Esposo Innesperado - 7



Heechul con perplejidad miró el teléfono que tenía en la mano.
—Abuelo... ¿Qué vas a venir a la galería String para la inauguración de la exposición?
—Naturalmente —respondió Kim Sooman con un deje de impaciencia—. ¿Es que Siwon no te ha dicho que me ha invitado?
«No, no me ha dicho nada», quiso gritar Heechul. «No me ha dicho nada porque no hemos estado en contacto desde... desde...».
—Además, quiero ver con mis propios ojos cómo les sienta la vida de casados. Como puedes imaginar, me importa y mucho.
En otras palabras, no había salido del todo del apuro, pensó Heechul. Su abuelo le estaba advirtiendo, disimuladamente, que, además de las pinturas, quería verlos enamorados.
—Sí, claro. Y me alegro de que vengas —Heechul hizo una pausa—. Me encantará ir a cenar a tu club. ¿Te parece bien a las seis y media?
—Perfecto, querido —dijo su abuelo, y colgó. Heechul se dejó caer en el sofá. ¿Qué iba a hacer ahora? Después de un día horroroso en el trabajo, aquello.
Sólo tenía una alternativa: ir a hablar con Siwon, por doloroso que le resultara. StarM estaba en juego.
La puerta del estudio estaba cerrada. Heechul llamó enérgicamente y esperó. Si Siwon estaba con su amante, tardaría algo en vestirse, pensó con incontenible angustia.
Sin embargo, la puerta se abrió rápidamente.
—Ah, Heechul, eres tú. ¿Qué te trae por aquí?
—Siento molestarte, pero necesito hablar contigo... si no te importa.
—Claro que no. Vamos, entra.
Heechul se adentró en el estudio.
—Siéntate, por favor —dijo Siwon— ¿Te apetece un café? ¿Una copa de vino?
—No, gracias —respondió Heechul al tiempo que se daba la vuelta, interponiendo algo de distancia entre ambos— No se trata de una visita de cortesía y prefiero quedarme de pie.
Heechul ignoró el sofá con sus mullidos cojines.
—Como quieras. Bien, ¿cuál es el problema, Heechul mio? ¿Acaso he quebrado otra de tus reglas sagradas?
—Así es —respondió en tono cortante—. Hace un rato, me he enterado de que mi abuelo va a ir a la inauguración de tu exposición.   Y, naturalmente, espera encontrarnos allí... juntos. Espera vernos como si realmente fuéramos un matrimonio.
—Somos un matrimonio, amor —dijo él en tono duro—. A pesar de que te niegues a llevar el anillo. ¿Quieres que te refresque la memoria?
Durante un instante, Heechul tembló de anhelo. Sabía que, si Siwon lo tiraba al suelo para poseerlo, no ofrecería resistencia.
—Lo que realmente querría es que desaparecieses de mi vida, pero has hecho que eso sea imposible.
—No necesariamente —dijo Siwon—. Voy a volver a Corea. ¿Te parece lo bastante lejos o prefieres que me vaya a Australia?
¿A Corea? Durante unos segundos, Heechul se sintió mareado. Siwon iba a marcharse. Se iba. No volvería a verlo.
—Por el momento, lo que me importa es lo que pase durante las próximas veinticuatro horas con el fin de que mis planes no se vengan abajo —Heechul respiró profundamente—. No tenía pensado ir a la inauguración de tu exposición, pero ahora no me queda más remedio. Además, tengo que fingir que estamos felizmente casados y no puedo hacerlo solo, necesito que tú cooperes.
—Heechul, querido, me sorprendes —dijo Siwon en tono burlón—. ¿Has venido a pedirme un favor? Estoy emocionado.
—Si no te hubieras puesto en contacto con mi abuelo, como te pedí, esto no sería necesario.
—No seas tonto —dijo él con repentina brusquedad—. Y no lo tomes por tonto a él también. ¿En serio crees que se conformaría con no ver nunca a tu marido?
Heechul se mordió los labios.
—Dime, ¿estás dispuesto a representar el papel de mi marido delante de mi abuelo? ¿Vas a ayudarme?
Siwon se encogió de hombros.
—¿Por qué no? Es sólo una tarde. Pero tú también tendrás que representar bien tu papel —Siwon lo miró fijamente—. Tendrás que dejar que te bese y te toque sin dar un salto. Y tendrás que vestirte con algo que te haga parecer un joven que espera que su marido lo desnude más tarde. ¿Entendido?
Sí, claro que lo entendía.
—Yo no tengo esa clase de ropa —respondió.
—Pues cómprala —contestó Siwon cortantemente—. Y ponte el anillo de bodas.
—Está bien —dijo Heechul en tono seco—. Entonces, te veré en la galería mañana por la tarde. Llegaré con mi abuelo.
—¿Tan pronto te vas? Qué desilusión.
—No te preocupes, estoy seguro de que pronto encontrarás consuelo.


—Joven Kim... perdone, señor Choi —dijo Henry Lau acercándose sonriente a él que, en compañía de su abuelo, estaba paseándose por la galería.
El dueño de la galería estrechó la mano de Kim Sooman y luego se volvió hacia él con expresión inquisitiva.
—Ahora que su marido no nos oye, permítame que le diga que está usted encantador.
Heechul se sonrojó por segunda vez; la primera había sido tras las muestras de aprobación de su abuelo respecto a su aspecto. Sin embargo, no sabía lo que Siwon pensaría de su atuendo, por el que había pagado más que por el resto de su guardarropa. ¿Y se fijaría en su nuevo corte?
En fin, ¿notaría lo mucho que se había esforzado por complacerlo... por última vez?
—Gracias —dijo mirando a su alrededor—. No esperaba que viniera tanta gente a la inauguración.
—Yo sí —dijo Henry con satisfacción—. Y está yendo muy bien, a pesar de las prisas de última hora; sobre todo, con el último cuadro. Pero ha valido la pena, aunque no esté a la venta.
Henry Lau hizo un gesto a un camarero para que se les acercara con una bandeja de bebidas. El señor Kim aceptó una copa de champán, pero Heechul optó por un vaso de zumo de naranja.
De repente, se vio rodeado por unos fuertes brazos.
—Jagiya. Querido —Siwon la estrechó contra sí y le besó el cuello—.Estás precioso.
Siwon dejó de apretarlo, permitiéndole volver a respirar. Luego, volviéndose a su abuelo, que sonreía, añadió:
—Es un honor, señor Kim.
—Y yo estoy encantado con tu éxito, hijo. Ya veo que tienes muchas pegatinas rojas de «vendido» en los cuadros. Al parecer, Heechul tenía razón respecto a eso de que tienes talento.
Siwon tomó su mano y se la llevó a los labios.
—Me alegro de que su fe en mí estuviera justificada. Y ahora, si nos lo permiten, quiero presentarle a mi esposo a unas personas.
—¿A quién quieres presentarme? —preguntó después de alejarse de su abuelo y del dueño de la galería.
—A nadie... todavía—dijo Siwon, tomándole la mano—. Pero quiero hablar contigo un momento. Tengo que explicarte algo de mí que debería haberte dicho antes de casarnos y que ya no puede esperar.
La mente de Heechul proyectó la imagen de un joven rubio con la mano en la mejilla de Siwon. Y dijo rápidamente:
—No es necesaria ninguna explicación. Ya sé todo lo que tengo que saber. Eres un hombre libre, pensé que eso había quedado muy claro.
—Nadie es completamente libre. Heechul...
—Disculpe, joven señor Choi —dijo Henry, reuniéndose con ellos—. Siwon, el crítico de arte del Daily Tribune quiere hablar contigo un momento, si no es inconveniente.
—No lo es —dijo Heechul rápidamente con una sonrisa—. Estaré viendo la exposición mientras tú hablas con el crítico, querido.
Siwon le soltó la mano con desgana y dijo con voz ronca:
—Enseguida vuelvo. Espérame aquí, por favor. Tenemos que hablar.
«Lo que quieres decir es que tú tienes que hablar y yo tengo que escuchar. Escuchar que me digas lo enamorado que estás», pensó Heechul mientras se detenía delante del cuadro más próximo, una vorágine de color, un asalto a los sentidos que parecía hacerse eco de la confusión emocional en la que estaba sumido.
—Es extraño lo diferentes que son algunos de sus cuadros,  ¿verdad? —Oyó decir a una mujer en compañía de un hombre que pasaban a su lado—. Este cuadro tan violento y, sin embargo, ese otro, el retrato, es casi poético.
Heechul encontró el cuadro casi al instante; era un lienzo de esplendorosa belleza. Siwon había reflejado a la perfección la belleza de su amante.
—Buenas tardes, señor Choi.
La voz del hombre le resultó vagamente familiar y, recuperando la compostura, se volvió lentamente.
—Ah, el señor Lee, ¿verdad? El abogado testigo en nuestra boda.
—Sí —dijo él mirando al cuadro—. Puede que no sea objetivo, pero ese cuadro me parece una obra maestra.
—Es maravilloso, sí—«pintado con amor»—. Pero es natural, es un gran pintor.
—Estoy completamente de acuerdo en eso —el abogado hizo una pausa—. Escuche, ¿le gustaría conocer a Donghae? Está ahí mismo. ¿Lo ve?
Sí, Heechul lo vio. El joven rubio estaba en el centro de un animado círculo de personas y todos parecían pasarlo bien.
A Heechul se le hizo un nudo en la garganta.
—No, gracias —dijo Heechul—. Creo que es ir demasiado lejos, a pesar de las circunstancias.
El rostro de Lee Hyukjae endureció.
—Como usted quiera —dijo el abogado fríamente—. Sé que no tuvimos un buen comienzo, me refiero a usted y a mí, pero esperaba que esta noche pudiéramos comportarnos sin animosidad.
—Créame que lo estoy intentando —respondió haciendo un esfuerzo—. Yo... espero que Siwon y Donghae sean muy felices.
Se hizo un extraño silencio, que el abogado interrumpió:
—Eso lo dudo. Según mi suegra, se peleaban como el perro y el gato cuando eran pequeños. Se comportaban más como hermanos que como primos, y aún siguen así. Me sorprende que Siwon haya logrado pintar el cuadro sin que se haya derramado una gota de sangre.
—¿Primos? —dijo Heechul con incredulidad. Él asintió.
—Sus madres eran hermanas. Siwon y Donghae pasaban mucho tiempo juntos mientras los padres de él se peleaban por su custodia. En fin, supongo que eso ya se lo ha contado.
Heechul sacudió la cabeza.
—No nos casamos por eso y usted debe saberlo.
—Bueno, pensé que quizá las cosas cambiaran —el abogado hizo una pausa—. En fin, Siwon me invitó a la fiesta de cumpleaños de Donghae, y así fue como nos conocimos. Y Siwon fue el padrino de nuestra boda. Pronto será nuestro tercer aniversario y Siwon le hizo ese retrato como regalo para los dos.
Lee Hyukjae lo miró irónicamente y añadió:
—Es evidente que usted lo vio en el estudio y malinterpretó la situación.
Heechul se mordió los labios.
—Me pareció que estaban muy... unidos —respondió a la defensiva.
—Y lo están. Es decir, cuando no intentan estrangularse el uno al otro —Lee Hyukjae sonrió—. La familia de mi esposo y de su primo es muy expresiva emocionalmente.
Lee Hyukjae lo miró y añadió:
—Y ahora que sabe que sólo son primos, ¿no quiere venir a saludar a mi esposo? Al fin y al cabo, es de la familia.
—No, no lo soy. Yo... he cometido un estúpido error y me avergüenzo de ello enormemente, pero eso no cambia las cosas. Siwon y yo no somos un matrimonio de verdad. Y ahora, si me disculpa...
Heechul se dio media vuelta y se alejó, luchando por mantener la compostura. A pesar de que había sido un perfecto idiota por imaginar una relación que no existía, aún estaba el hecho de que Siwon iba a volver a Corea y no tenía intención de volver.
El instinto le decía que si los celos habían sido una agonía, la soledad sería un infierno. Permitirse intimar más con él sería someterse luego a un mayor sufrimiento.
Estaba decidido a contener la angustia y el dolor que sentía y a borrar de su mente el peligroso recuerdo de Siwon.
De repente, oyó a Siwon llamándolo y se dio cuenta de que estaba avanzando hacia él. Al mismo tiempo, oyó la voz de un hombre hablando en tono imperioso, un tono parecido al que utilizaba su abuelo, aunque con acento extranjero.
Vio a Siwon detenerse, su expresión tensa. Lo vio mirarle y encogerse de hombros con gesto fatalista antes de volverse hacia el recién llegado.
Era un hombre alto el que avanzaba hacia ellos, guapo y elegantemente vestido, con las sienes canas. Otros dos hombres lo seguían a unos pasos de él.
—Siwon. Está bien, has ganado —el recién llegado hizo un gesto con la mano—. Reconozco tu triunfo, a pesar de que me haya destrozado el corazón. Pero mantendré mi palabra. Si tu vida es pintar, lo aceptaré.
Siwon se quedó donde estaba, sonriendo débilmente. Entonces, dijo con voz queda:
—Eres muy generoso, papá, pero estás equivocado. Nuestra apuesta estipulaba que debía lograr exhibir mis trabajos en el plazo de un año, pero a base de mi propio esfuerzo. No es ése el caso. El éxito de esta noche se lo debo, en parte, a mi esposo, a Heechul. Sin él no lo habría conseguido y habría perdido la apuesta. Por lo tanto, regresaré a Corea para ocupar mi puesto como tu heredero dentro de la empresa.
Entonces, Siwon se acercó a Heechul, le tomó la mano y lo guió hacia su padre.
—Heechul, te presento a mi padre, Choi Kangta. Papá, mi esposo.
—Así que mi hijo se ha casado con un inglés —dijo Choi Kangta con una sonrisa que no le llegó a los ojos mientras miraba a Heechul—. Perdona si parezco sorprendido.
Heechul se sentía mareado, atrapado en una pesadilla que no podría olvidar por la mañana.


Estaban en el despacho de Henry Lau. Estaba sentado, Siwon de pie, a sus espaldas con una mano en su hombro. Kim Sooman ocupaba otra silla, cerca de la puerta. Choi Kangta estaba  sentado detrás del escritorio, como un juez presidiendo un tribunal.
—¿Por qué no se me ha comunicado nada hasta ahora? —añadió Choi Kangta.
—Según la apuesta, no podía haber ningún contacto entre los dos hasta que se ganara o se perdiera —dijo Siwon con voz clara y concisa.
—Sin embargo, la boda de un Choi debería haber sido un motivo de celebración, no algo realizado en secreto y a toda prisa. A menos que... ¿Es eso lo que ha pasado, hijo? ¿Voy a ser abuelo? ¿Es por eso por lo que te has casado con él?
Heechul se dio cuenta de que su abuelo se ponía tenso en su  asiento.
Siwon le apretó el hombro.
—No, papá. Me enamoré de él y nos casamos. Eso es todo.
El señor Choi suspiró con enfado.
—Pero hijo, yo tenía planes para ti. Quería una buena boda con un joven coreano. Un joven que supiera llevar tu casa, comportarse con discreción y darte hijos sanos —Choi Kangta miró el delgado cuerpo de Heechul con aprensión—. ¿Sabe cocinar tu esposo?
—No —respondió Siwon con calma—. Pero como tengo un cocinero, eso no tiene importancia. Y deja de asustarlo, papá. Ya le está costando bastante aceptar que no soy el pobre artista que creía que era.
—¿Quieres decir que no sabía que eras rico? Eso es imposible — comentó el padre de Siwon.
—No sólo eso, sino que me ha ayudado económicamente —contestó Siwon— Lo encontré muy refrescante.
—¿Y usted, señor, tampoco lo sabía? —preguntó el señor Choi a Kim Sooman.
—Sólo sabía que Siwon no era lo que parecía —contestó el abuelo de Heechul tranquilamente.
Se hizo un tenso silencio. Después, Choi Kangta suspiró.
—En fin, ya está hecho. Supongo que debo aceptarlo.
—Gracias —dijo Heechul con voz temblorosa—. Y ahora que ya ha terminado el examen, me gustaría ir a casa.
—Sí, claro —su suegro inclinó la cabeza—. Siwon, lleva a tu esposo al hotel. Y cuando llegues, haz que me envíen un coche para recogerme. Entretanto, charlaré con el señor Kim.
—¿Al hotel? —dijo Heechul sin comprender—. ¿Qué hotel? No lo comprendo. Yo quiero ir a mi casa.
De nuevo, sintió la mano de Siwon apretándole el hombro.
—Querido Heechul, ¿qué clase de tontería es ésa? —Dijo su abuelo con frío reproche—. Pareces haber olvidado que tu sitio está al lado de tu marido. Es natural que él y su padre tengan que hablar más tarde; por lo tanto, el hotel es el lugar más apropiado para hacerlo. Y ahora, márchense. Te veré mañana.
Heechul se puso en pie mientras buscaba una excusa con desesperación.
—Yo...  no  puedo  ir  a  un  hotel  —Heechul  se  señaló su ropa—.Necesito ropa para mañana. No tengo el cepillo de dientes ni mi pijama...
Kangta sonrió burlonamente.
—Tu esposo parece muy modesto, Siwon —entonces, miró a Heechul— El MaSi Palace te proporcionará todo lo que necesites, hijo.
El MaSi Palace, pensó Heechul.
—Dios mío, es suyo —entonces, Heechul se volvió a Siwon—. Por eso es por lo que nos sirvieron a toda prisa, ¿verdad? Te reconocieron.
—¿Has visitado mi hotel? —preguntó Kangta arqueando las cejas.
—Por pura coincidencia, parte de nuestro cortejo tuvo lugar allí —dijo Siwon con voz suave—. Pero sólo en el comedor. Heechul aún no conoce las habitaciones.
Siwon y él salieron del despacho. En la calle, un coche oscuro y lujoso con un chófer uniformado los estaba esperando.



3 comentarios:

  1. Ya decia yo que Siwon no era cualquier chicle pegado en la pared. Tan bello mi Hee sintiendo celos por Hae ^_^.
    Gracias por el cap y espero el siguiente para ver que pasara con nuestra pareja estrella ahora que Siwon regresa a Corea

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  2. Esto se pone mejor en cada cap.
    Esa conversacion de padre +abuelo seria interesante de escuchar

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  3. Al menos Hee ya sabe que el rubio es esposo del abogado y ademàs primo de su esposo.
    Ya estaba al borde solo de pensar que Siwon se iba con Hae a corea,que buen atino del abogado al acercarse y hablarle,al menos así le despejo los celos.
    Oooohhhh,por eso regresa a corea...aún así a Hee ne le gusta que se vaya aunque no lo acepte.
    Ahora el sorprendido es Hee....Siwon es heredero,y parece que el padre tiene ideas en mente ya que Siwon perdio la apuesta.
    Uuuyyy....el padre y abuelo se quedan a platicar.

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...