Marcado II -21



Estar de gira, no importa en qué lugar del mundo era, llegó a ser un lastre después de un tiempo. Yo quería mi propia cama, de preferencia con un lindo joven chino ya en ella, y quería una noche sin pasarla en un bar, defendiéndome de groupies y metaleros.
No estaba hecho para ser una estrella de rock, pero era un trabajo perfecto convertir a otros en una. Cuando llegara a casa, iba a reconstruir el estudio y buscar poner en marcha mi propio sello discográfico. La idea me había excitado de una manera que el rubio desnudo solo podía soñar con hacer. Por suerte para mí, el resto de los chicos en la banda parecían tan agotados como lo estaba yo.
Andrew extrañaba a su novia y a su hijo, y pasaba más tiempo en Skype que lo que pasaba en el bar. Geoneo pasaba la mayor parte de su tiempo con los chicos de SJM, pero en realidad solo estaba feliz de estar en el viaje, y Mike a quien observábamos todos los días, para ver que él estaba luchando con su largo esfuerzo de sobriedad.
Estar en carretera era duro, y por tanto tiempo y tan lejos de casa, a todos nos preocupaba que pudiera tener un traspié. No creo que nadie estuviera pensando en firmar con el sello y estaba contento. La banda era sólida y hubiera odiado que nosotros nos separáramos porque queríamos cosas diferentes. Ese pensamiento golpeaba un poco, demasiado, cerca de casa en este momento para mí.
Me puse de pie pesadamente, borracho, pero no lo bastante borracho y miré al joven. Tenía que ponerlo debajo de mí o sacarlo por la puerta, y mi cerebro cansado no estaba seguro de con qué opción iba a salir, cuando mi teléfono vibró en mi bolsillo trasero.
Los cambios de horario a través del océano todavía me sorprendían y el hecho de que Donghae fuera el que me llamaba hizo mi sangre se enfriara. Ni siquiera registré que el joven en la cama estaba insultándome en un idioma extranjero, o que lanzó el mando a distancia hacia mi cabeza mientras iba al baño para tomar la llamada. Él iba a ser un problema para quitármelo de encima, pero yo no merecía nada menos por algún serio error de juicio.
—Hola, Donghae ¿está todo bien? ¿Está Hyukjae bien?
Los peores escenarios estaban corriendo por mi cabeza a un ritmo rápido y yo no podía frenarlos. El joven molesto estaba ladrando por la puerta cerrada con los puños golpeando. Si yo hubiera estado solo un poco  más intoxicado, toda esta situación habría sido tan ridículamente divertida que había una oportunidad de que me hubiera matado a mí mismo riéndome de esta.
—Oye, siento interrumpirte, pero necesitaba llamarte aunque Hyukjae amenazó con esconder mi teléfono si lo hacía.
—¿Qué pasa? —Parecía nervioso, lo que me puso nervioso y enojado de estar lejos. Algo muy pesado golpeó la puerta, y distraídamente me pregunté si el joven se había tomado la molestia de ponerse la ropa antes de lanzar su rabieta. Me pareció divertido que no importaba donde yo estuviera en el mundo, un groupie enojado era todavía solo un groupie enojado.
—Es Zhoumi.
Y solo así el mundo se detuvo. No había rubio enojado en la habitación contigua. No había ninguna banda. No había nada más que Zhoumi, y el hecho de que estaba demasiado lejos. Dejé de respirar lo suficiente para que la habitación se pusiera un poco confusa y le tomó a Donghae gritar mi nombre para conseguir que me concentrara.
—¿Qué pasa con Zhoumi?
Traté de sonar casual, pero sabía que fracasé miserablemente cuando Donghae solo maldijo en voz baja.
—Mira, hay un montón de cosas que él tiene que decirte, que tú necesitas hacerle que te diga. Entiendo por qué te alejó y solo tienes que creerme que realmente lo hizo porque pensaba que estaba protegiéndote, pero en este momento, está solo y te necesita. No me dejaría ir con él y se negó a dejar que Heechul fuera con él, pero necesita a alguien, y honestamente ese alguien eres tú.
—Donghae, te das cuenta de que estoy en Hamburgo en estos momentos  y se supone que debo estar en Berlín mañana por la tarde, ¿no?
Él suspiró y lo que sonaba como su cabeza golpeando contra algo duro llegó a través de la línea.
—Lo sé. Pero él te necesita.
—Creo que dejo muy claro que soy lo último que necesita en su vida, Donghae. —Algo en el otro lado de la puerta se destrozó y me estremecí. Parecía que el costo de mi habitación acababa de subir exponencialmente.
—Su hermano está en el hospital, Henry. Le dieron una paliza, su vida  está colgando de un hilo y nadie sabe si va a lograrlo. La mamá de Zhoumi es poco fiable, Zhoumi está sentado en un hospital en Wuhan por su cuenta, esperando ver si su único hermano va a morir. Vamos, yo sé que tú no entiendes bien por qué te alejó y te dejó colgando, pero la realidad es que solo quería mantenerte a distancia para que no salieras lastimado. Él estaba tratando de protegerte.
—¿De qué?
—Otra situación que era fea y llena de cosas realmente terribles. Él está enamorado de ti.
Apreté los dientes y con aire ausente patee la puerta del baño.
—Yo ni siquiera sabía que tenía un hermano. Si él me amaba, ¿no crees que eso habría surgido antes de ahora? Donghae, sé que solo estás tratando de ayudar, pero creo que te estás agarrando a un clavo ardiendo.
Ahora él maldijo en voz alta, y oí todo tipo de cosas de Hyukjae en su actitud cuando me contestó bruscamente.
— Deja de ser un tipo tan estúpido! Tú no tienes que darle nada, todo lo que tienes que hacer es presentarte. El necesita que aparezcas, Henry. No es tan difícil.--No tuve la oportunidad de responder antes de que siguiera—. Sé que estás sufriendo, pero también lo está él, y lo único que hará que alguno de ustedes se detenga es que uno se dé cuenta de que solo necesitan estar juntos. Simple y llanamente. Si no puedes ver eso, entonces no lo merecías en primer lugar. Voy a hablar contigo más tarde, Henry.
Me colgó, dejándome aturdido y tambaleante en un cuarto de baño, a un millón de kilómetros de casa. Mi impulso era lanzar todo en una bolsa y salir corriendo al rescate, solo que la última vez que había intentado eso, había terminado en la cárcel.
Estaba tan cansado de tratar de salvar a la gente, especialmente a las parejas, que en última instancia, no querían que yo fuera su héroe en absoluto. La idea de Zhoumi sufriendo solo, la idea de él tratando de manejar algo así solo, me dio vuelta de adentro hacia fuera, pero no me quería. Si no me quería, no había nada que pudiera hacer por él que sus amigas o Suéter de Rombos no pudieran hacer. Además, tenía un joven desnudo y muy enojado con el que tenía que discutir, y que era por lo menos un problema tangible que podría arreglar.
Estábamos en el tren a Berlín al día siguiente y me sentía muy mal. Yo no había dormido nada la noche anterior y salir del joven con esteroides había probado ser más difícil de lo que pensaba. No podía sacar de mi mente la llamada de Donghae, y estar encerrado en el tren con un montón de tipos metaleros con resaca era suficiente para hacer que me dieran ganas de jalar hasta el último cabello de mi cabeza y salir corriendo hacia las colinas.
Andrew estaba sentado frente a mí, alternando la  siesta y jugar un poco en su teléfono, aparentemente ajeno al ruido a nuestro alrededor y yo le envidiaba la paz que él parecía tener naturalmente.
—¿Estás bien, amigo? ¿Pareces listo para pegarte a la ventana todo el día.
Me moví inquieto en el asiento.
—Estoy bien.
—¿En serio? Y yo me llamo mierda. No has estado bien desde que las cosas se pusieron mal entre Zhoumi y tú. Tu cuerpo puede estar aquí, pero tu cabeza ha estado de regreso en Seúl desde que te recogimos.
—Estoy bien. Solo toma tiempo olvidar a alguien como él, eso es todo. Sigo pensando que tal vez debería llamarlo.
—Amigo, ¿con quién crees que estás hablando? Te he conocido desde que eras un niñito tonto. Los jóvenes eran sólo jóvenes, hasta Zhoumi. Él es diferente, todos lo vimos. Joder, cantaste canciones viejas en el Día de San Valentín, Henry. ¿Cree que todos somos estúpidos? Sabíamos a quien le estabas cantando.
—Él solo me llegó, es todo.
—Bueno. Es inteligente, impresionante, tiene suficiente actitud para soportar todos tus estados de ánimo, y apuesto a que no tiene miedo de todos los esqueletos de la familia Lau. Maldición Henry, escribes mejor música que cualquier otro en el mundo, eres mejor que casi cualquier persona que alguna vez haya pisado un escenario, y eres realmente un tipo jodidamente bueno en todo. Debes tener a alguien como Zhoumi en tu vida. Deja de pensar que tienes que hacer algún tipo de penitencia loca porque tu papá es un bueno para nada y tu madre se niega a verlo.
—Vaya, de donde viene todo eso?
—Venir en esta gira fue una gran oportunidad. Todos necesitábamos hacerlo para ver donde estábamos con la banda. No es lo que yo quiero y es fácil ver que no es lo que tú quieres, tampoco. Me encanta tocar música y hacer un festival aquí o allí está muy bien para mí, pero está bien para mí porque me voy a casa con mi pareja y el bebé. Ellos son lo que quiero, son donde quiero estar, y veo eso en ti ahora. Antes, era el miedo. Tenías miedo por tu madre, miedo de lo que pasaría si solo te ibas y lo hiciste, pero ahora es diferente. Quieres estar en donde esta ese joven, aunque si él te haya dicho que todo había terminado.
Levanté una ceja.
—El año pasado, si hubiéramos estado en este viaje habrías tenido un joven diferente en tu habitación cada noche. Estarías bebiendo tu peso en whisky y actuando tan loco como los chicos de SJM lo han estado haciendo. Acéptalo. Has cambiado.
Apoyé la frente en la ventana y miré sin pensar mientras el campo alemán pasaba a toda velocidad.
—La única otra persona que alguna vez me ha hecho sentir tan mal es mi mamá.
—Todos tenemos cosas que estamos tratando de manejar y con las que lidiar. Tú tienes una salida para toda tu locura, puede conseguir el escenario y gritarlo. Tal vez tu chico no tiene una de esas cosas.
Cerré los ojos y dejé que todas las cosas de los últimos días flotaran en mi mente. Él tenía un punto válido. Yo siempre había pensado en la ira que vivía dentro de mí como fuego, calor y llamas, y las cosas que podrían incendiar el mundo en que vivo.
Bueno, si yo era el fuego, Zhoumi era el agua. Él estaba constantemente cambiando y moviéndose, reflejando las cosas y cambiando la forma a voluntad. Era genial, e iba y venía con lo que fuera que la vida le entregara. No deberíamos funcionar juntos, pero lo hacíamos, y cuando nos ponías juntos todo se volvía calor y humedad, lo que en realidad era todo lo que podía pedir en alguien a quien quería mantener conmigo para siempre.
—¿Cómo se supone que voy a arreglar esto cuando tenemos un espectáculo esta noche y uno mañana en la noche? ¿Cómo se supone que haga algo cuando estoy aquí y él está allá? ¿Qué debo hacer si él ni siquiera me quiere allí, y si Donghae estaba equivocado y solo leyó más de lo que en realidad había?
—Deja de ser un cobarde y simplemente hazlo. Si Blain me necesitara, puedes apostar tu culo alegre a que los dejaría colgando payasos.
—Imbécil.
Él rió un poco y estiró sus piernas al frente.
—No vas a ser capaz de hacer nada hoy de todos modos, por lo que toca en el espectáculo de esta noche, arregla tu mierda mañana, y deja que los chicos y yo manejemos el próximo par de programas hasta que regreses. Puedo cubrir la mayoría de las voces, y lo que no puedo hacer, Geoneo puede. No seremos la mitad de buenos sin ti, pero ¿a quién le importa?
Cerré mis ojos y lo repasé todo en mi mente. Yo no quería dejar a los chicos; éramos un equipo y este era un gran problema, pero también sabía que no le iba a hacer ningún bien a nadie, cuando todo lo que me hacía tan bueno en el escenario estaba envuelto y centrado en otra cosa. Incluso si él terminaba diciéndome que me perdiera para siempre, al menos lo intenté. Saqué mi teléfono y llamé a Heechul.
—Hola.
—Hola, ¿qué está pasando? —Sonaba adormilado y de nuevo recordé el cambio de horario.
—Necesito saber en qué parte de Wuhan está Zhoumi.
—¿Qué? —El sueño se había ido de su voz ahora.
—Donghae me llamó y me contó lo del hermano de Zhoumi. Voy con él.
—Oh, gracias a Dios.
—Vamos, Heechul, ayúdame con esto.
—Hablé con él ayer. Tuvieron que meterlo de prisa para algún tipo de cirugía de emergencia. Sonaba aterrorizado y triste. Donghae y yo estuvimos a punto de sacarlo a la suerte para ver quién iba a hacer caso omiso de él y volar a China de todos modos. Su hermano está en el Hospital Bautista o algo así. Está justo en el centro. El necesita a alguien, Henry. No lo arruines.
Pensé que era irónico, considerando que Zhoumi fue el que me había dejado colgando, que todo el mundo estuviera de pronto tan preocupado de que fuera a echar a perder todo con él.
—Estoy tratando de arreglarlo, lo cual es bastante extraño teniendo en cuenta que no creo realmente ser el que lo estropeó.
Él se rió de mí y yo levanté mis nudillos y giré el anillo alrededor de mi pulgar distraídamente.
—Tengo que tocar en el espectáculo en Berlín esta noche y voy a  tratar de llegar a China mañana. Ustedes, chicos, probablemente tendrán que mantener un ojo en él hasta que pueda llegar si es tan malo como dijo Donghae.
—Lo hemos estado haciendo. Lo amamos, también, ¿sabes?
Solté un bufido.
—Lo sé.
—¿Vas a decirle que vas a venir?
Yo estaba debatiendo eso conmigo. Quería mandarle un mensaje, algo para hacerle saber que estaba en mi mente, que no estaba solo, sin importar lo que pasó. Sabía que si él lo ignoraba, o me decía que no lo molestara en este momento, había una buena oportunidad que desecharía toda la idea y solo seguiría adelante con la banda y la gira.
—No. Creo que va a ser mejor simplemente aparecer. De esta manera, si él no me quiere allí puede decírmelo, y no tiene que ser algo largo e interminable.
—Henry, incluso si él te dice que no te quiere allí, está mintiendo. Es tu trabajo saber eso y quedarte de todos modos.
Las parejas eran del todo demasiado complicadas.
—Gracias, Heechul. Te voy a mandar un mensaje más tarde para hacerte saber que todo se arregló.
—Se va a arreglar de la manera que se supone que lo haga. Tengo fe en ustedes, chicos.
Gruñí y colgué el teléfono. Le di vueltas alrededor de mis dedos durante unos minutos, y me quedé mirando la pantalla en blanco hasta que finalmente me di por vencido y le escribí un mensaje a Zhoumi. No habíamos hablado desde ese beso en el patio antes de irme, y todavía podía sentir cada parte de ella dentro de mí.
He estado pensando en ti. Te echo de menos.
No hubo respuesta por una media hora entera, pero él estaba en una zona horaria diferente y yo no sabía si se estaba quedando en el hospital o no, así que traté muy duro de no pensar demasiado en ello. En cambio, me conseguí una pluma y un pedazo de papel y trabajé en el estribillo de una canción que había estado jalando de mí desde que nos fuimos.
Estaba tan perdido en la idea que cuando mi teléfono sonó con un mensaje, casi lo ignoré hasta que recordé que le había enviado un mensaje de texto.
Yo también te extraño.
Simple y al punto. Era todo lo que yo necesitaba oír, en realidad.


Estaba tan agotado que apenas podía ver bien. Había  pasado las últimas tres noches durmiendo en la silla más incómoda en el mundo, en la habitación de Kangin, y  estaba harto de discutir con mi madre por teléfono.
Kangin tuvo un ataque mi primera noche y había sido llevado rápidamente a una cirugía mayor. Los médicos tuvieron que perforar un agujero en su cabeza con el fin de reducir la hinchazón y dándole así a la sangre acumulada un lugar para escapar.
El Corazón de Kangin había dejado de latir dos veces, y me dijeron que la suerte ni siquiera se acercaba a cubrir lo cerca que mi hermano había estado de morir. Todavía no estaba despierto, y su condición era realmente delicada, pero tenía que tomar una ducha y si mi madre llamaba para decirme que simplemente no podía venir a casa una vez más, iba a asesinar a todo el mundo.
No podía creer que estuviera actuando como si esto fuera solo otro rasguño que Kangin se había hecho. No cuando le dije que el personal del hospital lo había declarado muerto, no solo una vez sino dos veces, mientras estaba en la mesa de operaciones. Si moría y ella me hacía enterrar a mi hermano solo, iba a ser la última vez que alguna vez fuera a  saber de mí.
El hotel no era exactamente un alojamiento de cinco estrellas, pero estaba a una corta distancia a pie del hospital y tenían un montón de habitaciones disponibles, por lo que iba a servir hasta que supiera de una u otra forma con lo que estaba tratando.
Envié un mensaje rápido a los chicos para hacerles saber lo que había pasado y luego pasé diez  minutos asegurándole a los dos que estaba bien, y que ninguno de los dos necesitaba subir a un avión.
Eran los mejores, pero necesitaba encargarme de lo que  estaba por venir por mi cuenta. Les prometí que los llamaría si los necesitaba y luego miré el mensaje que Henry había enviado el día anterior.
Había estado sentado en la sala de espera durante la operación de Kangin cuando llegó, y me había tomado una media hora dejar de llorar en silencio el tiempo suficiente para escribirle en respuesta. El hecho de saber que estaba en su mente había sido suficiente para hacerme atravesar las interminables horas de espera, y cuando habían salido y me dijeron de la parada del Corazón de Kangin, fue el simple “te echo de menos” lo que me había permitido no perder la cabeza.
Jugué con la idea de enviarle un pequeño mensaje rápido para hacerle saber que estaba pensando en él también, pero estaba demasiado cansado para pensar con claridad y ninguna palabra parecía correcta para expresar todo lo que quería decirle. Quería decirle que lo necesitaba, que esto era la cosa más espantosa que he tenido que hacer por mi cuenta, que ya había terminado con apartarlo por su propio bien, que si podía amar todas las partes de mí, eran suyas para tomarlas.
Simplemente no quería hacerle cargar el peso de todo eso mientras se concentraba en la gira. Tenía obligaciones con cosas más grandes que yo, y yo podría ser paciente. Hablaría con él a su regreso y esperaría que en algún lugar en el camino no encontrara una sustituta para mí.
Me froté los ojos legañosos y penosamente subí por las escaleras de concreto que llevaban al piso donde se suponía estaba mi habitación. Solo había estado en la habitación durante cinco minutos para dejar mi bolsa y cepillar mis dientes.
Había familias a ambos lados de mí quienes habían estado contentas al pasar, pero ahora esperaba que estuvieran fuera por el día, así  todo estaría tranquilo y simplemente podría dormir por una hora o más hasta que tuviera que regresar al hospital.
Parpadeé un par de veces cuando llegué al rellano porque parecía que una figura larga y delgada estaba sentada contra la puerta cerrada. Sacudí la cabeza por un segundo para asegurarme de que mi cerebro dormido no estaba jugando trucos en mí, ya que solo se me ocurría  una persona en el planeta que estaría usando jeans ajustados de color púrpura en el medio del país sureño, y él se supone que estaba a un millón de kilómetros de distancia siendo una estrella de rock.
—¿Henry?
La palabra susurrada surgió más como un suspiro que un sonido real, pero debe haberme escuchado, porque su cabeza se volvió y finalmente me vio. Presionó la espalda contra la puerta cerrada en la que estaba apoyado y se puso de pie. Su cabello oscuro parecía uno que no había sido peinado durante días, pero su boca se extendía en una media sonrisa y de repente fue todo lo que pude ver. Ya no había ningún hotel de mala muerte, no había niños gritando en la piscina de abajo, no había ningún hermano apenas aferrándose a la vida… solo estaba Henry, y era todo lo que quería en el mundo.
No era consciente de que me estaba moviendo hacia él, que estaba corriendo. No era consciente de que estaba llorando, una vez más, y no fui consciente de que me atrapó cuando me estrellé contra él con fuerza suficiente para hacerle retroceder un par de pasos. Todo lo que podía sentir eran sus brazos envolviéndose alrededor de mí y sus labios tocando la parte superior de mi cabeza, mientras me desplomaba contra él. Traté de subir a él como un poste de gimnasio, de modo que pudiera tener mis piernas alrededor de él también.
—¿Qué estás haciendo aquí? —No estaba seguro que las palabras tuvieran algún sentido a través de la histeria que rebosaba por todo mi cuerpo.
Puso una mano debajo de mi trasero para levantarme más alto y pasó la otra mano sobre mi cabello realmente sin cepillar.
—Es el lugar donde se supone que debo estar. Es bueno que el adolescente en la habitación contigua a la tuya se encaprichó de esas piernas largas que tienes, o todavía estaría deambulando por el estacionamiento. Iba a ir al hospital si no te aparecías en una hora más, pero pensé que aquí era una mejor apuesta, por si acaso las cosas con tu hermano estuvieran muy mal y no me querrías allí.
Enterré mi nariz en el hueco de su cuello y simplemente respiré, dentro y fuera. Se sentía tan sólido y real. Me juré a mí mismo que nunca iba a dejar que se fuera de nuevo. Tenía un sabor salado en parte por la humedad del ambiente y por mis lágrimas corriendo por el costado de su cuello y dentro  del cuello de su camisa.
—Quiero que estés aquí.
—¿Quieres darme la llave de tu habitación, para que así podamos dejar de darle a la buena familia un espectáculo?
—Está en mi bolsillo trasero.
Lo sentí escarbando en el bolsillo de mis pantalones cortos y su pecho se movió de arriba a abajo mientras se reía un poco en mi contra.
—Tengo que decirte, Zhou. Soy un fanático de Wuhan, si esto es lo que vas a estar usando mientras esté aquí.
Usaba mis pantalones cortos de mezclilla con una camiseta sin mangas, lo cual era más o menos mi uniforme mientras estaba en casa. Lo sentí abrir la puerta y movernos al interior. Mantuvo su agarre sobre mí y se sentó en el borde de la cama. Quería decirle que era probablemente asqueroso y debía apartar el edredón a un lado, pero más que eso solo quería que siguiera aferrado a mí y hacer que todo se sintiera mejor.
—Estoy tan feliz de verte.
Frotó la parte posterior de mi cuello y cerré los ojos y simplemente lo dejé calmarme.
—Podrías haberme llamado en cualquier momento, Zhou. Habría estado en el primer avión que saliera.
—No sé lo que estoy haciendo, Henry. Ni siquiera sé cómo llegué hasta aquí por mi cuenta. —Exhalé contra su cuello y lo sentí temblar—. Tengo que decirte algunas cosas y necesito que me prometas que no va a hacer que te vayas a ninguna parte cuando haya terminado.
Lo sentí tensarse un poco debajo de mí pero sus manos permanecieron estables y su voz fue tranquila cuando respondió:
—No voy a ninguna parte, Zhou. Acabo de volar todo el camino a través del puto mundo para estar aquí. No me asustas, esto no me asusta.
—Eso te hace el único de los dos.
Me aparté para así podernos ver el uno al otro y me sequé las mejillas con el dorso de mi mano. Alzó su mano y acarició mi cabello, el gesto fue tan dulce, tan cuidadoso, que casi me hace empezar a llorar de nuevo. Tomé una respiración profunda y dejé que todo fluyera.
Le conté de mi madre. Le conté del remolque. Le conté de los chicos. Le conté de las drogas. Le conté sobre el sexo. Le dije sobre el Sr. Chengxi y la escuela, y, finalmente, le hablé de Kangin. Dejé que todo saliera tan crudo y al desnudo como pude. Aparté la cortina para mostrarle todos los secretos que se escondían allí. Él nunca parpadeó, simplemente siguió mirándome, mantuvo esos ojos negros en los míos todo el tiempo, y los halos alrededor de la parte exterior de sus ojos se tornaron varios grados más brillante y nítidos mientras más hablaba.
Le hablé de estar fascinado por él la primera vez que lo vi en el escenario. Le hablé de cuanto lo deseaba esa primera noche que me rechazó por ser un joven demasiado bueno, y cómo eso jugó con mi cabeza durante meses, porque no tenía ni idea de que era bueno.
Le dije que todo lo que quería era protegerlo, y que la idea de Kangin estando detrás del robo del estudio me había enviado a correr en un pánico ciego, y que por eso tuve que hacer que se fuera. Estaba tratando de sacar todo, explicar todas las decisiones, buenas o malas, que me habían conducido aquí. Iba a decirle que lo extrañaba demasiado, que lo amaba y que no quería que se fuera, pero no llegué tan  lejos, porque me detuvo, poniendo su boca sobre la mía.
Ésa era una manera efectiva de detener el flujo de palabras, y también tenía la ventaja añadida de hacerme perder el hilo de mis pensamientos y acomodarme más de lleno en su regazo.



2 comentarios:

  1. O___O
    Bueno, con tal de que Hyuk~ no castigue al pecesito chismoso(?), le doy un premio por llamar a Henry!!!
    Jajajajajajajaja
    No me lo imaginó, todo borracho tratando de lidiar con el grupie ese! Jajajajaja
    Ahhhh
    Que lindo reencuentro, ese Mimi corriendo a los brazos de su amado!!! Wi~
    Que se coman eso, y tengan bebés (?)
    :)

    ResponderEliminar
  2. hasta que hablan ya era demasiado dolor por nada

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...