Sapphire Wolf (T2) -7




Siwon lo fulminó con la mirada y dio un paso atrás.

—Deberías estar descansando, no vagando alrededor en una bata de hospital con el soporte de una
intravenosa —le dijo, sonando completamente indiferente, como si estuviera hablando con un
desconocido. Hee se volvió y miró hacia Donghae para ocultar el dolor en sus ojos, el cual él ni siquiera
sabía por qué sentía, pero ahí estaba.

—¿Qué te dije, Hae? Algo está pasando y como siempre nos están dejando fuera. Así que, señora P,
¿quién quiere ver a nuestro pequeño joven principe lobo? — preguntó Hee, manteniéndose de
espaldas a Siwon pero sin alejarse de él.

Fue Junjin quien respondió.

—Ahn Kangta está aquí para ver a Teukkie.

Los dos chicos miraron fijamente Junjin.

—Bien, bien, y Ahn Kangta, ¿sería? —solicitó Hee.

—El padre de Teukkie —escupió Sora.

—Oh, increíble… La mierda se enciende, guarden los fósforos —dijeron al unísono Donghae y Hee.
Junjin y Siwon tosieron, ambos tratando de encubrir sus risas por el vocabulario de Hee. Él tuvo la
decencia de parecer un poco avergonzado por su declaración descabellada, pero muy poco.

—Eso ni siquiera comienza a cubrirlo. —La voz de Sora sonó angustiada y la frustración estaba escrita sobre su frente.

—Así que, ¿cuándo todos ustedes estaban planeando dejar caer esta bomba nuclear en el regazo de
Teukkie? Porque creo que voy a ser necesaria en algún otro lugar del hospital en ese preciso momento —les dijo Hee. Donghae estaba a su lado, asintiendo en acuerdo.

—Vamos a decirle ahora —respondió Siwon, dándole a Hee la excusa perfecta para darse la vuelta y
comérselo con los ojos sin ser obvio.

O al menos eso pensaba hasta que oyó a Donghae susurrar en su oído:

—Entonces, Siwon parece ser digno de tirar baba, por lo que veo.

Hee giró la cabeza tan rápido que se golpeó con la frente de Donghae.

—Maldición, Hee, tu cabeza es aún más dura de lo que originalmente pensaba —se quejó Donghae.

—Sí, bueno, Sherlock la tuya no es tan suave tampoco —espetó Hee. Donghae le dio una mirada de
complicidad, recordándole que lo había atrapado checando a Siwon. No debería estar molesto de que
Donghae lo hubiera atrapado, él checaba a los chicos todo el tiempo. Esto era diferente, sin embargo,
este era un hombre lobo jodidamente caliente como el pecado. Sí, bueno, tal vez las quemaduras se le
subieron a la cabeza. Debía ser por eso, que de repente, se fijaba en lo inalcanzable. Aunque, pensó, los hombres lobo pueden tener aventuras amorosas, ¿no? Miró a Siwon de nuevo, quien estaba estudiando el suelo como si tuviera las respuestas a la vida escritas en él, en arameo. Una aventura con él, hmmm, podría ser interesante. No se dio cuenta que había dicho la última parte en voz alta.

—¿Qué clase de aventura sería interesante? —preguntó Donghae.

—¿Qué? No dije aventura, dije apoyadura. Una apoyadura para el brazo, debido a las quemaduras y todo eso. —Hee tropezó con sus palabras.

—Ajá, bien, una apoyadura. Haremos que la enfermera se encargue de eso, Hee. —La mirada de Donghae de “estás llena de patrañas” a juego con su tono de voz.

Hee se volvió hacia Sora a continuación, por una vez sin querer la atención dirigida a él.

—Está bien, bueno, yo digo que terminemos con esto señora P, sólo arrancarlo como un curita, limpio y rápido. —Mientras hablaba estaba cojeando de vuelta a la habitación tirando de su soporte de intravenosa. Antes de que alguien supiera lo que había planeado, Hee abrió la puerta, diciendo
— Teukkie, tu querido padre ha venido a presentar sus respetos a los casi desaparecidos.       

La cabeza de Teukkie se giró de golpe.

—¿Qué?

—Mierda, ¿por qué nadie me dijo que alguien con un maldito soporte de intravenosa podía moverse
tan rápido? —soltó Donghae.

Sora entró en la habitación, seguida por Junjin, Hyesung y de último Siwon, quien estaba tan taciturno como siempre. Hee se arrastró de vuelta a la cama con la ayuda de Donghae y se volvió para mirar a Teukkie, quien en ese momento parecía haber perdido las palabras. Eso es nuevo, pensó Hee.

—Mamá, dime que Hee ha inhalado un poco de demasiado humo, o que está dopado por la morfina, o incluso que acaba de decir eso sólo para ser un tarado.

 Sora negó con la cabeza.

—Cómo desearía poder darte cualquiera de esas excusas, pero él sólo estaba siendo tan brutalmente
honesto como siempre lo es. Tu padre está aquí y quiere conocerte.

Kangin dejó escapar un gruñido y Teukkie puso la mano sobre la suya para ayudar a calmarlo. Él le miró y usó su vínculo.

«No tienes que reunirte con él, ya lo sabes, ¿verdad?»

«Sí, lo sé. Pero Kangin, es mi padre y está aquí para verme. No puedo decirte cuántas veces he soñado que iba a llegar a conocerlo algún día» le dijo Teukkie, y luego pensó en lo que le había preguntado antes, cuando sintió que no estaba siendo totalmente honesto.

—Espera, ¿lo sabías? ¿Es esto lo que no me estabas diciendo? —Teukkie miró a Kangin con escepticismo.

Kangin se arrodilló para quedar cara a cara con él.

«Lo siento, amor. Simplemente no quería molestarte y no sabía lo que él quería. Quería esperar a decirte cuando tuviéramos más información.» Los ojos de Kangin estaban suplicándole que entendiera.

—Nunca me ocultes las cosas, Kangin. Nunca terminará bien para ti, ¿estamos claros?               

—Como el cristal, Angel. Por favor, perdona mi falta de consideración. — Kangin desnudó su cuello como señal de respeto a su compañero.

—Hombre, eso es tan jodidamente delicioso —dijo Hee, observando el intercambio entre Kangin y Teukkie, junto con todos los presentes—. Yo quiero uno Donghae, ve a buscarme uno.

—Un sexy, cariñoso, apasionado, hombre lobo peludo viniendo —dijo Donghae con sarcasmo—. ¿Deseas papas fritas o tostadas con eso?

—Prefiero crema batida en realidad —dijo Hee con nostalgia.

Siwon tosió y parecía como si se estuviera ahogando, mientras Teukkie y Kangin miraban a los dos chicos con perplejidad.

—Juro que mis dos mejores amigos no tienen vergüenza. Absolutamente, totalmente, completamente y enteramente sin indignación. —La voz de Teukkie estaba lleno de perplejidad.

—Teukkie… —La voz de Sora trajo a Teukkie de vuelta a la realidad de la situación.

—Oh, cierto, así que mi padre está en la ciudad… no sé qué sentir al respecto, para ser honesto.

Kangin deseó poder ocultar la preocupación de que algo no estaba del todo bien, pero captó el
pensamiento antes de poder bloquearlo.

—¿Qué quieres decir con que no crees que algo está bien? —le preguntó en voz alta.

Kangin se volvió y miró a Siwon.

—¿Lo confirmaste?

—Sí, mi príncipe, él está ocultando algo —respondió Siwon. Kangin miró a Teukkie y sostuvo
suavemente su mano vendada.

—Amor, él está aquí para conocerte, pero esconde otro motivo y no sabemos qué es. Está haciéndonos muy recelosos de él. No puedo decir que me gusta la idea de que él esté cerca de ti.

—Vas a estar conmigo, ¿verdad? —preguntó.

—Por supuesto. —Él asintió.

—Entonces no estaré en ningún peligro —dijo Teukkie con plena confianza en él.

Se inclinó y lo besó suavemente.

«Gracias, Angel. Siempre te mantendré a salvo.»

«Lo sé hombre lobo, cuento con ello.» Teukkie le sonrió y corrió suavemente sus dedos por un lado
de su cara.

Hee se aclaró la garganta.

—No quiero  romper un interludio obviamente prometedor, pero necesitamos en cierto modo
averiguar lo que quieres hacer, Teku.

—Voy a conocerlo —dijo Teukkie sin rodeos.

Sora miró a su hijo y le dio una inclinación de la cabeza en entendimiento.
Junjin se acercó a la cama de Teukkie y puso una mano en el hombro de Kangin.

—¿Por qué no descansas un poco, Teukkie? Duerme esta noche y luego tu padre puede venir a conocerte mañana.

Kangin asintió en acuerdo con su Alfa.

—Creo que es una buena idea, Leeteuk. Has pasado por mucho hoy, necesitas descansar.

—Sé que tengo que hacerlo, pero me siento increíblemente mejor. Aparte de la fiebre que parece que
no puedo echar —le dijo con asombro.

—Esos son tus genes de lobo emergiendo, nos curamos muy rápido. Obviamente vas a sanar mucho más rápido que un ser humano, pero no tan rápido como un hombre lobo.

—Hee, ¿cómo estás por ahí? —preguntó Teukkie, utilizando la jerga que era casi una segunda naturaleza con sus mejores amigos.

—Espera a ello —dijo Hee mientras comenzaba el proceso de desenvolver sus piernas y brazos.

Hee finalmente tenía sus piernas y sus brazos desenvueltos y hubo un grito ahogado en la habitación.

—No debo de haberme quemado tan mal como tú, porque ya ni siquiera tengo ampollas en mis piernas, la piel sólo está muy sensible y bien roja. Las que están en mi pecho también están casi completamente curadas. Alguien tendrá que mirar mi espalda y mis hombros para ver si se han curado también —dijo Hee, sonando perplejo.

—¿Qué? —Junjin, Hyesung y Siwon hablaron al mismo tiempo. Hee miró alrededor de la sala en cada uno de ellos, confundido.

—Dije que ya ni siquiera tengo ampollas en las piernas o el pecho. —casi chilló cuando Siwon estuvo de pie a la cabecera de su cama en un instante. Para alguien tan grande era sorprendentemente delicado mientras examinaba su piel.

—Me dirás si te hago daño. —Siwon atrapó sus ojos con los suyos dorados de lobo.

Hee no pudo decir nada, sólo asintió. En lo único que podía concentrarse era en sus manos tocando su
pierna y ni siquiera trató de ocultar el suave suspiro que salió mientras él pasaba el dedo por su piel. Él iba a jalar la parte delantera de su camiseta hacia abajo lo suficiente para ver su clavícula, pero Hee golpeó su mano alejándola.

—No has comprado boletos. No obtendrás un espectáculo gratuito, así seas, un hombre lobo digno de
babear o no.

—Alfa, es cierto, su piel se está curando rápidamente. Demasiado rápido —dijo Siwon, mirando a Hee.

—¿Por qué me miras como si me hubiera crecido una segunda cabeza de nuevo? —le preguntó Hee, la confusión marcada en su rostro.

Siwon sólo se quedó mirándolo hasta que finalmente se giró y   alejó. Mientras caminaba pasando a Junjin, dijo:

—Tomaré la primera guardia esta noche en la puerta. —Y luego se fue. Hee estaba confundido y frustrado por la pequeña escena que tuvo lugar, pero no podía preocuparse por eso en este momento, tenía cosas más importantes que hacer. Si había algo más importante que Siwon, esto lo es.

—¿Por qué iba a estar sanando tan rápido? —le preguntó a Junjin.


—No lo sé. Tendremos simplemente que seguir monitorizándote. Quizás el doctor Lee tenga que ejecutar  algunas pruebas de sangre en ti —le dijo Junjin.

—Bueno, bien, supongo que voy a llamar a Kangta y hacerle saber que puede venir mañana si estás
seguro, Teukkie —le dijo Sora.

—Estoy seguro. Evitarlo no me hará ningún bien. Creo que necesito algún tipo de cierre o alguna cosa de esas como lo nombren los psicólogos. —La voz de Teukkie traicionó el hecho que realmente estaba cansado a pesar de que se sentía mejor.

El resto de la tarde consistió en Hee y Teukkie tomando siestas y cuando estaban despiertos
continuamente bromeaban entre sí con Donghae como mediador. Nunca hubo un momento en que
Teukkie no estuviera tocando a Kangin o viceversa, ambos buscando constantemente reconfortarse en
el otro.

Finalmente, cuando llegó el momento de terminar la noche, Donghae consiguió unas sábanas y una
manta de una enfermera y durmió en el sofá junto a la ventana. Kangin acercó dos sillas y se sentó en una mientras apoyaba los pies en la otra.

—Tú no vas a dormir así —le dijo Teukkie con escepticismo.

—Tienes razón mi amor, no voy a dormir en absoluto —le dijo Kangin—. No trates de convencerme de lo contrario, tenemos un grupo de lobos extraños en nuestra ciudad, uno de los cuales es el padre que nunca has conocido. No hay ninguna manera en que vaya a dormir en esas circunstancias.

—Bueno, cuéntanos realmente cómo te sientes allí, Colmillo Blanco —dijo Hee con sarcasmo, recostándose y tirando de las mantas. Sentía mucho frío por alguna razón y empezaba a temblar.

—¿Estás bien, Hee? —preguntó Donghae, notando que su amigo estaba actuando como si tuviera frío
cuando no hacía frío en la habitación.

—De repente tengo frío. ¿Podrías conseguirme otra manta, Hae? — preguntó Hee, sus dientes castañeando. Donghae se acercó y abrió la puerta de la habitación del hospital y asomó la cabeza. Siwon estaba de pie justo a la derecha de la puerta.

—Oye, Siwi, podrías conseguirle a Hee otra manta, ¿por favor? —le pidió Donghae. Podría haberlo hecho él, pero estaba experimentando. ¿Qué podía decir? Era un oportunista.

Siwon se enderezó y se volvió para mirar a Donghae directamente. Tratando de mirar más allá de él,
dentro de la habitación, le preguntó:

—¿Por qué, está bien? ¿Es algo malo? —Donghae levantó una ceja hacia él—. Quiero decir, si algo está mal podríamos necesitar traer al doctor Lee o algo así, es por eso que estoy preguntando —dijo él, tratando de parecer indiferente.

—Ajá, claro. Bueno, creo que tal vez sólo tiene un poco de fiebre. Eso por lo general me hace temblar. Así que si fueras tan amable —lo apresuró Donghae.

—Te las traeré —dijo Siwon mientras se alejaba en busca de su petición.

Un momento después se abrió la puerta de la habitación, dejando entrar una estela de luz que se reflejó en el suelo blanco, haciendo que la habitación parezca más hostil y poco atractiva.

Siwon se acercó a la cama de Hee en lugar de entregarle la manta a Donghae.

Extendió la manta sobre Hee mientras él simplemente lo miraba en silencio. Una vez que la manta
estuvo en su lugar, se volvió y salió, cerrando la puerta silenciosamente tras él.

—¿Es bipolar, esquizofrénico, o hay algún gen de hombre lobo raro que te haga ser un idiota un momento y luego de alguna manera hacer algo lindo a continuación solo para que entonces te arroje de nuevo en modo idiota en un solo aliento? —preguntó Hee, volviéndose para dirigir su pregunta a Kangin.

—No sé lo que está pasando con él, Hee. Me disculpo si te está causando angustia. Puedo hablar con él si lo deseas.

—Na, todo está bien. Si sigue así, con mucho gusto le diré que saque el conocido palo de su lindo culo peludo. —Con esa declaración final de Hee, la habitación quedó en silencio y Kangin comenzó a escuchar una a una las respiraciones regulares de cada joven que indicaban que se habían quedado dormidos.



De pie frente a la ventana de la habitación de hotel que Pilkyo había reservado para ellos, Kangta terminó la llamada que acababa de recibir de Sora y se volvió a sus lobos.

—Voy a conocer a Teukkie mañana por la mañana a las 10:00 am. Todos ustedes me acompañarán al
hospital, pero solo Jihoon y yo iremos al piso en el que está, y solo yo voy a entrar en su habitación. Justo ahora insisten en que Kangin se quede con él mientras le hablo, lo cual supongo que entiendo. Él no me conoce, yo sería cauteloso también.

—Todo va a salir bien, Alfa —le dijo Jihoon en una inusual muestra de emoción.

Kangta asintió una vez en reconocimiento a las palabras de su Beta. Había una pequeña parte de él que sentía que algo estaba mal con Jihoon pero sólo se lo quitó de encima. Jihoon era su lobo más fiel y nunca había dado a Kangta una razón para dudar de su confianza.

—Voy a dar por terminada la noche. Tenemos que salir de aquí a las 9:15 de la mañana así que asegúrate de que todos estén listos —instruyó Kangta a Jihoon.

—Como tú digas, Alfa —respondió Jihoon. Observó a su Alfa caminar hacia la habitación en que se quedaba hasta que la puerta se cerró detrás de él. Jihoon les dijo a los otros lobos que iba a buscar algo de beber, ellos no lo cuestionaron. Por qué lo harían, era el segundo del Alfa.

En realidad necesitaba finalizar su plan. Iba a tener que asegurarse de que Teukkie no estuviera consciente cuando él lo secuestrara porque sería capaz de alertar al cachorro que estaba tratando de reclamarlo.

Para su sorpresa, cuando se puso en contacto con la manada de Coldspring y olfateó alrededor para
descubrir los miembros que eran todavía leales a su Alfa muerto, había descubierto que el médico que
trataba a Teukkie era el hermano de Lee Sangchul. Y no habría supuesto que el querido médico fuera tan explícito sobre su ira hacia Junjin y su cachorro, tan molesta, de hecho, que ofreció su ayuda.

Las cosas no podían ir mejor. El doctor Lee Hongki iba a entrar y comprobar a Teukkie durante su turno de guardia y darles a él y a Hee una dosis extra de morfina. También asumió que el tercer joven, Donghae, creyó recordar que lo llamaban así, estaría en la habitación.

La única manera de mantenerlo noqueado sin el uso de químicos sería el uso de un punto de presión en su cuello para dejarlo inconsciente. El se despertaría con un dolor de cabeza terrible, pero era mejor que tener que hacerle daño para conservarlo sometido.

A continuación, tenía que conseguir un transporte y un lugar para llevarlo. Eso era lo que iba a hacer
esta noche. Una vez más la manada de Coldspring estuvo dispuesta a solucionar esto para él también, y gracias a unos lobos descontentos que estaban enojados por la muerte de su Alfa, le habían ofrecido su ayuda.

Uno de los lobos, no sabía su nombre, no quería saber los nombres, le iba a dar un auto y una vez más el doctor Lee se acercó y le facilitó el uso de su cabaña de esquí en Colorado.      

Pensó que iba a funcionar bien porque suponía que una vez que supieran lo que había ocurrido nunca
pensarían que lo llevaría de regreso a su estado natal. La parte difícil iba a ser mantener a Teukkie sin saber dónde estaban para que no pudiera enviar a Kangin alguna pista. Hasta que Kangin no se hubiera unido con él y hecho los Ritos de Sangre tendría esa conexión mental.

El lobo que le prestaría el auto iba a reunirse con él en la parte trasera del hotel para darle las llaves.
Había estacionado el auto en el puesto de estacionamiento del hospital más cercano a la sala de
emergencias. El plan para llegar a Teukkie era simple. El doctor Lee lo transportaría en una camilla hasta una puerta lateral que los médicos utilizan justo al lado de la sala de emergencias. Ya que siempre había conmoción por la noche en la sala de emergencias, nadie se daría cuenta de un médico rodando una camilla fuera del lugar. 

Jihoon tendría el auto listo y Lee lo deslizaría en el interior. Si las cosas seguían como estaban, estaría de camino a Colorado acompañado de su compañero en cuestión de horas. Sonrió para sí, bastante impresionado con su habilidad para planear todo esto por su cuenta.

Salió por la puerta de atrás del hotel y, fiel a su palabra, el lobo esperaba con las llaves.

—Es una Ford Escape color canela, para que no llame la atención. Me estacioné justo donde me dijiste que lo hiciera —le dijo a Jihoon.

—Gracias, agradezco toda tu ayuda. —La voz de Jihoon estaba llena de sinceridad, él estaba realmente agradecido. Sin la ayuda de la manada de Coldspring éste esfuerzo habría sido mucho más difícil.

—Estamos muy contentos de que el mestizo coreano no va a conseguir quedarse con el compañero
elegido para nuestro Alfa. Queremos que él sufra por quitarnos a nuestro Alfa. —La voz del lobo
derramaba malicia.

Jihoon no quería entretenerse más aquí, por lo que agradeció al lobo otra vez y luego se dirigió a su
habitación.

Al entrar en la habitación, vio que los otros se habían retirado ya. Él decidió tomar una ducha rápida ya que no suponía que consiguiera otra por un par de días.            

Mientras se acostaba en su cama, las sábanas frescas del hotel picaron contra su piel, no podía estar
cómodo. Tenía la sensación de que no tenía nada que ver con las sábanas provocándole comezón y más que ver con su conciencia. Cerró la puerta firmemente en su mente, sin atreverse a examinar el punto negro que ésta elección ponía en su alma. Su lobo aprobaba lo que el hombre estaba haciendo, y eso era suficiente. Ambos sabían que Teukkie estaría mejor con un compañero que pudiera protegerlo, uno con experiencia.

Jihoon cerró los ojos, tratando una vez más de conciliar el sueño, pero lo eludió por muchas horas en la noche.



Kangta se despertó con el sonido de su alarma del teléfono desvaneciéndose. Se acercó a la mesilla  de noche y lo recogió para apagarlo. Él respiró profundo, se sentó y pasó la mano por la cara, tratando de despojar el sueño de su cerebro. Poniéndose de pie, se estiró y sonrió. Hoy se reuniría con su hijo por primera vez. Estaba muy aterrado, pero estaba feliz también.

Se dio una ducha rápida, se afeitó y se vistió a toda prisa con unos Levis sencillos, una camiseta negra y botas negras. Cuando salió de su habitación, vio que toda su manada estaba vestida y lista para irse.

Miró su reloj y vio que eran las 9:15 en punto.
  
—Vámonos —les dijo y se dirigió a la puerta. Jihoon y los otros lobos se alinearon y siguieron a Kangta fuera. Una vez en el auto y de camino al hospital, Kangta se volvió hacia Jihoon.

—He tomado una decisión mientras me preparaba esta mañana.

Jihoon asintió, animando a Kangta a continuar.

—He decidido que después de que me presente y pase un poco de tiempo con Teukkie, anunciaré mis
derechos de Alfa y dejaré a Sora conocer mis intenciones de llevar a Jaque a su verdadera manada. La
mierda va a explotar, así que prepárate. El doctor Lee va a asegurarse que la seguridad esté lista si es
necesario.

—Estaremos listos —le aseguró Jihoon a su Alfa.           




1 comentario:

  1. Un sichul siempre dara pelea...
    Tan asperos y a la vez tan lindos que ni ellos mismos se reconocen,y no se ven capaces de estar muy muy lejos del otro.
    Siwon cuidandolo y Hee tan habil como siempre,los dos estan tan desconcertados.

    Wowowowowowowow
    Hee se esta curando muy rápido,creo que eso solo tiene una explicación....pero ¿como?¿cuando?.....por lo visto nadie sabe nada respecto a todo esto.
    Ese traidor,ahora resulta que tiene "conciencia"
    Y el disque padre planeando su secuestro.....espero que los atrapan antes y frusten el secuestro.
    Puff...ese doctor Lee nunca me gusto,y menos si ayuda con esto.

    Que tacto el de Hee para darle la noticia a teuk...pero fue buena idea.

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...