Marcado III -5



Estaba cobrándole al último cliente del día y saludando a Jjong mientras salía cuando el teléfono de la tienda.
Siempre hemos tenido clientes tardíos el viernes y el sábado por la noche, así que no estaba sorprendido por ello, solo que estaba solo en la tienda porque todo el mundo se había retirado ya.
Kyuhyun juró por un lado y por otro que Shindong lo estaba evitando activamente, así que cuando su último cliente se echó para atrás en la cita, se fue temprano con el fin de tenderle una emboscada en su casa.
Hyukjae había salido apresuradamente antes de tiempo después de recibir una llamada de pánico de Donghae. Algo acerca de una fuga del calentador de agua y el sótano inundándose. Nunca habría imaginado al Señor Vivo Con Sus Propias Reglas (nunca mejor dicho) estar tan preocupado por las reparaciones en el hogar.
Jjong se habían quedado hasta que su último cliente había terminado y todos los otros artistas se habían ido a tiempo.
No reconocí el número en la pantalla, así que respondí un poco más profesional de lo que normalmente hacía.
—Gracias por llamar a SM Marked, habla Heechul.    ¿Qué puedo hacer por usted?
Una larga pausa siguió y oí el ruido y la conmoción en el fondo. Yo iba a decir hola de nuevo y luego colgar si no había respuesta cuando una voz ronca cruzó la línea.
—Estoy buscando al hermano de Lee Siwon.
Un escalofrío de aprensión se deslizó por mi columna vertebral.
—¿Por qué?
De nuevo me encontré con un silencio que se prolongó.
—¿Tengo el número equivocado? —Este tipo sonaba frustrado y como que iba en serio.
—Hyukjae es el hermano de Siwon, pero él no está aquí en este momento. ¿Puedo tomar el mensaje?
Hubo un suspiro.
—Odio estos nuevos teléfonos celulares, nunca puedo averiguar cómo funcionan. ¿Hay otro número donde pueda localizarlo?
No tenía la costumbre de entregar los números de los chicos a nadie. Si lo hiciera iba a tener una línea de parejas desesperadas desde aquí hasta Jeju.
—¿Puede decirme de qué se trata? Soy amigo de los dos. —Estaba estirando un poco la verdad, pero no me sentía demasiado mal por ello.
—El gran hombre está teniendo un muy mal día. Él necesita un viaje a casa y pensé que su hermano sería el mejor candidato para ese trabajo en particular hoy.
Fruncí el ceño y golpeé mis dedos en el mostrador.
—Son solo las ocho de la noche.
El hombre se echó a reír.
—Cariño, no creo que puedas realmente entender lo mal que el día fue. Lo puedo poner en un taxi, pero no lo puedo llevar porque es noche de competición, y el bar está lleno. Pero tengo que ver que él llegue a casa sano y salvo.
Exhalé un aliento que envió tenues hebras de cabello corto flotando sobre mi frente. Hyukjae iría a buscarlo si lo llamara, también lo haría Kyuhyun, pero ya había suficiente tensión entre esos chico que me imaginé que simplemente me ocuparía de eso yo misma y salvaría a todos de un dolor de cabeza.
—Iré a buscarlo y veré que llega a casa de una pieza.
—Ahh... no te ofendas, cariño, pero eso es un completo soldado demasiado difícil de manejar en un estado malhumorado y dando tumbos. Es posible que desees dejar que el hermano maneje esta.
No era un joven que se echaba atrás ante un desafío, y un Lee Siwon borracho y de mal humor parecía ser su defecto de todos modos. No tenía miedo de él. Además de que siempre me irritaba que me digan que no podía hacer algo solo porque yo era un joven.
—Tengo que hacer una parada en el banco e iré a buscarlo.   ¿Dónde está?
La voz ronca me dio direcciones hacia un bar. Él mencionó una vez más, que podría necesitar ayuda física tratando de maniobrar toda la mole de embriaguez que era Siwon fuera del bar. Sacudí la cabeza con disgusto y le dije que solo iba a tener que encontrar la manera de encajar al gigante en mi Mini Cooper.
El hombre se echó a reír con tanta fuerza que pensé que iba a hacerse daño. Cuando por fin se detuvo, me dijo que desde hace mucho tiempo había secuestrado las llaves de Siwon y él simplemente me ayudaría a meterlo en su propia camioneta. Después de que lo llevara a casa podía volver por el Cooper. Sonaba como el mejor plan, a pesar de que me hubiera encantado tener una imagen de todos esos músculos embutidos en mi pequeño auto. Hubiera sido hilarante.
En el tiempo que me llevó a hacer el depósito para la tienda, encontrar el bar, encontrar un lugar para estacionar, y encontrar la puerta de entrada    ya que no había ningún tipo de letrero o tipo de la puerta, o cualquier  indicación de dónde estaba yendo, la  condición  de  Siwon  había  aparentemente ido de mal en peor.
Estaba tirado en el bar, con la cabeza colgada hacia abajo, como si el cuello no pudiera sostenerlo más, y la tenue luz estaba proyectando sombras oscuras en su rostro. Él se veía horrible  y cansado, y más definitivamente borracho. Sus bonitos ojos estaban  solo  medio  abiertos,  acuosos  e  inyectados  en  sangre.  Su  boca  se  torció  en  una mueca horrible y aunque el aire acondicionado estaba encendido, pude ver una delgada película de sudor cubriendo su piel.
Sus manos grandes y con cicatrices de batalla estaban temblando donde él estaba sosteniendo un vaso vacío entre ellas, y parecía que él estaba teniendo una discusión con el enorme hombre barbudo detrás de la barra.
Con mucho cuidado me acerqué por detrás de él y atrapé la mirada del hombre que parecía que había dado a luz a todos los ángeles del infierno que han caminado sobre la tierra.
—Hola, soy Heechul.
El tipo me dio un rápido vistazo y levantó una rebelde ceja.
—Eres una cosita pequeña ¿no?
Era en realidad dos centímetros más alto que Donghae, pero desde que no tenía la mitad de sus curvas, creo que me veía mucho más pequeña y más delicada de lo que en realidad era. Levanté un hombro y lo dejé caer.
Siwon se giró en el taburete y vi sus ojos ampliarse y luego tratar de enfocarse en mí. No estaba seguro de que me reconoció al principio, pero luego se iluminó como la base de una flama y una sonrisa ebria y descuidada se extendió en su rostro.
Traté de mantener mis ojos enfocados en la cicatriz de su frente, porque era letal cuando sonreía de esa manera y sabía que él no estaba en su sano juicio en el momento. Esa pequeña imperfección me hizo recordar exactamente con quién estaba tratando, el Capitán Anti- Diversión, no el coqueto y divertido y borracho Siwon.
—Hyukjae tuvo una emergencia en la casa, por lo que yo voy a llevarte a casa, ¿de acuerdo?
—¿Dónde está Hyukjae?
Al menos creo que eso es lo que me preguntó, pero sonaba como si su lengua fuese demasiado grande para su boca. Puse una mano sobre su brazo mientras se inclinaba hacia mí y casi se caía del taburete.
—Tenía que ocuparse de algo. Así que vas a tener que aguantarme.
Se puso de pie pesadamente y pensé que iba a ser arrastrado hacia abajo con él. Por suerte parecía tener un equilibrio bastante bueno incluso cuando estaba borracho porque se contuvo en la barra y parpadeó esos brutales ojos celestes hacia mí.
—Estoy tan cansado.
Asentí, aunque no estaba seguro de lo que estaba hablando y miré a su alrededor hacia corpulento cantinero que nos observaba con serios ojos oscuros.
—Lo sé. Voy a llevarte a casa y meterte en la cama. —Caray, eso no debería sonar ni de cerca tan atrayente como lo hacía. Tenía que permanecer alejado de este hombre. Hacía que mi cabeza se estropeara.
—¿Necesitas ayuda para meterlo en la camioneta?
Negué con la cabeza y enganché una mano alrededor de su delgada cintura y traté de no hacer una mueca cuando él apoyó todo ese considerable peso a mi lado.
—Si no puedo meterlo yo solo, no hay manera de que vaya a sacarlo yo solo. —Tomé las llaves que me entregó y le di a Siwon un pequeño empujón con mi cadera—. Vamos, Simba.
—Si mañana está funcional, hazle saber que tiene el día   libre.
—¿Qué pasó para que llegara a este estado?
El sujeto negó con la cabeza y se pasó la mano por su barbilla.
—La vida pasó, cariño. A veces solo nos gana la batalla, eso es todo. Cuida de ese muchacho, también necesita a alguien, sobre todo en estos momentos.
Iba a responder que yo cuidaba de todos mis chicos, pero nunca tuve la oportunidad porque Siwon escogió ese momento para dar bandazos hacia la puerta. Él puso un grueso brazo alrededor de mis hombros, me haló de modo que estaba presionado por completo contra su pecho, y enterró su nariz en el corto cabello en la parte superior de mi cabeza. Torpemente me llevó hacia atrás mientras luchaba por mantenerse en pie y se dirigía al estacionamiento.
—Hueles bien.
Normalmente cuando salía del trabajo olía a antiséptico y a todos los limpiadores usados para mantener la tienda estéril y segura. Tuve que contonearme para liberarme lo suficiente para respirar, pero ya que Siwon iba en la dirección correcta y parecía lo bastante firme sobre sus pies, no lo hice soltarme. Traté de dirigirlo sutilmente hacia la Dodge rojo brillante que el cantinero había indicado que era la suya, pero de repente él se detuvo y me miró fijamente.
—Realmente tienes los ojos más  bonitos.
Me aclaré la garganta y traté de no sonrojarme ya que nunca había sido realmente de las del tipo de ruborizarse.
—Así que lo has mencionado.
Sus palabras todavía eran difíciles de entender, pero la forma en que brillaban sus ojos no lo era. Yo era terco hasta la exageración, pero no iba a negar que pensaba que él era sexy, es decir yo solo era humano y había algo en todo aquello del machote sencillo y anticuado que era difícil de ignorar. Pero me sorprendía que él pareciera devolver el sentimiento. Ni por un segundo creía que fuese más su tipo de lo que él era el mío.
Tropezamos, medio caminamos, y nos arrastramos hasta la camioneta. Tomó algo de maniobra y de contoneo de mi parte para conseguir que me soltara y conseguir subirlo en el monstruoso vehículo.
Yo tenía un montón de experiencia tratando con mal humorados chicos borrachos, Hyukjae era un profesional en ser un problemático tras demasiados cócteles, pero había algo en la tristeza extrema, el dolor visible dando vueltas en esos ojos que hacían de Siwon algo un poco más difícil de manejar. Tenía el presentimiento de que él podía pasar de maleable y descuidado a realmente difícil en un abrir y cerrar de ojos.
La camioneta era grande y tenía que deslizar el asiento hacia arriba lo más cerca posible del volante. Tuve la suerte de que era un modelo más nuevo, porque de ninguna manera habría sido capaz de alcanzar los peKangtas si hubiese sido uno de los asientos de banco de estilo antiguo. También era automática, lo que era muy bueno, ya que yo nunca había tenido que conducir una manual.
Miré a mi pasajero y lo encontré desplomado de manera que su cabeza descansaba sobre la ventana. Tenía los ojos cerrados y su pecho subía y bajaba con un ritmo constante. Iba a llevarlo a casa de Kyuhyun y hacer que me ayudara a lidiar con él para meterlo, cuando su voz salió quebrada desde algún lugar tan profundo y oscuro que me puso la piel de gallina cuando la susurró a través de mi piel.
—¿Te has preguntado alguna vez “por qué tú”?
Fruncí el ceño y rápidamente le envié a Kyuhyun un mensaje de texto para ver si estaba en casa.
—Por qué yo, ¿qué? —No entendía sobre qué estaba divagando y sus ojos aún estaban cerrados, así que no estaba del todo seguro de que no estuviese hablando en sueños.
—¿Por qué soy el que todavía está aquí? ¿Por qué fui el único que se marchó? ¿Por qué esquivé una bala solo para terminar ahora inútil e innecesario? ¿De quién fue ese plan? ¿Por qué fui alguien a quien Eunhyuk no podía decirle? ¿Por qué no confió en mí? ¿Por qué? ¿No debería haber un punto en todo esto?
Era incoherente en su mayoría pero el sentimiento detrás de eso era desgarrador y no debería provenir de alguien tan vital y lleno de vida. En realidad yo no tenía un conocimiento práctico de cómo la culpabilidad del sobreviviente afectaba a un hombre que había visto tanto, pero en el caso de Siwon parecía estar comiéndoselo vivo.
—Esta probablemente sea una conversación que deberías tener con un profesional y quizá no cuando trataste de beber hasta someter a tu hígado.
—Todos los días mueren personas que no deberían morir. No es justo y no es correcto. Debería haber algún tipo de rima o razón para ello. 
Pero no, no lo había, y cuando estaba sobrio tenía que saber eso, ¿verdad? Mi teléfono sonó y tuve que esperar hasta que me detuve en una señal de alto para comprobar el mensaje. Maldije en voz baja porque Kyuhyun no estaba en casa y no tenía planes de regresar.
No quería molestar a Hyukjae, por no hablar de que él no era el más sensible de los chicos y Siwon no estaba de ninguna manera en un estado como para dejarlo a su suerte. Iba a tener que llevarlo a mi casa y ponerlo en el sofá hasta que estuviese sobrio. Henry estaba de viaje y Zhoumi estaba trabajando hasta tarde, así que eso significaba que solo iba a tener que lidiar con un millón de preguntas y miradas especulativas de Kangin.
—Un montón de cosas malas que no deberían suceder ocurren todos los días. Desafortunadamente es parte de la vida.
—No debería ser.
Volví a echarle un vistazo y noté que esos brillantes ojos estaban muy abiertos y enfocados en mi rostro. Era desconcertante ser el blanco de un escrutinio tan intenso.
—Tal vez no. Oye, solo voy a llevarte a mi apartamento por un minuto. Dejaré que duermas un poco y te daré algo de comer y puedes regresarme a mi auto cuando hayas recargado energía, ¿bien?
Sus ojos se deslizaron para cerrarse y sus anchos hombros subieron y bajaron y sentí como si a él no pudiera importarle menos. Odiaba admitir que estaba preocupado por él, pero cualquier tipo de manta de desesperación con la que se haya envuelto, era gruesa y fibrosa y casi podía sentir el peso de la manta sofocándolo.
Llegamos a la linda casita que compartía con la pandilla. Pensé que Siwon finalmente se había quedado dormido de verdad, pero tan pronto como el motor de la gran vieja camioneta se apagó, sus ojos se abrieron y de nuevo me estaba mirando de manera fija en el oscuro interior de la cabina.
—¿Por qué fuiste a buscarme?
Jugué con la llave y empujé la puerta para abrirla.
—Porque quiero a tu hermano y él te quiere a ti y quiero mantenerlo de esa manera. Soy mucho mejor que él lidiando con cosas como estas.
—¿Cosas como qué?
Se las ingenió para abrir su propia puerta, pero lo oí murmurar una sarta de palabrotas y un ruido sordo cuando cayó contra la defensa de la camioneta. Suspiré y caminé para ir a recogerlo.
—Cosas como un chico que claramente está lastimando y arremetiendo contra esos que son cercanos a él porque sabe que lo aguantaran. Podemos hacer tantas rondas como quieras, Capitán Anti- Diversión, no me espantas.
La incomoda manera en la que me hacía sentir sí me asustaba, pero nadie necesitaba saber eso. En el exterior, siempre era una piedra sólida, nadie sabía que en el interior luchaba cada día con los huecos que había en mí por no conseguir mi perfecto futuro que tenía planeado y mi felices para siempre cuando Hangeng me dejó.
Crecer principalmente por mi cuenta había apestado. Pensé que con Hangeng nunca tendría ataduras de nuevo. Una vez que esa seguridad se fue, sabía que no había manera de que pudiera arriesgar mi Corazón y sueños en alguien que no estaba listo para ofrecerme un para siempre, estabilidad y una familia nunca más.
Él pestañeó hacia mí y nos quedamos mirándonos; por un segundo no estaba segura si iba a recogerme o a empujarme. En lugar de eso, él solo sacudió su cabeza y suspiró tan calladamente que pensé que tal vez había sido mi imaginación porque no lo vi mover los labios.
—Eso es bueno porque la mayoría del tiempo estoy cagado de miedo de mí mismo.
No sabía que decir a eso, así que tomé su brazo de piedra y lo medio empujé, medio lo guie hacia la casa. Kangin estaba apoyado en el sofá haciendo algo en la computadora y pude haber jurado que una mirada de culpa cruzó por su rostro. Nos dio a mí y a mi invitado no deseado una mirada interrogante y se puso de pie. Lo saludé con la mano y continúe empujando a Siwon a través de la sala, pasando la cocina, hacia donde estaba la habitación más grande.
—No te levantes. Lo pondré en mi habitación en caso de que todo el licor trate de salir y necesite un baño cerca. Solo necesita una pequeña siesta.
Ambas cejas rubias se alzaron.
—¿No pudo tomarla en su casa?
—No ahora, Kangin.
Siwon se tambaleó y tiró de la pared una foto mía y de los chicos en la tienda. Fui lo suficientemente rápido para atraparla antes de que cayera al suelo, pero no lo suficiente fuerte para mantenerlo derecho mientras chocaba con la puerta abierta de mi habitación. Por suerte era una casa vieja y la habitación no era gigante, así que medio cayó en la cama tamaño kingzise.
Tomó un poco de trabajo, algo de empuje y jalar, algunas groserías y gruñidos, conseguir que ese cuerpo de chico grande se esparciera por el edredón rosa fuerte. Él estaba respirando fuerte, sus ojos se cerraron y no me molesté en tratar de que estuviera más cómodo o decirle donde estaban las instalaciones. Solo lo deje solo, sabiendo que el sueño era lo mejor para él.
Kangin estaba justo donde lo dejé, solo que ahora la computadora estaba cerrada y lucia como que estaba esperando a que regresara.
—¿Qué es todo eso?
Gemí y me dejé car en el sofá junto a él.
—Él estaba en un bar y el cantinero llamó a la tienda buscando a Hyukjae. Decidí intervenir ya que estaban comenzando a llevarse bien, solo que no sabía qué tipo de borracho iba a ser.
—¿Qué tipo de borracho es?
—Complicado. Solo voy a dejar que se componga y luego mandarlo a su casa. Luce como que no ha tenido buenas noches de sueño en días; esperemos que el alcohol lo derribe por un rato y luego pueda irse a casa.
—Eres un buen chico, Heechul.
—Tengo mis momentos. ¿Qué estabas haciendo en la computadora cuando entre?
Sus ojos brillaron hacia mí. Kangin era afortunado de ser un tipo con el que podías sentirte cómodo, porque no podría confiar en él con todo lo que decía, o incluso lo que Siwon decía.
—Nada. Solo checando unas cosas.
—¿Cosas que terminan enviándote al hospital? Zhoumi te asesinará.
Se río.
—No. No soy la mejor herramienta en el cobertizo, pero eventualmente aprendo duras lecciones.
—¿Por qué creo  que tal vez no sea el caso?
—Porque eres sorprendentemente inteligente para alguien que luce como un personaje de caricatura viviente.
Tenía el presentimiento de que no iba a decirme nada más, así que me levanté y nos hice unos sándwiches de queso para cenar y un par de cervezas. Me gustaba pasar el rato con Kangin, pero estaba un poco raro esta noche, y para la media noche no había habido ni sonido ni movimiento de Siwon, me estaba cansando y aburriendo de lidiar con hombres difíciles.
Kangin mencionó que iba a ver televisión en su habitación, porque si estaba despierto cuando Zhoumi llegara a casa, iba a acosarlo con lo que sea que estuviera en su caso esta semana. Tendía a ser un poco terrorífico cuando Henry estaba fuera de la ciudad más de un par de días, y su hermano mayor se llevaba la peor parte. Sabía que él no quería vivir solo desde que Henry pasaba mucho tiempo en carretera, pero lidiar con la intensa dinámica entre los hermanos a menudo era como ver un programa de televisión sin el alivio de los cortes comerciales.
Así que me di cuenta de que no me haría daño dejar que Siwon se quedara con mi cama por la noche, mientras yo me quedara en el sofá. El sofá era enorme, así que no sería un gran inconveniente. Sin embargo, sí tenía la necesidad de entrar a escondidas en el baño y tomar una ducha rápida para quitarme el sudor del día.
Kangin y yo nos dimos las buenas noches y caminé de puntillas en la habitación oscura. En algún momento de su etapa irregular de inconsciencia, Siwon había logrado no solo moverse al centro de la cama, sino también deshacerse de sus botas y tirar de la camiseta. Aunque sabiendo que estaba mal, tuve que pararme allí y mirarlo fijamente a toda la piel expuesta extendida a lo largo de mi juego de cama rosada.
Era tan extraño. Él era todo músculo duro y perfección masculina en medio de un contexto totalmente delicado. Haría falta un chico como Lee Siwon para hacer lucir a todas mis cosas demasiado rosa algo duras.
Él tenía un largo brazo arrojado a un lado y el otro doblado arriba detrás de la cabeza. Las líneas que delimitaban sus músculos y los tendones acostumbrados al trabajo duro y extenuante, me hicieron agua a la boca. Me sentí como un mirón.
No debía estar chequeándolo descaradamente mientras que estaba desmayado e inconsciente, pero también no podía reunir la fuerza para alejar la mirada. Yo nunca había visto en la vida real que un hombre tuviera esa V que cortaba entre sus caderas y apuntaba hacia abajo, donde un sendero de vello oscuro desaparecía en sus jeans.
Los únicos hombres que realmente tenían esto en la vida eran modelos de ropa interior, tipos en la cubierta de novelas románticas y tal vez los atletas profesionales. Pero, oh no, Lee Siwon lo tenía, así como también unos abdominales que pondrían a un sixpack en vergüenza y cantidades interminables de piel ligeramente bronceada que se extendía sobre un lienzo que parecía tallada en piedra.
Era un enorme ejemplo de todo lo que era hermoso y masculino. Estaba constituido como un Dios y no quería reconocerlo pero nunca, jamás vi nada mejor en mi cama. También tenía un camino de cicatrices blancas más pálidas que salpicaban todo el paisaje caliente que quería conocer. Incluso con la única luz que se filtraba desde el pasillo, pude ver la enorme cicatriz en el hombro donde su brazo estaba doblado debajo de su cabeza.
Tenía una fea roncha roja a lo largo del lado opuesto de sus costillas que era de unos 25 cm. de largo y se veía como si se estuviese curando. Había una línea blanca desagradable que iba de un lado a otro en zigzag debajo de su ombligo y desaparecía en la parte superior de sus jeans y eso fue solo lo que pude ver en su muy impresionante parte frontal.
Estaba acostumbrado a estar rodeado de personas que marcaban su cuerpo para definir su individualidad, para reclamar  su  piel como propia. Viendo esas cicatrices, aquellas marcas que definitivamente él nunca    pidió,    tenía    que    preguntarme    qué    sentía    acerca    de     estar permanentemente marcado contra su voluntad.
Su piel también reflejaba su vida, la elección que hizo al salir y convertirse en un guerrero, un hombre que luchó por la libertad de los demás y que ahora llevaría esos recordatorios para el resto de su vida. Era la modificación del cuerpo a un nivel totalmente diferente de tatuajes, con un propósito diferente.
Le di a mi cabeza una rápida sacudida y me dije que dejara de ser un trepador. Él claramente necesitaba el sueño ya que ni sacudió una pestaña mientras sacaba una camiseta grande y un par de pantalones cortos para dormir.
No estaba siendo exactamente sigiloso mientras daba golpes alrededor en el baño y me preparaba para la cama. Era muy temprano para un sábado por la noche, pero no había nadie afuera y a Zhoumi no le gustaba la fiesta mientras Henry no estuviera, así que solo íbamos a ser la televisión y yo hasta que me desenchufara.
Estaba de regreso en mi cuarto, tratando de desconectar mi cargador del teléfono de la mesita de noche junto a la cabeza de Siwon. No me preocupaba molestarlo ya que él parecía apagado como una luz… es decir, hasta que de repente tenía una enorme mano curvada alrededor de mi bíceps.
—¡Oye! —La palabra de asombro no obtuvo ninguna fuerza detrás mientras era tirado hacia abajo y mi espalda encontraba el colchón con un ruido sordo. Lancé un grito de sorpresa mientras el brazo que él tenía colgando sobre el borde de la cama se curvaba alrededor de mí y me sacaba a medias debajo de él mientras rodaba encima de mí.
Pesaba una maldita tonelada y parecía que ninguna cantidad de empuje a sus amplios hombros tenía un efecto sobre él. Su cabeza oscura se enterró en la curva de mi cuello, sus pestañas ridículamente largas estaban presionadas todavía cerradas y rozando contra mi piel. Su aliento venía en un flujo constante mientras que su pecho subía y bajaba sin señales de alerta o vigilia, a pesar de que me movía y retorcía para liberarme de su asimiento de hierro.
—¿Siwon? —Le toqué ligeramente en el lado de la cabeza y lo sentí fruncir el ceño contra mi cuello—. Eh, grandote, necesito levantarme.



3 comentarios:

  1. Jajajajaja el que menos corre, vuela!!!
    Oh Hee~ cariño, ya conseguiste al grandote en tú cama!!;
    Oh si!!!
    Arriba el Sichul!!!! <3

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  2. Hee te envidio mal. Tu descripción del monumental cuerpo de Siwon hizo activar mi imaginación a full.
    Tipo suertudo habias resultado. Veremos como continua la cosa y que el nivel de alcohol de Siwon no arruine la función

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  3. Siwon está hasta el tope
    Si antes pensabe que necesitaba a alguien,ahora creo que necesita un ejercito de personas correctas para ayudarlo y mantenerlo en el camino.
    Decir que sufre es decir poco,razonable que quiera escapar emborrachandose y librar su mente de esos recuerdos...aunque sea por unas horas.
    Que bueno que Eric sepa de lo que sufre Siwon,así tiene a alguien que lo pueda comprender sabiendo lo que se vive estando en el army.
    Espero que Hyuj no se enoje cuando se entere...porque seguro que lo hace.
    Hee sigue sin dsr un peso por Siwon,y menos a como lo ve ahora,pero al menos le está haciendo dudar y lo mejor,es que Siwon no se da cuenta,cuando lo haga le echará más ganas en poner en jake a Hee...aunque a él también,pues según ellos,ninguno de los dos es para el otro...ilusos
    Por ahora Hee fue por él,lo lleva a su casa,lo acuesta en su cama,lo admira(y es decir poco) y ahora está entre sus brazos...mejor planeado,nunca jajajaja

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...