Sapphire Wolf (T6)- 5



Todo el mundo finalmente se puso a dormir un poco. Como todas las noches, tomaron turnos para hacer vigilancia.
Los ojos de Donghae se cerraron y tuvo la esperanza de poder hablar con Hyukjae de nuevo. Esperaba poder decirle que mañana lo sostendría en sus brazos. Pero, no fue con Hyukjae con quien soñó. Para su sorpresa, fue con Teuk.
—¡Teuk? —Donghae dio un paso hacia su amigo. Estaban de pie en el bosque cerca de un fuego muy parecido frente al que Donghae había estado sentado antes de dormir.
—Estoy luchando, Donghae. Estoy luchando, pero necesito ayuda. —Las palabras de Teuk estaban enlazadas con desesperación y se veía cansado, como si no hubiera dormido en semanas.
—¿Con qué estás peleando, Teuk? —preguntó Donghae—. He tratado de ayudarte, pero no puedo pasar.
—Estoy empujando contra el hechizo —respondió Teuk—. Estoy pensando en todo lo que pueda llevarme de regreso a nuestro mundo. Kangin me dijo que luchara, que todos ustedes me necesitaban. Por favor, Donghae, ayúdame.
Donghae cerró el espacio entre ellos y envolvió a Teuk en sus brazos. No podía creer lo real que sintió el abrazo. Tal vez su mente estaba tan desesperada por tener a su amigo de vuelta. Sintió las lágrimas acumularse en sus ojos cuando Teuk la apretó más cerca.
—He estado tan solo. —Las palabras de Teuk salieron amortiguadas mientras apretaba la cara contra el hombro de su amigo.
—Hemos estado contigo todo este tiempo. —Trató Donghae de tranquilizarlo.
—Lo sé. Puedo oírlos, solo que no he sido capaz de moverme o responder. Es como si algo se hubiera envuelto alrededor de mi cerebro o algo así.
—Voy a buscar a Ryeowook y vamos a ver si podemos ayudarte, ¿está   bien?  No vamos a permitir que te quedes como estás Teuk, necesitas saber eso.
Teuk se apartó de su abrazo y se enderezó. Una lenta sonrisa se extendió por su rostro.
—Harías mejor en conseguir despertarme. Escuché que vamos a rescatar a nuestros hombres.
Donghae asintió con una sonrisa propia.
—Hee no ha comenzado a usar la jerga militar todavía, pero me imagino que va a venir.
Teuk le dio a Donghae un último asentimiento de cabeza, como si quisiera decir: vamos a hacer esto. Y entonces, Donghae sintió el sueño desvanecerse, transformándose en otro sueño… uno que jamás olvidaría.

Descansando alrededor del círculo, una por una, cada pareja se deslizó en su propio sueño. La Gran Luna los estaba bendiciendo ayudándolos a reforzar sus voluntades. Cada uno logró encontrar a su compañero. Y por muy breve que fue, fueron capaces de decirles que aguantaran, que estaban yendo por ellos muy pronto. Las lágrimas corrieron por sus rostros mientras sus fugaces momentos de tiempo con sus hombres se escapaban.
La mañana llegó demasiado rápido y el frío se metió en sus huesos atrayéndolos a la conciencia. Las parejas estaban solemnes e incluso Hee estaba más apagado que nunca. Pero un sentido de urgencia que parecía crecer con cada segundo, danzó en los bordes de sus nervios. Recogieron sus pocas pertenencias, comieron un poco de pan Fae, y de vez en cuando se sonrieron alentadoramente el uno al otro.
Fue el canto de Hee el que finalmente rompió el silencio, muy a su estilo por supuesto, se oyeron en el gradualmente iluminado bosque.

“Toda nuestra mierda está empacada, estamos listos para irnos, Parados aquí no podemos  sentirlo.
Odio decirles a todas que se pongan en camino.
Pero ya está amaneciendo, es temprano en la mañana, El Troll está esperando, se está rascando la macana.
Si van más lento, me van a matar.
Si me besan, las voy a patear. Métanse en la hierba, Pongamos el show en marcha.
Porque nos vamos, ya sea que vengan o no,
No podemos dejar a nuestros hombres empeorar. Ay mierda, tenemos que marchar”.

Para cuando Hee había terminado con su interpretación, la urgencia todavía seguía ahí, pero en lugar de la solemnidad como su compañía, ahora la esperanza se había arraigado.
—No sé cómo lo haces —dijo Dambi negando.
—Es simple —le dijo Hee—. Solo eliges una canción y vas con ella. Creo que mis versiones son siempre mejores que las originales.
—Eso es solo porque utilizas palabras explícitas y contenido cuestionable en la tuya. —Donghae se rió entre dientes—. Eso es sin duda una ventaja.
Finalmente todos empacaron y estaban listos para irse. Se quedaron viendo el uno al otro, preparándose a sí mismos para lo que estaba por venir.
—Tengo otra canción para este momento, ¿debería compartirla? — preguntó Hee.
Un “NO” colectivo se oyó. Hee levantó las manos en señal de rendición murmurando en voz baja.
—Santo cielo. Desilusionen suavemente a un joven embarazado.

El grupo acababa de empezar a caminar cuando oyeron un gemido procedente de la dirección que Teuk ocupaba. Todas se congelaron, esperando en arrobado silencio escucharlo de nuevo.
Después de unos momentos, oyeron lo que sonó como otro gemido. Donghae y Ryeowook fueron los primeros en llegar a lado de Teuk, e inmediatamente colocaron sus manos sobre él. Cerraron sus ojos y trataron, como lo habían hecho tantas veces antes, empujar a través del escudo que los mantenía fuera de la mente de Teuk. Pero no hubo resistencia esta vez. Entraron y lo que vieron los sorprendió. Vieron una jaula con una retorcida y viviente oscuridad atrapada dentro. Era como si Teuk hubiera empujado la maldad de su mente y la hubiera encerrado. Donghae y Ryeowook lo llamaron, atrayéndolo desde el lugar donde su lobo lo había llevado para protegerlo. Poco a poco, lo sintieron llegar a la conciencia hasta que finalmente abrió los ojos.
Teuk miró ocho pares de ojos viendo fija y esperanzadamente hacia él. Inhaló una dolorosa respiración, sus pulmones se extendieron bajo la cantidad de aire que los llenó. Parpadeó para aclararse la borrosa visión y trató de usar su voz, la cual había permanecido latente durante mucho tiempo.
—Hola —dijo con voz ronca. Silencio.
Entonces lo inevitable, que era Hee, interrumpió:
—¿Eso es todo lo que tienes para nosotros? ¿Hola? En serio Teuk, hemos estado arrastrando tu trasero por más de una semana y todo lo que puedes decir es: hola.
Teuk sonrió a su amigo y sus ojos brillaron.
—También te extrañé Hee.
Hee le guiñó un ojo.
—Bueno, te has despertado justo a tiempo. Tenemos la asignación de una operación encubierta y necesitas empezar a cargar con tu propio peso.
—Y comienza la jerga militar —murmuró Zhoumi.
Dambi rodeó a Hee para poder examinar a Teuk más de cerca. Ryeowook y Donghae continuaron tratando de expulsar el mal que todavía estaba en la mente de Teuk, aunque estuviera resguardado en la jaula.
Cantaban en un idioma que los demás no sabían y presionaron con la magia extraída de la naturaleza alrededor de ellos. Dambi puso la mano en el hombro de Donghae y compartió su propia magia con los sanadores y eso fue suficiente. Los ojos de Teuk se cerraron y dejó escapar un suspiro que parecía haber estado congelado en sus pulmones. Sintió el mal disiparse y la oscuridad que había estado llenando sus entrañas, desvanecerse.
Comenzó a levantarse, pero se detuvo cuando Dambi puso una mano en su hombro.
—Aguanta ahí, joven maravilla. Tómate unos minutos para orientarte. — Le pasó a Teuk algo de pan Fae y una botella con agua.
Teuk miró la botella y sonrió.
—¿De dónde exactamente sacaste una botella de agua Aquafina? Dambi se encogió de hombros.
—Tengo mis métodos.
Teuk tragó el agua, lo que le permitió humedecer su seca garganta y boca algodonosa. Podía sentirla siguiendo todo el camino de su esófago. Estaba fría y refrescante, y ayudó a su cuerpo a reunirse con los vivos. Tomó un bocado de pan Fae y recordó que se suponía que era para darles energía, que de otra manera no poseerían por su cuenta. En cuestión de minutos, sintió sus efectos. Por último, se puso de pie, con las piernas un poco inestables, y los músculos rígidos por falta de uso.
Sonrió mientras veía a todos sus amigos extendiendo los brazos esperando atraparlo si se caía. El simbolismo en ese pensamiento fue profundo y lo golpeó como una manada de elefantes. Estos jóvenes, su manada y amigos, habían estado allí para él cuando había caído. Lo habían atrapado y recostado en el suelo en lugar de dejarla caer a su muerte.
Habían cuidado de él, llorado sobre él, hablado  con  él  incluso  cuando  pensaban  que no  podía  oír.  Sí, pensó mientras veía hacia sus ansiosos rostros y brazos extendidos, ellos siempre lo atraparían.
Los despachó con un movimiento de la mano.
—No necesito ocho mamás gallinas restringiendo mi estilo.
De mala gana retrocedieron y le dieron algo de espacio para moverse. Dio un par de vacilantes pasos hacia delante y cuando no se cayó, dio unos cuantos más. Se estiró de puntitas levantando los brazos en el aire sintiendo sus músculos resistirse contra los movimientos. Se sentía bien, mejor que bien. Se sentía listo para traer a su compañero de vuelta.
Dambi vio el fuego comenzar a surgir en los ojos de Teuk y sabía lo que venía. Levantó la mano para detener lo inevitable.
—Démosle un poco más de tiempo, deja que te acostumbres a moverte y a ser consciente de nuevo. No serías nada bueno para nosotros si te derrumbas mientras estamos en ese agujero del infierno.
Hee se adelantó y levantó la mano.
—Me gustaría señalar que si se derrumba como una cabra desmayándose, por un segundo me reiría. Eso es todo.
—Gracias por los pensamientos positivos, Hee —dijo Teuk tajantemente.
—Siempre estoy aquí para ti, pato. —Hee sonrió.
Los ojos de Teuk se encontraron con los de Dambi y tenían un fuego que los iluminaba con una determinación inquebrantable.
—No vamos a esperar más, Dambi. Ellos han estado en ese lugar el tiempo suficiente. Mi compañero no va a pudrirse en ese terrible lugar solo porque estoy algo temeroso de no poder recomponerme después de estar dormido por unos cuantos días.
—Cuando lo pones así suenas bastante impresionante —señaló Donghae.
—Bueno, soy impresionante, maldita sea. —Teuk estampó el pie en el suelo.
Hee lanzó los brazos al aire.       
—Eso es todo, gente, decisión tomada. Teuk ha estampado su pie. Si puede maldecir y golpear con el pie al mismo tiempo, digo que está listo para irrumpir a través de las puertas del infierno.
Dambi miró a Hyesung.
—¿Estás bien con esto?
Hyesung miró hacia su nuero. No vio nada más que una voluntad de acero.
—Irá con o sin nosotros. Dambi asintió.
—Eso es lo que me temía. —Con un bufido, les hizo un gesto para que siguieran—. Bueno, agárrense a sus traseros, está a punto de ponerse feo.
—Jurassic Park —gritaron a la misma vez Donghae, Hee, y Teuk ante la cita de Dambi de la película.
Dambi los miró y negó.
—Creo que sus padres debieron de haberlos dejado caer sobre sus cabezas cinco veces a lo mucho.
—Mi mamá declara que fueron solo tres. —Hee caminó junto a sus dos mejores amigos, sintiéndose finalmente un poco más como él mismo—. Pero juro que fueron cuatro porque recuerdo que una vez…
Teuk apresuró su mano sobre la boca de Hee, y las demás dejaron escapar un suspiro colectivo.
Zhoumi le sonrió a Teuk.
—Es bueno tenerte de vuelta.
—¿Me estás diciendo que nadie ha estado censurando a esta bestia? —Hizo un gesto hacia Hee.
—Es bastante peligroso estos días. Todas queríamos mantener nuestra ropa seca y el cabello en nuestras cabezas —dijo Donghae en defensa.
Hee gruñó bajo, su lobo se estaba agitando junto con él.             
—Estoy parado aquí, sabes.
—En realidad estás caminando. —Teuk esquivó la mano que se extendió para golpear la parte posterior de su cabeza y se echó a reír junto con los otros.

Caminaron cerca de tres kilómetros antes de que Dambi finalmente se detuviera. Se dio la vuelta y llevó un dedo a sus labios. Haciéndoles señas para que se acercaran rápidamente miró hacia atrás por encima del hombro antes de comenzar a hablar. Su voz fue tan baja que tuvieron que inclinarse hacia adelante para oír.
—El puente está justo más allá de esos arbustos. El Troll está ahí y tiene muy buen oído y un muy buen sentido del olfato. Estamos a favor del viento en este momento por lo que deberíamos estar seguros. Voy a acercarme a él primero. Todos ustedes siéntense juntos y traten de no joder esto.
Changmin levantó una ceja hacia Dambi y entrecerró los ojos.
—Qué tal si tú tratas de no joder esto.
Dambi chasqueó la lengua hacia su compañero Fae.
—Vamos, Changmin, no debes guardar rencor por el pasado.
El rostro de Changmin se relajó mientras negaba. Había aprendido hace mucho tiempo que discutir con Dambi era un esfuerzo inútil.
Con una advertencia final con el dedo, como una madre a un hijo, Dambi se dio la vuelta y desapareció de la vista para enfrentar al Troll.
—¿Cuánto tiempo le damos antes de hacer nuestro movimiento? — preguntó Zhoumi.
—No hay necesidad de preocuparse —dijo Changmin despectivamente.
—¿Por qué no? —preguntó Donghae.
—Ese Troll no tiene oportunidad con Dambi. La única razón por la que va de esta manera es para mantener el equilibrio de la magia. Ir por ahí enviando a todo el mundo al olvido solo porque puedes no significa que debes.             
Un aspecto reflexivo vino sobre Hee mientras escuchaba al Fae.
—¿Cuando te pusiste tan Yoda con nosotros?
—No tengo idea de lo que eso significa, pero si significa que soy lo máximo, entonces diría que siempre.
Su atención volvió a los arbustos por donde Dambi se había ido y esperaron. La apertura hacia donde sus compañeros sufrían estaba a menos de, probablemente, quince metros de distancia.
Donghae miró hacia los chicos y podía decir que estaba tomando todo de ellos no echarse a correr. Él también sentía la urgencia, pero se animó a esperar. Esperar el momento exacto cuando Dambi les diera el visto bueno, esperar el momento en que deberían entrar en El Limbo y posiblemente perderse a sí mismo en su maligna influencia, esperar el momento en que vería a Hyukjae por primera vez en lo que se sentía como meses, a pesar de que solo habían sido un par de semanas.
Esperar parecía ser el tema de su vida en este momento, y si fuera honesto, diría que era un tema que chupaba los huevos. Sonrió para sí mismo por sus pensamientos porque por un momento sintió a su Hee-interior y se dio cuenta que no había tenido muchos de esos momentos últimamente.
A Donghae le gustaba pensar que era porque ya no necesitaba al Hee-interior, que se estaba convirtiendo exactamente en quién tenía que ser, exactamente en quiénes todos necesitaban que fuera. Era tiempo de dejar ir al Hee-interior y abrazar a Donghae, al sanador gitano, y emparejarse con Hyukjae.
Mientras estaba ahí, soportando la espera, aborreció absolutamente hacerlo y en ese momento, encontró la fuerza en sí mismo por la que siempre buscaba su Hee-interior. Había estado allí todo el tiempo. Solo le había tomado viajes, experiencias, pérdida, ira, amor, alegría y vida para descubrirlo. Y ahora Donghae, con su nueva fortaleza encontrada, iba a hacer volar las puertas del infierno. De acuerdo, no del todo yo solo, pensó,  pero  es  un comienzo.


Jungsoo, Sora y Minwoo habían estado huyendo del draheim durante casi dos días. Se habían puesto a cubierto en una cueva después de correr por el río gélido para cubrir su rastro. Habían pasado casi seis horas desde que habían oído a la bestia volar otra vez, sin duda, en busca de su presa.
—¿Crees que lo perdimos? —le preguntó Sora a Jungsoo.
Tenía la mandíbula tensa y las arrugas alrededor de sus ojos se profundizaron a medida que la preocupación, la ira y resolver todo luchaban por un puesto en su rostro. Finalmente les había encendido un fuego y estaban empezando a secarse y calentarse. A medida que el frío se disipaba de Sora y sus dientes ya no castañeteaban, su mente empezó a trabajar de nuevo.
Jungsoo la miró y su rostro se relajó un poco. Ella le sonrió. Abrió los brazos y ella se fue sin pensar. Estaban vivos, sin ser comidos, y eso garantizaba un momento para procesar lo que había pasado y, ¿qué mejor manera de hacerlo que en los brazos de un grande y guapo hechicero?
Él la abrazó contra su pecho y sintió su calor filtrándose en ella. Se relajó y encontró alivio en el conocimiento de que él la protegería. Podía permitirse simplemente ser por unos momentos, completamente confiada al pensar que él no iba a dejar que le pasara nada.
Finalmente, después de varios momentos de tranquilidad pasados frotándole la espalda y besando su cabello, él habló.
—Tengo la responsabilidad de ocuparme del draheim. No se le puede permitir permanecer en este reino. Es demasiado peligroso.
Sora asintió.
—Creo que en cierto modo me imaginé eso. ¿Qué vamos a hacer ahora?
Jungsoo sonrió.
—Me gusta cuando dices vamos.
Sora se sonrojó y él le pasó un dedo por su cálida mejilla.
—También me gusta cuando te hago sonrojar.
Sora no lo detuvo cuando él se inclinó y la besó. Ella no pensó en lo incómodo que Minwoo debía sentirse teniéndolos a ella y Jungsoo enrollándose como dos adolescentes. Todo en lo que podía pensar era en lo bueno que era el beso, lo suave que eran sus labios, y cuando se separaron, lo increíble que sabía. Los brazos de ella se envolvieron alrededor de su cuello y él la atrajo más cerca.
El beso duró más de lo que Jungsoo había previsto, pero nunca se cansaba de Sora. Podía besarla todos los días, todo el día, y aún así, no sería suficiente. Él todavía la anhelaría como lo hacía ahora.
Sora estaba sin aliento cuando se separaron y sabía que se estaba sonrojando furiosamente mientras el calor bailaba en su rostro.
—No se supone que estés cortejándome Casanova; se supone que estás contándome el plan patea traseros para derribar al grande y malo dragón.
—A veces un hombre solo tiene que besar a su pareja, pequeña. Y, en este momento no había nada que necesitara más que sentir tus labios sobre los míos.
Sus palabras hicieron que su corazón latiera más rápido y sintió la verdad detrás de ellas calmarla hasta sus pies. Santo cielo Sora, eres una mujer adulta, no una adolescente enamorada, se dijo, pero luego agregó: eso quiere decir que tengo que hacer cosas de mujer adulta, ¿cierto?
Ella sonrió ante el juego de palabras que totalmente intentó. Entonces quiso abofetearse mentalmente a sí misma por dejar a su mente siquiera poner un dedo del pie en esa dirección de pensamientos. Jungsoo debió haberlo notado.
—¿Qué está pasando en esa hermosa cabecita tuya? —preguntó, con una sonrisa maliciosa.
Sora frunció el ceño.
—Nada de lo que tienes que preocuparte. Ahora, ¿cuál es el plan?
El rostro de Jungsoo cambió en un abrir y cerrar de ojos desde lúdico a absolutamente serio como si un encendedor de luz hubiera sido apagado dentro de su cabeza. Él sabía que la única manera de matar a la bestia era con la flecha o espada forjada por un Elfo. ¿El problema? Había pasado mucho, mucho, mucho tiempo desde que había visto a un Elfo en el reino humano.
—Antes de que fuéramos atacados, por segunda vez podría añadir, mencionaste a los Elfos —facilitó Sora, luego miró a Minwoo para su confirmación. Minwoo asintió.
Jungsoo dejó escapar un suspiro de resignación, se puso de pie, y puso a Sora de vuelta en su lugar. Pensaba mejor si él estaba de pie y era capaz de moverse. Su cerebro parecía despejarse cuando podía moverse libremente.
—Los Elfos son una raza muy reservada. Mantienen la totalidad de su conocimiento cerca de sus corazones, y por buena razón. Puede que no sean tan poderosos como las Fae, pero se acercan. También son capaces de producir muchas cosas con su magia que ninguna otra raza puede. Una de esas cosas es las propiedades mágicas en el metal de sus armas. Una cuchilla Elfo, o una flecha, o armas de cualquier metal para el caso, pueden matar a cualquier cosa.
Los ojos de Sora se agrandaron.
—¿Cualquier cosa?
Jungsoo asintió.
—Y algunos de nosotros somos muy difíciles de matar.
—Es por eso que mantienen sus secretos cerca. —La voz de Sora se suavizó mientras  pronunciaba  sus  pensamientos  en  voz  alta—.  Si la persona, o sobrenatural, equivocado tiene en sus manos el conocimiento para fabricar un arma que podría matar a todos y cada uno de ustedes, podría ser desastroso.
Minwoo finalmente habló por primera vez desde que habían dejado de correr.
—Es imperativo que Mona nunca obtenga este conocimiento.
Sora asintió y dijo en un tono irónico:
—En cierto modo eso es un hecho.



3 comentarios:

  1. Hasta que el bello durmiente despertó!!!!
    Ahh ahora si!!! Que calentó la vuelta!!!
    Agarrense!!!!! Ahhhh genial!!!!

    ResponderEliminar
  2. al bien uno despierto y vamos por los demas

    ResponderEliminar
  3. Por fin \(*0*)/
    Ya vamos avanzando👏👏👏👏👏
    Ya Teuk despertó...tuvo que luchar contra la nubosidad que lo tenía dormido y ahora despierto están casi listo...ya casi entran al limbo.
    Las manadas están llegando
    De un momento a otro esto se pondrá mejor *0*
    Si la bruja sabe ese pequeño detalle no me extrañaría...me extrañaría que no lo sepa...aún.
    Todos contra la bruja...pero falta saber las sorpresas que ella les tiene

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...