Marcado IV -17



No vi a Sungmin por el resto de la semana. La tienda cerró con los principios del negocio de primavera, Jjong pescó un resfriado y estuvo fuera por un par de días, y la condición de Shindong se estuvo deteriorando rápidamente.
Se puso tan mal al final de la semana que quería moverlo de nuevo al hospital, pero se negó a ir. No podía retener nada y su enfermera hablaba acerca de una sonda de alimentación. Fue estresante, me sentía como si estuviera caminando sobre un lago que estaba congelado y yo estaba esperando a caer debido a mi peso.
En algún momento durante la semana, mientras veía como se ponía más y más enfermo delante de mis ojos, mi cerebro comenzó automáticamente a cambiar de Shindong a papá en mi cabeza. Era mi papá que estaba muriendo, mi papá que estaba tratando de hacerse el valiente frente a mí, mi papá que me miraba con tristes y bígaros ojos, porque sabía que nuestro tiempo juntos se hacía más y más corto.
No quería que nadie lo viera así. Todo el grupo trató de venir, pero Shindong no estaba a la altura. Tuve que posponer los planes que tenía con Sungmin en la noche del sábado, lo que me fastidió, pero estaba donde tenía que estar. Cuando alguien llamó a la puerta un par de horas más tarde, casi me desmayo cuando la abrí y vi que era él. No me preguntó si podía entrar, me entregó una especie de bebida de proteína y me dijo que viera si Shindong podía tomarla. Me dijo que le había pedido al personal de oncología una solución que pudiera contener a la sonda de alimentación por un tiempo más largo.
Todo lo que podía hacer era mirarlo. Gratitud y algo más fuerte me recorrió. Él se acercó y me envolvió en un abrazo que por solo una fracción de segundo me hizo sentir mejor. Me dio un beso rápido en la boca y me dijo que mientras yo estaba cuidando de Shindong no me olvidara de cuidar de mí mismo.
Estaba exhausto y emocionalmente agotado, pero apenas esa pequeña visita de cinco minutos, esa manera sencilla que tenía de estar en sintonía con lo que otras personas estaban pasando, llegó muy dentro de mí y no lo dejé ir.
Era todo lo que siempre había querido, siempre necesitado. ¿Cómo no amarlo? Era imposible no enamorarse de él.
Le devolví el beso un centenar de veces más fuerte de lo que intentaba, pero quería que sintiera todas las cosas que sabía que iba a descartar si trataba de decírselas. Me dijo que lo llamara el fin de semana si conseguía un minuto libre, y lo dejé llevarse mi Corazón con él.
Cuando volví a entrar y le ofrecí a Shindong el brebaje que Sungmin había traído, él solo me miró con un brillo de reconocimiento en sus ojos sobre la parte superior de la máscara de oxígeno.
Me dejé caer en el sillón que había movido al lado de su cama. No estaba dispuesto a hablar de ello. Especialmente cuando sabía que Sungmin correría hacia otro lado si trataba de decirle cómo me sentía. No ser amado de nuevo era algo que me había perseguido toda mi infancia. No sabía si sería capaz de manejar la situación viniendo de él.
Me quedé con Shindong durante todo el fin de semana. El batido de Sungmin fue mágico, así que me envió la lista de ingredientes y me abasteció de suministros por lo que sería capaz de hacer el batido cada vez que lo necesitara. Shindong durmió casi todo el día sábado y estaba pensando en ir a trabajar y tratar de ponerme al día mientras él estaba fuera, cuando Heechul se presentó en el condominio.
No quería que tuviera que verlo así, sintiera pena por él, pero solo utilizó su pequeño cuerpo para empujar más allá de mí y me dijo que me perdiera. Shindong era tan importante para él como lo era para mí, y Siwon estaba en casa con el bebé hasta más tarde esa noche. Me dijo en términos inequívocos que todavía tenía una vida que vivir, y sin contemplaciones me echó del condominio de mi papá.
Quería estar irritado con él. Alguien tan pequeño no debería ser tan mandon e inamovible, pero tenía que admitir que necesitaba el espacio para conseguir un respiro.
Fui a la tienda y me abrí paso entre una semana de papeleo que había acumulado. Arreglé todas las citas que había cancelado a lo largo de las  últimas semanas. Cuando llegó el momento de cerrar la tienda de abajo, Hyukjae  quería que yo fuera al bar donde Donghae y Zhoumi trabajaban y tomara la cena.
Por mucho que me gustaba salir con Hyukjae , me perdería de Sungmin y de pasar   más tiempo con él, así que como habíamos quedado lo llamé.
—¡Hola! —estaba gritando en el teléfono para hacerse oír por encima de la risa chirriante e infantil al fondo.
—Oye. Heechul está con Shindong, así que tengo la noche libre. Tenía la esperanza de que no tuvieras que trabajar y pudiéramos pasar el rato.
—Espera un segundo —murmuró y oí más gritos mientras encontró un lugar más tranquilo para hablar conmigo—. Lo siento, Sungjin tuvo que ir al hospital y me pidió cuidar a los niños. Estaba teniendo contracciones, y se asustó. No sé cuánto tiempo le tomará.
Eso era una especie de rollo ya que tenía muchas ganas de pasar tiempo con él, y no sabía cuándo sería la próxima oportunidad que consiguiera.
—Espero que esté bien.
—Estará bien. ¿Quieres venir aquí? Les voy a hacer queso a la parrilla para la cena y luego pondré Buscando a Nemo y espero que ellos se duerman.
Nunca había estado cerca de niños, pero caminaría descalzo por la lava, si eso es lo que tenía que hacer para pasar tiempo con él, así que ¿por qué no?
—Claro. Dame la dirección.
Cuando llamé a la puerta principal, Sungmin la abrió viéndose despeinado y desaliñado de una manera muy agradable. Tenía una niña pequeña en la cadera y una niña un poco mayor que miraba a escondidas hacia mí desde detrás de sus rodillas. Me sonrió.
—Estoy feliz de verte. —Bueno, malditamente caliente, esa era la mejor noticia que había oído recientemente. Me presentó a los niños.  Lo seguí hasta la casa.
—Tu hermano no se ve lo suficientemente mayor como para tener a todos estos niños.
Él resopló y me guio hasta la cocina, donde el aroma de sopa de tomate me hizo agua la boca.
—Él comenzó joven y no tiene planes de detenerse. El y su marido, Jungjin, siempre han querido una gran familia.
Miró a la estufa, y luego a mí, y dejó caer sin ceremonias a la niña con los ojos abiertos a mis brazos. Nos miramos el uno al otro durante un buen rato, la bebé decidiendo si ella esperaba gritarme y yo tratando de decidir cómo sostenerla mejor sin aplastarla.
La otra niñita, que era probable que solo tuviera cuatro o cinco años, se acercó y se paró frente a mi rodilla mirándome. Sungmin le sonrió.
—Ese es Kyuhyun un amigo del tío. Dile hola.
La niña no me dijo nada, así que le sonreí y contuve una palabrota cuando la bebé puso su mano en la perforación y le dio un tirón. Me hizo lagrimear, pero la tenía riendo tan fuerte que no podía estar enojado con ella.
Todos comimos la cena, y cuando todo el mundo había acabado, le dije a Sungmin que fuera a acomodar a todos mientras yo limpiaba la cocina. Al terminar los niños mayores se estrellaron en el suelo y Sungmin y yo tomamos lugares en el sofá con las dos niñas entre nosotros.
No tenía intención de quedarme, quería haberme ido antes de que el hermano de Sungmin llegara a casa, pero después de los primeros cinco minutos de la película, una de las niñas dormía con la cabeza apoyada en mi brazo. La pequeñita, se había metido en mi regazo, acurrucada como una gatita, y le dijo adiós a la luz.
No quería molestar a ninguna de las dos, así que solo nos acomodamos y vimos al pez tratar de encontrar su camino a casa. La manera en que el padre de Nemo nunca se rindió, nunca perdió la esperanza, me hizo correr paralelismos con mi propia vida a través de mi mente y me tuvo pensando en Shindong.
Cuando miré a Sungmin me miraba con ojos amplios y había un rubor de color rosa brillante en sus mejillas.
—¿Qué?
Él solo dio a su cabeza una pequeña sacudida y se volteó hacia la película.
—Tú solo siempre me sorprendes.
Solté un suspiro, ya que estaba atado a mi última revelación acerca de esta relación y él.
—La persona de la que deberías estar sorprendido eres tú, Sungmin. Confía en mí, la persona que eres es notable y excepcional. Si simpatizas con ella, toda tu vida va a  cambiar.
Él solo me miró como si no tuviera idea de lo que estaba diciendo, pero me sentí mejor después de haberlo dicho. Lo amaría incondicionalmente si me dejara, pero con el fin de hacerlo, primero tenía que hacerle amarse a sí mismo por completo.


Ya era difícil mantener en secreto todo lo que Kyuhyun desató en mí, pero viendo a un tipo tatuado, duro y grande sostener a una niña como si fuera algo frágil y   precioso, ¿cómo infiernos se supone que mantendré mi Corazón cerrado a eso?
Cuando Sungjin y Jungjin regresaron a casa, todos los niños habían sido puestos en la cama y Kyuhyun estaba dirigiéndose fuera de la puerta. No se me perdió la mirada que mi hermano me dio cuando dijo adiós.
Estaba cansado y se suponía que lo tomaría con calma, lo cual es la única razón por la que escapé de su regaño, estoy seguro. A la mañana siguiente, mientras estaba en el trabajo, me dejó un mensaje de voz de ininterrumpidos veinte minutos acerca de cómo tenía ahora dos chicos que insistían en hacerse tatuajes de cráneos cuando fueran lo suficientemente mayores.
No debería haber pensado que era divertido, pero realmente lo pensé. Quería tratar de tomar la preocupación de Sungjin en mi Corazón. Sabía que estaba preocupado por mí, preocupado por lo que sucedería si Kyuhyun me lastimaba de nuevo, pero algo de lo que me dijo la noche anterior se había quedado conmigo.
Había una parte de mí que nunca podría creer que él me veía de la forma en que lo hacía. Nunca me reconocí a mí mismo como una criatura hermosa y deseable, y por lo tanto nunca tuve el valor de enfrentarlo cuando me dijo esas cosas.
Era confiable en el trabajo, sabía lo que estaba haciendo y era lo que siempre había tenido intención de hacer, incluso aunque me miraba como si fuera el principio y fin de todo, solo no podía encontrar la convicción de que la idea de que Cho Kyuhyun se sentía de esa manera por mí.
Aun no tenía la confianza suficiente para estar seguro en cualquiera de las otras áreas de mi vida. No era justo para Kyuhyun que yo fuera un manojo de nervios esperando que demostrara que no era más que un chico típico y eventualmente caería en el denominador común más bajo, cuando todo lo que estaba haciendo era usar mi miedo y debilidades para mantener todas las partes de mí que nunca habían dejado de amarlo bajo control y no estaba permitiendo a lo que había entre nosotros, ahora, crecer y florecer.
Sabía que Shindong estaba empeorando, ese final estaba en el horizonte, y Kyuhyun casi siempre se encontraba a su lado. Estaba tratando de mantenerse por arriba de las cosas en el trabajo y todo lo demás, pero estaba perdiendo peso, y cada vez que me las arreglé para verlo, tenía sombras en su rostro y su fuerte mandíbula estaba más que a menudo desaliñada y sin afeitarse.
No pasaba más la noche, no más citas divertidas que me hacían reír, y la única vez que nos las arreglamos para follar fue un rapidito durante el almuerzo aquí y allá, lo cual se sentía bien y aunque consiguió el trabajo hecho carecía de toda la intensidad y emoción detrás del sexo que estaba acostumbrado a tener con él.
Me dirigía afuera después de mi turno cuando Sunny me pidió que pasara por su oficina. Habíamos estado demasiado ocupados últimamente para tener algún tiempo real para charlar. Extrañaba su actitud positiva y la manera en que siempre trataba de alentarme. Le sonreí y me senté frente a su desordenado escritorio.
—¿Vas a intentar ponerme al día con comentarios con otro doctor?
Sunny puso sus ojos oscuros hacia mí y me dio una sonrisa enorme.
—No. Creo que tu gusto corre un poco más colorido que la mayoría de los doctores que recorren estos   pasillos.
Era verdad. Quiero decir que había algunos doctores caballerosos tatuados debajo de sus batas, pero nada podía compararse a ese dragón que estaba tratando muy duro para mantener a Kyuhyun seguro.
—Probablemente tienes razón. ¿Qué pasa? Nunca me pides hablar en tu oficina. Usualmente solo me tiendes una emboscada en el pasillo.
Aún estaba sonriendo mientras se echaba hacia atrás en su silla.
—Bueno, esta es una conversación más oficial que acosarte sobre tu vida amorosa.
Fruncí el ceño y de inmediato comencé a correr a través de cualquier cosa que pude haber hecho mal en las últimas semanas. Había estado distraído por los acontecimientos en mi vida personal, lo cual no era como yo.
—¿Qué hice?
Sacudió su cabeza de lado a lado y chasqueó su lengua hacia mí.
—Ahora, ¿por qué automáticamente pensarías lo peor? Eres un enfermero increíble, te lo digo todo el tiempo. ¿Cómo puedes pensar que te arrastraría aquí y te regañaría por hacer algo mal? Creo que eso es un insulto para ambos.
Tragué saliva y las palabras de Kyuhyun en cierto modo me empujaban desde anoche.
—Lo siento. Es solo un hábito.
—Uno que deberías romper. Escucha, Sungmin, Heidi se está transfiriendo a otra ciudad porque su esposo consiguió un nuevo trabajo. Quiero que tomes el control como supervisor. Sé que estás pensando acerca de la escuela a largo tiempo, pero esta es una gran oportunidad para avanzar en el departamento en el que ya estás. Sungmin, di que sí. Esto se veía venir.
—¿Hablas en serio? —Estaba aturdido.
—Bueno, tenemos que hacer una verdadera entrevista con la directora de enfermería, pero sabe que eres la persona que quiero para el puesto.
Mi Corazón palpitaba a un ritmo rápido y quería hacer un pequeño baile en mi silla.
—Eso es tan emocionante. Muchas gracias.
—Nadie más se lo merece.
Me puse de pie, caminé alrededor del escritorio, y me incliné para darle un abrazo. De verdad me lo merecía, solo como quizás, posiblemente, me merecía una oportunidad de hacer esta cosa con Kyuhyun de ser una cosa para siempre.
Fue la primera persona a la que llamé cuando salí del hospital, pero no contestó, la llamada fue directo al correo de voz, lo cual hizo que parte de la emoción que burbujeaba bajo mi piel bajará un poco.
Decidí que no lastimaría nada pasar por su edificio para ver si estaba en casa. Quería que me alzara en brazos y me diera un beso grande y descuidado y me contara como de feliz estaba por mí. Era sorprendente como de mal quería eso.
Encendí la radio y me dirigí al edificio. La temperatura estaba bajando, pero por el momento me precipité hacia la puerta, pasando el Charger en su lugar designado sobre el camino, estaba empapado por la lluvia y mis dientes castañeaban. Aun no estaba realmente lo suficientemente caliente para contrarrestar estar húmedo y chorreando. Me detuve frente a su puerta y golpee.
Estaba tratando de peinar con mis dedos a través de mi cabello mojado y enredado cuando la puerta se abrió... y mi mundo entero se vino abajo. Mi Corazón se detuvo. Mi sangre se espesó y enfrió, y estaba desconcertado en una dirección que tenía mis esperanzas y sueños rompiéndose por la mitad por segunda vez en mi vida en las manos de este hombre hermoso.
Leeteuk estaba parado al otro lado de la puerta de Kyuhyun mirándome con la misma expresión de asombro que estoy seguro de que tenía en mi cara. Creo que podría haberlo manejado estar en el apartamento de Kyuhyun… después de todo, había dejado claro que no se encontraba interesado en él de esa manera. Lo que absolutamente no podía manejar, lo que tenía mi Corazón roto en pedazos lo suficientemente afilados que podía sentirlos apuñalándome, era el hecho de que vestía una toalla y nada más.
—Sungmin...
Levanté una mano y jadeé cuando Kyuhyun vino caminando alrededor de la esquina donde estaba su habitación, también vestido con nada, excepto una toalla de color roja alrededor de su delgada cintura.
—¿Escuché a alguien golpeando?
Estaba frotando otra toalla sobre su cabeza y la escena era tan íntima, tan devastadora, pensé que quizás me iba a desmayar. En realidad, tuve que colocar una mano en el marco de la puerta para evitar que mis piernas se doblaran debajo de mí. Cuando sacó la toalla de su cabeza oscura, sus ojos  fijos en los míos. Esperaba culpa, o vergüenza, pero sus ojos solo brillaban ante mí.
—Uh... —Leeteuk se veía como que iba a agarrarme, así que me empuje hacia atrás antes de que me pudiera tocar.
—¿Esto es lo que le haces a tus amigos? —Mi dolor, mi incredulidad, mi rabia se revolvía en mi estómago mientras amargadamente lanzaba las palabras más odiosas que podría pensar de él—. Supongo que la manzana no cae lejos del árbol.
Quería darle un puñetazo en su garganta, pero lo que quería más que eso era ir atrás en el tiempo y nunca, nunca dejar que Cho Kyuhyun regresara a mi vida. Si pensaba que me había lastimado antes, observándolo besar a la adolescente Kim Saeun no era nada ante la idea de él acurrucándose con el sexy y perfecto Leeteuk.
Esto no era una bofetada en la cara o una herida de traición. Esto era él demostrándome que estaba en lo cierto y nunca, nunca, podrías confiar en los chicos con un jovencito bonito. Este era yo habiéndolo sabido todo el tiempo.
Giré sobre mis talones y estaba de vuelta en la lluvia, de vuelta ante el jetta, cuando una fuerte mano me agarró arriba del codo y me hizo girar. Todavía estaba en una toalla, la lluvia corriendo por encima de su cabeza rapada y bajando por las líneas de su frente fruncida. Me dio una pequeña sacudida que tuvo a mis dientes chasqueando juntos.
—¿Qué demonios? Se quedó fuera del apartamento de nuevo. Yo estaba en el gimnasio y él empapado por la maldita lluvia. Le di una toalla y lo dejé lanzar su mierda en mi secadora. Si hubiera sabido que ibas a venir, te habría llamado para hacerte saber lo que estaba pasando, que estaba aquí.
Me costaba respirar y su mano quemaba donde me tocaba. Mi Corazón estaba roto, me estaba muriendo por dentro, y tenía la osadía para verse como que se estaba cayendo a   pedazos.
—Si hubieras sabido que iba a venir, probablemente no te habría sorprendido en el acto. Sabía que era demasiado bueno para ser verdad. Es hermoso y conveniente. ¿Por qué trabajar por algo que nunca valdrá la pena? ¿Cierto? Siempre supe que cuando alguien sencillo viniera, lo elegirías sobre mí. Simplemente no puedes parar de romper mi Corazón, ¿puedes, Kyuhyun?
El agua estaba golpeándolo, goteando sobre su pecho y chorreaba a través de sus definidos abdominales. La manera en que estaba respirando, la manera en que estaba temblando, hacía que pareciera que el dragón estaba tratando de salir de su piel, tratando de levantarlo lejos del azote de mis palabras llenas de odio. Dio un paso hacia atrás alejándose de mí y me puso una mano sobre el nudo de su toalla. Sacudió su cabeza y vi su boca dibujar hacia abajo un ceño severo. No era solo su cuerpo que se mostraba ante mí, era también todo lo que tenía. Todo estaba brillando fuera de esos hermosos ojos, pero me armé de valor y me negué a ver nada de eso.
—Esa es la cosa, habría trabajado hasta matarme, si es que alguna vez valiera la pena o no, si ese algo al final eras tú. Y no podría haber roto tu Corazón esta vez, Sungmin, porque no me dejaste acercarme lo suficiente para poner mis manos sobre él. Te dije que no puedo ver a nadie excepto a ti, que eres mi único, simple o no, y nadie más se compara. ¿Esta situación se ve mal? Sí, lo hace. No soy ciego o un idiota, pero si supieras… ―suspiró y miró hacia el cielo como si retuviera todas las respuestas―, cuán jodidamente te amo, no tendrías ninguna pregunta, y no pensarías incluso siquiera que podría pensar en otro joven así. Sungmin, eres para mí. Nunca haría nada  para  lastimarte  porque me dolería tan mal. ―Negó con su cabeza, enviando las gotas de lluvia volando en todas las direcciones―. No soy tu papá. Nunca te haría pasar por eso otra vez.
Jadeé y quise darle una bofetada a través de su cara.
—No tienes que decirme eso. No puedes amarme cuando tienes a otro joven desnudo en tu apartamento. Kyuhyun, desde donde estoy parado, te ves exactamente como él.
—No, no tengo que decirte que te amo porque no puedo incluso amarte lo suficiente como para compensar el hecho de que te niegas a amarte a ti mismo. Amas tu trabajo. Amas a tu familia. Probablemente incluso jodidamente me ames de vuelta, pero hasta que despiertes y te des cuenta de cómo de perfecto eres, cómo de incomparable y maravilloso eres, no hay esperanza para que esto funcione. Pensé que estaba luchando una batalla perdida con alguna versión imaginaria de mí mismo más joven, tratando de luchar contra todos los otros hombres que te han dejado en tu vida, pero ahora sé que es una batalla en contra de ti mismo. Te amo, Sungmin, todo de ti, pero si no crees eso, entonces no sé a dónde podemos ir desde aquí.
Estaba llorando, de verdad sollozando. Las lágrimas estaban cayendo tan fuerte que se veía borroso, y solo esperaba que la lluvia le ocultara algo de ello.
—Me voy. Ahí es donde me voy de aquí. Kyuhyun, no creo que sepas algo sobre el amor.
Se estremeció cuando lancé las palabras hacia él, pero sus ojos también se volvieron a ese color oscuro como lo hacían cuando estaba molesto.
—Quizás no antes, pero después de ti, y después de todo con Shindong, mi papá, por encima de los últimos meses, definitivamente lo hago. Sé que te mereces ser amado mejor que nadie en el mundo por todo lo que haces por los otros. Sungmin, también sé que soy un tipo decente. Merezco el mejor tipo de amor a cambio, y si no vas alguna vez a ser la persona para hacer  eso,  entonces me alegro de que esto termine. Te daría todo.
Giró su espalda hacia mí y podría haber jurado que el  ingenioso  diseño de dragón, estaba mirándome, con los ojos siniestros, acusadores y algo más, juzgándome.
Me deslicé detrás del volante del auto y continúe llorando mientras buscaba mi teléfono frenéticamente alrededor. Una parte de mí quería salir corriendo de regreso al apartamento y confrontarlos a ambos, cubriéndolos a ambos con mi rabia y tristeza, pero la parte más grande de mí, la de un adolescente inseguro y perdido otra vez, solo quería huir y pretender que nada de esto estaba ocurriéndome.
La primera llamada que hice fue a Sunny. Se dio cuenta de que estaba molesto, me hizo un millón de preguntas, pero todo lo que pudo sacar fue que necesitaba unos días de descanso del hospital. Tenía un montón de días de vacaciones ahorrados, por lo que no sería un problema aparte de dejarla en la estacada y todavía necesitaba arreglar la entrevista para la promoción.
Nada de eso me importaba. Nada me importaba. Me sentía como que me estaba convirtiendo  en piedra.


3 comentarios:

  1. cualquiera en la situación de Sungmin pensaría lo mismo kyu, aca vale madres que quieras mucho a la persona, una escena así es difícil de explicar...

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  2. Por supuesto...por qué no meter el drama justo ahora.
    Justo después de la ilusión de Kyu al ver a Min ir a él y llevandole algo a Shin...justo después de que a Min se le cumplieran uno de sus deseos.
    Ay Teuk...policia y tan despistado,aparte,qué es eso de andar abriendo las puertas de las casas ajenas(?) Esa libertad y la inseguridad de Min han hecho que te llame manzana😂😂😂😂
    Pero bueno...ahí está las pruebas para los dos,aunque solo veo válida la de Kyu.
    Min "comprobo" que Kyu no lo ama y que no ha cambiado.
    Kyu ha dicho lo que cree,y si Min no creyo en él,nada más puede hacer.
    No culpo a Min,esas ideas las tiene demasiado arraigadas que,no ve más allá....ni porque el dragón lo vio feo.
    Pobre Kyu, con Shin empeorando y deseando tener a alguien que lo ame.
    Al menos Min sabe que lo ama,solo falta que se defina.

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  3. Quiero y me gusta mucho leectuk. Pero es el peor policia. Si no fuera por su descuido eate nuevo drama no estaria pasando.

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...