Sapphire Wolf (T6)- 1



Sora caminó detrás de una fae y el Rey Hechicero, Jungsoo, conocido también como su compañero, según él, aunque el jurado todavía estaba deliberando por su parte. Ella los siguió a un bar de aspecto cutre cerca del límite del bosque en las montañas, donde vivían los Hechiceros. Dambi de las Fae, fuera quien fuese, había enviado a Minwoo hasta ellos. Eso es todo lo que sabían, porque eso es todo lo que Minwoo les había dicho.
Minwoo había aparecido y permanecido en el bosque sabiendo que alertaría a Jungsoo de su presencia y por lo tanto había esperado. Cuando él por fin apareció frente a ella, simplemente había dicho:
—Dambi de las Fae me ha enviado a ustedes. Soy Minwoo, Guardian del Consejo. —Eso fue todo. No explicó más, no oye, estoy aquí para echar una mano, simplemente: aquí estoy, traten con    ello.
Jungsoo había estrechado sus ojos ante la guardia Fae, pero no lo cuestionó. Sora sin embargo, no había sido tan confiada. Aunque, Sora había tirado la inquisición española en él, Minwoo simplemente la ignoró.
Ahora aquí estaban, entrando en este bar, lleno de personajes de aspecto embrujado. De acuerdo a Jungsoo, había un sujeto aquí que conocía a un sujeto que puede que conozca a otro sujeto que podría ayudar.
—¿De verdad crees que es una buena idea? —le susurró Sora a Jungsoo—. Lo digo en serio Jungsoo, un sujeto que conoce a un sujeto que conoce a un sujeto. ¿De verdad crees que va a valer la pena todo el trabajo de encontrar al tipo al final de la madriguera del conejo?
Jungsoo pareció ligeramente divertido ante su interrogatorio, lo cual le dio ganas de pisar fuerte en su pie. No lo hizo, pero le tomó cada pedacito de su moderación.
—No estamos en Kansas, pequeña, vamos a ver algunas cosas, escuchar algunas cosas y —dijo, antes que ella lo interrumpiera.
—Si terminas eso con hacer algunas cosas puede ser que simplemente te abofetee, Rey Hechicero o no, y ¿cómo diablos conoces una referencia a El Mago de Oz? —Sora levantó la ceja mientras lo miraba, esperando cualquiera sea la posible explicación que podría tener para eso.
Jungsoo le guiñó un ojo, lo que hizo cosas extrañas en su estómago que no quería ni pensar.
—Como decía, las cosas son diferentes aquí y la información se encuentra en los lugares más inverosímiles, porque las personas que tienen esa información por lo general no quieren ser encontradas. Y, me gustan las películas humanas. No soy un recluso total.
—Eso realmente no es reconfortante o alentador en ninguna manera, sabes. No la parte de recluso, sino esa parte de las personas que no quieren ser encontradas, eso es un poco inquietante.
Jungsoo se encogió de hombros ante su mirada molesta y se volvió hacia la barra cuando el barman finalmente les reconoció. Hablaron en una lengua que Sora no entendía y estaba bastante segura que no había ninguna forma de pertenecer al lenguaje humano.
Incluso hablando en el idioma extraño, Jungsoo todavía sonaba mandón y confiado. Parecía no pensar que alguien podría no saltar a hacer su voluntad, pero por otra parte tal vez nadie le había dicho nunca que no. Sora sonrió para sus adentros y pensó: siempre hay una primera vez para todo. Oh, rey mío.
Finalmente, después de varios minutos de ida y vuelta entre el rey y el barman, Jungsoo dio media vuelta y salió del bar. Sora empezó a decir algo, pero luego se dio cuenta que Jungsoo la había tomado de la mano y estaba empujándola a sus espaldas. Rápidamente recuperó el paso mientras se tambaleaba detrás de él y miró hacia atrás, por encima del hombro para ver que Minwoo estaba siguiéndolos en la retaguardia. Una vez en el aire fresco de la noche, ella retiró su mano de la suya y las arrojó en el aire con exasperación.
—¿Y? —preguntó ella—. ¿Eso fue todo? Eso sí que pareció un poco decepcionante.
Jungsoo negó con la cabeza hacia ella y le hizo señas hacia el bosque. Ella lo siguió hasta el follaje oscuro y fue resguardada rápidamente por los árboles.
Después de caminar en silencio durante varios minutos, Jungsoo se detuvo abruptamente y se volvió. Sora esperó a que contestara a su pregunta, pero en cambio él miró a Minwoo.
—¿Por qué Dambi te envió a mí?
Sora puso los ojos en blanco, oh, ahora es que él pregunta.
Minwoo miró a su alrededor al bosque haciendo que Sora mirara también.        
—Puedes hablar con libertad, me he encargado de que nadie vaya a escuchar —le dijo Jungsoo al Fae.
—Ella ha escuchado que la bruja ha venido a ti con una propuesta por tu ayuda. También oyó que estabas en posesión de cierto ser humano.
La boca de Sora se abrió y un sonido de indignación salió.
—¿En “posesión”? ¿Me estás tomando el pelo? —Jungsoo levantó la mano para detenerla, pero no apartó los ojos del rostro de Minwoo.
—Sora es mi compañera.
—Así dice el bárbaro Rey Hechicero —murmuró Sora. Jungsoo la miró por el rabillo del ojo:
—No recuerdo que te quejaras de la intimidad entre nosotros antes y como te he dicho, nunca he compartido tal intimidad con otra persona.
—¿Podríamos por favor abstenernos de hablar de nuestra intimidad frente a los demás?
El rubor que tiñó las mejillas de Sora hizo a Jungsoo sonreír y él extendió la mano y suavemente rozó un dedo en su rostro.
—Eres todo un soplo de aire fresco, pequeña.
Sora dejó escapar un resoplido impropio de una dama mientras se cruzaba de brazos y le daba su mejor mirada de eso no me afecta, lo cual era el mayor montón de mierda que jamás se había dicho a sí misma.
Jungsoo se volvió a Minwoo.
—Como estaba diciendo, Sora es mi compañera y por lo tanto no es una prisionera, si eso es lo que está pensando Dambi. En cuanto a la bruja… — Jungsoo dio un paso atrás hasta que su espalda se apoyó contra un árbol grande. Sora podía decir que él estaba tratando de elegir sus palabras cuidadosamente, indicándole que él no confiaba plenamente en Minwoo—. Sí, vino a mí y presentó una oferta. A este punto, ella cree que voy a ayudarla. Tengo que ir con cuidado, porque he hecho un juramento de sangre con ella.
La Fae dio un paso atrás y por primera vez, Sora vio una  emoción cruza su cara.
Sora se volvió a Jungsoo con el ceño fruncido en su rostro.
—No me habías mencionado un juramento de sangre. ¿Qué significa eso exactamente?
Jungsoo negó con la cabeza.
—No es importante en este momento.
Sora puso los ojos en blanco ante el Rey Hechicero.
—Tienes que estar bromeando. Acabas de decírselo a este hada…
—Fae —intervino Minwoo.
Sora le dirigió a la Fae una mirada de reojo.
—Un tecnicismo —gruñó. Miró de nuevo a Jungsoo mientras continuaba—. Acabas de decirle que hiciste un juramento de sangre y el estoico Minwoo en realidad mostró alguna emoción humana, y se pareció un montón como a miedo. Por lo tanto, perdóname si en cierto modo pienso que esto es jodidamente importante.
Una sonrisa coqueta apareció en los labios de Jungsoo.
—Así que, ¿estás preocupada por tu compañero?
Sora dejó escapar un resoplido frustrado, lanzando sus manos al aire.
—Te dije que me importas. No lo entiendo, pero ahí está, así que sí, estoy preocupada por ti.
Jungsoo se quedó mirando en silencio a Sora por unos momentos de tensión, y luego finalmente cedió.
—Un juramento de sangre es un contrato que une mi palabra a la de aquella que pide un hecho. Evita que aquel que acepta el contrato se retracte.
—Entonces, ¿qué pasa si te retractas una vez que has hecho esta cosa del juramento de sangre?
—La bruja me puede enviar a mí o a cualquiera de los de mi raza al Limbo y posiblemente podría matarte. No estoy muy seguro de la parte de ti en general porque una vez más, no sé las ramificaciones de ti siendo mi compañera.          
Sora se pellizcó el puente de la nariz al sentir un dolor de cabeza por venir.
—¿ Y no pensaste que tal vez yo necesitaba saber esto?
Jungsoo se encogió de hombros.
—No hay nada que puedas hacer al respecto, así que, ¿por qué preocuparse?
Sora negó con la cabeza ante el Rey Hechicero. Sabía que nada de lo que pudiera decir le ayudaría a tener sentido para él. No había palabras para decirle y que entendiera que ella quería saber estas cosas para así poder ayudarlo a soportar estas cargas. En el breve tiempo que lo conocía, había visto cómo llevaba encima la responsabilidad de su raza. Era mucho para soportar durante tanto tiempo, incluso para alguien con hombros anchos como los suyos.
¿No era para eso que estaba una compañera? Bueno, sí, ella estaba todavía al borde sobre la cosa de los compañeros, pero sabía que se preocupaba por él y que no quería verlo salir lastimado. Decidiría sobre todo el asunto de los compañeros cuando llegara el momento de tomar una decisión.
—Está bien, no voy a preocuparme por ello —le dijo ella finalmente.
Jungsoo levantó una ceja hacia ella.
—¿Eso es todo? ¿No vas a gruñirme y refunfuñarme?
—No soy un lobo, ya sabes —dijo ella, añadiendo deliberadamente un ligero gruñido en su voz con la esperanza de que eso lograra revelar la devastadora sonrisa que él tenía, y que a ella tanto le gustaba. No se decepcionó.
Minwoo deslizó sus pies en suelo de forma impaciente, recordándoles su presencia.
Jungsoo volvió a mirar a la Fae.
—No tengo intención de ayudar a la bruja, pero puede que no tenga otra opción. Si se trata de abrir el velo o la vida de Sora, entonces voy a tener que abrir el velo y con suerte lograr cerrarlo antes que demasiados demonios escapen.
—Nop, eso no va a suceder —dijo Sora, sacudiendo la cabeza—, no vas a sacrificar la seguridad del mundo, ni a mi hijo, por mi vida. Mi hijo está crecido y se casó y sé que él va estar bien cuidado. He tenido una gran vida, aunque no muy larga, pero está bien. No voy a dejar que me elijas a mí por encima de varias otras razas.
Jungsoo apenas la reconoció cuando respondió.
—Bueno, entonces es una buena cosa que no dependa de ti.
Minwoo habló antes que Sora pudiera responder.
—Dambi quiere que abras el velo.
Jungsoo se apartó del árbol y de repente quien estaba de pie delante de ellos era el Rey Hechicero, en toda su gloria Real. Se cernió sobre la guardia Fae, quien se veía más que pequeño en comparación con Jungsoo.
—¿Qué dijiste? —La voz de Jungsoo fue baja y amenazante.
Minwoo no parpadeó, no retrocedió, o se encogió en la forma que personas más inteligentes, que valoraban sus vidas, harían. Él simplemente respondió a su pregunta.
—Ella quiere que abras el velo.



La oscuridad lo envolvía. No podía mover sus extremidades a pesar que se lo estaba pidiendo. Lo que podía sentir era dolor, pánico, miedo, ira, odio, rabia y muchas más emociones que sabía que no pertenecían a él. Teuk trató de volver a pensar en su último recuerdo.
Había estado caminando por el bosque y luego se había metido en un estanque. Maldita sea, pensó, ¿entré en un maldito estanque? Se recordó pensando que era la mejor idea que había tenido nunca y sabía que si solo entraba en el agua iba a encontrar paz. Bueno ese plan se fue al caño. Kangin se había ido, él estaba herido, y no podía alcanzarlo. Teuk podía sentirlo, percibirlo a través de su vínculo, pero no podía hablar con él.
No podía abrir los ojos, no podía hablar, pero podía respirar. Eso era algo bueno, ¿no? Estaba tratando de pensar en lo positivo, pero cuanto más sentía la desesperación de Kangin, más lejos se le escapaba los aspectos positivos de su agarre.
Teuk incluso podía oír las voces de sus amigos. Había oído la declaración de Hee de patear el trasero de Mona y había querido unirse en el aullido, había sentido a su lobo reaccionar, pero estaba tan paralizado como Teuk.
Recordó a Mona haciendo que su cuerpo le traicionara utilizando su voz para hablar y eso lo había hecho enojar más allá de lo posible y había empujado con todo lo que quedaba dentro de él para sacar a la bruja de su mente. Eso había gastado toda su energía y por un tiempo, sintió que iba a la deriva aún más lejos de la vida en el mundo de las sombras. Pero, se negaba a caer en el vacío sin luchar. Teuk no se iría en silencio, no mientras respirara, no mientras su corazón bombeara sangre a través de su cuerpo congelado.
Él sabía que Mona le había hecho algo y mantenía la esperanza de que Ryeowook, Dambi y Donghae pudieran encontrar una forma de arreglarlo. Teuk necesitaba ser capaz de ayudarles, porque no sabía cuánto tiempo más podrían durar sus compañeros en el infierno al que Mona los había enviado a soportar. No sabía cuánto tiempo quedaba antes que el estado de sus compañeros comenzara a afectarles, y si sus compañeros morían, entonces todas ellos estaban muertos.


Donghae se sentaba con la mirada perdida en la oscuridad del bosque. Habían estado caminando durante lo que parecían semanas, a pesar de que no había sido más que unos días. Estaba oscuro a pesar de que la noche aún no había caído.      
Nubes continuamente bloqueaban el sol y el invierno parecía estar aferrándose a la tierra mientras el mal que Mona estaba tejiendo continuaba haciéndose cargo cada vez más de su mundo. Donghae se preguntó si los demás se daban cuenta, si los seres humanos que no sabían nada del mundo sobrenatural, sentían el mal que estaba vertiéndose en el mundo. Un mal más allá de lo que podrían jamás haber imaginado.
Donghae sabía que Hyesung les había explicado que los lazos con sus compañeros no funcionarían en el Limbo, pero sentía a Hyukjae. No podía comunicarse con él, pero sentía sus emociones. Era agotador y aterrador, pero no desearía que se fueran. Donghae preferiría sentir algo, cualquier cosa, que nada en absoluto.
Se preguntó si él podía sentirlo, si él sabía que estaba buscando una manera de traerlo de vuelta. ¿Hyukjae realmente sabía lo que significaba para él? ¿Se lo había dicho? Donghae empezó a dudar de sí mismo, a dudar del vínculo entre ellos. Se sentía tan inadecuado para ser su compañero. Hyukjae era tan confiado, tan divertido, lleno de vida, y se sentía tan soso al lado de él.
Hyukjae expresaba tan abiertamente sus sentimientos por él, continuamente diciéndole lo mucho que lo amaba, y él solo se asustaría, como un niño. Su cabeza cayó hacia delante en sus manos mientras sentía el peso de la realidad caer sobre él como una capa. Lo cubrió de duda, miedo, y sintió una desesperación que jamás había conocido.
—Donghae. —Escuchó la suave voz detrás de él y se volvió para ver a Hyesung allí de pie. El fuerte, seguro y confiable Hyesung. ¿Cómo podría siquiera Donghae soñar que podría ser esa clase de compañero para Hyukjae?
—Donghae, detén esto —le dijo Hyesung con firmeza.
—Puedo sentirlo, Hyesung —le dijo Donghae, su voz tensa—. ¿Cómo puedo sentirlo?
Hyesung negó con la cabeza mientras se sentaba en la roca junto al sanador.
—No lo sé. También puedo sentir a Junjin, y no debería ser posible. No deberíamos ser capaces de sentirlos en absoluto. Lo único que se me ocurre es que Mona está permitiendo de alguna manera el contacto, pero es de un solo lado. No puedo llegar a él.
Donghae asintió.
—Sigo tratando de decirle que todo está bien, pero está perdido en algún terror horrible. Nunca he sentido nada igual.
Hyesung pasó un brazo alrededor de Donghae y lo atrajo cerca.
—Tenemos que luchar contra la desesperación que viene a través del vínculo. El objetivo de Mona debe ser el de debilitarnos con las emociones que nuestros compañeros están sintiendo. Como mucho, me gustaría saber lo que Junjin está atravesando para así poder ayudarlo a atravesarlo. Me temo que si lo supiera no sería de ninguna utilidad para él.
Hee surgió a la vista, mientras caminaba alrededor hasta detenerse delante de ellos.
—Hablé con Siwon.
Sus cabezas giraron rápidamente en alto, y las otras mujeres se pusieron de pie.
—¿Qué? —La pregunta vino de cada uno de ellos.
—Yo estaba soñando, pero sabía que era real. Él estaba llamándome y me contestó cuando hablé con él. —La voz de Hee temblaba de emoción.
—¿Qué dijo? —preguntó Zhoumi cautelosamente, no muy seguro de si quería saber.
Hee negó con la cabeza, dejando escapar un suspiro tembloroso.
—Él estaba destrozado. Nunca he escuchado tanto miedo y dolor. Siwon dijo que no podía verlo de nuevo. Dijo que estaba tratando de impedir que él me tocara.
—Ellos están viendo sus peores temores —les dijo Dambi desde donde se apoyaba contra un árbol con la mirada perdida en el bosque—. Saben lo que temen los hombres. —Dejó la declaración colgando.
Hyesung asintió.
—El horror definitivo para nuestros hombres sería el hecho de tener que ver a otro hombre tocándonos, vernos con dolor, y vernos morir una muerte horrible.        
Hee gruñó y entrecerró los ojos, cuando se dio cuenta de lo que estaban diciendo.
—¿Me estás diciendo que Siwon está mirándome ser violado?
Hyesung asintió, mientras jadeos resonaban en todo el grupo.
—Y, más que posible, está probablemente viéndote dar a luz con horribles consecuencias —agregó Dambi.
Hyesung gruñó:
—No estás ayudando, Dambi.
Dambi se encogió de hombros.
—La ira es motivación. Los machos de su raza son intensos. No creo que alguna vez comprendamos plenamente lo mucho que ellos sienten por sus compañeros. No van a durar mucho tiempo con su cordura intacta si siguen teniendo que ver sus mayores temores e inseguridades reproduciéndose como un carrete roto. Sus lobos pronto se harán cargo y se volverán salvajes.
Changmin dio un paso adelante, mirando a Dambi.
—Por qué no nos dices que no hay esperanza ya que estás pasando todos los buenos deseos. Maldita sea Dambi, éstos ya no son solo lobos para nosotros. Ese es mi compañero, siendo torturado. No lo conozco muy bien y sí, él me asusta como el infierno, pero tú, diciéndome que va a perder la maldita cabeza y perderse para mí no está ayudando.
—Qué alguien me pellizque. —Hee se rió—. Changmin acaba de poner a la hadita Dambi en su lugar.
—No ayudas, Hee —murmuró Donghae.
—Shuuu. —Hee desestimó a Donghae—. ¿Cuándo has visto que trate de ser útil en situaciones en las que las pollitas están a punto de estallar en una pelea de gatas? —Hizo una pausa, pensativo—. Bueno, en este caso, sería una pelea de hadas, pero ya me entiendes.
—¿Podrías jodidamente madurar? —gruñó Donghae a su mejor amigo, y todo el mundo estuvo sorprendido por la maldad nada común en la voz de Donghae.       
Los ojos de Hee se estrecharon mientras miraba al sanador.
—¿Necesito recordarte que soy tu Alfa? Puedo limpiar el suelo con tu trasero gitano, por no hablar de que estoy embarazado y muy temperamental. No me empujes Donghae.
—¡BASTA! —La voz de Dambi hizo temblar el suelo a su alrededor y las cabezas de todos giraron para mirar a la Regia Fae Superior. Luz brillaba a su alrededor. Ella encontró los ojos de cada pareja dejándoles ver el poder que viraba a través de ella.
—Si quieren abalanzarse entre sí antes que la batalla incluso comience, entonces por todos los medios háganlo. No vengan llorando a mí cuando Desdémona libere a sus salvajes compañeros en este mundo solo para tenerlos a ustedes uniéndose a ellos de su lado, mientras desgarran vidas inocentes.
La noche se quedó en silencio, mientras las parejas consideraban las palabras de Dambi.
—Solo para ser claros, ¿una bofetada de perra sería considerado devastador? —Donghae sonrió inocentemente.
Hee puso los ojos en blanco. Hyesung se puso de pie y cruzó los brazos sobre el pecho mientras observaba la forma Fae de Dambi retroceder.
—¿Qué estamos haciendo, Dambi? ¿Cuánto tiempo más vamos a vagar por el bosque?
—No estoy vagando sin rumbo, si es eso lo que te preocupa. Hay un método para mi locura.
—Solo mientras estés consciente de que eres una loca de mierda — murmuró Hee.
Dambi ignoró el golpe y continuó.
—En  este  momento,  solo  hay  alguien  que  puede  ayudarnos  y     está probando ser difícil de encontrar.     
—¿Quién? —preguntó Hyesung.
—El Rey Jungsoo. —La voz de Dambi sonó con un tono de temor al pronunciar el nombre del rey.
—¿De qué es exactamente rey? —preguntó Donghae.
—De los Hechiceros —respondió Hyesung, antes que Dambi pudiera.
—¿En serio? —Hee resopló—. ¿Hechiceros?
—Puede que todos quieran sentarse para lo que tengo que decirles. —Dambi volvió a su lugar en el árbol, y esperó a que todos tomaran asiento. Donghae y Hee se sentaron en una rama caída, mientras que Hyesung, Zhoumi, Hongki, y Changmin todos se sentaron en varios puntos con la espalda apoyada contra árboles. Teuk yacía acostado, cubierta de mantas, y aparte de su respiración tranquila, estaba tan inmóvil como un cadáver, a pocos metros de distancia.
—Sí, Hee, los hechiceros son reales y Jungsoo es su rey. Ha sido su rey por un muy, muy largo tiempo. Como todos los seres sobrenaturales en el reino humano, su magia se está desvaneciendo. Se vuelve más débil cada año y su raza está disminuyendo en número. Aún tenía que encontrar una compañera, hasta recientemente, ya que al igual que cualquiera de nosotros es más débil sin una.
—Por lo tanto, ¿él ha encontrado una? —preguntó Donghae. Dambi asintió, la expresión de su rostro era aprensiva.
—¿Por qué tengo la sensación de que no nos va a gustar quién es esta compañera? —murmuró Hee.
—Jungsoo no es una mala persona, pero está en una posición difícil. Él tiene que proteger el futuro de su raza, así que hizo un trato con Desdémona. Jungsoo es el único ser que sabe cómo abrir el velo al Inframundo. A cambio de él abriendo el velo, Mona le prometió una compañera. Ella entregó a Park Sora al rey.
—¡QUÉ!

—¡MALDITA SEA!


3 comentarios:

  1. Te asmo(?)
    AHHHHH oh si!!!
    Ahora abra pelea de loba y gitana(?) -gatas-
    Jajajajajajajaja
    Ahhhh hasta que se enteraron!!!!!
    Ahhhhhh que ya se encuentren!!!!
    -la que no se acuerda quién posiblemente viole a Hee(?)-
    Venga...qué paso ahí!????
    Ahhhhh

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  2. oki donde pelean mujeres siempre sera una pelea de gatas

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  3. La bruja les está comiendo el mandado...en el marcador la bruja va ganando y por mucho,lo gracioso es ella está "sola" y en la otra parte hay un montón de lobos,hadas,sanadores y bueno...no hacen uno aunque claro,la bruja no está jugando limpiamente del todo.
    Acá se van a ir destapando arias cosas.
    Que feo,ahora las parejas saben la manera que sus lobos están sufriendo,y eso de que están sintiendo un poco de su sufrir debe darle la magnitud de lo que ellos sienten...que dolor.
    A ver si ya le van poniendo velocidad al asunto.

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...