Sapphire Wolf (T2)- 22




—¿Así es cómo lo llaman en estos días? —preguntó Hee. Él miró a Donghae—. Eso es lo que he
estado haciendo mal. No he estado diciendo que quería ser servido.

Cada hombre en la habitación tosió para cubrir las risas mientras Donghae golpeaba el brazo de Hee.

—Sólo digo, uno aprende algo nuevo todos los días —dijo, guiñando a Teukkie.

Kangin sacudió su cabeza, con una sonrisa en su rostro simplemente porque su Angel estaba sonriendo.
Junjin fue el primero en recomponerse mientras miraba a Teukkie.

—¿Cómo te sientes?

—Un poco mejor. Le estaba diciendo a Kangin que el dolor es soportable.

—¿Entonces crees que puedas viajar? Es un largo vuelo hasta Corea — le dijo Junjin.

—Sí, estoy bien. Estoy listo para dejar este continente. Estoy convencido que hay algo contra mí.

Kangin miró a Hongki, quien estaba parado al lado viéndose como si quisiera arrastrarse a un agujero.

—¿Crees que está bien para él viajar?

Hongki miró a Teukkie y luego a Kangin.

—Si dice que se siente a la altura, entonces, sí. Si a él le comienza a doler mucho otra vez tú sólo
necesitarás darle más de tu sangre.

Teukkie se sonrojó cuando Kangin lo miró con una sonrisa malvada. Hee miró entre los dos y luego
a Donghae.

—¿Ves a ese lobo refinado sonriéndole a nuestra mejor amigo?

Donghae miró aprensivamente a Hee.

—¿Sí…? —contestó Donghae precavidamente.

—Pensé que te dije que quería uno. ¿Dónde está? —preguntó Hee secamente.

—Y yo creí preguntarte si deseabas papas fritas o tostadas con eso y tú dijiste que preferías crema
batida. Tanto como me duele decirte esto —Donghae tomó a Hee por los hombros y lo miró a los ojos con toda seriedad—, y tal vez quieras prepararte, aparentemente a los lobos no le va bien la crema batida. Todos ellos dijeron que deja su pelaje pegajoso.

Hee sonrió abiertamente a Donghae mientras la habitación entera estalló en carcajadas, reteniendo
su puño de golpearlo.

—Liiiiindo.

Junjin se giró hacia Kangin aún sonriendo abiertamente, obviamente disfrutando de la alegría después
de tantos días de preocupación y miedo.

—Prepáralos para salir, Yunho tiene el avión esperando.

Kangin asintió, aún sonriendo.

—Como tú digas, Alfa.



Hee y Donghae abordaron el avión privado que Junjin había alquilado. Hee silbó mientras la
mandíbula de Donghae caía abierta ante la vista de semejante lujo.

—Donghae, me retracto. No sólo quiero un lobo y crema batida. Quiero un lobo millonario con crema batida.

—Está bien, déjame anotar eso por ti ya que pareces pensar que soy tu asistente personal.

Respondió Donghae, con tono cortante.

—¿Alguna vez has notado que los asistentes comienzan con  idioteces? ¿Crees que eso es una
coincidencia? —Hee se encogió de hombros mientras levantaba sus cejas a Donghae.

—¡Oh, cómo he extrañado a mis dos malhumorados mejores amigos! — dijo Teukkie sarcásticamente mientras abordaba el avión, seguido de cerca por Kangin.

Teukkie había comenzado a seguir a Hee y a Donghae cuando sintió a Kangin tirar de su mano. Volteó para mirarlo.

—Déjame revisar el avión antes de que tú y tus amigos vayan a explorarlo.

Él le dio a su mano un rápido apretón y luego caminó hacia la parte de atrás del avión. Teukkie notó
que había un pequeño vestíbulo que estaba bloqueado desde la parte delantera del avión.

—Esta cosa es enorme. ¿A dónde crees que lleva eso? —preguntó Donghae apuntando en la
dirección por la que Kangin había desaparecido.

—No lo sé, pero pretendo averiguarlo —dijo Teukkie a sus amigos con un guiño.

Los tres chicos se sentaron en un lujoso asiento que se extendía a lo largo de un lado del avión. En el
lado opuesto del avión había asientos estilo envolvente, dos por fila. Cada juego de dos se enfrentaba
a otro y había una pequeña mesa entre cada juego. Teukkie contó tres juegos. A su derecha, en la
pared que separaba la parte de atrás del avión de ellos, había un gran televisor pantalla plana y bajo
éste había un bar con varias bebidas en la vitrina de cristal.

Kangin llegó y se paró al lado de Teukkie, aparentemente con la inspección terminada. Teukkie, Hee
y Donghae observaron mientras los demás comenzaban a abordar el avión. Hyesung y Sora tomaron
uno de los juegos de asientos envolventes mientras Junjin y Yunho se sentaron frente a ellos.

Teukkie tuvo que pellizcar a Donghae cuando él comenzó a reírse porque Kyuhyun había intentado
sentarse en el asiento al lado de Hee, y Siwon le gruñó algo en coreano al pobre lobo, haciéndolo
palidecer y levantarse de un salto tan rápido que parecía que había sido apuñalado en el trasero con
un atizador caliente. Hee actuó como si no lo hubiese notado.

Hongki se sentó al lado de Donghwa frente al ahora tembloroso Kyuhyun y a un Siwon con el ceño
fruncido. Kangin se estiró y tomó la mano de Teukkie, tirando de él mientras que le indicaba los asientos envolventes para que ellos se sentaran. Teukkie se puso de pie, le hizo señas a Hee y a Donghae para que se unieran a ellos en los asientos frente a los otros.

Con todo el mundo con el cinturón de seguridad puesto, el avión comenzó su viaje por la pista,
aumentando la velocidad hasta que finalmente Teukkie sintió su estómago caer cuando las ruedas del
avión abandonaron el suelo. A medida que el avión se elevaba hacia el cielo Teukkie sentía como si
finalmente estuviese escapando de la pesadilla que había vivido el mes pasado. Hasta que el dolor lo
atravesó de nuevo.

Se inclinó hacia adelante en su asiento, con los brazos envueltos alrededor de su cintura mientras
apoyaba la cabeza sobre la mesa delante de él. Escuchó voces sobresaltadas, pero no podía distinguirlas.

No con el sonido de la sangre precipitándose en sus oídos mientras trataba de no gritar. Había pensado que estaba mejor puesto que había tomado la sangre de Kangin, pero Hongki tenía razón cuando dijo que haría falta más de una toma. Sintió que alguien desabrochaba su cinturón de seguridad y luego unos fuertes brazos estaban a su alrededor levantándolo. Acurrucó su cuerpo en la fuerza que sabía tenía que ser Kangin.

Teukkie no abrió los ojos hasta que lo sintió acostándolo sobre una superficie blanda. No se molestó en mirar a su alrededor, lo único que quería ver eran los ojos de Kangin. Lo observó mientras se tendía a su lado sin apartar sus ojos de los suyos.

—Necesitas más sangre, Angel —le dijo suavemente.

Teukkie observó mientras él desabrochaba los tres primeros botones de su camisa negra y empujaba
hacia atrás el cuello para exponer su garganta. A medida que el dolor continuaba su curso a través de
su cuerpo apenas registró que sus colmillos se habían alargado en el momento que Kangin desnudó su garganta para él.

Él suavemente envolvió su mano alrededor de su nuca y guió su boca a su piel. Esta vez Teukkie no dudó. Tan pronto como sus dientes se encontraron con su carne la atravesó sin pensarlo. Una vez más la picante esencia de Kangin se vertió en él mientras cerraba los ojos y le daba la bienvenida a su sangre sanadora.

Kangin acercó a Leeteuk, protegiéndolo con su cuerpo mientras tomaba lo que le ofrecía.
Le susurró al oído usando su lengua materna, diciéndole lo mucho que significaba para él y cómo
nunca podría imaginar una vida sin él. Y cuando le dijo que la amaba sintió su cuerpo temblar en sus
brazos. Esta vez él se apartó por su cuenta y Kangin vio las lágrimas rodar por sus mejillas.

—¿Por qué lloras, mi amor? —le preguntó con suavidad.

—Sabía que vendrías por mí, pero no sabía si yo sería la misma persona cuando me encontraras.

Kangin observó cuando él se movió hacia adelante y sintió su lengua pasar por donde acababa de
morderlo. Cuando Leeteuk se apartó, vio que sus mejillas estaban ligeramente teñidas de rojo y mientras pasaba la punta de sus dedos por su rostro sintió el calor de su piel.

—Lo siento, había, eh, algo de sangre. — dejó que sus palabras se fuesen apagando.

Kangin rió entre dientes mientras limpiaba la evidencia de sus lágrimas.

—No tienes que estar avergonzado, Angel. Puedes pasar tu lengua por mi cuello en cualquier momento. Te aseguro que nunca me opondré. —Se echó a reír cuando él le dio un manotazo, pero se alegraba de haber conseguido sacarle una sonrisa.

—¿Cómo te sientes ahora? ¿Ha disminuido el dolor? —preguntó en un tono mucho más serio.

Teukkie respiró hondo y soltó el aire lentamente. Cerró los ojos, concentrándose en su cuerpo. Todavía podía sentir un dolor sordo pero estaba incluso mejor que después de la primera vez que él le había dado su sangre.

—Me siento mucho mejor —le dijo honestamente. Frunció el ceño cuando le preguntó—: Kangin,
¿esto afectará los Ritos de Sangre puesto que he tomado tu sangre?

—No, Angel. Porque no he tomado tu sangre, los Ritos no están completos todavía.

Teukkie asintió su entendimiento. Rodó sobre su espalda y por primera vez miró a su alrededor. Se
dio cuenta que estaban en una habitación pequeña pero lujosa. Había suaves luces de techo a lo largo
del borde de la habitación. Estaban acostados en una cama tamaño king que llenaba el espacio casi
por completo.

—¿Es esta la parte trasera del avión? —le preguntó. Kangin asintió.

—Esta es la única cabina en el avión. Vine aquí atrás cuando embarcamos al principio para asegurarme de que estuviese lista por si necesitaba darte sangre de nuevo.

El rostro de Teukkie una vez más se tornó de un sonrosado color rojo.

—Supongo que todos ellos —indicó con un gesto en dirección a la parte delantera del avión—, saben
por qué vinimos aquí atrás.

—Bueno, estoy seguro de que están asumiendo que es porque necesitas mi sangre, pero podemos
darles una razón para creer que era para otra cosa — bromeó Kangin cuando empezó a hacerle
cosquillas y no pudo contener la risa suave que brotó de él.



Hee y Donghae se sentaron tensamente en sus asientos mientras se preguntaban si Teukkie estaba bien. Había estado tan pálido cuando Kangin se lo había llevado cargado. Hyesung seguía tratando de
tranquilizarlos de que Kangin se haría cargo de él. Sin embargo, no podían dejar de preocuparse.

Para el momento en que el avión alcanzó la altitud de crucero todos oyeron una risita suave
proveniente de la dirección en que Kangin había llevado a Teukkie. Hee puso los ojos en blanco mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad.

—Oh, por el amor de Dios —dijo, mientras se ponía de pie—. Si Teukkie tiene derecho a tener
relaciones a 25.000 metros, yo al menos voy a poner mi juego en forma. —Se volteó para mirar a los
otros lobos—. Donghwa, Yunho, Kyuhyun —pero fue interrumpido antes de que pudiera terminar.

Siwon se puso de pie, casi rasgando el cinturón de seguridad antes que recordara desabrochárselo.

—Heechul —su voz era mortalmente suave—, ¿qué condenado infierno quieres decir con poner tu juego en forma con tres de mis compañeros de manada?

Hee tuvo que darle una palmada en la espalda a Donghae cuando él empezó a toser ante las palabras
de Siwon.

—Bueno, cuando lo pones así suena bastante mal. Pero esas fueron tus palabras, Sparky, no las mías.
—Se volteó hacia Hyesung, ignorando las dagas con las que Siwon lo estaba mirando—. ¿Tienen una
baraja de cartas en esta nave?

Los ojos de Hyesung se arrugaron cuando sonrió.

—Apuesto a que podríamos encontrar algo. —Se desabrochó el cinturón de seguridad y comenzó a ir a través de varios compartimentos que no parecían compartimientos hasta que empezó a pulsar botones que los hacían abrirse. Finalmente, después de unos momentos Hyesung levantó una baraja de cartas a modo triunfal—. Estamos listos —dijo, sonriéndole a Hee.

Hee tomó la baraja mientras miraba a Donghae.

¿Estás dentro?

—Siempre.

—Está bien, muchachos. Vamos a ver lo que tienen —se burló Hee mientras se sentaba en el asiento
frente a los demás.

Los tres lobos miraron tentativamente a Siwon.

—Oh, por el amor de Dios, Siwi. Diles que no los vas a golpear si juegan a las cartas con los dos humanos. —Hee lo fulminó con la mirada.

Siwon no había apartado los ojos de Hee desde que él había declarado que quería poner su juego en
forma. Finalmente cedió y se volteó hacia sus compañeros de manada, quienes se encogieron bajo su
escrutinio.

—Sin tocar —dijo, mientras se volvía a sentar rígidamente, ladeado para poder observar todos los
movimientos del juego.

Los tres lobos se unieron a Hee y a Donghae. Sin saber dónde sentarse todos se sentaron en el suelo,
justo frente al asiento que Hee y Donghae ocupaban.

—¿Entonces vamos a jugar hold'em? —le preguntó Donghwa a Hee. Donghae resopló mientras
Hee seguía repartiendo las cartas.

—Hold'em es para mariquitas —bromeó Hee con un guiño—. Vamos a jugar algo un poco menos civilizado.

—¿Qué sería eso… exactamente? —preguntó Yunho enarcando las cejas y los labios ligeramente caídos.

—Strip Poker, por supuesto —dijo Hee inocentemente mientras los tres lobos tosían en su mano—.
Pero recuerden —añadió con una malvada mirada dirigida al amenazador lobo sentado detrás de los
otros lobos—: sin tocar.

El bajo sonido que retumbó desde el pecho de Siwon tenía a los otros lobos encogiéndose.

—Heechul —gruñó Siwon en señal de advertencia.

—Bien. Strip poker está descartado, ¡Pesca! es la onda. —Hee miró a Siwon—. De todos modos, ¿quién te invitó a esta fiesta? ¿Tu invitación no puede ser revocada?

—Eso sólo funciona con los vampiros, Heechul. —Sus ojos se estrecharon.

—Bueno, sería un poco más conveniente si algunas cosas fuesen universales en el mundo sobrenatural —espetó él.

—Algunas cosas son universales. Por ejemplo, no existe un ser que no pudiera querer devorar tu trasero bocazas. —Siwon le guiñó un ojo cuando él se quedó a medio barajar, con la boca abierta.

Donghae se acercó y empujó la barbilla de Hee hacia arriba, efectivamente cerrando de golpe su boca.

—Hee, ¿qué tal si yo me encargo de barajar, de acuerdo? —Donghae le quitó con cautela la baraja de
cartas, mientras Hee continuaba mirando a Siwon.



Kangin yacía al lado de una durmiente Leeteuk mientras el silencioso zumbido del motor del avión
zumbaba como una canción de cuna y se dio cuenta de lo mucho que parecía haber mejorado después de tomar su sangre dos veces.

El moretón en su mejilla se había desvanecido al suave color verde al que llegaban justo antes de
desaparecer. Él no había vuelto a mirar su espalda para ver si las marcas de garras habían empezado a
sanar. Kangin no sabía si tendría cicatrices o no dado que era sólo mitad lobo.

Se veía hermoso acostado a su lado. Suavemente tomó un mechón de su cabello y lo llevó a su rostro.
Las suaves hebras eran como la seda y el olor que aspiró de ellas era como un pedacito de cielo para él. No podía empezar a expresar su agradecimiento y alegría por tenerlo de vuelta con él.

El avión dio una sacudida cuando se encontró con turbulencias, la perturbación haciendo que Leeteuk
se moviera. Kangin vio como sus ojos se abrieron y luego chocaron con los suyos. Su respiración fue
extraída de sus pulmones ante la suavidad y el amor que vio reflejado en los hermosos ojos de Leeteuk. Vio sus cejas juntarse cuando una pregunta se formó en sus labios rosa.

—¿Por qué tus padres sólo tienen un hijo? —le preguntó. Kangin respiró hondo mientras pensaba en
la pregunta.

—Trataron de tener más pero mi appa seguía perdiendo los embarazos.

—Oh, Kangin, lo siento. Eso debe haber sido duro para él. —Leeteuk le tomó la mano y se la llevó a los labios mientras besaba suavemente su palma.

—Deberías saber, sólo en caso de que a futuro quieras intentarlo, que para nuestra especie es difícil
concebir. No sabemos por qué, pero no es común que los compañeros tengan más de uno o dos hijos.

—Tal vez Hongki podría ayudar —le dijo mientras sus ojos se iluminaron.


Kangin sonrió ante su eterno optimismo, pero luego entrecerró los ojos.

—Hongki tiene mucho por lo qué responder.

—Oh, Kangin. —Kangin observó como el rostro de Leeteuk se suavizó—. Sé que lo que él hizo estuvo mal pero entiendo que estaba herido y enojado. Me sacó de allí y él podría haber muerto luchando con Jihoon para que yo pudiera escapar. Por favor, no le hagas daño.

Él le levantó la barbilla para poder mirarla a los ojos.

—¿Realmente lo perdonas, incluso después de todo lo que soportaste?

Leeteuk asintió mientras buscaba su rostro.

—Lo perdono —dijo simplemente.

Kangin cerró los ojos brevemente y presionó sus labios suavemente en los suyos.

—Lo discutiré con mi padre.

Vio como sus labios se elevaban y sus ojos se iluminaban.

—Gracias, hombre lobo.


Kangin inclinó la cabeza hacia él, sin apartar nunca sus ojos de los suyos.

—Leeteuk, ¿cómo fueron las cosas con tu padre? No escuché a hurtadillas tu conversación con él cuando cada uno se fue por su lado. —Los ojos de Kangin se suavizaron y su boca se elevó en una sonrisa tranquilizadora.

—Fue bien. Él realmente sentía como que tenía que llegar a casa y hablar con su compañera acerca de todo. Aparentemente ella no sabe nada de mí. Me alegra haber llegado a conocerlo. Me alegra saber que él se preocupa por mí, pero no es a él a quien necesito en este momento. Mi momento de tener un padre ha pasado, Kangin, y Kangta lo entiende. Él está feliz por nosotros y eso significa mucho para mí, pero es a mi compañero a quien necesito ahora.

Kangin se inclinó y besó su frente suavemente mientras sus palabras se filtraban en su corazón.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —le preguntó cuando él se apartó.

—No podría negarte nada, Angel. Tal vez me permitirías mirar las marcas en tu espalda para ver si están sanando tan rápido como el moretón en tu rostro mientras satisfaces tu curiosidad —negoció él.

Leeteuk se puso boca abajo y lo dejó empujar su camiseta hacia arriba para que pudiera examinar su piel.

—¿Te has preguntado alguna vez si los Canis Lupis quieren un rey o Alfa? ¿Crees que alguna vez han querido tener, algo como, una democracia?

Kangin se rió entre dientes mientras pasaba sus dedos ligeramente a través de las marcas de garras que ahora eran cortes rojos, con la piel ya cerrada.

—¿De dónde vino esta pregunta? —preguntó mientras volvía a empujar su camiseta hacia abajo.

Leeteuk volvió a girar sobre su costado, con los ojos mirando tímidamente hacia abajo.

—Sólo estoy realmente asustado que tu manada no vaya a quererme como su pareja Alfa. ¿Y si prefirieran tener una democracia a tener a un mestizo como líder?

—Hay fallas en tu lógica, mi amor. —Kangin se relajó de espalda, con los brazos cruzados detrás de la cabeza—. En primer lugar, los Canis Lupis, como nuestros primos los lobos naturales, prosperan bajo la dirección de un Alfa. Debido a nuestra naturaleza violenta y dominante necesitamos el liderazgo y la dirección del que es más fuerte y está más en control que cada uno de nosotros…

…Sin un Alfa habría caos y anarquía. Nos somos humanos, Leeteuk, ni siquiera tú. No sobreviviríamos si tratamos de vivir como lo hacen los humanos. La manada te respetará y seguirá tu liderazgo. Eres fuerte y eso es lo que ellos buscan en un líder. Esto también explica por qué una democracia no funcionaría, porque los Canis Lupis no podrían elegir a un líder. Los lobos sólo siguen al fuerte; el líder tiene que probar que puede liderar. Su fuerza no puede estar basada en las opiniones de los demás. Él tiene que ser capaz de demostrar que es el más dominante y más capaz de cuidar de la manada. La pareja Alfa, por designio de la naturaleza, llega a esta posición naturalmente porque está emparejada con el Alfa. Fuiste elegido por el destino para ser mi Luna y por eso se demuestra que eres lo suficientemente fuerte como para liderar, lo suficientemente fuerte para tomar el control cuando otros traten de llevar el caos a la manada.

Teukkie se quedó callado por unos minutos después de que Kangin hubiera terminado de hablar. Pensó en lo que había pasado desde que conoció a Kangin y se preguntó si era la manera del destino de demostrarle que en realidad él era lo suficientemente fuerte como para liderar, para tomar el control.

Después de todo, había sobrevivido a dos Alfas psicóticos y aunque no había salido ileso, permanecía
entero. Todavía era el compañero de Kangin, todavía era fuerte. Miró a Kangin que esperaba
pacientemente su respuesta. Sus ojos se suavizaron cuando se encontraron con los suyos y no pudo evitar que sus ojos vagaran por su hermoso rostro.

—Puedo hacer esto. No estoy diciendo que no tengo miedo, pero tengo esto. Siempre y cuando estés a mi lado, hombre lobo, me apunto.

Teukkie se acurrucó junto a Kangin, contento de estar en sus brazos y siguió pensando en su futuro, en el futuro de ellos. No iba a preocuparse, iba a confiar en Kangin y en sí mismo, y lo daría todo y sería el mejor compañero y pareja Alfa cuando llegara el momento.

«Serás increíble, Angel, nunca lo dudes.»

Oyó la voz de Kangin y el amor que vertía en sus palabras en su mente.

«No me atrevería»

Respondió con confianza. Su respuesta fue un suave apretón y una risita entre dientes.



3 comentarios:

  1. Definitivamente disfrutaré enormemente el SiChul, que dicho sea de paso se roba este capítulo

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  2. Ay~ pero cuando el doctor Lee va a rebelar que Hee también es parte lobo!!!!
    Quiero Sichul~

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  3. Teuk esta mejorando,ya solo falta que lleguen a Korea para que por fin hagan los ritos de sangre y el kangteuk se una.....*0*

    Oh dios...Hee ha encontrado la horma ee su zapato...son muy pocos los momentoas o situaciones,pero Siwon ha logrado dejar con la boca abierta a Hee más de una vez....eso debe significar algo,ya quiero saber que tanto lleva el corazon de Hee ocupado por Siwon.....*0*

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...