Marcado IV- 6



—Ven a la boda de Hyukjae  conmigo.
Él se detuvo y se quedó absolutamente inmóvil. Me miró por encima del hombro y pude verlo tratando de decir que no, sin usar la palabra real. Levanté una ceja y le di una sonrisa.
—Es en la víspera de Navidad, en una semana. No digas que no, solo piensa en ello. —Enganché un dedo en la puerta cerrada donde Shindong estaba—. Ven a buscarme si decides que quieres darle una oportunidad. Será divertido... bueno, tan divertido como una boda puede ser cuando el joven novio no les ha dicho a sus padres que se va a casar y el novio es tan impredecible como Hyukjae . Solo piensa en ello.
Antes de que pudiera rechazar de plano la idea, me metí en la oscura habitación de Shindong y cerré la puerta detrás de mí.
Al entrar me sorprendió que  aún estaba despierto, pero esos ojos que eran tan parecidos a los  míos estaban   muy abiertos y mirándome con inconfundible   humor.
—¿El enfermero pelirrojo?
Gruñí y me senté al lado de la  cama.
—Si.
—Es muy bonito y un muñeco total. Se detuvo a revisarme hace unos días, y cuando le dije que estaba aburrido más allá de mi mente, apareció con aquellas. Podía haberlo besado. —Indicó una gruesa pila de revistas a un lado, que tenían fotos de motos y mujeres con poca ropa adornando las portadas. Hombre, fue realmente dulce, no tenía que hacer eso por él.
—Él es algo más, eso es seguro. Nunca he conocido a un joven que corra de tan caliente a frío. Fuimos juntos a la escuela cuando era más joven.
Alzó ambas cejas y movió las piernas debajo de las sábanas.
—¿Crees que tiene algo que ver con cuando eras un adolescente dolor- en-el-culo? Solías dejar correr tu boca y sin pensar en ello todo el tiempo, y has tenido una tendencia a actuar como un pedazo de mierda cuando tu ánimo golpeaba. Ambos tú y Hyukjae . Tal vez el hombre está pagando por los pecados de su yo más joven.
Reflexioné sobre eso e incliné la barbilla hacia él.
—Te ves un poco mejor.
—Mejor es relativo. La neumonía se está aliviando, y me dicen que podría lograrlo fuera de aquí a finales de la semana. Voy a tener que buscar y contratar a alguien para el cuidado en casa, sin embargo, porque lo peor está aún por venir, y me voy a quedar en el hospital rodeado de máquinas, a la espera que al fin haga mi entrada triunfal y me lleve.
Fruncí el ceño, doblé mis manos y apoyé los antebrazos en las rodillas.
—¿Cómo puedes sonar tan todo-esta-hecho sobre el hecho que estás muriendo? Eso desgarra mis malditas entrañas y tú hablas de ello como si estuviéramos hablando de lo que tienen para la cena.
—He tenido más tiempo para acostumbrarme a la idea del que has tenido, hijo. Lamento que nunca pude encontrar las palabras adecuadas para hablar contigo sobre ello antes. La primera vez eras solo un niño y yo pensé que era invencible. Esta vez sé nada de eso importa.
Eso no me hacía sentir mejor, pero supongo que nada lo haría jamás.
—¿Cuándo vas a decirme cómo ocurrió todo esto? ¿Cómo fue que nadie pensó que necesitaba saber la verdad acerca de ti y mamá?
Suspiró, lo que inició una ronda de tos que tenía todo su cuerpo retorciéndose. Quería sentirme mal por preguntar, pero necesitaba saber.
—Esa es una larga historia para otro lugar y tiempo. Realmente creo que deberías preguntar a tu madre al respecto.
Tiré mi gran cuerpo en la silla y lo miré.
—Quiero la verdad y dudo que ella siquiera sepa que es eso.
Él chasqueó la lengua y cambió de posición en la cama otra vez. Él solo lucía tan frágil y tan diferente al hombre que siempre había querido emular. Me asustaba.
—Somos igualmente responsables por no decirte antes. Ella hizo algunas malas decisiones, decidió que su futuro iba a verse de una manera sin importar lo que se atravesara en su camino, yo, tú y todo lo demás. Yo estaba agradecido por el tiempo que tuve contigo, y el resto de los chicos. ¿Me gustaría que hubieras sabido que eras mi hijo antes? Sí, pero también entiendo por qué tu madre quería mantenerlo en secreto durante tanto tiempo como lo hizo. Hice algunas malas decisiones a lo largo del camino, también, Kyuhyun.
—¿Por qué la dejaste hacernos esto a nosotros? ¿A mí? Mi infancia fue una pesadilla hasta que te involucraste.
Él me dio una mirada que reconocí muy bien. La vi en Hyukjae . La vi en Henry. La vi en Siwon cada vez que veían a quienes habían capturado sus corazones para siempre, así que respondí por él.
—Tú la amabas.
Cerró los ojos y se dejó caer sobre las almohadas apiladas detrás   de él.
—El amor no es algo que puedes negociar, Kyuhyun. Cuando esto ocurre, se convierte en todo.
—Oh, confía en mí, lo sé. He estado en el perdedor lado del amor toda mi vida.
—No puedes basar el amor en la experiencia que tuviste al crecer. Amar a alguien que deseas hacer tuyo tiene una sensación diferente, un poder diferente que el amor que sientes por la familia. Es diferente y las cadenas que lo atan pueden ser irrompibles. —Su voz se quebró y sus ojos se   cerraron.
Él estaba desvaneciéndose rápidamente, así que me puse en pie y me acerqué para que pudiera colocar una mano en su hombro. Tomó toda mi voluntad no estremecerme cuando sentí lo frágil que estaba bajo el suéter negro que llevaba puesto.
—Supongo. Es solo que no sé cómo alguien puede amar a un chico cuya propia madre rechazó. Eso no augura nada bueno en mi libro. Si mamá no pudo amarme, ¿cómo alguien va a enlistarse para un largo plazo?
Él pudo haber tenido un argumento que me habría hecho sentir mejor, pero se quedó dormido antes que pudiera dármelo.
Nunca consideré un por siempre con nadie. No pensé que fuera para mí, pero cuando pensé en la forma de los ojos de Sungmin, y recordé la forma en que se sentía presionado contra mí, tanto en mi desesperación y la suya propia, estaba empezando a preguntarme si necesitaba reconsiderar mi opinión sobre las cosas.


El viento había pasado de asqueroso a tenebroso mientras recorría las carreteras en las montañas y hacía donde mis padres aún vivían. Mamá se quedó con la gran casa. Papá se había mudado a un apartamento de moda cerca de la parte principal de la ciudad con su novia. Había kilómetros separándolos, pero si le preguntabas a mi madre, la distancia entre Seúl y la luna no era suficiente espacio para alejarse de mi padre y su traición.
Tenía que concentrarme en el camino, lo que era más difícil de lo normal porque estaba emocionalmente agotado. No podía sacar a la chica, la horrible perdida de ayer, fuera de mi mente. Tampoco podía parar de repetir la manera en la que me había tirado hacia Kyuhyun poniendo mis ojos en blanco cada vez que los cerraba anoche, lo que llevó a una noche de insomnio.
Dos veces ahora habíamos compartido un beso en medio de una agitación emocional, ambas veces había hecho la situación más tolerable, más como una sombra que una sofocante niebla de malos sentimientos y dolor. No quería nombrar lo que eso significaba, pero no podía negar que besarlo me había hecho sentir restaurado y me había puesto de nuevo en tierra firme.
El hecho de que no me haya alejado, que no haya preguntado incansablemente sobre eso, me forzó a cuestionar todos los recuerdos que tenía que me recordaban una y otra y otra vez que se supone que debería pensar que Kyuhyun era un imbécil sin corazón.
Había estado a segundos de aceptar su invitación a la boda, a pesar de que la idea de pasar tiempo a su alrededor, alrededor de sus amigos y un montón de extraños, me hacía querer hiperventilar. Gracias a Dios que me había dicho que lo pensara. Había una especie de arrastre actual entre nosotros en el que no confiaba, que no me gustaba particularmente, pero era fuerte, y luchar contra su impulso me estaba cansando, agotándome. En verdad quería pasar tiempo con él.
Cuando me dijo sobre su mama, como usó las palabras se lo que se siente, alteró mi percepción entera de quien pensé que era y quien era en verdad. Escuchar que eras gordo y feo, que a nadie le gustabas, y que nunca tendrías amigos o un novio apestaba viniendo de chicos de tu propia edad, pero los chicos podían ser malvados y afortunadamente podrían madurar. Siendo un hecho sentirte sin valor y no querido por un padre… eso tenía que ser devastador y casi imposible de superar. Ni siquiera podía imaginarlo.
No quería examinar de cerca por qué eso me había provocado una punzada cerca del corazón comenzando a palpitar de dolor o por qué la idea de él estando en contra del matrimonio y en contra de estar por siempre con una persona me ponían un poco mareado.
Para el momento en el que me estacioné en la entrada de la casa de mi mamá, el viaje había tomado una hora más de lo que debería y una tormenta de nieve estaba atravesando las montañas. Corrí por la entrada principal y toqué el timbre. Hice una doble toma cuando mi mamá abrió la puerta. Era la una de la tarde, aún estaba en su pijama y estaba sosteniendo una copa de vidrio medio vacía en su mano. Cuando se tambaleó un poco y me miró, no creí por un segundo que fuera su primera copa del día, y eso hizo que mi estómago cayera.
—¿Qué estás haciendo aquí, Sungmin?
No había bienvenido en su tono, así que maniobré junto a ella  y  caminé dentro. Antes de la separación, me habría jalado a sus brazos y me habría abrazado si lo necesitara o no. Había preguntado por mi trabajo y mi vida de citas. Ahora, lucía irritada de que hubiera interrumpido su fiesta de compasión.
—Sungjin me llamó. Me dijo sobre el incendio y pensé que podría venir y checarte. Estamos preocupados por ti, mamá. —Luché contra la urgencia de alcanzar su bebida para poder botarla.
Se burló de mí y azotó la puerta. Hice una mueca cuando un poco del vino en su copa se derramó sobre su mano.
—Deberías preocuparte por ti mismo, Sungmin.
Tal vez no tengamos el tipo de relación, pero mi mamá nunca había arremetido contra mí en su enojo antes. Alcancé su copa, se la arrebaté y fui pisando fuerte a la cocina. Picada y molesta por su tono y su actitud.
—No deberías estar bebiendo algo con alcohol cuando estás bajo diferentes medicamentos. Esto es ridículo, mamá. Quieres alejarme siendo desagradable y tratando de hacer que Sungjin escoja entre tú y papá. Estás haciendo esto más difícil para todos. La cosa con el incendio… —Sacudí la cabeza—. ¿Es un desesperado grito para tener atención? ¿Quién crees que iba a ir a salvarte si te arrestaban por el incendio? ¿Papá? Bueno, odio tener que darte la noticia, pero él ha avanzado y tú también deberías hacerlo. Sungjin y yo te amamos, mamá. Eso debería ser   suficiente.
Apretó los dientes y me miró. Sus ojos estaban vidriosos y estaba más inestable sobre sus pies de lo que pensé. Apestaba verla en este estado, pero reforzaba la idea de que abrirte a alguien más, solo para que al final te lastimaran era una terrible idea.
—¿Tú qué sabes sobre eso, Sungmin? Nunca te han arrancado el amor, nunca has tenido un hombre propio. Me siento vacía por dentro.
Succioné una respiración a través de mis dientes y traté de recordar que eran el vino y las píldoras hablando, pero estaba empujando los límites de lo que iba a tolerar. Iba a decirle en términos muy claros que se fuera al infierno cuando de repente rompió a llorar y se tambaleó hasta la masiva isla en el centro de la cocina. Curvó sus manos alrededor de un montón de papeles que no noté antes y los ondeó sobre el aire entre nosotros. Vi un espejo de brillantes lágrimas en sus salvajes ojos.
—Recibí los papeles finales del divorcio en el correo la semana pasada, y encima de eso, tu hermano deja que los niños pasen el fin de semana con él    y esa… esa mujer. ¿Cómo pudo hacerme eso? Él sabe cómo me siento sobre la nueva novia estando con mi familia. Solo lo perdí. Literalmente me volví loca.
Respiraba difícilmente y se veía tan mal y dañada en los bordes que tuve que caminar hacia ella y envolver mis brazos alrededor de sus delgados hombros.
—Eso tiene que ser realmente difícil, mamá. Y entiendo que estás lastimada. Pero casi incendiar la casa no va a cambiar nada. Tiene que haber una manera más sana para que lidies con esto que estas sintiendo porque no creo que clamar locura temporal vaya a mantenerte fuera de la silla caliente por mucho tiempo.
Me miró por entre sus dedos y di un respingo ante su maquillaje corrido por su normalmente bonita cara. Lucía como un alcohólico y demente payaso. Quería a mi mamá de vuelta, quería a mi familia de regreso, a como era. Desafortunadamente, esa ya no era una opción.
—¿Qué debería hacer, Sungmin? ¿Pretender que tu padre no existe a pesar de que vive en la misma ciudad y hace alarde de su nueva, joven y más bonita novia en mi cara cada que tiene la oportunidad? Dime, jovencito. Inteligente, ¿Qué debería hacer que es más sano que lo que estoy haciendo ahora?
Dejé ir su hombro y me moví hacia atrás y alrededor del otro lado de la isla. Más porque necesitaba un poco de espacio para evitar torcer su cuello. Odiaba que fuera tan fácil para ella ser mala.
—En realidad no sé la respuesta a eso, mamá. Tal vez necesitas un tiempo alejada de esto, alejada de ellos.
Bufó y echó su cabeza hacia atrás para limpiar sus lágrimas con la palma de su mano. En todo lo que tuvo éxito fue en hacer un desastre más grande. Se veía absurda y miserable.
—Tú corriste cuando te pasó a ti, Sungmin. No regresaste para las vacaciones o de visita, para nada. Todo porque querías alejarte de un chico y de los sentimiento doloroso. Cuando la universidad terminó, tomaste el primer trabajo que pudiste encontrar ahí cuando toda tu familia estaba aquí. Incluso cuando Sungjin comenzó a tener a todos esos bebés, no fue suficiente para traerte a casa. Trata y dime todo sobre las maneras saludables de lidiar con estas cosas, Sungmin, adelante.
Exhalé y curvé mis manos en puños sobre el mármol de la isla. Ese era un golpe bajo. Estaba en un rollo y no conseguías pasar a través de ella, y si continuaba tratando de razonar con ella mientras estaba en este estado, iba a haber un daño irreversible a nuestra relación, y tan irritada como estaba con su comportamiento de niña, no quería que sucediera.
—Mamá, las vacaciones están casi a la vuelta, trata de controlarte o nadie va a querer pasar tiempo juntos como una familia. Sé que esto ha sido duro para ti, que papá te decepcionó y rompió tu corazón, pero la vida continua. Han pasado dos años, algo tiene que ceder. —Estaba acostumbrado a que mi familia fuera una zona segura, no una de guerra, y el cambio era horrible.
Ella gruñó y me dio una dura mirada con sus ojos llorosos. Por el último par de años habíamos pasado Año Nuevo con papá y Navidad con ella. Parecía funcionar bien, incluso si nadie estaba cómodo con la nueva novia y mamá se pasaba el día siguiente reclamándonos por pasar tiempo con ellos.
—Trata y recuerda que debería ser sobre la familia y los niños este año. Mira, las carreteras están mal. Quería verte y checarte. En verdad estoy preocupado por ti, ese incendio debió haber sido una llamada de atención. Necesitas en verdad evaluar que te estás haciendo y lo que eso le está haciendo a la familia. En serio no quiero tener que sacarte de la cárcel, o algo incluso peor.
Le di un último abrazo y fui a la puerta principal. Todo lo que podía esperar era que de algún modo mis palabras penetraran, que el hecho de que Sungjin y yo aún la amaramos con locura compensaría el hecho de que mi papá no lo hacía.


—¿Cómo está?
Froté mis manos juntas para mantenerme caliente y solo gruñí en respuesta.
—¿Así de mal?
Suspiré pesadamente y encendí los limpia-parabrisas para quitar la esponjosa capa blanca cubriendo el parabrisas.
—Es un desastre de pastillas y vino. Ha sido malvada y odiosa. No sé nada porque soy una cobarde y me fui después de la secundaria y no regresé a casa después de la universidad. —Con Sungjin, dejé que el sarcasmo fuera tan grueso como la nieve—. Perdió la cabeza, pero los papeles finales del divorcio llegaron, así que está acabado. Eso es lo que inspiró el incendio.  Honestamente, estoy algo preocupado por ella, pero no estoy seguro de que hacer  al respecto.
—Mierda.
—Lo sé. Navidad va a ser divertida este año.
Hubo un silencio verdaderamente largo en el otro lado de la línea que me hizo fruncir el ceño.
—¿Qué pasa, Sungjin?
Murmuró algo de nuevo y dejo salir un profundo  suspiro.
—Estoy cansado, Sungmin. Estoy cansado, y tengo un montón de niños pequeños que se merecen una increíble navidad por una vez, y un esposo que ha sufrido y alcanzado su límite de drama familiar. Jungjin y yo vamos a llevar a los niños a Jeju para Navidad. Mamá y papá van a tener que lidiar con eso. Eres bienvenido a escapar con nosotros si quieres.
Envolví mis manos alrededor del volante e intenté controlarme. No podía decir que las noticias me sorprendieron, pero aun así me pusieron triste. Sungjin era la única persona en quien confiaba, quien siempre estuvo para mí aun cuando vivía al otro lado del país. Se merecía unas vacaciones felices en familia lejos de todo lo sin sentido, pero eso significaba que yo estaría solo… porque no hay manera en el infierno de que regresara con mis padres y sus resentimientos y locura conmigo. De ninguna manera.
—No, está bien. Ustedes diviértanse. Les daré los regalos de los niños este fin de semana para que se los puedan   llevar.
—¿Seguro? Suenas desanimado. Sabes que nos encantaría tenerte.
Me pasé los dedos por la frente y me reí fuerte y sin humor.
—Supongo que eso solo prueba que pasó el tiempo de que tenga una vida.
—Oh, Sungmin… vamos.
—En serio, Sungjin. Tengo veinticinco, eres mi único amigo, el resto de mi familia están locos, y Dios olvídate de un chico que me hable, o aún peor que muestre algún tipo de interés genuino en mí. Eso deja el silencio. Necesito juntar mi mierda tanto como   mamá.
—Detente. Estás siendo muy duro contigo mismo.
—Tal vez. Oye, te veré el fin de semana, ¿de acuerdo?
—¿Estás seguro que estás bien?
No lo estaba, pero ese no era el problema. De pronto la idea de estar solo en Navidad, la idea de sentarme solo y deprimido en mi apartamento, sobrepasó mi duda inicial y sentido de la auto preservación. Regresaría a Seúl con un plan, y no iba a regresar sin ello. Ahora solo necesitaba regresar a la ciudad en una pieza porque las condiciones para conducir eran terribles y las cosas dando vueltas en mi cabeza tenían mi concentración por todo el lugar, cuando debería de estar firmemente en la carretera.
Me tomó tres horas y media regresar a la ciudad y luego otra media hora llegar al hospital. Cuando finalmente llegué, me  estacioné y corrí dentro. Me sentí como sin aliento, un poco fuera de control, y tenía que decir que era estimulante.
Esperaba que nadie notara que estaba ahí en mi día libre, o notara que funcionaba con la cabeza mezclada con pánico y adrenalina. Por supuesto no era así de afortunado. Sunny caminaba por la entrada de la Sala de Emergencias y se detuvo en cuanto me vio.
—¿No descasas hoy?
Me encogí de hombros y paseé inquieto. Tenía una misión y no tenía tiempo de detenerme y platicar. Estaba preocupado de que si esperaba, toda mi energía de nervios se desvanecería y racionalizaría mi camino para salir de lo que estaba por hacer.
—Sí.
—¿Qué haces aquí? ¿No acabas de decir que necesitabas tener una vida fuera de este lugar? Vas a tropezar en el suelo, Sungmin. Sé que lo tuviste difícil con ese caso ayer, pero tienes que dejar eso aquí y no llevarlo a casa contigo.
Le di una sonrisa sin fuerzas.
—De hecho estoy aquí buscando a alguien.
Levantó una ceja hacia mí y revolvió los papeles que tenía en su mano.
—¿El doctor ? Ha estado hablando de ti otra vez esta semana.
Comenzaba a abrir la boca cuando la persona que realmente estaba buscando venía vagando por la puerta. Tenía el gorro de lana negra puesto y un chaquetón oscuro sobre su siempre presente sudadera. Sus ojos parpadearon sobre mí y me dio una sonrisa. Solo había algo en él que era tan magnético. Siempre parecía ser la única cosa en la que me podía enfocar cuando estábamos en la misma habitación, y eso no era solo porque era grande e interesante de mirar… era algo polarizador que venía de dentro de él.
—Hola.
Sunny hizo un ruido con la garganta y miró entre Kyuhyun y yo con grandes ojos.
No le saludé de regreso, ni los presenté, solo  escupí:
—Sí, ¡iré contigo! —De prisa, como si las palabras no pudieran dejar mi lengua lo bastante rápido.
Soné como si fuera un idiota y podía sentir un escandaloso sonrojo quemar por mi cuello e inundar mi cara. Levantó sus oscuras cejas pero no dijo nada, o preguntó nada que me hubiera hecho sentir extraña. Solo sacó su cartera de su bolsillo trasero y me entregó su tarjeta de presentación. Tenía su nombre en el frente y el nombre de la tienda de tatuajes. Por supuesto era un artista del tatuaje. ¿Qué otro trabajo podría dejarle tener esas flamas naranjas y amarillas en tinta en su cuero cabelludo? Encajaba.
—El número de la tienda está arriba. Mi teléfono celular es el de abajo. Solo llámame y lo resolveremos mientras vamos. Estoy feliz, Sungmin, en serio feliz de que decidieras venir conmigo.
No lo sacó, ni me hizo luchar por darle una explicación o preguntó por qué sonaba como una persona loca por la forma en que acepté. Solo me dio un pequeño guiño y continuó en su camino al ascensor Lo miré alejarse y apreté la mano alrededor de la tarjeta como si fuera una línea de vida.
Sunny me dio una mirada de ojos expandidos e inclinó su cabeza a   un lado.
—Entonces tienes aun guapo doctor exitoso invitándote a salir y estás activamente evitando aceptar sus invitaciones a salir, pero un chico que luce como villano viene paseando y prácticamente saltas de tu piel en tu afán por salir con él. ¿Quieres explicarme eso, Sungmin?
No podía explicárselo. El deseo de no estar solo en Navidad sobrepasaba toda reserva que tenía sobre pasar tiempo con Kyuhyun. Además ella era mi jefa; no creo que fuera apropiado decirle que besar a Kyuhyun hacía que mi cerebro se hiciera papilla y estar cerca de él derretía las típicas barreras congeladas que tenían lugar cuando se trataba de interactuar con los hombres.
—Es un artista del tatuaje, no un villano. Fuimos a la secundaria juntos. Además no me pone nervioso y ansioso de la forma en que lo hace el doctor Bennet. —Oh no, Kyuhyun me ponía nervioso y ansioso de una manera totalmente diferente que tenía todas mis partes y piezas recordándome que yo era un jovencito y él un chico.
Chasqueó su lengua hacia  mí.
—Creo que eso tiene que ver más con el tipo de chico que crees que puedes tener. Eso está atado con toda la cosa de no ser el tipo de Bennet. Bueno, eres su tipo y muchas cosas más de las que te das crédito. No tienes que conformarte con un chico con un aro en la nariz.
Quería discutir que me gustaba el aro en la nariz, eso hacía su muy bella cara más masculina, pero ella    prosiguió.
—Prométeme, Sungmin. Prométeme que si el doctor Bennet te invita a salir, aceptarás y dejarás de dudar de ti mismo. Por favor, como tu amiga, necesito que  accedas  a hacerlo.
No tenía el corazón de corregir sus palabras e intentar explicarle que Kyuhyun era un obstáculo mucho mayor para que yo tuviera confianza y autoestima que lo que cualquier doctor bello y exitoso pudiera ser. Pero porque la admiraba, quería conservar su apoyo, asentí aturdida.
—Bien, Sunny, lo prometo.
Chilló un poco y me dio un abrazo con un  brazo.
—Genial. El otro chico luce como todo tipo de problemas.
Negué con la cabeza y metí la tarjeta en el bolsillo delantero de mis jeans. Ahora solo tenía el fin de semana y la primera parte de la siguiente semana para no convencerme de no ir con él.
—No tienes idea.
Sí lucía como problemas, pero también interesante y hermoso y aún quería conocer el resto de los tatuajes que lo cubrían.



2 comentarios:

  1. Cada quien lleva sus propias pesadillas
    Y Shin no le dice nada a Kyu...bueno,al menos ya le solto algo importante,amo a la madre de Kyu y queria lo mejor para ella,y si la señora eso era lo que queria,no hizo más,aparte de las cosas malas que dice haber hecho.
    Lo bueno y rescatable de aquí,es que Shin estuvo con él un buen tiempo,aunque sea con el papel de tío,pero estuvo.
    Shin tiene una idea de lo que pasa con Sungmin huyendo de Kyu...bien que lo conoce,pues no está tan alejado de la realidad.
    Kyu debe saber que sí,que puede haber alguien que lo quiera amar...de verdad.

    Y Min ahora tiene que ver lo de su madre. Es entendible lo de la señora,pero debe empezar a sobreponerse o si quiere seguir así,al menos no haga cosas como lo del incendio y mezclar alcohol con medicamentos. No solo se está haciendo daño a ella sino también a sus hijos...un incendio..madre mia.

    Se agradece la preocupación de Sunny hacia Min...pero eso de hacerle prometer que salga (casi a fuerza) con el doctor...qué tiene de bueno(?)
    Y Min aceptando...eso fue lo que menos me gusto,por qué deja que decidan por él si no se siente a gusto con el doc.
    Kyi feliz de Min haya aceptado acompañarlo a la boda...me dio como ternura.

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  2. Poco a poco Kyu va ganandose a Min espero que no arruine lo que ya progreso
    Las cosas se ponen feas con Shin :( y al parecer ni el ni la madre de kyu piensan decirle nada :/
    Min tambien tiene un poco complicada la situacion con su madre :c
    Creo que aqui todos la tienen dificil a su manera :k
    Espero y Min no cometa el error de salir con la persona equivocada debe de aprender a ser un poco mas seguro de si mismo :F
    Gracias por los caps~~ Me habia atrasado pero ya me puse al corriente :)
    espero y no me pase tan seguido ahora que volvi a la uni TvT

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...