Marcado V -8




Donghae simplemente lo miró boquiabierto mientras Heechul cruzaba los brazos sobre su pecho. Ambos miraron a Zhoumi mientras él me miraba fijamente a mí. Me moví con incomodidad y me dirigí más lejos de la habitación.

—Si no estaban llorando porque Zhou se marcha, entonces, ¿qué demonios los tiene a todos con lágrimas? No me gusta ni un poco y estoy listo para golpear a alguien por todos ustedes.

Donghae apartó la mirada de su amigo y me miró durante un largo minuto antes de parpadear con sus grandes ojos hacia mí. Dejó escapar una risa aguda y empujó lejos de su cara un poco de su cabello casi blanco.

—Estoy embarazado. No se suponía que lo estuviera, pero de alguna manera, como de costumbre, Hyukjae no hace las cosas de la manera que se supone y ahora vamos a tener un bebé.

¡Santa mierda! El último niño salvaje va a tener un niño propio. ¡Oh, cómo han cambiado los tiempos para todos nosotros!

Me acerqué a él y lo envolví en un abrazo de oso.

—Felicitaciones. Ustedes dos van a hacer un hermoso bebé, pero ¿por qué estás llorando por eso?


Heechul levantó la ceja.

—Lágrimas de felicidad. Es emocionante. —señaló a Donghae y su boca empezó una media sonrisa—. Sabía que no era un virus estomacal.

Donghae metió las manos a través de su cabello y suspiró.

—Simplemente no lo creí por un largo tiempo. Quiero decir que acabamos de casarnos. Todavía tengo que terminar la escuela y ni siquiera estoy cerca de hacer una residencia todavía, pero ya estoy tratando de imaginar cómo todos y cada uno funcionaremos con un bebé. Hyukjae fue el que se mantuvo diciendo que probablemente estuviera embarazado, pero pensaba que estaba loco. —sacudió la cabeza y se echó a reír de nuevo—. Nosotros siempre tenemos cuidado, pero él solo hace sus propias reglas y ya no importa.

Heechul se acercó a apretar su hombro.

—No te preocupes. Nos tienes a todos alrededor para apoyarte. Vas a estar bien y yo pagaría un millón de trillones de dólares para ver a Hyukjae como Sr. Appá. Va a ser fantástico. Si su hermano puede tomar la paternidad como pato en el agua, el Lee más joven va a estar bien. Esos chicos tienen más amor en ellos del que saben manejar. Fueron hechos para ser papás.

Zhoumi parecía que iba a llorar de nuevo y yo estaba de repente muy consciente del hecho de que era la única persona en la habitación con testosterona.

—Me puedo quedar. Si me necesitan aquí, me quedaré —susurró Zhoumi las palabras a su mejor amigo y su voz se quebró. Zhoumi y Donghae estaban llorando otra vez y luego se abrazaban y como que se balanceaban juntos.

—No seas ridículo. Odio que no estés con Henry, también. Es el lugar donde se supone que debes estar. —Donghae siempre tendría un corazón del tamaño de mi estado natal.

Miré a Heechul porque él podría ser capaz de ayudar, pero para un joven bastante duro parecía que iba a romperse de nuevo también.

—Bueno, maldita sea. No era mi intención que nada de esto sucediera. Todos ustedes saben que estoy por lo general alrededor de los jóvenes mejor que esto.

Heechul se acercó y enganchó su brazo con el mío y apoyó la cabeza en mi hombro.

—Está bien. Él habría tenido que dar la noticia finalmente. Es solo un montón que asimilar. Esos dos están unidos. Va a ser difícil para ellos adaptarse a no tener al otro a la vuelta de la esquina para cada  pequeña  cosa. Honestamente, todos lo vimos venir. Zhou tiene que estar donde esté Henry, y Henry tiene que estar donde la música esté. Estará bien. Siempre lo está.

—No puedo creer que Hyukjae vaya a ser papá.

Ambos nos empezamos a reír y volteó la cabeza para mirarme con sus ojos multicolor.

—Se lo tendría merecido si termina teniendo gemelos.

Solté una carcajada que hizo que los otros dos chicos se separaran y nos fruncieran el ceño. Heechul se movió asombrosamente rápido mientras Zhoumi me alcanzaba y me daba un sólido puñetazo en el estómago. Gruñí un poco y lo atrapé en un fuerte abrazo también.

—Lo siento. No era mi intención irme de la lengua.

Se limitó a sacudir la cabeza y envolvió sus brazos alrededor de mi cintura.

—Probablemente es mejor que viniera de tu bonita cara que de mí de todos modos. Hubiera metido la pata.

—Vas a estar aquí cuando él te necesite.

Asintió, su sedoso cabello debajo de mi barbilla.

—Siempre.

—¿Qué estás haciendo aquí de todos modos? ¿Por qué no estás en SMarked? —Siempre el entrometido, Heechul tendría que ser el que señalara que no estaba donde se suponía que debía estar.

—Mi última cita se canceló, por lo que pensé en pasarme y ver lo que estaba pasando.

El bufó.

—Pensaste en venir y conseguir sacar de quicio a Kibum. No sé lo que ustedes están haciendo, pero es como ver a dos boxeadores dando círculos entre sí en el ring. Uno de ustedes va a ser noqueado por un golpe bajo, tarde o temprano.

Zhoumi hizo un ruido y se alejó de mí.

—Un golpe bajo llamado amor. A Jjong le gusta. Henry me dijo que no ha estado con nadie más desde que Kibum apareció, así que sabemos que es serio. Nunca lo guardes en tus pantalones por mucho tiempo.

Le di un falso gruñido y me aparte de ellos.

—Kibum y yo tenemos historia, es todo. Solía importarme mucho y ahora que está de vuelta estamos tratando de averiguarlo. El entonces y el ahora puede ser un poco complicado.

—¿Sabe que renunciaste a tener algo serio con otro joven a causa de su hermano?

—Sí. Se lo conté todo este fin de semana; es por eso que me ha estado esquivando. Dice que no sabe qué pensar de eso en realidad. Kibum pensó que era simple amor adolescente.

—Incluso el amor adolescente puede tener algunos dientes desagradables. —El tono de Heechul era cuestión de hechos. Era algo que compartimos, un lazo que nos unía que los otros no tenían. El primer amor de Heechul lo había engañado, lo dejó roto y resentido con la idea de cómo debe ser el amor, así que me limité a asentir ante su evaluación.

—Seguro que puede, pero ahora creo que quiero ver lo que hay más allá del único. Cómo podría ser después del único. Kibum fue mi mejor amigo cuando en verdad necesitaba a alguien y ahora está aquí y quiero que sea un tipo completamente diferente de amigo. —Moví mis cejas hacia arriba y hacia abajo, lo que hizo que todos —. Del tipo con beneficios y sin ropa.

—Dicen que los amigos son los mejores amantes. —Suspiró Donghae de una manera soñadora—. Jjong, mereces a alguien que pueda hacerte feliz.

En verdad, nunca pensé que no era feliz, pero ahora, estando aquí en una habitación llena  de buenos jóvenes que amaban a los hombres difíciles  y complicados, no me encontraba tan seguro. Entonces me encontré en medio de un abrazo entre los tres que solo hizo que mi corazón se acelerara. Estos eran buenos jóvenes que amaban fuertemente y completamente, era un chico muy afortunado de tenerlos en mi vida.

—Bueno, esto es un maravilloso festival de amor.

La voz de Kibum contenía una mezcla de humor e irritación. Miré a sus ojos por encima de las cabezas de los chicos. Se quedó mirándome y me di cuenta que estaba tratando de decidir si verme siendo sofocado por el amor de tres hermosos jóvenes era chistoso o molesto.

Los chicos se separaron y di un paso hacia él. Vi el conocimiento arder en su mirada oscura y automáticamente dio un paso hacia atrás. Extendí una mano para agarrar su muñeca porque un paso más atrás en su prisa por alejarse de mí, iba a caerse por las escaleras.

Sentí su pulso tronando fuera de control debajo de su delicada piel.

—Estaba buscándote. —Dejé que mi voz cayera un poco más bajo y me aseguré de que pudiera decir que estaba registrándolo mientras mi mirada lo miraba de pies a cabeza.

Estaba de vuelta en su ropa súper sexys que ponían en exhibición cada curva que tenía. Su cabello tenía un montón de grandes rizos despeinados y su rostro maquillado de esa manera bastante retro que le hacía parecer como un sueño del rock-and-roll. Todavía lo prefería sin maquillaje y menos listo para la cámara.

—¿Estabas? —Sonó sarcástico y me sonrió mientras miraba a los otros tres en la habitación.

Puse mis ojos en blanco ante su actitud deliberadamente obtusa y lo atraje un poco más cerca, así era el único que me podía escuchar cuando le dije:

—Quiero llevarte a hacer algo el domingo, cuando ambos estemos libres.

Parpadeó hacia mí y su brillante boca se abrió en silenciosa negación. Podía ver el destello de indecisión en sus ojos, pero simplemente sonreí y le dije:

—No te preocupes. Lo que tengo en mente no tiene nada que ver con una cama o estar desnudos en ella.

Arrugó su nariz hacia mí y sacudió su brazo libre.

—Bien. —Siempre había sido desafiante. No había manera de que me rechazara y luciera asustado delante de los otros chicos.

Asentí satisfecho.

—Sin embargo, no te vistas así.

Frunció sus cejas negras y sacudió su mejilla hacia mí.

—¿Por qué?

—Necesitas ser capaz de ponerte un poco sucia. Te recogeré alrededor del mediodía. Agarra el perro, también puede venir.

Pude ver que desperté su curiosidad, pero no le di la oportunidad de hacerme más preguntas. Quería hacer algo que nos hiciera retroceder en el tiempo, colocándonos en un lugar que nos recordaba cómo ser uno alrededor del otro, sin todo el equipaje y el peso del pasado que nos presionaba. Pensé que tenía una idea perfecta.

Le sonreí de nuevo a Donghae y me deslicé pasando a Kibum al bajar las escaleras. Me aseguré de presionar en su espacio, para rozar su pecho solo para poder sentirlo inhalando rápidamente.

—Felicidades de nuevo, Donghae. Esto va a ser una aventura increíble para ti y Hyukjae. Minki necesita un pequeño compañero de juegos.

Kibum se iluminó con una linda sonrisa cegadora.

—¿Estás embarazado?

Donghae asintió.

—Esperamos hasta que vimos a un médico para saber con certeza y Hyukjae y yo queríamos contárselo primero a Siwon y a sus padres.

Kibum echó su cabeza hacia atrás y soltó una carcajada. El sonido era ronco y rico.

—No he estado en esta ciudad por mucho tiempo, pero hasta yo sé que añadir más Lee a la población muy probablemente está destinado a ser un buen momento de principio a fin. ¡Qué emocionante para los dos!

Y al igual que eso era superado en número por las ondas de estrógeno, una vez más y no podía escapar lo suficientemente rápido.

Hyukjae trabajaba sobre un cliente y se inclinaba atentamente sobre un intrincado diseño de un dios Hindú que se extendía por el bíceps de un hombre corpulento. Aceché por encima de su hombro, hasta que levantó su mirada.

—Otras cosas en tu mente, mi culo.

Se rio de mí y volvió a mirar lo que estaba haciendo.

—Teníamos que estar seguros. No es algo que estábamos planeando. Ahora que lo sé con seguridad, seré capaz de concentrarme más en la tienda y en el negocio.

—Todo sucede por una razón.

Hyukjae se detuvo y levantó la máquina retirándola de la piel embardunada con tinta del cliente. Me miró de nuevo y esta vez sus ojos estaban fríos como el invierno y su expresión mordaz.

—O a veces los accidentes ocurren y simplemente lo manejas, los consideras una bendición. Jjong, no todo está predestinado. Ya deberías saber esto. En verdad, la mierda ocurre por sí sola. Mira a Siwon y Heechul. Nada de lo que pasó con ellos estaba planeado, pero ocurrió y todo salió bien.

No estaba de acuerdo, pero no iba a discutir el punto y restarle emoción al hecho de que estaba comenzando una familia con el joven perfecto para él. Y creía firmemente que Siwon y Heechul fueron unidos por algo mucho más grande que cualquiera de ellos, así podrían salvarse el uno al otro. El pequeño Minki era solo un resultado feliz del hecho de que ellos dos estaban destinados a estar juntos.

—De cualquier manera, felicitaciones, amigo. —Asintió agradeciendo. Lo dejé para que terminara su tatuaje.

Siempre pensé que las cosas que ocurrían, buenas o malas, tenían que estar pasando por una razón. Tenía que haber una razón por la cual me quitaron a mi mamá cuando era demasiado joven para cuidar de mí mismo.

Por mucho tiempo pensé lógicamente que ella se tuvo que ir para que pudiera ser aceptado por los Hwang y colocado al lado de Jinki. De otro modo, nunca lo habría conocido. Cuando Jinki frustró todos los sueños y esperanzas que construí sobre sus jóvenes hombros, pensé que alejarlo de mí fue orquestado para sacarme del fútbol, para ponerme en el camino hacia mi verdadera vocación y hacia Shindong. Ahora todas esas pequeñas cosas, todas esas pequeñas piezas, estaban construyendo un camino hacia el otro hermano Kim.

Nunca consideré una razón para todas las cosas que ocurren, pero ahora no estaba muy seguro de que Kibum no fuera el objetivo final al que me había estado señalando desde el principio el trágico final de mi madre.


***

Kibum me miraba como si estuviera mal de la cabeza.

El cachorro se encontraba saltando alrededor como un lunático en el extremo de la cadena. Creo que de los tres caminando en el parque de la ciudad, era el único que estaba muy contento de salir afuera en el sol. Su actuación me hacía tener que sostener la empuñadura de su correa con un fuerte agarre.

El parque era enorme, verde y lleno de lugareños y turistas por igual disfrutando de un hermoso día de verano en Seúl. Lo escogí porque se encontraba a poca distancia a pie del apartamento de Kibum y le daba una salida fácil si las cosas se ponían raras o si decidía que no iba a dejar pasar el hecho de que pensaba que Jinki se encontraba entre nosotros a pesar de que incluso no tenía ni idea de en dónde se encontraba la otra hermana Kim, y francamente, no me importaba.

—¿El parque? ¿Tenemos doce años?

Había hecho caso a mi advertencia y se vistió para nuestra excursión de domingo. Llevaba pantalones cortos de mezclilla que dejaban ver sus piernas hermosas. Se veía perfecto y no tenía una gota de maquillaje en su rostro. Lo único que deseaba que fuera diferente era poder ver sus ojos, pero se hallaban ocultos detrás de un par de gafas de sol enormes que acababan de mostrarme mi reflejo mientras lo miraba fijamente.

—Es Seúl. Aquí, hacemos las cosas afuera cuando es agradable. Será divertido, lo prometo.

El cachorro nos miraba, su lengua colgando hacia fuera a un costado de su boca, y me reí de la imagen ridícula que hacía.

—¿De verdad quieres hacer esto? —Lanzaba de un pie a otro el balón que le había entregado cuando comenzamos a caminar y le sonreí.
—Sip. Solías tener un muy buen tiro derecho.

Estaba seguro de que si podía ver, me estaba poniendo sus ojos en blanco.

—Aún lo tengo.

Eso me hizo reír, y una vez que llegamos al parque y encontramos un lugar que no estaba muy lleno, donde podríamos patear el balón de un lado para el otro y dejar que Kkomde corriera sin correa y sin molestar a nadie, me puse mis propias gafas de sol y le dije:

—Estábamos acostumbrados a tirar el balón de un lado para el otro todo el tiempo. Era divertido. Merecemos tener cosas que todavía son divertidas de aquel entonces. Solo pensé que quizás nos llevaría de vuelta al momento en que era más fácil para nosotros estar alrededor el uno del otro.

Por un momento, no dijo nada, pero hundió sus dientes en su labio inferior y quería derribarlo al suelo y reemplazar sus dientes por los míos. Inclinó su cabeza hacia un costado y preguntó:

—¿Cuánto tiempo ha pasado desde que hiciste esto?

Me encogí de hombros.

—A veces, cuando tenemos una barbacoa, los chicos y yo lanzamos el balón, pero Hyukjae tenía un hermano gemelo que falleció y era un deportista, capitán, entonces no creo que lanzar el balón tenga el mismo tipo de buenos recuerdos para ellos como para mí. Eres el único con el que alguna vez pasé un buen rato. —Y no me refería al sexo.

Fue el primer joven que alguna vez me mostró lo qué podría ser pasar un buen rato fuera de la habitación y mientras me encontraba agradecido por eso, ahora estaba dispuesto a añadirle a la mezcla algo mucho más adulto y desnudo.

Se agachó para liberar a Kkomde y gemí en voz alta cuando la mezclilla se ajustó seductoramente sobre su parte trasera. Iba a ser la muerte de cualquier tipo de contención que podía tener.

El perro ladró y brincó alrededor mientras Kibum giraba y corría alejándose varios metros. Kkomde saltaba alrededor de sus rodillas y lo tenía riéndose mientras lanzaba el balón en mi dirección. El perro lo persiguió.

Arrojé el balón hacia él mucho más suave de lo que tendría que hacerlo si estuviera jugando de verdad y me reí ante el tonto perrito que pasaba zumbando de nuevo entre nosotros, ladrando su pequeña salida e intentando saltar en el aire para atrapar el balón en cada pasada. Era como un juego importante mantenerlo alejado.

—Recuerdo cuando me contaste que ibas a hacer una prueba para el equipo. —Jadeó un poco porque a propósito arrojé el balón un poco por encima de su cabeza así su camisa subiría sobre su tonificado vientre—. Sonabas muy triste sobre eso.

Tuve que correr a un costado cuando contraatacó y casi me tropiezo con el perro justo cuando estaba debajo de mis pies. Fruncí el ceño mientras se reía y se ponía un poco más caliente detrás del próximo lanzamiento.

—No quería. Era alto y grande para mi edad. Todos seguían diciéndome que necesitaba hacerlo. Tu papá le pidió a Jinki que me lo mencionara y lo siguiente que supe fue que estaba en el equipo de la preparatoria y luego, un par de meses más tarde, empezando a hablar del equipo universitario. Antes de eso, nunca pensé en ser un atleta. Nadie estuvo tan sorprendido como yo de que fuera bueno en eso.

Me arrojó la pelota y me golpeó justo en mi vientre. Gruñí un poco y me incliné para acariciar al perro mientras yacía a mis pies.

—Eras el mejor. Todos lo decían. —Sonaba melancólico al respecto. Le patee el balón de vuelta con poco entusiasmo.

—Tal vez, pero ser el mejor en algo que no amas, lo convierte en una obligación y no es divertido. Además de que aun así no era suficiente para conseguir lo que pensaba que quería.

—Mi hermano.

No iba a mentirle, así que asentí.

—No creo que tuviera idea de qué carajos hacía en ese entonces.

Suspiró.

—Yo tampoco. Sabía que tenía que irme, tenía que alejarme de mi papá, pero realmente no tenía nada más allá de eso en mente. El chico con quien me fui me dejó en el siguiente pueblo después de robar todo mi dinero y mi teléfono celular. Terminé casi sin hogar y sin dinero.

Maldije ante su revelación y caí un paso hacia atrás cuando realmente lanzó el balón hacia mí al revivir su ira.

—Conseguí un trabajo como camarero, dormía en el sofá de una chica que conocí en el restaurante hasta que el asqueroso de su novio trató de ir sobre mí y lo atrapó en el acto. Por supuesto, me culpó y puso mi trasero en la calle, así que tuve que luchar de nuevo. Acepté un trabajo en un club de desnudistas porque era el único trabajo que pude encontrar con tan poca anticipación.

Dejé caer el balón y lo miré boquiabierto, sorprendido mientras me sonreía tristemente.

—Jjong, un joven tenía que hacer lo que tenía que hacer para sobrevivir. No estoy orgulloso de ello, pero bailé por unos seis meses. Mientras estuve ahí, conocí a este chico que hacía funcionar un club de cabaret. Me ofreció un trabajo con más ropa y mejor pago, así que lo acepté. Me dijo que mi aspecto iba a ser un éxito y tenía razón. —Sacudió su cabeza con un poco de remordimiento.

No sabía qué decir, así que le lancé de nuevo el balón.

—Estuve menos de un mes cuando me pidieron estar en una sesión de fotos de una revista hot-rod. Dije que sí, luego lo siguiente que supe fue que estaba recibiendo todo tipo de ofertas para modelar, revistas de tatuajes presentaciones de comerciales, convenciones y sitios web de ropa- retro. Simplemente tenía que verme bonito y me pagaban muy bien por ello, y la mayoría de las veces, conseguía mantener puesta mi ropa. Era divertido. Viajé, conocí gente interesante, pero no era suficiente. Ser una cara bonita no puede durar para siempre y quería algo de lo cual estar orgulloso, algo en lo que podía poner mi nombre.

No me lanzó el balón, en lugar de eso lo acunó contra su pecho y empujó sus gafas de sol arriba de su cabeza.

—Es por eso que me metí en la línea de ropa, por qué quería hacerlo en la tienda de tatuajes donde estaba. Quería dejar una marca.

—Puedes hacer eso aquí, probablemente más. —Mi voz era suave y no estaba seguro de si siquiera me escuchaba.

De repente me lanzó con fuerza el balón y lo atrapé con un “uf”. Fue seguido rápidamente por un gruñido cuando su cuerpo salió disparado hacia mí, sorprendido mientras me llevaba al suelo derribándome eficazmente. Se sentó a horcajadas sobre mi cintura y puso sus manos sobre mi pecho así estaba cerniéndose sobre mí y bajando su mirada directamente a mis ojos estupefactos cuando extendió su mano para sacar de mi nariz mis gafas de sol.

—Quiero hacerlo. Dejar una marca, quiero decir. Quiero dejar una en la tienda de Shindong, porque creo que están honrando su legado. —Se inclinó un poco y sabía que no había manera de que no notara la cresta dura sobre la que ahora se encontraba a horcajadas. Si el balón no se hallaba atrapado entre nosotros estaríamos prácticamente apoyados el uno encima del otro—. Jjong, también quiero dejar una marca en ti.

Gruñí y moví el balón fuera del camino así podría envolver su cabello en mi mano y atraerlo hacia mí.

―Kibum, lo hiciste hace mucho tiempo.

Sacudió su cabeza de lado a lado y mordió su labio de nuevo. Iba a matarme con eso. Pasando de pecaminosamente sexy a dulce y suave.

—No una cicatriz, no una herida... una marca. Algo bueno. Quiero que tengas buenos recuerdos de mí como yo los tengo de ti.

Lo tenía lo suficientemente cerca así podía tener mis dientes en la curva de su labio regordete donde acababa de morder. Gimió en mi boca y sentí sus dedos enrollarse en la tela de mi camiseta.

—Kibum, pasa el fin de semana conmigo.

Sus ojos se volvieron de un tono más oscuro, si eso era posible. Esta vez no hubo indecisión. Jinki no estaba en ninguna parte para ser visto porque todo lo que Kibum podía ver era a mí y el deseo que tenía por él inundando mi mirada mientras le rogaba a través de mis ojos.

—Está bien. —Su voz era apenas un susurro ronco, pero era la cosa más dulce que escuché alguna vez.

Me negaba a pensar en lo que iba a hacerme cuando esto dejara de ser divertido, cuando esto dejara de ser su nueva aventura, y decidiera que era hora de seguir adelante. Se encontraba aquí por una razón, estaba aquí por mí, y conscientemente planeaba disfrutarlo mientras durara.

Ya tenía marcas de èl, seguramente sobreviviría a la siguiente que dejara... especialmente si todas las cosas que estaba pensando hacer con él en la cama incluían marcas de garras sobre mi espalda.

Tuve la suerte de que hubiera venido aquí por mí, pero sabía que mi buena fortuna rara vez se extendía más allá cuando se trataba de asuntos de mi corazón.




2 comentarios:

  1. Ahhhh
    Estos dos me están en sacando canas... Deberían afrontar el amor de frente... Y esa tensión sexual nos va a matar a todos(?)

    ResponderEliminar
  2. Uy....debé EunHae en camino *0*
    Ya están hablando...aunque sigo pensando qué más quiere kibum. Ya le dijo que lo de su hermano no fue real como penso,que lo esperaba a él...a lo mejor necesita que se lo explique con manzanas y palitos 😒😒😒

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...