Sapphire Wolf (T2)- 15




Cuando Siwon entró en la sala de espera, Kangin y Junjin estaban discutiendo el hecho que desde que
Leeteuk había enfermado la situación con Kangta había cambiado.

—¿Cómo están Donghae y Hee? —le preguntó Junjin a su Beta.

Siwon se sentó en una silla frente a ellos y se pasó las manos por el cabello en señal de frustración.

—Nunca vas a creer en lo que esos dos se metieron ayer en la noche.

—¿Qué han hecho los dos alborotadores esta vez? —preguntó Junjin.

—Se les ocurrió la brillante idea de colarse en la UCI para ver a Teukkie, pero su plan no se llevó a cabo muy bien, si te lo puedes imaginar. Donghae terminó inconsciente en el ascensor sin recordar lo que pasó y Heechul estaba completamente borracho después de haber pasado la noche con algún idiota llamado Matty. —La voz de Siwon había caído a un tono mortalmente bajo ante la mención de Hee.

Junjin dejó escapar un lento suspiro antes de responder:

—¿Están los dos en una sola pieza?

—Sí, Alfa. Heechul está durmiendo su noche loca en estos momentos y Donghae está con él.

Kangin miró a Siwon y luego a su padre, con el ceño fruncido, pensando.

—¿Por qué habría Donghae de estar inconsciente en el ascensor? —Kangin tuvo un sentimiento de
inquietud y su lobo se agitó, algo andaba mal, pero no sabía lo que era. De repente, la urgencia de tener noticias sobre el bienestar de Leeteuk anuló su sentido de propiedad.

Kangin se puso de pie y caminó hacía la puerta de la UCI. Empezó a golpear con contundencia, no
pretendiendo ser educado. Después de unos momentos se abrieron las puertas y una enfermera salió.

—¿Puedo ayudarle?

—Quiero ver a Leeteuk Park. —El tono de Kangin no dejaba lugar a discusión, pero al parecer la
enfermera no lo había captado.

—Señor, sé que el doctor Lee le ha dicho que los amigos y la familia no están permitidos en la UCI debido a la gravedad de las enfermedades. Esto compromete aún más su sistema inmunológico.


Kangin notó que la frecuencia cardíaca de la enfermera se estaba acelerando y tenía brillo de sudor
por la frente. Miró más allá de la enfermera en la habitación detrás de ella y vio que parecía que había 
un sentido de urgencia en el resto del personal. Varias enfermeras estaban en los teléfonos y había un
médico señalando hacia una habitación, su cara mostrando frustración obvia. Kangin llamó al sentido de audición de su lobo para captar lo que el doctor estaba diciendo.

—¿Cómo un paciente sólo se levanta y desaparece? ¿Ha intentado ponerse en contacto con el doctor
Lee?

Eso era todo lo que Kangin necesitaba escuchar. Empujó a la enfermera a un lado y sus débiles intentos de detenerlo. Kangin oyó a su padre detrás de él, y a Siwon quien estaba a sólo un paso por detrás de Junjin.

Kangin siguió la dirección en la que el doctor había estado señalando y se metió en una habitación vacía saturada de la esencia de su compañero. Instintivamente se acercó a él a través de su vínculo, pero sólo hubo silencio como respuesta. Se volvió hacia el médico y sabía que sus ojos brillaban basándose en su expresión. Kangin tomó al médico por la pechera de la camisa y lo levantó sin esfuerzo del suelo.

—¿Dónde está Leeteuk Park? —gruñó.

—Kangin, bájalo —escuchó a su Alfa ordenar, pero su lobo no estaba escuchando.

El médico agarró la muñeca del brazo que lo sostenía en el aire, su mente amenazando con cerrarse al 
temor vertiéndose sobre él.

—Yo n-no lo sé —tartamudeó—. Acabo de llegar para hacer mi ronda y cuando fui a ver al joven Park, la habitación estaba vacía. Tengo a las enfermeras revisando para ver si tenía algo programado para esta mañana, pero ellas no han podido encontrar nada. Tampoco hemos podido localizar a el doctor Lee.

Kangin podía decir que el médico decía la verdad, pero era reacio a bajarlo, sin querer renunciar a un
objeto sobre el que dirigir su ira.

—Kangin, bájalo —oyó decir a su Alfa de nuevo y esta vez él obedeció. Se dio la vuelta y se atrevió a mirar a los ojos a Junjin, ganándose un gruñido de advertencia.


—Tenemos que llamar a Ahn Kangta —le dijo a su Alfa antes de finalmente ceder y bajar la mirada. Dándole la espalda al médico, irrumpió más allá de Junjin y Siwon, y de vuelta a la sala de espera que habían ocupado. No miró atrás para ver si lo iban a seguir, él sabía que lo harían. Kangin vio como su padre marcaba el número de Kangta y esperó a que respondiera. Contestó a la tercera llamada.

—Kangta. —La voz de Junjin era baja—. ¿Tienes algo que ver con la desaparición de Teukkie?

Kangin y Siwon no tuvieron problemas para escuchar la respuesta de Kangta mientras gritaba en
el teléfono:

—¿¡Qué diablos quieres decir con que ha desaparecido!?

La voz de Junjin nunca cambió en volumen ni perdió el filo mortal.

—Me refiero a lo que he dicho, no está aquí. Son incapaces de localizar al doctor Lee tampoco. ¿Están todos tus lobos presentes?

—Todos mis lobos están aquí en el hotel. —Kangta se detuvo—. Espera, no todos. Jihoon se quedó en el hospital para que pudiera hacerme saber de cualquier cambio.

—¿Entonces sabes que Teukkie estaba en la UCI?

—No, no he sabido nada de Jihoon. Supuse que todo debía haber estado bien. ¿Él está bien? —La voz de Kangta estaba empezando a sonar frenética.

—Teukkie se enfermó anoche. El doctor Lee cree que debido a que recibió una transfusión de sangre
humana, su cuerpo está atacando a la sangre humana y, a su vez ataca a su cuerpo. Se lo llevaron a la
UCI, que fue la última vez que lo vimos y ahora esta mañana se ha ido.

Kangin estaba perdiendo la paciencia. Necesitaba acción, necesitaba estar haciendo algo para encontrar a su compañero. Mientras Siwon ponía su mano sobre el hombro de Kangin, le decía a su príncipe:

—Vamos a encontrarlo.

—No hay otra opción —le dijo Kangin.

Kangin y Siwon miraron a Junjin mientras terminaba su conversación con Kangta.


—Él está en camino. Dijo que iba a tratar de ponerse en contacto con Jihoon.

—¿Qué hacemos hasta entonces? —gruñó Kangin con frustración.

—¿Has tratado de llegar a él? —preguntó Junjin, refiriéndose al vínculo de compañeros.

—Sí, no contesta. Ni siquiera puedo tener una idea de su presencia como cuando está durmiendo.

—Debe estar inconsciente. El doctor Lee probablemente lo sedó para darle un poco de alivio al dolor
—dijo Junjin, expresando sus pensamientos en voz alta. Entonces él se acercó a su compañero a través de su vínculo.

«Amor, tú y Sora tienen que venir al hospital. Teukkie está desaparecido.»

«¿Cómo está Kangin?»

La voz en su mente transmitió toda la preocupación que sentía por su hijo y su compañero.

«Él está haciéndole frente por el momento, aunque no sé cuánto tiempo va a durar. Ven a mí,
encuéntranos en la habitación de Hee y Teukkie. Voy a explicarlo todo una vez que estén aquí.»

«Estamos en camino, no dejes que haga nada de lo que se arrepentirá» le rogó Hyesung a su
compañero.

«Como tu digas, así se hará» respondió Junjin formalmente, un voto a su compañero por cuidar de
su hijo.


—¿Está desaparecido? ¿Desaparecido, como en ida? —preguntó Donghae, por tercera vez.

—Sí Donghae —contestó Junjin por tercera vez, tan pacientemente como la primera vez.

—Mierda, mierda, mierda —espetó Donghae mientras caminaba hacia donde yacía Hee. Sacudió a su 
amigo no muy gentilmente—. Hee, levanta tu trasero borracho. —Cuando Hee no se movió, Donghae se dirigió hacia el baño—. Medidas desesperadas —murmuró Donghae.

—Esto se va a poner feo —dijo Siwon, mirando a Junjin, sin intentar ocultar la sonrisa en su cara.

Donghae volvió a entrar en la habitación trayendo una taza de agua. Se puso de pie sobre Hee y sacudió la cabeza una vez más.

—Última oportunidad, Hee. ¡Despierta! —Aún así, él no se movió. Donghae arrojó el agua directo en la cara de Hee.

Hee volvió en sí, escupiendo y limpiándose el agua de los ojos, tratando de averiguar dónde estaba. Sus ojos se posaron en Donghae y la copa que sostenía en la mano. La mirada salvaje que apareció en el rostro de Hee fue todo el coraje que Donghae necesitaba para saltar atrás mientras Hee se abalanzaba sobre él.

Siwon se movió en un borrón de velocidad, pasando un brazo por la cintura de Hee, tirando de él
hacia atrás.

—Estoy sopesando los pros y los contras de darle una paliza a tu huesudo trasero —le dijo Hee a Donghae, su rostro todavía bañado por el agua de la taza de Donghae.

—Lo siento, Hee, pero es importante. Teukkie se ha ido —le dijo Donghae, sus ojos suplicándole a su amigo para que lo escuche.

Hee salió de los brazos de Siwon cuando preguntó:

—¿Qué quieres decir con que se ha ido? —Él miró a su alrededor hasta que encontró a Kangin. Notó sus labios apretados y sus ojos brillando de un azul profundo, que, si no se viera como si quisiera arrancarle la cabeza a alguien, hubiera sido bonito.

—No estaba en la UCI esta mañana —explicó Junjin—. Tengo a Yunho, Donghwa y Kyuhyun buscando en el hospital e interrogando al personal. Kangta está en camino y va a tener a sus lobos ayudando con la búsqueda.

—Espera un segundo —dijo Hee, sacudiendo la cabeza—. Así que, ¿no creen que Kangta tenga algo que ver con esto?

Fue Junjin quien respondió.

—No voy a estar seguro hasta que pueda preguntarle cara a cara, pero cuando hablé con él por teléfono sonaba genuinamente atrapado fuera de guardia.

Justo cuando Junjin terminó de hablar, la puerta de la habitación se abrió y Kangta entró, y justo detrás de él estaban Sora y Hyesung.

—¿Qué pasa con los hombres lobo y su falta de habilidad para tocar la puerta? —preguntó Hee—. Quiero decir, en serio, ¿tiene algo que ver con la energía que se necesita para levantar la mano y golpear contra la puerta? ¿O hay una regla general de que todos los hombres lobo están exentos de los buenos modales?

Toda la habitación se detuvo y miró a Hee. El miró a su alrededor y se encogió de hombros.
  
—Bueno, sólo estoy diciendo.

Kangta ignoró la explosión de Hee y se volvió hacia Junjin.

—Yo no tengo nada que ver con esto. No soy tan bajo como para llevarme a mi hijo lejos de su madre bajo el amparo de la oscuridad como un ladrón.

Junjin no dijo nada de inmediato, pero parecía estar sopesando la verdad en sus palabras. Finalmente
asintió.

—Te creo. —Luego se volvió hacia Sora—. Sora, ¿cómo estás?

—Bueno, si quieres saber la verdad, estoy a ambos lados de la valla. Un lado siendo: qué demonios, y el otro: ¿realmente lo dices en serio? Simplemente no entiendo por qué no podemos mantenerlo a salvo.  ¿Qué estamos haciendo mal? —preguntó Sora, al borde de las lágrimas.´

Kangin se acercó a ella y envolvió sus brazos a su alrededor.

—Lo siento —susurró—. Yo debería haber exigido quedarme con él.

—Kangin, no es tu culpa. Puedes ser un príncipe en tu mundo, pero en el mío no eres más que un
adolescente. Aquí no dan un trato especial a los adolescentes por muy buen aspecto que tengan.

—De todos modos, podría haber forzado a el doctor Lee, pero estaba tratando de no faltarle el respeto 
en su territorio. No voy a cometer el mismo error otra vez —prometió Kangin.

Sora miró a Junjin.

—Entonces, ¿qué hacemos ahora?

—Tenemos que reducir el número de posibilidades —dijo Junjin—. En primer lugar, Kangta, ¿encontraste a tu Beta?

—No, le he dejado varios mensajes, pero no contesta ni me ha devuelto la llamada.

—¿Ha estado actuando extraño últimamente? —le preguntó Siwon.

—En realidad, no. Quiero decir, en cierto modo pensé que ha estado poco extraño, pero me quité esa
idea de encima. Jihoon es mi lobo más fiel. No puedo imaginarlo traicionándome.

—Hemos estado tratando de ponernos en contacto con el doctor Lee pero no contesta su teléfono
tampoco, y ninguno de los médicos o enfermeras saben dónde está. —La voz de Junjin traicionó la
frustración que él estaba tratando desesperadamente de mantener a raya.

—Está bien, así que lo que he oído a todos diciendo es que realmente no sabemos un carajo y no
tenemos por dónde comenzar. ¿Estoy en lo correcto? — preguntó Hee.

—Heechul. —Siwon dio un gruñido de advertencia.

—No me gruñas, bola de pelo —le gruñó él—. Sólo quiero asegurarme de que todos estamos en la
misma página. —Se dio la vuelta y miró a Kangin y le preguntó—: ¿No has podido hablar con él a
través de su cosa de vudú extraño?

—No, mi padre y yo creemos que el doctor Lee lo sedó por el dolor. Si tan sólo pudiera llegar a él…

Kangin no terminó mientras la emoción se apoderaba de él. Cerró los ojos, inclinó la cabeza y se cerró al mundo al imaginarse el rostro de su compañero en su mente.

«Leeteuk, ¿me oyes mi amor?»

Esperó, pero no hubo respuesta. Por segunda vez desde que lo conocía estaba fuera de su alcance,
más allá de su protección. El agujero que quedó en su lugar amenazó con arrastrarlo a la oscuridad.
Juró entonces que quienquiera que se lo hubiera llevado moriría por sus mandíbulas.



Jihoon se frotó los ojos mientras trataba de alejar el sueño que amenazaba con tomar el relevo. Miró el reloj y vio que habían estado conduciendo sólo durante 2 horas. Su teléfono empezó a sonar alrededor de una hora después de salir del hospital y continuó sonando de manera intermitente durante una hora.

Sabía quién era sin comprobar el identificador de llamadas. Para ahora, Kangta y Junjin, junto con los 
otros, estaban probablemente tratando de reconstruir los acontecimientos de la noche que conducen a
la desaparición del compañero de Kangin. Podrían estar un poco confundidos por la ausencia de el doctor Lee, y él se preguntó cuánto tiempo pasaría antes que Junjin decidiera interrogar a la manada del doctor.

—Tenemos que detenernos muy pronto para que pueda comprobar la intravenosa de Teukkie.
Probablemente necesita otra dosis de sedantes —le dijo Hongki.

En ese momento, Teukkie empezó a removerse, dejando escapar un doloroso gemido. Jihoon estacionó la camioneta de inmediato, no podía arriesgarse a que Teukkie llegara a Kangin. Había escuchado de Kangta que él y Kangin eran capaces de compartir sus pensamientos y aunque eso podría haber disuadido a otro lobo, Jihoon sabía que si él completaba los Ritos de Sangre con Teukkie ese vínculo con Kangin se rompería. O al menos eso es lo que él creía.

Vio cómo el doctor Lee salió del vehículo y abrió la puerta de atrás, donde estaba Teukkie acostado.
Mientras le administraba más de los sedantes, Jihoon estuvo sopesando sus opciones sobre si deberían seguir viajando en auto, o si deberían alquilar una avioneta una vez que llegaran a Dallas. Él tenía su licencia de piloto y siempre y cuando pudieran encontrar un avión para alquilar él sería capaz de llegar mucho más rápido.



Hongki comprobó el pulso y las respiraciones de Teukkie, asegurándose de que todo estaba dentro de 
los límites normales. Una vez que estuvo convencido de que Teukkie estaba acomodado y el sedante
estaba trabajando, cerró la puerta y se metió de nuevo en el asiento del pasajero.

—Entonces, ¿tienes un plan desde aquí? —le preguntó a Jihoon.

—A decir verdad, acabo de decidir que sería mejor para nosotros volar en lugar de conducir todo el
camino a Colorado.

—¿Volar? —preguntó Hongki.

—Sí, tengo mi licencia de piloto, alquilaré un avión. ¿Hay algún campo abierto cerca de tu cabaña en
donde podría aterrizar una avioneta? —le preguntó.

—De hecho si hay un campo abierto cerca de la cabaña.


—Excelente. —Jihoon una vez más sintió que las cosas estaban funcionando a su favor. No podía dejar de pensar que tal vez este era el destino por lo bien que iban las cosas para él.

Hongki se recostó en su asiento y cerró los ojos, no queriendo animar a Jihoon para hacerle participar en la conversación. Estaba aquí por Teukkie y eso era todo. Una vez Teukkie estuviera bien él iba a salir pitando de allí.



—Junjin, estoy listo para salir de este sitio —le dijo Hee mientras se sentaba en su cama—. Quiero decir, en serio, mi piel está muy rosa, no hay más ampollas. Ya he llamado a mis padres y les dije que a Teukkie y a mí nos van a dejar salir, así que ahora sólo necesito que hagas funcionar tu mojo de hombre lobo y me dejen salir.

Siwon tosió, tratando de cubrir una carcajada. Hee lo miró fijamente.

—¿De qué te ríes, exactamente?

—Simplemente no entiendo en dónde aprendiste a hablar así —le dijo Siwon con sinceridad.

—Es un don. Ahora deja de reírte de mí.


—Como tú digas, Heechul, así será —le dijo Siwon, sus ojos nunca vacilando de los de él.

El aliento de Hee se quedó atascado al notar sus ojos dorados comenzando a brillar. Se dio la vuelta
brúscamente, necesitando poner distancia entre él y el lobo que estaba constantemente erizando
sus plumas.

—Veré lo que puedo hacer por conseguir que te dejen ir, Hee, si piensas que estás listo —le dijo
Junjin.

—Estoy seguro. Tenemos planes por hacer. No podemos estar sólo sentados aquí haciendo girar
nuestros…

—¡HEE! —Donghae lo interrumpió bruscamente.

—¿Qué? Haciendo girar nuestros pulgares. Pulgares, Donghae. ¿Dónde está tu cabeza? —Le preguntó Hee con un brillo travieso en los ojos. Para deleite de Hee, la cara de Donghae se puso rojo brillante.

—Es posible que no quieras meterte conmigo, Hee. Te tengo en la mira. Así que adelante y toma el
camino equivocado, te reto, y todos tendremos la dicha de escuchar una melodiosa serenata de un
muy ebrio Kim Heechul —amenazó a Donghae.

—¿De qué estás hablando, Donghae? —preguntó Hee y hubo de hecho una expresión preocupada
grabada en su rostro.

—Donghae quizás éste no es el mejor momento —comenzó Siwon a decir, pero fue rápidamente
cortado por Hee.

—Esto no es asunto tuyo, Cujo —le espetó él. Siwon gruñó.

—En realidad, en cierto modo le concierne ya que él fue el objeto de tu afecto durante tu pequeña
actuación.

El rostro de Hee estaba empezando a adquirir un tono rojo que Donghae juró que nunca había visto
en su amigo, nunca. Decidió que Siwon quizá tenía razón y que él necesitaba guardar esta munición
para otro momento.

—Hee, vamos a llamar a una tregua, ¿de acuerdo?

—Está bien, voy a dejarlo pasar. Por ahora —cedió Hee.

Donghae dejó escapar un profundo suspiro, agradecida por esquivar la bala.



Varias horas más tarde, todos estaban entrando en la casa de Sora, cada uno pareciendo
derrotado completamente.

—No puedo creer cuánto tiempo se tarda en conseguir ser dado de alta del hospital. Estaba
empezando a pensar que en cualquier momento les iban a decir a cada uno que tenían que soltar un
riñón antes de que me dejaran salir. Lo digo en serio —se quejó Hee.

Todo el mundo se abrió paso a la sala de estar de forma automática, todos tomando asientos en
cualquier parte que aterrizaran.

Sora miró a Junjin.

—¿Y ahora qué? Siento que deberíamos estar haciendo algo.

Junjin reconoció el comentario de Sora con una inclinación de cabeza y se volvió hacia Kangta.

—Kangta, ¿a este punto es seguro decir que hay una posibilidad de que tu Beta esté involucrado?

—Por mucho que yo no quiero que ese sea el caso, el hecho de que él desapareció al mismo tiempo
que Teukkie y no responde a mis llamadas no es un buen presagio para su inocencia —admitió Kangta.

—¿Qué hay de el doctor Lee? —La voz de Kangin ya no era la suya a medida que su lobo empujaba por el dominio.

—Creo que es el momento de hacerle a la manada de Coldspring una visita y ver si saben algo. —Junjin miró a Kangin, el entendimiento llenando sus ojos—. Kangta, Siwon y Kangin irán conmigo para reunirme con ellos. Voy a llamar al Alfa y arreglarlo. Donghwa, Kyuhyun y Yunho, ustedes se quedarán aquí.

Kangin vio a su padre salir de la habitación para hacer la llamada. Por lo que parecía la enésima vez buscó a Leeteuk con sus sentidos y todavía no había nada. Sentía como si su piel estuviera muy apretada, y que en cualquier momento su lobo iba a tomar el relevo.

Sabía que podía mantener a su lobo bajo control si tan sólo pudiera hacer algo, tomar algún tipo de
acción para encontrar a su compañero. Esto de estar sentado y esperando, el lobo no lo entendía. Él
quería cazar aquel que se atrevió a tomar lo que les pertenecía a ellos. Junjin volvió a entrar en la
habitación, trayendo de vuelta a Kangin hasta el presente.

—Nos reuniremos con ellos en veinte minutos en el cuartel general de su manada —anunció Junjin.

Hyesung se reunió con Junjin en la puerta a medida que los lobos comenzaban a salir en fila.

—Por favor, ten cuidado.

—Lo haré, Amor. También voy a hacer cualquier cosa que tenga que hacer para conseguir toda la
información que nos ayudará a encontrar a Teukkie.

—Yo no esperaría nada menos, Alfa. —El se apoyó entre sus brazos y encontró consuelo en su fuerza.


Hee y Donghae se detuvieron en la puerta, mirando como los hombres se amontonaban en la
camioneta de Junjin. Hee se sobresaltó cuando Siwon apareció a su lado, no se dio cuenta que él no había salido de la casa todavía. Cuando pasó a su lado, se detuvo brevemente y se acercó a su oído:

—Tenemos mucho que discutir acerca de tu pequeña aventura, Heechul.

La mandíbula de Hee se abrió pero rápidamente se recompuso y le gritó:

—Un joven señor nunca besa y lo cuenta, Siwon.

Eso le valió una mirada fulminante de él y un pulgar en alto de Donghae.

—Bien hecho, Hee.

—Lo sé, ¿cierto? —Hee le dio un guiño a Siwon mientras él continuaba fulminándolo con la mirada al meterse en el vehículo.

—Donghae, por favor dime que no dije las cosas que estoy empezando a recordar que le dije a él cuando estaba ebrio.

—Está bien, no dijiste esas cosas —le concedió Donghae.

—Las dije y salí del baño desnudo frente a él, ¿no? —La cara de Hee estaba llena de mortificación al saber que iba a ser aún peor cuando tuviera que enfrentar a Siwon de nuevo.

—Con el trasero jodidamente al desnudo —confirmó a Donghae.

—Mierda.

—Yo diría que estás en profundo problemas —acordó Donghae.

Cuando Junjin se retiró de la calzada, Hee y Donghae se volvieron, cerrando la puerta detrás de ellos y Hee señaló con el dedo a Yunho.

—¡Yunho! ¿En dónde has estado, mi hombre?

—He estado por ahí. Se podría decir que he estado trabajando detrás de la escena.

—Oooh, operaciones encubiertas, genial. —Donghae puso los ojos en blanco. Hee no podía permanecer quieto por mucho tiempo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...