Sapphire Wolf (T6)- 12



Dambi vio a los hombres de pie, rígidos, y sin moverse, mirando fijamente a sus compañeros. Sabía que si bajaba la barrera ellos no dudarían en tratar de arrastrarlos de regreso pateando y gritando. Aunque, a juzgar por el brillo en los ojos de Hyesung, tenía la sensación de que él se iría de buena gana, solo para luego golpear a Junjin en sus partes para hacer bebés.
—Elimina la barrera, Dambi —ordenó Junjin, sus ojos nunca se apartaron de su compañero.
—Lo siento, Alfa. No puedo hacer eso.
—¿No puedes o no quieres? —gruñó Siwon.
—Papas, patata —replicó Dambi.
Siwon le enseñó los dientes, y luego se giró de nuevo hacia Hee.
—¿Mantendrías alejado a nuestro bebe de mí?
Hee puso los ojos en blanco.
—No uses la tarjeta de papá, B. Él está calientito en este increíble cuerpo. Si esta fiesta todavía está para el momento en que entre en labor de parto, será tu propia estúpida culpa.
—Puede que no sea capaz de tocarle, pero puedo tocarte.
—Ya no —eludió Hee.
—Puedo oír el latido de su corazón, Heechul.
Sus palabras detuvieron su réplica y sus ojos sostuvieron los suyos. Hee luchó contra cada instinto de correr hacia él, para tenerlo envolviendo sus brazos a su alrededor y manteniéndolo a salvo.
—Haz tu elección, B. Déjame ser lo que necesitas que sea.
Siwon cerró los ojos y Hee imaginó que estaba contando hasta diez… o cien. Por lo general le tomaba más tiempo tranquilizarse cuando estaba enojado con él.
—Ustedes no saben lo que están pidiendo. Hay una razón por la que estamos tratando de protegerlos. A veces hay que elegir el menor de los males y nosotros hemos hecho la elección que sentimos que es la mejor para ustedes. Nunca nos consultamos entre sí sobre cómo lidiar con esta situación, así que para mí el ver que todos hicimos la misma elección, no liberar el horror que vemos al tocarlos, me dice que deber haber sido la decisión correcta.
Dambi empezó a aplaudir lentamente a medida que se acercaba a las parejas y se giraba hacia los machos.
—Bien dicho, Siwon. Sin embargo, no puedo decidir si es lo más cariñoso que alguna vez he escuchado de ti o si es lo más tonto. —Sus ojos habían perdido su centellante picardía mientras los enfrentaba—. Verás, cuando te escucho decir que la mayoría al estar tomando la misma decisión debe significar que es la correcta, lo que realmente escucho es: Hola, soy Siwon y soy un completo estúpido.
Hee le gruñó a la Fae. No le gustaba que los demás insultaran a su compañero. Solo a él se le permitía ese privilegio.
—Cierra el pico, polluelo embarazado —bromeó Dambi—. Siwon no puedes creer esa mierda. Si tu lógica es correcta entonces todos deberíamos aprobar el consumo de alcohol, perdonar a los menores de edad haciéndolo como conejos, y deberíamos pensar que los reality shows son buenas formas de entretenimiento. Por tu lógica, Alfa, cuando tu joven hijo tenga diecisiete años y los chicos estén locos por eso, va a estar bien para él dar sus probaditas de jovencito porque la mayoría de sus amigos lo están haciendo.
Siwon dio un paso amenazante hacia ella, sus ojos brillando peligrosamente.
—Uh, Dambi, eso en realidad no ayuda —espetó Hee.
Dambi observó al furioso Alfa mientras él la fulminaba con la mirada. Podía ver que sus palabras habían tocado un punto sensible y eso era lo que había tenido intención de hacer.
—Está bien, tan divertido como esto ha sido, tenemos que seguir nuestro camino. —Miró por última vez a los hombres—. Solo una sugerencia de un imbécil a otro, no sería inteligente que ustedes tocaran a su parejas. Así que ni siquiera lo intenten.


Mona se cernió sobre el cuenco de las visiones mientras buscaba la ubicación exacta de su presa escapada. Había considerado simplemente dejarlos en paz por ahora, a sabiendas de que estarían viniendo por ella en algún momento, sin importar cuán tonta era esa decisión. Entonces, su orgullo se había intensificado y se dio cuenta que si no ejecutaba algún tipo de venganza, parecería débil.
Cerró los ojos mientras extendía su voluntad, permitiéndole a la magia de la adivinación mostrarle en dónde se encontraban sus enemigos. Sus labios se levantaron en una sonrisa malvada cuando por fin los localizó.
—Ahí están, pequeños lobitos —murmuró, mientras los observaba con el ojo de su mente.
Observó cómo las parejas marchaban al otro lado de sus compañeros con Dambi en frente de ellos, pareciendo confrontarlos. Tal vez el escape no era necesariamente una mala cosa si estaba causando conflictos entre los compañeros.
—Ahora, qué hago con ustedes —dijo, mientras daba golpecitos a sus labios color rojo sangre con su dedo. Ella había permitido a los hombres ser atormentados, ver cosas horribles, cosas que no habían sido reales. Ahora, ¿qué les haría si ellos realmente veían que algo les pasaba a sus compañeros?
—Mmm, esto tiene potencial. —Su poder había continuado creciendo y las leyes naturales que una vez la ataron ya no eran más obstáculo para la magia oscura que ella ejercía. Mona extendió su magia hacia el bosque, buscando a las criaturas oscuras que acechaban en las sombras. Extrajo energía de ellos, llevándola dentro de ella con el fin de darle forma a su voluntad. Entretejió un hechizo mientras su mente y cuerpo se sentían azorados con el torrente de poder.

“Tierra, agua, viento y fuego, Escúchenme ahora, sientan mi deseo.
Hago un llamado a sus fuerzas y su antiguo poder, Retumben, golpeen, quemen, y bañen.
Qué nadie femenino quede ileso,
Todos los hombres desesperados y alarmados. Cada paso pulsará con dolor,
Cada grito será por su nombre,
Dejen que el fuego se interponga entre cada uno, Hasta que ellos, caigan y yo haya ganado”.

Sus ojos se abrieron cuando sintió el poder salir de su cuerpo, el hechizo cabalgando sobre el viento. Crecería en poder mientras buscaba a su presa. Debido al tamaño y la potencia del hechizo, le tomaría algún tiempo antes de llegar hasta ellos.
Mona soltó un profundo y satisfactorio suspiro, y se limpió las manos en su ropa.
—Bueno, he amenazado a un duende, conspiré con una Fae traidora, y pronto oiré los gritos de los lobos. Si eso no es jodidamente impresionante, no sé lo que es.
—¿A quién le estás hablando?
La profunda voz hizo a Mona saltar mientras se daba la vuelta, dispuesta a defenderse. Un miedo desgarrador la atravesó mientras contemplaba, con los ojos abiertos de par en par, al que estaba ante ella.
—¿Cómo llegaste hasta aquí? —preguntó ella, después de haber alejado el miedo y haberse recordado quién era ella. Pero, eso no cambiaba la realidad de la persona que estaba de pie ante ella. Esto es malo, pensó para sí misma, muy, muy  malo.

Los ojos de Donghae se humedecieron mientras trataba desesperadamente de concentrarse en algo más que el dolor, el cual se había convertido en un compañero constante mientras luchaba con su necesidad de estar con Hyukjae. Estaba detrás de él con todos los otros machos y podía sentir sus ojos sobre él, haciendo un agujero en la parte posterior de su cabeza. Podía sentirlo deseando que diera la vuelta, para volver a él. Y lo quería hacer con tanto ahínco.
—¿Cómo lo estás llevando? —preguntó Hee, igualando el ritmo de Donghae mientras continuaban trepando por las montañas.
Donghae apretó los dientes y se recompuso antes de hablar.
—Estoy lidiando con eso —respondió finalmente.
—¿Crees que estamos haciendo lo correcto?
La frente de Donghae se frunció mientras miraba a Hee con sorpresa.
—¿Estás teniendo dudas?
Hee se encogió de hombros.
—No somos los únicos que están sufriendo. Siwi está más adolorido ahora, que cuando yo morí.
—¿Cómo?
—Creo que es porque estoy rechazando lo que estaba determinado para nosotros antes de que incluso fuéramos creados. Yo pertenezco a su lado y estoy eligiendo negarle eso.
Donghae frunció el ceño.
—No quiero parecer infantil o cualquier cosa, pero ellos nos negaron primero. Hay consecuencias para cada acción Hee, y su acción de evitar a sus compañeros ha provocado ésta consecuencia. Depende de ellos arreglarlo.
Hee le sonrió y Donghae vio el brillo en sus ojos.
—Hiciste eso a propósito, ¿no es así?
Hee hizo un pequeño asentimiento con su cabeza.
—Me di cuenta que realmente estabas luchando con esto, por lo que pensé que tal vez necesitabas recordar el por qué estamos haciendo esto. Siwon es implacable, empujando constantemente en mi mente, y sinceramente, no creo que esté utilizando todo su poder porque estoy embarazado.
—¿Estás sufriendo? —preguntó Donghae.
La boca de Hee se tensó justo antes de hablar.
—Mucho. —Entonces, como solo Hee podía hacerlo, apartó el dolor y buscó una manera de aliviar la tensión—. Así que, estaba examinando las palabras, oh tan, alentadoras de mi pareja de más temprano. Él dijo que, básicamente, nos hemos entregado a ellos en todos los sentidos. Debido a ese hecho, entonces ya no podemos tomar más nuestras propias decisiones. Encontré una laguna.
Donghae rió mientras negaba con la cabeza.
—Bueno, voy a caer. ¿Cuál es la laguna?
—Tú. —Sonrió Hee—. Pensé en Zhoumi y Changmin, y que ellos pueden muy bien encajar en esa categoría también. Sin embargo, en verdad no conozco muy bien sus asuntos como sé los tuyos.
—¿Qué?
—Donghae, mi pequeño pez, no has entregado tu cuerpo, como B tan elocuentemente lo expresó, a tu compañero. Has completado los Ritos de Sangre, pero ese es solo uno de los ingredientes en la mezcla de lo que es estar acoplado.
—Y… —Donghae dejó salir la palabra, esperando a Hee por más detalles.
—¡Oh madre mía! Estoy diciendo que de acuerdo a la idea preformada que tiene Siwi de pensamiento independiente, a ti mi querido, todavía se te permite esa libertad.
Donghae rió y aunque el dolor no se fue, por ese breve momento en el tiempo, éste no le estaba consumiendo.
Oyó un gruñido y un poderoso empuje cuando Hyukjae se abrió paso en su mente.
«Eso va a ser remediado tan pronto como este berrinche ridículo tuyo haya terminado».
La boca de Donghae se abrió y no podía creer que él le había dicho eso. Se dio la vuelta para mirarlo, y se negó a darle la intimidad que él estaba tratando de forzar mediante el uso de su vínculo.
—¿Estás hablando en serio de hacerme el amor mientras me llamabas infantil en la misma frase?
Donghae observó con satisfacción que los ojos de Hyukjae comenzaron a brillar. Había tocado una fibra sensible y tal vez no debería haberlo hecho, pero, maldita sea, se sentía bien.
—Donghae —comenzó él, pero Donghae lo interrumpió.
—Realmente no tengo experiencia en este aspecto de una relación, pero estoy bastante seguro que llamar a tu compañero infantil NO es la manera de llegar a conseguir algo.
Hee se atragantó con una carcajada y vio que no solo el rostro de Hyukjae se contorsionaba de ira, sino el de todos los hombres. Simplemente no pudo resistirse a esto.
—Y por conseguir algo él no quiere decir cola… —Se detuvo y por si acaso sus abrumados cerebros no lo registraban, lo dijo de nuevo un poco más lento—. Conseguir-algo-cola. Ya saben, ¿porque somos lobos? —Hee miró a su alrededor y cuando se dio cuenta de que Zhoumi estaba sonriendo, él sonrió—. Sabía que alguien apreciaba mi sentido del humor.
La expresión del rostro de Siwon le dijo que si pudiera tocarlo en ese momento probablemente lo habría estrangulado. Heechul sonrió mientras disfrutaba de la rabia que provocó en él. Rabia significaba emoción, pasión y necesidad. Tal vez si empujaba un poco más por fin le dejaría entrar.
—Donghae esto es… —Hyukjae dio un paso hacia él, pero Donghae ya había terminado con todo esto de escuchar. Giró sobre sus talones y continuó a un ritmo ligeramente más rápido que antes.


Dos largos, y extremadamente frustrantes días después…

La noche había caído más rápidamente se dio cuenta Dambi y los pelos de su nuca se levantaron. Finalmente se habían detenido para acampar, aunque ella no había querido porque estaban a un día, día y medio máximo, de la mansión Coreana. Había considerado varias veces llamar y solo hacer que uno de esos malditos hombres vinieran por ellos, pero sabía que habría un baño de sangre esperando en cualquier momento. Así que, a pesar de los posesivos, obstinados, aunque casi destrozados, hombres lobo, habían conseguido superar la maravillosa experiencia de casi recorrer a través de las Montañas.
Vio como los hombres preparaban el campamento, recogiendo leña para el fuego, y preparando los camastros, todo el rato lanzándoles miradas a sus compañeros.
Teuk trató de apartar sus ojos de Kangin, pero desde que había puesto los ojos en él desde su ventana, su mirada había sido para él y solo para él. En algún momento, cuando estaba vaciando su mochila, juró que sintió su aliento caliente en la parte posterior de su cuello y tuvo que morderse el labio para contener un gemido. Cuando se había vuelto a mirarlo, él había estado en el otro lado de la hoguera, con toda una sonrisa demasiado conocedora en su rostro. Había estrechado sus ojos hacia él y, al ser la persona madura que era, le mostró el dedo de medio.
Se dio cuenta de su error cuando Kangin de pronto estaba frente a él, todavía incapaz de tocarlo, pero eso no quería decir que no le afectara.
—¿Eso es una oferta, Luna? Lo único que tienes que hacer es pedirlo. Pídemelo, nene. —Su voz fue un ronroneo tal que le hizo temblar hasta los pies. No se había dado cuenta que se había estado inclinando hacia él hasta que la voz de Hee rompió a través de la niebla inducida por la lujuria.
—Aléjate del sexo andante, Teuk. —La voz de Hee llevaba la autoridad de su condición de Alfa y fue casi suficiente para hacer que Teuk obedeciera… casi.
Cuando no se movió observó una sonrisa triunfante en los carnosos y masticables labios de Kangin.
—¡TEUK! —gruñó Hee—. Sé que es difícil cariño, créeme, sé lo desesperadamente que deseas sus manos sobre ti, sus labios, su lengua, y…
—¡Hee! —Donghae golpeó el hombro de su amigo.
—¿Qué?
—Ve al grano. —Donghae puso los ojos en blanco.
—Cierto, Teuk… —empezó de nuevo—, como muy sinceramente dije, sé que es duro. —Hizo una pausa mientras se mordía el labio—. ¿Tienen alguna idea de lo que podría hacer yo con esa afirmación? —gimió lanzando los brazos al aire.
—Hee, enfócate, cielo. —Donghae lo intentó un poco más suavemente.
Hee asintió.
—Estoy bien, yo me encargo. Teuk, si cedes ahora mismo, durante los próximos cien años cada vez que le digas que no, va a estar bajándote los pantalones.
Eso llamó la atención de Teuk. Apartó los ojos de la ardiente mirada de Kangin y se volteó a ver a Hee. Las otras parejas a su alrededor se estaban cubriendo las bocas intentando mantener la risa a raya.
—¿Acabas de decir…?
Hee asintió.
—Sí, sí lo hice. Si él sabe que está estremeciendo tu mundo, bueno, técnicamente sería tu cama —Hee se tocó la mejilla con un dedo—, o el sofá, o la mesa de la cocina…
—¡HEECHUL! —La voz de Siwon, mandona, oscura y sexy, trajo escalofríos a su piel.
—Cierto, enfocarme —se dijo a sí mismo—. Si él sabe que tiene poder sexual sobre ti, hará uso de él con fiereza. Ah, maldita sea —exclamó, con una palmada a su muslo—. Ahí va otra, ¿puede alguien por favor escribir esto?
Teuk dio un paso lejos de Kangin, y luego otro y otro. Hee dejó escapar un suspiro de alivio.
—Al fin, si tenía que seguir hablando contigo en más detalle del sexo como un arma, iba a tener que ceder e ir a violar a mi compañero.
Una onda de risas fluyó a través de las parejas e incluso los hombres rompieron a reír ante las palabras de Hee.
Mientras Hee había estado distraído, Siwon se había movido silenciosamente detrás de él. Se inclinó tan cerca de su oído como la magia le permitió. Sopló suavemente sobre él, sabiendo que era una de las cosas que lo ponían salvaje. Vio cómo sus hombros se tensaron. Una lenta sonrisa se le formó y un brillo salvaje destelló en sus ojos mientras hablaba.
—No puedes violar la voluntad, cariño.
Su gemido fue tan bajo que dudaba que nadie más que él lo había oído, y eso era una buena cosa. No le gustaba que Heechul hiciera esos sonidos con otros machos alrededor, pero enalteció su ego saber que él, y solo él, podía afectarlo de esa manera.
Hee oyó la risita detrás de él y luchó a través del deseo mientras se daba la vuelta para mirar a su compañero, solo que él no estaba ahí. Sus ojos fueron halados hacia donde estaba tranquilamente recostado contra un árbol, con los brazos cruzados sobre el pecho, y los ojos brillantes. Siwon levantó una ceja hacia él y pasó la lengua por su labio inferior. Hee maldijo entre dientes mientras le daba la espalda y pisoteaba hacia donde Hyesung estaba sentado.
Siwon vio a través de las llamas danzantes del fuego mientras su compañero le daba la espalda. Su lobo gruñó y él se enfadó ante el flagrante rechazo. Se calmó con el conocimiento de que lo había afectado.
Heechul podía ser capaz de alejarlo ahora, pero no iba a durar. Iba a tener que jugar sucio con su esposo. Sonrió para sus adentros ante el juego de palabras que sabía que él apreciaría. Una vez que estuviera de vuelta en sus brazos, lo compartiría.
Sintió un profundo dolor hasta la médula ante el pensamiento de Heechul en sus brazos, compartiendo risas, susurrando en su oído, disfrutando de su calor y su luz. Su lobo se estaba volviendo más y más insistente en hacer lo que fuera necesario para conseguir que su compañero regresara a donde pertenecía.
Quería compartir todo con él, necesitaba esa cercanía. Cerró los ojos al sentir la oscuridad dentro, invadiendo su mente, luchando por su control. Él sabía lo que necesitaba, sabía que si no lo tomaba, entonces lo haría la oscuridad que casi lo había aplastado antes de Heechul, y lo consumiría.



1 comentario:

  1. Me sigue molestando eso...pero va ganando el hecho de que lo necesitan para sobrevivir contra ellos mismos.
    No lo saben del todo...pero no solo los lobos tienen el control sobre sus parejas,también las parejas lo tienen sobre sus lobos y por eso mismo están así...porque no comparten lo que tienen.
    Tendrá que haber algo que los haga entender y ese favor nos los hará la bruja.
    Eish...si no fuera mala...sería su fan.
    La visita que tuvo la bruja me gusta...y no porque sea bueno para los lobos o algo,sino porque la bruja admite que si esta visita llego a ella,es porque es algo malo...aunque no sepa para quien.
    Esto sonara feo y quizás insencible...pero ya quiero ver cómo la bruja hará sufrir a las parejas

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...