Sapphire Wolf (T7)- 4



—¿Qué estás haciendo? —gruñó él.
Hongki levantó un dedo y espero a que no fuera a mordérselo. Apretó el botón de enviar y luego levantó la vista hacia él.
—Me doy cuenta que, cualquier cosa que estés lidiando, es delicado y privado. La persona que acabo de pedirle que venga es de confianza. Por favor, confía en mí.
Siwon pudo ver la sinceridad en sus ojos. A pesar de que en realidad no quería confiar en él, ¿qué otra opción tenía?
—Está bien.
Justo cuando las palabras estuvieron fuera de sus labios, Changmin apareció junto a Hongki. Él  miró de Hongki a Siwon y resopló.
—Esto va a ser malo, ¿no? —preguntó.
Siwon miró a Hongki con los labios apretados y una ceja levantada. Fue una gran mirada que decía: ¿Qué demonios, doctor?
—¿Dices que puedo confiar en él?
Hongki asintió y luego miró a Changmin.
—Changmin, obviamente ahora sería el momento adecuado para que tranquilices al perturbado Alfa de que puede confiar en ti y así no te convierta en un aditivo antes de la cena.
Changmin dejó escapar un rápido suspiro.
—Cierto, eh, puedes confiar en mí, Siwon.
—¿Sin importar lo que te diga? No puedes compartirlo con Yunho. —Él entrecerró los ojos hacia él y dio un paso adelante.
Para crédito de Changmin, no retrocedió.
—Sí, sin importar lo que me digas. Y no voy a decirle nada a Yunho si no quieres que lo haga. Soy capaz de mantener mis pensamientos resguardados.
Él le dijo a Changmin lo mismo que le había dicho a Hongki y luego esperó la respuesta del Fae.
—Puedo poner un bloqueo en tu mente que se activará mientras te relajas en el sueño. Desafortunadamente, Hee será capaz de notar que está ahí. No hay nada que pueda hacer para prevenir eso.
Siwon habría preferido que lo hiciera parecer como si su mente solo estuviera en blanco mientras dormía para que Heechul no pensara que había algo malo, pero en este momento él sabía que algo estaba pasando y por mucho que lo odiara, era su única opción.
—Bien —dijo él con voz ronca—. Haz lo que debas.       
Changmin dio un paso hacia él lentamente, como si se acercara a una bestia que podía rasgarle en pedazos en cuestión de segundos. Se estremeció internamente al darse cuenta que eso era exactamente lo que estaba haciendo; solo que la bestia era un Alfa Canis Lupus.
—Tengo que tocar tu cabeza —dijo mientras levantaba sus brazos.
Siwon dobló sus rodillas de modo que pudiera llegar a él. Changmin colocó las manos a ambos lados de su cabeza y comenzó a hablar en un idioma que no entendió. Sintió el calor que irradió de su piel y su cuero cabelludo hormigueó. Luego desapareció, así como sus manos.
—¿Eso es todo? —preguntó.
Changmin asintió.
—¿Por qué todo lo que tiene que ver con las Fae parece tan decepcionante? —preguntó Hongki ausentemente.
Changmin sonrió.
—A Dambi le gusta hacer gala de ello, pero el teatro es más para intimidar que por necesidad.
—Por alguna razón, eso no me sorprende —dijo Siwon tajantemente. Changmin sonrió.
—Bueno, ¿puedes culparla? Es más vieja que la séptima capa de la  tierra. De alguna manera tiene que conseguir sus trucos.
Tras reiterar varias veces a Changmin y Hongki que tenían que guardar silencio, los dejó y se dirigió hacia el jardín interior. Era el único lugar que conocía para encontrar la soledad y privacidad. Caminó todo el trayecto hasta la parte de atrás y absorbió internamente una pequeña cantidad de algo parecido a la paz del arroyo  y el sonido  del goteo  del agua mientras fluía sobre las  rocas.
La     vida parecía sencilla aquí en plena naturaleza, sin importar que fuera creado por el hombre en lugar de a la intemperie en algún otro sitio. Su lobo anhelaba el bosque, los olores de la tierra, los árboles y el agua. Tenía ganas de correr con su compañero a su lado, jugando con él como lo habían hecho tantas veces. Se obligó a empujar esos recuerdos a un lado y centrarse en el presente.
Se arrodilló al llegar a la esquina más lejana del jardín y cerró los ojos. Su mente se acercó a su Creadora y oró para que ella lo escuchara.
—¿Por qué es que insistes en preocuparte de que no vaya a venir cuando llamas? —La Gran Luna se sentó delante de él en los escalones que conducían al mirador donde un columpio colgaba en silencio.
—Supongo que me siento muy insignificante en este gran mundo e imagino que debes tener cosas más importantes que hacer —admitió Siwon.
Ella sonrió suavemente hacia él.
—Bueno, no hay nada más importante que uno de los míos esté buscándome. Se necesita una gran fortaleza para arrodillarse y pedirle a otro ayuda, reconocer que no puedes hacerlo por tu cuenta, y nunca tener la intención de hacerlo.
—Gracias —le dijo Siwon y la palabra se sintió seca en su boca, ya que sabía que no trasmitía la gratitud que sentía—. Tengo algunas preguntas. —Hizo una pausa y esperó. Ella asintió para que él continuara—. ¿Cuándo se romperá el vínculo?
Él se dio cuenta que sus ojos se pusieron tristes mientras ella lo observaba.
—No se puede deshacer de un solo golpe. Si rompiera el vínculo inmediatamente, los podría matar a ambos ya que ustedes son una sola alma. Tiene que hacerse poco a poco, gradualmente, e incluso entonces será doloroso para los dos.
—¿Hay algo que haga que sea más fácil para él? —Siwon sintió su lobo luchar contra él, el lobo no estaba de acuerdo con lo que el hombre estaba haciendo. Su lobo estaba convencido que podían encontrar otra manera de salvar a su cachorro.
—La distancia física entre ustedes ayudaría. Como ya sabes, anhelan la presencia y el contacto del otro. Eso hace que el vínculo sea más fuerte.
La cabeza de Siwon cayó hacia delante, mientras las palabras envolvían su corazón con un frío abrazo helado. La idea de no estar con su compañero, sobre todo si se trataba de sus últimos meses con él, lo enfermaba y enojaba al mismo tiempo. No sabía cómo iba a dejarlo. ¿Cómo podría? Lo más probable sería que intentara matarlo si le decía que tendría que estar lejos. Y, ¿qué excusa podría darle?
—Alfa, ¿estás seguro de que esto es lo que quieres? —La Gran Luna lo miró a los ojos y la preocupación y empatía que vio allí lo consoló brevemente.
—¿No puedes hacer algo? —preguntó, y las palabras salieron a través de un profundo gruñido que no pudo controlar.
—Les he dado a todos el libre albedrío. No los obligo a mis propios deseos y voluntad, haciéndolos un robot sin mente. Es debido a ese libre albedrío que a veces deciden las cosas con consecuencias que son difíciles de soportar. A Heechul se le ofreció una salida a la muerte, una muerte que estaba destinada a suceder. Y debido a eso hay consecuencias. Él se enfrentará a las consecuencias de su elección en una forma u otra. No confundas mis palabras con indiferencia. Me rompe el corazón ver a mis hijos heridos. Me llena del más profundo dolor y me aflige como a ti.
Se puso de pie y acercándose a él, colocó una mano en su hombro. Él sintió la paz pasar a través de sí, y dejó escapar un lento suspiro.
—La muerte es parte de la vida, hijo. No te creé para que seas inmortal, a pesar de darles una larga vida. Heechul iba a volver a casa para estar conmigo, y él eligió no hacerlo. Fue en contra de las leyes de la naturaleza. Las Parcas son las que velan por todos los seres sobrenaturales, no solo mis lobos. Mantienen el equilibrio e incluso yo no puedo interferir con ese equilibrio. Si todavía estás seguro de que esto es lo que quieres, entonces comenzará esta noche. Él está en su segundo trimestre del embarazo. Tomará lo que reste de ese tiempo para eliminar totalmente el vínculo entre ustedes. Y no te preocupes por cómo vas a poner distancia entre los dos. Hay una oportunidad en camino.
El estómago de Siwon se tensó ante esta información. Cuando empezó a preguntarle a qué se refería, ella ya se había ido.
Cuando empezó a ponerse de pie, sintió como si el peso del mundo estuviera ahora envuelto en sus hombros y no vio manera de deshacerse de ello. Se dio la vuelta para salir de la tranquila paz del jardín, y justo al llegar a la puerta, se agarró al marco cuando tropezó. Sintió un dolor agudo rasgar a través de él y luego había desaparecido. Pero en su lugar quedó lo que parecía ser un pequeño desgarro en cualquier costura que lo mantuviera unido.
Cerró los ojos, en busca de Heechul, necesitando saber si se encontraba bien. Lo encontró en su dormitorio. Su rostro estaba pálido y Donghae  estaba ayudándolo a sentarse. Juntó su mandíbula mientras pensaba en cómo debía ser él quien lo ayudara. Debían ser sus brazos alrededor, comprobándolo y consolándolo. Se veía tan confundido y asustado.
Había comenzado, justo como la Gran Luna había prometido, su vínculo se estaba rompiendo… el vínculo que lo había salvado de la oscuridad ahora estaba siendo arrancado de él y eso era por su propia culpa.

Donghae  estaba sentado junto a Hee en la cama cuando la puerta se abrió repentinamente. Teukkie entró corriendo con el ceño fruncido. Detrás de él, Dambi y Sora lo siguieron.
—¡Sora! —Donghae  sonrió y se puso de pie para darle un abrazo.
—Hola, señora P —dijo Hee desde el lugar donde estaba sentado. No se levantó porque estaba nervioso de que el repentino dolor volviera. Donghae  había llamado a Hongki para que viniera a verle y habían estado esperando cuando Teukkie y las otras dos habían irrumpido.
Teukkie parecía todavía tener que decir algo pero se quedó a un lado con los brazos cruzados sobre el pecho y con el rostro contraído en una apretada mueca.
—Eh, Teukkie, ¿no estás contento de ver a tu mamá? —preguntó Hee.
—Lo estaría, si la razón por la que la estuviera viendo no fuera porque su Rey la ha botado —intervino Dambi.
—Gracias por eso, Dambi —espetó Teukkie.
—¡¿Qué?! —Los ojos de Donghae  se abrieron de par en par mientras daba un paso hacia atrás para poder ver a todos en la habitación.
—¿Qué quieres decir con que la ha botado? —casi gruñó Hee, mientras comenzaba a ponerse de pie.
La puerta de nuevo se abrió de golpe antes que alguien pudiera responder y Hongki entró apurado.
—¿Estás bien… algo de sangre, náuseas, vómitos? —Las preguntas volaron de su boca como rápidos disparos de armas mientras continuaba yendo hacia Hee.
Hizo caso omiso de los demás mientras le tomaba el pulso y escuchaba sus respiraciones, luego escuchó el latido del corazón del bebé.
—Cálmese, doctor Quinn. Fue una falsa alarma. Tuve un breve momento de dolor y luego se había ido. Donghae  solo estaba siendo demasiado cauteloso.
Hongki miró a su alrededor y notó por primera vez que la habitación estaba llena de parejas.
—¿Dónde diablos está tu compañero?
Una vez más, la puerta se abrió de golpe, solo que mucho más fuerte ya que un gran y cabreado lobo entró a través de ella.
—Heechul. —Siwon se movió con bastante gracia para su gran tamaño, hasta que se paró frente a su compañero—. ¿Estás   bien? —preguntó en voz baja mientras rozaba los dedos contra su mejilla.
Hee sintió las familiares mariposas que Siwon siempre desencadenaba en él como si se encontraran en estado latente hasta que él le tocaba, o incluso si simplemente lo miraba como lo estaba haciendo en estos momentos.
Asintió.
—No fue nada, solo un dolor agudo y luego desapareció.
Siwon lo miró directo a los ojos. Mientras Hee trataba de buscar en su mente  para  saber  lo  que  estaba  pensando,  lo  sintió  empujarlo  suavemente.
Todavía estaba enojado por su anterior discusión, pero ahora había otras cosas en qué pensar.
—No ahora, de acuerdo. Después hablamos.
Él se inclinó y lo besó en la frente, el acto fue tan gentil, tan diferente a su compañero, que una vez más sintió la inquietud de saber que algo andaba mal.
—¿Qué está pasando? —preguntó Siwon mientras se volvía para enfrentar al grupo.
Dambi soltó un bufido de exasperación.
—¿Por favor, podemos simplemente llamar aquí a todo aquel que sea necesario en ésta pequeña reunión de “mentes no tan estables”, de tal manera que no tengamos que repetir lo mismo quince veces?
—Junjin quiere que nos reunamos en el gran salón —dijo Hyukjae desde la puerta. Todos los ojos en la sala se posaron sobre él.
—Finalmente, alguien que no estuvo cerca de arrancar mi puerta para poder entrar —se quejó Hee.
Siwon deslizó su mano en la de él y le dio un pequeño apretón, el cual solo envió volando a esas malditas mariposas hasta su garganta y casi fuera de sus ojos en forma de lágrimas.
Todos en la sala seguían mirando a Hyukjae como si fuera un divertido manchón en la pared
Él resopló cuando nadie se movió.
—Mi compañero me informó de lo que estaba pasando, por lo tanto, me encargué  de  compartirlo con Junjin. Así es como tengo una maldita pista. ¿Podemos todos, por favor, ir al gran salón ahora?
Todos asintieron al unísono con pequeños “ah” y “claro” saliendo de sus bocas. Para cuando todos habían salido de la habitación, Kangin estaba allí esperando para tomar la mano de Teukkie. Ellos se quedaron detrás del grupo con Sora caminando a su lado.
Nadie habló, como si hubiera una ley no escrita que les impidiera hablar del asunto hasta que estuvieran todos reunidos, justo como Dambi había sugerido.
Junjin, Hyesung, Wadim, Minwoo, Yunho, Changmin, Henry y Zhoumi estaban sentados esperando por ellos en el gran salón.
—Toda la pandilla está aquí, Junjin —anunció Dambi—, reunidos de nuevo.
Hee dejó escapar un resoplido mientras tomaba asiento con Siwon a   su lado.
—¿Haces algo más aparte de ver televisión durante el día y realizar dramáticos efectos especiales?
Dambi levantó una ceja hacia Hee.
—Mantengo tú ya no tan pequeño trasero fuera de    problemas.
—¡Oye! —Hee casi gritó—, eso no fue divertido Dambi, nada de hablar del trasero de un joven embarazado. Una vez que esté de vuelta a su antigua gloria, podrás hacer chistes acerca de eso todo lo que quieras. Hasta entonces, aprenderás a que te gusten los traseros grandes.
—Y no puedo mentir —susurró Donghae  sacando una carcajada de todos, salvo de Junjin y Hyesung quienes parecían desconcertados.
Como de costumbre, Junjin se aclaró la garganta para llamar la atención de todo el mundo de vuelta a la cuestión que los ocupaba.
—Por lo que entiendo, no hemos venido aquí para discutir la parte trasera de la pareja de Siwon. Así que, ¿podría alguien, por favor, iluminarme sobre lo que está pasando y por qué tenemos el placer de la compañía de Sora?
Sora se adelantó antes de que alguien pudiera hablar, asintiendo hacia Hyesung y Junjin en señal de saludo. Su sonrisa era tensa y era obvio que estaba molesta.
—Lamento haber irrumpido en su… —comenzó, pero fue interrumpida por Teukkie.
—En primer lugar, eres bienvenida aquí en cualquier momento. En segundo lugar, fue la hadita quien irrumpió.
Dambi puso los ojos en blanco pero no dijo nada.
—Jungsoo ha decidido que no era seguro que me quedara —continuó Sora como si su hijo no hubiera hablado—, debido a su hermano. Así que me pidió que volviera a mi casa en Texas.
Junjin no habló de inmediato. Sus ojos estaban entrecerrados, pero no de ira. Parecía estar considerando cuidadosamente lo que iba a decir.
—¿Acaso Jungsoo te consultó sobre el asunto antes de pedirte que te fueras? —preguntó finalmente.
—No.
—Sorpresa, sorpresa —murmuró Hee.
—Dambi, ¿qué parte juegas en todo esto? —preguntó él mientras se giraba para mirar a la Fae.
—Fui a hablar con Jungsoo, como te dije que lo haría. Resultó ser una conversación muy informativa. Primero, hablamos de la asquerosa maldad que está impregnando su bosque, y luego discutimos el supuesto desalojo de su compañera. Entonces le dije que tú solicitabas su presencia. Justo cuando me estaba preparando para irme, preguntó si me gustaría acompañar a Sora al aeropuerto. Siendo yo una persona de buen corazón, acepté.
Hubo un resoplido colectivo de las parejas en la habitación.
—Si por buen corazón te refieres a entrometida, entonces sí, eres de hecho de buen corazón. —Las palabras vinieron de Changmin, quien estaba sentado al otro lado de la habitación, cuando miradas sorprendidas se dispararon en su dirección. Se limitó a mirarlos de regreso esperando a que Dambi continuara.
—¿Por qué trajiste a Sora aquí y no la llevaste al aeropuerto?   —preguntó Hyesung.
—Pensé que tenía el derecho de decirle a su hijo lo que estaba pasando y a despedirse.
—¿Así que planeas volver a los Estados Unidos? —preguntó Junjin.
Sora miró a Teukkie quien estaba rígidamente de pie, con los puños apretados a los costados y los ojos entrecerrados. Kangin estaba detrás de él con una mano descansando en su cadera. Después de varios segundos, Sora miró de nuevo a Junjin.
—Sí.
—Me voy con ella —dijo Teukkie tan pronto como la palabra estuvo fuera de la boca de su madre. Se alejó de Kangin. Él dejó escapar un audible gruñido y alcanzó a su compañero, pero Teukkie apartó su mano. Caminó hasta colocarse junto a su mamá y la tomó de la mano—. Sé que Jungsoo piensa que la está poniendo a salvo al enviarla a casa, pero si su hermano está tan loco como dice que está y quiere a mi mamá, entonces un océano no va a alejarlo de ella.
Junjin miró de Teukkie a su hijo y sintió el peso de su cargo asentarse sobre él. Kangin no estaba en condiciones de viajar, de estar fuera de su territorio y fuera del control de Junjin. Y Junjin no podía ordenarle a Teukkie que permaneciera aquí. Si lo hacía, él probablemente acabaría resintiéndose con Kangin a causa de eso. A su lado, Hyesung le palmeó la pierna y luego se puso de pie.
—Iré con Sora y Teukkie —anunció.
Junjin no levantó la mirada. No le sorprendió que su compañero ofreciera tal cosa, y él sería un hombre muy tonto como para pensar que podría detenerlo. Sabía lo que estaba haciendo, estaba tratando de apaciguar a su hijo y, al mismo tiempo, de ayudar a mantener a Sora y su nuero a salvo. Tal vez… Kangin simplemente estaría bien con la partida de Teukkie si su appa estaba con él.
—Yo también voy. —Donghae  repentinamente dio un salto y corrió hacia el lado de Teukkie.
El rostro de Hyukjae asemejó el de Kangin mientras daba varios pasos tras su compañero. Las miradas de los rostros de las parejas lo hicieron detenerse en seco. No tenía dudas de que le sacarían los ojos si trataba de alcanzar a Donghae ; podrían ser así de protectoras.
—Y yo. —Hee se levantó tan rápido como su embarazado ser lo permitió y se colocó al lado del grupo.
Miró por encima de su hombro, esperando que Siwon estuviera justo detrás de él gruñendo y objetando. Pero en cambio, permaneció clavado en su lugar. Su mandíbula estaba tan tensa que pensó que podría rompérsela solo por apretarla y sus ojos eran de un ámbar muy, muy brillante.
Por primera vez en su relación, él no lo estaba deteniendo de irse de su lado, y ni más ni menos que estando embarazado. La conmoción de eso casi lo derrumbó. Sintió una cálida mano en la suya y volteó para ver a Donghae  dándole una gentil sonrisa. Donghae , era el pegamento de la amistad del trío, siempre sabía qué hacer y cuándo hacerlo. Hee volvió su atención al grupo, dejando efectivamente a su pareja detrás.
—Si Hee va, entonces yo voy —Hongki dio un paso adelante con un suspiro de resignación.
Ryeowook, Zhoumi, Changmin y Minwoo fueron los siguientes en dar un paso hacia delante, los gruñidos en la habitación estaban empezando a ahogar las voces.
—Esta es realmente una decisión difícil —refunfuñó Dambi—. Puedo vivir ya sea en Ciudad Estrógeno o en Valle Testosterona. —Miró entre los hombres a las parejas y luego se dirigió hacia ellas—. Pero al menos en Ciudad Estrógeno habrá chocolate y estará Hee para mantenerme entretenida.
Hee sonrió.       
—Estamos para complacerte, Dambi hadita.
Hyesung se volvió hacia su compañero de manera inquisitiva.
—¿Qué dirías a esto, Alfa?
Junjin se puso de pie, miró a su alrededor hacia los muy tensos y muy cabreados machos emparejados y luego de regreso a las determinadas parejas.
«Estás preguntando lo imposible, mi amor», le  dijo.
«Sora es de la manada a través de Teukkie y es nuestro deber protegerla. Los hombres necesitan quedarse aquí y encontrar un plan para hacer frente a esta nueva amenaza. Creo que todos ustedes estarían felices de que nosotras estuviéramos lejos del peligro».
Él soltó una carcajada.
—Solo tú jugarías esa carta.
Hyesung inclinó la cabeza hacia un lado y esperó su decisión.
—Está dentro de mi derecho hablar en nombre de las parejas de mi manada. Siwon tendrá que hablar por las de la suya. —Él hizo una pausa y miró una vez más a los hombres. No le sorprendería si trataban de estrangularlo mientras dormía—. Las parejas que solicitaron —se rió de eso—, ir con Sora lo harán, excepto Ryeowook. —Éste lo miró esperando su explicación y conociendo al Alfa siempre tenía una agenda prevista—. Ryeowook, no podemos tener a los dos sanadores lejos. Uno debe permanecer aquí para atender las necesidades de la manada y ya que estás en mi manada, te quedas.
Yesung dejó escapar un rugido satisfecho y se acercó, apartando a Ryeowook del grupo. Lo tomó en sus brazos lo cual pareció suavizar la frustración que había estado escrita sobre sus apretados labios.
Yunho se adelantó y Henry estuvo justo detrás.
—¿No crees que algunos hombres deberían ir con ellos?
—¿Y a quién enviaría? —espetó Junjin—. Si envío a un par de hombres acoplados, los demás se sentirán menospreciados. Si envío a alguno de los hombres sin parejas, morirán por los dientes de uno de los hombres emparejados. Así que dime, Yunho, ¿a quién debería enviar?
Yunho no tenía una respuesta y sabía que Junjin estaba en lo cierto. Dio un paso atrás, pero sus ojos continuaron brillando cuando volvió su mirada hacia su compañero.
—Siwon, debes decidir si le permitirás a tu compañero y a Donghae  ir. — Junjin dio un paso atrás, dándole espacio al otro Alfa.
Los ojos de Siwon se clavaron en la espalda de Heechul. Éste se negó a mirarlo y sabía que era porque él no se había negado a su petición. Qué irónico era que la única vez que no se oponía a él, se enfadaba por eso.
—Pueden ir. —Sus palabras sonaron a través del salón y juró que todo mundo dejó de respirar. ¿Era realmente tan poco razonable que estarían tan sorprendidos por su decisión? Recordó el transcurso de los últimos meses y decidió, que sí, definitivamente era poco razonable cuando se trataba de Heechul, porque la idea de perderlo era suficiente para, a veces, llevarlo a las decisiones más irracionales.
—Nos vamos esta noche —anunció Dambi.
Gruñidos y sillas fueron empujadas fuera del camino y comenzaron a llenar la habitación mientras furiosos compañeros intentaban mantener su ira bajo control. Hyukjae perdió la batalla y cambió allí mismo: rasgó la ropa, los ojos le brillaban y le goteaba saliva de los colmillos. Le dio a Donghae  una última mirada antes de darse la vuelta y huir del gran salón.
—Oh, cielos —exhaló Donghae con un cansado suspiro.
—Creo que eso va a rematar la sutileza de los eufemismos —les dijo Teukkie mientras les señalaba la dirección de su propio compañero, quien estaba parado tan quieto que ni siquiera parecía que estuviera respirando, pero su garra sosteniendo el marco de la puerta era la irrefutable evidencia que su propio control estaba a punto de desaparecer.
—Entonces, ¿dónde nos reunimos y a qué hora? —Hee tomó la palabra y apartó la atención de los encabronados machos.
—Junjin dijo que podemos tomar el avión de la manada y estaríamos listos para partir en dos horas —les dijo Hyesung.
Hongki se frotó las manos y de repente estuvo en modo negocios.
—Bien, entonces tenemos dos horas para empacar y calmar a los chicos lo suficiente como para que no desmantelen la mansión mientras no estamos aquí.
Cada uno de ellos de nuevo miró por encima de su hombro y Hee dejó escapar un resoplido.
—Sí, no creo que cualquier cosa que digamos o hagamos vaya a calmar a este grupo. Mira —señaló—, Junjin tiene a Yunho contra la pared por la garganta.
Los ojos de Changmin se abrieron como platos y dio un paso en dirección a su compañero, pero Hyesung lo detuvo con una gentil mano en su brazo.
—Eso es entre Alfa y miembro de la manada. No interfieras; solo lo empeorarás.
Los labios de Changmin se fruncieron y era obvio que no quería escuchar a Hyesung.
Pero después de una última mirada, se dio la vuelta.

Las parejas acordaron reunirse en la puerta principal de la mansión en dos horas ya sea si sus hombres se calmaban o no. Hee señaló que tal vez debería haber algún tipo de señal por si eran retenidos, “ya sea por medio de cuerdas o algo igual de divertido,” les dijo. Todas negaron con la cabeza hacia él. Con audibles gemidos se dirigieron a sus habitaciones.
Hee se volvió para mirar a Siwon quien parecía no haberse movido del lugar desde donde había anunciado su decisión. Estrechó los ojos hacia él y un gruñido digno de una pareja Alfa salió de entre sus labios.
«A nuestra habitación. Ahora».
Siwon se estremeció bajo la mirada de su compañero y las palabras que empujó a través de su vínculo, el cual él estaba tratando de cerrar, le desgarraron el corazón. Ese dolor no sería nada comparado con la angustia que estaba a punto de sufrir, ya que, estaba haciendo algo que iba en contra de todo lo que era su naturaleza.



1 comentario:

  1. O_____O
    Genial(?) Siwon!!! Cabeza hueca, la gran luna te da la oportunodad de penaar en una solucion, y te sales ppr lo mas facil(?) ahhhhh idiota!!!!!
    Ahhhh las parejas que piensan!!!!
    A si, castigar a sus lobos...pero enserio esto saldra mal...

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...