Marcado III -16



—Hyukjae, él siempre ha sido un Lee. Poner una piedra en su dedo es simplemente figurativo. Nadie duda de lo mucho que te preocupas por él, y que estás comprometido con él y solo con él. Que se joda su desagradable familia y cualquier dolor de cabeza que appá o papá te hayan causado, lo quieres para siempre, pídeselo.
Me miró y levantó ambas cejas preguntándome. Las barras de decoración que llevaba parecía que estaban guiñándome.
—¿Entonces no piensas casarte con Heechul? ¿Simplemente lo vas a dejar así y vivir en pecado? —Viniendo de cualquiera me habría enfadado. Viniendo de él y escuchando el humor subyacente en su tono, era capaz de tomármelo por lo que era. Lo empujé duro, haciéndole sonreír.
—No lo sé. A lo mejor. Es bastante difícil hacer que una nueva relación funcione con un bebé inesperado en camino.
—Sí. ¿Cómo sucedió eso exactamente? Solías meter bastantes condones en mi bolsillo antes de que me escapara de casa por las noches. Me metiste el sexo seguro en la cabeza antes de que hubiese visto a una chica sin sostén. Parece bastante contradictorio en ti tener un accidente de esas características.
Crucé mis brazos sobre la nueva barra recién terminada y me apoyé en la barandilla. Mirándome las manos, salpicadas de cicatrices.
—Algunas cosas están destinadas a pasar. Nunca pensé en tener hijos, nunca pensé en el tipo de joven con el que quería asentarme, nunca pensé mucho en nada aparte de la siguiente misión, y luego cuando llegué a casa todo era más allá del próximo interminable día. Todo era como sombras grises y yo quería desaparecer en la neblina. Pensé que necesitaba una dirección, algo que me definiese. No era eso. No lo es. Solo puedo ser un chico, un chico que mete la pata, pero siempre y cuando sea responsable, está bien.
Hyukjae se terminó la cerveza y puso sus manos sobre mis hombros así estábamos frente a frente.
—Nunca serás solo un chico, Siwon. Eres el mejor hermano y el mejor amigo que pueda tener. Eres un jodido héroe. Nadie, y quiero decir nadie, me ha respaldado de la forma que tú lo haces. Eres una persona increíble, ya sea en el ejército luchando una guerra o en el maldito sofá viendo un partido. No lo olvides.
Él hablaba en serio y eso era importante para mí. Siempre habíamos sido cercanos, pero después de saber lo de Eunhyuk e intentar averiguar cómo encajaba yo ahora en su vida ya que tenía a Donghae, tuve que dejar que la distancia y mi propio orgullo se interpusieran entre nosotros.
Golpeé el borde de mi vaso contra su tarro.
—Soy afortunado en el departamento de hermanos también. No solo creo que serás un esposo genial, sino que serás el tío favorito de mi bebé.
Se echó a reír y se giró así estaba mirando fuera de la barra.
—¿No seré el único tío? Heechul es hijo único.
—Semántica. —Copié su posición e iba a intentar ver si podía conseguir algo de información sobre el ex de Heechul cuando la puerta del bar se abrió y ambos nos tensamos en alerta máxima. Ahora que no estaba debajo de la mesa de billar no tenía ningún problema en reconocer a Torch y sus lugartenientes del club de motociclismo. No es que hubiese ninguna duda con esos cortes y esa vibra de chicos malos que les rodeaba.
—Eric dijo que te vendió el bar, chico. Felicidades.
Le sacudí la mano, porque realmente, ¿qué se suponía que tenía que hacer? Le presenté a Hyukjae y ladeó    la cabeza hacia un lado.
—¿Por qué pienso que esta no es una visita simplemente amigable?
—Porque no lo es. —El presidente inclinó la cabeza hacia la parte trasera del bar donde estaban las mesas de billar. Asentí y le pedí a Dixie, la nueva mesera, que se asegurara de que el área estaba vacía durante unos minutos. Hyukjae puso su manos sobre mi brazo y me miró con preocupación.
—¿Sabes lo que estás haciendo? Eso tipos dejaron en coma a Kangin para que muriera.
—No estos tipos en particular, y como yo lo entiendo, Kangin se había metido en muchos problemas para llegar a esa situación. Torch, el presidente, tenía una historia con Eric. Él echó al chico que destrozó la Dodge y robó el club. Necesito ver que tiene que  decir.
No se veía feliz pero no me detuvo cuando seguí a la horda de motociclistas a la parte trasera del bar.
—El lugar parece nuevo, chico.
—Trabajé muy duro para que se viera así.
—Tuve un presentimiento sobre a lo que el viejo cabrío se refería al momento en que te mencionó. El Bar es el lugar de los Hijos; eso significa que te tenemos respaldado, chico. Esta mierda con perspectiva canalla no es como hacemos negocios.
—No juegas con el trayecto de un hombre.
—No, no lo haces. Necesitas saber que él se ha ido al suelo. He tenido los ojos sobre él desde que Eric dijo lo del robo, pero no hemos escuchado ni visto nada. Su viejo estaba conectado con el club desde hacía años, fue a la cárcel por alguna mierda pesada, así que el chico conoce a algunas personas. No es difícil para él pasar desapercibido o meter sus manos en algo que sea malo para ti y los tuyos. ¿Me lees? Chico.
Sí. Lo leía totalmente. El jodido problemático no estaba simplemente molesto, sino que estaba enfadado y probablemente armado hasta los dientes. Parecía que Kangin fue afortunado al tomar solo el efectivo.
—He escuchado a gente del círculo de los Hijos. Sé que eres un buen tipo, chico. También sé que cargas algo de equipaje del desierto. ¿Estás bien para lidiar con eso y mantener un ojo en tus seis?
No sabía si quería saber cómo este tipo, este líder del CM, sabía cualquier cosa de lo que estaba pasando en mi cabeza, pero no podía negar que parecía entender más que cualquier persona de las que habían tratado de hablar conmigo de eso. Me aclaré la garganta y apoyé la cadera contra la mesa de billar. Me encontré con su mirada, porque eso es lo que haces cuando estas tratando de estar al mismo nivel que un hombre que no solo te ofrece su respeto, sino su protección y aprobación. El gris no me iba a tragar, no cuando tenía tanto color gracias a Heechul.
—La mayoría del tiempo estoy bien. He tenido unos meses malos, casi estropeo lo mejor que me podía haber pasando pre o post guerra. Eric me hizo sentir como una mierda, dándome el teléfono de Neil, y diciéndome que fuera a hablar con él. Cuando no puedo salir por mi cuenta, lo uso. Por otra parte, lo mejor que me ha pasando toma casi todo de mí para cuidarlo y nada me gustaría más en el mundo que tener un ojo sobre mi espalda.
Torch se rio y asintió en aprobación.
—Tuve una de esas una vez. Fui demasiado idiota para aferrarme a ella. Tienes un joven que está contigo cuando te despiertas en medio de la noche temblando, cubierto en sudor y sin saber dónde estás, ese es un joven que no debes dejar marchar.
Podía convertirlo en algo mejor y decirle que no solo tenía un joven que se quedaba, sino que generalmente me llevaba de vuelta a la cama y me chupaba o me cabalgaba hasta que podía estar bien otra vez, pero dudaba que Heechul apreciara que el chico malo, presidente de la unión de motociclistas tuviese tanta información sobre nuestra vida sexual.
—No tengo intención de dejarle ir, o dejar que algún pequeño problemático con rencor llegue a él, o a mí, para el caso. Todo necesita ser puesto en la cama y cuanto antes mejor.
—Estamos en la misma página. Si surge algo más, me llamas, no a la policía.
No estaba seguro de lo que sentía por tener su número en mi teléfono, pero tampoco creía que decirle eso era una buena idea. Lo anoté en mí teléfono y me empujé fuera de la mesa, cuando él me detuvo con una mano en mi hombro.
—Estábamos en un momento en el tiempo, chico. Despedidos, perdidos, y tratando de averiguar que seguía. Para algunos de nosotros, lo que seguía salió de la nada.  El camino abierto, la hermandad,  la familia,  que era como estar de regreso, pero en nuestros propios términos y luchando por las cosas que importaban aquí. —Él golpeó una mano sobre su pecho, donde su Corazón de motociclista estaba cubierto por un corte de cuero—. Algunos de nosotros lo encontramos en el amor de una buena pareja y formando una familia, mientras que otros, como Eric, encontraron lo que seguía ayudando a los más perdidos de nosotros hacia un mejor camino. Sea lo que sea lo que sigue para ti, chico, te encontrará o tú lo encontrarás. No te rindas al respecto.
Con ese profundo pequeño consejo, él y todos sus serios amenazadores e intimidantes cohortes se dirigieron de nuevo fuera del bar. Me tomó un minuto recoger mis pensamientos, para reflexionar sobre las dramáticas formas en que mi vida se había vuelto de cabeza en los últimos meses, y me dirigí de nuevo a dónde mi hermano estaba esperando nerviosamente en la barra.
—¿Todo bien? —Normalmente lo hubiera simplemente sacudido y dicho que era mi problema y que manejaría la situación. Yo era el hermano mayor, el protector, pero estaba empezando a ver que todas las cosas que había utilizado para definirme a mí mismo por tanto tiempo necesitaban ser ajustadas, necesitaba ser redefinido, mientras la vida se movía hacia adelante, ya que no era el mismo chico que había sido cuando éramos niños.
—Nadie parece saber dónde está el resentido problemático. Torch y el club dijeron que él tiene conexiones, podría estar armado, y él es bueno y está enojado porque tener esa pelea conmigo consiguió que lo echaran. Ellos quieren que proteja mi espalda, y Torch estaba preocupado de que con todas las cosas pasando aquí, no podría ser capaz de dar a la situación la atención que se merece. —Golpeé mi sien con dos dedos y él me frunció el ceño.
—¿Lo haces? De acuerdo, ¿mantener un ojo en ti mismo, quiero decir?
—Yo creo que sí. Protegerme a mí mismo y sobrevivir es una segunda naturaleza para mí.
—Si necesitas algo de mí, o de los chicos, ya sabes que todo lo que tienes que hacer es pedirlo, ¿verdad?
—Lo sé. Solo mantén un ojo en mi chico. No quiero que se preocupe, no con el bebé y no con él actuando todo torcido por el correo de su ex.
Vi los ojos de Hyukjae poniéndose como duros diamantes y sus manos tatuadas se cerraron en puños en la parte superior de la barra.
—¿Ese imbécil tuvo el descaro de enviarle un mensaje de correo electrónico después de todo este tiempo?
Bajé la barbilla en acuerdo y ladeé mis codos para apoyarme contra la barra. No quería parecer demasiado ansioso por escuchar lo que tenía que decir sobre el ex de Heechul, pero la información era poder, y cuanto más tuviera más podía romper esa mortaja de miedo que veía en su mirada multicolor cada vez que traía a colación la palabra con A.
—Creo que su pareja anterior estaba cambiándolo por otro de los artistas en la tienda. Al parecer, tuvo una revelación de que toda la mierda que le echó a Heechul pudo solo hacerlo a él un idiota, por lo que ahora él se disparó a hacer las paces. Heechul dice que todo es pasado resuelto, pero a veces se calla y puedo decir que está en otro lugar, pero no me dice nada acerca de ello.
Soltó una letanía de palabrotas, mientras cerraba y abría las manos.
—Ese tipo hizo un número en él, Siwon. —Él suspiró y le indicó a Kangin que le trajera otra cerveza—. Cuando Shindong regresó a la tienda y nos dijo que nos iba a poner un nuevo gerente, ninguno de nosotros sabía cómo tomarlo. Pero entonces Heechul apareció y estaba claro que necesitaba a alguien para salvarlo. Estaba desgastándose. Quiero decir que es pequeño como es, pero era evidente que no estaba comiendo, no estaba durmiendo. Estaba tranquilo, retirado. Tratamos de bromear con él, tratamos de sacarlo de ello, pero nada funcionó. Tenía el Corazón destrozado. Nunca he visto nada igual. No era solo una chica que estaba triste porque la habían dejado... se estaba muriendo por eso.
Él dejó escapar un suspiro y lentamente movió la cabeza de lado a lado
—Jjong siempre dice que a él le fue tan difícil porque su padre siempre estaba fuera y Hangeng era su única constante en la vida. No sé si ese es el caso, pero yo sé que ese tipo lo lastimó de una manera que me gustaría despellejarlo vivo y dejar que las hormigas de fuego se lo comieran desde adentro hacia afuera solo para darle una lección. Ningún hombre debe hacerle eso a una persona  que lo ama, incluso si ya no está enamorado de él.
Yo tenía un nudo en la boca del estómago. No me gustaba el sonido de nada de eso en absoluto.
—¿Qué lo sacó de ello? ¿Qué le impidió solo desaparecer?
Su boca se convirtió en una sonrisa irónica y se mordió el anillo   del labio.
—Eunhyuk murió. —Parpadeé sorprendido—. Eunhyuk murió, yo me fui al fondo y él se enfocó en salvarme. Estaba muy concentrado en mí y mi desastre. Creo que se olvidó de que estaba sufriendo él mismo. Día tras día fue mejorando y se aferró a mí con las dos manos. Yo estaba operando desde    un lugar realmente malo, pero me quedé en este lado redimible solo por Heechul. Él es más que una figura de joven hermano mayor, él es mi voz de la razón.
Solté una carcajada.
―Aunque te pueda desollar con su lengua afilada y ponerte en tu lugar con una simple mirada en su interior es muy fragil. No dejes que ese tipo consiga poner sus garras de nuevo en él, Siwon. Esas son malas noticias por todas   partes.
Solté un gruñido.
—Tú has conocido a Heechul, Hyukjae. Él va a hacer lo que sea que él va a hacer. Todo lo que puedo hacer es esperar que lo que tenemos es suficiente para hacerle entender que no es una opción disponible.
Compartimos una mirada de complicidad.
—Apesta.
—Definitivamente apesta.
Caímos en un silencio incómodo y caminé detrás de la barra para ayudar a Kangin con los platos y para tener algo que hacer con las manos.
—¿Te gusta esto, Siwon? ¿Quieres quedarte aquí y dirigir este lugar o simplemente estás haciéndolo porque no sabes qué más hacer?
La pregunta de Hyukjae me hizo tomar un segundo y pensar en una respuesta que funcionara.
—Un poco de ambos. Me gusta aquí; me gusta la clientela y los habituales, me gusta que puedo hacer mis propias horas y que reconstruí este lugar tabla por tabla. Pero no tengo idea de lo que sigue para mí, qué debería o no hacer con todos los años de entrenamiento que tengo. Por ahora, esto se siente bien y no puedo pedir más que eso.
—Hagas lo que hagas, quien quiera que quieras ser a la larga, Siwon, estoy malditamente contento de que regresaras a casa en una pieza. Te extrañé, te extrañamos. Incluso cuando estabas siendo un dolor en el culo. Saber que estás aquí, que puedo llamarte, que vas a apoyarme incluso cuando estás enojado conmigo, no tienes idea de cuanto lo necesito.
Y ahí estaba. Mi hermano aún me necesitaba. Sí, él tenía a Donghae para cuidarlo. Sí, se había convertido en un tipo duro, y lo suficientemente adulto para protegerse de la mayoría de las cosas, pero aún me necesitaba para apoyarlo.
Necesitaba que yo fuera el tipo que lo miraba y siempre veía al chico que vivió su vida en sus propios términos, hizo sus propias reglas, y que no lo juzgaba por eso. Esa fue una redefinición de mi relación con mi hermano con la que no tenía problema. Estaba trabajando con mis padres en eso también. Comenzaba a darme cuenta que podría ser solo Siwon, nada más y nada menos.
—También extraño tu culo problemático, y lamento sinceramente que me tomara tanto tiempo sacar la cabeza de mi culo.
Asintió, terminó su cerveza, y fue a casa con su chico. Fue una noche interesante, por así decirlo, y después de la criptica advertencia de Torch en el club, me quedé hasta el cierre con Kangin y lo vi irse no con uno, sino con dos bonitos estudiantes. Quería asegurarme que todos salieran del estacionamiento sanos y salvos y que nadie estuviera al acecho. El tipo había jugado como yo nunca había visto antes y probablemente me hubiera sentido celoso si no hubiera ido a mi casa, donde un sexy duendecillo estaba sin duda desmayado en mi cama, donde esperaba a que yo llegara a casa.
El auto de Kyuhyun no estaba cuando llegue, pero el Cooper estaba estacionado en su lugar. Me estaba cansando de jugar a esto de ir de apartamento a apartamento con él. Quería un lugar que fuera nuestro, pero después de las revelaciones de esta noche de Hyukjae sobre él y su ex, comenzaba a preguntarme si su incapacidad para encontrarme en el medio de esto tenía algo más detrás.
Agarré una cerveza del refrigerador y pensé en tomar una ducha y meterme a la cama con él, pero cuando abrí la puerta de mi habitación, estuve sorprendido de encontrar la luz encendida y la cama vacía. Fruncí el ceño y puse la cerveza abajo mientras me quitaba las botas y me sacaba la camisa por la cabeza.
Estaba preocupado de que tal vez no se sintiera bien. Hasta ahora había sido afortunado y las náuseas matutinas no era algo de lo que tenía que preocuparse, solo de ponerse súper emocional. Estaba cansado todo el tiempo y no me había pedido ir por los pepinillos y el helado en medio de la noche o algo, así que solo asumí que sería un viaje tranquilo durante el embarazo. Golpeé la puerta con un nudillo y dije su nombre.
—¿Estás bien, Princesa?
El pomo giró con facilidad bajo mi mano y entré al baño. Estaba desnudo mirando el gran espejo sobre el tocador. Su cabello rubio estaba pegado por todos lados en su cabeza como si se acara de levantar por algo y estaba mordiendo su labio inferior. Era perfecto. Todo sobre él era absolutamente y malditamente perfecto. Subí mis brazos sobre mi cabeza en el marco de la puerta y lo observé mirarme. Sus ojos bajaron lentamente por mi pecho, sobre mi estómago y se detuvo en la parte delantera de mis jeans. Necesitaba recordar siempre llegar a casa y quitarme la camiseta… hacía difícil que él pensara.
—Mira. —Volteó su cara hacia mí y pensé que quería que mirara algo además de su pecho y la unión entre sus piernas, pero era un hombre y él estaba desnudo, así que estaba fuera de suerte.
—¿Qué mire qué? —Quería tirarlo en mis brazos y llevarlo a la cama.
—Mira a nuestro bebé. —Aplanó ambas manos sobre el apenas hinchado vientre. Era tan pequeño que el desnudo bulto lo tenía luciendo más redondo. Estaba tan lindo con esos grandes ojos llenos de preguntas—. Me desmayé hace una horas y rodé sobre mi estómago, lo cual, por cierto, apesta cuando no estás para ser mi almohada, cuando esto me despertó. Nunca había tenido panza en toda mi vida, y ahora la tengo y hay una persona súper pequeña ahí dentro. Es increíble. —él sonaba asombrado, y no cambiaría este momento por toda la certeza o previsión en el mundo entero.
Empujé la puerta y me dirigí hacia él. Llegué tan cerca que me cernía sobre él, mirando hacia abajo, y él solo continuó mirándome. Lo vi inhalar y exhalar lentamente mientras me ponía de rodillas frente a él. Puse mis manos en sus caderas y lo jalé hacia mi cara para que pudiera poner mi boca sobre la suave piel encima de su ombligo. Lo oí jadear lentamente y enredó sus dedos en mi cabello. Dejé que mis dedos se enterraran en la suave curva de sus caderas.
—Yo puse este bebé aquí, Heechul. Cuando quieras hablar de ello, quieras admirarlo, déjame saberlo. ¿Sí?
Dejó salir una pequeña risa y dejó caer su mejilla en la cima de mi cabeza.
—Sí, Siwon.
Le di un apretón para dejarle saber que hablaba en serio y estaba decidido y para que supiera que mientras estaba de rodillas, tal vez tomaría ventaja de la situación, así que enterré la punta de mi lengua en su ombligo y lo sentí estremecerse contra mí.
—Te amo, Princesa. Amo a ese pequeño bebé. ¿Entiendes dónde estoy con todo eso? —Asintió un poco pero yo estaba yendo hacia el sur con mi lengua y no creo que tuviera la habilidad de formar palabras—. Sé que no estás en la misma página que yo todavía, Heechul, y por ahora estoy feliz de que estemos leyendo el mismo libro. Eventualmente tienes que cambiar de   página, ¿me entiendes?
Sus dedos se apretaron en mi cabello y sabía que no había nadie más en este planeta por quien yo me pusiera de rodillas, pero por este joven con toda bocota y sus arremolinados ojos, lo haría cuando lo pidiera e incluso si no lo pedía.
—Te entiendo, Siwon. —Y lo hacía. Me tenía en cada maldita manera, y estaba más que feliz de mostrárselo ya que estaba desnudo y duro para mí.


—¿Por qué no admites que estás cambiando el tema y que no vamos a encontrar una casa hasta que nuestro hijo esté caminando?
Parecía disgustado y no podía culparlo. Habíamos visto tres casas esta mañana antes de que tuviera que ir a trabajar, y ninguna de ellas se ajustaba perfectamente. Estaba teniendo un mal rato explicándole que tenía una idea de lo que debería ser un hogar, donde quería estar con él y criar a nuestro hijo.
Pasé tanto tiempo rebotando de pariente en pariente, mientras papá estaba asignado, que sabía exactamente lo que quería y no iba a conformarme, aunque pusiera a mi chico gruñón. No era solo encontrar una casa, estaba a punto de encontrar un hogar y formar una familia, y tenía que dejar totalmente de lado el temor que todavía me estaba frenando para hacerlo.
—Ten paciencia, grandote. Vendrá con el tiempo. Además, ese último lugar solo tenía garaje para un auto y los dos sabemos que no quieres que la Harley esté estacionada afuera en la calle.
Me gruñó y frunció el ceño. Me alegraba que finalmente tuviera la camioneta de vuelta, porque no me quería en la parte trasera de la moto en mi condición actual, y era como hablarle a la pared para conseguir que él se subiera en el Cooper. Por lo menos dejarme en la tienda en su camino al bar no daba lugar a una discusión.
—La dejo en la calle ahora.
—Pero te quejas de eso todo el tiempo, y ni siquiera ha comenzado a nevar.
Sabía que yo estaba en lo cierto, por lo que solo gruñó de nuevo y golpeó el volante con sus largos dedos. Había estado perdiendo la paciencia conmigo últimamente. No lo exteriorizaba, pero me daba cuenta que cada vez que me decía que me amaba, le hacía algo cuando yo no se lo decía de vuelta.
Simplemente no podía. Quería.
Estaba seguro de que, en efecto, lo amaba más de lo que nunca había amado a nadie, pero darle eso... simplemente no podía hacerlo. Al ver a este hombre, a este guerrero, de rodillas en frente de mí, dispuesto a darme cualquier cosa y todo lo que siempre quise, sabía que tenía que superarlo. Dejar el miedo afuera y solo saber que Lee Siwon nunca me arruinaría como Hangeng lo hizo. No podía decírselo, pero sabía que podía mostrarle lo que sentía, y por eso le había preguntado si podía pedir prestada sus placas de identificación por un par de días.
Estaba cambiando el tema porque estaba cansado de pelear por la casa, incluso aunque pensaba que era sexy como el infierno cuando estaba disgustado.
—¿Así que puedo tenerlas o no?
—No entiendo para que las quieres.
Me sorprendió que no las estuviera usando, ya que habían sido parte de su uniforme durante tanto tiempo. Pensé, que al mantener el cabello y la extenuante rutina de ejercicios, habría mantenido las placas también. Además pensaba que lucirían calientes en torno a ese grueso cuello. Tal vez le pediría que se las pusiera en algún momento para mí, y nada más.
—Es un secreto. Prometo no perderlas y tratarlas con respeto y la reverencia que se merecen. Deja de ser el Capitán Anti-Diversión, porque no estamos de acuerdo en un lugar y entrégalas. —Traté de mantener mi voz ligera y burlona, pero no pude quitarle su mal   humor.
Me echó un vistazo por el rabillo del ojo y estacionó la gran camioneta frente a la tienda. Ya podía ver a la gente dando vueltas en la sala de espera, y Kyuhyun saludándonos desde afuera ya que estaba fumando.
—Están en una caja en el cajón de mi ropa interior. Agárralas la próxima vez que estés en el apartamento. Solo ponlas de nuevo una vez que hayas terminado con ellas.
Me reí un poco y me incliné sobre los asientos para poder envolver mi brazo alrededor de su cuello y tirarlo hacia abajo, de manera que pudiera besarlo. Incluso cuando no estaba demasiado contento conmigo, nunca me impedía amarlo. Era como un amable gigante, no es que me atreviera a decirle eso a la cara.
—¿Por qué tienes un cajón de ropa interior? Nunca la usas.
Encogió un amplio hombro y me devolvió el beso.
—Correcto, entonces tengo que tener un lugar para guardar todo, porque nunca lo uso.
—Eres tan extraño. —Abrí la puerta y bajé hacia la acera. Le iba a soplar un beso, o tal vez sacarle el dedo solo por ser malhumorado, pero como se me olvidó mi bolsa y él fue lo suficientemente agradable para salir y traerla hacia mí, decidí que simplemente besaría su rostro un poco más en su lugar. Oí la risa de Kyuhyun ante el espectáculo que estaba haciendo, oí gemir a Siwon contra mi boca mientras ponía una suave mano alrededor de mi culo, y oí una voz, que nunca pensé que alguna vez iba a volver a escuchar, decir mi nombre.
—¿Heechul?
Me deslicé de nuevo a mis pies desde la punta de mis dedos, y me asomé por la sólida pared que era mi chico, para ver a la última persona en la tierra, que nunca quería o esperaba ver de nuevo. Sentí los brazos de Siwon tensarse a mi alrededor por reflejo y Kyuhyun se movió de su lugar junto a la ventana delantera para llegar de pie junto a nosotros.

Me volví en el rápido agarre de Siwon para enfrentar a mi peor error. Sentí ese tan grande cuerpo volverse absolutamente rígido detrás de mí, pero por suerte Siwon no dijo nada. Su irritación era como un látigo en el aire mientras Hangeng daba un vacilante paso hacia nosotros.


3 comentarios:

  1. entre a leer para distraerme un poco de produce 101 y zaz, me sueltan este capitulo y lo dejan en la mejor parte...que dia.

    ResponderEliminar
  2. O____o
    Creo que Hannie ~ no ha tomado muy buenas decisiones (?)
    Ahhhhhh
    Hee~ ya dile a Siwonshis que lo Amas con locura!!!!!

    ResponderEliminar
  3. Yo de verdad espero que si pueden...los motociclistas apoyen a Siwon,él andará al pendiente,pero ese tipo en un descuido puede llegar a hacerle daño a Siwon...o a quien el tipo vea a quien agarrar para hacerle daño a Siwon.
    Siwon ya sabe lo que paso con Hee y Han...ojalá Hee se lo cuente con sus palabras.
    Wow..wow..wow
    Tuvo el valor de ir...espero,por su bien,que solo vaya por el perdón y se esfume de la vida de Hee...que por su culpa no puede darle el 100% de él a Siwon y afianzar sus sentimientos.
    Más le vale...aarrg

    ResponderEliminar

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...