Marcado IV -14


—Odio decírtelo, cariño, pero esos chicos tienen a disposición a muchos para elegir: flacos, gordos, rubios, morenos… tú dilo y ellos pueden tenerlo. El punto que creo que estás pasando por alto es que claramente nuestro amigo te ha escogido a ti para pasar el tiempo y ha repetido esa elección una y otra vez. —Se quitó unos mechones de su cabello oscuro del rostro y me alzó una ceja—. Y créeme, ninguno de ellos está asustado por la idea de trabajar un  poco.
Estaba escuchando sus palabras, pero al mismo tiempo uno de esos universitarios se separó del grupo y caminó hacia la mesa. Kyuhyun estaba reclinado sobre esta, y aunque el joven se dirigía claramente en su dirección, él tenía su mirada fija en mí. Me estaba observando atentamente y todo lo que podía hacer yo era devolverle el gesto. Ni siquiera podía imaginarme confiando en alguien, amando a alguien tan incuestionablemente que simplemente podías saber que eras la única persona en que pensaban, la única que querían. Eso me sonaba a fantasía. Eso no podía existir en la vida real…
¿verdad?
—No sé si eso me hace sentir mejor o peor.
Ambos comenzaron a hablar al unísono, intentando convencerme de que Kyuhyun era leal, que era un gran tipo, que era el bueno del grupo, que solía ser la voz de la razón porque Hyukjae  era un impredecible y Henry tendía a ser malhumorado y sensible. Todo esto lo escuché a medias mientras observaba al joven poner una mano en el pecho de Kyuhyun y sonreírle seductoramente. No sé qué me molestó más, que estuviera coqueteándole abiertamente, o que me molestara tanto. Me ponía incómodo el ser testigo.
Kyuhyun sacudió su cabeza tatuada, retrocedió un paso, y le dio su taco de billar a Jjong para que pudiera ganarse a alguno de los jóvenes. Su mirada nunca dejó la mía. Creo que él sabía que estaba molesto, y no por algo que los chicos hubieran dicho, sino por la enorme atención que él recibía. Él no era mío, al menos no con algún título oficial, así que no debería importar, pero lo hacía.
Él apoyó sus manos en mis hombros y lo sentí darme un suave beso en la coronilla. Eran esas cosas, los pequeños gestos que intentaban desatar todas mis ideas que yo creía fuertemente aseguradas.
—¿Todo bien?
Donghae y Zhoumi asintieron y yo jadeé cuando él giró mi silla para que lo enfrentara. Apoyó una mano en cada lado de la misma así que terminé encerrado y obligado a mirarlo.
—¿Enserio, te encuentras bien? Podemos irnos si quieres.
Sentía que no podía respirar. Sería la segunda vez que dejara a sus amigos antes por mí, porque yo no podía mantener la compostura. Abrí la boca para responder, para decirle que estaba bien. De hecho, sus amigos eran bastante amables. Estaba lo suficientemente mareado para fingir mi camino una hora más, pero no pude decírselo porque de repente apareció Hyukjae  en la mesa, con los ojos como platos en su bello rostro.
—Siwon me llamó. Heechul entró en trabajo de  parto.
De repente todos eran un borrón de actividad. Henry y Zhoumi, Hyukjae  y Donghae, todos salieron volando del bar sin molestarse en pagar. Miré a Kyuhyun sorprendido mientras le hacía un gesto con los dedos al apuesto cantinero.
—¿Por qué están todos tan alterados? —No entendía por qué tanto apuro.
Jjong se materializó y sacó unos billetes de su billetera unida al bolsillo con una cadena y se los dio al cantinero.
Kyuhyun me tomó de la muñeca y me puso de pie. Estaba algo inestable, así que lo rodeé con un brazo.
—Llegó antes, el bebé. Se suponía que Heechul tenía fecha para fin de mes. Dios, va a estar triste de que su papá no haya   llegado.
Sacó su teléfono y comenzó a escribir.
—¿Cuántas semanas tiene? —Me metí con facilidad en un papel con el que estaba cómodo. El de novio borracho y celoso me ponía incómodo.
Me miró como si hablara en otro   idioma.
—Seguramente está bien. Es que es diminuto y el bebé debe ser grande considerando el tamaño del papá. Si tu amigo tiene al menos treinta y siete semanas, ya ha completado el ciclo, y tanto él como el bebé estarán bien.
Nos sacó del bar y yo lo miré extrañado cuando se detuvo junto al Charger y no el jetta.
—Te vi tomando chupitos con Zhoumi, así que sé que has tomado más de lo que estás acostumbrado. No quiero que conduzcas, así que te llevaré a casa y buscaremos tu auto mañana.
Puso la llave en la puerta y lo observé con cariño y miedo. Realmente desearía que no me hiciera tan fácil gustarme… y más que eso, la verdad.
—Sé que estás preocupado por tus amigos. Puedo llamar un taxi. —Su mirada se oscureció como solía hacer cuando lo invadía una sensación    fuerte.
—Sungmin… —Tenía la voz ronca. Se rozó la barbilla con el pulgar, lo que me hizo babear—. Me preocupas igual que ellos. No estoy seguro cuando sucedió, pero lo hizo. Te llevaré a casa y después voy al hospital.
Tragué saliva y asentí en silencio. Me subí al auto y salimos a la noche. Estaba tenso; podía sentirlo, y aunque podía decirle millones de datos médicos explicando por qué todo saldría bien, sabía que eso no iba a ayudar.
Él ya estaba a punto de perder a alguien querido; la idea de que pasara de nuevo debía ser una tortura. Estiré una temblorosa mano y la puse en su brazo que tenía estirado para sostener la palanca de cambios. Los músculos estaban tan tensos que podrían quebrarse, y temblaban levemente.
—Kyuhyun. —Me miró y pude ver las marcas de preocupación alrededor de sus labios—. ¿Tú, eh, querrías que fuera al hospital contigo?
Eran una familia, se amaban entre ellos, se apoyaban los unos en los otros. Yo era un extraño. Sí, el hospital era mi segunda casa, allí estaba más en mi elemento que en su auto intentando ofrecerle algún consuelo  hueco.  Pero era lo correcto para que yo hiciera. Pude verlo cuando su mirada pareció derretirse, y el brazo bajo mi tacto se relajó    imperceptiblemente.
—Sí. Me encantaría.
—Muy bien, entonces vamos.
Las ruedas chirriaron, y yo fui arrojado a un lado mientras él daba la vuelta en el medio de la calle y se dirigía al centro, donde estaba el hospital. Esta sin duda fue una buena táctica para que volviera a estar sobrio de forma más rápida que si hubiera ido a casa a dormir.
Estacionó y tuve que correr para mantenerle el paso mientras iba a la puerta principal. Su mano estaba en la mía y podía sentir el sudor frío de los nervios. Se dirigía a Emergencias, por lo que tuve que clavarme en mis talones para detenernos.
—Parto y Nacimiento están de este lado. Seguramente ya lo han movido aquí.
Suspiró y me dejó guiarlo a regañadientes. No me perdí las miradas curiosas que recibí del equipo de noche mientras trotaba tomado de su mano. Era el tipo de chico que atraía la atención siempre, y dado que ellos seguían hablando de mi desastrosa cita con el doctor, esto no ayudaba para sacarme de su radar.
El grupo estaba reunido en la sala de espera, excepto por Hyukjae . Kyuhyun asintió a los chicos, que estaban caminando de un lado al otro, pero se dirigió a las parejas por información.
—¿Qué ocurre?
Donghae estaba retorciendo un mechón de cabello con sus dedos y tenía los ojos como platos.
—Es prematuro, pero no muy malo. Treinta y seis semanas. Siwon estaba asustando a todos. Creo que está teniendo un pequeño episodio, así que su appá vino e hizo que Hyukjae  lo mantuviera a raya. El doctor le tenía miedo.
Kyuhyun bufó y no me costó imaginarme esa escena entre Siwon y el doctor, considerando lo intimidante que el ex soldado podía ser muy bien.
—¿Alguien llamó a Janghoo? —Me miró y aclaró—: El papá de Heechul.
Donghae asintió.
—Siwon lo hizo cuando estaba viniendo. Será mejor que llames a Shindong.
Kyuhyun se tensó a mi lado y sus ojos volvieron a oscurecerse. Sabía que su papá era como el segundo padre de todos ellos. La tienda de tatuajes que había creado se había vuelto su hogar. La idea de otra vida llegando al mundo mientras él lo estaba dejando debía doler. Apreté la mano de Kyuhyun y el me miró.
—Voy a hablar con el equipo para ver si me dicen algo a mí, ¿sí?
Tragó saliva y sus labios cayeron.
—Tengo que hacer una llamada.
Se veía tan triste, tan abatido, que me afectó mucho más que haber visto a ese joven coqueteándole. Estiré una mano y le acaricié la mejilla. Es que había algo que hacía que no solo mis instintos de enfermero saltaran a la vida, queriendo cuidarlo. Eso no era bueno. Quería separarme, tener suficiente espacio para que no hubiera posibilidad de que este hombre me hiriera de nuevo, y sentía que esa seguridad era más y más lejana.
Fui a preguntar sobre el paciente y su bebé. Usé mi estatus de trabajador para obtener más información de la que le darían al grupo que estaba esperando. Para cuando me reuní con Kyuhyun, todos se veían serios y estresados. Los bebés se tomaban su tiempo en venir al mundo y a todos les esperaba una noche larga.
—Lo está haciendo genial. Aún le queda un poco para entrar en trabajo de parto. Los vitales del bebé son fuertes, así que seguramente todo saldrá bien. Diría que mejor pónganse cómodos y esperemos. El bebé claramente tiene su propia agenda y no sabe que hay reglas que debería seguir.
—Suena como su tío; ya se le está notando su parte Lee.
El comentario de Donghae terminó con la tensión, y miradas de agradecimiento y sonrisas aliviadas me fueron dadas. Jadeé un poco cuando Kyuhyun me atrapó en sus brazos y tiró de mí hacia su pecho para poder sostenerme mientras se apoyaba contra la pared.
Llevó sus labios a mi sien, y sentí su pecho subiendo y bajando.
—Me alegra tanto que estés aquí. Estoy harto de estar en el hospital, pero al menos me lo haces   soportable.
No supe qué responderle, así que me limité a rodearle la cintura y dejarlo sujetarse de mí. Necesitaba averiguar pronto qué tan lejos estaba dispuesto a ir con él. La realidad de que él me quisiera aquí, no porque sabía hacer mi camino en el hospital, sino porque me quería con él, era algo que sentía que debía comprender del  todo.
No quería salir herido, pero nunca había pensado que, si me equivocaba en esto, también podría terminar lastimándolo. Esa idea no me gustaba para nada.


—Heechul trajo al bebé. No puedo creer lo pequeño que es.
Asentí con la cabeza y le entregué a Shindong un  vaso  de  agua.  Se  veía  horrible. Me dolía verlo así, consumiéndose, el dormitorio de su apartamento estaba básicamente convertido en una sala de hospital. Cuanto más tiempo pasaba, más delgado se ponía, su palidez empeoraba, y podía oír cómo jadeaba y aspiraba cada vez que respiraba.
—Él se ve como una pequeña muñeca cuando Siwon lo sostiene. Casi cabía en la palma de una de sus grandes garras de oso. Es demasiado pequeño para saberlo todavía, pero tiene a todos los hombres de su vida envueltos alrededor de su dedo. —Yo bromeaba al respecto pero era verdad.
Lee Minki era una perfecta y difusa réplica en miniatura de cabello rubio, de su appa. Los ojos de los Lee. Iba a tener los ojos de Hyukjae y Eunhyuk.
El papá de Heechul ya estaba tan enamorado de su nieto jovencito, que estaba hablando de mudarse a Seúl. El pequeño era el primer bebé para cualquiera de nuestra disfuncional familia y no había duda de que iba a ser terriblemente sobreprotegido y ridículamente amado. No se merecía nada menos.
—¿Cómo lo están haciendo en la tienda sin Heechul?
Shindong comenzó a toser, y lo miré por debajo de mis cejas. Sonaba tan terrible, que hizo que mi Corazón se apretara con tanta fuerza que se me paralizó durante un latido.
—Podría ir mejor. No puedo tomar la mayoría de mis clientes ya que él manejaba muchas cosas. La primera mitad de mi día lo paso manejando los nuevos clientes, haciendo mierdas en Internet, y pagando las cuentas. Es una mierda. Además comenzó la construcción de la nueva tienda, así que cuando no estoy en “SMarked” tratando de manejar los negocios, estoy allí. Hyukjae y Jjong encontraron un par de buenos artistas que traeremos para que lleven las riendas y ver si encajan en el nuevo lugar, pero alguien que maneje las tareas de escritorio y se siente al frente. —Sacudí cabeza.
Tosió de nuevo haciendo sacudir y temblar su delgado   cuerpo.
—No vas a encontrar a otro Heechul. Es única en su clase, y una vez que esté listo, volverá. Quiero que llames a este joven que conocí la última vez que estuve en Jeju. Estaba en una convención allí y era uno de los modelos.
Aspiré una carcajada.
—Necesito una especialista en negocios no un modelo.
—Necesitas a alguien que pueda manejar toda la mala actitud que ustedes tiran alrededor y que encaje con el resto de la tienda. Alguien con Corazón y un poco ruda. Él era hermoso e inteligente. Le pedí sus datos por una razón. Llámalo para ver si estaría interesado en hacer una entrevista.
Solo quería hacerlo feliz, así que accedí.
—Si tú lo dices.
—Lo hago. Podré estar enfermo, pero todavía sé lo que hace falta para controlar la tienda. Además, creo que podría estar más inclinado en venir  a ayudarlos y hacer que la tienda sea un éxito que cualquier otra persona con la que te topes.
—¿Por qué piensas eso?
—Debido a que el pasado nos une a todos, Kyuhyun. Ninguno de nosotros estaría donde estamos ahora sin las cosas que han pasado. Su nombre es Kim Kibum. Dile que te di la información y tal vez menciónale que consulte el sitio web de la tienda para que pueda revisar la página de los artistas.
Shindong estaba siendo críptico y evasivo, pero era su manera típica de hablar así que no lo cuestioné. Además, él cambió de   tema.
—¿Cómo está tu bonito enfermero?
Esa era una buena pregunta. No tenía ni la primera pista de cómo estaba. Desde que pasó la noche en el hospital conmigo mientras que todos esperábamos por Heechul y el bebé, había sido un poco evasivo.
Aún estábamos pasando tiempo juntos tan a menudo como nuestros horarios ocupados nos lo permitían, pero había algo allí, algún tipo de distancia, una especie de escudo, y aunque no quería admitirlo ante mí mismo estaba metido en esto profundamente y sentía como si se estuviera alejando de mí.
Quería preguntarle, hacerle admitir que lo que sentíamos mutuamente era algo serio, y después de casi tres meses tenía que ver que me había comprometido a estar con él y con nadie más. Pero en vez de que estuviera más unido, parecía querer tener más espacio entre nosotros. Ni siquiera me había dejado hacer algo por él en el Día de San Valentín.
Era una situación difícil, y aunque no tenía ningún problema llevándolo a la cama, haciéndole ver y sentir lo perfecto que pensaba que era, fuera de la cama  estaba  seriamente preocupado de que si trataba de probarla, o trataba de obligarlo a decir que se preocupaba por mí más de lo que podía admitir iba hacer que se sintiera asustado,  y se  iría.
Sabía que era cuidadoso conmigo, que no estaba  totalmente  convencido de que podía confiar en mí... realmente no confiaba en ningún hombre. No podía culparlo. Me había dicho sobre su papá y su novia y sobre un tipo con el que se había involucrado cuando estaba en la universidad, y cómo  ambos  casos  de  infidelidad  habían  dejado  marcas  duraderas  en    su alma ya desconfiada.
Quería sacudir algo de sentido en él. Yo había trabajado muy duro para acercármele, no había manera de que fuera a meter la pata por meter la polla en el primer agujero que estuviera disponible, pero no era capaz de conseguir que creyera en mí.
—Él es difícil.
Se echó a reír, una risa real, haciéndome sonreír al suelo. Lo sentí extender una de sus delgadas manos y la puso encima de mi cabeza inclinada. Cerré mis ojos y sentí como mi pecho se estremeció.
—Ese es el lema de tu vida en este momento, Kyuhyun. “Difícil”. Eres un hombre fuerte, un hombre bueno, y puedes manejar lo que la vida te lanza,  no importa lo difícil que puede llegar a ser. Quiero que sepas, que este hombre, el hombre que eres ahora, es un hombre del cual puedes estar orgulloso. Eres la cosa más grande que jamás se haya creado. No lo dudes.
Bueno, mierda, si eso no solo me dan ganas de gritar por todo el lugar. Tuve que apretar con fuerza mis manos en puños para contener hacia abajo toda la emoción.
—Todo lo que quería era que mi mamá me dijera eso. Ahora lo sé, escuchándolo de ti, la persona que me trajo aquí, es un millón de veces más valioso. Shindong, gracias.
Aún estaba teniendo algunos problemas para pensar en él como mi “papá”. Sus dedos me dieron unas palmaditas en mi cabeza afeitada.
—Debería haber sido más valiente. No debería haber estado tan preocupado de que me odiarías por no decírtelo. Quería que tu madre fuera responsable, pero una vez que viniste a quedarte conmigo permanentemente... debí decirte la verdad.
—Bueno, desearía haberlo sabido antes, desearía poder tener tiempo para apreciar a un padre estando orgulloso de mí. Las decisiones que tomó hacen que sea realmente fácil para mí estar de acuerdo con el hecho de que podría haberme dado a luz, pero nunca de verdad fue mi madre.
—Kyuhyun, estaba orgulloso de ti mucho antes de que tuviera alguna idea de que eras mi hijo. Tu mamá es una mujer complicada, siempre tuvo una   idea bastante clara de la manera en que su vida debería verse. Ni tú ni yo en esa visión.
Movió su mano y finalmente levanté mi mirada hacia él. Si estaba tragando todo abajo, los sentimientos, el tiempo perdido, la historia estaba vidriosa y brillante en sus ojos.
—Simplemente ella debería haber dejado que me llevaras. Nos habría salvado a todos de muchos dolores de   cabeza.
—No podemos volver atrás en el tiempo, hijo, todo lo que podemos hacer es avanzar más inteligentemente y con mucho más cuidado. —Se interrumpió en un ataque de tos que parecía que no iba a terminar, y terminó necesitando su oxígeno y un poco de medicina para el dolor. Le ayudé con ambos y me di cuenta de que iba a tener que acortar la visita corta.
Lo acomodé y traté de no preocuparme de que cada vez que lo veía, sentía como que iba a ser la última vez.
—Llama a Kibum. Es justo lo que ustedes necesitan, y creo que van a amarlo.
—¿Por qué siento como que hay más en la historia de lo que me estás diciendo?
Me dio una sonrisa débil y sus ojos se cerraron.
—Me conoces, siempre me gusta dar una mano cuando puedo: tú, Hyukjae, Henry, Jjong, Heechul. Hice mi propia pequeña familia de almas perdidas. Estoy esperando que conforme pase el tiempo, ustedes chicos extenderán la tradición. Hijo, te enseñé bien en todo lo que pensé que necesitabas aprender para tener una buena vida.
Realmente lo hizo. Cada lección de vida que sintió que necesitaba saber, uso su propio camino para enseñarme. Me metí en el Charger y giré la manija de la radio para poder escuchar la música fuerte, pensé que tal vez si ahogaba el resto de mis sentidos, no podría sentir el dolor de ver a Shindong desaparecer delante de mis propios ojos. Le envié un mensaje de texto a Sungmin porque de verdad era la única cosa que iba a hacerme sentir mejor.
Seguro, podría ir a emborracharme con Kangin en el Bar, podría llamar a Siwon e ir a lanzar pesas alrededor en el gimnasio, Hyukjae  lo dejaría todo y vendría a escuchar mis quejas, Jjong lanzaría lejos de él a quienquiera que estuviese por la noche y vendría a entretenerme y Henry... bueno, Henry nunca más estaba en la ciudad, pero sabía que podía llamarlo y quejarme. Tenía amigos, gente que me amaba, que estaba sufriendo la pérdida directamente conmigo, y sin embargo, era la única que suavizaba la quemadura, la sensación fétida que queda después de ese tipo de visita.
—Voy a pedir una pizza. ¿Quieres venir después del trabajo?
—No será hasta  tarde.
—No importa... en realidad, podrías pasar la noche por esta   vez.
Ese fue un golpe bajo y fue miedoso y pasivo-agresivo. Pero me sentía como una mierda, así que traté de ser un poco más hombre con mi próximo mensaje.
Tuve una visita dura con Shindong. Apenas puede mantenerse, como se ve. Me gustaría verte, y me gustaría que te quedes conmigo.
No hubo una respuesta de regreso por un tiempo, así que tuve que arrancar el auto y dirigirme a casa. Mis entrañas estaban todas retorcidas y había un sabor amargo corriendo a lo largo de mi lengua. Quería golpear algo o dejar que algo me golpeara.
Estaba pasando arriba delante del edificio cuando finalmente me envió un mensaje de texto de regreso. Era irritante. Nunca antes tuve que esperar alrededor para escuchar de una pareja, especialmente una que realmente no sabía que estaba en mí al mismo nivel que estaba dentro de él. No tenía ninguna duda y odiaba que él estuviera confundido.
Lo siento, entró un chico al que le dispararon con una pistola de clavos. Si no te importa que llegue un poco más tarde estaré allí. Sigue adelante y come sin mí.
¿Qué hay acerca de que te quedes  conmigo?
Tuve que empujar mi suerte. Me sentía demasiado abierto, estaba sangrado todo lo que me encontraba sintiendo por todo el lugar y no había forma de detener el flujo.
¿Podemos hablar de eso más tarde? Acabo de recibir dos pacientes más.
Ve a trabajar. Te veré más  tarde.
Suspiré  sintiéndome  totalmente  destrozado  e  insatisfecho cuando envió:
Lo siento mucho por Shindong. Eso no es justo y siento que estés sufriendo.
Esa era la cosa con él, no importa como de lejos parecía estar, había algo ahí, algún lazo que me hacía creer que finalmente vendría alrededor y se daría cuenta de que podríamos ser algo increíble y especial juntos.


3 comentarios:

  1. Oiga...¿No al bebé le iban a poner Eunhyuk?
    Sungmin tiene muchas dudas...aparte de eso no confia en Kyu...y ni parece que quiera darle un vito de confianza.
    Pareciera que solo se conforma con tenerlo cuando lo necesita,su miedo no lo deja avanzar,ni si quiea a darle el beneficio de la duda a Kyu.
    Ya le dijo Mimi que ellos están dispuestos a trabajar para conseguir lo que quieren...es lo que está haciendo Kyu pero Min no avanza.
    Para llegar a algo se necesita que los dos caminen.
    A ver si con la inminente perdida de Shin,Kyu no se va abajo.
    Me quedé en shock viendo aparecer en escena a Kibum...es el kibum que yo creo u otro(?)😞

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    1. Veci Eunhyuk quería q le pusieran su nombre, pero es un jovencito, no lo podían llamar así. Aunq en ese grupo lo "normal" no existe... Buen punto lástima no lo pensé 😂😂😂😂

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  2. Que bueno wue ya nacio el bebe del SiChul. Jjajja y que falla que haya nacido jovencito.
    El Kibum del que hablas es "Key" dr Shinee??
    Kyu aun tiene mucho camino por recorrer respecto a Min. Ojala y si pase la noche con él.
    Gracias por el cap ^_^

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...