Sapphire Wolf (T2)- 6




Donghae estaba esperando en la habitación del hospital mientras traían a sus dos mejores amigos.
Él estaba ansioso, retorciéndose los dedos.

La preocupación que había estado sintiendo durante el último mes estaba grabada en sus labios
apretados y las cejas levantadas que formaban arrugas en su frente.

—Oh, vamos Hae. Si sigues mirándome como si fuera un cachorro enfermo que te encontraste en una
zanja, voy a ahogarte con una almohada mientras duermes. —Teukkie guiñó un ojo a su amigo a pesar
de sus duras palabras.

—Bendito sea, y yo aquí que pensaba que era la perra reinante en esta pandilla. —Hee le sonrió a Donghae.

—¿Bendito sea? ¿Perra? —Teukkie levantó las cejas a su por lo general sarcástico amigo.

—Estoy tratando de limpiar mi boca sucia, ya sabes cómo las experiencias cercanas a la muerte cambian la forma en que vives y en la que no. —Hee se encogió de hombros.

—Hee, “bendito sea” es blasfemia. Tú sabes esto, ¿verdad?

Hee miró a Donghae y entornó los ojos.

—Solo para el inglés, así que no cuenta.

—Ni siquiera sé cómo responder a eso —dijo Teukkie secamente.


—Creí que ustedes dos nunca se despertarían. Hee todavía se ve como una momia toda envuelta y tú
te ves como una langosta recién cocinada —les dijo Donghae mientras empujaba una silla en medio
de sus camas.

—Sólo estaba consiguiendo mi sueño de belleza. —Teukkie miró a Hee y le sonrió con malicia—. Entonces, ¿qué te tomó a ti tanto tiempo? —Su implicación era clara.

—Oh, Teukkie, tú pequeña e inocente mente no sería capaz de manejar lo que estaba pasando en mi
cabeza que me impedía volver a la realidad. —Hee bostezó y acarició su boca con recato.

—Tú no sabes, tal vez mi subconsciente es más aventurero que la versión consciente.

—Bueno, en ese caso, como un favor a Kangin, nos aseguraremos de noquearte la noche de la ceremonia de unión —dijo Donghae con sequedad.

Hee se rió, pero salió más como una tos ahogada.

—No me hagas reír, mis pulmones están asados. Me siento como una hamburguesa, siempre
cocinada a la parrilla.

—A tu manera, de inmediato, nene —añadió Teukkie.

—Hay tantas maneras mejores de utilizar ese comentario que en un estúpido comercial de
hamburguesas —dijo Hee en disgusto.

—Y él está de vuelta —bromeó Donghae mientras miraba la vida filtrarse poco a poco de nuevo en los ojos de Hee, su cuerpo, y el comportamiento general.

—Tengo que darles las gracias. Ustedes me salvaron la vida y sólo quería que supieran que los amo a
los dos y voy a estar siempre agradecido —les dijo Teukkie mientras se limpiaba una lágrima de su
mejilla.

—Tú habrías hecho lo mismo por cualquiera de nosotros, Teukkie —le  dijo Donghae.

—Bueno, ahora que siempre vas a estar en deuda conmigo, voy a tener que pensar en maneras de
darle a tu agradecimiento buen uso —bromeó Hee con sequedad.

Donghae y Teukkie rieron y pusieron los ojos en blanco a su para siempre obstinado amigo.
Hee miró a su alrededor, notando que estaban sólo ellos tres.

—Así que, ¿dónde está el séquito del lobo? —le preguntó a Teukkie.

—Todos estaban esperando en el pasillo justo antes de que los trajeran a los dos. Junjin tomó una
llamada telefónica y cuando regresó le hizo una seña a todos, pero me dijo que esperara aquí por
ustedes —explicó Donghae—. Me imagino que debe ser importante si consiguió que Kangin se alejara de su compañero. Se ha negado a abandonar el hospital ni un minuto desde que fue sacado de la sala de operaciones —le dijo a Hee.

—Por alguna razón, no puedo decir que estoy sorprendido que su ardiente hombre McLobo esté
pegado a su lado. Él fue casi retorcidamente asesinado — exclamó Hee.

—A ti no te fue mejor. —Una voz ronca las hizo voltear hacia la puerta. Teukkie vio a Kangin lanzarse alrededor de Siwon para llegar a su lado. Fue Siwon quien había atestiguado las palabras de Hee, y Siwon quien miraba a Hee como si le hubiera crecido un apéndice adicional en la cabeza.

Hee lanzó una mirada a Teukkie y luego a Donghae, en busca de algún tipo de idea de qué decir, pero
tampoco podían echarle ningún hueso porque sabían tanto como él lo hacía sobre Siwon, y esto sumaba cero, nada, y nada de nada.

—Está biennn, y, ¿estás aquí para…? —le preguntó Hee con evidente confusión.

—Estoy aquí para protegerte. Me refiero a custodiarlos a todos ustedes. No sólo a ti, sino a cada uno de ustedes, al mismo tiempo, para que no estén solos — balbuceó Siwon.

—Sí, lo entiendo, no hay necesidad de hacer aún más daño —le dijo Hee sarcásticamente.

La cabeza de Siwon se alzó para mirarlo a los ojos. Hee vio lo que solo podría describir como dolor.
¿Lo habían herido sus palabras? Heechul tragó saliva y sintió un nudo formándose en su garganta
ante la fría mirada en sus ojos. Después de varios segundos, él se volvió y miró a Kangin.

—Voy a estar abajo durante unos minutos. El Alfa estará montando guardia con Hyesung. —Sin otra
palabra o una mirada hacia atrás, salió de la habitación.

Todos en la habitación dejaron escapar un profundo suspiro que ninguno de ellos se había dado cuenta que había estado conteniendo.

—¿Alguno de ustedes, mis queridos amigos, les gustaría explicarme quién le retorció la cola? —
preguntó Hee, mirando de una persona a otra, esperando alguna explicación plausible.

—Está bien, uno —dijo Donghae levantando un dedo—, no tenemos ni idea, ha estado así desde que
llegamos al hospital. Y dos, ¿acabas de decir que su cola estaba retorcida? —preguntó Donghae a su
amigo, con la risa reprimida.

—Sí, lo hice solo porque la mitad de mi cuerpo ha sido bien frito y me siento como si alguien me
golpeó con un martillo. Por lo tanto, dicho eso, me permito algunas observaciones tontas. Cálmate,
Pinocho, o voy a mandar hacer M&M personalizados con tu número de teléfono en un lado y para
un buen tiempo en el otro —amenazó Hee con irritación.

—Y él está de regreso otra vez —sonrió Donghae.

Hee lo calló.      

Sí, pensó Teukkie, vamos a estar bien. Hee está siendo un cachorro, como lo definió él, Donghae lo
está incitando, y yo estoy en la esquina permaneciendo fuera de la línea de fuego riéndome hasta el
cansancio. Las cosas volverán a la normalidad en poco tiempo. Teukkie miró a Kangin mientras él se
inclinaba y lo besaba en la frente.

—¿Por qué fue eso? —le preguntó.

—Por cada sonrisa que vea en tu cara, voy a darte un beso —le dijo él con cariño.

—¿Qué consigo por una risa? —preguntó, su voz estaba espesa con sugerencia.
Kangin le sonrió, mostrando esos hoyuelos increíbles.

—No creo que ahora sea el momento adecuado para demostrar ese amor.

Teukkie extendió su labio inferior, tratando de hacer un puchero, lo que solo hizo a Kangin sonreír
más grande.

—Entonces, ¿qué había tan interesante en el pasillo?

Kangin vaciló el tiempo suficiente para que Teukkie se preguntara si estaba siendo totalmente honesto. Había cerrado sus pensamientos, lo que también le hizo preguntarse qué estaba pasando.

—No es nada importante. Mi padre recibió una llamada de una manada que está conduciendo a través
de la zona, y le gusta mantenernos alerta cuando se trata de otra manada.

Algo en el tono indiferente de Kangin le dijo a Teukkie que estaba ocultando algo. Esto no le molestaba porque a este punto sabía que él iba a tratar de protegerlo, incluso si se tratara sólo de una mosca empuñando un palillo de dientes como una espada. Kangin no lo dejaría sin protección nunca más. Tenía la sensación de que el número de peleas que iban a tener en su larga vida había aumentado de manera exponencial.

—Entonces, Hee, ¿cómo te fue con tus padres una vez que despertaste? — le preguntó Donghae—.
Estuvieron aquí constantemente mientras estabas inconsciente.

—Oh, fue muy bien, pero no puedo soportar a mi madre siendo toda emocional y cerniéndose sobre mí. Ambos saben que no tolero lo de cernirse sobre alguien. —Hee puso los ojos en blanco.

—Ah, sí, cerniéndose. Tu madre tiende a cernirse sobre ti cuando está preocupada —estuvo de acuerdo Teukkie.

—Aunque en realidad, no lo llamaría cernirse —dijo Donghae, pensativo—. Es más como sumergirse por completo de nariz. Casi tienes que agacharte para cubrirte cuando la mamá de Hee viene hacia ti y está preocupada.

—Por lo tanto, ese es el por qué ella ya no está aquí —reconoció Hee—. Tomó algo de convencimiento, pero con un poco de ayuda de Hyesung conseguimos que ella y mi padre pensaran que sería mejor para ellos dejarme descansar un poco y a menos que algo esté mal vendrán mañana por la noche.

Hee miró a Kangin cuidadosamente antes de preguntar:

—¿Tu appa tiene algún tipo de capacidad para hacer que la gente haga lo que él quiere?
  
Kangin se rió entre dientes, pero negó con la cabeza.

—No, a menos que él no me lo haya dicho. Mi appa siempre ha sido capaz de conseguir que la gente
vea las cosas desde su punto de vista. Mi padre dice que es un arte la forma en que puede trabajar a
la gente a su alrededor. No sé, vas a tener que preguntarle.

Kangin le apretó la mano.

«¿Cómo estás, Angel?»

«Teniendo en cuenta que he sido quemado hasta crujir, mi pierna aplastada como si hubiera sido pasada a través de un mezclador y hay vidrio salpicado en mi piel como si fuera una magdalena, estoy apestosamente bien» le dijo con los labios volteándose en una sonrisa que casi derritió su corazón.

—Te amo —susurró él.

—¿Qué es lo que no amas? —bromeó Teukkie.

—Cierto —murmuró Kangin en voz baja.

Siwon volvió a entrar en la habitación y sin mirar a nadie caminó cruzando la habitación hasta la cama de Hee.

—¿Estás bien? —Las palabras revelaban algún tipo de emoción, pero su tono de voz era tan ronco como siempre.

Hee estaba empezando a sentirse frustrado con su extraña frialdad hacia él. Qué demonios, pensó, si
no le importaba por qué incluso se molestaba jodidamente en preguntar. Al igual que antes, decidió
manejar su frialdad con lo que mejor sabía hacer, coquetear.

—Podría estar mejor —le dijo con un ligero mohín. Por el rabillo del ojo le guiñó un ojo a Donghae, quien le estaba lanzando una mirada inquisitiva.

—¿Qué significa eso? —preguntó él aún más bruscamente si es que eso era apestosamente posible.

—Sólo significa que mi situación podría mejorar, lo que a su vez me haría sentir mejor —le dijo
inocentemente.

Teukkie estaba en su cama con su mano sobre su boca tratando de ahogar su risa mientras veía a su
amigo trabajar su magia. La parte graciosa era que Siwon, obviamente, nunca había conocido a nadie
como Hee.

No parecía que supiera qué hacer. Teukkie tenía la sensación de que la incertidumbre no era una
emoción que Siwon a menudo sentía.

Cuando él no le respondió, Hee dobló su dedo hacia él, indicándole que quería que se moviera más cerca. Cuando él asintió y se inclinó, Hee agarró la pechera de su camisa y lo empujó hasta que tuvo que apoyarse en la cama con sus manos, y su oreja estaba al lado de su boca.

Donghae y Teukkie lo observaron susurrarle y de repente el cuerpo de Siwon se tensó, sus músculos
rígidos con gracia escultural. Después de un momento, él se levantó, le dio una última mirada a Hee, y sin una palabra se dio vuelta y salió de la habitación.

Hee rompió a reír en cuanto la puerta se cerró.

—Hombre, eso fue genial —dijo, todavía riendo.

—¿Te gustaría compartir, mi retorcido amiguito, que le hiciste al pobre Siwon? —le preguntó Donghae con una ceja levantada.              

—Un joven señor nunca besa y cuenta. —Hee sonrió y le guiñó un ojo a Donghae.

—Hay dos problemas muy obvios con esa afirmación —comenzó Teukkie.

—Sí, sí. No soy un joven señor, y no lo besé, bla, bla. Detalles, detalles mi querido Watson —dijo Hee con sarcasmo.

Hee sonrió para sus adentros. No podía creer la audacia en las palabras que le había susurrado a Siwon, pero lo merecía por ser tan idiota con él. Sólo estaba jugando con el lobo después de todo, eso no significaba nada, así que cuál era el daño. Hizo caso omiso de la persistente vocecita que estaba tratando de contradecir sus pensamientos.


Después que Kangin había vuelto a la habitación con los chicos, Sora tuvo su mini ataque de pánico y fue capaz de calmarse cuando Hyesung le dijo que le daría una bofetada si no lo hacía.

—Así que está en camino, ¿cómo ahora? —le preguntó Sora a Junjin.

—Sí, como en este momento. Estará aquí en unos diez minutos —le dijo.

—¿Dijo lo que quería? —Esta vez su voz era más fuerte, más decidida.

—Todo lo que dijo fue que quería hablar contigo y que quería conocer  a Teukkie.

—Sí, pero ambos sabemos que hay más que eso, Junjin. Tiene que tener un motivo ulterior para viajar hasta aquí. Estoy segura de que quiere conocer a Teukkie, pero esa no es la única razón por la que ha venido —le dijo Sora.

—Siwon va a ir contigo. A pesar de que no creo que te haría daño o que permitiría que te hagan algún daño, quiero a Siwon para tener una idea de las cosas. He llamado a Yunho, Donghwa y Kyuhyun para ver si pueden explorar alrededor del estacionamiento del hospital y echar un vistazo a los hombres de Kangta — explicó Junjin.

—Estoy listo cuando tú lo estés, Sora —oyó a Siwon decir, lo cual era muy raro porque no podía recordar un momento en que Siwon alguna vez le hubiera hablado. Había una primera vez para todo.

—Bien, hagamos esto —dijo Sora, cuadrando los hombros, como si se estuviera preparando para luchar.

—Él también te lo ha pasado —le dijo Siwon, mientras se metían en el ascensor para ir a la recepción.

—¿Quién me ha pasado qué? —le preguntó Sora.

—Hee. El siempre dice esos comentarios extraños que no tienen relación alguna a la situación, y me
doy cuenta que también lo haces. El es como un virus que sólo sigue extendiéndose. —La última parte la dijo más para sí que para Sora.

—Si él es un virus entonces es el único de su tipo en existencia, y es un virus que atraparía cualquier día —le dijo Sora, mirándolo por el rabillo del ojo.

Siwon gruñó algo imperceptible, pero no dijo nada más. En cuanto se abrieron las puertas del ascensor, puso una mano delante de Sora para que no saliera antes que él. Salió y miró a su alrededor y luego hizo un gesto para que ella saliera, evidentemente, decidiendo que era seguro.

—¿Qué sucede con las damas primero? —bromeó Sora, tratando de expulsar su energía nerviosa. Sabía cuál era la respuesta, pero ella sólo necesitaba algo para mantenerla ocupada durante unos minutos antes de ver al hombre al que había amado con cada fibra de su ser.

—No sé qué idiota pensó que era más inteligente que una mujer o un joven entrara en una habitación
antes que él.  ¿Cómo sabe si es seguro para ellos entrar si no echa un vistazo por sí mismo? En realidad es un acto mucho más galante ir delante, por lo tanto, asegurándose de que nada va a hacerle daño — explicó Siwon, su tono de voz al principio sonaba con disgusto y luego fue casi tierno cuando terminó de hablar.

Él simplemente podría ser un buen partido, algún día, sin el mal humor y autoritarismo que parecía plagar en todas las cosas peludas, pensó Sora.

No habían estado de pie en el vestíbulo por mucho tiempo cuando la puerta se abrió y Ahn Kangta entró. Siwon comenzó a moverse delante de Sora, en uno de esos momentos: “Debo proteger, óiganme rugir”, pero Sora lo empujó a un lado, sin apartar la mirada de Kangta. No pudo controlar el dolor teñido con traición que exudó por sus ojos. Eran diecisiete años de viejo dolor, pero dolía, no obstante.

Sora enderezó la espalda y caminó hacia adelante, tratando de envolverse en la confianza que no sentía. Siwon se detuvo justo detrás de ella, un recordatorio silencioso para Kangta de que estaba protegida. Kangta habló primero.

—Sora, es bueno verte —dijo con sinceridad filtrándose de su voz.

Eso solo hizo que su presencia fuera peor, el saber que él realmente quiso decir lo que dijo; pero independientemente de las palabras que podía darle, el hecho era que pertenecía a otra mujer. A veces
Sora sólo quería sacarle a la vida su dedo medio.

—Es bueno verte también, Kangta. —Sora logró forzar eso de sus labios, fingir una sonrisa y todo sin
vomitar sobre sus zapatos—. No quiero perder el tiempo, Kangta. Los dos sabemos que no estás aquí para ponerte al día, o para recordar los viejos tiempos, así que llega al por qué estás aquí —le dijo Sora, dándose cuenta que no tenía la paciencia para andarse entre las ramas hoy.

—Sé de nuestro hijo. En cierto modo sé por qué no me dijiste nada de él, pero quiero conocerlo, creo
que me merezco eso. —La voz de Kangta sostenía una honestidad dolorosa.

—Iba a decirte esa noche. —No tenía que especificar qué noche era—. Pero llegué a casa y decirle a una nota que estaba embarazada no es lo mismo  que decirle al padre. —Sora sabía que no debería ser una cabeza dura, había tomado la decisión de quedarse con Kangta después de saber que algún día no tendría más remedio que dejarla.

Kangta levantó la cabeza hacia el techo, cerrando los ojos. Él respiró hondo y soltó el aire lentamente. Cuando miró a Sora de nuevo, ella podía decir que estaba luchando para mantener sus emociones bajo control.

—No quería irme. Sabes que no tenía otra opción. Sora, me hubiera quedado, me habría casado contigo, hubiera sido el padre que Leeteuk merecía. Lo hubiera hecho.

Sora lo interrumpió.

—Ya lo sé, está bien, pero no se trata de eso. Quieres conocer a Teukkie, bien, eso será cuestión de él. Le diré que estás aquí, y si, y solo si él quiere, puedes reunirte con él. Pero vas a tener que darle un poco de tiempo para procesar esto, Kangta.

—Sé que es mucho, pero quiero verlo hoy. Tengo que hablar con él acerca de algunas cosas importantes que necesita saber acerca de ser un lobo.

—Él tiene gente para decirle acerca de ser un lobo —chasqueó Sora hacia él, dejando que su frustración por la situación saque lo mejor de ella.

—Correcto, el cachorro que permitió que le hicieran daño. —La voz de Kangta sostenía evidente desprecio por Kangin.

Siwon gruñó y dio un paso hacia delante, pasando a un lado del brazo de Sora.

—No le faltarás el respeto al príncipe, él no ha hecho nada malo. 

Kangta pareció recomponerse y rectificar.

—Me equivoqué al suponer que era su culpa, Beta. No quise faltarle el respeto, pero tienes que entender que, como su padre, fue difícil saber que mi hijo resultó herido mientras estaba al cuidado de otro lobo.

—Puede ser su padre, pero solo de sangre —le espetó Siwon, entonces se volvió a Sora  y  la tomó del  brazo—. Regresaremos  y  discutiremos  esto con Teukkie, y le dejaremos saber cualquier cosa en la próxima hora.

Siwon no dio a Sora la oportunidad de decir algo más, simplemente la tomó del brazo y comenzó a arrastrarla hacia el ascensor.

—¿Muy mandón? —Sora lo miró fijamente mientras las puertas del ascensor se cerraban con un sonoro ding—. ¿Por qué le dijiste que lo contactaríamos en una hora, Siwon? Eso no va a dar a Teukkie mucho tiempo para pensar acerca de si quiere o no incluso considerar conocer a su padre.

—Cuanto más tiempo le tome a él decidir, entonces más tiempo su padre estará aquí, y él tiene planes. No estaba siendo completamente honesto acerca de por qué está aquí —explicó Siwon.

El ascensor dio un ligero vuelco, mientras llegaban al piso donde estaba la habitación de los chicos. Las puertas se abrieron y una vez más Siwon salió primero y luego le indicó a Sora que siguiera.

—¿Qué significa que él tiene planes? —dijo Sora entre dientes.

Siwon siguió caminando hacia la habitación sin responder su pregunta. Al acercarse a la puerta, Junjin y Hyesung se levantaron de las sillas en las que habían estado sentados

—¿Qué has sabido? —Junjin dirigió la pregunta a Siwon.

—Él no estaba diciendo toda la verdad. Quiere encontrarse con él, sus emociones son sinceras, pero está sin duda ocultando algo —explicó Siwon.

—No entiendo cómo puedes decir todo eso —habló Sora.

—Cuando una persona es deshonesta su cuerpo emite señales. Los sentidos humanos no pueden
percibirlas, pero los sentidos lobunos pueden, y están muy en sintonía con ellos —explicó Siwon—.
Cuando mientes, generalmente tu ritmo cardíaco es más rápido, tu cuerpo desprende un ligero olor en
la transpiración que puede que ni siquiera sepas que está en tu piel, pero que está ahí, tus pupilas se
dilatan ligeramente y tu nariz se ensancha. Kangta siendo un lobo puede esconder parte de eso, pero creo que verte lo descontroló y él no estaba protegiendo sus emociones tan bien como normalmente podría,  sobre todo para un Alfa.

—Así que, la pregunta del millón es: ¿qué es lo que quiere con Teukkie? —preguntó Hyesung.

En ese momento la puerta de la habitación que habían estado vigilando se abrió con un ligero, pero
perceptible crujido.

—¿Qué quiere quién con Teukkie? —preguntó Hee mientras salía de la habitación hacia el pasillo.

Heechul caminó lentamente, era difícil debido a todas las vendas y el soporte de la intravenosa que tenía que arrastrar con él.

—Exactamente, ¿por qué estás fuera de la cama? —La pregunta vino de Siwon.

—Traté de decirle que se quedara quieto, pero es casi tan cooperativo como un gato mojado —les dijo Donghae mientras también salía de la habitación.

Hee cojeó hacia donde estaba Siwon y se detuvo justo frente a él.      

—Estoy fuera de la cama porque no hay nada divertido pasando en ella —bromeó. Después de su
anterior encuentro no podía dejar de sentirse valiente y podía decir que lo hacía sentir incómodo, al
coquetear con él, lo que solo le daba ganas de coquetear aún más.

Siwon lo fulminó con la mirada y dio un paso atrás.

—Deberías estar descansando, no vagando alrededor en una bata de hospital con el soporte de una
intravenosa —le dijo, sonando completamente indiferente, como si estuviera hablando con un
desconocido. Hee se volvió y miró hacia Donghae para ocultar el dolor en sus ojos, el cual él ni siquiera sabía por qué sentía, pero ahí estaba.

—¿Qué te dije, Hae? Algo está pasando y como siempre nos están dejando fuera. Así que, señora P,
¿quién quiere ver a nuestro pequeño joven principe lobo? — preguntó Hee, manteniéndose de
espaldas a Siwon pero sin alejarse de él.




1 comentario:

  1. El SiChul dará pelea.....uno protegiendolo y el otro haciendo lo que le viene en gana.
    Posesividad,grunidos y pelo....todo viene incluido en el paquete,lo toma y se amoldan...o no pasaran de ahí.
    Sora conoce bien a kangta,y lo que siwon a captado es suficiente para tener todos alerta por lo que pueda ocurrir...mie tras más pronto le digan a Teuk todo,sera mejor... y puede que hasta planeen algo por las dudas.
    Siwon y Hee hiriendose con sus palabras soin saberlo....ya les llegara su momento de decir todo.

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...