Marcado III- 2




—¿Estás en el ejército?
Asentí y me tomé el licor. Quemaba todo su camino hacia abajo.
—Lo estaba. Me acabo de salir.
—¿Por cuánto tiempo serviste?
Pasé una mano por mi aún corto cabello. Después de usarlo rapado tan cerca de mi cabeza por tanto tiempo, en verdad no sabía que más hacer con él.
—Entré cuando tenía dieciocho y cumplo veintiocho a finales de año. Casi estuve una década.
—¿Qué hacías?
No era una pregunta que contestaba normalmente porque francamente la respuesta era larga y nadie que no hubiera servido lo hubiese entendido.
—Era líder de operaciones en el campo.
El hombre oso frente a mí dejó escapar un   silbido.
—¿En las fuerzas especiales?
Gruñí en respuesta y tomé la cerveza.
—Apuesto a que estuvieron tristes de verte partir.
La cosa era, que creo que yo estaba más triste por verlos partir. No fui autorizado para el servicio activo. Mi hombro había tenido un duro golpe cuando rodamos sobre un artefacto explosivo improvisado en mi último despliegue y había todo tipo de mierda en mi cabeza, constantemente sacándome del juego. Seguro, pude haber tomado un trabajo de papeleo, bajar y entrenar a la generación que venía después de mí. Pero no era el mejor de los maestros y ser amarrado a un escritorio era lo mismo que el retiro, en cualquier caso. Así que me salí y ahora no tengo ni puta idea de que iba a hacer con el resto de mi vida.
—¿Y tú? —Hice señas hacia el tatuaje sobre su brazo—. ¿Cuánto tiempo le dedicaste?
—Mucho tiempo, hijo. Demasiado tiempo. ¿Qué te trae por aquí? No eres uno de los regulares.
Eché un vistazo al bar y me encogí de hombros. Por el momento, este lugar era perfecto para mi estado de ánimo.
—Solo salí a tomar algo para celebrar.
—Justo como el resto de nosotros.
—Síp. —Tuve que pelear con la urgencia de beber toda la cerveza y ordenarle que las siguiera trayendo.
—Soy Eric y este es mi bar. Terminé con él cuando comencé a pasar más tiempo aquí que en casa. He pasado por tres esposos y un bypass triple, pero el bar se mantiene fiel.
Levanté la ceja que tenía la cicatriz arriba de ella y sentí la esquina de mi boca subir en una sonrisa. Extendió una mano que sacudí por reflejo.
—Lee Siwon.
Él bajó su cabeza en un pequeño asentimiento y se movió a otra parte de la barra para ayudar a otro cliente.
—Ese es un buen nombre para un guerrero.
Cerré mis ojos brevemente y traté de recordar lo que era sentirse como un guerrero. Se sentía como si estuviere a miles de kilómetros de este taburete del bar. La música cambió y decidí que este era mi nuevo lugar favorito para pasar el rato.
Estaba en mi Harley, así que probablemente debería calmarme con la bebida. Nadar hasta la intoxicación sería la cereza del pastel de mierda que actualmente me servían, pero por la cerveza mezclada con el potente bourbon de antes, nada de eso parecía importar ya.
En algún punto me tomé otro trago con Eric, y el taburete junto al mío fue abandonado por el canoso hombre que se había estado quejando sobre su novia y su esposa por la última hora y fue rápidamente ocupado por un pelirrojo con mucho maquillaje y ropa muy pequeña. Si no hubiese tenido tres cervezas en mi sistema, hubiera visto el problema que era. Como era, Eric le dijo que se largara, consejo que rápidamente ignoró. Era lindo, en la manera de soy bueno  para  pasarla  bien,  llévame  a  casa,  y no pude  recordar la última vez que había escogido a alguien al azar en un bar.
Cuando estaba en el extranjero, había un joven oficial de inteligencia quien era mi amigo con derecho cuando estábamos en el mismo lugar al mismo tiempo, pero habían pasado meses desde que lo había visto. Tal vez un levantón rápido y de mala calidad es justo lo que necesito para atravesar la nube oscura que ha estado sobre mí desde que regresé.
—¿Cuál es tu nombre, dulzura?
Su voz era chillona y hacía doler mi cabeza pero estaba lo suficiente mareado para ignorarlo.
—Siwon.
Vi sus muy maquillados ojos oscuros mirar a algún lugar encima de mi hombro y esa debió ser mi primera pista de que esto iba a terminar con diversión y juegos.
—Ese un nombre diferente. Soy Abb. Ahora que somos amigos, ¿por qué no salimos de aquí y nos conocemos mejor? —él recorrió una uña sobre la curva de mi biceps, el ver su mano, hizo que otras imágenes comenzaran a parpadear detrás de mí ya borrosa visión.
Me hice hacia atrás, para hacer que esas manos que estaban haciendo que sucedieran cosas malas en mi nublado cerebro me soltaran, cuando una pesada mano cayó en mi hombro por detrás. Era un soldado entrenado, pero más que eso, era un hombre que tenía un hermano nacido y criado en problemas. Sabía que apariencia tenía un problema a kilómetros de distancia. Sabía cómo se sentían los problemas, como se movían, como sonaban, y sin embargo me había mantenido bebiendo e ignorando todas las señales que se crearon a mí alrededor. Por el rabillo del ojo vi a Eric fruncir el ceño a quien sea que estuviera parado detrás de mí, e incluso en mi estupor de bourbon y cerveza, supe que no iba a ser bueno.
Suspirando, sacudí las garras que me habían tenido viendo partes humanas en la arena del desierto y me giré para inclinarme sobre la barra con mis codos apoyados en ella. No debió haberme sorprendido ver que casi todo el salón de billar de motociclistas estaba ahora reunido alrededor de mí y en al área de la barra.
El tipo con su garra sobre mi hombro era un escuálido muchachito, y mi alcoholizado cerebro registró que no estaba usando los colores del club, lo que significaba que era un tipo que pasaba el rato con ellos o un prospecto, y yo era el suertudo bastardo que había escogido para tratar de probar lo que valía. A veces apestaba ser un tipo grande.
—¿Puedo ayudarte en algo?
El pelirrojo se había ido y Eric estaba dando la vuelta para salir de la larga barra. Los hombres viejos estaban quietos e ignoraron el huracán como solo unos borrachos de toda la vida eran capaces de hacerlo.
—¿Estás tratando de hacer algo con mi chico, GI Joe?
Fue aburrido y tan predecible que tuve que poner los ojos en blanco. Había estado en suficiente lugares llenos de mierda en el mundo para saber que una pelea de bar era una pelea de bar, pero añade a un motociclista y podría ponerse realmente peligroso.
—No. Estaba tratando de emborracharme y él me interrumpió.
No creo que esperasen eso porque un par de risitas se escucharon a través del grupo. Escuálido sacó el pecho y extendió un dedo para empujar el mío. Normalmente podría alejarme de este tipo de cosas. Era típicamente un tipo centrado. No peleaba a menos que fuere en defensa de algo en lo que realmente creyera o en defensa de alguien que amara, pero hoy, era el día equivocado para provocarme.
Le di un manotazo a la mano del tipo y di una mirada al cuarto. No vi a nadie peligroso, pero los motociclistas eran conocidos por esconder navajas en lugares difíciles de ver, y Eric lucía como un buen tipo. No quería destrozar su lugar si podía evitarlo.
—Mira, amigo, sabes que no quieres hacer esto, y en verdad yo no quiero hacer esto. Ambos sabemos que mandaste al chico aquí para intentar comenzar esta mierda, así que solo déjalo. Yo pasó, y tú y tus amigos pueden regresar a fumar y jugar billar. Nadie tiene que sangrar o parecer estúpido. ¿Bien?
Entre un pestañeo y el otro, tenía una botella rota encima de mi cabeza y me encontré a mí mismo en una seria llave de estrangulación. Escuálido lucía como si quisiera matarme y el resto de su grupo estaba esperando para ver qué es lo que podía hacer.
En verdad no quería lastimar al tipo, pero la botella sobre mi cabeza había arrancado un buen pedazo de piel con ella y un rio rojo estaba fluyendo constantemente a mis ojos. La vista de mi propia sangre me llevó a otro lugar y tiempo, y no era yo peleando con un estúpido que quería demostrar ser un motociclista, era yo luchando por la vida, por la libertad, por la seguridad de mi familia y amigos en mi hogar. Solo así, el pobre chico no tuvo idea de lo qué lo golpeó.
Ya tenía una gran ventaja en tamaño con el tipo; auméntale el hecho de que era un soldado que había sido aguerrido y entrenado por lo mejor del país, y se puso sucio y sangriento rápidamente.
Taburetes de la barra se rompieron. Vasos volaban. Cabezas golpeadas contra el piso. Creo que en un punto escuché a alguien llorar, y de alguna manera, cuando todo terminó, yo estaba encorvado con las manos en mis rodillas, con la sangre goteando, no solo de mi cabeza lacerada sino también de mis manos y un desagradable navajazo sobre mis costillas. La mayor parte de los motociclistas se había dispersado, y no me sorprendió ver a Eric con un bate en la mano y mirándome.
—¿Qué demonios fue eso?
Me habría reído, pero creo que el corte de la navaja en mi costado era peor de lo que había pensado en un principio.
—¿Una gran mierda de “gracias por su servicio”? —Mi humor no fue apreciado, cuando el hombre mayor maldijo y me llevó dolorosamente en una posición de pie.
—No lucirás a corto plazo como  un  pequeño  recluso remendado.
—Conseguí un vistazo crítico y fue encontrado con un suspiro.
—Necesitas un médico. No era una pregunta.
Traté de limpiar la sangre de mi cara con el dorso de la mano, pero solamente terminé por untarlo todo a través de mi cara mientras mi costado goteaba constantemente hacia el piso.
—Vine en moto. No creo que pueda manejarla en estos momentos.
Él negó con la cabeza y se puso dos dedos en la boca y dejó escapar un silbido ensordecedor.
—Todo el mundo terminen sus tragos y lárguense. Consideren esto la última llamada.
Unos pocos clientes se quejaron, pero solo tomó cinco minutos antes de que Eric estuviera cerrando la puerta, arrastrándome hacia fuera por la puerta de atrás, y empujándome a la maltratada cabina de una vieja camioneta. Apoyé la cabeza en el asiento y le di al hombre mayor una sonrisa triste.
— Pagaré por cualquier daño del bar. Lo siento por eso.
Él resopló en respuesta y me dirigió una mirada con los ojos entrecerrados.
—Trata de no desangrarte antes de llegar a la sala de  emergencias, hijo.
Como si tuviera una elección.
—Los Hijos del Dolor pasan el rato en el bar todo el tiempo. Los veteranos son un buen grupo de chicos. Un puñado de ellos son ex-militares y mi bar es todo lo que tengo, por lo que normalmente no tengo problemas con que vengan. Son los más jóvenes los que tratan de hacerse un nombre agitando la mierda. No es la primera vez que se derrama sangre en ese piso y dudo que vaya a ser la última. Ven a verme cuando se te pase la borrachera y tengas todo cosido de nuevo y hablaremos sobre lo que puedes hacer para pagarme por los daños. Tengo que decirte, eres un infierno de luchador, hijo.
Me habría encogido pero la rebanada sobre mis costillas comenzaba a quemar y estaba teniendo dificultades para ignorar la pegajosa, y caliente sangre entre mis dedos, así que simplemente gruñí en reconocimiento.
—Realmente no lo soy. Odio pelear, lo hice para ganarme la vida durante muchos años, pero la única manera de salir con vida es ser mejor que  el otro tipo.
Cerré mis ojos y silenciosamente recé para que no golpeáramos más luces rojas. Mi visión estaba empezando a desdibujarse en los bordes.
La voz de Eric era áspera cuando nos detuvimos en el estacionamiento de la sala de emergencias.
— Esto es una maldita vergüenza, hijo.
No tenía una respuesta, porque él tenía razón. Esto era una vergüenza. No lo había admitido de inmediato. Supongo que una herida de navaja y una cabeza abierta toma el protagonismo de los dedos quemados por los fuegos artificiales.
No quise hacer esperar a Eric, así que llamé a Kyuhyun y le dejé un mensaje confuso de que iba a necesitar un paseo en algún momento de la noche. Sabía que debería haber llamado a Hyukjae o Donghae, pero simplemente no estaba a la altura para hacerle frente a ese dolor de cabeza en estos momentos. Y sabía que Kyuhyun vendría sin hacer preguntas, incluso si yo había sido un imbécil más temprano.
—Tengo que dejar mi moto en el bar esta noche. Apreciaría si pudieras mantener un ojo sobre ella por mí por si aparece algún maldito perdedor.
Eric asintió y otra vez vi un destello blanco enterrado en esa enorme barba.
—Bueno, diría que fue un placer conocerte, Lee Siwon, pero de todas las cosas que he sido en esta vida, mentiroso nunca ha sido una de ellas.
Nos dimos la mano y le prometí estar en contacto cuando estuviera mejor. Tuve que esperar más de lo que estaba cómodo con ver a alguien, y para cuando me llevaron a la pequeña habitación estéril y tiraron de la cortina alrededor de la cama, estaba bastante seguro de que permanecía consiente solo  por pura fuerza de  voluntad. 
Estaba quitando mi camiseta arruinada sobre mi cabeza cuando la cortina se movió de nuevo y un realmente bonito jovencito enfermero que sostenía una historia clínica entró. Él tenía la cabeza inclinada sobre lo que estaba leyendo dándome la oportunidad de comprobarla. Tenía el cabello color cobre armonizando una cara realmente encantadora. Era un par de años más joven que yo, y no pude dejar de apreciar que poseía una increíbles curvas bajo esas aburridas ropas quirúrgicas que todos los profesionales médicos parecían llevar.
—Hola.
Él levantó la vista al oír el sonido de mi voz y parpadeó sus ojos ampliándose al verme. No sé si era la visión de mi pecho desnudo, o el hecho de que estaba cubierto de sangre de la cabeza a la cintura lo que la hizo mostrarse ansioso.
—Hola, señor Lee. Parece que ha tenido una noche difícil.
—He tenido mejores, eso es seguro.
Agarró unos guantes de látex y se acercó a mi lado.
—Voy a echar un vistazo a en qué tipo de problemas se ha metido, ¿de acuerdo?
Empujó y pinchó en mi cabeza y traté de no mirar bajo el uniforme. Era un joven realmente bonito e hizo que el pinchazo en mis más nuevas heridas de batalla doliera un poco menos.
—¿Cómo te llamas? —No necesitaba saberlo, probablemente nunca lo vería otra vez después de que me cosieran, pero sus ojos eran tan suave y hermosos que no pude evitar preguntar.
Me dio una sonrisa amable y parecía que estaba a punto de hacerme el favor cuando la frágil cortina se tiró hacia atrás y Kyuhyun entró disparado. Sus ojos estaban en llamas con una mezcla de ira y preocupación. Las llamas tatuadas en el costado de su cabeza destacaban por la vena debajo de ellas que latía con irritación.
—¿Tienes alguna idea de la clase de infierno que voy a obtener de Hyukjae cuando se entere de esto? Maldita sea, Siwon, ¿qué carajos te pasa últimamente?
Iba a responder cuando su atención se desplazó de mí al hermoso enfermero que lo miraba con la boca ligeramente abierta. Estaba acostumbrado al increíble y fuera de lo común aspecto de Kyuhyun. Él y Hyukjae siempre habían llamado mucho la atención, por lo que nunca me desconcertaba, pero el bastante bonito enfermero de repente parecía que estaba viendo un fantasma y parecía que Kyuhyun estaba tratando de recordar donde lo podría haber visto antes.
—Solo tengo que conseguir que me cosan y entonces puedes gritarme de camino a casa.
El enfermero se aclaró la garganta y arrojó sus guantes ahora manchados de sangre en la basura.
—Probablemente necesitará grapas para la laceración en la cabeza. Es grave y más profunda de lo que parece. El corte en el costado es bastante limpio, así que podría escaparse con solamente una sutura  tópica  líquida  sobre ella. El médico vendrá en  breve.
Toda su actitud cambió con Kyuhyun en la habitación. Podría decir que también él se dio cuenta de que algo estaba mal con el enfermero. Arrugó la nariz y lo miró fijamente hasta que estuvo lo suficientemente incómodo para mirarlo.
—¿Nos conocemos? —El sacudió la cabeza con tanta fuerza que desprendió la pluma que había escondido detrás de su oreja.
—No, No creo que lo hagamos.
Kyuhyun se rascó la barbilla y entrecerró los ojos en él.
—¿Estás seguro? Te ves muy familiar para  mí.
Él se encogió de hombros y jugueteó con el estetoscopio que colgaba alrededor de su cuello. Era caliente, y si quisiera, podría trabajar en algunas fantasías de enfermeros muy agradables en donde él fuera la atracción principal.
—Me lo dicen mucho. Debo tener una de esas caras. Tengo que irme. No hay descanso para los malvados. —El me dio una pequeña sonrisa y desapareció en la esquina, dejándonos viéndolo fijamente, yo con pura apreciación masculina, Kyuhyun con perplejidad.
—Juro que conozco a ese joven de alguna parte.
—¿Uno de tus éxitos de un solo golpe?
—No. ¿Tal vez de los pre-Donghae de Hyukjae?
Solté un bufido y contemplé el techo mientras mi cabeza y cara seguía ardiendo.
—Él parece demasiado inteligente para caer en esa    categoría.
—Quizás. Me va a volver loco hasta que lo descubra. ¿Qué demonios te ha pasado esta noche? ¿Tener una pelea con Hyukjae no fue suficiente, tenías que tener una completa en un bar de motociclistas?
Le di una risa amarga con mi tonta   broma. Él frunció el ceño y se sentó en la silla de ruedas del médico, empequeñeciendo la cosa.
—En serio, Siwon. ¡Tienes que terminar esta mierda!
No tuve que contestar porque el médico decidió entrar en ese momento. Él era un hombre de unos cincuenta años que estaba claramente al final de un largo turno porque fue directo al grano y sin las estupideces que todos decían, y sin perder el tiempo en mirarme fijamente. Cuando terminó me dio una mirada seria y me dijo que podría querer despedir el alcohol teniendo en cuenta mi examen de sangre que era lo suficientemente potente como para provocar incendios, y todo lo que podía hacer era silenciosamente estar de acuerdo.
Escribió una receta para analgésicos que esperaba que no tuviera que necesitarla ya estaba luchando con mi dependencia de otra sustancia peligrosa, y me dijo que el enfermero estaría de vuelta en un par de minutos para darme de alta. Me emocioné por tener una oportunidad más para flirtear con él, pero tan pronto como asomó la cabeza de nuevo, estaba claro que era todo negocios y no quería tener nada más que despacharnos.
—Cuídese, señor Lee, y gracias por su servicio a nuestro país.
Se dio la vuelta para irse cuando Kyuhyun de repente saltó sobre sus pies y chasqueó los dedos. Él hizo una mueca de dolor que me hizo fruncir el ceño.
—¡Sabía que te conocía! ¿Fuimos juntos a la secundaria verdad? ¿No eres Lee Sungmin?
Podríamos haber oído caer un alfiler por el silencio que había. El enfermero lo miró como si él acabara de salir de    una alcantarilla.
—Soy yo. Me sorprende que me reconocieras, la mayoría de la gente no lo hace.
Kyuhyun inclinó la cabeza hacia un lado y le dio una mirada de reconocimiento.
—¿Por qué dijiste antes que no nos conocíamos?
Se aclaró la garganta y jugueteó con su cabello. Era evidente que estaba muy incómodo con la conversación.
—Debido a que la secundaria fue hace un millón de años y yo era una persona muy diferente en ese entonces. No tengo muy buenos recuerdos de ello, de hecho prefiero fingir que nunca sucedió. Estoy seguro de que eso es algo que un chico como tú no puede entender. Tengan una buena noche, si puede trate de evitar a los motociclistas armados, señor Lee. —se marchó de forma arrogante, dejándonos atónitos y boquiabiertos.
—Caray. ¿Fuiste un imbécil con él en la escuela o algo así? Eso fue una gran cantidad de hostilidad por algo que pasó hace mucho tiempo.
Se encogió de hombros y me ayudó a levantarme. Me tambaleé un poco por la mezcla de alcohol y la pérdida de sangre, por lo que no me soltó hasta que estuve estable.
—Probablemente. Hyukjae, Henry, y yo éramos un montón de imbéciles. Eunhyuk era  el  único agradable.
—¿Qué quieres decir con “eran”? Es probable que se burlaran de él por ser gordo o algo.
Él tuvo la decencia de parecer avergonzado.
—Es completamente posible. No estaba exactamente bien cuando estaba en la secundaria. Había demasiadas cosas pasando en ese momento con mi mamá y ese idiota con quien se casó, para que me importara una mierda algo o alguien. Hombre, eso apesta. Él es un nene total ahora.
Ni siquiera consideré la posibilidad de quitarme mi camisa empapada de sangre cuando salí cojeando de la sala de emergencias.
—Sí lo es.
Conseguimos llegar a la camioneta de Kyuhyun y me dejé caer en el asiento. No era el peor día festivo que podía recordar, pero seguro que no era uno de los mejores tampoco. Todo lo que quería hacer era meterme en la cama y olvidarme de todo, aunque eso no parecía estar funcionando para mí tan estupendamente en los últimos tiempos.
—Escucha, amigo, siento lo de hoy. Llamaré a Hyukjae y haré las cosas bien. Estoy un poco fuera de balance en este momento.
El motor se sacudió tan fuerte que me dolieron hasta los dientes.
—Entre todos lo conseguiremos. Simplemente no le estás dando a alguien la oportunidad de tratar de enderezarte.
—Lo intentaré. —No estaba seguro de cómo iba a conseguir eso exactamente, pero sabía que tenía que enfrentarlo—. Puedes decirle a la princesa rabiosa que dé marcha    atrás.
Él se echó a reír.
—No se puede, amigo mío. Heechul es como un pit bull, cuando hunde sus dientes en algo o alguien no lo suelta. Podrías intentar disculparte. El solo quiere cuidar de todos nosotros y hace un buen trabajo.
Cerré los ojos y dejé que mi cabeza cayera hacia atrás en el asiento.
—Recuerdo cuando ese era mi trabajo.
Un pesado silencio llenó el auto y no pensé que iba a decir nada más al respecto, pero después de un minuto, murmuró:
—Te marchaste para salvar al mundo entero, Siwon, hicimos lo que mejor que pudimos mientras estabas fuera.
Ser simplemente un tipo grande a menudo tenía sus desventajas, queriendo ser un héroe para todos y donde nadie a menudo tenía las mismas dificultades. Me acostumbré a que todo el mundo me necesitara, que confiaran en mí, y ahora que no era necesario simplemente no sabía qué hacer conmigo mismo. Eso, sinceramente me aterraba más de lo que jamás podría cualquier zona de guerra o pelea de bar con motociclistas armados.

El verano era siempre más atareado en la tienda. Era el martes después de la funesta barbacoa, y los conejitos de tinta estaban en pleno vigor. El clima cálido y la falta de ropa llevaba a la gente a obtener todo tipo de adornos en toda clase de interesantes y visibles lugares, y juraba por Dios que desde que Hyukjae había salido oficialmente del mercado, las chicas y jovencitos que venían para conseguir trabajos hechos específicamente por él habían doblado en número. Nunca entenderé el atractivo de querer a alguien al que claramente no podrás tener, pero tengo que admitir que era divertido verlas intentar conseguirlo.
El Trío Terrible estaba completamente reservado durante los próximos seis meses, como lo estaban los otros tres artistas que completaban el equipo en el SM Marked. Yo no estaba tan ocupado ya que tenía que programar citas en torno a mis otras obligaciones en la tienda.
Hoy un chico había deambulado fanfarroneando acerca de hacerse una Escalera de Jacob completa, pero ni siquiera había ido más allá del punto donde realmente tenía que quitarse los pantalones y la ropa interior para dejarme llegar a la mercancía. Eso ocurría mucho, así que me encontré con una hora de tiempo muerto que estaba usando para acechar a Hangeng en Facebook.
Durante los últimos cinco años, Hangeng solo surgió en mi mente cuando algo o alguien me recordaban a él, pero desde que aquella invitación de boda apareció en el correo, estaba obsesionado. Era como si todo el antiguo dolor, la antigua vergüenza, estuviera recientes en mi mente y todas las heridas con las que me había dejado estuvieran de nuevo abiertas y sangrando.
Realmente le debía a ese imbécil un puñetazo en las bolas si alguna vez lo volvía a ver. Odiaba admitir que el joven con el que mi ex iba a casarse era verdaderamente encantador y que parecían felices juntos, pero luego recordaba que él y yo habíamos parecido también de ese modo en un momento dado y eso no le había mantenido fiel a mí.
Los chicos estaban escuchando algún punk rock demasiado ruidoso y no estaba realmente prestando atención porque estaba perdido en mis propios recuerdos cuando me di cuenta de que alguien estaba apoyado en el mostrador frente a mí.
La sala de espera tenía gente pululando esperando a que sus amigos o familiares terminaran con sus citas, pero no había oído sonar el carrillón de la campanilla sobre la puerta para indicar una nueva llegada.
Al principio pensé que era una persona de paso esperando para establecer una cita, pero fue solo cuando tuve que levantar la mirada hacia arriba, y luego incluso más arriba, que me di cuenta de que no era alguien a quien estuviera particularmente contenta de ver.
Mis sentimientos deben haberse reflejado en mi cara porque la severa boca que estaba acostumbrada a ver en un duro descenso de hecho se levantó por un lado en una sonrisa que transformó el rostro entero de Siwon.
No se podía negar que los hermanos Lee habían ganado la lotería genética. Mientras que la buena apariencia de Hyukjae estaba camuflada bajo obras de arte auto-adornadas y su actitud, la de Siwon estaba totalmente en tu cara e imposible de no notar. Si el ejército quería garantizar el reclutamiento de todos los debiluchos de cuarenta kilos de la republica, todo lo que necesitaban hacer era pegar a Lee Siwon en sus carteles de reclutamiento. Simplemente emanaba una sensación de “hacerse cargo de los asuntos” que era embriagadora, y yo no debería haberla encontrado atractiva, pero lo hacía totalmente. Era tan hermoso, como era molesto.
Me aclaré la garganta y apagué el navegador.
—Te ves horrible. —Y lo hacía. Tenía puesta una gorra de béisbol negra con un logotipo blanco de los KIA en la parte delantera, pero incluso bajo la sombra de la visera podía ver que tenía la sombra de una contusión  bajo un ojo y que los nudillos de las manos que había colocado en el mostrador donde estaba inclinado estaban desgarrados y cubiertos de costras.
Aparte de eso, sus ojos eran aún oscuros y esa pequeña sonrisita hizo más para hacerle parecer un ser humano real que respira de lo que creo que una sonrisa plena jamás podría.
La ceja bajo la cicatriz se retorció un poco y golpeó con los dedos sobre el mármol que nos separaba.
—Tienes unos ojos realmente bonitos.
Parpadeé con esos ojos por la sorpresa porque no me esperaba eso. Hasta ahora todos los sentimientos que este tipo había demostrado que era capaz de exteriorizar eran hostilidad y angustia. El cumplido parecía fuera de contexto.

—Ahh… ¿gracias? —Mis ojos eran de dos colores diferentes. El izquierdo era de un brillante e iridiscente turquesa que era de hecho  realmente bonito, el derecho era de un marrón avellana que oscilaba del marrón chocolate caliente al  color  del  expresso en cualquier momento  dado.


3 comentarios:

  1. Comienza la acción sichulezca?. Siwon vos si que sabes defendere.
    Habremus KyuMin proximanente?

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  2. Aaahh...Siwon casi un pan de dios.
    Siwon lo que necesita es hablar con alguien,pero no que le cuente l9s problemas de los demás,sino que lo escuchen a él. Como él dijo,llevo casi todo su vida siendo el apoyo de los demás,ahora él los necesita después de lo que ha pasado.
    Tal parece que ese bitellazo en la cabeza le ha acomodado un poco las ideas...si ya hasta se fue a disculpar con Hee y le ha dado una sonrisa que lo dejo pensando.
    Y luego le dice que sus ojos son son bonitos...un buen comienzo supongo.
    Siwi...llevo su vida antes del ejercito ayudando a los demás,se mete al army y estuvo casi 10 años ayudano a su país...ahora él necesita a alguien...*0*

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...