Sapphire Wolf (T2)- 16




Junjin se detuvo en la entrada de la sede de la manada local. Él había explicado en el camino que iba
a ser el que haga las preguntas y quería que todos los demás permanezcan en silencio. Bueno, sus
palabras exactas fueron: “mantengan sus malditos hocicos cerrados,” pero quién está siendo técnico.

Todos ellos salieron de la camioneta y siguieron a Junjin hasta la puerta. Esta se abrió antes de que
pudieran tocar y Junjin reconoció al lobo como el nuevo Alfa que él había nombrado después de que
Kangin hubiera ganado el desafío entre él y su antiguo Alfa.

—Junjin, te invito y a los tuyos a entrar. Sean bienvenidos. —Las palabras del Alfa eran un saludo formal que prometía seguridad a la manada de Junjin mientras estén en su territorio.

—Geunsuk Jang, Alfa de la manada de Coldspring, aceptamos tu invitación y reconocemos tu promesa de paz, a juego con la nuestra —respondió Junjin igual de formal.

Geunsuk se hizo a un lado para permitir que los lobos entren, luego cerró la puerta detrás de ellos.
Junjin notó la escasez de decoración y la falta de calor a la que se había acostumbrado en su propia sede.

Siguieron a Geunsuk a medida que este les condujo por un pasillo. No había cuadros adornando las paredes, las cuales eran de un gris pálido. Él abrió una puerta y los hizo pasar a una habitación que parecía ser un lugar de encuentro. Había dos sofás dispuestos uno frente a otro y varias sillas de espalda de ala fijadas a cada lado de los sofás, formando un círculo.

—Por favor, tomen asiento. —Geunsuk se sentó primero, dispuesto a someterse al dominio de Junjin sobre él. Todos los otros lobos tomaron varios puestos y Junjin fue el último en abandonar su postura finalmente.

—Venimos a ti con graves noticias sobre el compañero de mi hijo — anunció Junjin al Alfa—. Necesito saber si tú o algún miembro de tu manada están involucrados.

Geunsuk se trasladó hacia adelante en su asiento, enderezando la espalda, indicándole a Junjin que tenía toda su atención.

Junjin continuó.

—Teukkie fue secuestrado del hospital ayer por la noche en el que había estado recuperándose de un
accidente de auto. Parece que uno de los lobos de Kangta, que es padre de Teukkie y Alfa de la manada Denver, está involucrado.

—Lamento escuchar esto, pero, ¿por qué crees que mi manada estaría involucrada en esto? —preguntó Geunsuk.

—El doctor Lee era el médico tratante de Teukkie.

Los ojos de Geunsuk se abrieron de par en par ante la noticia y fue evidente para Junjin que no había
sido consciente de esta información.

—Hongki no ha estado alrededor de la manada desde la caída de Shangchul. ¿Crees que él está
involucrado en la desaparición de Teukkie?

—Creo que hay miembros de tu manada que albergan ira hacia Kangin por derrocar su Alfa y sólo
puedo imaginar el dolor que el doctor Lee debe estar sufriendo por la pérdida de su hermano. Tendría
sentido para Jihoon, lobo de Kangta, buscar ayuda de aquellos lobos que harían cualquier cosa para
tomar de Kangin lo que su Alfa había fallado en hacer.

Geunsuk no respondió durante varios minutos, la falta de enfoque en sus ojos haciendo evidente que se había perdido en sus pensamientos. Finalmente habló, pero no a Junjin. Sus ojos se fijaron en Kangin.

—Sé de cuatro lobos que son leales a Sangchul incluso ahora. He tenido que forzar su obediencia en
más de una ocasión.

Kangin no lo dudó.

—Llámalos ahora. No voy a esperar más tiempo para obtener la información que necesito para encontrar a mi compañero.

—Dame cinco minutos.

Kangin asintió, reconociendo la solicitud del Alfa. El hecho de que Geunsuk podría incluso buscar la
aprobación de Kangin reveló quién era el lobo dominante entre los dos.

Fiel a su palabra, Geunsuk volvió cinco minutos más tarde.

—Ellos están en camino. Les dije que era una reunión de la manada. Ellos no saben de su presencia.

—Eso fue sabio —concordó Junjin.

Veinte minutos más tarde, los cuatro lobos que Geunsuk había llamado se sentaron delante de Junjin,
incapaz de moverse ante el poder del Alfa. Kangin gruñó mientras él permanecía de pie junto a su
padre y este tenía a los lobos desnudando sus cuellos en sumisión, aunque era evidente que no querían.

—Van a responder a las preguntas de Junjin honestamente, sean advertidos que él sabrá si mienten —gruñó Geunsuk por lo bajo a los cuatro lobos sentados delante de él.

—¿Alguno de ustedes está familiarizado con un lobo llamado Jihoon? — preguntó Junjin.

Al principio, los lobos no respondieron, pero a medida que el poder de Junjin comenzó a apretar
sus gargantas, cortándole el aire, finalmente cedió uno.

—No, no conocemos a un lobo con ese nombre.

—Cierto —reconoció Junjin.

—Eso tendría sentido, Alfa, que Jihoon no se revelara ante ellos. —Siwon habló en voz baja, no siendo afectado por el poder de su Alfa fluyendo a través de la habitación.

—¿Alguno de ustedes ayudó a un lobo en el secuestro del compañero de Kangin?

Una vez más, los lobos no respondieron de inmediato. Junjin gruñó una prometedora advertencia
disciplinaria por su falta de obediencia.

—No sabemos de lo que está hablando. —Esta vez un lobo diferente habló. Kangin se lanzó hacia
delante, agarrando al lobo por el cuello.

—Mientes —gruñó, permitiéndole a su lobo mostrarse. Sus ojos fulguraron de un azul mortal, sus colmillos se alargaron, y sus garras se clavaron en el cuello del lobo.

Por primera vez, Junjin no trató de detener a Kangin.

—Es obvio que ninguno de ustedes aprendió la lección sobre hacerle daño al compañero de un Alfa cuando Kangin mató a Sangchul. —La voz de Junjin fue afilada como un cuchillo—. Van a contestar con la verdad o le permitiré a Kangin recolectar la información de ustedes como sea que él lo considere necesario.

Los cuatro lobos miraron a su Alfa, suplicándole con sus ojos para que interviniera. Su respuesta mostró la falta de respeto máxima mientras le daba la espalda, básicamente diciendo que estaba haciendo la vista gorda a las acciones del Alfa Coreano.

Finalmente el lobo sentando más lejos de Kangin se rompió.

—Le dimos un auto. Dijo que necesitaba transporte que no podía estar vinculado a él a fin de secuestrar al compañero de Kangin. —El lobo se atrevió a gruñir a Kangin cuando él le dijo—: No es menos de lo que te mereces por tomar a uno de los nuestros.

Kangin soltó al lobo que había estado sosteniendo y para sorpresa de su padre dio un paso atrás. Su mirada recorrió a cada uno de ellos, y un poder que Junjin sabía igualaba al suyo propio hizo que los lobos cayeran de rodillas en sumisión.


—¿A dónde se lo llevó? —preguntó, su voz había bajado más, la calma antes de la tormenta.

—Eso no lo sabemos. Él no lo dijo y nosotros no le preguntamos.

—Cierto. —Junjin asintió.

—Ustedes escucharán el juicio de mi Alfa por sus acciones y agradecerán a cualquier Dios que sirvan
que no sea yo quien esté encargándose de su destino.

Kangin empujó una vez más su poder hacia fuera y los cuatro lobos se agarraron sus gargantas,
tratando en vano de respirar. Finalmente, después de que comenzaran a tornarse azules Kangin
los liberó.

Junjin se volvió hacia Geunsuk.

—Alfa de la manada de Coldspring, esta es mi decisión para estos cuatro lobos que están bajo tus
reglas. Espero que te asegures de que se lleve a cabo. Si no lo haces compartirás su destino.

—Así como usted dice, se hará —le dijo Geunsuk a Junjin mientras desnudaba su garganta en
sumisión.

Volviendo a los lobos condenados, les dijo:

—Se verán obligados a sus formas de lobo por su Alfa. Durante ese estado les serán removidos sus
garras y los colmillos de sus bocas. Sus pieles serán afeitadas de sus cuerpos. —Los lobos aullaron de
miedo e ira, pero Junjin no había terminado—. Una vez de vuelta en sus formas humanas, las marcas
en su espalda serán distorsionadas para mostrar que han sido despojados de su lugar en la manada.
Serán entonces expulsados a ser lobos solitarios en sus estados vulnerables, y sin una manada para
protegerlos. ¿Entienden que este es el precio que pagarán por su traición y crimen contra Kangin, el
príncipe de los Canis Lupis Coreanos?

Los cuatro lobos no tuvieron otra opción que inclinarse en sumisión y desnudar sus gargantas. Junjin se volvió hacia Geunsuk.

—Te doy las gracias por tu cooperación y si encuentras cualquier otra cosa te pediría que te pongas en contacto conmigo de inmediato. ¿Todavía tienes la tarjeta que te di después del desafío?

—Sí, voy a ayudar en todo lo que pueda. —Girándose a Kangin, Geunsuk apartó la vista hasta el hombro de Kangin, no queriendo desafiarlo al mirarlo a sus ojos— Lamento el dolor que mi manada te ha provocado de nuevo. Sé que eso no ayuda, pero quiero que lo sepas sin embargo.

Kangin dio un solo asentimiento al Alfa para mostrar que había oído sus palabras, pero no dijo nada a
cambio. Se volvió a seguir el camino por el que habían entrado, necesitando pensar y procesar la
información que los lobos de Geunsuk habían dicho. No sabía si era suficiente para ayudarlos, pero era algo, y justo ahora algo era mejor que nada.



Hongki se aferró a la manija en el techo de la avioneta que Jihoon había conseguido, nunca había volado en una tan pequeña y ya había decidido, después de treinta minutos de traqueteo por todo el lugar, que nunca lo haría otra vez.

—¿Cuánto tiempo dijiste que tardaría este vuelo? —le preguntó a Jihoon.

—Nos faltan alrededor de una hora y quince minutos.

—Genial —murmuró en voz baja.

No había sido tan difícil como había pensado conseguir meter a Teukkie en el avión. Tuvo que darle
otra dosis del sedante cuando Teukkie había empezado a gemir de nuevo. Hongki tenía la esperanza
de que una vez que llegaran a su cabaña podía permitir que el sedante desapareciera para que
Teukkie pudiera decirle lo que estaba sintiendo. No había forma de que midiera el progreso de su
enfermedad sin la contribución de Teukkie.


Jihoon miró a el doctor Lee y decidió que ya era hora de que explicara exactamente qué era lo que
necesitaba hacerse para arreglar a Teukkie. No quería tener que esperar para vincularse con él, sabía
que incluso ahora Kangin estaría haciendo todo lo posible por localizarlo.

—Dime otra vez lo que está mal con él —dijo Jihoon, más una orden que una pregunta.

Hongki respiró hondo y soltó el aire lentamente, sabiendo que era inevitable que esta conversación
tuviera lugar.

—Recibió una transfusión de sangre humana. En pocas palabras, debido a que es medio lobo esa parte de su sangre no la reconoce. Por lo tanto, está atacando a las células. Células que ya han comenzado a  fluir a través de su corazón, su hígado, sus riñones, todos sus músculos. La sangre es el alimento del cuerpo, llevando nutrientes y oxígeno a los órganos. Su cuerpo está tratando de evitar que eso suceda porque piensa que la sangre que ella recibió es un virus.

El rostro de Jihoon era sombrío cuando le preguntó lo que tenía que hacerse.

—El necesita sangre de hombre lobo para reemplazar las células humanas que su cuerpo está atacando —explicó.

—Eso será fácilmente remediado.

—No sé si es tan fácil, Jihoon. No sé si él tiene que recibirla por medio de un mordisco y tomar la
sangre a través de sus colmillos, ni siquiera sé si tiene colmillos, o si una transfusión funcionaría
—admitió.

—Sigue siendo fácilmente remediable, haremos las dos cosas —dijo Jihoon, con plena confianza
en su voz.

El resto del viaje transcurrió en silencio. Hongki se preocupaba por Teukkie y por cómo Jihoon
prácticamente había salivado ante la idea de Teukkie tomando su sangre. Hongki no estaba prestando
atención al hecho de que no estaba viendo ninguna de las cadenas montañosas que perfilan el
horizonte de Colorado.

Fue sacado de su estupor cuando oyó a Jihoon en su teléfono.

—¿Está listo? —le oyó preguntar—. Bien, deberíamos estar allí en unos minutos.

Al darse cuenta que algo no estaba bien, Hongki miró por la ventana y pudo notar por el paisaje que
no estaban en Colorado.

—¿Qué está pasando, Jihoon? —preguntó con voz temblorosa, traicionando lo nervioso que estaba.

—Cambio de planes. —Fue lo único que escuchó antes de que todo se volviera negro.

Jihoon miró la forma desplomada de Hongki, sintiendo una pequeña punzada de arrepentimiento por
tener que causarle dolor, pero era necesario. Después de haber decidido llevarlo con él se dio cuenta
que él podía decirle a Teukkie en dónde estaban y luego Teukkie podría decirle a Kangin.

No iba a permitirle arruinar todo su trabajo duro si de repente decidía tener una conciencia. Así que
había llamado a uno de sus lobos, Sam, porque sabía que le era leal a él y no se pondría en contacto con Kangta, y le pidió que alquilara una cabaña en las montañas Ozark en el sur de Missouri y le enviara las coordenadas, así como encontrar un lugar para aterrizar.

Su compañero de manada había hecho algo mejor que eso. Había encontrado una cabaña con un
campo vacío junto a él. Una vez más, Jihoon sintió como si el destino estuviese interviniendo. Él le dijo a Sam que se subiera a un avión y volara hasta el aeropuerto más cercano a su ubicación, luego
alquilara un auto y, después de conseguir víveres, lo encontrara en la cabaña.



A medida que se acercaba a la ubicación del campo, comenzó su descenso. Vio la cabaña a la derecha
del campo. Cuando las ruedas tocaron la tierra, el avión rebotó ante el contacto. En general, no estaba
tan mal como aterrizaje, pensó Jihoon.


Una vez que el avión se detuvo completamente Jihoon entró en acción, no queriendo que Hongki
despertara antes de que lo tuviera con los ojos vendados y esposado. Todavía iba a necesitar su ayuda
con Teukkie, así que pensó que podía permitirle estar sin las esposas bajo su supervisión mientras atendía a su paciente.

Se fue hacia el lado del pasajero del avión y abrió la puerta. La forma inconsciente de Hongki cayó fuera y él lo atrapó justo a tiempo para evitar que golpeara el duro suelo. Agarró una bolsa de la tabla del suelo frontal y luego se dirigió en la dirección que había visto la cabaña.

Cuando llegó a la puerta, recordó que Sam le había dicho que el lugar que alquilaba las cabañas
pondría una llave debajo de la alfombra.

Entró en la cabaña, sin molestarse en mirar a su alrededor, y rápidamente puso a Hongki en la primera pieza de mobiliario que vio. Metió la mano en la bolsa que había traído y tomó un par de esposas. Lo inclinó hacia adelante, halando ambos brazos detrás, y aseguró sus muñecas con las esposas. Sintiendo que por ahora eso sería suficiente, se dirigió de nuevo al avión para buscar a Teukkie.

Jihoon agarró la bolsa de la intravenosa y la puso sobre el estómago de Teukkie para trasladarlo desde el avión a la cabaña. Bajó un extremo de la camilla al suelo y luego la haló hacia adelante hasta que las ruedas delanteras estuvieron en el borde de la puerta. Entrando al avión, agarró la parte delantera de la camilla y la bajó al suelo también. Jihoon tomó el resto de las bolsas que Hongki había traído con él y cerró la puerta del avión. Empezó a empujar la camilla hacia adelante lo más rápido que pudo sin hacer caer a Teukkie de ella.

Finalmente llegando a la puerta de la cabaña una vez más, Jihoon empujó la camilla dentro de la cabaña, y esta vez se detuvo en seco, sorprendido por cuán despejada era. El techo era a dos aguas y se elevaba por lo menos diez metros en el aire.

A su derecha vio una enorme chimenea de piedra y varias sillas y un sofá hecho de cedro que parecía
tener cojines de gamuza, todos formando un semicírculo alrededor de la chimenea. Había mantas tiradas en sillas y cojines apilados en el suelo, por lo que era obvio que se trataba de un lugar de comodidad, para relajarse y alejarse del resto del mundo. El lobo de Jihoon hizo un ruido sordo en aprobación del lugar que llamaría su guarida.

Necesitando averiguar el mejor lugar para colocar a los jovenes, caminó por el pasillo hacia las distintas puertas. Entró en la puerta al otro lado de la habitación principal y entró en un espacio acogedor que parecía ser una biblioteca/estudio.

En el centro de la habitación había una alfombra mullida que, tras una segunda mirada, se dio cuenta
era una piel de oso. Alrededor de la alfombra había varias sillas de cedro con mullidos cojines y mantas tiradas sobre sus respaldos. En la pared más alejada de la puerta había un hermoso escritorio de cedro  con un aparador con estantes que tenían iluminación incorporada. Este era el lugar donde pondría a Teukkie y a Hongki. Ellos se sentirían cómodos aquí, y la mejor parte era que no había ventanas en esta habitación.

Jihoon regresó a la sala de estar y volvió a cagar a Hongki. Lo llevó a la biblioteca y lo puso en una de las sillas de cedro. Luego se fue y recogió a Teukkie de la camilla y lo colocó en una de las sillas que era más del tamaño de un sofá de dos plazas.

Cuando comenzó a salir de la habitación, oyó a Hongki gemir y se volteó para ver que estaba despertando. El gimió y trató de mover sus brazos, sus ojos se abrieron de golpe al darse cuenta que estaban atrapados. Mirando a su alrededor salvajemente, tratando de orientarse, sus ojos se posaron en Jihoon.


—¿Qué has hecho, Jihoon?

—No podía tenerte diciéndole a Teukkie donde estábamos cuando de repente decideras que no podías seguir adelante con la elección que habías hecho. Así que decidí que lo mejor sería no ir a tu cabaña. Lamento tener que esposarte, pero hasta que pueda poner un candado en la parte exterior de esta puerta tendrás que permanecer de esa manera.

—Sabes, podría simplemente cambiar y estar fuera de ellas en un Segundo —lo desafió, tratando de sostenerle la mirada.

Jihoon gruñó y dio un paso hacia él, con los ojos brillantes. Hongki tuvo que dejar caer la mirada. Mierda, era más dominante que él. Por supuesto que lo sería, era un maldito Beta.

—Puedes tratar de cambiar, pero conoce esto: hay sólo una razón por la que no soy el Alfa de una manada ¿Puedes adivinar cuál es?

Hongki se dio cuenta que lo que él le estaba diciendo era que su poder era lo suficientemente fuerte como para evitar su cambio. Él tendría que ser material de Alfa con el fin de hacer eso. Lo único que le haría más débil que otros Alfas, por supuesto, pensó, mirando a Teukkie…

—No tienes una compañero —respondió.


—Eso será remediado lo suficientemente pronto —gruñó Jihoon, sus ojos todavía brillando.

Jihoon giró para salir de la habitación, diciéndole que no se moviera. Independientemente de lo que le
había dicho ella trató de cambiar, pero Jihoon le había dicho la verdad. El poder que él tenía fluyendo a través de la casa impedía su cambio.

Jihoon regresó con otros tres juegos de esposas. Se acercó a él y le agarró uno de sus tobillos y le colocó la esposa, y luego con el otro extremo esposó el carril de la silla de cedro. Hongki lo fulminó con la mirada mientras lo veía asegurar a Teukkie de la misma manera.

Cuando Jihoon se apartó, oyó gemir a Teukkie. Él lo miró y vio que sus ojos revoloteaban y Tekkie estaba tratando de moverse. Se quedó congelado, esperando, pero no tuvo que esperar mucho tiempo mientras los ojos de Teukkie se abrían. El lo miró y luego trató de mirar a su alrededor, sus ojos encontrando a Hongki.

—¿Doctor Lee? —Su voz era ronca y llena de preguntas sin respuesta. Teukkie volteó la cabeza hacia él —. ¿Jihoon? —Gimió y trató de tirar de sus piernas hacia su pecho, pero no pudo ya que una estaba esposado al riel de la silla.

Cuando pareció que el dolor había pasado bajó la mirada hacia sus pies, y luego trató de tirar de sus
brazos alrededor, dándose cuenta de que estaba esposado

—¿Alguien quisiera explicarme por qué estoy esposado y no en el hospital? — preguntó Teukkie, mirando hacia atrás y adelante entre el doctor Lee y Jihoon.

—Has sido secuestrado, Teukkie. Jihoon quiere hacerte su compañero — respondió Hongki como si fuese un hecho, y con mucha más verdad de la que Teukkie esperaba.

Una vez más, el dolor atormentó el cuerpo de Teukkie y cerró los ojos, tratando de dejarlo fuera. Cuando pudo respirar de nuevo miró a el doctor Lee.

—¿Qué pasa conmigo?

Hongki le explicó lo mismo que le había explicado a Jihoon en el avión, pero se detuvo antes de que él le dijera cómo podía ser sanado.

—Está bien, doc. No es posible que piense que no sé que usted debe saber cómo solucionar esto. ¿Por
qué más lo habría traído Jihoon?

Fue Jihoon quien respondió.

—Necesitas sangre de lobo. La recibirás de mí.

—Excelente —dijo Teukkie sarcásticamente incluso mientras alcanzaba a Kangin con su mente.

«¡Kangin!»

No pudo contener el miedo que se vertió en el vínculo entre ellos. Estaba dolorido, podría morir si no
recibía sangre de hombre lobo, y algún lobo demente había decidido una vez más que debería ser suyo. Dicho lobo quería que él tomara su sangre y, sí, tener miedo era un eufemismo en este punto.

Teukkie sintió unos brazos a su alrededor y una mano acariciando su rostro.

«Leeteuk.»

El desesperado dolor que escuchó en la voz de él fue suficiente para traer lágrimas a sus ojos.



1 comentario:

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...