Marcado IV -3



Me tomó otro día y medio sacar la cabeza de mi culo de dejar de actuar como un lunático. Era un desastre. Destrozado por besar a Sungmin, mayormente porque no me arrepentía ni por un segundo, pero también porque lo conocía mejor. En la bruma del tequila y la tristeza, aun podía sentir su sabor, sentirlo presionado contra mí, y esa era la única cosa buena que podía recordar de las últimas semanas.
Me encantaría ser capaz de decir que la visita sorpresa de Sungmin me había golpeado en la cara con una claridad muy necesaria, pero no era el caso. Después de su salida precipitada porque lo había tratado como un idiota grosero, me terminé la botella de tequila y me desmayé sobre el suelo del salón. Al día siguiente fue más de lo mismo, solo que en algún punto hice mi camino hacia el sofá y fui capaz de dormir un poco, usando una caja de pizza como almohada. Oh sí, estaba comportándome totalmente como una persona adulta.
Abrí los ojos cuando oí que se abría la puerta delantera del apartamento y unos pesados pasos que se dirigían a donde yo estaba revolcándome en mis lamentos y decisiones. La única persona que seguía teniendo una llave del apartamento era Hyukjae. Obviamente me había permitido tener mi fiesta de la compasión durante un día pero se había cansado de que ignorara sus llamadas. Sentía la cabeza como si estuviese llena de algodón y tardé más de un minuto en que mi visión enfocara sus furiosos ojos.
—Te ves como la mierda.
—Bueno, eso es apropiado ya que me siento como la   mierda.
—Ha pasado una semana. Ese es el tiempo que te he dejado para que te pusieras al día con esto. Tomate un ducha, lávate los malditos dientes, ponte algunos jodidos pantalones, y vamos a ir a ver a Shindong. Suficiente, colega. Sí, fue una bomba bastante desagradable la que te dejó caer, pero eso no cambia el hecho de que le debamos a Shindong más de lo que le podremos pagar el resto de la vida. Así que supéralo y vamos.
Le gruñí y me levanté del cartón grasiento. No sabía que decirle al hombre que me había criado. Había entrado en la habitación del hospital aquella noche, mirado profundamente hacia sus ojos, que eran del mismo color que los míos, escucharle llamarme hijo en voz alta sin fuerzas, y me había girado y había salido por la puerta. Fue un movimiento cobarde, sin mencionar insensible y poco profundo, pero mi cabeza estaba girando alrededor y no podía encontrar nada solido a lo que agarrarme. Shindong se merecía mucho más que eso de mi parte, sin importar quién era en mi vida ahora; siempre había estado ahí para mí, apoyándome cuando nadie más lo hizo.
Me empujó sobre mis pies, y de repente me caí sobre mi culo. Hyukjae se acercó hacia mí y puso su mano en mi hombro para estabilizarme. Sacudió la cabeza, con su cabello de punta azul, por lo que era algo difícil tomarse en serio su mirada de reproche.
—Dame veinte minutos.
Iba a necesitar más de ese tiempo para quitarme el olor rancio del licor y de los cigarrillos de la boca.
Sungmin no estaba mintiendo, sabía cómo el suelo del baño. Este era un lio diferente para limpiar. Sabía que no tenía mucha simpatía por mí, pero había pasado por alto todo su disgusto y ofreció su consuelo y sus dulces palabras cuando más lo necesitaba, para agradecérselo yo había actuado como un idiota.
Necesitaba disculparme y ver si podía minimizar el daño. Quería gustarle, quería que pensara que era un buen chico, y no solamente porque pensara que era el joven más hermoso que había visto nunca. Quería gustarle porque tenía algo en él, una especie de delicada dulzura que quería que me envolviera. No tenía mucho sentido, pero nada en mi vida lo tenía ahora.
Tenía vagos recuerdos de Sungmin en el instituto, era hermoso, un poco más gordito y desesperadamente tímido, hasta el punto de ser doloroso. Era inteligente y estaba en todos los programas avanzados que la escuela había ofrecido, así que nuestros caminos generalmente nunca se cruzaban.
Hubo un momento en el tiempo que recordaba que nuestros casilleros habían estado al lado y yo había intentado engancharme con él, haciendo hincapié en sonreír y saludar, pero aparte de que nos movíamos en círculos diferentes, no creo que él quisiera rodearse de gente como yo.  Y él no era el tipo de joven que con el que mi yo adolescente intentaría tener suerte, mayormente porque estaba fuera de mi liga, intelectualmente e incluso irradiaba una clase que yo no entendía.
Después de una ducha muy caliente que me dejó la piel roja y me despertó lo suficiente para poner mis pies por debajo, me puse unos jeans y una camiseta térmica de manga larga sobre mi cabeza con el logo de la tienda de tatuajes donde trabajaba.
Al verme en el espejo, hice una mueca de dolor. Mi cara estaba cubierta por barba de una semana y mis ojos llenos de venas rojas. A pesar de mi apariencia exterior normalmente era un tipo suave. Había aprendido a ir con la multitud y tomarme las  cosas conforme venían. Además cuando llevas tatuajes brillantes a los lados de la cabeza, la gente lo toma   como una señal de que no eres alguien con el que se quieren meter.
Suspiré y me puse una plana gorra de béisbol negra sobre mi cabeza rapada. Agarré una sudadera y me encontré con Hyukjae  de vuelta en el salón. Había limpiado y puesto las botellas que tenía tiradas por ahí en el contenedor del reciclaje. Sabía dónde estaba todo y simplemente me dio una mirada de “en serio” cuando me encogí de hombros.
—Estaba sediento.
—Obviamente.  Entre tú  y  Zhoumi.  Deberían  comprar  acciones  en Patrón.
Caminamos hacia la puerta delantera y me giré para cerrar detrás de mí. La puerta de enfrente del pasillo se abrió y el nuevo vecino con una bolsa de gimnasio en su mano. Si no tuviese tanto en mente y todavía me sintiese como un bastardo por la manera en que traté a Sungmin la noche anterior, hubiese sido una buena oportunidad de darle la bienvenida a nuestro edificio mucho más personal y práctica. Conforme estaban las cosas, lo único que pude ofrecerle fue una breve inclinación de cabeza mientras él deslizaba su mirada sobre el loco cabello de Hyukjae  hasta la punta de sus desgastadas botas negras.
—Bonito.
Su tono fue amigable y coqueto y sus ojos brillaban con humor.
—El administrador del edificio debe poner en el anuncio que las vistas están al otro lado del pasillo no en las montañas. Podría cargar cien dólares más al mes en la renta por eso.
Hyukjae levantó la ceja donde tenía las perforaciones y miró de un lado al otro. Me encogí de hombros y me dirigí a la puerta principal. La sujeté abierta para que pasara delante.
—Soy Park Leeteuk. Por cierto.
Sacudí su mano y Hyukjae siguió el ejemplo. Lo vi seguir con la mirada el tatuaje con el nombre de Donghae que tenía tatuado sobre los nudillos de la otra mano. Era más efectivo que cualquier anillo de boda que podría usar. Un anillo te lo podías sacar, un tatuaje no.
—Kyuhyun, y este es Hyukjae . Siento todo el caos y ruido de la semana pasada. Normalmente es un edificio bastante silencioso y nos lo guardamos todo para nosotros mismos.
—Ha sido interesante seguro. Tienes un grupo de amigos interesantes, vecino. El jovencito de anoche fue mi favorito. El rubio con todos los tatuajes es ruidoso, el pelinegro no parece muy amigable, y el otro rubio era bastante agradable pero actuó como si no tuviese ningún derecho de preguntar qué estaba pasando. El pelirrojo fue súper amable, del tipo tímido, aun así fue mi favorito. Si todas esos jóvenes se unen al desfile de hombres sexys que ha habido por este pasillo, tengo que decir que son de los afortunados.
Puse los ojos en blanco y Hyukjae  se rio mientras estábamos parados en la acera.
—El rubio impaciente es el mío. Está en medio de los preparativos de la boda y es muy protector de sus amigos, así que es una pequeña fiera en este momento. El pelinegro es una de las mejores personas que puedas conocer, estaba preocupado por este idiota y por el hecho de que ha estado desaparecido durante toda la semana, está casado con el chico de los jeans ceñidos.
El vecino asintió y continúo riéndose.
—Ya veo.
—El rubio embarazado con los tatuajes, está con mi hermano, el tipo grande que luce como si pudiese arrancar la puerta de las bisagras. Los dos rubios están sin ataduras… solo para tu información. —Dirigió su mirada helada en mi dirección—. No sé quién es el pelirrojo.
No era una conversación que quería tener en la acera frente a un desconocido, o en ningún otro sitio para el caso, pero ambos estaban mirándome, así que gemí y metí las manos en los bolsillos de mi sudadera.
—EL enfermero de emergencias, Sungmin, se pasó para comprobarme, estaba bastante jodido, borracho y todo eso. Básicamente me dijo lo que han estado intentando decirme toda la semana. Necesito superar toda mi mierda y hacer las paces con Shindong antes de que sea demasiado tarde.
El vecino se encogió de hombros.
—Eso fue amable de su parte. Es dulce que se pasara. Tengan un buen día.
Observamos cómo se marchaba y Hyukjae  se giró hacia mí con una ceja elevada. Rebusqué y palmeé mis bolsillos en busca de una cajetilla de cigarrillos. Juré cuando recordé a Sungmin salir de casa llevándoselos.
—¿Qué?
—Nuevo vecino.
—¿Y?
—¿Y?
Una vez en el auto, me dejé caer y apoyé la cabeza contra el frio cristal y cerré los ojos. Sabía que tenía que ir al hospital, pero no quería ir realmente. ¿Qué se suponía que le iba a decir a Shindong?
Algo como… oh, entonces tu eres mi padre que ha estado perdido  todo  este tiempo… bueno saberlo, oh, por cierto. Gracias por esperar a tener cáncer y que a lo mejor te mueras para decírmelo…
Simplemente no había palabras para darle sentido.
—Entonces hace una semana hubiese entrado a tu apartamento y no hubiese habido ni una posibilidad de que hubieses estado solo. Ese vecino habría estado contigo y habrías estado desnudo.
Dejé salir una risa y abrí un ojo para mirarlo.
—He estado demasiado jodido. Estaba tan perjudicado la semana pasada que no hay ninguna oportunidad en el infierno de que pudiese haber estado solo con alguien.
Pero eso no era completamente cierto. Cuando tiré a Sungmin contra mí, cuando finalmente se abrió y me dejó entrar en las húmedas y calientes cavidades de su boca. Estaba tan duro como una roca y no había nada que el rio de tequila en mis venas pudiera hacer con eso. Como si estuviese leyendo mí mente, Hyukjae  preguntó:
—¿Cuál es la historia con el enfermero?
—Fuimos a la secundaria con él. Era súper inteligente, tímido, se retraía, mayormente, no iba de fiesta o salía por ahí, así que no creo que lo recordaras. Lo reconocí la noche que fui a recoger a Siwon a emergencias después de la paliza. Mi casillero estaba al lado del suyo durante el último año. Él se ve un poco diferente ahora, ha perdido peso. No parece que se interese mucho por mí, pero fue agradable conmigo la noche que ingresaron a Shindong en el hospital y fue amable de su parte venir a comprobarme la otra noche.
—Pero ¿Por qué haría eso si no le gustas?
—Realmente no lo sé. Solo creo que es una buena persona.
Hyukjae resopló.
—Es caliente. 
Asentí.
—Lo es.
—Es una mierda que no le intereses.
Solté un suspiro.
—Supongo. Tampoco es que yo estuviese en el mercado para una novia de todos modos.
—¿Por qué demonios no?
Era una discusión familiar la que íbamos a tener ahora. Desde que había decidido que Donghae era para él, está encima de mí para que me estableciera, para que encontrara a alguien que me hiciera pensar que en realidad el amor tenía una oportunidad y que valía la pena intentar la monogamia. Mientras yo estaba contento por él, por todos, por haber encontrado a “el elegido”, no veía que eso viniese para mí.
—Colega, me acabo de enterar que mi tío realmente es mi padre, tiene cáncer y mi mejor amigo lo está jodiendo casándose en menos de un mes. Por no mencionar que mi casi hermano está esperando un bebé. Dime tú, ¿en medio de eso tengo tiempo o capacidad mental para intentar ser el novio de alguien?
Gruñó y estacionó la camioneta en el estacionamiento del hospital. Sentí que el corazón se me aceleraba y me comenzaba un sudor frio en la parte de atrás del cuello. Bajamos de la camioneta y nos encontramos por delante. Hyukjae  me dio un fuerte empujón y gruñó cuando le clavé la punta de mi codo en las costillas como represalia.
—Esta es la cosa, Kyuhyun, tú no eres el novio de “cualquiera”, tu eres el novio de “el jovencito” y cuando “el joven” aparezca, le encontrarás tiempo, y la cabeza te ira a mil por hora porque la idea de no tenerlo cerca será lo peor que puedas imaginar.
No sabía que decir a eso, así que mantuve mi boca cerrada y lo seguí a través de las puertas corredizas hasta el ascensor. Inconscientemente   mis ojos lanzaron una mirada por los blancos pasillos en busca de la fiera de cabello rojo. No lo vi y no podía decir se eso me aliviaba o me irritaba.
Llegamos al área de oncología y tuve que seguir a Hyukjae  porque no sabía en qué habitación estaba Shindong. Hombre, realmente esto apestaba y necesitaba tanto un cigarrillo que me dolía la piel. La puerta estaba solo un poco abierta y Hyukjae  se paró a un lado.
—Entra ahí y ve con el hombre que te ha criado. Quizás te llamaba sobrino, Kyuhyun, pero siempre te ha tratado, demonios, a todos  nosotros, como a sus hijos. Te daré unos pocos minutos antes de que entre.
Asentí bruscamente.
Tomé una profunda respiración y abrí la puerta. Las cortinas estaban ligeramente abiertas y la luz del invierno hacia raras formas sobre el débil cuerpo de Shindong. Siempre había sido un tipo grande, fuerte, y ahora que sabía que era mi padre podía ver todas las similitudes entre nosotros. Levantó los parpados y me miró. Quería mover los pies y aclararme la garganta, pero no lo hice. Caminé hacia el extremo de la cama así que simplemente nos estábamos mirando el uno al otro. Estaba muy delgado y su palidez lucia horrible.
Me froté el pulgar por el borde de la mandíbula e intenté sonreír.
—Me asustaste como el infierno, viejo.
—Estaba cansado de auscultarme y pincharme. No iba a pasar Acción de Gracias en un maldito hospital. Solo necesitaba alejarme. No sabía que estaba enfermo, pensé que solo sería un resfriado.
—¿Solo un resfriado? —No pude evitar la amargura que se deslizó en mi tono—. Pensé que estabas muerto cuando te vi tirado en el suelo de la cabaña. ¿Tienes alguna idea de lo que eso me hizo?
—Lo siento, Kyuhyun. Por todo. Tomé algunas malas decisiones a lo largo del camino, hice cosas de las que me arrepiento, pero, hijo… tú nunca fuiste una de ellas.
Ahí estaba. Hijo, algo que siempre quise ser y nunca pensé que sería. Me pasé la mano por la parte trasera del cuello.
—Ni si quiera sé qué hacer con eso, Shindong. Ni siquiera sé cómo llamarte ya.
—Como siempre lo has hecho, sigo siendo Shindong, Kyuhyun. Las cosas que pasaron entre tu madre y yo hace tanto tiempo no tienen nada que ver contigo. Quien eres ahora es un hombre del que debería estar orgulloso… del que debería estar orgullo como padre, tío, jefe o cualquiera de esas cosas. Pensé que estaba protegiéndote, quizá ponerme enfermo fue una señal. Pensé que simplemente desaparecería, para ser honesto.
—¿El cáncer? ¿Pensaste que el cáncer simplemente desaparecería y podrías esconderte definitivamente de eso? ¿De nosotros?
—Parece ser un rasgo familiar. Te tomó una semana entera traer tu culo hasta aquí ¿No?
Él tenía un punto, así que simplemente suspiré y me incliné contra el borde de la cama.
—He tenido mi cabeza en algunas cosas. Necesitaba hacer eso   solo.
Sabía que tenía que tener en la punta de mi lengua el preguntarle por qué no había dicho hasta ahora que era mi padre, por qué lo había estado manteniendo en secreto durante toda mi vida, pero pensé que habría una respuesta terrorífica. Mi madre nunca me trató como si me mereciese llevar su sangre. Creo que no podría manejar que Shindong tuviera cualquiera de esas razones detrás de sus acciones.
—¿Cómo estás con todo ahora? —Su tono era dudoso y me sentí como un idiota por hacerle dudar del lugar que tenía   conmigo.
—No lo sé, pero tú nunca me has decepcionado en mi vida y no sería capaz de vivir conmigo mismo si algo te pasara y dejábamos las cosas como estaban. Te debo todo lo que tengo y todo lo que soy. No te voy a dejar pelear esto solo.
Se encogió un poco y miró hacia otro lado. La perilla que le rodeaba la boca se curvó un poco hacia abajo y sentí que mi estómago se hundía.
—Ya no hay ninguna lucha, Kyuhyun. El cáncer oficialmente está matando mi cuerpo. Tengo metástasis, se está moviendo hacia mis nódulos linfáticos. No hay mucho que podamos hacer aparte de esperar.
Tragué y sentí la humedad empezar en la parte trasera de mis ojos. Empujé la visera de mi gorra hacia abajo sobre mi frente y parpadeé fuerte para contener las emociones.
—¿Qué pasa con la quimio, o la radio…. o joder, con una ceremonia vudú? ¿Ninguna opción?
Él sacudió la cabeza, y mientras yo pensaba que me estaba dando las peores noticias de mi vida, Shindong se veía como si hubiese tenido tiempo de sobra para estar de acuerdo con su destino y la falta de respuestas satisfactorias.
—Sé que todo es nuevo para ti, y que has tenido muy poco tiempo para hacerte a la idea, pero he estado enfermo durante un tiempo, esta no es mi primera vuelta. El tiempo que he tenido contigo, con el resto, ha sido una bendición. Sentí la ira replegarse en mis entrañas y tuve que concentrarme para evitar estallar.
—¿Estuviste enfermo antes?
Hizo un sonido de afirmación y movió una mano temblorosa para alcanzar un vaso de agua. Pasé por el lado de la cama así podía alcanzárselo. Nuestras miradas idénticas se encontraron y tuve que tragarme todo los sentimientos agrios que esta conversación había dejado.
—Sí, de lo mismo. Justo antes de comprar la tienda. Tuve un tumor en el pulmón y me operaron para quitármelo luego estuve en tratamiento un año. Era una de las muchas razones por las que estaba tan ansioso de tenerlos a ti y a Hyukjae  bajo mi ala. Hay un montón de trabajos de mierda ahí fuera, la gente no entiende el arte, el trabajo detrás de los tatuajes, es serio. Sabía que si les enseñaba la manera correcta de hacerlo, respetarían el arte y la habilidad por completo, si algo me pasaba mi legado estaba en buenas manos. Gané en esa ocasión, pensé que podría ganar otra vez.
—¿Por qué no dejaste de fumar?
—Porque dejarlo es difícil. Porque pensé que era invencible. No lo sé, Kyuhyun. No hay una buena razón. Desearía haberlo dejado, deseo que tú lo  hagas. No hay ninguna razón para tentar a la suerte.
Abrí la boca para decir algo más pero perdí la pista al escuchar que se abría la puerta y Hyukjae  entró.
—¿Todo bien?
—Estamos en ello, chico. Ven aquí rápido. Quiero hablar con ustedes dos sobre algo.
Hyukjae cerró la puerta e hizo su camino hacia el lado opuesto de la cama de hospital. Shindong abrió su boca, pero antes de que pudiese decir nada empezó    a toser de una forma terrible. Me dolía ver la forma en que la dura tos le hacía mover todo su cuerpo débil. Lo tomó varios minutos recuperar el aliento y Hyukjae  y yo miramos hacia la cama con    preocupación.
—Maldición, eso dolió. —Se aclaró la garganta, y miró de ida y vuelta entre nosotros dos. —Voy a dejarles la tienda, chicos. Por lo que la escritura de la propiedad estará a nombre de Kyuhyun. Son un equipo imparable desde que fueron lo suficientemente mayores como para darme canas, también son los mejores artistas de esta ciudad. Ambos pusieron SMarked en el mapa, dándole un estilo y un nombre que yo nunca pude. Ambos lo hicieron suyo y creo que los dos como socios tienen mucho que ofrecer a esta ciudad.
Hyukjae  y yo intercambiamos miradas de asombro y luego miramos a Shindong como si estuviese hablando francés y no lo entendiésemos. Podíamos tatuar, podíamos tratar a los clientes, pero ninguno de los dos teníamos ni idea de cómo manejar un negocio.
—He estado buscando una ubicación, para una segunda tienda. Quiero expansión, llevar nuestro nombre y nuestro trabajo a diferentes clientelas. Encontré el sitio perfecto. He firmado cinco años de arrendamiento, pero ahora… bueno, va a ser su creación y tendrán que llevarlo.
Hyukjae  fue el primero en preguntar:
—Uh… Te das cuenta que nosotros no tenemos ni idea de cómo llevar una  tienda ¿Verdad?
Shindong puso los ojos en blanco y resopló ante nosotros.
—Por supuesto que lo sé. He hablado con Heechul. Él será su gerente en los negocios. ¿Creen que cuando el bebé esté aquí va a querer responder teléfonos y llevarles la agenda a dos cabezas duras todo el día? De ninguna manera, esa pequeña fiera nació para cuidar a alguien, va a pasar tanto tiempo con el bebé como pueda. Le di una oficina en el nuevo edificio, puede manejar las cosas técnicas para ustedes, y si aún quiere hacer perforaciones puede ponérselo en su propia agenda. Todo lo que tienen que hacer es contratar un nuevo gerente para la tienda y el nuevo personal para la nueva. Confío en ustedes. Me harán sentir orgulloso.
—¿Planeaste todo esto sin pensar qué pensaríamos nosotros sobre ello? —No podía evitar que toda la ira que estaba sintiendo estallara.
—Kyuhyun… —La voz de Shindong cayó una octava—. No tengo suficiente tiempo para discutir. Quiero que mi familia esté bien, quiero lo que he trabajado tan duro para construir en la vida. Esta es la forma de hacer ambas cosas. Confía en mí.
Solía confiar en él sin dudar… pero los acontecimientos recientes me lo hacían un poco  difícil.
—¿Dónde se supone que encontremos un nuevo gerente para la tienda? ¿Y cómo esperas que cualquiera de nosotros encuentre un plantilla completa de artistas para la tienda? Hyukjae  y yo no tenemos ninguna idea de cómo hacer eso. —Sonó un poco petulante incluso para mis propios oídos.
—Lo averiguaran. He hecho algunas llamadas a alguna gente, contactos que he hecho a través de los años. No los voy a dejar en la estacada.
Ambos teníamos un millón de preguntas para hacerle, pero a Shindong le entró otro ataque de tos que parecía que no tenía final. Estaba obviamente incómodo y con mucho dolor. Hyukjae  fue a encontrar a una enfermera, que le dio algo a Shindong que pronto lo hizo cerrar los ojos y que su pecho se moviese en ritmo constante. Se desvaneció y Hyukjae  me señaló la puerta con la cabeza, así que le seguí al pasillo.
—Santa mierda.
—Sí, eso más o menos lo cubre. —Me saqué la gorra y me la volví a poner—. ¿Qué carajo vamos a hacer?
—Ya lo averiguaremos, supongo. Es lo que siempre  hacemos.
—Esto es una locura. Todo.
—Sin duda. Simplemente iremos paso a paso. Nosotros te cubrimos, Kyuhyun. Recuérdalo la próxima vez que quieras jugar a la avestruz y enterrar tu cabeza en una botella de tequila durante una semana.
Ya lo sabía.
—Gracias, Hyukjae . Oye, dame un minuto, quiero tratar de localizar a Sungmin y disculparme.
—Disculparte. ¿Por qué?
—En este punto, siento que debo disculparme por existir. Gracias por arrastrarme fuera de mi   estupor.
—En cualquier momento. Te encontraré en la camioneta. Necesito llamar a Donghae. Aun no les ha contado a sus padres lo de la boda. No me importa si vienen o no, pero conozco a Nemo lo suficiente para saber que se sentirá culpable si no les da la oportunidad para probar que no son tan horribles, aunque lo  sean.
Me reí porque no estaba bromeando y porque aún me hacía reír cuando utilizaba ese apodo con Donghae.
Sus palabras fueron un duro recordatorio de que no era el único con una dinámica familiar jodida. Los bloques de construcción que me hicieron ser la persona que era estaban cambiando, siendo reorganizados y colocados en diferentes lugares. No tenía miedo del cambio, una mirada a mi cuerpo y cualquiera podía ver eso… lo que me aterrorizaba era mirar atrás y ver que mi madre se dio por vencida… abandonándome, no tenía nada que ver con tener el corazón roto porque un padre había incumplido, sino con el hecho de que yo nunca sería lo que ella quería. Tenía que ver con que yo no era suficientemente bueno, y a pesar que creía que hacía tiempo que estaba bien con eso, todavía me sentía marcado.



4 comentarios:

  1. TT______TT
    Ay Kyu~
    Ahhh estoy segura que él no estaba hablando de Minnie~ cuando este escuchó eso tan feo(?)

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  2. Hasta que al fin estas tendiendo un poco de cordura.
    Cada vez me convenzo más que lo que Min escuchó no era referido a su persona, tal vez los 2 tengan su oportunidad de ser felices.
    Que envía me da el vecino nuevo con semejante desfile de elementos ardientemente masculino.

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  3. Ya era hora que saliera de su agujero y viera el valioso tiempo que perdia
    en definitiva un hurra por esos amigos que tiene que como ellos son poco
    Pero claro que deberias de disculparte y de agradecer a Min mira que despues de todo lo que a sufrido por ti es lo minimo TvT
    Amo a su vecino xD me encanta su forma de ser
    Gracias por el cap~~

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  4. Kyu a reconocido a Min en el hospital.
    Save que iba con ellos al instituto y como era en ese tiempo...lo que le falló fue recordar que estuvo en la fiesta...pero claro,con lo borracho y drogado que estaba,cómo lo recordaría,pero Min lo hace y por eso sigue alejandose de él...cua do Kyu sepa el por qué de las cosas de ese tiempo.
    Pero ahora a pesar de su borrachera de una semana,sí recuerda que Min fue a verlo y que lo besó y lo que sentió...el cambio se va notando.
    Y que bueno que fue a ver a Shin y empezar a hacer las cosas bien.
    Y Shin les deja su legado...ay Shin T_T
    Quiere ver a Min...si este no está seguro ya lo vio y se anda escondiendo...después del beso Min debe estar furioso con el mismo porsucumbir una vez más
    A mi me gusta...pero a él no...xD

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...