My Cowboy- Capítulo 1


Estaba desesperado. El corazón le latía en la garganta y tenia las palmas de las manos sudorosas. Ojala tuviera otra opción, pero el tiempo se estaba agotando y no había mas que una solución.

Kim Donghae suspiró apoyado contra la pared del granero. Se sentía como si tuviera una furiosa estampida en el estomago, y cerro los ojos para contar lentamente hasta diez, intentando tranquilizarse. El olor a heno y a caballos le recordó la razón por la que estaba allí y le ayudo a no dar media vuelta y salir corriendo. En una de las casillas que quedaban a sus espaldas, una yegua relincho sacando la cabeza por encima de la puerta en busca de una caricia y con una sonrisa Donghae le rasco la nariz.
Fuera del granero, solo a unos metros de distancia, estaba la posible solución de todos los problemas Lee Hyukjae.
Volvió a cerrar los ojos para intentar encontrar otro posible arreglo, alguna posibilidad que hubiera pasado por alto, lo que fuera… pero no había nada en lo que no hubiera pensado ya, nada que ya no hubiese intentado hacer. Aquel paso, por drástico y arriesgado que fuese era su última esperanza.



Una brisa cálida entró por la puerta abierta del establo llevándole el sonido del motor lejano de un tractor, el ladrido de un perro, la voz del hombre… una voz tan dulce, tan suave que apenas era audible. Sin abrir los ojos, intento escuchar. La voz era tranquila, profunda y grave, precisamente lo que a él le hacia falta.

-a que te gusta, eh?-susurraba la voz masculina- ven preciosa que no voy a hacerte daño. No hay porque tener miedo.

La voz calmo los nervios de Donghae casi como si fuese una caricia.

-eso es cariño. No voy a hacerte daño-seguía diciendo.

Donghae echo hacia atrás la cabeza y se dejo llevar por la voz. Se imagino un viento cálido y unas nubes blancas y regordetas. Música lenta y noches de verano.
Dios en que estaba pensando? Repaso una vez más el discurso que tan cuidadosamente había preparado, cuando se sintió mas tranquilo irguió la espalda y salió hasta la puerta del granero.
Unos metros más allá dentro de una pista rodeada con madera estaba el hombre al que había ido a buscar. Estaba de espalda a él, sujetando por la cabeza a una yegua de castaña. Donghae sabia muy bien que no podía interrumpir por lo que se puso a un lado donde él no lo viera y se dedico a observar.
Así que aquel era Lee Hyujae, pensó Donghae estudiándolo con atención, delgado alto, seguramente alrededor del metro setenta y cuatro con hombros anchos. Llevaba camisa y jeans azules. Una sensación extraña, dulce y cálida se centro en su estomago.



-Hyukjae- el grito lo sorprendió y vio a un hombre de pelo gris acercase-te dije que quería que esa potra llevase una silla para la final de semana y ni siquiera estas a la mitad del trabajo. Asustada la potra echo a correr

-Hong –contesto en tono rígido- si quieres conseguir un buen caballo a largo plazo se necesita cierto tiempo.

-un tiempo que tu no tienes-grito Hong-esa potra no me vale nada tal y como esta, o la haces cabalgar o la llevo al rancho Gangwon con Suk. El sabe como conseguir resultados rápidos y eso es lo que necesito.

Las facciones de Hyukjae se volvieron de piedra al oír el nombre del rancho
- si se utiliza el látigo con ella perderá todo su brío y en unos años no le servirá a nadie.

-me importa un comino lo que pase en unos años, me importa es vender ese caballo ahora, no puedo dar de comer a un animal o a un hombre que no se gane lo que se come, piensa en eso Lee.

Donghae vio como Hyukjae apretaba los puños y como un músculo en la mandíbula le temblaba. Al verlo ir en su camino se metió rápidamente al granero, sabia que al orgullo de un hombre no le gustaría saber que alguien extraño hubiese presenciado una discusión donde él había quedado mal parado.
Entró al granero maldiciendo y estaba a unos metros de él cuando lo llamo

-señor Lee

El se dio vuelta como quien esperase enfrentarse con un toro.

-que

Donghae se quedo sin voz. Simplemente se quedo en el sitio. La expresión de él se suavizó al darse cuenta que le había gritado a un inocente espectador.

-lo siento-murmuro y suspiro-puedo ayudarle?

Era la primera vez que le veía la cara. Tenia los ojos marrones y aun le echaban chispas por la discusión, Donghae sintió un poco de temor

-no yo… bueno, si-balbució y dio un paso hacia delante-puede que si-dijo al final.
El lo miro con curiosidad

-es que hay varias posibilidades?- Le preguntó

Donghae se maldijo por el rojo que iba a subir hasta sus mejillas y ya avanzaba por el cuello

-lo que quería decir es que espero que si -Hyukjae se acerco a é y lo miro rápidamente de arriba abajo

-bueno, bueno…-contesto en tono jocoso-yo también espero poder ayudarte.

Donghae se quedo inmóvil. Llevaba tiempo suficiente tratando con vaqueros para reconocer una tentativa para ligar y también llevaba tratando con ellos lo bastante como para contarlos.

-Sr. Lee- dijo irguiéndose- tengo una propuesta de negocios que hacerle.

El arqueo una ceja

-ah si? Y que clase de proposición es esa?

Inmediatamente lamento la elección de sus palabras es mas lamento estar allí, pero ya no podía echarse a atrás, todo aquel discurso preparado se le olvido, solo pudo recordar la ultima frase

-Señor Lee quiero que se case conmigo.

Hyukjae se quedo mirando a aquella persona. Seguramente había oído mal y mentalmente repitió sus palabras. No había oído mal, lo había dicho tan claro como el agua.”quiero que se case conmigo”. Era una broma, la verdad que una bastante buena.
Debía ser el regalo de cumpleaños por adelantado de Junsu y Yunho . Miró entonces a su alrededor esperando ver saltar a aquellos dos para reírse de él, al parecer el establo estaba vacío. Entonces volvió a mirar a la persona que tenia enfrente y reparo en lo decidida que parecía su expresión y en el brillo de sus ojos de un intenso negro. Desde luego era una cosita preciosa. Así que iba seguirle la broma.

-pues claro que me casare contigo cariño-contesto acercándose a él.

Lo dijo en voz alta imaginando que los chicos debían estar escondidos en alguna parte. Levaba unos jeans ajustados a sus piernas largas y delgadas y una camisa de cuadros abierta en los primeros botones que dejaba al descubierto su piel blanca. Aquella broma iba mejor a cada minuto.

Con los ojos abiertos él retrocedió hasta que pego su espalda contra la pared y Hyukjae apoyando una mano a cada lado se inclino hacia delante. Olía delicioso, de pronto se lo imaginó con sus piernas rodeándole la cintura. Su cuerpo respondió inmediatamente a esa imagen.

-es más podríamos comenzar la luna de miel ahora mismo- y acercando su boca a escasos centímetro a la de él susurro- incluso podríamos hacer el amor sobre este montón de heno fresco. Que te parece?

Donghae estaba tan aturdido que no era capaz de moverse, si lo hacía su cuerpo rozaría con el de él. No lo había tocado pero era como si lo hubiera hecho, el pulso le golpeaba en las sienes, incluso tuvo la sensación de estar tumbado boca-arriba desnudo.
Fue esa imagen la que lo devolvió a la realidad. No sabia en que momento había perdido en control, pero aquella situación se había salido de madre.

-Sr. Lee- , le empujo poniendo las manos en su pecho duro como una roca. Pero el no se movió- Sr. Lee -repitió con mas decisión- por favor.

El quedo inmóvil con una expresión en sus ojos marrones: deseo. Donghae se irguió y retrocedió un paso.

-yo… lo …siento, debería habérselo explicado primero. Es …que.. me ha puesto un poco nervioso.

-es que no ha sido Junsu quien te ha mandado

- Junsu? yo no conozco a ningún Junsu y nadie me ha mandado.

-es que no es por lo de mi cumpleaños?- parecía desilusionado-no vas a empezar a hacerme un streptease?

-que? NO nadie me ha contratado para ello. Lo que le he dicho era enserio. Quiero que se case conmigo.

El siguió mirándolo sin decir ni una palabra, evidentemente demasiado desconcertado para encontrar que decir.

-por favor….deje que se lo explique.

El se apoyo contra la pared y cruzo los brazos.

-soy todo oídos

Y todo hombre, se dijo sin poder evitarlo

-soy consiente de lo ridículo que debo parecerle, pero si no me caso pronto, me veré forzado a vender mi propiedad.

La expresión de Hyukjae era de escepticismo.

-no sabia que existía una ley que diga que una persona tiene que estar casada para no perder su propiedad.

Estaba claro que seguía sin creerle, una rabia dirigida hacia él, hacia si mismo y hacia aquella situación le recorrió de arriba abajo.

-estoy hablándole completamente en serio, señor Lee- la decisión de su tono de voz lo sorprendió-y le aseguro que valdría la pena.

Lee se lo quedo mirando un instante. Tenia las mejilla ruborizadas y los ojos brillaban con determinación

- no me cabe la menor duda que estar casado con usted merecería la pena.

-yo no formo parte del trato, Sr. Lee. Solo quiero casarme para recuperar el control de mi rancho, y luego cuando haya pasado un año divorciarme y que cada uno coja por su cuenta. Lo que usted ganaría seria un lugar donde trabajar durante un año sin un imbécil que le diga como hacerlo.

Hyukjae apretó los dientes: así que había presenciado la discusión con Hong. Había tenido que hacer un esfuerzo sobrehumano para no darle un puñetazo y dejarlo todo tirado en el suelo.

-y le cederé mil acres de terreno en Abilene que mi esposo me dejo en su testamento-añadió él- yo no los uso y si usted esta interesado, podría montar allí su propio rancho. Y si no siempre podría vender la tierra

Mil acres? sintió como si le hubiesen dado una patada en el estomago. Que si estaba interesado? Aquel hombre se había ganado su atención.

-que quiere decir con lo de recuperar el control de su rancho?

Donghae fijo su mirada en el animal detrás de el.

-hace 2 años-empezó a explicarle-mi esposo Kibum, murió en un accidente de avión. Había una cláusula en su testamento por la que el control de todos sus negocios y propiedades, incluido el rancho, se quedaban a cargo de su hermano Shingho hasta que yo volviese a casarme.

Hyukjae arqueo las cejas.

-y porque hizo tal cosa?

-eso no es asunto suyo.

Hyukjae se parto de la pared.

-acaba de pedirme que me case con usted y ahora me dice que no es asunto mío la razón por la que lo ha hecho?-se echo a reír con sarcasmo- ha sido un placer conocerlo-dijo y dio media vuelta para marcharse.

-espere- lo llamo él- tenia razón. Tenía el derecho a preguntar. Lo que pasa es que resulta tan………….humillante explicárselo

Cerró los ojos y suspiro

-Kibum era un hombre al que le gustaba tomar decisiones-empezó-y no solo por el, sino por todo el mundo que estaba a su alrededor. Sobre todo por mi, pero nunca se le ocurrió pensar que yo era capaz de tomar mis propias decisiones. Creía que tenía que protegerme. Que ocuparse de mí. Jamás había soñado con que yo me replantease la posibilidad de llevar el rancho.

- El Mokpo - todo el mundo había oído hablar del Rancho Mokpo a muchos kilómetros a la redonda.

-he oído hablar de su esposo, si la memoria no me falla era uno de los magnates del petróleo que había comprado el rancho como regalo a su esposo.

Donghae negó con la cabeza

-esa fue la historia que le contó a los periodistas, pero la verdad es que el rancho era propiedad de una empresa que él había comprado. Su intención siempre fue venderlo.

Donghae camino hacia la puerta del establo, al llegar se volvió hacia Hyukjae

-toda mi vida me la he pasado de un sitio a otro siguiendo a mis padre. No me di cuenta antes de casarme que seria igual con Kibum. En cuanto puse el pie en Mokpo unos meses antes del accidente, me enamoré del lugar, tuve la sensación de llegar a un hogar. Pero Kibum no le parecía y tuve que conformarme con ir solo unos fines de semanas cuando él quería echarle un vistazo a su inversión.

“Shingho quedó pasmado cuando le dije que me quería quedar con el rancho después de la muerte de Kibum, e insistió en ponerlo en venta, pero como para hacerlo necesita mi firma, tenemos una batalla constante por ello”.

-llevar un rancho no es tarea fácil para una persona inexperta- dijo Hyukjae.

Donghae se echo a reír

-sobre todo para uno mimado de ciudad. eh?. Créeme, he oído eso tantas veces que me he vuelto algo testarudo.

- esta intentando decirme que esta dispuesto a casarse con un desconocido con tal de deshacerse de su cuñado.

Donghae se puso rojo como tomate pero lo miro fijamente

- Shingho ha intentado llevar el rancho en los 2 últimos años pero lo está llevando a la ruina, saboteando todo el esfuerzo que hacemos para mantenerlo en pie. Ese rancho le ha dado un sentido a mi vida, por primera vez siento la responsabilidad, una necesidad de trabajar en algo, no sabría como explicarle pero lo que si puedo decirle es que es la única cosa en mi vida y quizás la primera, que me ha hecho comprender el sentido de la palabra compromiso.

Había algo en él que le empujo a creer en su historia. Aun así era difícil de comprender porque una persona como él podría querer vivir una vida tan dura.

-y su familia? Porque no acude a ellos para que lo ayuden?

Sus ojos se volvieron fríos como el hielo

-mi padre dice que cuando este dispuesto a recuperar el sentido común y vender, estará encantado de dejarme ir con el y mi madre. Hasta entonces estoy solo. Lo que él no entiende es que precisamente no quiero depender de el.

Hyukjae se lo quedó mirando sin decir nada. No podía comprender.

-si me permite que se lo diga no me parece usted una persona que pueda tener muchas dificultades en llamar la atención tanto de hombres como mujeres: yo diría que hasta tenga a alguno peleándose por usted. Porque acudir a un extraño para hacerle esta propuesta?

-puede que este desesperado pero también he sido practico. He contratado a un investigador para que me confeccionara una lista con los mejores en su campo

-es decir que no soy el único?

-no, tengo otros candidatos pero usted es el primero de la lista. Créame lo he pensado mucho y he concluido que es la única salida que tengo.

Un año durante el cual seria su propio jefe, y después la oportunidad de tener su propio rancho. Pero no, aunque fuese solo durante un año el matrimonio seguía siendo el matrimonio. Entonces miro a su acompañante y sintió como su cuerpo reaccionaba a su presencia. Si él estuviese incluido en el trato….

-Sr Kim… estoy seguro que después voy a arrepentirme un montón de veces pero es que no soy de la clase de hombres que se casan. Le agradezco la proposición, pero me temo que tengo que rechazarla- finalizó con una sonrisa.

El quedo allí de pie mirándolo a los ojos.

-lo entiendo perfectamente, sr gracias por su tiempo- y al tiempo sacaba una tarjeta de presentación y añadió- si cambia de opinión y cree que podemos hablar mas de este asunto, estaré aquí…. Hasta que lo haya solucionado.

Lo que quería decir es que iba a quedarse hasta encontrar un esposo. Cuando lo vio salir, pensar que le haría la misma proposición a otros no le causó la más mínima gracia.

- Sr Kim- lo llamo desde la puerta del granero- cual es su nombre....su nombre de pila?

-Donghae- contesto y se monto a la camioneta.



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