba a caer, pero me sentí muy fuerte siempre que Sungmin no vagaba muy lejos de mi lado. Era la roca que necesitaba para mantenerme fijado en el aquí y el ahora.
Heechul estaba llorando abiertamente y solo lo había visto hacer eso cuando estaba embarazado y cuando Siwon recibió un disparo. Los ojos gélidos de Hyukjae  también lucían un poco vidriosos y nítidos, pero enterró la cara en la cima de la cabeza de Donghae para ocultarlo mientras caminaban dentro.
Junté las manos con Sungmin y las traje a mis labios para que pudiera besarle los nudillos.
—¿Listo?
Abrió la boca para decir algo pero la cerró de golpe de nuevo frunciendo el ceño cuando el sonido de tacones en el cemento de repente nos interrumpió. No podía creer que ella estuviera aquí o que tuviera la audacia   de traerlo a él. Les miré con cara de   enfado.
—¿Qué están haciendo aquí? —No iba a ocultar el desprecio en mi tono.
Mi mamá se aclaró la garganta.
—La verdad, Kyuhyun, ¿cómo se vería si no estuviéramos aquí?
¿En serio? Sentí mis dientes posteriores chasquear al juntarse.
—No me importa cómo se vea. Este es un momento para la familia de Shindong, las personas que lo amaron. Hiciste tu elección y no fuimos ninguno de nosotros, así que puedes irte.
Sentí los dedos de Sungmin curvarse alrededor de mi   codo.
—Estás siendo ridículo. —Para mi madre siempre lo  era.
Abrí la boca para replicar cuando Grant decidió que iba a meterse en la conversación.
—Siempre fuiste un niñato egoísta. Ahora muévete fuera del camino antes que alguien salga y se meta en esta escena. Deja de ser indecoroso… si puedes manejarlo.
Me puse hecho una furia. Iba a arrancarle la garganta. Iba a romperle la nariz. Iba a… jalé a mi novio indignado hacia atrás porque dio un paso frente a mí y pinchó con la punta de su dedo justo en el centro de la corbata de Grant. Era raro verlo tan enfadado, así que di un paso adelante para poner una mano sobre su hombro y mantenerlo serena.
—¿Cómo te atreves? —Estaba furioso en mi nombre, echando humo y totalmente en la mitad de un arrebato de ira. Era alucinante, pero Grant entornó los ojos y dio un paso adelante—. No eres nada más que un abusador elitista. Fuiste muy afortunado de tener la oportunidad de criar un niño feliz y sano, y aun así echaste eso a la basura. Kyuhyun es un millón de veces el hombre que tú nunca serás. —Sus ojos destellaron cuando miró entre  mi mamá y Grant—. Son unos egoístas y repugnantes, y se merecen el uno al otro. No ganaron el derecho a tener a Kyuhyun como hijo.
Grant hizo un sonido estrangulado en su garganta y dio otro paso hacia él. Llegué alrededor de Sungmin y puse una mano en el centro del pecho de él y lo empujé. Me aseguré de que entendiera la seriedad de lo que le estaba diciendo en mi tono.
—Si te atreves aunque sea a mirarlo del modo equivocado, romperé cada hueso de tu cuerpo y luego cuando se curen, los romperé todos de nuevo. Cuando era un niño fuiste un imbécil y no pude hacer nada sobre ello. Ya no soy un niño, así que podrías querer   cuidarte.
—¿Me estás amenazando? —Sonó indignado y remilgado.
—No, solo estoy diciéndote como es. No te quiero aquí, a ninguno de ustedes. Ahora, si nos disculpan, tengo que ir a dar el último adiós a mi  padre.
Mi mamá lucía como si quisiera decir algo más, pero al igual que siempre hacía cuando Grant comenzaba a guiarla lejos, se fue de buena gana. Bajé la mirada a Sungmin y le di una sonrisa torcida.
—Vamos a hacer esto.
Entré a la iglesia y lo acompañé a sentarse al lado de Heechul, que inmediatamente envolvió a mi chica en un abrazo. Seguí caminando hasta el podio que fue colocado al lado de la urna.
—Llamé a Cho Shindong un montón de cosas por el tiempo que lo tuve en mi vida. Amigo, jefe, mentor, tío y al final… papá. Él era todas esas cosas y mucho más para muchos. Shindong se hizo cargo de cualquiera que estuviera perdido e intentó guiarlos en la dirección correcta hasta que ellos fueran encontrados. Y haciendo eso, juntó un grupo de almas furiosas, frustradas y sin rumbo, y ahora nos tenemos los unos a los otros. Le debemos nuestra familia a Shindong.
Escuché gargantas aclararse y vi cuerpos moverse en los asientos.
—Cuando era más joven quería ser igual que Shindong cuando creciera. Pensé que él era tan genial, tenía el mejor trabajo, y admiraba cómo vivía su vida en sus propios términos, todo mientras que intentaba hacer su mejor maldito esfuerzo de cuidar de mí. Él fue un buen tipo, y si me hubieras preguntado en ese entonces cómo habría querido ser recordado, habría dicho que por su arte, su dedicación a crear un lugar para la creatividad y la individualidad para prosperar. Ahora…
Tuve que tomar un segundo para aclararme la garganta y curvé las manos en puños sobre el podio en frente de mí.
—Ahora creo que mi respuesta sería yo. Soy un hombre que hizo a su padre orgulloso. Mantendré su sueño, su legado, vivo y lo haré con su recuerdo en mi mente en cada paso del camino. También creo que estaría orgulloso de nosotros. A pesar de los calvarios, las luchas, los obstáculos que la vida ha decidido lanzar en nuestros caminos, estamos enamorándonos, casándonos, teniendo bebés, desarrollando negocios y haciendo las cosas que nos hacen felices. Creo que en realidad es todo lo que siempre quiso para cualquiera de nosotros. Cho Shindong será extrañado, mi papá será extrañado. Pero vivirá en cada uno y todos de nosotros cuyas vidas tocó y ayudó a moldear.
No tenía nada más, así que dije gracias, le dije a la multitud, quien estaba silenciosamente llorando por la mayor parte, que cualquiera que quisiera compartir algo era más que bienvenido a levantarse y tomar el micrófono, y bajé para tomar un asiento al lado de mi chico.
Él tenía rastros de lágrimas en su pálido rostro y se curvó hacia mí con su cabeza en mi hombro.
—Gracias. —Su voz fue un respiro ronco de sonido.
—¿Por qué?
—Por ser tú.
Así que allí estaba. Puse un brazo alrededor de sus hombros y escuché a las personas contar historias sobre cuán maravilloso era mi padre, cuán impresionante había sido, y pensé que cuando fuera todo dicho y hecho, llevaría sus cenizas a algún lado en las montañas y conduciría el Charger a toda velocidad y lo dejaría ir. Era un final que él aprobaría en todos los sentidos.

 Después del funeral, Kyuhyun parecía que iba a caerse por falta de sueño y estrés. Su amigo Heechul y su padre, habían sido amigos de Shindong en la marina, estaban teniendo una reunión en la casa de Heechul para todos.
Sabía que Kyuhyun iba a tratar de pasar entero por todo esto pero él tenía que ir a la cama y descansar. No quería decir nada, no estaba seguro de que fuera mi lugar, pero cuando mencioné lo fundido que se veía tanto Hyukjae  como Siwon estuvieron de acuerdo, y me dijeron que lo llevara a casa y lo metiera a la cama. Hyukjae  me dijo con una mirada que creía que su hermano debería irse, de todos modos alejé a Kyuhyun del grupo con el que hablaba, y le dije:
—Llévame a casa.
No lo discutió, ni cuestionó, no se detuvo a decir a nadie que estaba haciendo, simplemente nos alejamos y me llevó de vuelta a su apartamento. Una vez dentro comenzó a sacarse su ropa oscura, lo cual en realidad era un espectáculo maravilloso, pero después que se dio una ducha     y se sirvió algo de comida, era obvio que era un zombi, lo que no dejaba la habitación abierta para hablar y mucho menos para cualquier otra cosa que podría haber estado en la   agenda.
Me quité los zapatos, me acurruqué junto a su enorme cuerpo tatuado y froté su cabeza rapada, tracé con mis dedos las llamas que adornaban su cráneo, y sus hombros hasta llegar a su pecho que subía y bajaba a un ritmo constante.
Una vez que se durmió, me deslicé por debajo de él y fui a ordenar el apartamento porque lo había descuidado durante las últimas semanas. Llamé a Sunny y le dije que estaba de vuelta y que iba a volver al trabajo tan pronto como me necesitara y le dije que coordinara la entrevista con el director de enfermería para la promoción.
Le di la versión de las notas de Cliff sobre lo que había estado pasando y mi Corazón se llenó por lo receptiva y amable que era. Realmente necesitaba dejar que esta amistad creciera fuera del trabajo porque era una gran mujer y me había apoyado mucho. También llamé a Sungjin para ponerlo al día y hablar sobre salir corriendo a casa de mamá sin avisar.
Estaba enjuagando las abandonadas tazas de café preparándolas para cargar el lavavajillas cuando hubo un ligero golpe en la puerta. Puesto que todos sus amigos estaban en la casa de Heechul y Siwon, además él había dejado clara su posición con respecto a su madre pensé que tendría que ser Leeteuk. Me limpié las manos en una toalla y fui a abrir la puerta. Mis ojos se abrieron como platos cuando lo vi.
Su cabello rojo oscuro estaba en una maraña. Tenía un moretón amarillo y verde floreciendo alrededor de uno de sus ojos oscuros y su labio inferior tenía un corte abierto. Tenía la mitad de su uniforme de policía abierto solo lo cubría una camiseta blanca. Había sangre alrededor de su cuello y le habían arrancado un brazo del uniforme.
—¿Estás bien?
Él resopló pero vi su labio cortado temblar un  poco.
—Peligros del trabajo. Forcejee con un drogadicto que era más grande  y malo que yo. Solo quería ver cómo   estaban.
Era realmente agradable y quería darle una señal de que esta amistad estaba floreciendo.
—Estamos bien. Fue duro en su momento. Su mamá es una perra y su padrastro es una mierda, pero el servicio fue lindo y Kyuhyun rompió el Corazón de todos con su discurso. Él está descansando, lo que creo que necesita más que nada ahora. Gracias por venir.
Asintió con la cabeza.
—Estaba de camino a casa de todos modos. Eso es lo que importa. He tenido un día de mierda. Voy a acostarme, también.
Agarré su brazo mientras se daba vuelta y me di cuenta que tenía el brillo de las lágrimas en sus oscuros ojos.
—Se hace más fácil ya sabes.
—¿Qué?
—Tener un trabajo como el tuyo. En mi primera noche en la Sala de Emergencias, hubo un tiroteo de pandillas. Llegaron cinco heridos de bala a la vez. Fui entrenado para ello, sabía lo que tenía que hacer, pero después que todo fue dicho y hecho, me fui a casa donde lloré durante tres horas y vomite mi almuerzo. Uno se acostumbra y se convierte en parte de la rutina.
Asintió con la cabeza y se pasó la lengua por el feo corte de su labio.
—Es por eso que necesito que seas mi amigo, Sungmin.
Estaba al otro lado del pasillo frente a su propia puerta cuando le grité:
—Tú tienes mi número, úsalo.
Hizo un gesto con la mano hacia mí por encima del hombro y desapareció dentro de su casa.
Volví a limpiar para cuando terminé había decidió que era mi turno para una ducha. Kyuhyun todavía estaba dormido cuando me metí en la habitación para sacar una de sus camisetas para cambiarme.
Estaba frotando con una toalla mi cabello caminando de regreso a la sala de estar para ver televisión cuando noté que se había despertado, me detuve en seco. Estaba definitivamente despierto, apoyado en la parte posterior del sofá y me miraba con unos ojos aun somnolientos. Sus bóxers eran de color azul marino en esta ocasión y sus brazos se hincharon seductoramente donde estaban cruzados sobre su delicioso pecho. Como siempre, mi mirada siguió esas alas que desaparecían en la cintura de su ropa interior.
—Oye —No pude evitar el tono ronco en mi voz.
Él levantó una ceja negra y en la comisura de su boca se inició una sonrisa.
—Gracias por cuidar de mí, Sungmin.
Di unos pasos más en la sala de estar y él agarró el extremo de la toalla que ahora colgaba lánguidamente en mi mano la usé para empujarme hacia él hasta estar a pocos centímetros de distancia el uno del otro.
—En cualquier momento, Kyuhyun.
Extendió una mano para enrollarla en mi húmedo cabello alrededor de mi cuello. Redujo el espacio entre nosotros hasta quedar pegado contra su pecho desnudo. Era el mejor lugar del mundo en el cual estar.
—¿Qué tal si dejas que me ocupe de ti por un tiempo?
Bueno, ¿qué clase de tonto sería para dejar pasar una oferta como esa? Solo que la última vez que habíamos estado en este sofá, a pesar de que fue muy sexy sentí que había sido un poco injusto para él y quería ser justo. Quería hacerme cargo de él en todas las formas existentes desde este momento en adelante.
—¿Qué tal si nos cuidamos mutuamente?
Sus cejas se alzaron y finalmente después de demasiado tiempo, una sonrisa en toda regla ilumino su hermoso rostro.
—Suena como un buen trato. —Luego inclinó la cabeza y me besó como si fuera la primera y la última cosa que quisiera hacer cada día de aquí en adelante.
—Eres tan hermoso. —Realmente lo era desde adentro hacia afuera.
Levantó una ceja y colocó un pequeño y dulce beso en la punta de mi nariz.
—Al igual que tú. —Solía simplemente ignorarlo, al pensar que eran solo palabras que estaba diciendo porque pensaba que tenía que decirlas. Ahora entendía que lo decía en serio y que no importaba si lucía como lo hacía ahora o si lucía como lo hice antes, era la persona que él encontró hermosa.
—Gracias.
—Te amo, Sungmin.
—También te amo, Kyuhyun.
Kyuhyun quería vivir una vida sin arrepentimientos y yo quería vivir una vida satisfecha. Nos necesitábamos el uno al otro para lograr eso, y ahora que nos teníamos el uno al otro no había entonces resistencia, no era más que esta vida que teníamos juntos.



2 comentarios:

  1. Dios!!! En verdad llore al leer sobre la muerte de Shindon, pero era lo mejor, solo estaba sufriendo. La mama de Kyu es una verdadera perra.

    Y mil gracias por el hermoso final del cap, se que Kyu a de.estar muy feliz de que Min le haya dicho que lo ama.
    Un abrazo ^_^

    ResponderEliminar
  2. Que feo y que triste lo de Shin
    El capítulo anterior pensé:"solo está sufriendo,pero se irá cuando él quiera"
    Y así fue...solo se alejo de Kyu cuando lo vio seguro en los brazos de Min,lo dejo en buenas manos...solo así podía irse sin pena.
    Dios mio,que vieja tan perr* y que tipo tan más imbécil...no tengo nada más qué decir sobre ese par😠
    Pobre Teuk...pero eso,son gajes del oficio,espero no esté tan mal a como lo leí...Min podria ayudar,claro,cuando deje de cuidar a Kyu por un momento.
    Aaahh Min,por fin.
    Me duele lo de Shin,pero esto último me alegra mucho,ya era hora,ya era la maldita hora que los dos se vieran así.
    Esto ya huele a final T_T

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...