Sapphire Wolf (T6)- 11



—¿¡ELLA HIZO QUÉ!? —gritó Desdémona y las paredes del pequeño edificio temblaron. Las ventanas amenazaron con hacerse añicos cuando la oleada de su poder azotó el aire. Mona miró en la dirección de la voz, aunque no podía ver al dueño. Una vez más, la traidora Fae había ido a ella, ofreciéndole información, porque odiaba a uno de los suyos.
—Ya no están en el Limbo —le aseguró la Fae.
—Sí, en cierto modo imaginé que eso es lo que quisiste decir cuando dijiste que Dambi los rescató —espetó Mona a la figura encapuchada. Todavía no había podido determinar la identidad de la Fae y estaba realmente empezando a molestarle.
—No descargues tu incompetencia en mí —le espetó la Fae en respuesta.
Mona se congeló. Muy pocos seres se atrevían a hablar con ella de esa manera y vivir para contarlo. Se volvió lentamente para enfrentar a la figura. Sus manos le picaban por poner en marcha su magia y la oscuridad se arremolinaba en su interior: pulsante, empujando para ser liberada.
—Te dije que yo podía ayudarte, Desdémona. También te dije que no eras mi única opción. Te traje esta información para mostrarte que estoy diciendo la verdad cuando digo que quiero que Dambi sea despojada de su poder, que se arrodille delante de mí sabiendo que su muerte está sobre ella.
Mona no pudo evitar la risa que salió a toda prisa de ella.
—Maldición, pensé que yo tenía sed de sangre, pero estoy empezando a pensar que algunos de ustedes los supuestos buenos son más salvajes que yo.
La figura encapuchada se acercó más y la oscuridad alrededor de ella se desvaneció lentamente cuando la capucha cayó hacia atrás. Mona se rió cuando vio quién estaba de pie ante ella.
—Tienes que estar bromeando —dio una palmada con regocijo—. Esto es simplemente demasiado. ¿Dambi tiene alguna idea que tú, Lorella, deseas con tanta ganas su muerte? —Mona vio como un pequeño destello de emoción pasó por el rostro de la Fae y desapareció tan rápido como apareció.
—Siento que el elemento sorpresa es mucho más satisfactorio cuando se traza la desaparición de un hermano, ¿no? —Los ojos de Lorella estaban llenos de un odio que Mona comprendía completamente, aunque no tenía idea que uno de los Fae era capaz de tal odio.
—Thurlok se encuentra todavía en el puente, a pesar de que está acurrucado debajo de él con la esperanza de que no averigües lo que ha hecho.
Mona se volvió y miró por la ventana hacia el pobre y pequeño pueblo en las montañas, sin ser tocado por el progreso o el tiempo. Se había sorprendido cuando Lorella le había pedido que se reunieran en un lugar así, porque no era una opción que la mayoría de los Fae elegirían para pasar el tiempo, debido a su desprecio por todo lo pintoresco y libre de opulencia.
Tampoco mostró   ningún atisbo de importarle el encanto de la villa, por el contrario, tal y como eran las cosas, podía importarle menos si la villa se quemaba hasta los cimientos.
Mona se volvió hacia Lorella.
—¿Los has seguido?
—Sí, ella nos mantiene informados de su progreso. Cree que todos hemos visto realmente el error de nuestras decisiones y estamos totalmente de acuerdo con los planes de la Gran Luna.
La piel de Mona hormigueó ante la mención de la deidad que creó a su enemigo.
—¿Dónde están? —demandó.
—Están regresando a la fortaleza Coreana. Se están moviendo rápidamente a través del bosque y parece que Dambi es capaz de influir en las plantas y animales para ayudarles. Se sienten atraídos por la luz que ella y los sanadores representan —explicó Lorella.
Los ojos de Mona se estrecharon a medida que enseñaba los dientes.
—Bueno, solo tendremos que poner remedio a eso, ¿cierto?
Aunque Lorella había permitido que sus deseos egoístas y la búsqueda de su propio poder torcieran sus intenciones en algo malo, todavía se estremecía bajo la violencia desenfrenada que rodeaba a Desdémona.
Ésta la envolvía por completo, sin dejar espacio a la compasión, simpatía o arrepentimiento. Incluso ahora, algo en Lorella todavía se oponía a la idea de hacer daño a su hermana. Pero, podía ver que Mona gustosamente desgarraría a los lobos, miembro a miembro, deleitándose con sus gritos de agonía, y luego darse el gusto de una comida informal sin un segundo pensamiento a la vida que acababa de destruir.
Si tuviera que ser sincera consigo misma, admitiría que no quería que su odio por Dambi fuera tan lejos, pero de alguna manera la honestidad no era su punto fuerte.


Donghae se detiene sin aliento por el ritmo acelerado que Dambi insistió que siguieran. Habían estado abriéndose camino por el bosque durante dos días y los hombres todavía estaban al borde de la violencia.
Los lobos que una vez estuvieron unificados y habían confiado entre ellos estaban ahora recelosos y nerviosos alrededor de todos. Sus ojos moviéndose constantemente esperando el peligro que parecía que estaban tan seguros que vendría. Los hombres no dejaban que sus compañeros estuviesen a más de un palmo de sus lados, Hyukjae incluido. Donghae se habría reído de su ridícula posesividad, pero el miedo en sus ojos aplastaba cualquier humor.
Hyukjae se acercó a él. No le faltaba la respiración, se dio cuenta con irritación. Su mano se acercó y apartó el cabello que se había caído sobre su frente mientras estuvieron corriendo. Su toque fue provisional y gentil, y odió que él, quien había sido tan confiado y audaz en su búsqueda, ahora fuera reacio a tocarlo a él… su compañero.
«No es por las razones que tú crees», dijo mientras le sostenía la mirada.
«Entonces, ¿por qué?»
Donghae podía sentir su necesidad de protegerlo y, aunque lo apreciaba, en ese momento aquello lo enfureció. Sabía que era suyo y que él sentía una inquebrantable y poderosa necesidad de protegerlo, pero él también era suyo, maldita sea. ¿Cómo podría protegerlo, incluso de sí mismo, si él no le dejaba entrar?
«Sientes la tensión, sobre todo porque eres un sanador. La oscuridad que todos hemos mantenido a raya, el control que hemos tenido sobre nuestros lobos, están ahí mismo en la superficie, no se han ido. Estamos luchando contra lo que siempre hemos temido que nos destruiría».
—¿Por qué? Pensé que sus verdaderas parejas equilibraban esa oscuridad. Pensé que nosotros les ayudábamos a mantener el control. Sé que todos ustedes han pasado por un infierno. Sé que tienes ésta loca necesidad de protegernos, pero nos han recuperado. El contacto físico está ahí y el vínculo mental es fuerte. ¿Por qué no tienes el control? —La voz de Donghae rompió el silencio.
Estaba desesperado por una respuesta, y con suerte una que pudiera arreglar. Hyukjae, siendo tan distante y aun así posesivo más allá de la razón, estaba empezando a asustarlo.
Los demás se giraron para mirarlos y Hyukjae se tensó ante toda la atención. Su cabeza bajó al mismo tiempo que rompía el contacto visual con él, y Donghae sintió la vergüenza salir emanada de él como una tormenta turbulenta, empeñado en acabar con su resolución así como la lluvia tormentosa podría desgastar la tierra y roca.
—No nos dejarán ser lo que necesitan. —La voz de Ryeowook rompió el silencio que había caído. La cabeza de Donghae se giró bruscamente hacia la otra sanadora.
—¿Qué quieres decir? —preguntó Donghae.
Yesung se situó junto a su compañero y puso una mano en su rostro, empujándolo suavemente para que lo mirara.
—No lo hagas. —Su voz fue un gruñido aunque Ryeowook no pareció sentirse intimidado por él.
Ryeowook negó con la cabeza.
—¡Eso tiene que ser dicho! Uno de ustedes, o todos ustedes, van a terminar matándose entre sí. No voy a dejar que su propio orgullo y buenas intenciones equivocadas nos destruyan. No podemos seguir marchando hacia una mansión llena de Alfas y lobos dominantes con todos ustedes tan nerviosos. Están con sus amigos, sus confidentes más cercanos, hombres en los que confían con la vida y por los que estarían dispuestos a morir e incluso con ellos no pueden controlar su posesión. Cuando uno de esos machos se acerque demasiado a su compañero, ¿cómo diablos creen que van a ser capaces de evitar rasgar su garganta?
La mano de Hee voló a su boca mientras ahogaba un jadeo.
—Maldita sea —susurró a través de su mano.
Él no había pensado en las otras manadas. Había estado esperando que con cada día, los machos empezaran a relajarse y a confiar entre ellos de nuevo. También podría haber estado esperando la paz mundial y todas esas otras mierdas que las Miss siempre estaban escupiendo.
La tensión entre los machos no disminuía; incluso podría estar poniéndose peor. Siwon era posesivo en un buen día, pero ahora que estaba embarazado y que él acababa de soportar las peores profundidades del infierno, ni siquiera sabía si posesivo era un término adecuado para lo que sería una vez que llegaran a la mansión.
—Entonces, ¿estás diciendo que se están haciendo esto a sí mismos? — preguntó Teuk antes de que él pudiera y asintió a su mejor amigo agradecido por quitar las palabras de su conmocionada boca.
Ryeowook se encontró brevemente con la mirada de cada uno de los machos antes de finalmente asintir.
—Hice algo que normalmente no haría porque no me gusta invadir la privacidad de nadie, ni siquiera de mis compañeros de manada, pero estoy preocupado.
Yesung se tensó al lado de su compañero y sus ojos se estrecharon mientras la miraba.
—¿Qué hiciste Ryeowook? —Su voz no fue brusca, pero sin dejar ninguna duda de que iba a responderle.
—Busqué dentro de ti. —Ryeowook se apresuró antes de que Yesung pudiera responder—.  ¡Hemos  sido  compañeros  durante  siglos  Yesung,  siglos! Hemos pasado por mucho juntos y en todo ese tiempo, nunca te has alejado de mí. Pero ahora, lo haces. Solo me tocas cuando se pone insoportable para ti no hacerlo. Solo usas el vínculo cuando es absolutamente necesario. Constantemente mantienes tu cuerpo entre el mío y el de alguien más. ¡Me estás tratando más como una posesión que como la otra mitad de tu alma!
La voz de Ryeowook se había elevado a casi un grito a medida que liberaba el dolor que había estado construyéndose en su interior debido a la distancia que su compañero había puesto entre ellos
—Yo soy la luz de tu oscuridad, ¿o te has olvidado de ese pequeño detalle de nuestro apareamiento? ¡Fui creado para TI! ¿Entiendes eso? Cuando estás herido, yo soy la única persona que puede consolarte. Cuando eres feliz, soy la única persona que realmente comprende esa alegría. Cuando estás en tu apogeo y el lobo lucha para tomar el control, soy quien puede calmarlo. ¡YO! La oscuridad que te estaba consumiendo cuando nos conocimos fue quebrantada y conquistada por mi luz. Tu necesidad de protegerme, tu necesidad de soportar tu dolor por tu cuenta está destruyendo mi luz. El Limbo le dio a la oscuridad un lugar para filtrarse de nuevo dentro de ti y en vez de dar la bienvenida a nuestro vínculo como una vez hiciste, alimentas a la oscuridad. ¡La ACARICIAS como un amante EN VEZ DE A MÍ!
Ryeowook estaba jadeando cuando terminó de hablar y el aire pareció despertar a su alrededor mientras su temperamento estallaba.
El pecho de Donghae se apretó al reflejar el dolor y la rabia que surgió de las palabras de Ryeowook. Él no había sido capaz de poner en palabras lo que había estado sintiendo, pero Ryeowook las había revelado en ataque inducido de rabia. Miró a Hee y a Teuk, y pudo ver la realización encajar en su lugar en sus cabezas. Incluso Changmin, Zhoumi y Hyesung se veían afligidos por la verdad en las palabras del sanador.
—La peor parte. —Ryeowook trató de contener el sollozo que surgió con las palabras—. Lo peor es que sabes lo que estás haciendo y aun así no lo detienes.
Hyesung dio un paso adelante cuando la ira en Ryeowook, la cual había sido mucho más prominente que el dolor, comenzó a disminuir y el dolor empezó a tomar su lugar. El rostro de Hyesung estaba estoico y la distancia entre él y Junjin ensombreció la compasión habitual que brillaba en sus ojos. Respiró hondo antes de hablar y la voz que salió fue la de un Alfa.
—He estado tratando de averiguar qué es lo que ha estado causando la desconfianza y la comprensión asfixiante de nuestros machos. Escuchar lo que Ryeowook ha visto en el interior de la cabeza de su compañero, en el interior de  su alma, sé que él dice la verdad. Mi lobo imita audiblemente la verdad de sus palabras. Pero, mi lobo y yo no estamos de acuerdo en la forma en que deberíamos sentirnos acerca de esta revelación.
Los ojos de Hyesung se estrecharon mientras se fijaban en Junjin
—De no haber sido consciente de lo que estaba pasando dentro de ti, de que sin saber te estabas manteniendo alejado de mí, podría haberlo entendido. Podría haber empatizado. —Su voz nunca vaciló mientras sus palabras llenaban el silencio que había caído sobre el bosque; un silencio del que ninguno de ellos parecía darse cuenta—. Pero tal como es, decidiste por mí lo que puedo manejar y lo que no. Tomaste la decisión de ocultar una parte tuya de mí. Por lo tanto, voy a tomar una decisión por ti.
Hizo una pausa mientras miraba el miedo de Junjin transformarse en ira cuando él ya supo lo que iba a decir. Lo dijo en voz alta de todos modos
—Me has negado lo que necesito tan desesperadamente y por eso te lo negaré a ti también. Ojo por ojo, ¿cierto? No hago esto para ser mezquino, infantil, o vengativo; hago esto porque ya es hora de tomar medidas desesperadas. No tengo ni idea de cómo derribar el muro que has construido diligente y fervientemente entre nosotros. Por lo tanto, ya no voy a usar métodos humanos para razonar contigo. Volveré a la naturaleza, que es tan natural para nosotros… a la naturaleza del lobo. El lobo no entiende de emociones tanto como de acciones y del aquí y ahora. Le daré a tu lobo algo que pueda entender. Tu toque no es bienvenido.
Un jadeo colectivo de las parejas y gruñidos bajos de los hombres llenaron el aire estancado. Para un humano, parecería poco importante y posiblemente incluso una tontería, pero para un Canis lupus, el tacto era vital. El contacto entre compañeros era tan gratificante como el aire que llenaba sus pulmones. La necesidad de tocar y ser tocado, ya sea por comodidad, estímulo, o deseo, estaba en el centro del corazón del lobo.
Junjin dio un paso hacia él, pero Hyesung levantó la mano para detenerlo y dió un paso atrás.
—Soy tuyo, Junjin, como Ryeowook le ha dicho a su compañero. Yo soy la otra mitad de tu alma, y cuando estés listo para darme el respeto que merezco como tal, te devolveré tus derechos sobre mí. Nunca he querido que lidies con tu oscuridad por tu cuenta. Quiero ayudarte a pasar por el horror que experimentaste, pero no voy a suplicar. Ni siquiera por ti. —Hyesung se dio la vuelta y caminó a través de la ruta de acceso, alejándose de su compañero. Junjin lo observaba mientras trataba de ver a través de la neblina roja que había comenzado a   desdibujar   su  visión. 
Su compañero lo estaba negando.  ¡A ÉL! Quien quedó completamente atónito e incapaz de moverse debido a ello.
Dambi observó en parte con horror y en parte con asombro cuando la pareja Alfa estampó su pie en el suelo. Estaba haciendo lo correcto. Los machos habían ido demasiado lejos, ellos no habían llegado a tiempo, y si continuaban de esta forma, sus lobos se harían cargo.
Las palabras ya no penetrarían en la oscuridad de la mente del hombre; la única cosa que podría funcionar sería tomar medidas que el lobo entendería. Aunque Dambi no era un lobo, ella había aprendido algo sobre ellos mientras había estado alrededor de ellos durante más siglos de los que podía contar. Se había dado cuenta que el hombre era protector, posesivo, y completamente dedicado a su verdadera pareja, y el lobo lo era incluso más.
Lo que estaba haciendo Hyesung daría lugar a una de estas dos cosas: los machos sacando las cabezas de sus traseros y permitiéndoles a sus compañeros ser lo que estaban destinados a ser o la oscuridad los consumiría y todos morirían. Eso sería un asco, pensó ella. Se irguió un poco más mientras observaba lo que se estaba desarrollando ante ella y su boca cayó abierta. Comenzó a reunir su poder sabiendo que había una gran posibilidad de que tuviera que usarlo.
Donghae fue el primero en moverse después que el shock de las palabras de Hyesung los hubiera paralizado a todos. Miró a Hyukjae y buscó algún indicio de que él fuera a negar las palabras de Ryeowook o Hyesung. Vio y sintió su vergüenza al herirle, pero también sintió su determinación al pensar que era la única forma de protegerle.
Eso fue suficiente para hacerla tomar su decisión, a pesar de que casi hizo que sus rodillas se doblaran cuando se volvió y se alejó de él. El corazón le amenazó con salir a través de su pecho mientras martilleaba en su interior. A pesar del aire frío, las manos le sudaban y sentía el sudor correr por su espalda. Tragó saliva contra el dolor de su elección, pero sabía muy dentro que era la única opción. La idea de no tocar a Hyukjae, de no sentir su tacto, lo dejaba sin aliento y cuando llegó junto a Hyesung, la pareja Alfa pasó un brazo alrededor de él para ayudarle a recomponer la compostura.
«Donghae», gruñó Hyukjae. «Vuelve».
 Podía oír la ira y el dolor en sus palabras, y casi corrió hacia él. No quería lastimarlo, pero quería que su compañero regresara más de lo que se preocupaba por el dolor temporal que causaría la separación.
—No —respondió, desafiante, ni siquiera dándole la intimidad de su vínculo. Sus ojos se estrecharon cuando él captó el desafío sutil en negarle el acceso a su mente—. Tu toque no es bienvenido —le dijo con los ojos llenos de lágrimas no derramadas. Donghae finalmente desvió la mirada, no hacia abajo, ya que no mostraría sumisión, pero lejos, porque verle temblar de rabia era demasiado.
Hee fue el siguiente en moverse. Él no dijo nada mientras se alejaba de su compañero, no hasta que él extendió la mano y enganchó su brazo que Hee se volvió hacia él y la furia que pulsó en él  le dio la fuerza para apartar su brazo.
—Repetiría todo lo que Hyesung acaba de decir —gruñó—, pero es jodidamente demasiado. Así que, voy a decir las partes que recuerdo. Sabes que me estás haciendo daño y, francamente, eso me hace querer apuñalarte con una cuchara, y aun así, simplemente sigues en tu camino hacia la autodestrucción, sin preocuparte en cómo eso me está afectando. Sabes que yo soy a quien necesitas para superar toda esta basura y, sin embargo, me niegas ese privilegio, ¡y me niegas el derecho de satisfacer TUS NECESIDADES! Como un ninfómano auto declarado esto es algo muy doloroso para soportarlo de buena gana. —Tomó una profunda respiración y soltó el aire justo cuando Siwon susurraba—: No. —lo ignoró—. Tu toque no es…
—No hagas esto, Heechul —le interrumpió Siwon y aunque sus palabras eran controladas y tranquilas, eran tan aterradoras como si él le hubiera estado gritando como un loco.
Hee dejó escapar un bajo gruñido mientras comenzaba de nuevo.
—Tu toque…
Una vez más, él interrumpió, esta vez más fuerte.
—NO.
Hee lanzó los brazos al aire con exasperación.
—¡Maldita sea, podrías callarte! Yo no estoy haciendo esto, Siwi, tú lo estás haciendo. Todo es por ti, cariño, así que aguántate y lidia con ello.
Hee sabía que debía haber alguna razón por la que Hyesung había sido puntual con sus palabras, y por eso cuadró los hombros y miró sus estrechos y brillantes ojos y dijo rápidamente:
—Tutoquenoesbienvenido. —Las palabras escaparon juntas mientras trataba de sacarlas antes de que él pudiera interrumpirlo de nuevo. Siwon dió un paso hacia atrás como si hubiera sido abofeteado. Los ojos de Hee se abrieron un poco ante la reacción y lentamente caminó hacia atrás manteniendo la mirada en su rostro conmocionado.
El rostro de Siwon de repente quedó libre de emoción, su máscara de piedra en su lugar. Su mandíbula se tensó mientras hablaba.
—Te lo advertí desde el principio, Heechul. Eres mío. No te dejaré ir. No voy a permitir que incluso te fuerces a evitarme. —Sus ojos se estrecharon, peligrosamente—. Considero tus acciones un desafío directo hacia mí. Solo voy a decir esto una vez más. No lo hagas. —Cuando Heechul no se movió, ni habló, Siwon sacudió la cabeza con resignación—. Qué así sea —gruñó en voz baja.
Kangin no se había dado cuenta que Leeteuk se había ido de su lado, mientras la atención de todos estaba fija en Hee y Siwon. Cuando Hee finalmente llegó al otro lado de Hyesung, él se giró solo para darse cuenta de que Leeteuk estaba a medio camino a través del sitio que rápidamente se estaba convirtiendo en una línea divisoria. Se lanzó hacia delante para agarrarlo, pero fue detenido por una pared invisible.
Su cabeza se giró hacia la única persona que conocía con el poder suficiente para conjurar tal cosa. Dambi se le quedó mirando inocentemente, pero él vio el brillo travieso en sus ojos.
Trató de llegar a la mente de Teuk, pero lo estaba bloqueando con bastante eficacia y estuvo seguro de que eso tenía algo que ver con lo que Ryeowook les había revelado sobre ellos. Los hombres estaban rechazando a sus compañeros. Era algo instintivo para protegerlos, no queriendo que fueran contaminados por su oscuridad.
—Leeteuk —su voz fue apenas un susurro mientras apretaba su mandíbula. El se volvió para mirarlo y vio las lágrimas reuniéndose en sus ojos. Él había causado eso y lo había empujado a tomar esta medida desesperada, como su appa había dicho.
Teuk tragó fuerte antes de finalmente hablar.
—Tu toque no es bienvenido. —Donghae y Hee envolvieron sus brazos en Teuk, reconfortándolo, pero sabiendo que eso no le daría lo que realmente necesitaba. Solo Kangin podía hacer eso.
Algo en Kangin se rompió mientras su lobo se daba cuenta que su compañero estaba a escasos metros y, sin embargo, no podía llegar a él. Le dio un puñetazo a la barrera invisible mientras sus garras emergían y sus ojos resplandecían de un color azul brillante. Vio como sus amigos sostenía a Leeteuk, y gruñó celosamente. Era su derecho tocarlo; él era suyo.
—Eres mío —gruñó Kangin.
Teuk se alejó de sus amigos y miró a Kangin.
—Sí, lo soy, y no te estoy dejando. —se dio la vuelta y se encontró con la mirada de los otros hombres—. Ninguno de nosotros está tratando de dejar a ninguno de ustedes.
Siwon gruñó fuertemente, perdiendo finalmente su determinación.
—Cada uno de ustedes tomó a uno de nosotros como su compañero. Están unidos por sangre a sus compañeros. Unieron su cuerpo y se hicieron uno con sus compañeros. Ya no se pertenecen a sí mismos. —Estaba temblando de furia y el poder se arremolinaba a su alrededor—. ¡No es su derecho elegir la separación de sus compañeros POR NINGUNA CANTIDAD DE TIEMPO!
La sorpresa cruzó por sus rostros cuando no fue el compañero de Siwon quien respondió.
—¿Pero es su derecho apartarse de nosotros? —La voz de Zhoumi era firme, aunque mientras miraba a Henry el dolor brilló en sus ojos.
Un gruñido digno de un lobo surgió de Henry mientras tiraba de Zhoumi hacia él.
—Somos demasiado nuevos en esto para tomar decisiones impetuosas. Todavía estamos aprendiendo cómo funciona este vínculo entre nosotros, Zhoumi; no te vayas ahora —susurró él febrilmente a su oído.
Zhoumi contempló su hermoso rostro; vio la desesperación en sus ojos por mantenerlo a su lado. Sus palabras eran ciertas, pero sabía que él también lo había estado evitando. Cualquier cosa que él había visto en el Limbo estaba creando un vacío entre ellos. Entonces, se volvió hacia Ryeowook, necesitando saber lo que estaba dentro.
—¿Podrías? —preguntó Zhoumi, sabiendo que Ryeowook entendería lo que le estaba pidiendo.
Ryeowook asintió y se acercó a ellos. Levantó la mano, la puso sobre el pecho de Henry, y cerró los ojos. Pudo ver su vínculo, se había hecho cada vez más fuerte, pero entonces vio la niebla negra en la mente de Henry. Vio la pared que él había levantado entre el vínculo y la oscuridad. Después vio que el vínculo se debilitaba debido a ello.
De alguna manera, Ryeowook sabía que si Henry le permitía entrar, se vinculara plenamente a Zhoumi, entonces ellos tendrían las mismas capacidades que las otras parejas acopladas. Abrió los ojos y retiró la mano mientras veía el rostro de Henry. Ryeowook pudo ver la súplica en sus ojos, rogándole que no expusiera sus acciones. Él negó con la cabeza. Ryeowook no permitiría que él apartara a su compañero de lo que era suyo por derecho. Se volvió hacia Zhoumi.
—Él trata de protegerte, pero la barrera que ha puesto en su vínculo es lo que impide que crezca y se desarrolle. Creo que van a ser capaz de llegar a la mente del otro. Creo que vas a desarrollar marcas que te identificarán como su compañero, pero solo si permiten que el vínculo crezca. Se ve exactamente igual al vínculo entre los lobos, pero se marchita bajo la negativa de Henry a liberarlo.
El brazo de Henry cayó de donde aferraba a Zhoumi mientras él veía las lágrimas corriendo por sus mejillas. Su compañero se alejó de él y tomó aire.
—Tu toque no es bienvenido. —Su voz vaciló, pero sus hombros rígidos y su barbilla en alto expresaron lo que su voz no podía. Se dio la vuelta y casi cruzó la barrera de Dambi, pero Henry fue tan rápido como un lobo. Lo agarró y le dio la vuelta, y luego tomó su rostro con ambas manos y lo besó. Sus labios apenas se habían tocado cuando Henry saltó hacia atrás mientras el dolor lo atravesaba. Sus ojos se llenaron de confusión mientras miraba a su compañero.
—¿Qué fue eso? —preguntó, a medida que sus manos se hacían puños a sus costados, doliendo por la necesidad de tocarlo.
—Tu toque no es bienvenido —repitió Zhoumi.
Henry cerró los ojos cuando la comprensión lo golpeó.
—Es por eso que las palabras son tan puntuales. Son vinculantes, ¿cierto? ¿Alguna parte de la magia de los Canis lupus? —Zhoumi asintió mientras seguía alejándose.
Él se volvió hacia Dambi.
—¿Qué deshace esto?
Dambi le pidió mientras negaba con la cabeza.
—Bueno, bueno, Henry, no puedo tener favoritismos contigo solo porque eres un Fae.
Henry le gruñó, y entonces se giró a mirar a su compañero. Estaba tan cerca y sin embargo se sentía como si un océano los separara.
Ryeowook se apartó de Yesung sin mirar atrás. Tenía lo hombros echados hacia atrás y la mandíbula inclinada de manera desafiante. Yesung no hizo ningún movimiento para detenerlo, ni tampoco para hablar.
Changmin estaba de pie junto a Yunho, mirando a las parejas que habían tomado su decisión y vio el dolor que les había costado. También sabía que lo que Ryeowook había dicho era verdad. A medida que el tiempo había pasado desde su rescate, Yunho lo había tocado cada vez menos.
Él no había utilizado su vínculo a menos que fuera absolutamente necesario. No habían tenido un tiempo a solas, no habían tenido tiempo para hablar de su apareamiento. Changmin ni siquiera le había dicho de sus marcas todavía.
Todo esto se arremolinaba en su mente y se dio cuenta que le dolía que él lo hubiera mantenido alejado. Había visto la lucha de los machos Canis lupus contra su oscuridad, sabía lo que eso podía hacerles. Y aun así él no le estaba permitiendo entrar. Se volvió para mirar a Yunho y vio el momento en que él se dio cuenta de lo que estaba eligiendo. Changmin se movió rápido, sabiendo que Yunho nunca lo dejaría ir si ponía sus manos sobre él.
Yunho se abalanzó y se topó con la misma barrera que Kangin chocó. Él lo miró con incredulidad, mientras el rostro de Changmin no delataba ninguna emoción, no hasta que habló.
—Tu toque no es bienvenido. —Su voz fue tan baja que él apenas la escuchó, pero lo sintió. En su propia alma, él lo sintió.
Dambi miró a Hongki y levantó una ceja.
—¿Te gustaría elegir un bando?
Hongki sacudió la cabeza ante la habilidad de Dambi de permanecer tranquila mientras ellos se encontraban entre lobos enfurecidos con la muerte en sus miradas.
—Creo que lo mejor es que esté donde Hee está —dijo Hongki mientras se dirigía hacia las parejas.



2 comentarios:

  1. O____O
    La hermana de Dambi es la FAE traidora!???? Por qué!???
    Ahhhhhh
    Que carajos!!!!
    "Tu toque no es bienvenido" y boom~ los machos vuelan!!!!
    Jajajajaja ese Kiki, solito como un hongo y solo piensa en cuidar a Hee~
    Que se auto declaró un ninfomano!???
    Jajajajajababa

    ResponderEliminar
  2. Por supuesto...apenas los rescatan y ya se separan de nuevo.
    No sé como sentirme respecto a esto.
    Me molesta lo que hicieron,pero por otra parte es necesario para que puedan estar bien,y así poder estar fuertes para pelear con la bruja cuando llegue el tiempo y se concentren en eso.
    Lo bueno de esto,es que las dos partes sufren y no es algo que quieran hacer por gusto.
    Solo espero que no dure mucho tiempo para que los lobos encuentren lo que han perdido.

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...