Marcado V -12



Leeteuk dejó escapar un suspiro de ensueño.

—Podría solo mirar a Kangin todo el día.

Tuve que estar de acuerdo. Levanté una ceja hacia él y tomé mi bebida.

—¿El policía y el criminal?

Arrugó la nariz.

—Eso suena como un título terrible para una novela romántica.

Heechul rio.

—O una mala porno.

—No duele mirar, es todo lo que estoy diciendo. —Leeteuk se acomodó en su silla y sus oscuros ojos bailaron con alegría.

Zhoumi le dijo:

—No irá a ninguna parte con alguien con una insignia de policía. No importa lo bonito que puedas ser. No está exactamente reformado. No estoy seguro de que lo esté alguna vez.


—¿Aún está violando la ley? —Ahora la atención de Leeteuk era cualquiera cosa menos descarada y linda.

—No. —Zhoumi suspiró pesadamente—. No, al menos no que yo sepa, pero Kangin tiene problemas de control de impulsos y eso nunca termina bien. Es feliz aquí. Le encanta el bar y se ha vuelto muy cercano a Siwon e incluso Jjong, pero a veces cuando la oportunidad llega golpeando Kangin tiene un tiempo difícil dejando la puerta cerrada sin importar lo que está esperándolo al otro lado. Por eso estoy preocupado de lo que vaya a pasarle cuando Henry y yo  nos vayamos. Siento que parte de la razón por la que ha estado en el buen camino es porque sabe que estoy aquí observando.

Sus palabras fueron un sombrío recuerdo de que esas noches donde todos los jóvenes podían juntarse en un lugar y discutir sobre la vida y todos sus desafíos y recompensas estaban contadas. Cuando Zhoumi y Henry se mudaran definitivamente iba a haber un vacío en el grupo y me di cuenta de lo cercanos que eran todos. Realmente habían formado una familia propia y las relaciones de sangre no tenían nada que ver con ello.

—Volveré cuando el bebé nazca, cuenten con eso.

Heechul le dio una sonrisa maliciosa a Donghae.

—¿Y si son mellizos? Pensé que sería menos difícil solo tener que engendrar una gigantesca descendencia Lee. ¿Qué pasa si terminas con dos?

Donghae gruñó y puso una mano en su todavía plano abdomen.

—Hyukjae está llevando bastante bien todo el asunto del embarazo sorpresa. Dos bebés en lugar de uno podrían ser suficientes para enviarlo al límite. —Sonrió y su mirada brillante se puso un poco melancólica—. Casado, con un bebé en camino… Si me hubieras preguntado un par de años atrás si algo de eso hubiera aplicado a Lee Hyukjae, me hubiera hecho daño riendo. —Me miró directamente—. Es increíble la forma en que las cosas pueden cambiar.

No había forma de discutir con él sobre eso. Todos estos jóvenes habían experimentado algunos importantes cambios de vida y ninguno de ellos parecía en una peor situación. De hecho, todos parecían más fuertes y mejores por soportar esos cambios y terminar en el otro lado de las cosas. Siempre me apuraba antes de cualquier resultado que me estuviera esperando, incluso si el resultado era algo que haría mi vida mejor.

—Bueno, todo lo que sé es que estoy deseando ver lo que viene después. Hasta el momento en lo que a Jjong respectaba, aún estaba decepcionado y me estoy sintiendo realmente afortunado de que encontrara a un grupo tan genial de personas que pueda llamar familia. Ustedes chicos han cuidado de él mejor de lo que nadie lo ha hecho.

—Lo amamos. —Las palabras de Zhoumi eran reales mientras Heechul y Donghae asentían con la cabeza.

—Es fácil de amar. —Siempre lo ha sido.

Heechul se inclinó hacia adelante y descansó sus codos en la mesa y luego apoyó su barbilla en su mano. Realmente lucía como un duendecillo de punk-rock.

—Creo que tú también, Kibum. Shindong reconocía a la gente buena cuando la veía. Nunca en un millón de años te hubiera puesto de nuevo en el camino de Jjong si no creyera que eso era lo mejor para uno de sus chicos. Tuvo que creer que tú eres lo que va a ser mejor para Jjong a largo plazo.

Nunca me había sentido como si fuera fácil de amar. Pasé demasiados años escuchando lo horrible que era, sobre cómo nunca llegaría a nada a menos que cambiara mis modos, me hicieron creer que yo era difícil y no valía la pena el esfuerzo. Creo que esa fue la razón de que nunca me quedara en un lugar por mucho tiempo.

En el fondo de mi mente escuché a Jjong susurrándome una y otra vez que en algún momento en el tiempo fui todo para él. En silencio me pregunté si había pasado demasiado tiempo para que volviera a ese lugar con él. Quería importarle mucho de nuevo. En este momento era la única cosa en la tierra que quería.




Era el último que quedaba en la tienda en una tranquila noche de sábado. Mi cita se retrasó porque el fornido jugador de rugby que me había asegurado que tenía una “alta tolerancia al dolor” en realidad había sido un bebé gigante y el diseño que debería haber tomado no más de dos horas de alguna manera se las había arreglado para alargarse a cuatro horas y media.

Estaba agradecido de haber terminado y haber liberado a Kibum para que se fuera luego de haberle asegurado que cerraría y pondría el pago final donde se suponía que debía estar cuando terminara.

Probablemente se hubiera quedado para hacerme compañía mientras luchaba con la cita, pero creo que tener a un joven bonito que no dejaba de mirar con compasión estaba haciendo que el chico actuara aún más. Estaba cansado del drama, así que le dije que iría a su casa cuando terminara.

Se estaba haciendo más y más común, ir a su casa luego del trabajo, especialmente cuando estaba en SMarked, ya que vivía en la misma calle, y me esperaba hasta que hubiera terminado cuando hacia mi tanda en el centro de la ciudad para poder ir a buscar algo de comer o tomar una copa juntos.

Era el primer joven con el cual me mantuve cerca por más de una noche. Era el primero con el que realmente salí y no solo dormí.

Cada vez que lo llevaba a la cama, o ponía mi boca en él, o lo abrazaba, la persistente idea de que mejor disfrutaba todo eso mientras aún estaba cerca me golpeaba en la parte posterior de la cabeza y me recordaba que mejor tenía cuidado porque si me había destruido cuando se fue antes, sentía como si me fuera a hacer un hueco y dejarme vacío cuando me dejara ahora.

Había ido de todos los “recuerdo cuando” a apreciar todas las cosas que trajo con él al aquí y ahora. Ya no estábamos poniéndonos al día y recordando el pasado sino conociéndonos el uno al otro como las versiones adultas de nosotros mismos, y tuve que decir que me gustaban mucho todas las cosas que venían con el Kibum adulto.

Mi cosa favorita era cómo parecía encajar perfectamente en mi vida y con mis amigos. Era como si siempre hubiera sido parte de la familia SMarked.

Estaba saliendo por la puerta principal y chequeando de nuevo que había cerrado detrás de mí ya que la tienda estaba cerrada los domingos y lunes cuando una suave voz me interrumpió.

—¿Trabajando hasta tarde?

Miré por encima de mi hombro luego de meter las llaves en mi bolsillo y le di una media sonrisa a Taemin mientras lo reconocía en toda su elegante gloria; incluso a las casi nueve de un sábado por la noche parecía regio y refinado. Lucía como si hubiera acabado de salir del té real o la corte.

—Sip. ¿Tú también?

No tenía ningún problema con ser amigable incluso cuando una vez más sentía como si estuviera de pie en la acera frente a la tienda específicamente por mí. Kibum había mencionado haberse encontrado con él una o dos veces mientras conseguía café y parecía pensar que era inofensivo. No estaba seguro de estar de acuerdo.

Sacudió su cabeza en negación.

—No. En realidad me dirigía a este lugar y me di cuenta que aún estabas trabajando y finalmente reuní el coraje de acercarme a ti por la verdadera razón por la que he estado acechando. Estaba esperando a que terminaras tu cita y salieras. Estaba esperando que tuvieras un minuto libre para hablar conmigo. ¿Podríamos tomar un café o una bebida?

Parpadeé sorprendido. Primero, tenía serias dudas de ser incluso ligeramente su tipo si su reacción de estar en la tienda por primera vez era una referencia. Segundo, conocía a Kibum, así que tenía que saber que había algo entre nosotros dos, y si estaba ignorando eso, entonces toda la clase que irradiaba tenía que ser para el espectáculo. Tercero, no creía que quisiera tener algo que ver con la verdadera razón para seme-acecharme.

—Uh… no. Estoy viendo a alguien. No estoy interesado. —Generalmente tenía más tacto que esto pero aún estaba un poco anonadado por él y el momento.

Me sonrió con tristeza y sacudió su cabeza de nuevo.

—No en una cita, Jjong. Ni siquiera cerca. —Exhaló un profundo suspiro y vi algo trabajando en sus ojos. Sus manos se apretaron en puños a sus costados y cambiaba su peso de un pie a otro nerviosamente. Como si las palabras hubieran estado atrapadas dentro de él por un largo tiempo,  exclamó—:  Soy tu hermano…  bueno,  medio hermano,  pero  aun  así estamos emparentados.

Todo lo que pude hacer fue mirarlo mientras me devolvía la mirada. Estaba seguro de que tenía que estar bromeando. Finalmente, luego de lo que se sintieron como cincos sólidos minutos de silencio, tiré la cabeza hacia atrás y me reí. Me reí tan fuerte que las lágrimas se juntaron en mis ojos y mis músculos abdominales comenzaron a doler. Me tomó otro minuto recuperar el aliento y decirle:

—Es una jodida broma, joven. No sé qué tipo de juego crees que estás jugando pero no es gracioso, y estoy más allá de no interesado.

Fui a caminar a su alrededor cuando tendió una mano bien cuidada y se aferró a mi codo.

—Lo digo en serio, Jjong. Mi papá, nuestro papá, falleció el año pasado de un ataque  masivo al corazón. Estaba terminando su testamento con el abogado inmobiliario cuando estuve atónito al darme cuenta que quería que dividiera todo en dos partes con alguien de quien nunca antes había oído hablar… su hijo. —Sus ojos estaban suplicándome—. Tú.

Lo sacudí y di un paso lejos de él. Tenía que estar loco, pero mientras entrecerraba mis ojos hacia él no pude evitar notar que sus ojos se veían muy parecidos a los que me miraban cada mañana en el espejo.

—Tienes que estar bromeando ahora mismo. —Había pasado mi vida entera solo. Había sido arrojado a un sistema de hacinamiento porque no había ninguna familia que me reclamara, y ahora este joven estaba tratando de decirme que había habido alguien por ahí todo el tiempo con mi sangre en sus venas. No podía creerlo, no podía creerle.

—Estaba casado con mi madre cuando naciste. —Se mordió el labio tan fuerte que una gota de sangre se acumuló bajo la presión—. Era un hombre muy duro con muchos secretos. Llevó meses rastrearte. Hyehwadong tiene demasiados niños en el sistema. Cuando finalmente te localicé no podía encontrar la manera de decírtelo. En realidad me lo imaginé de esta manera. Cuando mi compañía me ofreció transferirme a Seúl, creí que mudarme y establecerme aquí me daría algo de tiempo para calentar el terreno antes de romper las noticias, descubrir la manera de acercarme a ti y conocerte. Seguí acobardado.

Pasé mis manos por mi cabello, despeinándolo y causando que los mechones rubios se pararan por todo el lugar.

—Esto es una locura. Estás loca. No necesito escuchar esto.

Le di la espalda y comencé a alejarme, cuando su triste voz me detuvo.

—Crecí en un hogar estéril que nunca vio un gramo de alegría o amor. Mi mamá se quitó su propia vida cuando era un adolescente porque había tenido suficiente de mi papá y sus formas crueles y desconsideradas. No puedo decirte cuántas horas, cuántas veces en mis días tristes y sin fin, deseé tener un hermano. Solía soñar contigo, Jjong.

Sonaba realmente triste pero también sonaba realmente loco. No quería tener nada que ver con alguien que había sabido que estaba por allí por mi cuenta y me había dejado a mi propia suerte, incluso si esa persona estaba muerta y su hijo estaba aquí en su lugar.

—No quiero nada de un hombre como ese. No quiero nada de ti. Regresa al lugar de donde sea que viniste y ten por seguro que no quiero la mitad de nada.

Creí ver sus ojos ponerse brillantes con lágrimas pero estaba oscuro y tenía un millón más uno de cosas rondando por mi cabeza, así que quizás solo había sido un truco de las luces.

—Jjong…

—No, simplemente no. He estado solo toda mi vida y fue una mierda. No apareces después de todo este tiempo y piensas que automáticamente vamos a entablar algún tipo vínculo de hermanos perdidos hace tiempo. Eres un extraño y no quiero nada de lo que estas aportando.

—No sería un extraño si me dieras una oportunidad. Me mude aquí para intentarlo y llegar a conocerte.

—A la mierda con eso. A la mierda todo esto. —No le di la oportunidad de decir nada más. Solo me apresuré rodeando la esquina hacia el estacionamiento donde estaba mi camioneta y llevé mi trasero hacia donde Kibum estaba esperándome.

Mi corazón estaba palpitando tan alto en mis oídos que no podía escuchar el tráfico a mí alrededor. Mis manos estaban tan tensas en el volante que estaba sorprendido de que no hubiera roto la maldita cosa en dos.

Un hermano. Un padre.

Era todo tan irreal. Habíamos sido solo mamá y yo y luego había sido solo yo. La idea de tener un hermano y un padre que claramente no quiso tener nada que ver conmigo estaba más allá de ser abrumador, y no podía conseguir que mi cabeza dejara de dar vueltas y vueltas.

Kibum me dejó entrar y estaba esperando por mi tan pronto como golpeé la puerta. Probablemente lucia como un hombre salvaje. Mi cabello estaba de punta, sabía que mis ojos estaban muy abiertos en mi rostro, y podía escuchar el sonido de mis respiraciones entrando y saliendo con fuerza en rápidos bramidos. Mis manos estaban temblando cuando lo agarré y le di vuelta para presionar su espalda contra la puerta del frente.

Creo que me preguntó qué pasaba. Creo que me preguntó si estaba bien. Creo que me dijo que tomara un respiro y hablara con él, pero no podía responderle o hacer nada para calmarme. Estaba demasiado nervioso. Sentía como si pura electricidad hubiera reemplazado la sangre en mis venas y estuviera lleno de ella. Estaba actuando por la adrenalina y el instinto de sostenerme a algo, a alguien que había sido siempre tan sólido y real para mí.

Kibum siempre había sido Kibum. Diez años no habían cambiado eso. Tener sexo ridículamente asombroso no había cambiado eso. No había manera de que Taemin el abogado y su bomba atómica de revelaciones fueran a cambiar eso, y eso es lo que necesitaba tan desesperadamente en este momento.

Posicioné mis manos en la parte trasera de sus muslos y bajé el rígido material de sus pantalones. Sabía que estaba confundido, podía sentirlo en la vacilación de sus manos mientras agarraba mis mejillas y trataba de que bajara la intensidad. No estaba haciendo nada de eso. Simplemente lo necesitaba.

Una vez que estuvo desnudo de cintura para abajo, lo alcé en brazos y lo dejé atrapado entre la puerta y mi cuerpo al presionar mi pecho contra el suyo. Lo sostuve en posición vertical con una mano debajo de su trasero y usé la otra para abrir mi cinturón de un tirón y sacar de mi camino la tirante tela de mezclilla del frente de mis pantalones. Estaba tratando de desaparecer dentro de él. Estaba tratando de llegar a alguna parte que se sintiera normal y segura, y él lo era.

Estaba nervioso, podía sentirlo. Sus brazos eran cautelosos mientras los envolvía alrededor de mis hombros y su voz era interrogante cuando decía mi nombre. Quería decirle que todo estaba bien, que estaría bien, pero no podía conseguir una idea más allá de todo dentro de mí arañando con la necesidad de llegar hasta él.

Una vez que tuve mis pantalones bajados alrededor de mi trasero, levanté mi mano libre hacia su rostro y le aparté de los ojos parte del cabello.

—Te necesito. —Soné como un viejo cuando lo dije jadeando. Estaba muy alejado de ser suave o romántico, y estaba seguro de que cuando recordara cuan insensible y grosero había sido me iba a sentir como la mierda.

Inclinó la barbilla en un pequeño asentimiento y su boca ahora despojada de todo su brillante color subió un poco en las comisuras. Siempre lo necesitaba, solo que ahora era de una manera mucho más madura e íntima.

—Está bien, Jjong. Está bien.

Sus dedos rasparon a través del corto cabello de mi nuca mientras me empujaba dentro de él. Respiró siseando entre dientes y me obligué a parar. No estaba de ninguna manera listo para mí o para todas las cosas que necesitaba liberar en él. Su cuerpo se opuso al deslizamiento y dejé que mi cabeza cayera hacía adelante a su cuello. Todo dentro de mí estaba demandando que bombera dentro de él, que desatara todas las emociones que estaba sintiendo en la ola de un orgasmo cegador, pero no podía herirlo o simplemente tomar lo que necesitaba y no dar nada a cambio, sin importar cuán fuera de control me sintiera.

—Lo siento tanto —exhalé contra su suave piel y besé su pulso todo el camino hasta su oreja. Sentí el apretado agarre de su cuerpo comenzar a relajarse solo por una fracción con el movimiento. Usé mis dientes en el lóbulo de su oreja y escuché su suspiro de placer.

Movió sus caderas solo un poco, y mientras yo trazaba la parte externa de la concha de su oreja con mi lengua, el apretado ajuste de repente se soltó y me deslicé hasta la empuñadura, así que nos quedamos pelvis contra pelvis. Froté mi mejilla contra la suya mucho más suave y me dijo:

—Solo debes darme un segundo para ponerme al día.

Me reí en su cabello y el sonido rápidamente se volvió un gemido mientras sus músculos internos comenzaban a apretarme y moverse a lo largo de mi palpitante polla de una manera que hizo rodar mis ojos hasta la parte trasera de mi cabeza.

—Bastante justo. —Acuné la parte trasera de su cuello y sellé mi boca sobre la suya mientras comenzaba a moverme ahora que tenía libertad para hacer eso.

Aun cuando estaba impulsándome dentro como un animal en celo dentro de su suave calor, él seguía tratando de suavizarme y hacerlo todo mejor, aun cuando no tenía ni idea de qué estaba mal.

Clavé mis dientes en la curva de su cuello y succioné lo suficientemente fuerte para saber que dejaría una marca en su piel morena.

Sentí su respuesta y eso hizo muy feliz a mi polla. En realidad mi polla estaba mucho más feliz de lo que normalmente estaba cuando me enterraba en su interior y no fue hasta que sentí que mis bolas se apretaron y el orgasmo me cegó con la oleada de placer que entendí por qué. Inhalé su esencia, besé la marca roja que había dejado en su garganta mientras él temblaba y se estremecía alrededor de mí mientras alcanzaba la propia cúspide de su liberación. Se lo dije en voz baja mientras se bajaba y abría los ojos para mirarme.

—No usé nada, Kibum.

Estuvo callado por un minuto y casi entré en pánico. Aún no habíamos tenido la charla de he-estado-allí-y-he-hecho-eso-con-cada-joven-del-edificio y no estaba exactamente emocionado de saber con quién había pasado su tiempo en la última década, así que simplemente usé un preservativo cada vez que estuvimos juntos y diría que fue lo bastante bueno.

Alzó una ceja y puso sus manos a cada lado de mi rostro.

—Estamos bien. Mientras no tengas ninguna cosa aterradora escondida en tu armario sexual, tomo la píldora y lo he hecho durante mucho tiempo.

Alcé una ceja para estar a la par de su propia expresión irónica.

—Limpio como un silbato.

—Yo también.

Frotó sus manos sobre los lados de mi cabeza donde mi cabello era corto y alargó la mano para suavizar algunas de las hebras que todavía asomaban todas salvaje y fuera de control en la parte superior de mi cabeza.

—No que alguna vez me fuera a quejar acerca de ser completamente violado por un dios rubio del sexo, pero quizás me puedas explicar sobre qué fue todo eso así puedo estar más preparado la próxima vez.

Froté mi frente contra la suya mientras negaba con la cabeza y lo hacía reír cuando lo alejé de la puerta y me tambaleé hasta el sillón aun sosteniéndola en mis brazos. Mis pantalones aún estaban desabrochados y a mitad de camino de mi trasero, así que cuando su núcleo húmedo golpeó mi vientre bajo, mi traicionera polla se agitó en reconocimiento. Me preguntaba si alguna vez iba a tener suficiente.

Apoyó sus manos en mis hombros y me preguntó en un tono bastante serio:

—Jjong, ¿Qué pasó?

Pensé que quizás podría superar el malestar de mis tripas más fácilmente si tenía algo más en qué enfocarme, así que le arranqué su moderna camiseta. Me puso los ojos en blanco y me dijo que tenía solo una cosa en mente. No discutí aquello y en su lugar me saqué mi propia camiseta por la cabeza y lo jalé hacía mi pecho para que nuestros corazones estuvieran presionados juntos y latiendo a la vez. No había nada más sensual que la pieza de metal sobre mi piel cuando sus pezones rozaron mi piel tatuada. El era la cosa más sexy en el mundo.

—¿Conoces al abogado?

Metió su cabeza bajo mi mentón mientras sus dedos trazaban mis costillas de arriba a abajo.

—¿Taemin? ¿El que trabaja calle abajo en la tienda?

—Ése es. —Pude oír la amargura arrastrándose en mi tono mientras la incredulidad de sus declaraciones hacían a mi cuerpo tensarse aun cuando Kibum me estaba acariciando y frotando como si fuera un lobo rabioso. Después de la manera en que había ido por él sin ninguna advertencia no era de extrañar que estuviera siendo delicado conmigo.

—¿Qué hay con él? ¿Finalmente pudo calmar sus nervios para conseguir un tatuaje?

Solté una risa ahogada y decidí que le necesitaba antes de poder continuar. Lo insté a ponerse de pie frente a mí y acomodé de nuevo en mi regazo de manera que estuviera a horcajadas sobre mí. Todo bajo mi cintura se dio cuenta inmediatamente de que todas mis partes favoritas estaban desnudas y estaba cerca de ellas.

—No, pero finalmente calmó sus nervios para decirme que estaba en Seúl por mí.

—¡Qué!

Quizás no era lo más adecuado para decirle a tu pareja desnuda en mi regazo pero mi cerebro estaba cansado y mi polla se estaba poniendo dura de nuevo.

—No de esa manera. Asegura que es mi medio hermano. Dijo que mi papá —hice comillas en el aire alrededor de la palabra “papá”—, murió el año pasado, y cuando pasó por la lectura de su testamento estuvo sorprendido de descubrir que le había dejado la mitad de todo a un hijo perdido hace mucho tiempo… yo. ¿Qué demonios se supone que tengo que hacer con eso?

—Guau. —Fue solo un leve sonido—. Eso es de locos y serio.

—Eso es lo que dije. Le dije que me dejara en paz y que tenía cero interés en algo de ello.

—Oh, Jjong. —Acunó su mano alrededor de mi cuello y me besó justo en el centro de mi pecho—. No puedes decir eso en serio. No conoces a Taemin en absoluto pero parece ser lindo y abandonó su vida entera para venir aquí y llegar a conocerte, eso significa algo. —Alzó su cabeza y me miró—. Créeme lo sé, porque hice exactamente lo mismo.

Lo miré con dureza.

—Me dejaron solo.

Resopló un sonido de disgusto.

—Entonces ¿por qué rechazarías a alguien que está intentando llegar a ti y tratando de llegar a conocerte? ¿Acaso tener un hermano no significa que nunca más tendrás que preocuparte acerca de estar solo nuevamente?

Sus palabras y su modo de afrontar todo el asunto me estaban  haciendo sentir incómodo. Hubiera preferido que dijera algo como “Acaso no sabes que ahora que me tienes a mí nunca más tendrás que estar solo de nuevo” pero en su lugar me estaba mirando como si de alguna manera la hubiera decepcionado.

—No necesito una familia, Kibum. Salí de allí y encontré la mía propia y ellos nunca me dejarían o abandonarían. —Fue una pulla innecesaria y no se lo perdió. Sus oscuros ojos se estrecharon e intentó zafarse de mí pero no la dejé. Le sostuve por la cintura y gruñí—: Lo lamento. Estoy de un humor desagradable.

Inclinó su cabeza a un lado.

—¿Tienes miedo de tener otro pariente consanguíneo?

Retrocedí e incliné la cabeza hacia atrás sobre los coJinkies del sofá.

—¿Por qué me preguntas eso?

Kibum encogió sus hombros de color caramelo y se inclinó para darme un beso en la punta de la nariz.

—La única familia que conociste murió de una manera horrible y comenzaste un viaje bastante difícil para encontrar a la familia que tienes ahora. Puede ser terrorífico dejar entrar a alguien después de sufrir esa clase de pérdida. Taemin parece ser una buena persona, Jjong. Ayuda a niños y aun cuando obviamente viene de un lado de la vida diferente al tuyo y al mío, nunca pareció que tuviera prejuicios o presumiera por ello. Solo considera que dejarlo entrar, solo un poco, puede que no sea una cosa tan horrible. Esa es una maravillosa sorpresa que se te ha ofrecido.

—Si repentinamente tuvieras a algún tipo golpeando tu puerta diciéndote que es tu hermano, ¿lo recibirías con los brazos abiertos?

Parecía que lo estuviera considerando y luego se volvió a encoger de hombros.

—Quizás no con los brazos abiertos, pero estoy seguro de que no le cerraría la puerta en la cara y luego echaría la llave.  —Repentinamente se puso a reír un poco y frotó sus palmas sobre mi pecho—. Seguía pensando que lucía realmente familiar por alguna razón. Tienen los mismos ojos, es hermoso.

Maldije y lo hizo reírse.

—Dijo  que su papá estaba casado cuando mi mamá quedó embarazada.

Kibum hizo un sonido de simpatía y se inclinó hacia delante otra vez para besarme.

—Hay una historia allí. ¿No quieres saber cuál es?

—Supongo… Tal vez.

—Nadie va a obligarte a hacer nada que no quieras, así que significa que está en ti tomar la decisión correcta.

Alcé ambas cejas y le sonreí. Decidí que había terminado de hablar de Taemin y lo qué podría ser correcto o incorrecto por hacer sobre ella.

—Así que, ¿importa que hayas venido aquí para llegar a conocerme?

Envolvió sus brazos alrededor de mi cuello y lo apreté más cerca para que estuviera justo sobre mi cintura. La punta de mi perforada polla se arrastró a través sus pliegues y me hizo rodar mis ojos en respuesta.

—Claro que importa. Siempre has importado, gran imbécil.

Habría respondido pero se sentó él mismo sobre mi erección y toda la sangre que me quedaba circulando para pensar de forma racional se dirigió directamente hacía mi ingle.

—Tú también importas, Kibum.

Tenía que decirlo solo en caso de que no lo supiera.

—Quédate en silencio, Jjong… mi turno para violarte.

Cualquier momento de cualquier día, en cualquier lugar que se le ocurriese. Gemí mientras comenzaba a moverse sobre mí y solo dejé que mis ojos se cerrasen cuando él instantáneamente hacía parecer todo mejor solo con existir.




1 comentario:

  1. O_____O
    eso si que o me lo esperaba!!!
    Son hermanos!!!
    Wauuuuu
    Ahora si!!!
    Se puso bueno!!!! 😎

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...