Marcado IV -5



Estaba quedándome sin energía y poniéndome cada vez más irascible. En lugar de trabajar de medio día a las siete, estaba teniendo que ir a las nueve y quedarme hasta las ocho o más tarde para compensar por todas las personas a las que les había quedado mal al saltarme sus citas en medio de mi crisis nerviosa de la semana anterior.
Mi agenda estaba siempre bastante llena, así que tratar de reprogramar toda una semana completa de trabajo no era solo una pesadilla para mí, sino también tenía a Heechul listo para ahogarme.
También estaba tratando de pasar cada hora del almuerzo visitando a Shindong, lo que significaba que no había un momento de inactividad en todo mi día. Él no lo estaba haciendo tan bien. Sus pulmones tenían agua en ellos y uno de los medicamentos para el dolor que tenía no funcionaba para su estómago, así que él estaba teniendo dificultades reteniendo cualquier cosa en el estómago.
Era difícil verlo así, como si estuviera simplemente consumiéndose ante mis ojos. Viéndolo desvanecerse lejos de mí tenía cientos de preguntas dando vueltas en mi mente. Realmente tenía muchas ganas de inmovilizarlo y conseguir la historia de él. El shock había desaparecido un poco y ahora quería respuestas. Ya no tenía miedo de su respuesta. No había manera de que Shindong estuviera avergonzado o infeliz de que yo fuera de su sangre.
Yo podría solo haber perseguido a mi madre hasta que ella diera los detalles, pero tratar con ella siempre fue una pesadilla y sabía que ella no podía molestarse en decir la verdad. Heechul mencionó que su padre parecía estar al tanto de información privilegiada y estaba totalmente abierto a fisgonear la historia de él si quería. Su padre y Shindong habían estado alistados en la marina juntos hace años y habían mantenido un estrecho vínculo con los años.
Le dije que se mantuviera a raya porque tenía que dar a la gente que había estado involucrada, que me dejaron vivir una mentira durante tanto tiempo, el derecho de explicar sus decisiones. Sin embargo, si Shindong no decidía dejar de darme evasivas pronto, iba a tomar la oferta y no sentiría ni un gramo de culpa por ello.
Yo era el único en la tienda, terminando mi último cliente y mirando el reloj que estaba sentado en la recepción para ver si tenía tiempo para ir al hospital, y estuve sorprendido cuando la puerta de entrada de la tienda se abrió y Jjong caminó dentro. Él tenía una vibra retro genial que era toda suya y él era uno de los tipos más graciosos que he conocido. Él hizo el ambiente en la tienda más alegre, ya que Hyukjae  podía ser tan idiota y a Heechul le encantaba causar drama y meterse en los asuntos de todos. Levanté una ceja hacia él y termine de envolver a la chica.
—¿Qué pasa, hombre?
La cliente pagó y me dijo cómo delirantemente feliz estaba con su gatito zombificado mientras me despedía y cerraba la puerta detrás de ella.
—Has estado tomando algunas horas locas  últimamente,   amigo.
Para hacer su punto más obvio bostecé y tuve que chasquear mi cuello.
—Es mi propia culpa. No debería haber estado actuando como un imbécil total la semana pasada.
—Eso fue una mierda pesada con la que tratar.
─Sí, pero yo soy un hombre hecho y derecho. Estaba actuando como  un bebé.
—Nadie te culpa.
No, no lo hicieron, pero deberían hacerlo. Tomó a Sungmin aparecer y decirme que me tirara de mi cabeza fuera de mi culo para ver más allá de mis propios sentimientos agitados y a Hyukjae  intimidándome para actuar correctamente.
—¿Qué haces aquí tan tarde? —le pregunté mientras empezaba a organizar mi estación.
—Te estaba buscando. Me detuve en el hospital para ver a Shindong y mencionó la nueva tienda. Eso es bastante genial.
—Si. No tengo ni idea de lo que se supone que debo hacer al respecto, sin embargo.
Él se rio y se apoyó en el mostrador de recepción mientras yo limpiaba las cosas con un fuerte antiséptico.
—Bueno, yo no sé una mierda sobre la contratación de un nuevo personal, y pensar que vas a encontrar a alguien para reemplazar a Heechul es un sueño imposible. Ese molde no solo se rompió, se destrozó en millones de pedazos en el suelo. El mundo no podría manejar más de uno de él.
Me reí porque él tenía razón, y me levanté para que pudiera hacer crujir mi espalda. Sonaba como si me estuviera cayendo a pedazos.
—Cierto.
—Conozco a un hombre, que hace renovaciones personalizadas y cosas por el estilo. Él es un buen amigo, uno de mis clientes en realidad. Solo quería hacerte saber que tenía un nombre cuando se trata de tener el lugar listo para ser convertido en una tienda de tatuajes.
—Lo tendré en mente. Ni siquiera lo he hecho hasta allí todavía. Entre tratar de ponerme al día aquí y pasar tiempo con Shindong, solo estoy corriendo en círculos.
Por no mencionar, que aunque sabía que quería mantenerme alejado de Sungmin, yo todavía estaba en silenciosamente buscándolo cada vez que daba un paso dentro de las puertas del hospital. Hasta ahora no había tenido suerte, pero eso no me detenía a buscarlo.
—Sí, me he dado cuenta de eso, y Hyukjae  es todo en el modo súper-novio. Oh, cómo han cambiado las cosas alrededor de este lugar en los últimos años. Recuerdo cuando todos estábamos sobre un buen tiempo y unas cuantas   frías.
—Oye, yo todavía lo estoy. —Mi argumento fue poco entusiasta a lo mucho. Estaba demasiado cansado para un buen tiempo.
Se rio de mí y puso en blanco sus ojos del color del océano.
—De ninguna manera, Kyuhyun. Toda nuestra pandilla está casándose y teniendo hijos, todos estamos creciendo y sentando cabeza.
Jjong era el más joven de nuestra banda, así que era divertido oír esto viniendo de él. Apagué las luces y me puse una gorra negra encima de mi cabeza rapada.
—Tenía que suceder en algún momento, supongo, pero el matrimonio  y bebés... —Hice una mueca—. No son para mí.
—Ya lo veremos, hermano. Ya lo veremos. Sinceramente, nada de eso es el por qué te localicé. Tengo una idea que quiero platicar contigo para la nueva tienda.
Jjong era un tipo interesante. Él era divertido, el bromista del grupo, pero también tenía mucho pasando bajo la superficie. Él estaba mucho más en el arte de lo que nosotros lo hicimos para ganarnos la vida. Creo que debajo de su personalidad jovial acechaba el alma de un hombre verdaderamente artístico. Apreciaba eso, y a él, por lo que si él tenía una idea estaba más que dispuesto a darle una oportunidad. Además de que tenía que importarle mucho, si él se me estaba acercando después de que todo el mundo había terminado el día.
—Dispara.
Estaba un poco sorprendido de ver que él parecía un poco nervioso. Hubo un poco de rubor rosado detrás de ese magnífico tatuaje de un ancla   que estaba en el lado de su  cuello.
—Heechul mencionó que había un espacio vacío en la planta superior del nuevo espacio que tenía oficinas y esas cosas. Creo que deberías convertirlo en una tienda. Mantener la tienda de tatuajes y los materiales de perforaciones en la planta baja, pero arriba deberías considerar la venta de cosas... como nuestra propia marca. Más que simples camisetas y mierda como lo hacemos ahora. También creo que puede ser una idea rentable exhibir algunas obras de arte original de los artistas. Como Hyukjae  que hizo ese mural con el hombre de las cavernas para esos chicos ricos y la forma en que tú hiciste la parte de atrás de ese restaurante en graffiti de Broadway. La gente los compraría, y en ese lugar ustedes podrían cobrar un brazo y una pierna por ello.
Solo podía mirarlo. Él debe haber tomado mi sorpresa aturdida por el camino equivocado porque se encogió de hombros y levantó una mano  tatuada para frotar la parte posterior de su   cuello.
—O no. Era solo una idea.
Parpadeé y extendí la mano para empujarlo en el centro de su pecho con la palma de mi mano.
—Una idea brillante de mierda. Maldita sea, amigo, Shindong debería haberte dejado a cargo de este nuevo proyecto. No tenía ni idea de que fueras tan diestro para los  negocios.
Caminamos fuera de la puerta principal y entramos en el aire frío de Colorado. El frío succionó el aliento de mis pulmones y me hizo temblar dentro de mi sudadera con capucha.
—Acabo de ver lo que hicieron Siwon y Kangin con ese tugurio de bar que terminaron manejando y pensé que deberíamos tratar de mejorar nuestro juego un poco también. Me encanta este lugar, me encanta lo que hacemos, así que ¿por qué no llevarlo al siguiente nivel?
—Eso significa que quien sea que contratemos para gestionar estas tiendas en lugar de Heechul va a tener que ser un ajuste perfecto. No será de casualidad que conoces a alguien que pueda llenar ese papel, ¿o sí?
Di unas palmaditas automáticamente en el bolsillo de mi sudadera en busca de un cigarrillo y casi me dio un ataque cuando saque las manos vacías. Dejar de fumar apestaba y yo apestaba al dejar de fumar, pero estaba tratando con fuerza, y cada vez que veía a Shindong en la cama lo hacía un poco más fácil.
Jjong sacudió su cabeza y jaló el cuello de franela acolchada alrededor de su cuello.
—No, pero encontrarás a alguien. Tienes grandes instintos sobre la gente y Hyukjae  es como el guardián del infierno, por no hablar que quien contrates tiene que pasar la prueba de Heechul. Tienes que darte un poco de crédito, Kyuhyun. Esta es la vida de Shindong, su legado... por supuesto tú eres el único a quien se lo confiaría. Son familia, él quería que continuaras con la tradición y mantuvieras este lugar como un hogar. Tienes esto, hermano. Ten un poco de fe.
Solo gruñí y me volví para caminar hacia donde estaba estacionado mi auto. Lo miré cuando él preguntó:
—Oye, he oído que tu nuevo vecino es un diez sólido. ¿Qué pasa con eso?
Levanté un hombro y lo dejé caer. Lo que estaba pasando con eso era que su cabello era del color equivocado de rojo y sus ojos eran oscuros.
—Demasiado ocupado, demasiado enfocado sobre Shindong... No sé. Pásate por una cerveza y puedes presentarte tú  mismo.
Él no respondió, solo me dio una mirada. Una mirada que claramente declaraba que si no estaba tratando de conseguir activamente meterme en los pantalones del vecino, algo más estaba pasando. Afortunadamente estaba helando, así que ninguno de nosotros quería pasar el rato en la acera, y pude escapar limpiamente sin forcejear alrededor de una débil excusa por mis verdaderas razones para no tirar todo mi considerable juego en el bombón al otro lado del pasillo.
Cuando llegué al hospital, eran casi las nueve. Traté de estacionarme cerca, para no tener que caminar hasta la puerta principal y congelar mis pelotas en el camino, pero el destino no estaba trabajando para mí y me tomó cinco minutos para caminar hasta las puertas de entrada después de finalmente encontrar un lugar. Yo estaba murmurando en voz baja sobre la necesidad de un cigarrillo y frotando mis manos juntas para mantener el calor cuando me detuve vacilantemente mientras franqueaba la esquina del edificio principal.
Sungmin caminaba de un lado a otro en la acera. Las luces del edificio estaban lanzándolo en una luz etérea y vibrante, como el cielo por encima de ella iluminándola con su resplandor, haciendo que cada copo de nieve quedara atrapado en su increíble brillo del cabello. Estaba vestido con su uniforme, sin abrigo ni guantes, y el frío no parecía tener ningún efecto sobre él mientras caminaba  hacia  atrás  y adelante. Se movía frenéticamente, con los brazos cruzados con fuerza alrededor de su pecho como si estuviera tratando de darse un abrazo de oso.
Sabía que no quería tener nada que ver conmigo, que quería fingir que no existía, pero no podía simplemente caminar a su alrededor sin preguntarle qué le pasaba, sin ver si estaba bien.
—¿Sungmin?
Dije su nombre en voz baja y me moví un poco más cerca. Cuando se dio la vuelta pude ver los rastros congelados de lágrimas en sus mejillas y casi podía sentir espirales de tensión saliendo de su cuerpo. Me sorprendió que la nieve que estaba aterrizando en su cara y aferrándose a sus pestañas no se derritiera de inmediato con todo el calor y energía que estaba emitiendo.
—¿Estás bien?
Él parpadeó hacia mí como si no me reconociera, y pensé que tal vez era la gorra cubriendo mi cabeza. Abrió la boca y la cerro rápidamente de nuevo así las palabras no saldrían. Sus brazos cayeron a sus costados y solo se quedó mirándome sin decir nada o sin moverse durante un largo rato.
Estaba a punto de pedir disculpas por molestarlo, una vez más, cuando de repente se movió hacia mí... se tambaleó como si hubiera llegado sin ataduras de la tierra. No tenía idea de lo que estaba haciendo, pero la expresión de su rostro era decidida y concentrada, así que me preparé para que me diera una cachetada en la cara o a que pusiera una rodilla en mis bolas. Con este joven simplemente nunca sabía en qué dirección iba a girar la marea.
No estaba preparado para que se arrojara contra mi pecho. Estaba tan sorprendido, que en realidad tuve que dar un paso atrás mientras envolvía mis brazos alrededor de su cintura. El puso sus manos alrededor de mis hombros y cerró sus helados dedos bajo el cuello de mi sudadera con capucha clavando dedos en la parte de atrás de mi cuello. Su pecho se estrelló contra mi pecho. Yo estaba estupefacto, tratando de averiguar lo que él estaba haciendo, cuando cerró su boca en la mía.
Su boca era caliente, frenética, salvaje y desesperada. Sabía a invierno y algún tipo de cítrico picante. Lo sabía porque no dudó en rodar su lengua en mi sorprendida boca. Había sido besado, pero nadie me envió de cómodo a sentir que mis calzoncillos eran diez tallas más pequeños en una fracción de segundo de la manera que Sungmin lo hizo.
Si no hubiéramos estado de pie fuera consiguiendo congelarnos, no hubiéramos estado parados en el medio de una acera, lo habría empujado contra una pared... infiernos, hubiera encontrado un punto suave en el suelo y lo dejaría sacar lo que estaba persiguiéndole en la forma más sexy, más salvaje posible. Si él necesitaba una liberación física para conseguir sacar sus emociones, yo estaría más que dispuesto a ofrecer mi tiempo y mi cuerpo. Tenía una sospecha profunda de que si alguna vez era lo suficientemente suertudo para tenerlo desnudo, nunca dejaría que se pusiera ropa a mí alrededor otra vez.
Deslizó sus manos hacia el frente de mi cara y agarró mis dos mejillas. Comenzó a temblar, y cuando se echó hacia atrás me quedé atrapado en la acechante tormenta que era su mirada. Alcé una mano y limpié una sola lágrima de cristal que estaba aferrada en su pestaña con mi nudillo. Dejó escapar un suspiro tembloroso y cerró sus ojos.
—Lo siento. No era mi intención de atacarte con mi boca. —Parecía avergonzado y triste al mismo tiempo.
Me eché a reír y di un paso atrás mientras él dejaba caer las manos. Parte de su conciencia debe haber vuelto porque comenzó a temblar. Suspiré y deslicé la cremallera de mi sudadera con capucha hacia abajo para que pudiera entregársela. Me miró en silencio durante un segundo y luego la tomó.
—Sungmin, me puedes atacar con alguna parte de ti en cualquier momento de cualquier día. No me quejaré... nunca.
Rio un poco tembloroso.
—Gracias.
—¿Quieres hablar de lo que te tiene en la nieve caminado de ida y vuelta?
Era una posibilidad remota, pero todavía parecía tan torturado, tuve que preguntar. Sacudió la cabeza y deslizó las manos por su cabello. Algunas hebras rojizas flotaron como un halo alrededor de su cabeza.
—Ha estado muy ocupado toda la semana. El tiempo vuele las cosas locas y es temporada de gripe. Normalmente puedo manejar todo lo que viene a través de la puerta. A veces puede ser abrumador y me rompe el corazón, pero hago mi trabajo y por lo general puedo esperar hasta que llegue a casa para procesarlo todo o desmoronarme.
No podía ni siquiera imaginar lo que tenía que lidiar día a día generalmente. El hermano gemelo de Hyukjae, había sido traído a esta misma Sala de Emergencias cuando estrelló su auto en la carretera interestatal en un terrible accidente. Él no lo había logrado, y se me ocurrió que era algo que Sungmin tenía que ver todo el tiempo.
—Hoy una adolescente fue trasladada de urgencia. Sus padres la encontraron con una sobredosis en el baño. Ella era solo una niña de verdad, tenía toda su vida por delante, pero ella trago una botella entera de pastillas porque los niños de su escuela estaban metiéndose con ella, intimidándola. Estaban siendo malos con ella, diciéndole cosas horribles en Internet, y ella simplemente no pudo soportarlo  más.
Vi temblar su labio inferior antes que lo atrapara entre sus dientes. Sus ojos se alzaron de nuevo hasta los míos. Me pregunté si estaba viendo su yo adolescente en esa paciente, y sentí una punzada de remordimiento por no haberle prestado más atención en ese entonces.
—Veo muerte y tragedia todo el tiempo y nada hace que sea peor que cuando es totalmente sin sentido. Todo lo que ella necesitaba era un poco de amabilidad, un poco de bondad humana básica, y no estaría en su camino a la morgue y sus padres no estarían devastados. Es desgarrador y tan sin sentido.
Jaló sus manos dentro de las mangas de mi sudadera y me miró.
—Y tengo que ir a hablar con mi mamá mañana, que es el equivalente de tener un centenar de endodoncias a la vez. Este día fue vicioso y creo que estuve un poco fuera curso por un segundo.
Era mi turno de temblar.
—Lo siento, Sungmin. Eso suena horrible.
Entrecerró los ojos y giró la cabeza hacia el frente del edificio.
—¿Cómo lo sabes? ¿Alguna vez has tenido a alguien burlándose de ti, sido llamado con nombres horribles, tenías a alguien haciéndote sentir como que no mereces vivir solo porque no eras lo mismo que todos los demás?
Hice una mueca ante su tono duro y traté de descifrar cómo podía ir de dulce a hostil hacia mí con tanta rapidez. Su línea de pensamiento se movía como una liebre asustada.
Extendí la mano y agarré su codo y le hice girar para que estuviera  enfrentándome.
─Mira, no sé lo que hice o dije que te hace pensar que soy una especie de monstruo. Yo sé exactamente lo que es eso, sin embargo, Sungmin. Viví con Shindong por la mayor parte de mi infancia, porque mi propia madre no me quería, no pensaba que era lo suficientemente bueno para mantenerme a su alrededor. Yo no era como ella o su marido, por lo que ella no me quería. Se casó con un tipo que me odiaba antes que fuera aún lo suficientemente mayor como para preguntar por qué. Lo escuché repetir todos los días de mi infancia, los nombres, las burlas, las burlas por simplemente estar vivo. Así que, así es como lo sé. Por supuesto, las mías no vienen de mis compañeros, pero ¿tiene eso alguna diferencia? Las acciones odiosas apestan sin importar quién está repartiéndolas.
Algo cruzó por su bonita cara, arrugó sus moteadas facciones y caminó conmigo hasta el ascensor. Casi podía verlo tratando de desmenuzar mis palabras a medida que avanzábamos juntos.
—Las horas de visita han terminado, pero voy a escabullirte considerando que te retrasé afuera.
—Gracias, ¿y qué pasa con tu madre? ¿Por qué ir a visitarla está a la par con el dentista?
Hizo un ruido con la garganta y se apoyó en el otro lado del ascensor. Quería golpear el botón de pánico y dejarnos atrapados aquí juntos por una hora o dos para que pudiera ver si podía conseguir que pusiera su boca en la mía de nuevo.
─Ella siempre ha sido del tipo de mujer difícil, incluso en el mejor de los tiempos, pero ahora que ella y mi papá están divorciándose, ella se convirtió en algo más y anhelo los días en que era solo difícil.
Esto era lo más que alguna vez me había dicho de sí mismo.
—¿Por cuánto tiempo estuvieron casados?
—Lo suficiente para decidir que ya no se gustaban mucho mutuamente.
—Eso es una mierda, pero ¿no es así como terminan todos los matrimonios?
Él levantó una ceja.
—Tu mamá todavía está casada, y ¿qué pasa con Hyukjae ? ¿No le propuso matrimonio a su novio justo aquí en el hospital? Y Henry Lau se casó, ¿no es así?
—Mi madre está obsesionada. Ella se vendría abajo si esa relación no funcionara, y eso no es un matrimonio para mí. Hyukjae y Donghae están destinados a estar juntos, y Henry se casó totalmente con el chico adecuado. Veo esas uniones pasando la prueba del tiempo, pero ¿quién sabe? La gente cambia, y cosas que pensabas que te gustaban de una persona pueden de repente fastidiar tu mierda dentro de veinte años.
Fue probablemente lo más honesto que jamás había sido con ningún joven del que me sintiera atraído cuando se trataba de mis ideas sobre las relaciones y para siempre. Generalmente pasaba el tiempo con ellos que no quieren hablar de largo plazo o que sabían que si lo hacían yo salía por la puerta.
—Así que ¿no piensas alguna vez en casarte o tener hijos? —sonaba curioso, pero también algo   más.
Me encogí de hombros y extendí la mano para tirar de la gorra de mi cabeza y meterla en el bolsillo de atrás.
—Lo dudo.
Murmuró algo en voz baja que no entendí y caminó conmigo a recepción. Habló con la enfermera de noche, firmó algo, y volvió a donde yo estaba esperando a un lado.
—Ya está todo listo. Solo puedes entrar una media hora, pero eso es mejor que nada.
—Te lo agradezco.
Él inclinó la cabeza hacia un lado y parpadeó sus ojos nublados hacia mí como si estuviera tratando de encontrar algo que decir. Pensé que era extra lindo cuando estaba todo inseguro de eso.
Me dio una sonrisa realmente triste y se deslizó fuera de mi sudadera con capucha para entregármela de nuevo. Quería ponerla en mi cara y ver si olía a naranjas ahora en lugar de humo de cigarrillo.
—Es devastador cuando alguien que crees que puedes amar termina decepcionándote al final, por lo que entiendo de dónde vienes. Gracias, por, bueno, todo esta noche, supongo. Estoy realmente contento de haberte encontrado.
Estaba alejándose de mí. Al parecer nunca podría  conseguir  sujetar a este joven o realmente entender por qué quería sujetarlo en el primer lugar. Tal vez fue porque estábamos hablando de bodas, o tal vez fue porque quería besarlo y mucho más, pero yo no pude contenerme de decir impulsivamente:
—Ven a la boda de Hyukjae  conmigo.
Él se detuvo y se quedó absolutamente inmóvil. Me miró por encima del hombro y pude verlo tratando de decir que no, sin usar la palabra real. Levanté una ceja y le di una sonrisa.
—Es en la víspera de Navidad, en una semana. No digas que no, solo piensa en ello. —Enganché un dedo en la puerta cerrada donde Shindong estaba—. Ven a buscarme si decides que quieres darle una oportunidad. Será divertido... bueno, tan divertido como una boda puede ser cuando el joven novio no les ha dicho a sus padres que se va a casar y el novio es tan impredecible como Hyukjae . Solo piensa en ello.
Antes de que pudiera rechazar de plano la idea, me metí en la oscura habitación de Shindong y cerré la puerta detrás de mí.




*Si ven un error de dedo o género me avisan*


3 comentarios:

  1. O_____O
    Ahhh
    Por que Minnie, simplemente es sincero con Kyu!!!?????

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  2. Creo que nunca en su vida Kyi se hubiera esperado tal recibimiento de Min (espero más de estos en el futuro).
    Pensé que algo le había pasado a Shin al estar Min tan nervioso.
    Algo me dice que la respuesta será si y que tendremos una boda pot demás interesante.

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  3. Kyu va avanzando bastante bien
    Ya está asimilando todo,solo le fanta que le den explicaciones y por lo visto,las quiere de Shin...solo espero que se las de y no tenga que ir con su madre...quien sabe qué le diría.
    Y también que dejará de fumar,pero imagino que eso con un poco de más tiempo.
    Ante otro su lívido está serio...pero con Min se emociona y mucho.
    Y bueno,con ese beso que Min le dio,no puedo culparlo.
    Aparte de que nobse lo esperaba en ese momento,seguro que no se lo esperaba más adelante,Kyu sabe que Min le tiene un lijero rencor,así que este beso fue muy de sorpresa...una muy agradable la cual quisiera repetir.
    Tampoco Min se esperaba esa confesión de Kyu y menos de ese tipo.
    Esto es un gran paso entre los dos.
    Ojalá Min acepte ir a la boda de Hyuk y Har...y que Kyu no lo deje plantado,esta puede ser una buena oportunidad...pra los dos.

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...