Esposo inesperado -4



—¿Qué demonios estás haciendo? —Heechul apartó la mano, violentamente consciente de su sonrojo.
—Sellar formalmente nuestro compromiso matrimonial. Eso es todo.
—Gracias. Pero, de ahora en adelante, será mejor prescindir de las formalidades.
Él sonrió traviesamente.
—Por supuesto, como tú digas.
—Sí, así es —en cierto modo. Heechul sabía que era absurdo darle tanta importancia a algo tan insignificante— Choi... ¿es un apellido coreano?
—Pareces sorprendido.
—No —respondió Heechul rápidamente— Bueno, lo que me sorprende es que hables inglés tan bien.
—Mi madre era inglesa y, de pequeño, pasé mucho tiempo en este país. También estudié aquí.
—Ah, entiendo.
—No  lo  creo,  pero  es  natural  —Siwon  hizo  una  pausa—. Bueno, ¿cuándo piensas hablar con tu abuelo de esto?
—Voy a ir este fin de semana y hablaré con él.
Él asintió reflexivamente.
—¿Y qué le vas a contar sobre mí? No creo que yo sea la clase de yerno que él espera que le presentes.
—No —dijo Heechul—, sino todo lo contrario, cosa que me encanta.
—Quizá a ti te encante, pero déjame que te dé un consejo: no cantes victoria antes de tiempo. A los hombres no les gusta que una pareja les tome el pelo.
—Mala suerte para ellos —respondió—. Pero no se puede decir que sea eso porque lo que yo voy a hacer es justo lo que mi abuelo quiere. ¿Cómo puede quejarse de que interprete a mi manera sus órdenes?
—La experiencia me sugiere que puede que se queje y mucho. ¿Tu cariño por esos ladrillos justifica tantos problemas?
Heechul bajó la mirada y la clavó en la mesa.
—No me mal interpretes. Quiero mucho a mi abuelo. Pero él no comprende que yo quiera ser una persona independiente, nunca lo ha comprendido. Sin embargo, debe aceptarlo.
—¿Y tus padres? ¿Qué van a decir de todo esto?
—No sé nada de mis padres.
—Lo siento.
—No lo sientas. Yo, con los años, ya me he acostumbrado.
—Tienes suerte. Mi madre murió hace casi tres años y todavía pienso en ella constantemente —él se recostó en el respaldo del asiento—. Esa casa a la que tanto quieres, si no te casaras... ¿quién la heredará a tu muerte?
—Siempre podría adoptar a un niño —respondió Heechul a la defensiva.
—¿Un joven soltero? —Siwon arqueó las cejas— ¿Lo permite la ley?
—¿Por qué no? Al fin y al cabo, no soy pobre y el dinero abre muchas puertas.
—Sí, ya lo veo —respondió él con una irónica sonrisa—. ¿No crees que algún día te enamorarás de un hombre y querrás tener hijos con él?
—No —respondió Heechul en tono cortante—. Y ahora, si no te importa, ¿podríamos dejar de lado mi vida personal y centrarnos en lo que interesa? Como ya te he dicho, habrá que firmar papeles y cosas así. Mi abogado se pondrá en contacto contigo.
Heechul hizo una pausa antes de añadir:
—Respecto a la fecha de la boda... ¿hay algún día de la semana que te resultaría inconveniente?
—No.
—En ese caso, le diré al señor Lau que vaya a tu estudio —dijo—. Espero que vaya todo bien. Podría ayudarte mucho en tu carrera.
Tras esas palabras, Heechul rebuscó en su cartera, sacó unos billetes y los dejó encima de la mesa.
—Esto será más que suficiente para pagar lo que hemos tomado —le dedicó una sonrisa vacía—. Si quieres tomar algo más, hazlo, por favor.
Durante un instante, se hizo un extraño silencio, un silencio tenso.
Entonces, Siwon bajó la cabeza a modo de cortés agradecimiento. Heechul se despidió y, al salir a la calle, descubrió que le costaba respirar.
¿Por qué?, se preguntó. Sin contestar a su propia pregunta, paró un taxi. Aún tenía que hablar con su abuelo.
La semana siguiente Heechul estuvo muy ocupado con su trabajo, había tenido que hacer un corto viaje. No obstante, le resultaba más difícil que de costumbre concentrarse y, para colmo, no lograba dormir bien.
Sus nervios debían de ser a causa de la inminente reunión con su abuelo.
Cuando regresó a Londres el viernes al mediodía, la atmósfera en la oficina era festiva. Una chica del departamento de contabilidad, estaba celebrando su cumpleaños con sus compañeros. Después del trabajo, todos iban a tomar una copa. O todos menos una per...
—Creíamos que no ibas a estar de vuelta. Pero, si quieres, ven con nosotros a tomar algo —le dijo la chica a Heechul mirando su severo atuendo con desagrado.
—Gracias —respondió Heechul con la misma falta de sinceridad—, pero no puedo. Me voy al campo esta tarde.
De vuelta en su piso, Heechul se duchó apresuradamente. Su abuelo mostró verdadera alegría cuando lo llamó por teléfono para decirle que iba.
Mientras hacía el equipaje para pasar el fin de semana con su abuelo, oyó los mensajes telefónicos: un grupo de inversores ofreciéndole un préstamo; una invitación de su amigo Leeteuk a cenar; y su abogado, Kim Jungmo, para decirle que el contrato prematrimonial ya estaba preparado y listo para que se firmara, aunque quería hablar con él antes.
«En otras palabras, quiere quitarme de la cabeza la idea de casarme», pensó Heechul sonriendo burlonamente. No le sorprendía.
Le desilusionó que no hubiera un mensaje de Henry Lau, a pesar de haberle dicho que iba a ir al estudio de Siwon mientras él estaba de viaje. Sin embargo, el dueño de la galería era un hombre muy ocupado y quizá no había tenido ocasión de ir todavía. Era demasiado pronto para perder la esperanza.
Un par de horas más tarde, cuando llegó al pueblo, Heechul estaba preso de un ataque de nervios. Su triunfalismo lo había abandonado. Simplemente, estaba haciendo lo que podía por salvaguardar su herencia.
Cuando llegó a StarM, aparcó el coche en la parte posterior de la casa, cerca del viejo establo, y entró por la puerta de la cocina. Inmediatamente, olió el inconfundible aroma de un pato asado, a menos que estuviera muy equivocado.
El ama de llaves, algo más entrada en carnes y con más canas, estaba batiendo crema para acompañar a la mousse de chocolate, una de sus especialidades. Le saludó con afecto y le dijo que el señor Kim estaba en el cuarto de estar.
—Está con una visita, joven Heechul —añadió.
Cosa que a Heechul no le hizo ilusión. Había esperado tener a su abuelo dedicado exclusivamente a él con el fin de poder anunciar su boda lo antes posible. En fin, quizá la visita se fuera pronto.
Heechul dejó la maleta en el vestíbulo, fue al cuarto de estar y lo encontró vacío. Pero las puertas dobles que daban a la terraza estaban abiertas y, al instante, oyó la voz de su abuelo.
Tras respirar profundamente, Heechul salió para saludarlo.
Kim Sooman estaba delante de la balaustrada, indicando con la mano puntos de interés de los jardines, uno de sus temas de conversación preferidos.
Aunque sólo podía ver la espalda de la visita de su abuelo, Heechul se dio cuenta de que no era alguien del pueblo, sino alguien a quien no conocía: alto y con traje sobrio, una oscura silueta bajo el sol.
Un completo desconocido. ¿O...?
De repente, Heechul miró fijamente los anchos hombros, las estrechas caderas y el traje de buen corte. Y se le secó la boca mientras trataba de negar la evidencia. No era posible...
Él se volvió despacio y lo miró.
—Cariño —dijo Choi Siwon sonriendo. Entonces, se acercó a él.
Heechul logró pronunciar una sola palabra:
—¿Qué...?
Antes de que pudiera reaccionar, los brazos de Siwon lo rodearon, estrechándolo contra su pecho en un apasionado abrazo. Luego, acercando los labios a los suyos, le susurró:
—Sonríe, Heechul. Finge que te alegras de verme.
Entonces, le hizo darse la vuelta para que juntos, él con una mano en su cadera, se enfrentaran a su abuelo.
—Vaya, querido —dijo Kim Sooman en tono suave, pero su mirada vigilante—. Por lo que este chico me ha contado, creo que tengo que desear que sean felices. Confieso que no sospechaba nada y esta visita me ha tomado por sorpresa.
«Y a mí», pensó Heechul con una serenidad en la expresión que no sentía.
—Espero que haya sido una sorpresa agradable, abuelo.
—Yo también lo espero —dijo su abuelo burlonamente—. Le he dicho a tu prometido que no es lo que esperaba para ti, pero él me ha asegurado que tiene buenas expectativas profesionales y, en fin, debo dar crédito a sus palabras.
—Heechul ha estado fuera y, por lo tanto, no está enterado de que Henry Lau ha accedido a exhibir mi trabajo en la galería String — dijo Siwon con voz serena—. Me lo ha dicho hoy.
—Ah —Heechul tragó saliva—. Bueno, es una noticia estupenda. Me alegro mucho por ti... querido.
La sonrisa de Siwon no alcanzó a sus ojos.
—Y te debo a ti este golpe de suerte —entonces, Siwon se volvió hacia Kim Sooman—. Señor, espero que dé su consentimiento a nuestro matrimonio.
—Sí, claro —había una cierta aprensión en la sonrisa de Kim Sooman—. En cualquier caso, no creo que mi opinión cambiara nada.
Kim Sooman se miró el reloj y añadió:
—La cena estará lista en cuarenta minutos. ¿Por qué no le enseñas al señor Choi el jardín, querido? Supongo que tendrán mucho de qué hablar.
Siwon lo agarró del brazo mientras descendían los escalones que daban a una zona de césped.
—Si quieres atacarme, querido Heechul, te sugiero que esperes —le dijo él—. Y no te separes de mí porque tu abuelo aún nos vigila.
—¿Cómo te has atrevido? —murmuró furioso—. ¿Cómo te has atrevido a invadir así esta casa?
—No he necesitado invadir nada, he llamado al timbre y me han permitido entrar —respondió él con calma.
—¿Y cómo has encontrado la casa?
—No me ha resultado difícil. Conocía el nombre de tu abuelo y el de la casa. Ha sido suficiente con preguntar.
—Te  has vuelto  completamente  loco —Heechul sacudió  la cabeza— ¿Por qué has venido a pedirle permiso a mi abuelo para casarte conmigo? Esto es como una telenovela.
—Por lo que me dijiste, me dio la impresión de que tu abuelo era bastante conservador —dijo él despacio—. Pensé que le gustaría más que yo tuviera el detalle de venir a pedirle permiso para casarme contigo a  que tú, sin más, le anunciaras tu decisión, cosa que podría haberse tomado como una provocación por tu parte.
—Ah, sí, claro, tú sabes mucho de estas cosas —Heechul se soltó del brazo de él como si ya no le importara que los vigilaran.
Siwon se encogió de hombros.
—No es la primera vez que tengo que tratar con un autócrata y el enfrentamiento abierto no es la mejor táctica —Siwon le sonrió—. El elemento sorpresa suele tener más éxito.
«Sí, ya me he dado cuenta», pensó Heechul echando humo.
—¿Y no se te ha ocurrido consultarme primero? —dijo.
—No estabas en Londres, Heechul —observó él— Además, habrías dicho que no.
—En eso tienes toda la razón —dijo furioso.
Heechul guardó silencio y, al mismo tiempo, se fijó en él con atención.
No le extrañaba no haberlo reconocido de inmediato. No había rastro de los vaqueros ni de manchas de pintura. El traje gris marengo no era nuevo, pero sí elegante. La camisa era blanca y buena, la corbata era de seda y los zapatos brillaban. Incluso llevaba calcetines.
Aún llevaba el pelo demasiado largo para el gusto de Kim Sooman, pero se había cortado las puntas y estaba recién afeitado. Y durante esos desagradables segundos que se había encontrado en sus brazos, había olido a colonia cara.
Fue entonces cuando Heechul se dio cuenta de que él también le estaba observando, sonriendo como si supiera lo que estaba pensando.
—Dime, ¿de dónde has sacado esa ropa? ¿De una tienda de segunda mano?
—Pensé que te gustaría verme correctamente vestido para representar mi papel, Heechul cariño —respondió él burlonamente—. Y tú, por una vez, pareces haber decidido abandonar tu disfraz y vestirte como un joven, sin nada de trajes serios y estirados.
—Deja que te recuerde que nuestro trato es estrictamente de negocios y que no me gustan los comentarios machistas —dijo Heechul con frialdad.
—¿Te parece que sigamos dando una vuelta por el jardín? —preguntó Siwon con voz suave, ignorando el comentario—. Es muy bonito.
—¿Es a eso a lo que has venido? ¿A examinar la propiedad con el fin de ver qué más puedes sacar de nuestro acuerdo? Porque si es así, te vas a llevar una gran desilusión. Para ti no hay nada más que una exposición y algo de dinero, eso es todo. El contrato que vamos a firmar no te concede más privilegios.
—Estoy deseando leer ese fascinante documento —contestó él sin perturbarse— No obstante, debo decirte que mi visita ha sido motivada por la simple curiosidad, querido Heechul. Quería ver con mis propios ojos este lugar que tanto te importa, este lugar que, al parecer, es lo único que te hace feliz.
—No lo comprenderías —le dijo en tono desafiante—. Además, no es asunto tuyo.
—Lo es, ya que por esto es por lo que me has pedido que me case contigo.
—En eso no estamos de acuerdo —dijo Heechul fríamente—. Y, por cierto, ¿cuánto tiempo piensas quedarte aquí?
—Me marcharé mañana por la mañana. Tengo que trabajar preparando la exposición —Siwon hizo una pausa—. ¿Te parece bien?
—No —contestó—. En ese caso, dejemos una cosa clara: ésta es la primera y la última visita que vas a hacer a esta casa. Después de irte mañana, no quiero que vuelvas nunca, bajo ningún concepto.

—Creo que esa decisión le corresponde a tu abuelo —dijo Siwon con la misma frialdad que él— Todavía no es tu propiedad, Heechul. Creo que deberías recordarlo. Y ahora, si no te importa, preferiría seguir el paseo yo solo. Tu compañía no favorece a la belleza del paisaje.
Y Siwon se alejó, dejándolo boquiabierto.
Heechul no regresó de inmediato a la casa. Necesitaba recuperar la compostura antes de reunirse con su abuelo y someterse a una inevitable inquisición.
Pasó unos minutos dando un rodeo de camino a la casa y, por fin, se reunió con su abuelo, que estaba sirviéndose un jerez en el cuarto de estar. Su abuelo se volvió hacia él y arqueó las cejas con gesto interrogante.
—¿Estás solo?
—Sí, Siwon está dando un paseo a solas, no soy muy bueno como guía turístico —respondió con una fingida sonrisa.
Su abuelo le dio un vaso de su vino preferido y le indicó que tomara asiento en el sofá, enfrente del sillón de él.
—Espero que no hayan discutido.
—No, claro que no —respondió rápidamente.
—La verdad es que me ha parecido que te ha sorprendido verlo aquí —dijo Sooman— Espero no ser la causa de una desavenencia entre los dos.
Heechul se encogió de hombros.
—No se te escapa nada, abuelo.
—Eso es lo que intento, querido.
—Bueno, si quieres que te sea sincero, me ha sorprendido que se me adelantara —dijo Heechul— Quería ser yo quien te diera la noticia de nuestro compromiso matrimonial.
—Sí, no me cabe duda de ello —comentó su abuelo con cierta sorna en la voz, que a él tampoco se le escapó.
—Aunque, por supuesto, no tiene importancia —añadió Heechul precipitadamente—. Siempre y cuando estés de acuerdo con mi elección.
—Digamos que me parece un joven sumamente interesante —el señor Kim hizo una pausa— Me ha dicho que se conocieron a través de su trabajo.
—Sí, así es. Me causó una impresión inolvidable.
—Ya  lo  veo  —su  abuelo  se  recostó  en  el  respaldo  del  sillón—.Entonces, ¿crees de verdad que tiene talento?
—Sí —al menos, esa respuesta sí era honesta—. Sí, lo creo de verdad. Utiliza el color de forma increíble y sus cuadros están llenos de... emoción.
—¿Y ganará lo suficiente para mantener a su esposo... y a una familia?
—Eso creo —respondió Heechul con el pulso acelerado—. Además, no voy a dejar el trabajo.
—Ah, ya. Pero... ¿se te ha ocurrido pensar en la posibilidad de que tu futuro marido tenga otras ideas al respecto?
¿Qué le había estado contando él a su abuelo?, se preguntó  Heechul. Sin embargo, respondió en tono ligero:
—Aunque sea así, tenemos que ser prácticos.
—Sí, Heechul, tú siempre has sido práctico —con gesto pensativo, Kim Sooman se quedó mirando su copa de jerez—. Siempre buscando solución a los problemas que se te presentan, siempre luchando por estar prevenido. Admirable. Por eso, me resulta sorprendente que lo que te haya atraído de los cuadros de Siwon sea precisamente la emoción, en vez del aspecto comercial. Por una vez, el corazón por delante del cerebro. Te felicito.
Su abuelo alzó la copa de jerez.
—Por tu felicidad, querido nieto. Sin embargo, al mismo tiempo, no puedo dejar de preguntarme si realmente sabes lo que estás haciendo.
Heechul aún estaba digiriendo las palabras de su abuelo cuando Siwon se les unió y sonrió con sinceridad mientras halagaba los jardines. Además, por lo que dijo, parecía saber de lo que estaba hablando.
Pero toda la conversación no podía versar sobre la jardinería y, durante la cena, Heechul se sintió nervioso, a la espera de que su abuelo preguntara algo que lo hiciera traicionarse a sí mismo.
Pero pronto descubrió que Siwon estaba manipulando la conversación tranquila y habilidosamente, alejándose de tópicos que pudieran mostrar peligrosamente la su ignorancia y llevándolo al terreno de los temas generales.
Y en esas condiciones Siwon fue dándole información, diciéndole disimuladamente cosas que él debería saber respecto al hombre con el que se iba a casar.
Por ejemplo, mencionó que su padre aún vivía, en Corea, añadiendo sin darle importancia que sus padres se separaron cuando él era pequeño, pero sin entrar en más detalles.
Sin embargo, cuando mencionó que su madre, ya fallecida, era una famosa artista de miniaturas, Heechul tuvo que hacer un gran esfuerzo para no quedarse con la boca abierta.
Kim Sooman se vio igualmente sorprendido, pero dijo:
—Eso explica el talento artístico que mi nieto tanto admira en ti.
Pero ¿era verdad?, se preguntó Heechul preocupado. Porque no le extrañaría  que  su  abuelo  lo  comprobara.  Igual  que  podía     intentar averiguar si era cierto lo que Siwon había dicho respecto a haber estudiado en un famoso colegio inglés.
Cuando la cena llegó a su fin, Heechul sintió alivio al oír a Siwon aceptar jugar una partida de ajedrez con su abuelo. Un juego maravilloso, pensó él, se jugaba en silencio. Porque no sabía si su sistema nervioso podría soportar más revelaciones.


3 comentarios:

  1. Ahhhh
    Y a si empezaron Mamá y papa(?)
    Jajajaja
    Me encanta, hay Hee~ algo me dice que caeras redondito a los pies del Choi~

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  2. Tal parece que los pequeños detalles son los que ponen a Hee de los nervios...seguro que Siwon tendrá muchos de ellos para él.
    Juaz....le llego antes a darle la noticia al abuelo...por la conversación final,el abuelo aún no sabe nada,puede que lo mande a investigar.
    Mientras,Siwon está dandole sorpresas a Hee.
    Y vayas sorpresas...vestido de traje,en casa de su abuelo,pidiendo su mano,buena platica y ahora que su madre era famosa.
    Seguiran las sorpresas para él,ya que no busca saber más,Siwon le dara los detalles.

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  3. OMG esto se pone muy bueno.... y tengo que esperar.

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...