Sapphire Wolf (T2)- 19




—Junjin, estos son los dos lobos que querían hablar contigo. —Kangta indicó los dos lobos que estaban
sentados a la mesa con ellos en el comedor—. Michael, Sean, por favor, díganle lo que me dijeron.

Michael y Sean se miraron un poco nerviosos, pero solo porque estaban sentados frente a uno de los Alfas más fuertes del mundo, no porque ellos fueran culpables de nada.

—Todo lo que sabemos es que Sam dijo que iba a tomar un vuelo a Springfield hace unos días —le dijo
Michael a Junjin.

—¿Por qué crees que esa sería información importante? —preguntó Junjin.

—Bueno, porque Sam es el mejor amigo de Jihoon y escuchamos que estabas preguntando si alguien
en la manada había ayudado a Jihoon. Si alguien lo hizo, sería Sam.

Kangin gruñó, mostrando que estaba perdiendo la paciencia.

—¿En qué ayuda a Jihoon que Sam vaya a Springfield? —gruñó. Fue Sean quien respondió esta vez.

—Si Sam iba a Springfield entonces probablemente significa que va a Ozark.

Esta vez fue Siwon quien gruñó. Junjin miró a sus dos lobos y luego se volvió hacia Michael y Sean.

—Por favor, perdonen sus modales, están un poco estresados por el momento. Por favor, expliquen el
significado de Ozark.

—Oh, claro. Lo sentimos —continuó Sean—, Sam es dueño de una cabaña en Ozark, y cuando se va allí normalmente vuela a Springfield.

Junjin agarró el brazo de Kangin antes de que se pudiera ir, inclinando la cabeza hacia un lado, un gesto muy parecido a un lobo.

—Perdón por preguntar, pero, ¿por qué un lobo que vive en Colorado tiene una cabaña en las montañas Ozark?

Michael miró a Kangta, pidiendo permiso para contestar. Cuando Kangta asintió, se volvió hacia Junjin.

—El padre de Sam es el Alfa en Springfield. Cuando Sam va a visitar a su familia, por lo general se queda en la cabaña en la tierra en que normalmente caza la manada de Springfield.

—Esto se pone cada vez mejor y mejor —se quejó Siwon.

Kangin se dio la vuelta lentamente a medida que Michael terminaba de hablar. Miró a su padre y luego a Kangta.

—¿Así que lo que estás diciendo es que mi compañero ha sido secuestrado y retenido en el territorio de un Alfa que no sabe que está ahí y él está puesto en el medio de su terreno de caza?

—¿Sí? —La voz de Michael fue casi un chillido al ver los ojos resplandecientes de Kangin y sus caninos alargados.

—Kangta, ¿sabes dónde se encuentra esta cabaña? —preguntó Junjin, sin apartar los ojos de su hijo.

—No, pero me pondré en contacto con el padre de Sam. Si le digo lo que está pasando tal vez esté
dispuesto a ayudar.

—O una vez que él se dé cuenta que su hijo está involucrado puede decidir que es en su mejor interés
quedarse fuera —agregó Siwon.

Kangta asintió mientras sacaba su teléfono y marcaba el número del Alfa de Springfield.


Cuando el interrogatorio terminó y Kangin volvió al auto, cerró la puerta de la camioneta, haciendo que quienes esperaban dentro saltaran.

—¿Las cosas han ido tan bien? —murmuró Hee en voz baja.

Junjin y Siwon subieron con menos espectáculo. Junjin ya estaba en el teléfono con Yunho mientras salía del camino de acceso de la manada.

—Yunho, ten listo el avión. Vamos a Springfield. —Hubo una pausa mientras Junjin escuchaba a Yunho en el otro extremo del teléfono.

—Sí, estamos llevando a todos. Consíguenos un hotel. No estoy totalmente seguro de todos los detalles pero vamos a necesitar un lugar para reagruparnos.

Junjin colgó y miró por el espejo retrovisor a Sora, quien esperaba pacientemente.

—Jihoon ha estado recibiendo ayuda de un compañero de manada cuyo padre es el Alfa en Springfield y tiene algún terreno y una cabaña en Ozark. Creemos que es ahí donde Jihoon tiene a Teukkie.

—Bueno, eso es una buena noticia, ¿verdad? Entonces, ¿qué pasa con la obvia ira? —preguntó Donghae.


—El Alfa no está cooperando. Él no nos daría la ubicación de la cabaña. Todo lo que dijo fue que no
iba a dejar que su hijo sepa que conocemos su ubicación general —gruñó Kangin.

—¡Qué diablos! Junjin, ¿no puedes hacerle nada a este Alfa? ¿Darle una buena sacudida por el pescuezo o algo? —preguntó Hee, con obvia frustración.

—¿Acabas de decir una buena sacudida por el pescuezo? —le preguntó Donghae con duda.

—¿Qué? Sólo lo estoy sugiriendo.

—Si llegamos a eso, entonces sí. Pero no tengo a toda mi manada conmigo y el Alfa de Springfield no es uno débil —respondió Junjin.

—Oh, correcto. ¡Cielos, esto es una MIERDA! —gruñó Hee.



El viaje de regreso al hotel fue tranquilo. La tensión podía tocarse y las olas de frustración que rodaban expedidas de Kangin eran suficientes para causar vértigo.

No debieron haber pasado cinco minutos en la habitación del hotel cuando Kangin se desplomó en el
suelo. Se agarró la cabeza, luchando contra el dolor punzante. Cuando apretó sus ojos ya cerrados se
dio cuenta que era el dolor de Leeteuk el que sentía. Algo iba muy mal. Intentó llegar a él pero Leeteuk se estaba esforzando por mantenerlo fuera. Kangin empujó con más fuerza. Tuvo una breve sensación de miedo, o terror, y luego él cerró las paredes con aún más fuerza.

—¡Ahhhh! —gritó Kangin.

—Kangin, ¿qué pasa? ¿El está bien? —Donghae y Hee estaban arrodillados a ambos lados de Kangin, quien seguía gruñendo de manera tan amenazadora que por primera vez Donghae tuvo miedo.

Siwon dejó salir su propio gruñido cuando tomó con suavidad el brazo de Hee y lo alejó del lado de Kangin.

—Oye, ¿qué ray…? —empezó a protestar Hee, pero cuando alzó la mirada al rostro de Siwon cerró la boca. Los ojos de Siwon estaban brillando y sus caninos se habían alargado. Algo le dijo que sería mejor soportar esto.


Kangin intentó una vez más alcanzar a Leeteuk.

«Mi amor, estoy aquí.» Y lo que escuchó como respuesta rasgó en dos su corazón.

«Lo siento, Kangin. Lo siento tanto.»

La voz de Leeteuk en su mente sonó tan quebrada y desamparada. Supo entonces que arrancaría el
corazón de Jihoon de su pecho por ser el causante.

—Leeteuk —gruñó Kangin mientras se arrodillaba en el suelo, la profundidad de su desesperación
grabada en cada sílaba de su nombre.

—Kangin, por favor, ¿qué pasa? ¿El está bien? —preguntó Donghae con suavidad.

Kangin miró los temerosos ojos de Donghae.


—No lo sé. —Luego miró a Hee—. No sé si está bien.



Hee se sentó en el banco del parque y aunque parecía mirar a algunos niños jugar en el patio, sus ojos estaban llorosos, sus pensamientos muy alejados de donde estaba sentada. La humedad rodando por sus mejillas la sacó de su estupor. No podía recordar un tiempo en que se sintiera tan impotente.

Incluso durante el accidente fue capaz de hacer algo para ayudar, pero ahora todo lo que podía hacer era esperar. Esperar a que Junjin hiciera los arreglos del viaje, esperar a que Kangin escuchara de Teukkie que él está bien, esperar a que el maldito mundo se abriera y lo tragara porque no podía imaginar un mundo sin Teukkie.

Quería gritar ante la injusticia de todo. Teukkie era uno de las más agradable y más leales personas que conocía. ¿Por qué le pasaba esto a él?

Hee cerró los ojos e intentó luchar contra el abrumador miedo que amenazaba con aplastar su espíritu.

Sintió un cuerpo grande y caliente sentarse junto a él en el banco y por alguna razón no estuvo asustado o sorprendido de su llegada.

—¿Qué pasa, Heechul? Nunca te he visto tan distante. —La voz de Siwon transmitió la preocupación que estaba intentando ocultar.


—Estoy cansado, Siwon. Estoy preocupado y no estoy de humor para ayudar a aliviar la tensa situación.

La cara de Hee mostró el miedo que por primera vez le permitió a él ver

—Sé que soy sarcástico y que bromeo mucho, incluso en las peores situaciones. Es cómo lo enfrento,
cómo le hago frente para no desmoronarme. Pero no tengo la fuerza para ser la que levante el ánimo de todo el mundo. No lo tengo para ocultar el dolor que amenaza con asfixiarme por miedo de que nunca vuelva a ver a Teukkie o de que algo horrible le pase.

Siwon se acercó a Hee en una muestra de ternura que estaba empezando a notar que solamente
exhibía con él.

—No siempre tienes que ser el fuerte.

—Ahí es donde te equivocas, Siwi. Tengo que serlo, por ellos. Donghae, Sora, y a veces incluso por
Kangin. Tengo que ser el que cree tan firmemente que lo traerán de regreso, que puedo ser
sarcástico. Que puedo darme el lujo de ser bromista para aligerar u oscurecer este enredo. Y no que
simplemente lo traigan de vuelta, sino que lo traigan entera. Hay peores cosas que la muerte para
un joven, Siwon.

Siwon no estaba muy seguro de cómo responder a eso. No sabía cómo manejar a un Heechul desanimado. Un Heechul sarcástico, malvado y jugueton, sí, con ese él podía tratar. Pero con este espíritu aplastado y frágil no sabía qué hacer. Lo acercó más a él y apoyó su barbilla en la cima de su cabeza.

—Haría lo que fuera por quitarte el miedo, por traer a tu amigo de regreso ileso.

Hee se echó hacia atrás para poder mirar a los ojos a Siwon, sorprendido por las palabras llenas de
emoción.

—Te creo —le dijo Hee mientras lo miraba con fijeza a los ojos.

Siwon se inclinó hacia adelante ligeramente y por un momento Hee pensó que quería besarlo, pero
se contuvo. Tosió para cubrir el momento incómodo.

—Bueno, supongo que es mejor si regresamos a la habitación y vemos si están a punto de dirigirse al
aeropuerto.

—Sí, supongo que es mejor. —Hee se puso de pie y se dio la vuelta para dirigirse de regreso al hotel.
A pesar de las palabras amables de Siwon se sintió peor. No solo su amigo estaba en las manos de
un lobo psicópata sino que el sujeto del que se estaba enamorando nunca podría ser suyo. ¿En qué
había estado pensando para siquiera considerar una aventura con un chico, un hombre como Siwon?
Le rompería el corazón cuando él hallara a su compañero. No era tan fuerte como Sora. Una vez que Siwon fuera de él ya no sería capaz de dejarlo ir.


Kangin vio como todo el mundo abordaba el avión. Había intentado ponerse en contacto con Leeteuk
varias veces desde la última vez que lo contactó y seguía sin dejarlo entrar. Estaba empezando a
enojarse por su rechazo.

¿Por qué no lo dejaría acercarse? ¿No entendía lo doloroso que era estar separado de él?
¿No le dolía también?

Por primera vez desde que lo había conocido Kangin sintió temor ante la posibilidad de que Leeteuk no lo quisiera, que no lo amara como él lo amaba. Pero sabía que no podía ser cierto. El era su compañero, la otra mitad de su alma, debía sentir el dolor de la continua separación.

Algo tuvo que haber sucedido para causar que se mantuviera alejado. Tan pronto como estuviera solo
y pudiera concentrarse, por primera vez, la obligaría a dejarlo entrar en su mente. Sabía que no debería hacerlo pero ya era suficiente. Era su compañero, ¿cómo podía ayudarlo si no lo dejaba acercarse?



Donghae miró cuando Hee se desplomó en su asiento en el avión. Su cara estaba carente de emoción.
Fue la única vez que Donghae pudiera recordar ver a su sarcástico y franco amigo parecer tan perdido. Se sentó a su lado, se ajustó el cinturón, y tomó su mano.

—Háblame, Hee —dijo Donghae.

Hee miró a Donghae y para sorpresa de él, Hee se inclinó hacia adelante, enterrando la cara en el cuello de Donghae.

Donghae sintió los hombros de Hee estremecerse y se dio cuenta que estaba llorando.

—Oh, Hee. —Donghae envolvió sus brazos alrededor de su amigo destrozado— Cariño, dime, ¿ese
lobo te hizo daño? Lo mataré, sólo dilo y lo destriparé como un pez.

Los hombros de Hee temblaron incluso más. Finalmente se echó hacia atrás y miró a Donghae.

—Estoy asustado por Teukkie. ¿Y si ese pedazo de mierda le hizo daño? ¿Y si, Dios Donghae, y si…? —Hee no pudo terminar el pensamiento, era demasiado horrible considerarlo.

—Entonces ayudaremos a que Kangin lo rompa en pedazos, y luego lo amaremos ferozmente para que sepa que siempre estaremos allí para él. Sin importar el tiempo que le tome sanar, estaremos allí para él.

Hee asintió solemnemente.

—En medio de la preocupación por Teukkie, creo, mierda, no lo sé. Siento algo por el lobo grande y
tonto, pero no debería. Él solo romperá mi corazón.

—Oh, mi pequeño Hee. ¿Quién aspiraría por las estrellas si no es para ti? No te rindas, todavía no,
¿de acuerdo? —le dijo Donghae.

Hee sacudió la cabeza. No seguiría teniendo esperanzas por algo que nunca pasaría. Se enfocaría en
recuperar a Teukkie, y entonces tendría que pensar seriamente en si podía manejar estar en Corea,
donde él estaría.


Siwon miró a Hee desde el otro lado del pasillo. Su cara manchada de lágrimas derramadas, los ojos
hinchados. Sintió su pecho apretarse y un deseo desconocido por protegerlo, de despedazar a quien se
atrevió a dejarlo hecho trizas. Lo estaba matando no ser capaz de hacer algo por su dolor. ¿Cómo luchaba contra un enemigo invisible? ¿Cómo reparar tal situación? Siwon gruñó a la vez que apoyaba la cabeza contra el apoyacabezas y cerraba los ojos, aunque no podía descansar, no mientras el temor de Hee pulsara sobre su piel. No descansaría hasta que pudiera ver la luz llenar sus ojos y el sarcasmo rodar fácilmente de su lengua una vez más.



Mientras Hongki pasaba el paño caliente por la espalda de Teukkie, tratando de limpiar la sangre seca, pensó en cómo finalmente había despertado después de haber sido noqueado por Jihoon, había gritado hasta que Jihoon finalmente había regresado a la habitación.

Lo había avergonzado por la forma de tratar a su llamado compañero y él finalmente había cedido y había traído un poco de agua tibia y un paño para que pudiera limpiar la ensangrentada piel.

Había querido tratar de hablar con Jihoon para que le dejara ayudar a Teukkie a tomar un baño caliente, pero no había sido capaz de despertar al pobre chico en el momento. Hongki se imaginó que estaba en estado de shock por la brutal forma en que el lobo lo había tratado.

Demonios, él mismo estaba en shock. Ahora que Teukkie estaba despierto tenía miedo de cómo su
mente lidiaría con todo lo que le había sucedido a manos de Jihoon.

—¿Por qué lo hizo? —Teukkie finalmente levantó el rostro y miró a Hongki a la cara.

—Oh, cariño, ven aquí. —Empujó la silla a la que su pierna estaba esposada más cerca para poder tomar a Teukkie en brazos. Teukkie empezó a llorar en silencio, con el rostro enterrado en el hombro de Hongki.

—Él me hizo beber su sangre y luego tomó la mía. ¿Cómo me querrá Kangin ahora?

—Él siempre te querrá, Teukkie. Eres su compañero, suyo y solo suyo —le dijo Hongki mientras le frotaba suavemente la espalda.

—Todavía me duele. Pensé que se suponía que su sangre me haría sentir mejor —le dijo Teukkie.

Hongki retrocedió para mirar a Teukkie.

¿En serio? ¿No te sientes ni un poco mejor?

Teukkie negó con la cabeza.

—No, todavía me siento como si estuviera en llamas, ardiendo por dentro. Él no me hizo nada sexual
pero me siento tan violado, tan sucio. —Teukkie cerró los ojos mientras las lágrimas corrían lentamente por su rostro.

—En cierto modo, lo que él hizo fue más íntimo que el sexo.

—Se suponía que sería Kangin, Hongki. Dios, se suponía que sería Kangin. No se suponía que fuera así.


—Lo sé, cariño. Lo sé. Es mi culpa, Teukkie. —Ahora Hongki estaba llorando.

Hongki sabía que lo que decía era cierto, que era su culpa. Él había ayudado a este monstruo a poner sus manos en Teukkie. ¿Cómo podría vivir consigo mismo?

—Estaba tan enojado con Kangin por quitarme a mi hermano, que no quería que fuese feliz, que te tuviera. No pensé que Jihoon te haría daño. Pensé que como te quería como su compañero, te trataría reverentemente como lo hacen la mayoría de los hombres con su pareja. Pero tú no eres realmente suyo, no estás llevándote su oscuridad y eso sólo está alimentando su locura. Lo siento tanto. Yo hice esto y me mereceré cualquier castigo que tu Alfa decida.

—No estoy enojado contigo, Hongki. No me queda ninguna emoción para estar molesto. Sólo quiero a Kangin. Sólo quiero a mi compañero. —Teukkie se echó hacia atrás y se recostó en la silla en la que estaba esposado.

—¿Todavía puedes sentirlo a través de su vínculo? —le preguntó Hongki.

—Sí, pero no quiero que sepa lo que pasó. ¿Y si él ya no me quiere? ¿Cómo va a querer tocarme alguna vez después de lo que Jihoon hizo?

—Teukkie escúchame —le gruñó Hongki con firmeza—. Kangin es tu verdadero compañero. No hay nada en este mundo que podría conseguir que él deje de quererte. Él nunca dejará de buscarte. Tienes que creer eso. Déjalo entrar, déjalo amarte, esa es la única cosa que te curare emocionalmente y sospecho que solo su sangre te curará físicamente.

—¿Qué pasa si él no me encuentra a tiempo? ¿Y si me muero antes de que pueda darme su sangre?
—Teukkie pensó que vomitaría ante la idea de no volver a ver a Kangin, a sus amigos y familia.


—No pases este tiempo separado de él. Alcánzalo a través de tu vínculo. Tienes que saber que el hecho de no dejarlo entrar lo está matando y puedo notar que está matándote a ti.

La cabeza de Hongki giró bruscamente hacia la puerta un segundo antes de que se abriera. Teukkie no pudo evitar el gemido que emitió, pero se armó de valor antes de dejar que el miedo se apoderara de él. Decidió allí y en ese momento que este idiota no lo rompería. No le permitiría quitarle a Kangin.

—Estás despierto, por fin. —Jihoon la miró ferozmente, el desprecio evidente en su rostro.

—Sí, bueno lamento hacerte esperar pero uno se cansa un poco cuando es atacado. Tendrás que
perdonar mi falta de consideración hacia tus sentimientos —gruñó, sabiendo que no debería provocarlo pero incapaz de detenerse.

Hongki le puso una mano en la pierna, una advertencia silenciosa.

—Sí, bueno como dije, tú me obligaste Teukkie. Ahora ya sabes. Si presionas, voy a presionar en
respuesta, y siempre voy a ganar.

Teukkie no respondió, simplemente lo fulminó con la mirada, encontrando su mirada fija sin pestañear. Jihoon se rió entre dientes.

—Veo que realmente eres un Alfa, es bueno saberlo. Odiaría que fueses dominado tan fácilmente.
¿Dónde estaría la diversión en eso?

—Jihoon, te dije antes que si lo quieres como un compañero, entonces no lo estás haciendo de la manera correcta —intentó razonar Hongki con él.

—Me sentiré mejor una vez que mi compañero ya no lleve las marcas de otro. Haré que le des a Teukkie un poco de ese sedante, Hongki. De esa manera no sentirá demasiado dolor cuando las haya quemado de su cuerpo.

Hongki jadeó.

—No vas a tocarlo, Jihoon. Moriré antes de que le pongas otra mano encima.

—Oh, no te preocupes, Hongki. Eso puede ser arreglado. Pero primero pensé que te gustaría ver esto,
dado que me ayudaste y todo eso. ¿No se siente bien saber que el lobo que mató a tu Alfa nunca tendrá a su compañero? Pensé que estarías feliz —se burló Jihoon.

—No puedo esperar para ver a Kangin rasgar tus miembros uno a la vez. Me deleitaré con tus gritos y
luego me bañaré en tu sangre. —La mirada que Teukkie le dio fue salvaje e incluso se sorprendió al oír el sanguinario sonido de su voz.

—Eres un luchador, me gusta eso. Te traeré tu cena en un momento y luego deberías descansar un
poco, amor. Mañana parece ser un día bastante complicado para ti. —Jihoon se rió entre dientes
mientras se volteaba para salir.

Teukkie observó mientras cerraba la puerta detrás de él. Se dobló cuando el dolor se extendió por su
cuerpo.

—Teukkie, ¿está empeorando el dolor? —preguntó Hongki con  suavidad.

—Sí, sólo me duele. ¿Hablarías conmigo? Distráeme por favor.

Hongki pensó por un momento, tratando de averiguar de qué hablar, luego recordó a Heechul y su sangre.

—Descubrí lo que era diferente en la sangre de tu amigo.

Teukkie lo miró, con genuino interés en su rostro.

—¿En serio? ¿Qué es? ¿Está bien?

—El tiene sangre de hombre lobo.

—Cállate —respondió Teukkie sin rodeos.

—Eh, está bien —dijo Hongki, confundido.

—Oh, no, no me refiero a que realmente te calles. Es más como una declaración de “oh, mierda”
—explicó Teukkie rápidamente.

—Oh, bueno entonces, permíteme explicarlo. Heechul tiene sangre de hombre lobo, aunque sólo un
poco. Existe esta cosa llamada la Regla de Una Gota. En realidad era utilizada para describir la cantidad de sangre mezclada que una persona tenía en tiempos de la guerra civil cuando habían empezado a existir las relaciones interraciales y la gente estaba comenzando a ver a los niños mixtos entre los afroamericanos y los caucásicos.

Hongki pasó los siguientes dos horas explicándole a Teukkie todo acerca de la Regla de Una Gota, y cómo se aplicaba a Hee. Teukkie no podía creer lo que estaba escuchando y, sin duda, había sido capaz de mantener exitosamente su mente alejada de su dolor. ¿Así que tal vez era posible que Siwon fuese su compañero?

—Siwon ha estado actuando tan protector con Hee. ¿Es posible que él sea su compañero a pesar de que no han escuchado los pensamientos del otro y que Hee no tiene sus marcas? —preguntó Teukkie.

—Supongo que eso es posible dado que la sangre de Heechul es bastante diluida. Supongo que podría
requerir algo más para que los signos de emparejamiento se revelen.

—¿A qué te refieres con algo más?

—Tal vez se requiere una reacción física o emocional importante para desencadenar la respuesta de emparejamiento —explicó Hongki.

—Eh, eso suena como lo que aprendí en psicología sobre cómo las personas con genes latentes de
enfermedad mental a veces tienen que tener algún tipo de gran evento crucial en la vida para poner en
primer plano el gen.

—Ese es un buen punto, Teukkie. Es muy posible que sea similar a eso.

Ambos jovenes se quedaron en silencio después de la larga conversación, ambos pensando en las
posibilidades. Teukkie finalmente se acostó, agarrando una almohada de la silla. Se giró hacia el lado
opuesto a Hongki, necesitando un tiempo para pensar. Sintió que Hongki colocaba una manta sobre él
y agradeció en silencio que el joven pareciera comprender que Teukkie necesitaba estar solo por el
momento.

Ese tiempo a solas no duró mucho. Sintió un fuerte empujón en su mente y no podría haber hecho nada para mantenerlo fuera.
  
«Leeteuk, no me excluyas. Por favor nunca me obligues a entrar a la fuerza en tu mente así de nuevo.» Teukkie podía oír la desesperación en su voz.

«Lamento si te bloqueé, Kangin, pero no sé cómo hacerte frente en este momento.»

Teukkie se mordió el labio para no llorar. No iba a romper a llorar antes de que le hubiese contado todo, él tenía derecho a saberlo.

«Dime, Angel. Dime lo que sea que necesites decir, pero primero escucha esto: siempre te amaré, siempre te necesitaré y te querré. No te atrevas jamás a dudarlo,  ¿queda claro?»

Maldito sea ese lobo, pensó mientras las lágrimas escapaban de sus ojos.

«Como el cristal.»

«Bueno, ahora dime.»

Teukkie decidió que sólo tenía que arrancarlo como una curita y tal vez no dolería tanto.

«Él me obligó a tomar su sangre y luego me mordió. Traté de luchar contra él, Kangin, lo intenté, pero él era demasiado fuerte. Arañó mi espalda porque vio tus marcas.»

Antes de que Teukkie pudiera evitarlo estaba soltándolo todo.

«Él me dijo que mañana va a quemar tus marcas de mi espalda. Tenía miedo de que no me quisieras más, porque él me mordió.»

Teukkie podía sentir la furia de Kangin emanando a través de su vínculo y trató de tranquilizarse a sí mismo para que no pensara que iba dirigida a él.

«No hay nada que podría hacerme dejar de quererte. Nada de lo que hagas o dejes de hacer me
impediría estar contigo. Eres mío, Leeteuk. Mío sin importar lo que pase.»

Teukkie sintió las lágrimas correr por sus mejillas. Sintió los labios de Kangin en los suyos cuando le envió el pensamiento de él besándolo, abrazándolo.

«Te extraño, hombre lobo» susurró.

«Voy por ti. Sabemos dónde estás.»

«¿¡Qué!? ¿Dónde? ¿Dónde estoy? ¿Cuándo estarás aquí?»

Teukkie no podía creer lo que estaba oyendo. Lo había encontrado. Sabía que él lo haría, nunca dudó
que lo haría, pero escucharlo traía un alivio que nunca había conocido.

«Estás en las montañas Ozark. No sabemos tu ubicación exacta, pero llegamos a Springfield hace un par de horas y estamos de camino a Ozark ahora. Te encontraré así tenga que buscar en cada cabaña en las montañas Ozark.»

«Sé que lo harás. Voy a estar esperando.» 

«No lo provoques, Leeteuk. Tú sobrevive, ¿entiendes? Ese es tu trabajo, sobrevivir.»

Teukkie podía sentir la intensidad detrás de sus palabras y sabía lo Kangin le estaba pidiendo. Que hiciera todo lo necesario para mantenerse con vida. Sin importar lo que Jihoon quisiera, Kangin sólo me quería vivo.

«Tú sólo preocúpate por llegar aquí, deja que yo me preocupe por mí. Te necesito, Kangin. Quédate
conmigo ahora, habla conmigo, y dime cómo está mi mamá, y Hee y Donghae.»



Kangin le dijo todo lo que quería saber. Le habló de lo fuerte que era su mamá y cómo Hee estaba
volviendo loco a Siwon. Le contó cómo Donghae en realidad lo había enfrentado respecto a ir con
él a ver a los lobos de Kangta. Cuando se quedó sin cosas que contarle de sus amigos, empezó a
contarle la historia de los Lobos Suju.

«¿De dónde vienen?» le preguntó.

«La leyenda dice que fuimos creados por la diosa que vive en la luna. Ella es la gran Luna. Los lobos en Corea se estaban extinguiendo porque los cazadores los mataban por sus pieles. Con el fin de ayudar a salvar las especies ella combinó el espíritu humano con el espíritu lobo, creando al hombre lobo. Les dio a los humanos el poder y la fuerza del lobo y al lobo la inteligencia del ser humano. Desde entonces, los lobos han  prosperado.»

Teukkie pensó en la leyenda y se preguntó si era cierta. Pensó que todo era posible ya que los hombres lobo incluso existían. Ese pensamiento encendió otro.

«Kangin, ¿hay otras cosas además de hombres lobo?»

«¿De verdad quieres saber la respuesta a eso, Angel?»

«En este momento, hombre lobo, las cosas que asustan en la noche son las menores de mis
preocupaciones

Teukkie no pudo evitar pensar que era de su propia especie de la que tenía que temer.

«Entonces sí, mi amor, hay otras cosas además de los hombres lobo. Pero creo que en este momento
tienes que dormir un poco. Estaré allí pronto.»

«Quédate conmigo.»

Teukkie bostezó y luego se estremeció cuando sintió el dolor propagarse por su cuerpo.

«Siempre, Angel. Todavía estás sufriendo.»

No era una pregunta.

«Sólo date prisa, hombre lobo.»




2 comentarios:

  1. Ahhh!!!!!
    -rueda por el piso-
    Sichul señoras!!!
    Se viene el Sichul!!!
    Ahhh que ya encuentren a Tukkie...por lo menos es un alivió saber que la sangre del idiota no hizo nada, solo su compañero verdadero lo salvara!!!

    ResponderEliminar
  2. Por favor...por favor llevenme con ustedes y dejenme matar a ese loco...
    Aaaaaawwwwwww Siwon fue a confortar a Hee *0*
    Y asi....a casi nada de darse un beso y Siwon se arrepiente...no lo culpa,me frustra pero no lo culpo,Siwon debe querer no lastimar a Hee...nadie más sabe que Hee tien algo de hombre lobo...y ya lo dijo Hee......seria peor si al final resulta que estan juntos y siwon encuentra a su compañero....aunqur sabemos que Hee lo es...no pueden evitar el pensar asi sin saber lo que el disque doctor a descubierto.

    Que bueno que Teuk desidio decirle a Kangin...aparte del sichul,eso fue lo que más me gusto...*0*

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...