Sapphire Wolf (T2)- 21




—¿Por qué haces esto? —le preguntó, con la esperanza de tal vez distraerlo—. ¿Por qué me quieres,
cuando sabes que no soy tu verdadero compañero?

Teukkie chilló cuando, de repente, ya no había un gran lobo ante él, sino un hombre desnudo en su lugar.

—¿Tienes alguna idea de lo que se siente estar solo? ¿Estar vacío por dentro y sentir que estás siendo
consumido por ello? Es por eso que estoy haciendo esto. Necesito una pareja. Hay tan pocas y Kangin
todavía es un cachorro. Él tiene un montón de tiempo antes de que la oscuridad comience a volverlo loco.
Pero yo, soy viejo. Necesito una pareja.

Teukkie mantuvo los ojos bien puestos en su rostro mientras le escuchaba. Podía ver el dolor en su cara, pero después de lo que le había hecho no sentía pena por él.

—Tienes que darte cuenta ya que no voy a hacer que la oscuridad desaparezca para ti. Tiene que saber que sólo tu verdadero compañero puede hacer eso —intentó razonar.

—Será mejor una vez que nos apareemos. Eso nos hará uno y luego la locura será contenida.

—Jihoon, eso no va a suceder. ¡Yo no soy tuyo! Nunca seré tuyo.

Jihoon se abalanzó hacia él, empujándolo sobre su espalda. Él agarró sus manos y las empujó hacia el
suelo mientras se inclinaba hacia delante poniendo su nariz contra su cuello. Teukkie gimió por su
cercanía, odiando la sensación de su piel contra la suya.

—Ya ni siquiera hueles como él —gruñó—. Hueles a mí. ¿De verdad crees que te va a querer una vez
que huela a otro lobo sobre ti?

Teukkie miró directamente a los ojos de Jihoon.

—Kangin siempre me querrá sin importar lo que me hagas.

Jihoon rugió ante su audacia, pero no retrocedió. Él tomó sus manos y las levantó sobre su cabeza,
sosteniendo ambas muñecas con una de sus manos. Con su mano libre lo agarró de la barbilla,
manteniendo su cara en el lugar mientras se inclinaba hacia adelante.

Teukkie se dio cuenta que iba a tratar de besarlo y comenzó a golpear salvajemente. Él la sostuvo con
más fuerza, se estremeció por el dolor de sus muñecas. Agarró su cara más fuerte mientras sus labios
brutalmente bajaban hacia los suyos. Retorció su cuerpo tratando de quitarse de encima a Jihoon
pero era demasiado grande. Antes de que pudiera apartar sus labios, Teukkie abrió su boca y lo mordió con fuerza.

Jihoon rugió cuando le soltó la boca. Mirándolo penetrantemente, Teukkie se estremeció ante la
mirada feroz en sus ojos.

—¿Será así, entonces? —le preguntó mientras echaba su mano hacia atrás. Teukkie se dio cuenta que
iba a pegarle y trató de quitar la cabeza del camino. Cerró los ojos, esperando el golpe. Nunca llegó.
En cambio, el peso que era Jihoon había desaparecido repentinamente cuando fue arrojado de su cuerpo.

Teukkie abrió los ojos para ver a Kangin inclinado sobre él.

—¿Kangin? —susurró su nombre mientras las lágrimas comenzaban a rodar por su rostro.

—Estoy aquí, amor. —Kangin se estiró por él, pero se detuvo cuando gritó de dolor.

—Se está poniendo peor —dijo entre los dientes apretados.

—Vamos a sacarte de aquí tan pronto como los demás nos alcancen. — Kangin se interrumpió cuando sintió los dientes hundiéndose en su brazo. Él gruñó en voz alta y se volvió hacia Jihoon. Se abalanzó sobre él y cambió en medio del aire.

—¡Kangin! —gritó Teukkie mientras veía a los dos grandes lobos chocando en el aire. Sonidos de rugidos, gruñidos y dientes chasqueando llenaban el aire. Teukkie se irguió para poder ver la batalla que se desencadenó ante él. Se quedó sin aliento cuando vio a Jihoon agarrar el costado de Kangin, pero no debió tener un agarre firme porque Kangin se escabulló.

Estaba tan fascinado con observar a Kangin y Jihoon que no se dio cuenta de los otros cinco lobos que lentamente se acercaban sigilosamente hacia él. Se sobresaltó cuando sintió una nariz fría tocando su brazo. Fue entonces cuando se dio cuenta de que Siwon llevaba a Hongki en su forma de lobo.

—Siwon, ¿está vivo?

—Lo está. Tiene las dos piernas rotas, pero creo que esas son sus únicas lesiones —le dijo Siwon—,
Teukkie, vamos a llevarte hasta el auto que está esperando con tu madre y tus amigos. ¿Puedes caminar?

—No voy a dejar a Kangin —dijo con firmeza.

El más grande de los cinco lobos le gruñó bajo. Él lo miró y supo que tenía que ser Junjin. La energía
fluyendo de él era inconfundible.

—No lo voy a dejar, Junjin. Puedes gruñir y rugir todo lo que quieee… — Teukkie no pudo terminar
cuando agarró su estómago y trató de respirar a través del dolor.

Siwon miró hacia Junjin.


—Permíteme ayudarlo a terminar esto. Sería más rápido y podremos sacarlo de aquí.

Junjin sacudió su gran cabeza de lobo una vez y gruñó. Teukkie decidió que debía de ser un no. Todos ellos voltearon de golpe sus cabezas de vuelta a la lucha cuando hubo un fuerte aullido.

Teukkie no podía creer la cantidad de sangre apelmazada en el pelaje de Kangin, estaba en todas
partes. Se tapó la boca para no gritar. Seguramente no era toda su sangre, oró porque no fuera toda
suya.

Vio como Kangin saltó hacia adelante y se enganchó a Jihoon brevemente, luego dándole a su cabeza
un rápido tirón, lo vio rasgar la piel y carne mientras más sangre se derramaba de Jihoon.

Mientras él seguía mirando, con ganas de volverse, pero no siendo capaz de apartar los ojos, se dio
cuenta que cada vez que Kangin se lanzaba hacia delante, literalmente, tomaba otro bocado de Jihoon.

Había agujeros en todo el cuerpo de Jihoon y la sangre se derramaba de él. Él se estaba debilitando por la pérdida de sangre y lo vio tropezar. Kangin se aprovechó del momento de debilidad de Jihoon. Se lanzó, aterrizando sobre su espalda y hundió los dientes en su cuello.

Vio como Kangin comenzó a agitar su cabeza una y otra vez como un cachorro con un nuevo juguete para masticar y luego escuchó un fuerte chasquido. El cuerpo de Jihoon quedó inerte en las mandíbulas de Kangin. Teukkie se dio cuenta que le había roto el cuello al lobo.

Kangin dejó caer el cuerpo sin vida y echó la cabeza hacia atrás y aulló. Teukkie se estremeció cuando los otros cinco lobos e incluso Siwon en su forma humana aullaron por la victoria con él. Cuando los aullidos cesaron Teukkie añadió su propio aullido, pero el suyo era de dolor cuando una vez más se doblaba por el mismo. Sólo que esta vez el dolor era demasiado. Contuvo el aliento y sintió que las lágrimas se filtraban de sus ojos justo antes de desmayarse.


Kangin estaba de nuevo en su forma humana en cuanto oyó el grito lleno de dolor de Leeteuk. Corrió
a su lado justo cuando él perdió el conocimiento. Al notar los moretones en su cara y las marcas  de
dientes en su cuello, casi perdió su control apenas contenido. Alargó la mano hacia su cuerpo, tirando
de él en sus brazos, y se levantó. Se volvió para mirar a su padre, quien todavía estaba en su forma
de lobo.

—Sin importar la parte de el doctor Lee en esto, ahora lo necesitamos. Tenemos que saber cómo
sanar a mi angel.

Junjin dio un pequeño resoplido y Kangin tomó eso como significando que su padre no tomaría
ninguna acción hacia el doctor… aún.



Cuando Kangin, Siwon, y los cinco lobos se acercaron al vehículo su mirada se fijó en la de Sora. Ella corrió hacia adelante, mientras las lágrimas bajaban por sus mejillas, hundiéndose en el suelo cuando Kangin bajó el cuerpo de Leeteuk. Él ayudó a Sora a recostar la cabeza de Leeteuk en su regazo y luego rápidamente tomó un par de pantalones de chándal que su appa estaba entregando a cada uno de los lobos.

—Está bien, chicos. Todos ellos están decentes —anunció Hyesung.

Hee y Donghae dieron la vuelta por el otro lado del vehículo y se apresuraron al lado de Leeteuk. Los
dos chicas estaban llorando mientras miraban a su amigo, asegurándose de que estaba vivo y realmente aquí. Tomó todo en Kangin evitar tomarlo de Sora y mantenerlo cerca de él para poder asegurarse por su cuenta y a su lobo de que estaba a salvo.

Kangin se volvió hacia su padre mientras Junjin acercaba.

—Necesitamos a el doctor Lee despierto.

—Voy a forzarlo a cambiar una vez que estemos de vuelta en el hotel. Entonces nos puede decir lo que tenemos que hacer para que Teukkie mejore.

Kangin vio como uno de los lobos que había cambiado y ahora llevaba unos pantalones de chándal se
acercaba a Sora. Kangin no pudo evitar el gruñido que salió de su pecho. Kangta levantó la vista al oír el gruñido.

—Él es mi hijo también.

—Lo entiendo. No lo toques mientras lo revisas. Sé que quieres asegurarte que está bien, pero ningún
macho va a tocarlo. —La voz de Kangin era letal cuando emitió la orden.

Kangta asintió en reconocimiento a la solicitud de Kangin mientras se arrodillaba junto a Sora.

Junjin le dio a todos unos minutos más antes de que anunciara que había que volver al hotel.

—Kangta —dijo Junjin, volviéndose hacia el otro Alfa—. Puedes volver al hotel, pero yo te pediría que tus otros lobos se mantengan alejados. Kangin no estará cómodo con otros lobos alrededor de Teukkie en estos momentos. Como están las cosas, él está a punto de perder el control.

Kangta accedió a esto y le dijo que se reuniría con ellos en el hotel después de que acomodara a sus lobos.

Kangin se acercó a Sora y se arrodilló.

—¿Puedo tomarlo, Sora?

Sora miró como Kangin temblaba por la necesidad de estar cerca de su compañero. Sora levantó
suavemente la cabeza de Teukkie. Kangin lo llevó a la camioneta, sin esperar a nadie, y subió con él
en su regazo. Bajó la vista hacia su cara, alejando el cabello de su una vez pálida mejilla ahora
empañada por una contusión, y se extendió por su mente.

«Mi Ángel, ¿puedes oírme?»

Kangin continuó deslizando sus dedos por la mejilla mientras esperaba su respuesta.

«Me duele, Kangin.» La voz de Leeteuk fue suave en su mente.

«Vamos a hacer que te sientas mejor. ¿Puedes abrir los ojos para mí, amor?»

Vio como poco a poco sus ojos comenzaron a revolotear y se abrieron. Él lo protegió con su gran
cuerpo, no queriendo que nadie más viera que estaba despierto, necesitando de unos momentos de
toda Leeteuk para él. Se inclinó y lo besó en los labios suavemente y susurró:

—No te muevas ahora, déjeme que te vea.

—Alguien tendría que sacarme a la fuerza de tus brazos, Kangin —susurró con una pequeña sonrisa,
que rápidamente se convirtió en una mueca mientras su cuerpo se estremecía.

El corazón de Kangin se apretó cuando vio el dolor llenar sus ojos, odiando no poder hacer nada por él.

—Sólo descansa, mi amor.

Leeteuk cerró los ojos y Kangin lo acercó a su cuerpo, compartiendo su calor con él.
Así como llegaron a los bosques en silencio, su viaje de regreso al hotel fue igual de silencioso.



Hyesung extendió una manta sobre la forma de lobo del doctor Lee recostado en una de las camas
del hotel. Junjin, Kangin, y Sora se inclinaron hacia él mientras lo observaban empezar a cambiar de
nuevo a su piel humana.

Hee y Donghae se sentaron en la otra cama, junto a la figura de Teukkie tendida sobre su dorso y
Siwon se apoyó contra la pared de atrás, con los brazos cruzados sobre el pecho, viéndose aún más
sombrío si eso fuera posible.

Hongki parpadeó varias veces mientras sus ojos se abrían. No sabía dónde estaba, sólo sabía que él ya
no estaba en el bosque, y estaba vivo.

—Hongki Lee, necesitamos tu ayuda —oyó que una voz que le decía.

Comenzó a incorporarse. El brazo y la pierna que habían sido rotos habían curado durante su cambio,
pero seguían rígidos y todavía le dolían. Sintió la tela caliente contra su piel. Al darse cuenta de que era una manta que cubría su muy desnudo ser, se aferró a ella mientras se incorporaba plenamente a ver la habitación llena de rostros mirando fijamente en él. Comenzó a reconocer las caras y luego todo lo que había sucedido se apresuró dentro.

—¿Dónde está Teukkie ¿Está bien? ¿Jihoon está aún vivo? —Las preguntas fluyeron de su boca como el agua de un grifo, mientras sus ojos se movían de persona a persona.

Fue Kangin quien le respondió.

—Teukkie está vivo, pero con un dolor intenso. Por favor dígame cómo curarlo.

—El necesita sangre —le dijo Hongki.

—El ya ha tenido sangre. —La voz de Kangin era mortal—. Jihoon forzó su sangre en él, y no está mejor.

—No sólo la sangre de cualquiera, Kangin. Necesita tu sangre, la sangre de su compañero.

Kangin se acercó a la cama a medida que la esperanza comenzaba a avanzar lentamente su camino a
su corazón.

—¿Estás seguro? —preguntó.

—Científicamente, no, no lo estoy. Pero Kangin, somos hombres lobo, la ciencia no nos puede explicar. En mi interior sé que es tu sangre lo que necesita. No creo que una mordida funcione, ya que ha pasado demasiado tiempo y su cuerpo poco a poco ha estado atacándose el mismo. El probablemente tendrá que morderte varias veces durante el período de unos cuantos días.

Kangin se volvió hacia su appa.

—Consíguele algo de ropa, por favor.

Hyesung le trajo a Hongki unos pantalones de chándal y una camiseta y todos los machos salieron
de la habitación. Sora y Hyesung ayudaron a Hongki a vestirse. Aunque sus huesos rotos se habían
reparado gradualmente cuando cambió, su cuerpo todavía estaba muy rígido y dolorido. Nadie habló
mientras Hongki se vestía.

Hyesung abrió las puertas y dejó a los lobos entrar de nuevo. Kangin caminó al lado de Leeteuk y lo
miró en silencio. Todo el mundo en la sala esperó, observando para ver lo que iba a hacer. Kangin tomó una decisión.

—Todo el mundo, por favor váyase —pidió sin apartar los ojos de su compañero—. El no querría que nadie observara esto.

Sin decir una palabra, la habitación quedó vacía y tan pronto como Kangin oyó el clic de la puerta, se
sentó junto a Leeteuk en la cama.

—Angel, ¿puedes despertar para mí?

Leeteuk volvió la cabeza en la dirección de la voz de Kangin. Sus ojos se abrieron.

—¿Estoy realmente aquí? ¿Está realmente conmigo?


—Sí y sí —respondió él mientras yacía a su lado.

Leeteuk extendió su mano para tocarle la cara, pero se retiró por el dolor. Kangin acarició suavemente su rostro cuando volvió la cara para mirarlo.

—El doctor Lee dice que necesitas mi sangre, que vas a tener que morderme varias veces con el fin de sanar completamente. —Kangin hizo una pausa antes de continuar—. ¿Crees que puedas manejar el morderme o sería demasiado ya que fuiste forzada antes? —Su voz se hizo más y más suave, mientras hablaba, sus párpados oscurecían sus ojos y sus labios sostenían una línea apretada.

—Kangin, yo no mordí a Jihoon. Él se mordió a sí mismo y derramó su sangre en mi boca. Morderte será raro, pero no debido a Jihoon. —Su boca se alzó ligeramente mientras trataba de tranquilizarlo, pero no debe de haber sido exitosa porque él todavía se veía afectado. —Kangin, dime qué hacer. A menos —dijo, apartando la mirada de él mientras su voz temblaba—,
a menos que no quieres que te muerda.

Kangin gruñó.

—¿Por qué no querría que mi compañero me muerda, para tomar mi sangre?

Teukkie se estremeció ante la furia que escuchó en su voz.


—Porque he tenido su sangre, porque él me deshonró —sollozó.

Kangin comenzó a envolver sus brazos a su alrededor, pero cuando sus manos tocaron su espalda, Leeteuk gritó de dolor.

Las cejas de Kangin se elevaron mientras alejaba sus brazos.

—¿Qué es? ¿Dónde te duele, amor?

Los ojos de Leeteuk cayeron mientras sus labios temblaban.

—Él arañó mi espalda cuando vio mis marcas —susurró.

Kangin gentilmente lo jaló hacia adelante para que así estuviera descansando sobre su estómago. Él
comenzó a levantar el dobladillo de su camiseta.

—Seré gentil —le dijo, su voz apretada y tensa. Mientras él continuaba tirando de su camiseta hacia
arriba, revelando más y más de su piel, finalmente vio los enfadados cortes rojos que enturbiaban su
hermoso cuerpo.

Ellos descendían desde su cuello hasta mitad de su espalda. Kangin no pudo detener el bajo gruñido que retumbó en su pecho a la vista de la hermosa piel de su compañero tan furiosamente desgarrada.

—Su muerte fue muy misericordiosa para el dolor que te causó. —Su voz tembló, exponiendo su
profundo dolor por él. Kangin se inclinó hacia adelante y besó suavemente las heridas de su espalda y
cuello. Tirándolo atrás y bajándole la camiseta lo ayudó a recostarse en su lado.

—Quiero que tomes mi sangre. Soy tu compañero. Tomarás mi sangre para que así puedas ponerte
mejor y luego la tomarás para que así podamos completar los Ritos de Sangre.

Kangin inclinó su cabeza hacia atrás, desnudando su cuello a Teukkie.

—Tus instintos te deberían ayudar, amor. Sólo cierra tus ojos y muerde.

Teukkie miró el cuello de Kangin, su hermosa piel lisa y las marcas que corrían a través de él. No podía creer que fuera hacer esto, pero tenía tanto dolor que ya no le importaba.

Hizo lo que Kangin le dijo y cerró sus ojos. Se escabulló más cerca de él, inclinándose hacia adelante y tocando suavemente sus labios en el cuello de Kangin. Él le besó una vez antes de separar sus labios y presionar su boca hacia abajo.

Mientras sus dientes comenzaban a aplicar presión a su piel, para su sorpresa, sintió a sus incisivos
alargarse y luego fue capaz de perforar la piel de él con casi ninguna resistencia.

Apretó sus ojos con fuerza mientras el sabor de la sangre de Kangin golpeaba su lengua. En lugar del
sabor metálico que había estado esperando hubo casi una picante cualidad en la sangre de Kangin.
Sintió que él le jaló más apretado contra él y Leeteuk apretó su boca mientras continuaba tragando
su sangre. Debería haberle asqueado y asustado, pero en su lugar se sentía bien.



Kangin cerró sus ojos mientras sentía la boca de Leeteuk en su cuello. Su cuerpo se puso brevemente rígido mientras sentía los dientes hundirse en su carne. No podía describir las sensaciones moviéndose dentro con el tirón de su boca si lo quisiera hacer. Era algo tan privado y especial entre compañeros.

Él lo dejó continuar tomando de su sangre por varios minutos. Cuando pensó que había obtenido suficiente por esta vez, él llego a su mente. Los pensamientos que encontró ahí le dieron pausa antes de que finalmente le hablara.

«Amor, es suficiente por ahora. Tienes que parar.»

Teukkie separó lentamente su boca del cuello de Kangin. Parpadeó varias veces mientras el rostro de Kangin volvía despacio a entrar en su foco. La respiración de él quedó atascada cuando vio los dientes de Leeteuk. Levantó el labio superior de Leeteuk para mirar los incisivos que se habían alargado.

—Interesante —murmuró. Mientras sacaba su mano, los observó retraerse.

—Eso fue… —Teukkie se pausó mientras tragaba y recuperaba su aliento— intenso.

Kangin le sonrió, frotando sus manos arriba y abajo por su espalda.

—Eso es decirlo suavemente, Angel.

Él le miró a los ojos, disfrutando estando tan cerca de él, una vez más siendo capaz de tocarlo, olerlo y saborearlo.

—¿Será siempre así?

Kangin ladeó su cabeza hacia un lado.


—No lo sé, pero eres bienvenido a averiguarlo en cualquier momento que quieras. —Él sonrió y se
animó al ver una pequeña sonrisa en sus labios— . ¿Cómo te sientes? ¿Algo mejor aún?

—El dolor en realidad se ha aligerado un poco. Aún está ahí pero no me impide respirar.

—¿Crees que puedes moverte? —le preguntó amablemente.

—Siempre y cuando no me pidas correr por los árboles de un alocado lobo —se burló él.

Kangin no lo encontró divertido cuando le gruñó.

—Estoy listo para llevarte a casa, a Corea. Quiero vincularme a ti, Leeteuk. Quiero completar los Ritos de Sangre. Si estás dispuesto, vamos a irnos en avión esta noche.

—¿Pero, y mi mamá? ¿Hee y Donghae?


—Ellos vienen con nosotros. Mi appa y tu mamá de alguna manera convencieron a sus padres. ¿Crees que puedes viajar, Angel? —Kangin estaba de verdad esperando que dijera que sí. Él quería salir de este país. Parecía que aquí sólo cosas malas le sucedían a Leeteuk. Él lo quería en casa con él, a donde pertenecía.

—Estoy listo para vincularme a ti, también. Hagamos esto. —Teukkie le guiñó y él sintió ese guiño hasta su alma.

Kangin se levantó y comenzó a dirigirse a la puerta.

—Espera, ¿a dónde vas? —le preguntó.

Se volvió para mirar su rostro y vio pánico en sus ojos. Se dio cuenta entonces que su valiente, sarcástico, feroz Angel no había salido de esto indemne.

—Sólo voy a readmitirlos y decirles que nos vamos. —Se sentó de vuelta en la cama a su costado y tomó su mano—. ¿Qué pasa, Leeteuk?

El vaciló pero luego lo miró en los ojos con la barbilla en alto.

—Odio ser débil y sentirme indefenso, y me niego a tener siempre estas necesidades, pero ahora mismo la idea de ti donde no puedo verte me aterroriza. Si eso me hace patético entonces que así sea. —Kangin podría decir que le tomó mucho admitir su temor.


—Nada de lo que me has dicho podría alguna vez hacerte patético y si crees eso entonces vas a
pensar que estoy completamente loco, porque nunca te dejaré fuera de mi vista otra vez, ni otro
hombre estará nunca lo bastante cerca para tocarte.

Teukkie no pudo detener la pequeña risa que escapó de sus labios.

—¿Por qué encuentras esto divertido? —preguntó Kangin, verdaderamente confundido por su
respuesta.

—Tú no puedes muy bien mantener a todo hombre lejos de mí por siempre.

—Si puedo. Soy el siguiente Alfa en línea. Soy el príncipe de los Lobos Suju de Corea. Si digo que ellos tienen que estar a ciento cincuenta metros lejos de ti todo el tiempo, entonces eso es lo que ellos harán.

La travesura brilló en los ojos de Leeteuk.


—¿Ciento cincuenta metros? ¿Estás seguro que eso es suficiente? Tal vez deberías hacerlo, no sé, varios cientos de metros más. Eso podría ser más razonable.

—¿Te estás burlando de mí, Angel? —preguntó Kangin con un gruñido bajo.

—Por qué, sí, Kangin. Lo estoy. ¿Sin embargo, podrías decirlo?

Kangin le frunció el ceño mientras él sonreía inocentemente, luego lo sorprendió besándolo en la nariz.

—Me alegra ver que no has perdido tu sentido del humor.

—Hombre lobo, si sigues haciendo declaraciones escandalosas como esa entonces mi sentido del humor sólo mejorará porque me tendré que burlar de ti.

Kangin se paró y caminó de nuevo hacia la puerta de la habitación del motel y mientras jalaba para abrirla, dijo lo bastante alto para que todos oyeran:

—Me alegra mucho estar a tu servicio, Leeteuk.

Teukkie se volvió rojo brillante mientras todos entraban, sus ojos precipitándose entre los dos.



2 comentarios:

  1. Ay~ ya todo mas o menos en orden!!! Que alivió ~
    Tukkie tiene colmillos!???
    Y Hee, ya esta sintiendo cosas de lobos...porque no apareció!??? Quiero SiChul <3

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  2. Esa muerte fue poco dolorosa....ㄱㄱ
    Pero al menos ya no podra hacerle daño a nadie.
    Aaaawwww Teuk ha bebido de Kangin....*0*
    Y con sus colmillos....le han salidos colmillos....*0*
    Que ya se vayan,Teuk es mucha tentación ahí...aunque no sé si en corea sea mejor....ahi hay muchos lobos...pero es el teritorio de junjin,eso debe e ayudar a mantener a Teuk a salvo.
    Teuk puede burlarse de Kangin...pero kangin puede sonrijar a Teuk...❤

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...