Sapphire Wolf (T6)- 4




El más alto miembro del Consejo Fae se situó en la apertura del velo de su reino al ámbito humano. La Gran Luna les dijo que Mona había bloqueado a Dambi, impidiéndole cruzar, pero no que ellos no pudieran pasar.
Sostenía la piedra lunar en su mano y el peso de la responsabilidad que viene con ella se apoderó de él como una manta pesada. Las manadas no se habían unido en milenios. Eran demasiado volátiles para reunirse, y eso era exactamente lo que iban a hacer. Iban a cruzar el velo hacia el reino humano, y llamar a cada manada que la Gran Luna había creado. Sería el mayor encuentro de seres sobrenaturales en su historia.
Salió, juntos con los fae del concejo, del velo en el aire frío, fresco, y un dosel de árboles antiguos altos se alzaron por encima de ellos. La noche había caído en el reino humano y donde debería haber habido estrellas en el cielo, solo nubes oscuras se podía ver. El suelo crujió bajo sus pies de la ligera nieve que se había acumulado y las hojas de las plantas brillaron como diamantes de las gotitas congeladas.
Caminando lentamente, más lejos del velo, cada uno de ellos se volvió para enfrentarse entre sí en un círculo. Sacó la piedra lunar del bolsillo donde la había resbalado cuando habían cruzado el velo. Miró a la pequeña roca, aparentemente insignificante, y sacudió la cabeza. Esta piedra estaba a punto de cambiar el curso de la historia.
Miró a los rostros de sus parientes, sus ojos llenos de determinación, pero con una sombra de duda. Se inclinó, puso la piedra en el suelo en medio de su círculo, y luego se unió a ellos de nuevo.
—Hay que esperar que la luna se manifieste desde las nubes. La Gran Luna dijo que esta noche sería una luna llena. —Sus palabras parecieron resonar en la noche y cada uno de ellos volvieron sus rostros uno a uno.
La noche se quedó en silencio y el aire quedó inmóvil. Toda la naturaleza parecía estar conteniendo la respiración, esperando y observando.
Los cuatro Fae observaron al cielo nocturno cuando las nubes comenzaron lentamente a separarse. Muy despacio, poco a poco, la luna comenzó a brillar a través de la abertura. Y, a continuación, estaba allí, llena en toda su belleza.
Las nubes la rodeaban pero brillaba plenamente, como si estuviera mirando hacia abajo a ellos. Aunque la luna no les proveía calor, su luz los bañó en un tipo diferente de calidez y sabían que era de la Gran Luna. La luz de la luna golpeó la piedra lunar que estaba en el suelo y ésta comenzó a brillar, una luz blanca y suave al principio, pero rápidamente creció en brillo.

Empezó el ancestral canto para llamar a los hijos de la Luna. Era un canto que nunca se había dicho en voz alta.
“Por el poder de la luna, Que es la luz que a todo alumbra, Por el resplandor de la piedra, No están por su cuenta.
Nosotros te llamamos.
Tú que eres fuerte, Tú que has vagado para siempre, Tú que conduces a los endebles, Es a ti a quien busca tu creador. Nosotros  te llamamos.
Tu tiempo es ahora, tu propósito es aquí, Se ha ido la división, ha llegado la restauración, Atiende a la llamada, al aullar en la noche, Prepárate de toda manera, prepárate para la pelea. Nosotros  te llamamos.
Nosotros te llamamos. Nosotros te llamamos. Manadas de la Gran Luna,
TE  LLAMAMOS”.

Las últimas palabras resonaron en la noche cuando los cuatro Fae bajaron sus manos y volvieron a mirar a la luna. La calma que había cubierto todo el bosque comenzó a desaparecer a medida que el viento comenzó a soplar y los árboles se mecieron en una danza eterna. Por encima del aullido del viento escucharon su voz tan claramente como si estuviera de pie ante ellos.
—Prepárense. Está hecho.


—¿Es eso lo que creo que es? —preguntó Yonghwa, Beta de la manada de Coldspring a su Alfa mientras estaban en el porche de la sede de la manada.
Geunsuk no respondió de inmediato. Estaba concentrado en lo que la luna le estaba diciendo. No sabía cómo, pero sabía que su creador los estaba, ¿llamando? Por fin, miró a su Beta.
—Sí, es la llamada de la luna. Estamos siendo convocados.
—¿Qué significa eso? —preguntó Yonghwa.
La manada de Coldspring era muy joven y no tenía el conocimiento y la historia que las otras tenían, sobre todo porque habían estado operando bajo el radar cuando Lee Sangchul había sido su Alfa.
—No estoy seguro exactamente, pero sé quién lo sabe.
Geunsuk sacó su teléfono y pasó a través de sus contactos hasta que encontró el nombre que estaba buscando. Junjin. Marcó y esperó a que la línea conectara.
Fueron solo dos repiques antes de que respondiera a su llamada.
—¿Hola? —respondió una voz profunda desde el otro extremo.
—Soy Jang Geunsuk de la manada de Coldspring y llamo para hablar con Junjin.
Hubo una pausa en la línea, algunos pies arrastrándose, y luego una nueva voz.
—Habla Donghwa, soy el cuarto de Junjin. Él está un poco ocupado en este momento. ¿Es en relación a la convocatoria de las manadas? —preguntó Donghwa.
Geunsuk dejó escapar un profundo suspiro.
—Sí, sobre eso, ¿qué significa exactamente?
—La piedra lunar es la forma en que la Gran Luna llama a los lobos a ella. Estamos siendo convocados a acudir.
—¿Acudir a dónde? —preguntó Geunsuk.
—Cierra los ojos, Jang Geunsuk, de la manada de Coldspring y enfócate. —La voz de Donghwa fue profunda y suave mientras hablaba con el Alfa.    
Geunsuk cerró los ojos y escuchó. Lo sintió en lo profundo de su alma, y pudo oír su voz como un susurro suave del viento contra su carne.
—Las montañas —murmuró Geunsuk por lo bajo.
—Muy bien —respondió Donghwa—. Tu manada es joven y no habría sabido qué hacer, pero los demás lo sabrán. Si ella los está llamando a las montañas entonces tienen permiso para estar en el territorio de Junjin, lo que significa que ustedes vendrán a la mansión de la manada. — Donghwa le dio a Geunsuk la información que necesitaría para llegar a la sede de la manada Coreana y luego explicó el resto de lo que significaba ser llamado.
—La piedra lunar no es solo una llamada para reunirse —dijo Donghwa—. Es un llamado a las armas. Hay una amenaza hacia su creación y está reuniendo a las tropas, por así decirlo. Obviamente, no puedes traer a toda tu manada. Hay doce manadas en varios lugares alrededor del mundo y tenerlos a todos juntos en un solo lugar, no sería prudente. Por lo tanto, debes venir junto a tus tres primeros. Puedes traer a tu pareja también, pero los tres primeros deben dejar a las suyas con la manada. No se trata de unas vacaciones, Alfa. —La voz de Donghwa se tornó más grave—. Hay cosas pasando de las cuales no son conscientes, pero lo serán muy pronto. Consigan el primer avión hacia aquí. No pierdan   tiempo. —Hubo una pausa y luego, en un tono formal, Donghwa pronunció—: Por la manada.
—Por la manada —respondió Geunsuk, de forma automática.
Geunsuk terminó la llamada con Donghwa, y luego miró a su Beta y los otros dos primeros de la manada.
—Vamos a Corea. Empaquen. Se los explicaré por el camino.


Kangta estaba junto a su asistente Pilkyo, junto con su Beta, Lee, y sus otros dos primeros lobos, Heejun y Jaewon. Estaban a punto de subir al avión cuando lo sintieron.
—Wadim dijo que esto vendría —explicó Kangta, en voz baja.
Lee miró a su Alfa; la línea de su boca estaba apretada, dando a su rostro un aspecto severo.
—Nunca hemos sido llamados antes, Kangta, de hecho, a pesar de que hemos aprendido sobre la piedra lunar en nuestra historia, nunca había sido utilizada.
—Bueno, está siendo utilizada ahora. —Heejun tomó la palabra y aunque él era por lo general el más condescendiente de los lobos de Kangta, esta noche, con la llamada de la luna y la información que Kangta había compartido, estaba tan concentrado e intenso como sus compañeros de manada.
A medida que iban siendo llamados a abordar el avión, Kangta miró a cada uno de sus lobos a los ojos, esperando que uno a uno los bajara.
—Recuerden lo que les dije. Fuimos creados para un tiempo como este. La Gran Luna nos necesita, nuestros compañeros de manada nos necesitan, el mundo nos necesita, y por lo tanto, vamos.
Hablaron todos a la vez, cuando respondieron a su Alfa:
—Por la manada.


La pareja alfa taiwanés observó a Vaness empacar de forma rápida y eficiente. Ella sintió el tirón, la llamada de la piedra lunar, pero Vaness no quería que ella fuera, no después de lo que había sucedido en El Encuentro.
—¿Estás seguro? —preguntó por enésima vez.
—Luna. —Vaness dejó de empacar y se acercó a su pareja—. Fuimos llamados a reunirnos como una sola manada por una razón.
—La guerra —respondió—. Sí, lo sé. Soy un Alfa, Vaness, sabes que puedo pelear.
—No lo dudo ni por un segundo. —Él le sonrió y la adoración que sentía se mostró en sus ojos—. Pero, voy a llevar a los chicos. Dejando al cuarto al mando, y tú eres más dominante que él. Necesito que te quedes y líderes nuestra manada. Manténlos a salvo por nosotros. Eso es lo que más me ayudaría. —Tomó sus manos entre las suyas y se las puso en el pecho—. Eres fuerte y no te mantengo aquí para protegerte de todo mal. Te dejo aquí para proteger a la manada.
La pareja alfa se inclinó hacia delante y besó a su compañero. Antes que se retirara, le susurró contra sus labios:
—Por la manada.


Seojoon contestó su celular al primer repique.
—Seojoon. —Su voz fue cortante al responder.
—Estás a cargo de la manada de Siwon como su cuarto —comenzó a decir Donghwa sin presentarse.
—Sí —respondió Seojoon, aunque Donghwa no había estado preguntando.
—Tendrás que venir aquí. Los otros están en camino.
Las palabras de Seojoon salieron en voz baja.
—¿Todos ellos?
—La llamada ha sido enviada. Ven hasta aquí lo antes posible. Solo tú. Coloca al mando al que se supone debe estar a cargo después de ti e infórmales de lo que está pasando.
—Por la manada —dijo Seojoon sin pensar, antes de terminar la llamada.


—Todos vienen. —Wadim estaba junto a Donghwa, mirando hacia la fresca tarde de primavera. El invierno continuaba aferrándose como una garra, negándose a ceder a la primavera, cuyo tiempo ya había llegado.
—Deberían empezar a llegar en pocos días —respondió Donghwa.
—¿Qué diablos vamos a hacer si Junjin y los demás no están de vuelta para entonces?
Donghwa miró al historiador y amigo de mucho tiempo. Se rió brevemente por la camiseta que Wadim llevaba, decía: Protege un jardín, comete un conejo. Luego, su sonrisa se desvaneció cuando sus ojos se encontraron con los de Wadim.
—Pelearemos. —Las palabras de Donghwa reverberaron en la tranquila habitación—. Y tenemos que asumir que ellos no estarán. Debemos prepararnos para lo peor.
—Por la manada —respondió Wadim.


«Tienes que despertar». Teuk conocía esa voz. Era tan familiar para él y, sin embargo extraña al mismo tiempo. «Leeteuk, debes despertar».
La voz estaba volviéndose más insistente, empujando en su mente, tratando de forzar su voluntad sobre él. No estaba preparado para despertar. El mundo estaba sumido en el caos, su compañero se había ido, y sus amigos estaban dolidos por su pérdida, ¿por qué iba a querer despertar?
«Porque necesitan tu amor, yo te necesito».
«¿Me necesitas?», le preguntó a la voz.
Era una voz masculina y sonaba extraña, como si él estuviera restringido bajo un gran peso.
«¿Quién eres?», preguntó finalmente.
«Soy tuyo», respondió él, con los dientes  apretados.
Trató de pensar. Había oído esas palabras antes. Su mente era un torbellino de imágenes y palabras todo revuelto como un tazón de sopa de letras. Nada tenía sentido.
«Luna», el gruñido en su voz, llevó al aluvión de pensamientos a un   alto.
«Soy Kangin, tu compañero. He sido capturado. ¡Estás bajo un hechizo y debes luchar contra él! Puedo sentirte escapar a la deriva. Creo que esa es la única razón por la que soy capaz de bloquear este lugar horrible. Mi lobo y yo podemos sentirte perdiéndote. No debes sucumbir. Pelea, Leeteuk. ¡Lucha!»
«¿Compañero? ¿Kangin?» Su voz sonaba pequeña en su mente. Las palabras ahora trajeron las imágenes de uno solo. Un hombre alto, de cabello oscuro y poderoso. En el ojo de su mente, podía ver adoración cuando él lo miraba, y sintió el amor cuando lo besaba. Este era su compañero, su Kangin.
Alargó la mano hacia él de nuevo con su mente, pero lo único que encontró fue la vacuidad. Un profundo sentimiento de pérdida se estrelló contra él y trató de gritar, pero nada saldría de sus inútiles cuerdas vocales.
Lucha, había dicho él, lucha contra el hechizo. Teuk no sabía  cómo luchar contra el hechizo, no entendía, así que empezó a pensar en algo real y tangible, cosas que sabía eran ciertas. Pensó en su madre y cómo   había pasado tanto tiempo desde que la había visto e incluso hablado con ella.
Pensó en sus dos mejores amigos y todas las cosas que habían soportado juntos. Pensó en su manada, su nueva familia, y la aceptación que sentía con ellos. Entonces pensó en Kangin, su otra mitad. Él era su hogar. Sin él, nada más tenía sentido. Dejó que los pensamientos trajeran las emociones y dejó que las emociones fluyeran a lo largo de su cuerpo. No sabía si iba a funcionar, pero no se rendiría. Iba a luchar, por sí mismo, sus amigos, y por Kangin.


Estaba oscuro cuando la tormenta finalmente se detuvo. Dambi salió de debajo del saliente de roca y miró hacia arriba al ahora, cielo claro. Mona había estado en esa tormenta. No había ninguna duda al respecto. Dambi había perdido el control de la tormenta. No, la tormenta había estado peleando su control. Solo estaban vivos por una razón. Mona los quería con vida por ahora.
Miró hacia atrás, mientras las parejas comenzaban a salir de su lugar protegido y vio que todos parecían estar bien. Estaban un poco empapados, pero vivos y sanos. Todos menos Teuk, quien continuaba yaciendo quieto y tranquilo.
—¿Vas a decirnos por qué nos has estado llevando en círculos durante días? —le peguntó Hyesung a Dambi, mientras se escurría el cabello, salpicando agua en sus pies ya empapados.
—Así que, ¿te diste cuenta? —La frente de Dambi se levantó cuando vio a la pareja Alfa.
—Tengo una nariz, Dambi. No fue difícil recoger nuestro olor mientras seguíamos regresando a los mismos lugares. —Hyesung miró a las demás—. Estoy sorprendido que nadie más lo notara.
—Mi mente ha estado un poco preocupada —dijo Hee. Los otras refunfuñaron en acuerdo ante el sentimiento de Hee mientras se tambaleaban cansHenryente apoyándose contra los árboles del bosque.
—Bueno, esto se trata de conseguir no preocuparse. —Dambi les indicó que siguieran—. Vamos a encender un fuego y ponernos secos y cálidos. Tengo que decirles una mierda y no van a querer estar todos empapados para ello.
—¿Alguna vez alguien quiere estar empapado mientras consigue información? —preguntó Zhoumi.
Un gemido colectivo los recorrió cuando Hee habló.
—Puedo pensar en varios escenarios en donde estar empapado, mientras consigues información vital, puede ser una actividad muy divertida.
—Tú te lo buscaste —le dijo Hongki a Zhoumi. Zhoumi soltó una carcajada aguda.
—Estoy demasiado cansado para pensar en Hee y tener que filtrar todas mis declaraciones en estos momentos.
Se reunieron alrededor del fuego que Dambi había conjurado con su mojo Fae, como Hee se refería a eso, y poco a poco comenzaron a descongelarse y secarse. Comieron pan Fae y se sentaron en silencio mirando las llamas danzantes del fuego. Algún tiempo después, Dambi comenzó a hablar.
—Si mi plan va como espero que vaya, entonces a esta hora mañana deberíamos tener a sus hombres de vuelta a nuestro cuidado —anunció al grupo. Las cabezas se levantaron, los ojos enormemente abiertos, las bocas colgando abiertas, y hubo un silencio perplejo ante el bombardeo de preguntas que comenzaron a un ritmo de fuego rápido.
Dambi alzó las manos para acallarlos.
—Me voy a explicar, santo cielo, mantengan sus interiores puestas. —Dambi esperó hasta que hubieran detenido todas sus abruptas preguntas. Hyesung le dirigió una mirada mordaz que decía: “Sigue adelante con esto o voy a comerte para el desayuno”, así que se puso manos a la obra.
—Estoy llevándonos hacia el Troll que guarda el puente al Limbo. Tengo una moneda de cambio para él.
—¿Un Troll? —preguntó Ryeowook, en voz baja—. Lo último que recuerdo de los Trolls es que no son los seres más amables, incluso en su mejor día.
Dambi asintió.
—Eso es cierto, pero olvidas, sanador, que los Trolls son codiciosos. Las cosas brillantes los influencian fácilmente. El truco está en la fraseología. No puedo solo decir que queremos ir al Limbo porque entonces él no nos va a dejar salir. No puedo solo decir que queremos entrar y salir, porque entonces no nos dejarían traernos a nadie de vuelta con nosotros.
—Hee es especial cuando se refiere a las lagunas. Solo pásalo por él y te puede decir si es a toda prueba. —Donghae miró a Hee al otro lado del fuego. Hee le dio una leve sonrisa a su amigo, pero eso fue lo único que pudo conseguir.
—Entonces, ¿qué sucede si el Troll acepta esto? —preguntó Hongki.
—La parte más sencilla es que abre el velo y nosotros pasamos.
—¿Cuál es la parte más difícil? —preguntó Changmin, secamente.
—Lograr salir con vida con los hombres.
—Oh, ¿eso es todo? —bromeó Zhoumi.
—Solo están siendo un gran tazón de sopa de arco iris y mariposas —espetó Dambi.
—Está bien, espera. —Hee levantó la mano hacia Dambi—. Solo tengo que saber, ¿cómo demonios meterías un arco iris y mariposas en un tazón? Si lo hiciste, ¿quién carajo querría chupar tripas de mariposa? —Se encogió de hombros.
Donghae y Zhoumi trataron de ahogar su risa ante los comentarios de Hee, pero fracasaron miserablemente.
—Continúen y déjenlas salir —les dijo Dambi mientras cruzaba sus brazos—. Si tratan de mantener esas risas en sus bocas por más tiempo están propensos a que salgan por sus traseros.
Ese comentario rompió la paz y todos estaban riendo. Era el tipo de risa que empieza en los dedos de los pies y radiaban por todos sus cuerpos, hasta que se estaban retorciendo como si tuvieran un enjambre de abejas en su interior. Se rieron hasta que las lágrimas fluyeron de sus ojos y sus estómagos dolían por   el esfuerzo de la misma. Dambi se quedó ahí mirándolos, preguntándose cómo alguna de ellos incluso se vestía en la mañana.
—¿Terminaron? —preguntó una vez que la risa había disminuido a algunas risitas aleatorias.
—Espera —advirtió Hee, y miró a su alrededor como si esperara algo, entonces volvió a mirar a Dambi—. Creo que estamos bien.
—Como estaba diciendo, el Limbo es peligroso, no porque cosas vayan a atacarte, sino a que tu mente se convierte en tu enemigo. —Comenzó a caminar lentamente alrededor del anillo exterior de su círculo mientras hablaba—. Debemos entrar rápidamente, y no me importa si tienen que cantar la banda sonora de las Canciones Trot Más Grandes del  Siglo  cien  veces  para mantener su mente enfocada, entonces háganlo. Si tienen que gritar tan fuerte como puedan una y otra vez que son reales y su mente está mintiendo, entonces griten todo lo que quieran. Pero, no deben ceder a los pensamientos.
—Si los chicos no pueden ni siquiera hacer eso, ¿cómo esperas que nosotros seamos capaces de hacerlo? —preguntó Changmin.
—Los hombres han sido enviados allí. Nosotros vamos por nuestra propia voluntad. Hay una gran diferencia. Ya que no vamos allí como una forma de castigo, no nos va a afectar de la misma manera. Será una alteración mucho más débil en nuestras mentes, pero todavía estará allí. Excavará en lo profundo, sacando sus miedos más oscuros, por lo que muy bien podrían enfrentarlos ahora. Quiero que cierren los ojos y se imaginen cuál podría ser su peor pesadilla. Háganla real para ustedes mismos, respírenla, siéntala en su piel, dejénse acariciar por el calor del temor que estalla en ustedes. Una vez que lo tengan en su mente, imagínense a ustedes mismos enfrentándolo y ganando. Imagínense parándose ante ese miedo y diciéndole…
—¿Qué se joda? —añadió Hee amablemente.
—Si esa es la terminología que logrará hacer el trabajo, Heechul, entonces claro que sí, díganle que se joda hasta que el infierno se congele. El punto es hacer frente a los temores que van a ser lanzado en su contra, enfrentarlos, y derrotarlos porque los miedos más grandes son los que su mente crea. Esos son los únicos temores que realmente pueden tener poder sobre ti. No los dejen.
Todos se sentaban en silencio, con los ojos cerrados y sus mentes girando y dando vueltas, llevándoles a turbulentos paseos a través del terror que yace profundo en el interior de cada una de ellos. Dambi observó cómo sus rostros cambiaban y se transformaban mientras iban a través del proceso de lidiar con su miedo.
Uno a uno, abrieron sus ojos. Donghae entornó los ojos contra el brillo de las llamas del fuego. Se sentía como si un peso hubiera sido levantado de sus hombros. Había imaginado su mayor miedo, lo había mirado directamente a la cara, y no había caído ante este. Ese era su triunfo. Todavía estaba allí, hirviendo a fuego lento en la oscuridad, pero se había enfrentado a éste, y no lo había quebrado. No lo dejaría. No ahora, y no cuando entraran al Limbo.



2 comentarios:

  1. Por muy inteligente y audaz que resulto la bruja...ya me tiene hasta la coronilla,me uuuurge que esto se cosa y le partan su mandarina pronto.
    Justo el capítulo anterior estaba pensando si no sabríamos nada de Teuk estando en su propio limbo,él tiene que despertar porque,Dambi no se lo llevará asi al limbo donde están las parejas...¿o sí?
    Sin miedos,pueden entrar y salir del limbo con sus parejas...al final,el limbo hacer realidad tu peor miedo,pero cual...si ya te has enfrentado a él.
    Al menos los Fae obedecieron y puedieron hacer el llamado.
    Las manadas llegaran por fin.

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  2. Oh si!!!
    Esta hecho, las manadas han sido llamadas!!!!
    Ahhhh siiiii
    Esto esta genial!!!!!
    Ya casi!!!! Los machos deben esperar!!! Ojala no sea tarde!!!
    Y Teuk~ despierta de una jodida vez!!!

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...