Sapphire Wolf (T2)- 3




El teléfono de Sora sonó a medida que tomaban el giro a la calle en la vía de servicio y se dirigían hacia la
finca que los padres de Kangin estaban alquilando. Ella respondió sin mirar quién era.

—Habla Sora.

—Sora, soy Geunsuk, de la tienda —oyó decir a su empleado y se dio cuenta que su voz sonaba nerviosa.

—Geunsuk, ¿está todo bien? Pareces un poco tenso —dijo Sora.         

—Bueno, hay un pequeño problema. Tenemos un cliente furioso exigiendo verte, diciendo algo acerca
de ser estafado. No va a entrar en detalles, pero está realmente enfadado y no sabía si debía llamar a la policía o qué hacer, así que te llamé a ti.

—Si no ha hecho daño a nadie, no llames a la policía, no hay necesidad de molestarlos con esto si puedo solucionarlo yendo hasta allí y hablando con el hombre. Dame cinco minutos y voy —dijo Sora a Geunsuk. Colgó el teléfono y tomó el primer giro que la llevaría a su librería.

—Mamá, ¿qué pasa? ¿Está todo bien en la tienda?

—No estoy muy segura. Era Geunsuk, él es uno de mis gerentes asistentes y dice que hay un cliente furioso exigiendo verme. Geunsuk parecía muy preocupado por él, así que creo que tengo que pasar por allá, pero voy a hacerlo rápido.

—No es gran cosa, el hombre lobo puede esperar unos minutos. No voy a decirle que nos vamos a
demorar, vamos a hacerlo sudar un poco cuando yo no aparezca exactamente a la 1 —dijo Teukkie con una sonrisa pícara.

—No creo que a ti y Hee deban permitírseles pasar más el tiempo juntos, Teukkie, está comenzando a
cambiarte y no puedo controlar más que una bruja malvada a la vez —dijo Donghae con sarcasmo.

Hee puso los ojos en blanco.

—No hay nada malo en hacer al hombre sudar un poco. Quiero decir, vamos, él fingió su muerte y casi llevó a nuestro pequeño y dulce Teukkie a la locura. Todo vale en el amor y la guerra, nene.

—Bueno, eso es cierto —admitió Donghae.

Se detuvieron en la acera frente a la librería y los cuatro salieron del auto. Hacía demasiado calor para
sentarse en el auto incluso con el aire encendido, y además, Teukkie no quería a su madre
enfrentándose a un lunático por su cuenta.

Una vez en la tienda, Sora comenzó a mirar alrededor, esperando ver, o al menos escuchar, a este
supuesto cliente furioso, pero no había nada. Todo el mundo en la tienda estaba tranquilo, hojeando a
través de la misma, algunos hablando en voz baja entre sí. Se acercó a uno de los empleados y le
preguntó dónde estaba Geunsuk.

—Me dijo que tenía que salir, algo sobre una situación de emergencia — respondió la empleada llamada Lisa.

Eso es raro, pensó Sora.

—Bueno, ¿qué pasó con el cliente que estaba tan molesto?  —preguntó Sora.

—¿Qué cliente? No ha habido ningún cliente molesto esta mañana.

Aunque Teukkie se había dado cuenta que no había estado percibiendo las emociones últimamente, pudo sentir que algo no estaba bien.

—Mamá, en realidad no me está gustando lo que estoy sintiendo de toda esta situación. Vámonos, ¿de acuerdo? —le dijo Teukkie a su madre.

—Sí, estoy de acuerdo. Estoy percibiendo una mala vibra —agregó Hee.

Sora se sentía de la misma manera, algo estaba mal. Tenían que irse, pero no se sentía cómoda dejando la tienda abierta. Se volvió hacia Lisa y le dijo que les dijera educadamente a los clientes que se había producido una situación de emergencia y que la tienda tenía que cerrar, y luego le pidió que cerrara con llave.

A medida que todos regresaban al auto, Teukkie no pudo detener el escalofrío que le recorrió el cuerpo. Estaba bloqueando sus pensamientos de Kangin e incluso tratando de bloquear sus propias emociones porque sabía que si él pensaba que estaba incluso en el más mínimo peligro, o que incluso había un potencial peligro, él vendría volando al rescate y ella no sentía que la situación lo requiriera.

Cuando Sora comenzó a alejarse de la acera, Teukkie le preguntó:

—Entonces, mamá, ¿qué te parece que fue todo eso?

—No estoy muy segura. Geunsuk siempre ha parecido honesto. No entiendo por qué iba a mentir acerca de un cliente furioso —respondió Sora.

—Tal vez es uno de esos empleados descontentos que se les vuelan los tapones de la cabeza porque no consiguió ese aumento que quería. O tal vez tiene uno de esos problemas donde alucinas y ves cosas que no existen. O tal vez es un drogadicto, de modo que está alucinando y viendo cosas que no existen, o hmphmm… —Antes de que Hee pudiera continuar, Donghae colocó una mano sobre la boca de Hee.

—Realmente tenemos que trabajar en todo ese asunto de cerebro y filtro en la boca, Hee —dijo Donghae con aire taciturno.

—Hmm hmm hmmas —gruñó Heen en torno a la mano de Donghae.

—Sí, sí, sabemos que sólo decías —tradujo Teukkie por él.

—Bueno, sea como sea que se les volaron los tapones de la cabeza, como Hee tan elocuentemente dijo, eso sólo se convirtió en el menor de sus problemas teniendo en cuenta que me mintió y luego se fue en medio de su turno. —Sora se pellizcó el puente de la nariz. Era en momentos como estos que ser dueño de su propio negocio parecía la menos brillante de todas sus brillantes ideas.

Teukkie estaba mirando a su madre, viendo el cansancio filtrarse en ella como el agua buscando una grieta en su base cuando escuchó a Hee silbar.

—Echen un vistazo a esa deliciosa cosa.

De repente, Teukkie escuchó una gran explosión. El auto comenzó a desviarse. Sora tiró del volante hacia la derecha para compensarlo, pero era demasiado fuerte. La camioneta comenzó a girar y a medida que caían a la cuneta a un lado de la carretera, el auto comenzó a rodar. Una y otra vez rodó como un barril por una Pilkyoa hasta que finalmente llegó a una parada brusca, aterrizando boca abajo con las ruedas en el aire.

Teukkie estaba gritando, demonios, todos estaban gritando. Pudo sentir la puerta del lado del pasajero
aplastarse contra su costado, el lado del tablero frontal se estrelló contra su pierna y sintió el crujido
estremecedor de un hueso dispararse por su pierna y el cinturón de seguridad era como una soga en su cuello.

Estaba tan confundido que no entendía lo que había sucedido. Por último, los giros se detuvieron y cuando el auto se detuvo discordante, Teukkie sintió que su cabeza golpeó el vidrio de la ventana de su lado y luego todo se quedó en silencio.

Por unos momentos todo estuvo extrañamente tranquilo, excepto por el rápido ascenso del crepitar del fuego en el aire, el humo elevándose como un faro declarando el lugar de un accidente a todos en su alrededor. Finalmente Donghae gimió y comenzó a tratar de moverse. Movió sus piernas, experimentando, para asegurarse de que seguía intacto.

—¿Todo el mundo está bien? —El fue quien habló primero.
  
—Si por bien te refieres a que mis oídos están resonando en mi cabeza, si mi pierna está toda raspada
como el infierno, el cinturón de seguridad hizo una herida en mi cuello y nuestro apestoso auto acaba
de hacer giros como en el tango a un lado de una zanja, entonces sí, Donghae, estamos bien —respondió Hee.

Cuando Hee no escuchó a Teukkie responder con un sarcástico comentario, supo que algo andaba mal.

—Teukkie, ¿estás con nosotros? —preguntó Hee. Seguía sin haber respuesta. Luego Donghae habló.

—Señora Park, ¿está bien?

—Me golpeé la cabeza muy fuerte, pero por lo demás estoy bien — respondió Sora. Miró a Teukkie en el asiento del acompañante y vio que estaba inconsciente, muy pálido y con sangre corriendo por su rostro.

Sora respiró hondo soltó el aire lentamente mientras se estiraba, con la mano temblorosa, para
comprobar su pulso y, aunque podía sentir que había, no creía que fuera tan fuerte como debería ser.

Justo en ese momento todos saltaron cuando un ruidoso sonido de explosión surgió, llamando su atención sobre la parte delantera del auto. El motor estaba en llamas y el fuego parecía hacerse cada vez más caliente y más alto.

—Bien, pues estoy pensando que eso no es una buena cosa —dijo Hee, con la voz temblorosa a pesar de su decisión de no perder la calma.

—Hee, tengo que decir que tu capacidad de observación me sorprende — dijo Donghae con sequedad.

—Maldición, chicos, ninguno de ustedes está ayudando con las observaciones tan inteligentes como un asno —gruñó Sora, lo cual era completamente inadecuado para ella—. Lo siento, eso estuvo fuera de lugar — les dijo.

—Está bien, señora P. No muchos manejamos bien el asunto de ser quemados vivos, es un  poco
traumático  —dijo  Hee, tratando  de aligerar   el ambiente—. Bueno, esto es lo que vamos a hacer.

Hee comenzó a hacerse cargo, dándose cuenta de que Sora estaba entrando en shock y Donghae estaba, bueno, siendo Donghae

— Señora P, necesito que usted se quite su cinturón de seguridad y se suba al asiento de atrás para salir por ese lado porque el fuego va a evitar que se arrastre por el frente. Donghae, también tienes que quitarte el cinturón de seguridad y tienes que impulsarte por la ventana. Voy a arrastrarme hacia el frente junto a Teukkie y ayudar a conseguir girarlo para que así podamos deslizarlo hasta fuera por su ventana. Donghae, necesito rodees el auto y tires de él desde el exterior.

—Pero ¿qué hay del fuego? Nos vamos a quemar. ¿Cómo vamos a deslizarlo? ¿Qué pasa si su cuello está roto? Se supone que no debes mover a alguien que podría tener una lesión en la columna. ¿Qué…? ¡OHHHH, SANTA MIERDA! ¿Qué fue eso, vaca psicópata? —gritó Donghae mientras colocaba una mano en la mejilla que Hee había abofeteado.

—¡CONCÉNTRATE! Haz lo que te digo. ¡No podemos preocuparnos por su columna ya que no importará si se quema hasta morir, maldición! —gritó Hee, sacando a Donghae de su ataque de pánico.

—Está bien, está bien. Estoy bien. Sólo necesitaba un minuto para enloquecer, pero estoy bien ahora — dijo Donghae a medida que comenzaba a salir por la ventana del lado del pasajero. Sora también estaba abriéndose paso hacia el asiento trasero para salir por la ventana. No dijo nada, se movía en piloto automático, entumecida por el shock. Una vez que Donghae y Sora habían logrado salir y Donghae estaba rodeando la parte trasera de la camioneta, Hee comenzó a subir a la parte delantera del vehículo.

—Teukkie, nene, ¿estás conmigo? —preguntó Hee suavemente, empujando a un lado el cabello caído de Teukkie en su cara. Teukkie no respondió—. Está bien, pichoncito, esto es lo que va a pasar.

Hee estaba hablando con Teukkie como si estuviera consciente, porque era la única forma en que podría no caerse a pedazos. No podía creer lo que estaba pasando, no podía creer que su amigo valiente yaciera inerte, sin ninguna chispa de alegría

— Voy a agarrarte por las axilas y girarte para que tus piernas queden frente a la ventanilla del copiloto, entonces Donghae va a agarrar tus piernas y me va a ayudar a arrastrar tu trasero fuera de esta camioneta regiamente jodida. ¿Me oyes, Teukkie? Tienes que estar bien, tienes que estarlo porque alguien tiene que discutir conmigo y  decirme cuando estoy siendo un pervertido. Teukkie, Kangin se volverá loco sin ti y ambos sabemos cuánto daño puede hacer un hombre lobo absolutamente demente.

Hee siguió hablando en voz alta a Teukkie, a medida que comenzaba a estirarse hasta él, deslizando su mano derecha detrás de su espalda y debajo de su axila derecha. Luego deslizó su brazo izquierdo debajo de la axila izquierda de Teukkie y, apoyándose de espaldas contra el lado del asiento del conductor para ganar impulso, se levantó y empezó a girar el cuerpo de Teukkie

—Mierda, tu pequeña figura es un fraude, colega. ¿Has oído eso, Teukkie? Yo, básicamente, acabo de llamarte culo gordo, ¡así que despierta y grítame ya! —No hubo nada más que el silencio en respuesta al monólogo de Hee.

Donghae estaba tratando de acercarse lo suficiente para agarrar las piernas de Teukkie pero las llamas
del motor seguían saltando. Donghae sintió casi como si estuvieran vivas y determinadas a mantener a sus amigos atrapadas en la tumba ardiente.

—Hee, ¿qué hago? Las llamas nos van a quemar a todos si intentamos sacarlo —gritó Donghae por
encima de las llamas rugientes.

Hee estaba devanando su cerebro en busca de ideas, sabiendo que el tiempo se estaba acabando.

—Oye, Donghae, ¿hay agua en algún lugar de la zanja? —preguntó Hee, recordando que recientemente había llovido. Observó como Donghae echó a correr. Cuando Donghae corrió, Hee dejó temporalmente de lado su carga y se quitó la camisa. A continuación, lo más suavemente que pudo, que no fue mucho pero mierda, el auto estaba en llamas, sacó la chaqueta de Teukkie.

Donghae estaba de vuelta, sin aliento.

—Sí, hay agua. —se inclinó, con las manos en las rodillas, jadeando con todo el humo girando a su
alrededor.

Hee echó la camisa y la chaqueta de Teukkie a Donghae.

—Quítate la camisa, toma esto y mójalo todo, luego ponte de nuevo tu camisa y entonces arrójame esto de vuelta. Vamos a cubrir el cuerpo de Teukkie para protegerlo tanto como sea posible mientras lo sacamos.

—¿Qué hay de ti? —preguntó Donghae preocupado.

—¡MALDICIÓN DONGHAE, SÓLO HAZLO! —Hee odiaba gritarle, pero tenía que mantenerlo enfocado, también estaba empezando a darse cuenta de que maldecía muchísimo más cuando estaba bajo presión. Bueno, podría ser peor, pensó.

Donghae regresó, escurriendo la camisa. Arrojó la chaqueta y la camisa a Hee e hizo todo lo posible para cubrir a Teukkie. Pensó que su cara y estómago, donde había órganos vitales, sería lo más importante, lo cual dejaba los brazos de Teukkies parcialmente cubiertos y sus piernas totalmente al descubierto, pero no podía evitarlo.

Hee, una vez más, colocó los brazos por debajo de las axilas de Teukkie y lo levantó. Donghae agarró las piernas y a la cuenta de tres, Donghae tiró y Hee empujó. Con una fuerza que ni podrían haber soñado alguna vez, sacaron el cuerpo inerte de Teukkie a través de la ventana.

Hee vio las llamas saltar hacia adelante y abrasar las piernas de Teukkie. Pensó que esto despertaría a
su amigo, pero Teukkie no se movió. Finalmente, la parte superior del cuerpo de Teukkie estaba
pasando a través de la ventana, lo cual puso a Hee directamente en la línea de fuego, literalmente.

Sintió las llamas en su piel desnuda y no pudo evitar el grito que se forzó desde sus pulmones. Las llamas golpeando su piel se comportaban como un látigo cortante haciéndole seguir adelante en movimiento.

Empujó con todas sus fuerzas, lanzándose hacia adelante, pero justo antes de que pudiera sacarlos a él y a Teukkie lo suficientemente lejos de la camioneta en llamas, hubo una enorme explosión, un destello de luz, dolor punzante y luego Hee no vio nada más.


Donghae gritó cuando el motor explotó; el olor de la gasolina impregnó el aire. De repente sintió que
parte del cuerpo de Teukkies se deslizaba y se dio cuenta que la explosión había empujado a Hee hacia adelante y sobre su estómago. Sus dos amigos estaban inconscientes y tirados en el suelo junto a un vehículo en llamas.

—¡SEÑORA PARK! —gritó Donghae. Al no obtener una respuesta se volvió, en busca de la madre de Teukkie. Finalmente la vio a través de la bruma de humo que salía del vehículo en llamas, sentada y mirando a las llamas, su rostro   tan   blanco   como   una   pared   blanca   recién   pintada—.   ¡SORA! ¡LEVÁNTATE Y TRAE TU TRASERO HASTA AQUÍ Y AYÚDAME!  

La urgencia y la desesperación en la voz de Donghae sacó a Sora de su estado de shock y ella empezó
a correr, dándose cuenta de lo que estaba sucediendo.

—Agarra los brazos de Hee, dale la vuelta sobre su espalda y empieza a tirar tan rápido como puedas. No te preocupes por su piel, se curará. Tenemos que sacarlos lo más lejos posible de ese vehículo en caso de que estalle de nuevo.

Sora saltó a la acción, finalmente, dándose cuenta de la seriedad de la situación y controlándose.

—Está bien, está bien, vamos a hacer esto —dijo Donghae mientras agarraba a Hee, lo giraba sobre su espalda y comenzaba a tirar y caminar hacia atrás tan rápido como pudo.

Sora agarró a Teukkie por los brazos y comenzó a arrastrarlo también hacia atrás lejos de las llamas.
Cuando por fin habían llegado a buena distancia, cayeron al lado de las dos siluetas inconscientes.
Donghae de inmediato comprobó si Hee estaba respirando. Lo estaba, pero sonaba forzado. Ambos
chicos estaban severamente quemados, pero estaban vivos, y en ese momento eso era todo lo que
importaba.

Donghae oyó las sirenas a todo volumen y pensó que alguien que había visto el humo debió haber
llamado al 911. Las sirenas parecían muy cercanas, pero eso no fue lo que vio primero. De pronto, en
medio del humo, Donghae vio una silueta corriendo hacia ellos, moviéndose más rápido de lo que creía posible.



Kangin vino a detenerse bruscamente frente al inmóvil Teukkie boca abajo. Él se arrodilló a su lado y, respirando hondo, dejó escapar un aullido lastimero de tristeza y furia.

Kangin estaba sentado en silencio junto a Leeteuk cuando la ambulancia, camiones de bomberos y la
policía llegaron a todo volumen  en  la escena.  No se  atrevía  a tocarlo por toda su piel quemada. El
dolor en su pecho se sentía como si un fuerte cordón hubiera sido envuelto alrededor de su corazón y
estuviera siendo apretado más y más fuerte. Ni siquiera había oído a su padre acercarse, ni se dio cuenta cuando el resto de la manada llegó. No fue hasta que oyó el gruñido profundo que Siwon soltó que finalmente salió de su dolor.

Los ojos de Kangin se alzaron al ver al enorme lobo arrodillarse junto al cuerpo inconsciente de Hee. Sólo llevaba una camisilla y cada centímetro de su piel expuesta estaba quemada, roja, resentida y ampollada.

Kangin no sabía qué hacer con el comportamiento de Siwon, pero podría encargarse de eso más tarde, después de que Leeteuk y Hee fueran atendidos.

Kangin caminó al lado de la camilla en que los paramédicos habían cargado el cuerpo dañado de Leeteuk. Él no iba a dejarlo fuera de su vista. No le importaba que no fuera un miembro de la familia como los paramédicos le seguían diciendo, iba a ir con él y una vez que les dejó ver al lobo en sus ojos dejaron de discutir con él.

Escuchó a su padre decir a Siwon que fuera con Hee. Kangin sólo podía suponer que había percibido el espectáculo de emociones de Siwon anteriormente y decidió utilizarlo en su provecho por ahora. Después de todo, un buen Alfa siempre utiliza sus lobos en la medida de sus posibilidades. Kangin sólo podía esperar que su Alfa estuviera utilizando a los otros lobos para averiguar exactamente lo que había sucedido.

Donghae y Sora estaban siendo conducidos a otra ambulancia y Kangin vio a su appa subir en la
ambulancia con ellos.

El padre de Kangin caminó hacia él justo antes de que cerraran las puertas de la ambulancia.

—Voy a seguirte hasta el hospital. Yunho, Donghwa y Kyuhyun se van a quedar aquí y ver si pueden
tener alguna idea de lo que pasó y si fue realmente un accidente o no.

Kangin se limitó a asentir. Su lobo estaba en la superficie y no confiaba en sí mismo para hablar por el miedo de que pudiera dejar suelta la furia apenas contenida que hervía cerca de la superficie. En realidad, en este momento alguien cerca de él se encontraba en un peligro potencial. Eso es lo que pasa cuando el compañero de un Alfa es lastimado. Los paramédicos cerraron la puerta de la ambulancia y unos momentos después, Kangin sintió que el vehículo comenzaba a moverse.

El trayecto hasta el hospital fue tenso, el aire espeso con el miedo y la ira de Kangin. Estar en la pequeña área cerrada y sin mucho espacio para moverse si necesitaba defender a su compañero estaba poniendo al lobo inquieto. La paramédico que viajaba en la parte trasera con Leeteuk y Kangin siguió disparando miradas nerviosas a Kangin.



Los seres humanos a menudo sabían que estaban en la presencia de depredadores cuando estaban
alrededor de los hombres lobo, a pesar de que no sabían que existían. Cuando por fin llegaron al
hospital, Kangin estaba más que listo para que su compañero saliera de la caja cerrada y entrara a un
lugar más defendible.

Los paramédicos bajaron la camilla al suelo y comenzaron a rodar a Leeteuk rápidamente a la sala de
emergencias. Tenían una máscara sobre su rostro, ofreciéndole oxígeno a sus pulmones privados del
mismo.

Su rostro, a pesar de las quemaduras en el lado que había estado más cerca de las llamas, estaba lívido. Sus brazos colgaban a sus costados flácidos y estaban cubiertos de ampollas de las llamas que habían rastrillado sobre ellos.

Kangin sintió un gruñido subir a su garganta de nuevo y sólo lo mantuvo a raya cuando sintió una mano bajar sobre su hombro y el poder de su Alfa rodearlo. Su lobo obedeció inmediatamente. Kangin continuó siguiendo la camilla que llevaba su preciosa carga e incluso continuó cuando la dirigieron en la sala de operaciones.

Justo cuando entró en la habitación una mano se posó en su pecho, empujándolo hacia atrás. Su respuesta no se hizo esperar. Gruñó al que se atrevió a interponerse entre él y su compañero. El padre de Kangin estuvo allí en un instante.

—Pido disculpas por el comportamiento de mi hijo. Ese es su prometido y él está muy preocupado —dijo Junjin al médico que todavía era valiente, o lo suficientemente estúpido, como para colocar su mano en el pecho de Kangin.

—Entiendo su preocupación, pero no puede estar aquí, es un ambiente estéril. Tan pronto como
tengamos información será el primero en saberlo.

—Gracias —dijo Junjin mientras agarraba a Kangin del brazo, tirándolo fuera de la sala de operaciones. Junjin dejó escapar un gruñido, empujando su poder en Kangin para forzar su obediencia. A regañadientes, Kangin salió de la habitación, sin apartar los ojos de la forma inmóvil de Leeteuk hasta que las puertas se cerraron y no pudo verlo más.

En ese momento se oyó un fuerte ruido y un gruñido feroz en el pasillo. Junjin respaldó a Kangin contra la pared y lo miró, usando su poder Alfa y diciéndole

— Quédate aquí.

El lobo en Kangin miró a los ojos de Junjin por tres segundos antes de que finalmente cayera en
sumisión. Con eso, Junjin se volvió y salió, dirigiéndose hacia los gruñidos feroces. Dio la vuelta en la esquina a otra sala de operaciones para encontrar a Siwon agachado delante del cuerpo de Hee, el cual yacía inmóvil en la camilla.

—¿Qué demonios? —gruñó Junjin.

Siwon gruñía sin control, con los ojos brillando dorados. Varias personas en batas de color azul estaban de pie frente a él, en posturas defensivas tratando de explicarle que estaban tratando de ayudarlo y tenían que tocarlo con el fin de hacer eso. Siwon no se movía. Su lobo estaba en control. Junjin dio un paso hacia adelante, empujando suavemente a uno de los seres humanos vestidos de azul fuera de su camino. Gruñó a Siwon y al igual que con Kangin empujó su poder Alfa adelante.

—Apártate, Siwon, tienen que ayudar a Hee. —Siwon no se movió, volvió la cabeza ligeramente dando una pequeña vista de su cuello, pero no era sumisión total—. SIWON, MUÉVETE. ¡AHORA! —gruñó Junjin, tirando el poder en su Beta.



2 comentarios:

  1. HABEMUS SICHULLLLLLLLLL.
    ya mi me acuerdo del nombre del desgraciado que le hizo esto a Teuk pero más te vale que corras porque cuando Siwon te agarre jo vas a servir ni para alfombra, con Hee nadie se mete y vive para contarlo

    ResponderEliminar
  2. Estúpido lobo ......se supone que solo seria algo ligero,que solo seria un susto,una prueba para hacer ver que Kangin "no podría cuidar de Teuk"....que demonios,se paso de la raya...
    El desgraciado sufrira lo suficiente....es que no solo desobedecio a su alfa y puso en peligro a Teuk......que idiota.
    Su alfa la va a querer matar,kangin lo va a querer destrozar,Siwon va a querer desmembrarlo pieza por pueza....yo solo quiero que le hagan todo eso,nadamas.

    No solo fue Teuk....fue Sora,Hae y Hee....esto le va a costar muy,muy caro.

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...