Sapphire Wolf (T6) -Prólogo



—Te dije que sería hermoso. —Siwon sostuvo a su bebé en sus brazos y lo miró con más adoración de la que Hee había visto en los ojos de nadie. Se veía aún más grande de lo habitual, con una persona tan pequeña entre sus brazos.
—Duh, vino de mí, ¿de qué otra forma podía ser? —resopló Hee. Siwon levantó la vista del bebe y le sonrió.
—Él es mitad mía, ¿sabes?
Hee dejó que una sonrisa maliciosa cruzara sus labios.
—Hasta donde sabes.
Siwon dejó escapar un gruñido. Hee sabía que no podría tomar represalias mientras sostuviera a su hijo. Así que, lanzó su puño en el aire.
—¡Oh, diablos, sí! Vas a cargarlo todo el tiempo, porque no puedes hacer nada mientras él esté en tus brazos, gran osito de peluche.
Siwon se levantó lentamente, pareciendo cada pedazo de depredador que era. Se acercó a la cuna con volantes de color amarillo que se encontraba a los pies de su cama. Era horrible, pero Teuk y Donghae habían estado tan orgullosos de ella que Hee soportaba su presencia, pero ponía los ojos en blanco cada vez que la miraba. Puso al bebe suavemente en su interior y acarició suavemente su pequeña mejilla con un dedo. Entonces su rostro se levantó y sus ojos, eh, esos ojos brillantes, añadió Hee para sí mismo, encontraron los suyos. Hee hizo un gran error táctico cuando vio la mirada hambrienta en el rostro de su compañero. Dio un paso atrás. Nunca, nunca retrocedas de un depredador, eso simplemente hace que se emocionen aún más por la persecución.
—¿No caíste en cuenta, Heechul, que a lo mejor yo podría dejarlo en su cuna?
Hee trató de hablar, pero solo un chillido surgió. Se aclaró la garganta y lo intentó de nuevo.
—Por supuesto que me di cuenta —dijo, con ligereza—. Solo estaba contando con el hecho de que nunca lo pierdes de vista. —Hee se maldijo cuando su pie dio otro paso hacia atrás.
Siwon sonrió y le tocó el turno a Hee de gruñir. Él no era una presa. No se comportaría como una presa. Pero, al ver a su compañero de cuclillas en una postura de ataque, decidió que quizás hoy iba a ser una presa, y las presas corrían como el infierno cuando alguien quería comérselas.
—Heechul —ronroneó Siwon—. ¿Te estás ofreciendo a ti mismo para el almuerzo? —Su radiante sonrisa, que era todos caninos, lo tenía temblando.
Dio un paso hacia atrás y sintió el pomo de la puerta en su espalda. Victoria, pensó. Sabía que Siwon no abandonaría a su pequeño solo para perseguirlo. Siwon debe haber visto el triunfo en sus ojos, porque justo cuando giró el pomo y abrió la puerta de un tirón, se abalanzó con un enorme rugido. Hee despegó como si los perros del infierno estuvieran detrás de él y en realidad, ¿con qué más se puede comparar a Siwon?
Oyó el gruñido de su compañero, y luego en su mente oyó: «Cobarde».
«Tal vez», respondió. «Pero, este cobarde vivirá para luchar otro día».
Oyó a Siwon reír y sintió las mariposas familiares de deseo revoloteando en su interior. Maldito lobo,  pensó.
«Tienes que regresar de nuevo a nuestra habitación en algún momento Heechul, no puedes correr  para  siempre».
Hee puso los ojos en blanco.
«No estoy corriendo. Estoy… simplemente eligiendo dar un largo paseo».
«No tardes demasiado tiempo. Te necesito».
Hee  oyó  algo  cambiar en  su voz, una especie de desesperación que estaba totalmente fuera de lugar en él. Parecía estar canalizándolo a través de su vínculo.
«Siwi, ¿estás bien? ¿el bebe está bien?»
«¿el bebe?» dijo su nombre lentamente, como si se hubiera olvidado de él.
«Siwon háblame».
«Estoy tratando. Ya te he dicho que te salvaría si pudiera. Sigo tratando de llegar a ti, pero tú solo sigues muriendo y gritando y luego nuestro bebé nace  y él es tan pequeño y no respira. Lo estoy intentando princesa, no quiero que él te toque otra vez, pero no puedo llegar a ti, no puedo salvarte. ¡NO OTRA VEZ,   NO PUEDO MIRAR ESTO OTRA VEZ. HEECHUL!»
Los ojos de Hee se abrieron mientras jadeaba en busca de aire. Parpadeó varias veces y lentamente se sentó.
—Un sueño —murmuró—, fue un maldito sueño.
Pero no la última parte. No. Siwon clamando por él. Eso había sido real. Podía sentirlo, sentir el calor del infierno que estaba soportando por acariciar su piel y arder en su alma. Él de alguna manera lo había contactado en su sueño y parte de su ser quería volver a dormir para poder ir con él, decirle que estaba bien.
Bueno, no realmente bien, estaba enojado, pero por lo demás sanos y salvos. Quería asegurarle que iba a ir por él y destrozaría las puertas del Limbo hasta escombros para llegar a él. La otra parte quería matar algo, cualquier cosa. Su lobo estaba inquieto y constantemente se paseaba en su interior. Compañero, compañero, compañero era un mantra que se repetía en su mente a medida que su lobo se consumía por él. Era exasperante, y sin embargo reconfortante, porque no estaba solo en su dolor y miedo. Pero, su lobo era capaz de hacer algo que Hee no.
El lobo de Hee no tenía emociones jugando con su cerebro. Su lobo estaba enfocado en dos cosas: recuperar su compañero, proteger su cachorro. Él haría cualquier cosa por esas dos cosas. No había llanto, miedo o ira. Solo determinación de reclamar lo que era suyo. Nuestro compañero, oyó a su lobo decir en su mente, él es nuestro, y vamos a matar a la persona que se lo llevó.
Maldita sea sí, pensó Hee, vamos a matarla y luego colocar su cabeza en una lanza en el medio del campo de batalla para que todos puedan ver lo que pasa cuando te metes con las parejas de un Canis lupis. Sedienta de sangre, ¿no? ¡Tal vez un poco!



2 comentarios:

  1. TT_____TT
    Un sueño???
    Ay !!!
    Por qué juegas a si con mi corasoncito !!???
    Ahhhh waaa~
    Ahhhh
    Oh si! Esa bruja se metió con el Hee(?) equivocado!!!

    ResponderEliminar
  2. por un momento dije si y luego zaz un sueño

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...