Marcado III -10



Extrañaba pasar tiempo con Heechul. Dejar a Kangin a cargo por una noche era un riesgo que estaba dispuesto a tomar.
Cuando llegué a la casa estaba dormido en el sofá. Henry y Zhoumi se habían ido por la noche, así que lo levanté en brazos y lo llevé a su habitación para ponerla en su cama. Se despertó cuando estaba quitando su arrugada ropa. Pestañeó esos embrujadores y coloridos ojos hacia mí y trató de enfocar.
—Hola.
—Hola.
Bostezó y estiró los brazos por encima de su cabeza.
—Estoy exhausto.
Dejé que me jalara para poder besarlo en su ansiosa boca.
—¿Largo día en el trabajo?
Negó con la cabeza y pasó sus dedos por el cabello corto de mi nuca.
—No. Solo con sueño todo el día. Iba a permanecer despierto y esperarte pero no podía mantener los ojos abiertos.
Lo besé de nuevo y puso sus manos bajo el dobladillo de mi camiseta.
—No tienes que esperar por mí. Estaba a punto de ponerte en la cama y trepar a tu lado.
—Si vamos a estar juntos en la cama, ninguno de nosotros necesita estar durmiendo.
Hombre, este joven era otra cosa, y solo tardó unos dos segundos para conseguir que los dos quedáramos desnudos y fuéramos al grano. Me dormí bastante rápido después, y como de costumbre, él estaba envuelto por encima de mí desde el hombro hasta la cadera.
En realidad solo ha pasado muy poco tiempo desde que habíamos invadido la vida del otro, pero algo al respecto simplemente se sentía como si ésta fuera la forma en que se suponía tenía que ser.
Por lo menos se sintió de esa manera hasta algún momento en la madrugada…
Había arena en mi cara y no podía respirar. Estaba caliente, más caliente de lo normal, con todo mi equipo y por alguna razón, no podía ver más allá de la neblina roja que cubría mis ojos. Me zumbaban los oídos, y desde algún lugar muy lejos podía oír voces gritando. Quería levantar mi mano para limpiar mi cara, quitarme el casco para ver si eso haría que fuera más fácil respirar.
No podía conseguir que mi brazo funcionara. No podía conseguir que la mayor parte de mi cuerpo cooperara.
Me las arreglé para voltear la cabeza hacia un lado, solo lo suficiente para que la sangre que cubría mi cara se arrastrara por mi nariz y fuera de mis ojos, apenas dejándome echar un vistazo alrededor.
Ya no estaba en la Hummer.
Estaba sobre mi espalda mirando hacia el cielo y una nube de polvo y suciedad se pegaba a toda la sangre y el sudor, cubriendo cualquier parte de piel que no estuviera cubierta por mi equipo.
Ya no tenía mi arma en mis manos, y no podía ver a ninguno de los otros chicos que habían desplegado en la operación conmigo. Habíamos seis de nosotros en total en la Hummer.
Quería llamar, quería gritar porque mi hombro estaba en llamas y no estaba seguro de lo qué estaba pasando debajo de mi casco, pero el río de sangre cubriendo mi cara no mostraba signos de desacelerar en el corto plazo y no podía ver. No sabía si nuestra ubicación era segura.
No sé cuánto tiempo me quedé ahí. Entraba y salía de la conciencia más veces de las que podía contar, y finalmente, lo que sentí como días más tarde, abrí los ojos y vi a un médico quitando mi equipo y tratando de moverme sin romper más de mi cuerpo. Creo que me dijeron que fue un artefacto explosivo improvisado. Creo que trataron de decirme que iba a tener que ser transportado por aire a casa. Estoy bastante seguro de que dijeron lesión cerebral y posible pérdida de movimiento en mi hombro, pero todo lo que realmente escuché fue: "único sobreviviente de la explosión".
No importaba que mis oídos zumbaran. No importaba que estuviera probablemente a minutos de desangrarme. No importaba que era la guerra y que cosas como artefactos explosivos improvisados y soldados muertos fueran una parte cotidiana de la vida. Empecé a gritar y gritar y gritar hasta que sentí como si todo en mi interior estuviera vacío y hueco. Creo que me drogaron para conseguir calmarme y minimizar el daño, porque cuando desperté estaba en Alemania y estaban haciendo cirugía en mi brazo y tratando de coser mi cara de nuevo.
Todo mundo pensó que era afortunado. Que tenía que ir a casa y recuperarme. Que tenía que vivir.
Cada noche después de eso, me despertaba ya fuera gritando o ahogándome en sangre y lágrimas que no podían caer.

Como un rayo me enderecé en la cama, se me olvidó todo el hecho de que estaba sosteniendo a Heechul. Tenía sudor frío saliendo de mis brazos y pecho, y sentí como si estuviera ahogándome en sangre y arena aunque el desierto estaba a una eternidad de distancia. Mis pulmones se elevaban y desinflaban, mi pecho se movía arriba y abajo, y sabía que tenía que escapar.
Saqué mis piernas por un lado de la cama y a tientas me puse a buscar mis pantalones. Pude sentir a Heechul moviéndose en la cama detrás de mí. Me encogí lejos de sus manos cuando fue a ponerlas en mi espalda. Lo único que podía ver era carmesí y polvo. Lo único que podía sentir era pérdida y desesperación. No la quería cerca de nada de eso.
—Me tengo que ir. —Mi voz sonó como si estuviera hablando a través de hojas de afeitar y sal.
—¿Qué?
Extendió de nuevo su mano hacia mí y salí a trompicones de la cama. Me puse la camisa por encima de la cabeza y me negué a mirarla. Oí las sábanas susurrar mientras se sentaba.
—Siwon, ¿qué está pasando?
Su voz era tranquila, como si tuviera miedo de asustarme. Él no tenía idea sobre las cosas terribles  dando  vueltas  como una película muda detrás  de mis ojos. Era tan horrible.
Tomé mi teléfono y llaves de su mesita de noche y me dirigí a la puerta. No podía ni siquiera mirarlo. Necesitaba decir algo, tratar de explicarme, pero la locura, el dolor, los recuerdos estaban demasiado cercanos a la superficie y no podía llevarla a través de ellos.
Estaba siendo un idiota, pero era largarme o romper en una pila de sollozos en el piso de su habitación. No podía dejarlo que me viera así, no quería que fuera parte de las cosas dentro de mí que eran tan feas y difíciles de olvidar. No empecé a respirar con normalidad hasta que tuve la Harley debajo de mí y el viento en mi cara. Lo bueno de la moto era que, no importaba si parte de la emoción abriéndose camino a la superficie se filtraba, el aire nocturno simplemente la eliminaba. Sentía como si nunca fuera a dormir de nuevo.

Ésta noche de jueves de jovencitos fue como ninguna de las que habíamos  pasado  juntos.  Zhoumi  estaba  apoyado  en la puerta del baño de mi habitación alternando entre enviar mensajes de texto en su celular y mirarme con preocupación. Donghae estaba sentado sobre el inodoro prácticamente saltando de arriba a abajo; sus ojos estaban enormes y su rostro pálido y sabía que se moría por decirme algo. Yo estaba sentado al borde de la bañera tratando de decidir si quería gritar, o vomitar, o llorar, o tirarme del cabello o simplemente reírme. A lo mejor una combinación de todo lo anterior. ¿Qué sabía yo de criar a otra persona? Había pasado toda mi infancia arrastrando los pies de un adulto al azar al siguiente. No tenía ni idea de cómo era un padre a tiempo completo.
—¿Bueno? —dijo Donghae que no podía estarse callado más tiempo.
El fino palito de pastico dejado en el borde de la bañera a mi lado me miraba con sus dos líneas rosas notoriamente brillantes. No es que hubiese estado muy sorprendido. Había estado cansado y de mal humor las últimas dos semanas, y no simplemente porque Siwon había hecho un acto de desaparición y no me devolvía las llamadas. También estaba algo mareado, y era mi suerte que el renunciar al Sr. Perfecto iba a acabar mordiéndome el culo por los próximos dieciocho años.
Había llegado a pensar que él valía el riesgo de dejar que el sueño firme de una persona se marchara. Que era lo suficientemente fuerte para soportar la tormenta que venía con él, solo que ahora estaba atascado mirando desde la distancia mi sueño perfecto y sacudiendo la cabeza.
Zhoumi resopló y entró para recoger la prueba de embarazo que se encontraba junto a mí.
—¿Enserio? Mira su cara, es totalmente  positivo.
Donghae dejó salir un ruido que estaba entre un suspiro y un chillido. Lo miré y se cubrió la boca con sus manos. Tenía los ojos brillantes y luminosos en mí por encima de la punta de sus dedos y quería golpearlo. Zhoumi se apoyó contra el lavabo y me frunció el ceño.
—¿Entonces cuál es el plan?
Gemí y puse las manos sobre las cuencas de mis ojos.
—¿Cuál es el plan?
—¿Te refieres a uno aparte de no tener sexo nunca más? No tengo la menor idea.
Tener niños no es algo en lo que había pensado alguna vez. Cuando estaba con Hangeng me imaginaba que sería algo que ocurriría cuando lleváramos casados un par de años y estuviéramos asegurados financieramente.
Ahora… bueno, ahora, aparte de querer asesinar a Siwon con su cara y cuerpo perfecto, no tenía ni idea de qué hacer. Pero lo más gracioso era que desde el momento que consideré que podía estar embarazado nada aparte de tener al bebé pasó por mi mente.
Las alternativas estaban definitivamente ahí, y tal vez hubo un tiempo que hubiese ido por ese camino, pero la misma idea de un bebé dentro de mí quería decir que este niño era todo mío y que le iba a dar las mejores oportunidades que tuviese. Y nunca iba a dejar que un hijo mío se sintiera no querido o no amado.
Nunca dejaría que mi hijo se sintiera perdido en un mar de adultos porque yo no fuera capaz de darle un hogar. Solo deseaba con todo mi interior que Siwon se sintiera de la misma forma que yo sobre la paternidad. La cosa era, que no sabía qué pensaba en este momento, porque no estaba diciendo nada.
Donghae se mordió el labio inferior y dijo tan bajito que casi ni lo oí:
—Se lo tienes que decir a Siwon.
Suspiré y me apreté los ojos incluso más fuerte. Por supuesto que se lo tenía que decir a Siwon. Con el tiempo.
Decírselo a Siwon era mucho más fácil decirlo que hacerlo ya que el gran idiota no superaba completamente su locura. No estaba exactamente seguro de lo que pasó la otra noche; lo único que sé es que salió de mi cama como si las sabanas estuviesen ardiendo y estaba temblando y del color de la pasta.
Eso fue hace diez días, y no he escuchado de él desde entonces. El primer par de días, llamé y llamé, envié mensaje tras mensaje y me preocupé. Para el final de la semana estaba bien y enfadado y claramente tenía cosas más importantes que Lee Siwon de las que preocuparme porque estaba bastante seguro de que estaba llevando a su bebé.
Había escuchado por Kangin que había estado pasando todo su tiempo en el Bar y que su incursión en la sobriedad había caído en picado. Aparentemente había vuelto a beber como un pez y a gruñir y refunfuñar a cualquier persona que se le acercara.
Yo tenía suficiente orgullo y suficientes malas historias y una buena dosis de miedo trabajando en mi interior, y rastrear su estúpido culo para hacerle hablar no era una opción valorable. Me negaba a estar en otra relación donde yo era la única persona comprometida con el resultado. Pensé que él sabía dónde trabajaba y donde vivía, así que si quería hacer las cosas bien, sabía dónde encontrarme.
La verdad es que pensé que habría venido mucho antes, pero ahora parecía que tenía una elección en mis manos.
—Lo sé, Donghae.
Se aclaró la garganta y miró entre Zhoumi y yo.
—Él no es muy popular en estos momentos. No sé qué ha pasado, estaba empezando a ser él mismo otra vez, empezando a tener algún tipo de patrón, y luego, bum, vuelve a estar como cuando volvió de Afganistán. Pensé que Kangta iba a llorar cuando no apareció en el almuerzo el domingo pasado.
Me pasé las manos fuertemente por mi cabello y puse los ojos en blanco hacia el techo.
—Tampoco lo sé. Las cosas estaban bien, creo que teníamos algo bueno entre nosotros aunque fue breve. Luego una noche ya no lo era tanto. No puedo creer que haya sido tan estúpido.
Zhoumi chasqueó la lengua hacía mí y ondeó su dedo arriba y abajo por mi cara.
—Para de golpearte a ti mismo. Henry y yo tuvimos una falta cercana antes de separarnos. A veces estos chicos solo se encienden demasiado y el sentido común les sale por la ventana.
Donghae asintió.
—Sí, si yo no me tomara la píldora desde siempre, Hyukjae y yo estaríamos en la misma situación. Simplemente eres humano y Siwon puede ser un poco abrumador.
Todo esto era abrumador.
—Joder. —Eso parecía resumirlo muy bien.
Zhoumi se echó a reír y se agachó para ponerme de pie.
—Creo que eso fue lo que te puso en problemas para empezar. Vamos a comer algo.
Gruñí, pero lo seguí fuera del baño.
—No creo que pueda comer. —Lo agarré para que se detuviese y los agarré del brazo a él y a Donghae—. Chicos no pueden decir nada. Siwon no necesita enterarse de esto por Hyukjae o Henry. Hablaré con él cuando esté bien y preparado.
Zhoumi simplemente puso los ojos en blanco pero Donghae asintió furiosamente.
—No puedo creer que Hyukjae vaya a ser tío. Jihoo y Kangta van a enloquecer.
Bueno, mierda. Ese era otro dolor de cabeza que no había considerado.
—Mi padre va a matarme.
Ambos se rieron y yo fui a tirarme sobre el sofá. Incluso, aunque no habíamos estado viéndonos técnicamente solo por unas cuantas semanas, realmente pensaba que algo grande estaba pasando entre Siwon y yo. Sentía como que el aire cambiaba cuando estábamos juntos. Era vital, mucho más grande que la vida.
Aun podía ver la fractura en esos ojos, ver las cosas que estaba intentando solucionar, pero pensaba que lo estábamos haciendo bien. Ahora no sabía qué pensar y no teníamos la historia suficiente, ni el suficiente tiempo para saber qué camino tomar con él. Encima de todo, estaba esta complicación añadida y  mi  vida era un gran montón de Anti-Diversión  en este momento. Nunca le hubiese dejado acercarse tanto a mí si hubiese sabido que tenía esa facilidad para huir. Estaba demasiado en  guardia,  cuidaba demasiado mi Corazón, para    eso.
Donghae salió de la cocina y puso un plato de pasta delante de mí. Zhoumi trajo una botella de vino y me quedé mirándola. Simplemente se encogió de hombros y se sentó a mi   lado.
—Toma una cita con el doctor mañana, Heechul. Esto es grande, y necesitas cuidarte. Iré contigo si quieres.
—No te preocupes, Heechul, estaremos ahí para ti. Para lo que necesites —intervino Donghae, pisándole los talones, y sabía que no podía pedir mejores amigos para poder pasar el shock inicial que tenía a mí alrededor.
Lo que necesitaba es que el padre de este niño no fuera tan complicado y tan condenadamente sexy.
Si hubiese sido un tipo promedio, uno entre un millón, podría felizmente continuar en mi búsqueda del Sr. Perfecto y no tomar la ruta escénica de la eternidad, el cambio de vida y la gloriosa imperfección. Siwon nunca me hizo sentir como si tuviera que conformarme con menos de lo que me merecía, me hizo sentir como si tuviese un nuevo sueño, donde él era el centro, simplemente le daba sentido.
—Sé que estarán ahí, Siwon será una historia diferente. Esto es un nivel completamente nuevo para un tipo que está lidiando con un plato lleno de equipaje emocional en un bufet.
Donghae entrecerró los ojos hacia mí.
—Para. Él estará bien. Necesita algo de ayuda, como Jihoo, pero en su interior Siwon es una roca sólida. Odia que cualquiera lo vea débil, odia la idea de no ser él el que sostenga el peso del mundo. Si tengo que golpearle, te prometo que estará bien.
Sacudí la cabeza y la apoyé contra los cojines del sofá de colores. Siwon no era sólido, estaba desquiciado y era salvaje. Creo que eso es lo que me atrajo hacia él tan irresistiblemente en primer lugar.
—No quiero estar con un chico que siente que tiene que estar conmigo, Donghae. No quiero estar con alguien que no está al cien por ciento por mí como yo lo estoy por él. Ni siquiera si estoy embarazado de su bebe. No voy a terminar como lo hice con Hangeng nunca más.
Él hizo una cara hacia mí.
—Siwon no es Hangeng; él nunca te traicionaría así.
—No. No lo es. Pensé que era mejor, pero no le voy a dejar la opción de huir de mí cada vez que tenga un tiempo difícil. Eso no funciona para mí, especialmente ahora. —Y no quería hablar del daño que le estaba haciendo a mi corazón su repentina deserción. Esa clase de dolor era algo inmensurable, cuando algo se siente tan nuevo y frágil, por no mencionar que me asusté cuando su perdida se sintió más potente, más dolorosa que cuando Hangeng se fue.
—Él vale la pelea.
—¿Por qué es un Lee? —No quería sonar tan brusco. Pero Siwon y sus problemas ya no eran mi primera preocupación. No podían serlo.
—No, porque es un buen chico, que no ha tenido su mejor momento últimamente. ¿No te acuerdas cuando me dijiste como de roto y robótico estaba Hyukjae después de que Eunhyuk murió? Siwon pasó por lo mismo, Heechul, solo que él lo tuvo que hacer en medio de una guerra y viendo a sus soldados morir. Quizás solo necesita a alguien que le haga ver que merece un final  feliz.
No quería pelear con él por eso, porque no estaba completamente en contra, pero yo también era al que habían dejado sola y en la oscuridad una noche sin una palabra, eso dolía.
Quizás porque no solo me dolía a mí, estaba preocupado por él también. El horror brillando en esos ojos negros incluso en la oscuridad y  la desesperación estampada en ese rostro hacían que me doliera el pecho al recordarlo, pero no podía forzarlo a que me dejara entrar. Y no podíamos hacer que lo nuestro funcionara si él se alejaba de mí cada vez que tenía un momento difícil. No necesitaba que me protegiera de él. Era más que capaz de hacer eso por mi cuenta.
—Solo denme un par de días para que me haga a la idea de que está creciendo otro ser humano dentro de mí, y luego podemos hablar de lo que voy o no voy a hacer con el hermano mayor Lee.
Zhoumi asintió conforme y le dio una mirada mordaz a Donghae.
—Eso es una buena idea. Ahora, tranquilidad. Donghae, ayúdame a acabarme este vino. Solo porque Heechul no pueda, no significa que esto no deba ser una apropiada noche de jovencitos. —Movió las cejas de arriba a abajo y me miró de reojo con una expresión exagerada—. Además Henry no ha estado en casa un jueves desde hace mucho y echo de menos el descuidado  sexo  borracho.
Eso fue suficiente para me que riera e intentara relajarme un poco y disfrutar de lo que quedaba de la noche con mis amigos. El futuro que se avecinaba era enorme, desconocido y me negaba a dejarme atrapar por él. Estaría bien, ya significara que me forjaría el camino solo o fuertemente armado con Siwon cuando sacara la cabeza de su culo.
Estaba asustado, pero también un poco emocionado tras el muro del miedo. No era algo que habría planeado para mí, no sin una comprensión más profunda de lo que estaba haciendo, pero si alguien se podía tomar un embarazo no planificado y la posibilidad de ser appa soltero con calma, supongo que era yo.
Sabía de primera mano lo que era crecer sin una madre o appa, sin un sentimiento de hogar y raíces bien plantadas. No había forma de que ningún hijo mío pasara por eso. Movería cielo y tierra para asegurarme de eso.
Al final de la noche terminé poniendo a Zhoumi en la cama sin Henry. Él aún estaba por ahí con Jjong y Kyuhyun, pero estaba seguro de que él sabría cómo despertarlo cuando finalmente llegara a casa. Donghae se fue más temprano; creo que lo estaba volviendo loco no dispararme un millón de preguntas y al mismo tiempo cantar las alabanzas de Siwon.
Realmente era un buen amigo, pero en este caso en particular estaba atrapado entre la espada y la pared. Si yo no hubiese sido la pared y Siwon la espada, podría haber estado inclinado a trabajar un poco de simpatía por él. Así es como era, le hice prometer otra vez que no le diría nada a Hyukjae sobre el bebé hasta que yo hubiese hablado con el mayor de los Lee. Estuvo de acuerdo rápidamente y me dejó con un abrazo y una mirada de complicidad.
Sabía que todos querían que fuera feliz, y que Siwon encontrara a alguien que le diera paz y estabilidad. Simplemente ya no estaba seguro si esas cosas iban de la mano aun. Sentía que si él se acercaba demasiado como para romperme el Corazón, el daño que haría sería tan perjudicial para él como lo sería para mí. No estaba seguro de si algo de eso valdría la pena. No con tanto en juego.
Cuando llegué al trabajo los chicos ya estaban ahí y estaban preparándose para el día. Esta mañana todo el mundo parecía bastante sedado y yo estaba contento de que Hyukjae y Kyuhyun estuvieran actuando normal. Claramente Donghae había mantenido su palabra y no le había dicho nada a su novio.
Estaba mirando mi teléfono como si tuviese todas las respuestas que necesitaba cuando de repente sonó un mensaje. Me hizo saltar, y cuando vi el nombre de Siwon en la parte superior de la bandeja de entrada, mi estómago dio tal vuelco que tuve que correr antes de devolver mi jugo de naranja encima de mi caro ordenador y el escritorio.
Estuve en el baño más tiempo del necesario. Me tiré agua fría por la cara y me tomé un minuto para respirar. No lo podía evitar para siempre, y realmente quería saber qué tenía que decir después de estar estas semanas en la radio del silencio. Me ericé el cabello, me puse un poco de lápiz labial rojo brillante, y me sentí como que tenía algún tipo de armadura para tratar con lo que fuera que pusiera en el mensaje.
Solo, fiel a su estilo, a Siwon le gustaba hacer las cosas un millón de veces más difíciles de lo que tenían que ser. Cuando salí del baño tropecé hasta pararme porque Siwon estaba parado en la sala de espera de la tienda y ambos Hyukjae y Kyuhyun estaban enfrente de él. Hyukjae parecía furioso y Kyuhyun parecía nervioso.
Siwon se veía como la mierda, pero él no decía una mierda mientras su hermano le estaba gritando en la cara y dándole golpes en el pecho con su dedo tatuado.
—Te dijimos que lo dejaras en paz. ¿Nos escuchaste? ¡No! ¡Como siempre tú lo sabes todo mejor que los demás, y ahora mira! Ha estado molesto durante las últimas semanas, siendo más malo de lo normal, y ahora está tan enfadado que se ha puesto enfermo.
Hyukjae le empujó tan fuerte esta vez que el mayor de los Lee tuvo que dar un paso atrás. Nadie me había notado todavía, y no estaba seguro de cuál era la mejor manera de interrumpir sin estropear más las cosas.
Kyuhyun negó con la cabeza e hizo retroceder un paso a Hyukjae.
—Te dije que lo dejaras en paz, amigo.
Siwon echó esos ojos negros hacia el piso y el poco color que quedaba en su rostro huyó. Parecía que no había dormido en un mes; su palidez era horrible, la mueca en su boca dura y preocupante. Todo lo que quería hacer era darle un abrazo y decirle que todo iba a estar bien.
—No entiendes.
—No, no lo hago. Amenazaste con patearme el culo por todo el lugar si estaba jugando con Donghae. Bueno, le estás haciendo exactamente eso a Heechul y es una cagada.
Siwon tomó aire y lo soltó. Pensé por un segundo que iba a dar la vuelta y marcharse, pero justo en ese momento levantó la vista y sus ojos se clavaron en los míos. Parpadeó, una vez y luego otra, y podría haber jurado que vi una especie de sombra levantarse e irse, dejando que la deslumbrante luz zafiro brillara a través.
—Hyukjae, no estoy jugando con nadie. Como dije, simplemente no lo entiendes, pero no te debo una explicación. A Heechul, sin embargo, le debo mucho más que eso.
Hyukjae maldijo de nuevo y Kyuhyun literalmente tuvo que   refrenarlo.
—Le debes una explicación a todos, Siwon. Esta mierda está trillada y tiene que terminar. No puedes simplemente seguir lastimando a todo el mundo porque eres infeliz.
Ojos negros se enfrentaron con ojos negros y vi el fuego encenderse en Siwon. Esto estaba a punto de ponerse feo.
—¿Quieres decir como siempre hiciste tú? Es curioso cómo puedes ser tan santurrón ahora que sentaste cabeza con Donghae. No hace mucho  tiempo él tenía que arrastrar tu resacoso pellejo empapado de alcohol ante appá y papá porque tú tenías heridos los sentimientos. Sal de mi vista inmediatamente, Hyukjae. No te debo una  mierda.
Bueno, iba a haber una absoluta refriega Lee si no detenía esto ahora.
—Siwon. —Finalmente volvieron toda su atención hacia mí—. ¿Qué estás  haciendo aquí?
Parecía inseguro de cómo responder, así que me dirigí hacia donde estaban parados los chicos y me inserté en medio de ellos. Podía sentir la hostilidad saliendo disparada de Hyukjae y el remordimiento saliendo a raudales de Siwon. No quería ahogarme o quedar atrapado en ninguno.
—Uh... tenía la esperanza de poder hablar contigo muy rápido antes de que empezaras a trabajar.
Suspiré.
—Bueno, quise hablar contigo toda la semana pasada y me ignoraste.
—Lo sé. Lo siento.
—Yo también lo siento, porque ahora no sé si quiero escuchar lo que tienes que decir. No soy tan difícil de encontrar, grandote.
Él suspiró.
—Lo sé.
Nos miramos el uno al otro durante un largo y silencioso momento hasta que finalmente él bajó la mirada al piso. Sentí a Hyukjae moverse detrás de mí y pensé que era mejor separar a estos dos antes de que tuviera que limpiar la sangre del piso. Agarré a Siwon por el brazo y lo saqué por la puerta principal a la acera enfrente de la tienda. Hyukjae gritó algo feo por la puerta detrás de nosotros, y sentí a Siwon tensarse.
—Basta. Una batalla a la vez.
Lanzó las manos en el aire frente a  él.
—Ese es el problema, Heechul. Estoy tan cansado de  pelear.
Sus ojos ardían tanto que sentí como que iban a dejar agujeros a través de mí.
—Estoy peleando con mis viejos. Estoy peleando con Hyukjae. Estoy peleando con mis vicios. Estoy peleando con mi miedo al futuro. Estoy peleando con mi propia maldita cabeza, y simplemente estoy cansado. Estoy retirado. Se suponía que debía estar dejando toda la pelea en el desierto.
Quería consolarlo, decirle que entendía, pero había algo más grande en juego aquí que solo él y yo.
—Entonces, ¿qué vas a hacer al respecto?
Esa era la clave. Él podía seguir peleando, seguir luchando con todo solo hasta que simplemente quedara una cáscara de hombre de sí mismo, una sombra de la persona que una vez fue, o podía pedir ayuda. No me di cuenta de que estaba conteniendo la respiración hasta que finalmente me respondió.
—Eric me dio el nombre de un sujeto. Él es un psiquiatra retirado y veterano. Solo acepta pacientes por referencia. Fui a hablar con él ayer. Era un tipo muy agradable.
Dejé escapar el aliento y sentí que mi ritmo cardíaco cambiaba a algo menos caótico.
—Pasé toda la hora y media que hablamos contándole de ti. Acerca de cuán mierda me sentía por abandonarte, cómo creía que algo realmente impresionante estaba comenzando entre nosotros, y cómo lo mandé todo al infierno por ser un cobarde.
Me miró y sentí mi Corazón voltearse en mi pecho. La súplica en su mirada, el nítido y manifiesto anhelo de que entendiera solo una pequeña   parte de aquello con lo que él estaba lidiando, realmente me conmovió. Todo     lo que yo realmente quería de una pareja era honestidad, y no había nada    más honesto que  esto.
—Nunca quiero que nadie me vea así, Heechul. Me destroza vivir esa mierda una y otra vez, y nada, ni siquiera las cosas realmente geniales, como tú y yo, hace que se detenga. Es vergonzoso estar así de expuesto ante otra persona. Lamento tanto no manejarlo de la manera correcta.
—Siwon. —No estaba seguro de lo que quería decirle, pero de todos modos no tuve la oportunidad porque me agarró por los brazos y me haló hasta tenerme de puntillas, de modo que estuviésemos cara a cara.
—Por favor, Heechul. —Su voz era ronca y tan triste—. Eres mucho mejor para mí que una botella de vodka cada noche. No puedo ser perfecto para ti, pero puedo ser alguien con quien puedas contar, alguien que quieras mantener a tu alrededor a pesar de que no siempre va a ser fácil.
Puse mis manos sobre sus anchos hombros y solté una carcajada. Me reí tanto que tuve que descansar mi frente contra su garganta para recuperar el aliento. Podía sentir su confusión por la forma en que se tensó y me volvió a dejar en el piso. Me aparté de él y crucé los brazos sobre mi pecho. Él nunca sabría cuánto significaban para mí esas simples palabras.
—Estoy embarazado.



2 comentarios:

  1. Santa pacha del agarradero!!!
    Gente!!! A vemos bebé Sichul!!!!
    Oh si!!!!
    -grita como loca mientras corre en círculos por todo el blog(?)-
    Ahhhhhhhhhhhh
    Oh si!!!

    ResponderEliminar
  2. Pobre Siwon,cuando creyó que las pesadillad estaban pasando,lo atacan de nuevo y esta vez en compañía de Hee. No lo culpo por salir corriendo,sí por no contactarse con él...al menos un mensaje.
    Lo horrible,que regresara a tener un amorio con la botella,eso es feo y no ayuda en nada...pero seguro que por eso,Eric le recome do al psiquiatra,lo ha de haber visto muy borracho,muy mal o Siwon le conto lo que pasó.
    Muy vañiente de parte de él a aceptar la ayuda de un prosefional_ más ahora que como bien dice Hee,ya no son solo ellos dos.
    Por otra parte...qué hipócrita Hyuk.
    Aunque tampoco lo culpo,se preocupa por sus amigos,pero una cosa es la preocupacion y otra echarle en cara y reprocharle cosas que él también había hecho y bueno,si me preguntan...lo de Siwon es aún peor,ya lo dijo Hae,pasaron por lo mismo,pero en diferentes circunstancias.
    Aquí lo bueno es que Siwon va por ayuda,Hee está embarazado y él lo sabe...y si todo sale bien,Hee estará con él en su proceso *0*

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...