Marcado III -11



Los ojos de Siwon se abrieron del tamaño de platos y su boca colgó abierta de una manera que habría sido cómica si la situación no hubiese sido tan grave.
—Me hice una prueba casera anoche, y resultó tan positiva como podría resultar.
—Tú... yo... nosotros... —Se interrumpió y lucía como si fuese a desmayarse—.  ¿En serio?
—En serio.
—¿Estás bien? —Su mirada me barrió de pies a cabeza como si ya estuviese buscando algún signo de cambio en mí.
—Estoy bien. Mira, sé que esto es mucho para asimilar. No espero nada de ti, pero si estás buscando una razón realmente buena para recomponerte, creo que ahora tienes una.
—¿Qué quieres decir con que no esperas nada de mí?
Suspiré.
—Mira, Siwon, estuvimos juntos durante menos de un mes. Nunca fuimos realmente amigos, luego nos convertimos en amantes y ahora pronto seremos padres. Eso es mucho para cualquier persona para tratar de manejar. Me preocupo por ti y la verdad es que creo que eres un tipo increíble, pero no voy a exponer a este bebé o a mi Corazón a alguien que no está totalmente involucrado conmigo. Ya he pasado por eso y en serio me gustaría poder darlo todo.
—Dame una oportunidad, Medio-Litro, estoy totalmente   involucrado.
Podía verlo allí, deslumbrante y brillante en el negro que era tan afilado como una cuchilla de afeitar. Él lo creía, lo deseaba, simplemente no sabía si podía confiar en él para seguir hasta el final de esto y que no volviera a dejarme colgado.
—La bebida…
Sacudió su cabeza.
—Hecho. Eso está terminado. No me hace ningún bien y Eric no me dejará estar en el bar si estoy tomado. Ha estado dentro y fuera por las últimas semanas y ya me dijo que si no me compongo, estaba terminado. Ya estaba sintiendo que te estaba decepcionando. No podía soportar la idea de decepcionarlo, eso es porque finalmente llamé a su amigo para que me ayudara.
Hizo una cara que asemejaba una mueca de dolor
—Hay una buena probabilidad de que vaya a estar luchando con las secuelas del estrés postraumático por un largo tiempo. No voy a despertar mañana y estar todo radiante, pulido y perfecto, pero puedo ser mejor. La diferencia es que en verdad no tenía la motivación de ir en esa dirección hasta que lo perdí y no pude darte la cara. No quiero que seas parte de mis pesadillas, Heechul, pero soy lo suficientemente egoísta para pedirte que lo seas.
Estaba diciendo todas las cosas correctas, estaba poniendo más de sí mismo en esto de lo que Hangeng hizo alguna vez, y yo era lo suficientemente egoísta para creer que lo que estaba diciendo era real. En verdad no quería dejarlo ir ya, pero tenía que asegurarme de que entendiera las reglas de ahora en adelante.
—Las pesadillas son solo malos sueños. Si quieres que sea parte de tus sueños, no puedo pensar en un mejor lugar para estar. Siwon, estoy más que dispuesto a hacer esto contigo, pero este bebé es más grande que ambos. No puedes alejarte cuando estés asustado o porque algo del pasado se interpone entre nosotros. Tienes que dejarme entrar, tienes que estar alrededor para que podamos trabajar juntos. Tampoco soy perfecto, Capitán Anti-Diversión, pero creo que juntos podemos llegar a ser algo espectacular, si lo queremos.
Chillé de sorpresa cuando me levantó y me estrelló contra su pecho. No pensé que alguna vez llegara a cansarme de la manera sólida en la que se sentía presionado contra mí. Presionó un duro beso en mi boca, y puse mis manos en cada lado de su cara y lo sostuve ahí.
Lo extrañaba, extrañaba esto, pero no tenía ninguna ilusión de que esto sería el último obstáculo que tendríamos que enfrentar si nos las arreglábamos para permanecer juntos. Se necesitaba de un tipo especial de hombre cuando la realidad de la paternidad lo tenía justo en la mira. No nos conocíamos lo suficiente para saber que esto iba a ser para nosotros, pero él me afectaba lo suficiente, me movía en formas en las que constantemente estaba sorprendido, me gustaba pensar que con algo de trabajo, él podría ser mi nuevo sueño, que sí podría caber en la idea lo que era perfecto.
Cuando me bajó, me reí un poco y moví mis manos de su cara a sus hombros.
—Tal vez tengamos que ir más despacio. Vamos a estar avanzando a toda máquina, y mientras no hay duda de que somos sexualmente compatibles, probablemente deberíamos averiguar si podemos soportar estar juntos a largo plazo.
Dejó caer su cabeza para que su frente descansara contra la mía.
—Está bien.
Toqué su mentón con mi dedo índice.
—Y tienes que hacer las paces con Hyukjae. La familia es importante y va a ser el tío de este niño. Además, Donghae nos va a volver locos a todos tratando de solucionar las cosas si tú no puedes arreglarlo. Lo mismo para tus padres.
Nunca desperdiciaría a mi familia, y él iba a tener a tener que aceptar y entender eso si esto iba a funcionar. Se alejó y mordió la punta de mi dedo, lo que me hizo fruncirle el ceño.
—Arrepentimiento es mi nuevo nombre. Hyukjae y yo estamos afligidos  con la terquedad Lee y en realidad no puedo estar enojado  con  él  por querer protegerte. Él tiene razón: hice lo mismo con él sobre Donghae. La diferencia es que yo no tengo la reputación de Jugador de Alta Categoría  que lo justifique. Trabajaré en ello, juro que esto me importa. Más que nada desde que comencé a cuidar a los gemelos.
Finalmente envolví mis brazos alrededor de su delgada cintura y le di el abrazo que le había negado desde que lo vi parado en la tienda.
Por supuesto, tan pronto como regresé a la tienda, los chicos me saltaron encima. Hyukjae aún estaba todo encendido y enojado, Kyuhyun estaba actuando como un hermano mayor preocupado a pesar de que él era más joven que yo, y Jjong lo estaba viendo todo con una sonrisa maniaca que me hacía querer golpear su bonita cara.
Había solo diez minutos antes de que abriéramos, así que llevé a los tres al cuarto de atrás y los enfrenté. Decirles que se alejaran y que se ocuparan de sus asuntos no iba a funcionar, así que lo puse para ellos en términos igual de tercos, testarudos, pero que los chicos bien intencionados podían entender.
Les dije que estaba embarazado de Siwon y que no quería escuchar ni una palabra sobre eso porque aún era muy prematuro y las cosas estaban tenues.
Pensé que Hyukjae iba a atravesar el techo hasta que lo golpeé con la palma de mi mano en el estómago y le dije que se calmara. Kyuhyun lucía como si estuviera en shock, y Jjong fue el único que presionó un pequeño beso en la cima de mi cabeza y me felicitó.
Les expliqué que lo qué estaba o no haciendo con Siwon no tenía nada que ver con ellos y que mejor se comportaban porque lo que importaba era que yo iba a tener un bebé y que todos los que amaba o importaban iban a ser parte de su vida, les gustara o no. Hyukjae y yo nos miramos fijamente por un largo tiempo, pero en realidad era algo lindo, y en su centro había un gran montón de ruido de fondo, así que eventualmente se derrumbó y me recogió en un abrazo de esos que te rompen las costillas.
Me dijo que de todas maneras iba a golpear el trasero de Siwon si no comenzaba a actuar a como se debe conmigo y le informé que tenía que comportarse. Kyuhyun fue más difícil de romper. Él solo seguía mirándome, luego a mi estómago, luego de regreso a mi rostro, y moviendo su cabeza lentamente de un lado a otro. Solo lo esperaría. Kyuhyun era fácil, era más racional que los otros chicos, pero su propia educación había dejado cicatrices y no creo que estuviera cómodo con ningún humano más pequeño que una caja de pan.
—Todo estará bien. Yo estaré bien. Estaremos bien.
Envolvió sus brazos alrededor de mis hombros y me dio un abrazo de solo un brazo que fue tan apretado que casi duele.
—No me mal entiendas. Siwon es un tipo genial. Pero últimamente no ha estado actuando como ningún chico que va a  ser papá debe  actuar.
—Apenas me enteré ayer.
—Pero lo sabías desde antes, ¿verdad?
—Tal vez.
—Solo se cuidadoso. Los quiero a ambos y no quiero tener que escoger entre alguno de los dos.
—Detente. No haríamos eso.
Kyuhyun sonrió una sonrisa triste que lucía tan fuera de lugar en ese hermoso rostro y sobre ese anillo en la nariz.
—Eso es lo que todos los padres dicen.
Se alejó dejándome sin palabras. Jjong se deslizó a mi lado y enganchó mi brazo en el suyo.
—Vas a ser un gran appá. Todo lo demás va a estar bien y todos los demás puede superar su propia mierda.
Gruñí y apoyé la cabeza en su hombro.
—Gracias.
—¿Qué hay con el chico? ¿Es el indicado para hacer esto?
—Eso creo. —En verdad lo creía. Tal vez me haría trabajar un poco por eso, pero en verdad pensaba que él valía la pena. Estaba tan feliz de escuchar que había tomado la decisión por su cuenta para buscar ayuda por las pesadillas persiguiéndolo de su tiempo en el ejército. Podría perseguir las sombras con él, siempre y cuando estuviera dispuesto a dejarme traer la luz.
—No ha dejado que me ponga de pie desde que comenzamos esta cosa. —Moví mis cejas de arriba a abajo sugestivamente, lo que lo hizo reír—. Literal y figurativamente.
—Es de ambos lados. —Jjong se acercó y palmeó mi vientre que aún estaba plano—. Esto va a ser tan divertido de  mirar.
Bufé hacia él y lo codeé en las costillas. El hecho era que, podría hacerlo de ambos lados. Podría hacer lo inesperado. Lo que no podría hacer tener el Corazón roto y destrozado, así que sería mejor que el hermano mayor estuviera a bordo con eso o no había forma de saber lo que iba a hacer. Diablos, incluso sería capaz de culpar a las hormonas.


Tomarse las cosas con calma apestaba. No me  malinterpreten, estaba bastante seguro de que me estaba enamorando de Heechul. Había pasado las últimas dos semanas tratando de sacármelo de la cabeza bebiendo y sintiéndome como un real cabrón por haberlo abandonado sin decir palabra.
Fue otro movimiento cobarde en una lista que parecía estar creciendo a pasos agigantados. Estaba avergonzado por el hecho de que no podía arreglarlo, avergonzado de que me haya visto tan roto y abierto. Había sabido al entrar que él estaba receloso por todas las pendientes y valles en mi personalidad, pero tener su testimonio de mi propio infierno personal era demasiado para mi ego y orgullo ya maltratado, así que hui. Fue cobarde y débil, pero no pensé que podría soportar que me mirase como si yo fuera alguien por el que sentir lástima, alguien que necesitaba ser arreglado.
Hundí la cabeza en una botella de vodka y traté de alejarlo todo bebiendo. Mis razones para evitarlo no mantuvieron más agua que mis razones para evitar a mis viejos, un hecho que no podía ignorar o alejarlo bebiendo.
Se hizo algo evidente al siguiente día que no hablar con él, no poder tocarlo, abrazarlo, dolía mucho más de lo que mi orgullo lo hizo. Él estaba bajo mi piel, enterrado lo suficientemente hondo que me di cuenta de que si tuviera que pedir ayuda con el fin de ser alguien que pudiera estar con él, entonces esa era mi única opción y era el momento de dejar de correr y simplemente hacerlo.
Estaba tan contento de que él estuviera dispuesto a darme otra oportunidad. La necesitaba, y ahora con el bebé, habiéndolo estropeado o no, estaba bastante seguro de que él también me necesitaba.
Estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para hacer que esta cosa entre nosotros funcionara, incluso si eso significaba que toda la atracción sexual y el calor potente que nos había atraído inicialmente tenían que ser inclinados. No había nada que se le pareciera a ser puesto en la zona de amigo por tu novio embarazado.
Me pasé todo el mes de septiembre manteniendo las manos en los bolsillos y mi polla en los pantalones. Fui con Heechul al médico, lo cual fue emocionante y aterrador al mismo tiempo. Fuimos a cenar, pasamos el rato como una pareja normal que apenas estaba empezando a salir, y hasta me entretuvo la idea de hacer las paces con mis viejos como había hecho tentativamente con Donghae, porque sabía que lo haría feliz y yo estaba harto de huir asustado.
Estaba cansado de tratar de adivinar cuáles eran las expectativas de los demás sobre mí y meterme en la cabeza la idea de que mis expectativas sobre mí eran suficientes. La idea de llenar esa brecha lo hacía feliz, lo cual me hacía feliz, incluso si la idea fuera una tortura para    mí.
Simplemente no sabía qué decirles a fin de comenzar la conversación.
Me gustaba pasar tiempo con él, nos llevábamos muy bien, y cuando no lo hacíamos, la forma en que esos ojos de dos tonos brillaban y chispeaban un millón de colores diferentes, me hacían tener visiones de sexo de reconciliación que estaban clasificadas con triple-X.
A pesar de la abstención que estaba aguantando por alguna visión inalcanzable de perfección, él me tenía, realmente me tenía a pesar de que yo estaba tan lejos de la perfección, como un hombre podría llegar a serlo.
No sabía cómo podía soportar la falta de sexo. Sus hormonas estaban por todo el lugar últimamente. Estaba más consentido y un poco más irritable de lo habitual, pero había algo en sus ojos. Lo atrapaba mirándome por el rabillo del ojo, como si estuviera sintiendo el mismo deseo reprimido que yo estaba sintiendo. Como si estuviéramos sentados al borde de algo grande, algo más grande que todo lo que habíamos experimentado antes, pero era como si tuviera miedo de entregarse.
Me dejaba besarlo, me dejaba abrazarlo en   el sofá mientras veíamos películas, siendo  abiertamente  cariñoso,  sosteniendo mi mano, envolviendo sus brazos alrededor de mí, y dejándome saber que estaba allí. Él siempre era el que se apartaba, quien cortaba el  breve  contacto y se quedaba en el lado de los jóvenes sexualmente insatisfechos.
Podía ver el arrepentimiento y la frustración en su bonito rostro, pero no estaba dispuesto a empujar mi suerte, así que no lo cuestioné o intenté presionarlo con ello. Él estaba dispuesto a tomarme tal como soy. Yo estaba dispuesto a tomarla y a cualquier obstáculo que pusiera en mi camino como parte del transcurso.
Estaba recuperando el tiempo perdido en el bar, así como tratando de poner mi relación con Eric y los clientes habituales de nuevo en marcha. Eric había vuelto, sobre todo creo que para asegurarse de que no me había bebido su bar y aprovechado de la forma que lo hice al final del mes anterior. Creo que estaba preocupado de que fuera a perder el control otra vez. Para demostrarle que no tenía intención de arruinar mi vida, de dejar a Heechul sacar adelante a ese bebé solo sin mí, estaba trabajando mucho más duro y tenía todas las mejoras que él pidió casi hechas.
Había una afluencia de sangre nueva llegando a la puerta y los negocios habían recogido lo suficiente como para que Eric le pidiera a Kangin que se quedara como cantinero nocturno permanente. Mi opinión personal sobre eso era que le gustaban las vistas.
No había una noche en la que la barra no estuviera rodeada de jovencitos y jovencitas clamando la atención del chico rubio. Kangin era así de bueno.
Yo todavía no sabía qué iba a hacer cuando acabara con el bar, pero estaba haciendo un esfuerzo consciente para no perder el sueño por ello. Estaba perdiendo sueño por bastantes otras cosas. Mi futuro tenía suficientes giros y vueltas en él que vencerme a mí mismo por no tener todas las respuestas era simplemente agotador y ya no tenía la energía para hacerlo.
También era un día a día para tratar con las pesadillas y los extraños resbalones en mi mente que me devolvían al desierto y toda esa sangre y muerte en una manera más saludable y positiva que beber mi estúpido yo.
Cuando me despertaba ahora, iba a correr o sacaba la Harley para un largo viaje hasta que volviera en mí mismo. Llevó bastante tiempo, pero funcionó igual de bien, y hablar con el amigo de Eric me estaba haciendo darme cuenta de que era como todo lo demás en la vida: tenía que trabajar en ello, tenía que practicar para hacerlo cada vez mejor.
Una noche Heechul y yo estábamos tumbados en el sofá en mi casa. Kyuhyun había salido con Jjong y mi chico estaba muy lindo y acurrucado en una bola apoyada contra mi costado. Había escogido una película tonta para ver después de la cena y era lo único que podía hacer para mantener los ojos abiertos, era tan aburrida. Me gustaba la forma en que se ajustaba a mi lado. Era difícil para mí recordar cómo se veía mi aburrido mundo en blanco y negro antes de que Heechul irrumpiera en él y exudara color en cada rincón. Solo quería cuidar de él, estar con él.
—Odias esto, ¿no? —Él estaba frotando su pulgar a lo largo de la parte posterior de mi mano y mis nudillos. Pude sentir como se detuvo y se preocupó por las cicatrices y marcas en relieve que me salpicaban la piel.
—Nah, está bien.
Se echó a reír a mi lado.
—Estás a punto de dormirte.
Lo estaba, pero pensé que él no necesitaba preocuparse por ello. Mi atención seguía entrando y saliendo. Él quería ver a la chica en la película conseguir su felices para siempre, y pensé que podría esperar por ese momento. Además, dormir en el sofá junto a él era lo más cerca que había llegado a dormir con él en el último mes. Me moví para que pudiera envolver mi brazo alrededor suyo y acercarlo más a mi costado. Dejé caer un beso en la parte superior de su suave cabello y le dije a mi demasiada ansiosa mitad inferior que se relajara. Ella tenía un brazo alrededor de mi cintura y su otra mano apoyada en mi muslo. Todo era muy inocente, pero decirle eso a mi libido negado era otra historia. Echar una pequeña siesta podía ser la única manera de pasar el resto de esta cita de noche sin meterme en problemas.
Entre una respiración y la siguiente, estaba distraído en algún lugar entre estar todo el camino dormido y despierto. No podía concentrarme en la estúpida película y mi mente acababa de tomar un desvío por un curso que me hubiera gustado que no hubiera hecho. Todo más o menos se desvaneció y yo estaba de vuelta en un día que reviví una y otra vez, era una pesadilla y no podía parar la avalancha de recuerdos mientras iban cayendo libremente en la parte superior de cada uno. Hubiera dado todo lo que poseía para detenerlo, para mantener ese día en particular encerrado en una caja dónde no pudiera llegar a mí.
Solo había vuelto de Pakistán por unos meses, los gemelos estaban apenas en sus veinte, y me dieron el mensaje de que me dirigía a Irak. Mis padres estaban alucinando, todo el mundo quería que dejara el ejército después de que este despliegue hubiera terminado, pero yo estaba emocionado de ir. Hyukjae y Eunhyuk se habían mudado, Donghae estaba a punto de graduarse, y estar en casa solo con mis padres era aburrido. Solo había lo suficiente de "Hyukjae es terrible, Eunhyuk es perfecto, tú eres un tonto y podrías estar haciendo algo más importante con tu vida" que podía tomar.
Me gustaba estar en el ejército. Subí de rango rápidamente. Era bueno con los demás soldados y tenía un talento natural para tomar la delantera. Cuando estaba en casa yo solo era el hermano mayor de los gemelos. Todo  era siempre acerca de los gemelos. No era que quisiera a mis hermanos. Infiernos, fui a la guerra para asegurarme de que tenían un mundo seguro y protegido en el que vivir, pero se hizo viejo el solo ser el hombre cuyo trabajo consistía en mantener a Hyukjae bajo control y dejar que la luz de Eunhyuk brillara.
En el ejército yo era el Sargento Lee. Yo era la voz cantante. Yo era el que ejecutaba las misiones y tenía todo un pelotón para mantener a salvo, no solo dos muchachos que eran los lados opuestos de la misma problemática moneda.
Appá insistió en que hiciéramos una cena familiar en mi última noche. Yo no quería hacerla. Fue como se esperaba. Hyukjae apareció con el cabello azul disparado en toda dirección y luciendo un ojo negro. Eunhyuk estaba distraído y evasivo, mientras que Donghae se veía hosco y de mal humor.
Hice lo que siempre hacía y traté de hacer el papel de intermediario. Pregunté por el aprendiz de Hyukjae en la tienda de tatuajes, hablé con Eunhyuk acerca de su nuevo trabajo, e interrogué a Donghae acerca de cómo se iba a preparar para comenzar su primer año en la universidad. Mis padres me dejaron ser el intermediario, como siempre lo hacían, mientras dejaban caer indirectas no tan sutiles sobre lo mucho que se me echaba de menos por casa. Era irritante y molesto, pero me alimenté a través de saber que yo estaría a mitad de camino alrededor del mundo a la misma hora mañana. Nos esforzamos en la cena y luego Eunhyuk hizo excusas para que se fueran él y Donghae.
Algo estaba ocurriendo allí, pero ninguno de ellos parecía que tuvieran ninguna prisa para compartirlo.
Los cuatro de nosotros caminamos afuera después de dar las buenas noches a mis padres y permanecimos de pie en el camino de entrada.
Hyukjae me abrazó y luego me dio un puñetazo en el estómago.
—Ten cuidado. Echaré de menos tu malhumorado culo. Revisa tu correo electrónico más seguido esta vez cuando te hayas ido.
Le revolví el estúpido cabello y lo golpeé de vuelta.
—Trata de mantenerse fuera de la cárcel mientras yo no esté.
Él soltó un bufido.
—¿Qué hay de divertido en eso?
Donghae puso los ojos en blanco y me abrazó.
—Te amo. Por favor, ven a casa de una pieza. Te enviaré un millón de paquetes de ayuda.
Hyukjae arrastró las palabras "Envíale porno". Lo que hizo que él lo mirase y empezaron una ronda infantil de disputas.
Eunhyuk me sacudió la mano y me golpeó en la espalda. Cuando se retiró juro que vi algo moverse a través de esos ojos claros. Quería sentarme con él y hacerle hablar conmigo, pero no había tiempo.
—Ten cuidado. Cuida de ti mismo, Siwon. Esta familia no podría funcionar sin ti.
Me reí de eso porque él era hijo de oro. Él era el que todos queríamos ser. Incliné la cabeza hacia donde estaban Hyukjae y Donghae de pie y discutiendo todavía.
—Yo me cuido, tú los cuidas a ellos. Trate de mantener tu otra mitad idiota fuera de problemas.
Él solo sonrió con cierta tristeza.
—¿Cuál?
—Ambas.
Todos nos abrazamos de nuevo y volví a entrar. A la mañana siguiente estaba de vuelta en mi camino a un desierto diferente y como todo ello era simplemente una charla sin sentido, se me olvidó todo. Empecé con el pie derecho, entré en modo de misión crítica y en total oscuridad tan pronto como llegué. Estaba haciendo el reconocimiento con un equipo de operaciones especiales durante casi dos semanas antes de tener cualquier tipo de contacto con la base.
Ellos habían estado tratando de ponerse en contacto conmigo en el campo durante tres días antes de que se las arreglaran para encontrar a alguien que pudiera transmitir un mensaje crítico desde casa.
Eunhyuk estaba muerto.
Hubo un accidente. Estrelló su auto en la autopista y no lo había conseguido. Solo tenía concedidos unos días de permiso para llegar a casa para el funeral y luego se me esperaba de nuevo en condiciones adecuadas de lucha.
Me sentía como si alguien hubiera clavado un cuchillo serrado a través del centro de mi pecho.
Eunhyuk era el bueno, el mejor de los tres de nosotros. Era amable, era encantador, era cuidadoso, y no había manera de que de nosotros él fuera el que iba a morir antes de tiempo. Hyukjae iba a recibir un disparo por un novio enojado o molestar al idiota equivocado en un bar. Yo iba a entrar en una mina o ser acabado por el fuego del enemigo. No había manera de que fuera el momento de Eunhyuk.
Volé de regreso en un sueño. No podía pensar, no podía sentir. Estaba entumecido. Creo que esa fue la forma en que echaba de menos a mi appá yendo de ser solo distante y rápido con Hyukjae a estar en un modo de congelación del ártico. Todos nos estábamos hundiendo en un pozo de dolor y desesperación por nuestras propias razones y no había manera de que cualquiera de nosotros pudiera ofrecer a los demás una mano.
Todo en lo que podía pensar era que ni siquiera le había dicho lo mucho que lo quería antes de irme. Le había pedido que cuidara de Hyukjae, siempre le decía que tuviera un ojo en su hermano más difícil, pero nunca le dije nada acerca de cuán asombrado e impresionado  estaba  con el hombre  en que se había convertido. Nunca le hice saber que podría haber sido su héroe, pero él era el mío.
El arrepentimiento de haber desperdiciado los últimos minutos que tuve con él era un trago amargo que nunca me las arreglé para tragar. Añade al hecho que yo sabía que algo estaba pasando con él, algo que necesitaba que me dijera, y un trozo de mi Corazón, una parte de mi alma, fue al suelo con él.
Volví al desierto sin hablar con mis padres, sin ser capaz de mirar a Hyukjae a los ojos porque me dolía demasiado ver los ojos de Eunhyuk mirándome de vuelta. Cada noche durante el próximo año, no importara la misión en la que estuviera, no importara en qué Cuartel estuviese, no importara a qué parte de la caja de arena que me mandaran, me iba a la cama pensando en todo lo que yo haría de nuevo si pudiese. Había visto muchas muertes en mi línea de trabajo; siempre apestaba y siempre era difícil de olvidar, pero nada me despertaba en medio de la noche con lágrimas corriendo por mi rostro como el recuerdo de esos últimos segundos desperdiciados con mi hermano.
Hubo un peso sobre mí. No el típico peso, chupando peso de la tristeza con la que me despertaba cuando ese recuerdo en particular me cegaba, sino un suave y cálido peso que susurraba mi nombre una y otra vez. Luché desde la oscuridad y encontré a Heechul en mi regazo. Él estaba literalmente a horcajadas sobre mí, con las manos a ambos lados de mi cara. Estaba diciendo mi nombre una y otra vez, susurrándolo contra la cicatriz en mi frente y en contra de las pistas gemelas de humedad que podía sentir escapar de cada ojo.
Mi más vil instinto fue empujarlo fuera de mí y salir de allí. Fue enterrar la vergüenza y la tristeza muy dentro y cubrirla con una capa tan espesa de vodka que no podría jamás sentirla otra vez, pero sabía que si lo hacía, él no me daría otra oportunidad, así que me limité a mirarlo y dejé que sus besos cepillaran toda mi cara hasta que mi ritmo cardíaco bajó y pude respirar con normalidad. Puse mis manos en su cintura y conté hacia atrás desde veinte hasta que estaba absolutamente seguro de que no iba a desbocarme en él.
—¿Quieres hablar de ello?
No, estaba seguro como el infierno que no, pero me había prometido dejarlo entrar, así que haría un esfuerzo, y si eso significaba mantenerlo encima de mí, acariciando sus dedos a lo largo de mi cuero cabelludo, lucharía a través de ello, incluso si se sentía como que me estaba matando.
—Eunhyuk. Estaba pensando, tal vez una especie de sueño, sobre Eunhyuk.
Si el pensamiento del hermano menor de un hombre no tenía permitido moverse para consumirlo en llamas, lágrimas desgarradoras en sus sueños, entonces nada lo tenía.
—La última vez que lo vi estaba molesto. Mis padres me tenían de los nervios, Hyukjae estaba actuando desagradablemente, Donghae estaba siendo raro, y algo sobre lo que no hablaría estaba pasando con Eunhyuk. Ahora sé que era su secreto y Donghae estaba fuera de forma sobre Hyukjae, pero en ese momento lo único que quería era volver al trabajo. Le dije que cuidara de Hyukjae, no que lo quería, o que lo echaba de menos, o que estaba tan orgulloso de ser su hermano. Solo le dije que mantuviera a Hyukjae fuera de problemas.
Tuve que tragar la inundación de recuerdos con el fin de seguir hablando con él. Heechul solo mantuvo sus ojos fijos en los míos. No se interpuso, no me dijo que todo iba a estar bien, él solo me miraba y dejé que sus dedos corrieran a lo largo de mi cabello rapado.
—Cuando regresé del funeral todo se había convertido en una mierda. Hyukjae decidió que la mejor manera de lidiar con la pérdida era ser incluso más idiota de lo que ya era. Donghae se convirtió en el conciliador, la máquina de la paz y mis padres se pusieron inmediatamente en modo de culpa. Fue idea de Hyukjae salir a dar un paseo, fue mi culpa no estar en casa para vigilarlo y fue culpa de Donghae dejarlo ir. Lo pusieron en el suelo y cada uno de nosotros se fue con él.
Tuve que parpadear y esforzarme para mantener mis ojos en él. Mis dedos se flexionaron involuntariamente mientras trataba de decidir si quería acercarlo más o alejarlo.
—Regresé al desierto y vi a más niños morir, di más de mí mismo en la arena y ante el enemigo, cuando llegué a casa la última vez las cosas fueron de mal en peor. Appá se había convertido en un monstruo lleno de dolor que quería comer vivo a Hyukjae. Donghae estaba locamente enamorado de él y él no era consciente de ello, lo cual le estaba matando. Y luego estaba Eunhyuk. Se había ido pero siempre existiría entre todos nosotros su maldito secreto que todo el mundo parecía conocer a excepción de mí y Hyukjae. Estaba tan enojado con él. Enojado por mentir, enojado por usar a Donghae, enojado por haberse ido, pero sobre todo estaba tan furioso conmigo mismo por dejar que se fuera sin decir algo que importara. Tal vez si hubiera sido diferente si hubiera actuado de otra manera, se habría sentido lo suficientemente cómodo para contarme sobre de su vida. Es todo en lo que puedo pensar.
Nos sentamos en silencio por un largo tiempo, mirándonos el uno al otro. El siguió acariciando mi cabeza y era interesante ver sus pensamientos moverse en sus ojos. Remordimiento destelló en uno de ellos mientras que la desaprobación y algo más brilló en el otro. No le gustaba que me castigara por algo que no puedo deshacer, pero estaba claro que no iba a condenarme por ello tampoco.
—No crees sinceramente que cualquiera de esos chicos dudaba de lo mucho que los amabas, de lo mucho que sacrificaste por ellos. ¿Cierto?
Negué con la cabeza lentamente.
—No.
—Bien. Porque no importa lo que le hayas dicho, las palabras no importan. Él lo sabía. Hyukjae lo sabe. Podrías haberle dicho a Eunhyuk muchas cosas y todavía habría estado en ese auto esa noche. Perderlo de esa forma todavía duele y confunde a tu familia. Sabes que él sabía que lo amabas. Eso es todo lo que importa Siwon. Si hubiera querido que tú y Hyukjae lo supieran se los habría dicho. Eso era todo lo que podrías haber hecho. No es tú culpa ni de tus padres y te aseguro que no es de Donghae. En algún momento tienes que dejarlo descansar.
—No sé cómo hacer eso. —Era la  verdad.
—¿Hay algo que creas que te pondrá en perspectiva? ¿Qué te haga más fácil dejar el pasado atrás? —Me gustó que en vez de dejarme ser derrotista y que me perdiera en ello quería ayudar activamente a encontrar una solución al problema.
—En realidad no. Las respuestas ayudarían. Preguntar a Eunhyuk que creía que lo ayudaría pero ya nada de eso es posible, voy a tener que averiguarlo por mi cuenta.
Sus ojos brillaron hacia mí y vi una sombra de algo que se cruzaba por sus ojos. Quería preguntarle sobre eso, pero se subió sobre mí y me distraje luchando contra el impulso de ponerlo sobre su espalda.
Quería besarlo desde la parte superior de su cabeza hasta la punta de sus pies. Quería ponerlo en la cama y nunca dejarlo ir. Quería respirarlo y dejar que todo ese color y brillo se extendiera sobre todo el frío y aridez que se había apoderado dentro de mí pero todavía estaba pensando en mis modales, así que junte mis pies preparándome para salir de su pequeño y tonto sofá para que se conformara con un casto beso en los labios.



2 comentarios:

  1. TT______TT
    Nuestro grandote Siwonshis tiene su cabeza loca, hecha un caos!
    Menos mal tiene a su lindo y sexy medio litro para ayudarlo!!!

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  2. Cuando es uno mismo quien toma la desición de pedir ayuda para salir de un gran problema...es admirable,y más que sea compartido con la gente que quiere,así recibe un apoyo y tiene la certeza de que estarán con uno en el proceso.
    Siwon diciendoles las palabras correctas a Hee...no es el hombre perfecto que Hee quería para él y su vida...pero es la persona adecuada para él,y él lo es para Siwon.
    Las citas de manita sudada,pobre Siwon,empezaron tan rápido y ahora van más lento que una tortuga
    Puede que Hee sea quien ceda primero

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...