Pasión Nocturna (DH8) - 6



Siwon encontró a Gunhee en el comedor.
—Uuuh, bombón, no sé qué le hiciste a Hee, pero está furioso. Me pidió que te dijera que comas antes que envenene tu comida, o le haga algo peor.
Siwon quedó sorprendido al ver ternera al marsala y una ensalada italiana con pan con ajo esperándolo.
—¿De dónde vino eso? —le preguntó a Gunhee.
—De Tony's, calle abajo. Heechul me envió a buscarlo. El y Tony no se hablan en este momento. Dios lo bendiga, tiende a hacer que todo el mundo se enoje con él. Pero lo superará. Siempre lo hace.
Siwon se sentó y luego tomó un bocado del paraíso. Jamás había probado algo mejor. ¿Por qué Heechul se habría tomado semejante molestia por él?
Estaba a mitad de la comida cuando Heechul pasó por la puerta que conducía a su tienda.
—Espero que te ahogues —le gruñó mientras iba hacia la cocina.
Siwon tragó lo que estaba comiendo, se limpió la boca y corrió la silla para ir detrás de él.
—¿Heechul? —la hizo detener—. Lamento lo que dije. Es sólo que…
—¿Sólo que qué?
—La gente nunca es agradable porque sí. 
Y jamás eran agradables con él.
Heechul se quedó mudo. ¿Hablaba en serio?
—¿La cena estaba bien?
—Estaba deliciosa. Gracias.
—No hay problema. —Apartó su mano—. Probablemente sabes que ya está oscuro. Puedo llevarte a tu casa cuando estés listo.
—Sólo necesito detenerme para comprar un poco de aceite para lámparas.
—¿Aceite para lámparas? ¿No tienes electricidad?
—Sí, pero es imperativo que lo compre esta noche y vaya a casa.
—Está bien. El carro de batalla espera a cuatro calles, en lo de mi hermana Boa. Podemos tomar el aceite de su negocio.
—¿Tiene aceite para lámparas?
—Sí. Es una sacerdotisa vudú. Probablemente viste el altar, arriba, que hizo para mí. Es un poquito excéntrica, pero la queremos de cualquier modo.
Siwon inclinó su cabeza respetuosamente ante él, luego regresó escaleras arriba a buscar su abrigo.
Heechul estaba a punto de recoger los platos cuando Gunhee lo espantó.
—Me ocuparé de eso por ti.
—Gracias, dulzura.
Gunhee arrugó la nariz.
—Cuando quieras. Ustedes vayan y hagan algo salvaje por mí. Quiero todos los detalles.
Heechul rió mientras intentaba imaginar lo que podría implicar algo “salvaje” con Siwon. Probablemente sería nada más milagroso que lograr que vistiera zapatillas y bebiera de un vaso de papel.
Siwon se unió a él. Heechul lo acompañó rápidamente a la puerta de la tienda antes que Gunhee viese su abrigo y lo confiscara.
Él se detuvo tan repentinamente dentro de su tienda, que chocó contra él. Siwon se quedó boquiabierto mientras recorría el lugar con la mirada, con una expresión de completo horror en su rostro.
—¿Dónde estamos?
—En mi tienda —dijo Heechul—,en la calle Bourbon. Proveo de servicios a strippers y transvestidos.
—Esto es… es una…
—Tienda para adultos, sí, lo sé. La heredé de mi tía cuando ella se retiró. Ahora cierra la boca y para de tragar saliva. Hago mucho dinero y amigos en este sitio.
Siwon no podía creer lo que estaba viendo. ¿Heechul era dueño de una guarida de iniquidad? ¿Y por qué lo sorprendía?
—Y esto es exactamente lo que ha ocasionado que el mundo occidental se deteriore —dijo, mientras lo conducía a través de una caja de vidrio con cubrepezones decorativos y tangas.
—Oh, sí, claro —dijo Heechul—. Como si no fueras capaz de  dar  tu brazo derecho por tener a alguien vestido con mis cosas, desvistiéndose para ti. Buenas noches, Franny —le gritó a la mujer detrás de la caja registradora—. Asegúrate de darle a Gunhee los ingresos y depositar cuando cierres esta noche, ¿está bien?
—Claro, jefe. Que tengas una buena noche.


Heechul encabezó la salida a la calle. La ciudad ya estaba colocando las barreras en las intersecciones, que convertirían a la calle Bourbon en un centro de compras de trasnoche para los peatones. Giró a la izquierda hacia la casa de su hermana; mientras tanto, escudriñaba en busca de cualquier actividad sospechosa.
Siwon se mantenía notablemente silencioso.
Mientras se aproximaban a la siguiente bocacalle, oyó a Siwon maldecir. Dos segundos más tarde, un relámpago lo golpeó.
Heechul jadeó mientras Siwon era arrojado contra un edificio por el golpe del relámpago. Antes de poder dar un paso, comenzó a llover sobre él, literalmente, y sobre nadie más. De hecho, el único sitio donde caía agua era donde Siwon estaba tirado en el piso.
—¿Qué diablos? —preguntó.
Siwon respiró hondo mientras se ponía lentamente de pie. Su labio estaba cortado, y tenía un corte en la mejilla, donde se había golpeado contra la pared. Sin una palabra, se limpió la sangre con el dorso de su mano, y luego tocó la herida en su mejilla.
Estaba empapado mientras la lluvia continuaba cayendo sobre él con un golpeteo staccato.
—Se detendrá en un minuto.
Y así fue. Siwon secó el agua de su rostro y luego escurrió su pelo. Heechul estaba pasmado.
—¿Qué acaba de suceder?
—Mi hermano, Yesung —dijo cansadamente mientras sacudía los brazos y salía agua por todos lados. — Hace un par de años fue convertido en dios,  y desde entonces me ha convertido en su ocupación de tiempo completo. Es la razón por la que ya no conduzco. Me cansé bastante de que mi motor se saliera del auto cada vez que me detenía ante un semáforo. El único tipo de transporte seguro que me queda son mis pies, y como has visto, ni siquiera son completamente seguros.
La furia no estaba ausente en su tono.
—¿Mi auto sí es seguro?
Siwon asintió.
—Sólo viene por mí —Heechul comenzó a acercársele—. No lo hagas —le dijo, y su respiración formó de repente una pequeña nube mientras hablaba—. Aquí está helado.
Heechul estiró la mano y sintió el aire ártico que rodeaba a Siwon. Hacía más frío que en un congelador donde estaba parado.
—¿Por qué te hace esto?
—Me odia.
—¿Por qué? —Heechul sintió que una ola de vergüenza lo atravesaba—. ¿Qué le hiciste? —Él no respondió. En cambio, se sopló las manos y comenzó a caminar otra vez—. Siwon —le dijo, deteniéndolo aunque no estaba segura de que no se le hubiera congelado la mano al hacerlo—. Háblame.
—¿Y qué quieres que te diga, Heechul? —preguntó con calma—. Sentía pena por Yesung cuando éramos pequeños, y cada vez que intentaba ayudarlo, sólo terminaba lastimándolo más. Tiene derecho a odiarme, y a toda nuestra familia. Debería haberlo dejado en paz e ignorarlo. Hubiese sido mejor para todos.
—No está mal ayudar a alguien.
Él lo miró con sequedad.
—Mi padre siempre decía “Nullus factum bonus incedo sinepoena”; ninguna buena acción queda sin castigo. En el caso de Yesung, le dio mucha importancia a comprobarlo.
Heechul estaba consternado por lo que le estaba contando.
—Pensé que mi familia era extraña. Parece que ustedes eran realmente el equipo disfuncional.
—No te das idea.
Y volvió a andar por la calle.
Heechul lo siguió pero, para ser sincero, se sentía realmente mal por él. No podía imaginar que una de sus hermanos lo odiara. Era cierto que no se llevaban bien todo el tiempo. Con ocho hermanas y jóvenes hermanos y una amplia variedad de locuras en la familia, siempre había uno que no le hablaba a otro por algo que había sucedido pero, al final, la familia era la familia, y cualquiera que los amenazara recibía rápidamente una dosis de la solidaridad Park.
Incluso aunque técnicamente no se dirigiesen la palabra, siempre podían contar con la familia en caso de necesidad. Nadie en su familia guardaba rencor por más de unas pocas semanas. Y sin importar lo enojados que estuvieran, jamás, jamás lastimarían al otro.
Por dios, ¿qué tipo de familia tenía Siwon, que dos mil años más tarde su hermano aún le arrojaba relámpagos?
Para el momento en que llegaron a la tienda de su hermana, las cejas y las pestañas de Won estaban completamente congeladas. Su piel tenía un horrible tinte grisáceo.
—¿Estás bien?
—No me matará —le dijo con calma—. No te preocupes. Dentro de unos minutos se aburrirá y me dejará en paz por algún tiempo.
—¿Cuánto?
—Generalmente un par de meses, a veces más. En realidad nunca sé cuándo va a atacar. Le gusta sorprenderme.
Heechul estaba horrorizado por lo que estaba presenciando.
—¿Shin sabe que te hace esto?
—Yesung es un dios ahora. ¿Qué puede hacer Shindong para detenerlo? Al igual que tú con tu cuñado, Yesung piensa que es divertido “bromear” conmigo.
—Jamás soy deliberadamente cruel con él. Bueno, quizás esa vez en que le envié una caja de tratamiento para la calvicie para su cumpleaños, pero ese fue sólo un regalo de broma hasta que abriera el verdadero.
Tocó las manos heladas de Siwon y se dio cuenta que estaba temblando en exceso.
Le dolía el corazón por él. Se sopló las manos y las frotó antes de colocarlas sobre el rostro de Siwon, que estaba tan frío que instantáneamente tomó todo el calor de su piel.
Él le miró agradecidamente antes de apartarse. De pronto, una nube de algo sulfúrico los rodeó.
Heechul tosió ante el rancio olor, antes de taparse la nariz y girar para encontrarse con su hermana Boa murmurando algo que no podía entender.
—¿Qué estás haciendo? —le preguntó.
—Él tiene la maligna sensación de la muerte encima. En realidad no ibas a meterlo en mi tienda de ese modo, ¿verdad?
—Sí —Heechul arrebató el pequeño recipiente de madera de las manos de Boa—.¿Podrías terminar con esta desagradable porquería vudú? Apesta.
Boa se estiró hacia él.
—Dame eso.
—Suéltame o lo tiraré en la calle —Boa se apartó instantáneamente. Heechul observó el polvo rojo-dorado y frunció los labios ante el rancio olor—. Sabes, realmente podría habérmelas arreglado sin esta asquerosa porquería. Y  aquí estaba, diciéndole a Won que mi familia no era tan mala —agregó, alcanzándole el recipiente a Boa.
—Necesitas protección —dijo Boa a la defensiva—. Hay algo aquí. Puedo sentirlo.
—Esa debe ser tu cordura. Quizás podrías invitarla a pasar —Boa lo miró con irritación. Heechul sonrió—. Sólo bromeaba. Sé lo que quieres decir. También puedo sentirlo.
Boa miró a Siwon, que aún temblaba.
—¿Por qué está mojado y congelado?
—Es una larga historia —dijo Heechul. Tenía la sensación que Siwon no apreciaría que le contara a su hermana acerca de su hermano psicópata—. Esta es mi hermana Boa.
—Hola —dijo Boa antes de tomar el brazo de Siwon y llevarlo hacia la entrada de su tienda.
Él miró a Heechul con pánico.
—Está bien. Está principalmente loca, pero no tiene un solo pelo de maldad en su cuerpo.
—No quiero oír nada sobre mi locura proviniendo del lunático que caza vampiros en su tiempo libre. Deberías verlo —le dijo Boa a Siwon mientras lo arrastraba a través del angosto local, que estaba alineado en estantes con todo tipo de amuletos, muñecos vudú, velas y recuerdos para turistas—. Piensa que cualquier tipo vestido de negro es un vampiro. ¿Tienes una idea de cuántos hombres visten de negro en Nueva Orleáns? Es aterrador. En serio —Boa se dio vuelta hacia la vendedora—. Chelle, cuida la tienda un minuto —le dijo a su empleada, quien estaba etiquetando una nueva tanda de llaveros de diente de cocodrilo.
Boa los condujo por la puerta trasera hacia el cuarto de almacenamiento. Hizo sentar a Siwon en una silla alta y luego extrajo una gran caja de ponchos Mexicanos, antes de tomar varios de ellos y envolvérselos alrededor.
Fue hacia el baño y regresó con una toalla.
—Seca su cabello mientras le preparo algo caliente de beber.
—Gracias, hermanita —dijo Heechul mientras tomaba la toalla.
Siwon estaba desconcertado por la obstinada generosidad. Nadie lo había tratado jamás de ese modo… como si él importara. Como si ellos se preocuparan.
—Puedo secarme el cabello.
—Mantente bajo los ponchos y entra en calor —le dijo Heechul. Su ternura lo sorprendió, mientras le secaba cuidadosamente el cabello con la toalla y luego lo peinaba con sus dedos.
Boa volvió con una taza grande y humeante en forma de esqueleto que tenía un aroma cálido y extraño.
—No te preocupes. No es una poción. Simplemente una mezcla casera de canela y chocolate que vendo en Navidad, y que supuestamente evita la melancolía.
Se la alcanzó.
—¿Funciona? —preguntó él.
—En la mayoría de la gente. El chocolate estimula las endorfinas para animarte, y la canela hace pensar a casi todos en el hogar y el amor materno —Boa sonrió—. Te asombrarías de cuánta ciencia hay en la magia.
Siwon tomó un sorbo dubitativo. Estaba sorprendentemente bueno y, de hecho, lo entibió.
—Gracias —dijo. Boa asintió.
—¿Vinieron a buscar tu auto? —le preguntó a Heechul.
—Sí. No quisimos molestarte.
—Está bien. Estaba esperando a que apareciera Leeteuk. Lo llamé antes, y le dije que hice un talismán para él y para Sora.
Heechul se quedó helado. No sería bueno que Leeteuk encontrara a Siwon allí. Estaba seguro que su hermano no comprendería cómo podía estar ayudándolo. Y no era que Heechul estuviera avergonzado de lo que estaba haciendo, pero aún así era una complicación que quería evitar, por el bien de todos.
—Genial, pero tenemos que irnos. Tenemos algunas cosas que hacer. Dale a Teukkie un beso de mi parte.
—Lo haré.
Heechul hizo señas para que Siwon lo siguiera por la puerta trasera que conducía al patio, donde el Mitsubishi de Boa estaba aparcado junto a su Mini Cooper.
Destrabó el auto para él.
—Entra, enseguida regreso.
Siwon hizo lo que le pedía, y le sorprendió que el auto tuviese más espacio para las piernas de lo que parecía desde afuera. Aún así, se sentía un poquito apretado.
Heechul corrió hacia la tienda y salió a los pocos minutos, con un saco de plástico.
Entró al auto y se lo dio.
—Tu aceite para lámparas —dijo.
Él estaba sorprendido de que lo hubiera recordado, especialmente porque a él mismo se le había olvidado.
—Gracias.
Él no dijo nada mientras encendía el auto y salía marcha atrás por el  camino. En cuanto estuvieron en la calle, puso el cambio y salió chirriando.
Siwon se quedó sentado con calma mientras él se abría paso entre el tráfico a una velocidad que lo hubiese aterrorizado si no fuese inmortal.
El interior del auto era tan diminuto comparado a lo que él estaba acostumbrado, que era difícil no fijarse en Heechul. Conducía del modo en que vivía: rápido y al límite.
—¿Por qué eres tan intenso? —le preguntó, mientras doblaba en una esquina de un modo que él podría jurar que dejó al auto en dos ruedas.
—Mi madre dice que nací de esa manera. Cree que Leeteuk debe  haber obtenido las dos partes de dominio mientras que yo me llevé todo el coraje —Se puso serio mientras cambiaba la marcha y pasaba rápidamente a un auto que iba muy despacio—. En realidad, eso no es cierto. El hecho es que soy lo que algunos llaman imán. Mis poderes psíquicos no recaen en habilidades especiales, como los de mi hermano Leeteuk. Los míos son más tranquilos. Intuición, psicometría. Cosas que son prácticamente inútiles para los humanos, pero altamente valoradas por los Daimons —se detuvo ante un semáforo en la calle Canal y lo miró—. Tenía sólo trece años cuando el primer grupo de Daimons me atacó. Estaría muerto ahora si Kyuhyun no me hubiese salvado.
Siwon frunció el ceño ante sus palabras. Tenía razón. Los imanes emitían una poderosa tentación para los Daimons. Con su naturaleza ardiente y su gusto por la vida, debía ser lo más atractivo para ellos.
—A diferencia de la mayoría de los humanos, no me permitieron vivir ignorando tu mundo. Era aprender a defenderme o terminar muerto. No quiero ofenderte, pero los muertos no me atraen.
—No me ofendes. Habiendo estado muerto por más de dos mil años, no puedo recomendártelo.
Heechul se rió.
—No lo sé. Muerto y vistiendo Armani. Creo que la mayoría de la gente se estaría arrojando de los edificios si pudieran regresar forrados de dinero como tú.
—Como hombre mortal tenía tanto dinero como ahora, y muchos más… —su voz se fue desvaneciendo al darse cuenta de que casi había dicho “amigos.”
Eso no era realmente cierto pero, al menos en aquel entonces la gente que lo desdeñaba abiertamente, a excepción de su familia, generalmente se lo guardaba.
No era algo en lo que le agradara pensar, o hablar.
—¿Muchos más qué? —le preguntó cuando no terminó la oración.
—Nada.
Siwon lo dirigió hacia su casa. Heechul dejó escapar un silbido bajo mientras se aproximaban. Ingresó al camino que conducía a la casa, que estaba protegido por una variedad de follaje, y se detuvo ante la enorme entrada de acero forjado. Bajó su ventanilla y presionó el botón de la caja de seguridad.
—¿Sí?
Él se inclinó hacia delante y habló en voz alta.
—Soy Siwon, Gilbert. Abre el portón.
Las puertas se abrieron unos segundos más tarde.
—Muy lindo —dijo Heechul mientras conducía por el camino circular y aparcaba frente a la puerta principal, detrás de lo que parecía ser un Chevy IROC rojo deteriorado, que debía pertenecer a uno de los empleados de Siwon.
No podía imaginar a Won en él ni muerto, y como ya lo estaba…
—Asumo que ese no es tuyo, ¿o tu hermano se enfureció realmente un día y lo destruyó?
Siwon no hizo ningún comentario.
Heechul se detuvo para observar la fuente en el recodo del camino, que tenía luces azules por la noche. Era un tributo a la diosa Minerva, y había sido una de las razones por las que Siwon había escogido este sitio como hogar.
—¿Artemisa sabe acerca de esa estatua?
—Como aún respiro, lo dudo —dijo él con calma.
Él la condujo hacia los viejos escalones de piedra. En cuanto llegaron a la puerta, Gilbert la abrió.
—Buenas noches, mi señor.
Su mayordomo no dijo nada acerca del hecho que Siwon llegase a casa mojado. Había algo en el viejo y rígido hombre inglés, que le recordaba a Heechul al Alfred de Batman.
—Buenas noches, Gilbert —se quedó parado a un lado para permitir que el hombre mayor viera a Heechul—. Este es el joven Park.
—Muy bien, señor —Gilbert inclinó su cabeza ceremoniosamente hacia   Heechul—. Encantado —Luego miró nuevamente a Siwon—. ¿Desearían su señoría y el joven señor algo para beber o comer?
Siwon lo miró.
—Estoy bien.
—No, gracias, Gilbert.
El mayordomo inclinó la cabeza ante ellos, luego se dirigió hacia la parte trasera de la casa.
Siwon le condujo hacia la izquierda.
—Si puedes, por favor espera en la biblioteca, y regresaré en unos minutos.
—¿Adónde vas? —le preguntó, pensando en su repentino humor sombrío.
—Necesito cambiarme esto por algo seco.
—Está bien.
Él fue hacia las escaleras.
Heechul vagó a través de la entrada en arco que llevaba a una oscura habitación cubierta de libros desde el suelo hasta el techo. Estaba en una esquina echando una ojeada a los títulos cuando sintió que alguien entraba en la habitación, detrás de él.
Giró para encontrarse con un apuesto hombre de más o menos su edad mirándole fijamente.
—¿Leeteuk? ¿Qué diablos te trajo aquí?


3 comentarios:

  1. No puedes dejarlo ahí bandidos quiero más bdbdbd es genial amo está pareja, estaba esperando mucho para su aparición ahora siwon déjate llevar (?) Kkk

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  2. Y si! Señoras! El Sichul es candela pura!!!
    Ahhhh~ con quien se encontró la chulis????

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  3. No sé,no sé.....siwon sugue sin caerme del todo bien....claro que no lo odio un 100%,digo,no todas las cosas fueron su culpa aunque haya cooperado con ello....pero ya veremos.
    Ese Yesubg.....se las esta cobrando,y seguramente a siwon le duele,aparte del dolor fisico,le duele el hecho de que su único hermano sea así con él....espero que yesung no siga,no es bueno guardar rencor....teuk???....jum....algo hay aquí

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...