Creo que no es
prudente para nosotros tomar parte en los asuntos del reino de los humanos.
Dambi escuchaba
mientras el alto Fae del consejo se dirigía a ella. Ella estaba tratando muy
duro para no poner los ojos en blanco, y estaba empezando a darse cuenta de por
qué Hee sentía la necesidad de hacerlo con tanta frecuencia. Cuando la gente
dice cosas estúpidas, poner los ojos en blanco era, con mucho, el plan de
acción más seguro, sobre todo cuando lo que realmente querías hacer era Decirles
que sacaran la cabeza de sus traseros.
—Con el debido
respeto, Dain. —Dambi apretó los dientes mientras hablaba—. No son sólo asuntos
del reino humano. Es materia del mundo sobrenatural y nos afecta lo queramos
reconocer o no. —Ella comenzó a caminar por delante de los miembros del
consejo, tres hombres y tres mujeres Fae—. No podemos dejar que los lobos hagan
frente a esto por su cuenta, sobre todo cuando una parte de la culpa es
nuestra.
—¿NUESTRA CULPA?
Dambi se detuvo a
medio paso y poco a poco se volvió hacia el hada que había gritado.
—Sí, nuestra
culpa.
—¿Cómo puedes Decir
que tenemos algo que ver con sus tribulaciones actuales? —preguntó la mujer.
La rabia que
sentía ante su propia gente se manifestaba debido a su falta de preocupación
por otros seres sobrenaturales, y seres humanos, era suficiente para hacer que
quisiera gritar. Ellos, que eran los más poderosos poseedores de magia de todos
los seres sobrenaturales, deberían ser los que lideraran la batalla, no
sentarse a mirar mientras que los otros eran aniquilados y cazados al borde de
la extinción. Al menos, eso es lo que sucedería si Desdémona estaba planeando
lo que Dambi pensaba que estaba haciendo.
—Entendemos tu
preocupación, Dambi, pero tenemos que tener en cuenta el bienestar de nuestra
propia raza —habló Alston, el más alto miembro del consejo—. Déjanos discutir
este asunto y vamos a convocarte una vez se haya tomado una decisión.
Dambi fulminó con
puñales al consejo.
—Sí, hagan eso.
Discutan —escupió la palabra como si se tratara de un sabor desagradable en la
boca—, y luego me lo dicen. Mientras tanto, voy a tratar de asegurarme que
Desdémona no asuma el control del mundo.
—¿No estás siendo
un poco dramática?
—Bueno, supongo
que no vas a saberlo a ciencia cierta ya que todos insisten en permanecer en su
pequeña burbuja más allá del velo. —Con esas palabras, Dambi giró sobre sus
talones y salió de la gran Sala del consejo.
Dambi se
transportó al velo, siempre murmurando entre dientes acerca de los tercos,
egoístas Fae que insistían en permitir que otros perezcan.
—No en mi guardia
—dijo claramente al pasar a través del velo—. No en mi guardia. —Envió una
llamada mental para Henry y Changmin, dos Fae con los que sabía que podía
contar, y que creían, como ella, que el reino de los humanos los necesitaba.
* * *
Dos semanas
después del anuncio de la jerarquización de las manadas y designación de los
sanadores, Donghae se sentó en el jardín del patio interior de la mansión de la
manada China. Era su lugar favorito. Flores florecían por todas partes, algunas
se alzaban sobre él, mientras que otras salpicaban el suelo. Un camino de grava
serpenteaba por el jardín y en la parte posterior del jardín había un pequeño salto
de agua que se vertía sobre grandes rocas en un estanque lleno de peces. El
invierno comenzaba a menguar y la primavera estaba en camino. Se sentó en un
banco columpio con un libro que Dambi le había dado. Era uno de la historia de
sanadores gitanos, y su propósito en la manada. También tenía un montón de
información sobre cómo funcionaba su magia. Donghae pasó un dedo por las
oraciones mientras leía en voz alta en el jardín vacío.
—“Después de que
la Gran Luna creó a los Canis lupis, sabía que sus hijos no podrían ser
tratados médicamente por los seres humanos. Debido a eso, ella miró dentro de
los espíritus de las diferentes culturas humanas y se encontró que los gitanos
tenían la mayor capacidad para la magia. Se le apareció a una de las mujeres
líderes de una tribu en Corea y le dijo que ella iba a bendecir ciertos
descendientes de gitanos con la capacidad de curar a los Canis lupis. Esto no
sólo aseguraba la salud de los lobos, sino que creaba una relación especial entre
ellos y los seres humanos”.
Donghae hizo una
pausa y pensó en cómo debió sentirse la líder gitana. ¿Quedó conmocionada en
silencio? ¿Creía la experiencia o lo atribuyó a un sueño? Miró alrededor del
jardín, ponderando las emociones que deben haber fluido a través de la gitana
al darse cuenta que la herencia de su pueblo iba a cambiar para siempre. Donghae
saltó cuando un gran par de manos descendieron suavemente sobre sus hombros y
sintió los cálidos labios presionar suavemente contra su cuello.
Oyó una risita.
—Lo siento, no
era mi intención asustarte.
Donghae se volvió
para ver a Hyukjae sonriendo, el hoyuelo en la mejilla derecha grabada
profundamente en su rostro. Lo observó mientras caminaba alrededor del banco y
se sentaba a su lado.
—Está bien. Yo
estaba en mi propio pequeño mundo.
—¿Qué estás
leyendo? —preguntó, haciendo un gesto hacia el libro en su regazo.
—Oh, este es un
libro que Dambi me dio —Donghae se sonrojó al darse cuenta que podría haber
estado escuchándole leer.
—Bueno, no te detengas
por mí. —Hyukjae sonrió mientras se inclinaba hacia atrás, estirando las
piernas hacia fuera delante de él y cruzándolas. Cruzó las manos sobre su
regazo y lo miró fijamente.
—¿Sólo te vas a
sentar allí y verme leer?
—Donghae mío,
podría sentarme y observarte mirar fijamente en la nada, siempre y cuando
consiga admirar tu dulce silueta.
Donghae se
sonrojó de nuevo, sintiendo el calor correr por su cuello hasta el nacimiento
del cabello. Se encogió de hombros, reconociendo una causa perdida cuando la
veía. Hyukjae iba a sentarse allí ya sea que estaba avergonzado o no. Entonces
se volvió hacia el libro y lo tomó por donde lo había dejado.
—“La líder gitana
estaba escéptica al principio, pero luego la primera de las sanadoras fue
elegida. La joven gitana conoció a su compañero en el mercado un día. No había
nada que los mantendría lejos de estar juntos; el tirón era demasiado fuerte.
Así que la líder se dirigió a la chica y le explicó su sueño. Le pidió a su
compañero que le mostrara su forma de lobo para confirmar lo que decía la
chica. En un primer momento la chica se asustó un poco, pero el amor que sentía
por el macho Canis lupis ayudó a superar su miedo. La líder gitana continuó
observando a descendientes de su tribu convertirse en sanadores hasta que fue
llamada a la próxima vida”.
Donghae sintió
los dedos de Hyukjae comenzando a arrastrarse suavemente sobre su espalda.
Inconscientemente se echó hacia atrás en su toque, tan natural como respirar.
Entendió el tirón que el libro describía. Temía la intensidad de su vínculo,
pero sabía en su corazón que nunca podría alejarse de él. Aunque las marcas
habían aparecido en su piel, indicando que efectivamente él era su compañero,
el vínculo mental aún tenía que aparecer. Donghae estaba empezando a pensar que
tal vez era por la duda y el miedo que tenía en su corazón.
—Espero que algún
día pueda estar delante de la Gran Luna y darle las gracias por el regalo que
ha dado a nuestra especie a través de nuestros verdaderos compañeros. —Las
palabras de Hyukjae fueron suaves, pero Donghae las sintió en su propia alma—.
Incluso con el poco tiempo que te he tenido en mi vida, no me la imagino sin
ti.
Donghae se volvió
hacia él y sintió sus ojos mirándole, en busca de los sentimientos que él era
incapaz de expresar.
—Está bien, Donghae
mío, puedo sentir lo que sientes por mí. Y espero el día en que escuche las
palabras cruzar tus labios.
Con eso, se
inclinó hacia su lado y se sentó cerca mientras él envolvía sus brazos a su alrededor.
Oh, cómo se sentía tan bien estar allí con él, el calor de su cuerpo
filtrándose en el suyo. Cerró el libro y decidió que podía leer más tarde. Por
ahora iba a disfrutar de estar cerca de Hyukjae.
—¿Vas a Decirme
acerca de tu vida? —preguntó vacilante—. Quiero Decir, tienes sesenta años,
¿verdad? Seguramente has hecho algunas cosas bastante interesantes en el
transcurso de ese tiempo. Uh, pero yo no quiero saber nada de tus aventuras con
otros jóvenes.
Hyukjae se rió de
él.
—Esa es una conversación
para más adelante. —Lo apretó brevemente—. Bueno, así que deseas saber sobre
mí. Vamos a ver, yo nací aquí en Corea en 1951.
Donghae
interrumpió:
—Eso es tan
jodidamente raro.
—Puedo ver cómo
eso sería raro para ti —concordó él.
Donghae se
incorporó, saliendo rápidamente de su abrazo, y se volvió para mirarlo de
frente.
—Hyukjae, ¿dónde
están tus padres?
Hyukjae se llevó
la mano a su mejilla y rozó los dedos suavemente por ella, luego dejó caer su
mano mientras le contestaba.
—Mi madre murió
en el parto de mi hermana menor. Ella nació muerta. Verás, no había sanador en
nuestra manada. Y mi padre murió con mi madre ya que estaban vinculados.
Donghae agarró su
mano y la acercó a su pecho.
—Hyukjae, lo
siento mucho.
—Fue un milagro
que ella concibiera después de mí. La mayoría de los Canis lupis sólo tienen un
hijo y es muy raro que el niño sobreviva si no hay un sanador en la manada. Mis
padres estuvieron tan llenos de alegría al enterarse de que estaba embarazada.
—Donghae observó que los ojos de Hyukjae adquirían una mirada lejana al
recordar una época ya pasada—. Creo que a medida que el embarazo progresó mi
madre supo que no iba a terminar bien —continuó—. Estaba empezando a poner las
cosas en orden para que yo estuviera por mi cuenta. Fue una época triste, pero
estoy contento de que mi padre la siguiera. Un Canis lupis macho es peligroso
si su pareja muere sin él, lo que, por supuesto, sólo puede suceder si están
sin vincular. No puedo ni siquiera comenzar a imaginar el dolor que sentiría si
te vas a la otra vida sin mí. Yo te seguiría.
Donghae se quedó
sin aliento.
—¿Tomarías tu
propia vida? Hyukjae, no puedes. Si eso sucede, por favor prométeme que no lo
harías.
—Lo siento, amor,
esa es una promesa que nunca puedo hacerte. Donde tú vayas, yo voy. Tan simple
como eso.
Antes de que Donghae
pudiera responder, una voz llegó hasta ellos desde la parte frontal de la
mansión.
—Odio romper esta
declaración de total dedicación, amor y de morir por el otro, bla, bla, bla…
—La fuerte voz de Hee penetró en el tranquilo jardín—, pero hemos sido llamados
a una reunión de emergencia, así que guarden la sesión de besos que sigue
inevitablemente a tales declaraciones y vayan a la Sala de reuniones.
Hyukjae se
levantó, tirando a Donghae con él. Su rostro se había transformado en el
intenso que Donghae estaba empezando a reconocer como su cara de “es hora de
patear algunos importantes traseros”. Lo siguió mientras lo conducía fuera del
jardín y a la Sala de reuniones.
Cuando entraron
en la habitación vieron que se había establecido una llamada conferencia. Una
gran pantalla estaba puesta sobre un estante en el frente de la Sala. Desde
esta les devolvían la mirada los rostros de Junjin, Hyesung, Yunho, Kangin y Teukkie.
Siwon se situó en la cabecera de la mesa y Hee se puso de pie junto a él,
apoyado en la silla frente a él. La mesa y las sillas a su derecha estaban
vacías. Hyukjae se dirigió hacia allí y sacó una silla para Donghae. Al frente
de Donghae se sentaba Sihyuk, el tercero de Siwon, y junto a él Seojoon, su
cuarto. Más allá en la mesa había más dominantes que Donghae estaba empezando a
conocer, y alrededor de la habitación en sillas contra las paredes se sentaban
otros miembros de la manada China. Dambi se puso de pie a la izquierda de Siwon.
El ambiente se
calmó cuando Siwon se aclaró la garganta.
—Dambi de las Fae
nos ha traído noticias preocupantes. Escuchen lo que tiene que Decir y cuando
haya terminado vamos a decidir qué curso de acción tenemos que tomar. —Hizo un
movimiento a Dambi para que tomara la palabra.
—He estado
siguiendo las acciones de Desdémona. Sin el conocimiento de ella, por supuesto
—agregó Dambi—. Si lo que creo que está haciendo es cierto, entonces estamos en
una batalla como este mundo nunca ha visto. De lo que mis recursos han
descubierto, parece que ella está buscando a un hechicero, el único hechicero
conocido por ser capaz de abrir el velo que separa este mundo de El Limbo.
—¿El quién de
qué? —preguntó Hee.
Dambi ladeó la
cabeza y levantó una ceja.
Hee levantó las
manos en señal de rendición.
—Callándome
ahora. Por favor procede.
—Gracias, Hee. —Dambi
se volvió para dirigirse a Junjin y Hyesung—. Junjin, has oído hablar de El
Limbo, ¿correcto?
Junjin asintió.
—Es un lugar en
el que ruego que ninguno de nosotros alguna vez tengamos que visitar.
Dambi miró a los
lobos alrededor de la mesa y lentamente comenzó a caminar a su alrededor
mientras hablaba.
—El Limbo es un
santuario, pero no es un santuario en el sentido en el que están pensando. Este
santuario es para el mal, para los que han permitido que la oscuridad los
consuma. Los que se tropiezan con él sin saberlo, o son puestos allí y son
puros de corazón, para ellos es otra cosa que un santuario. Es un lugar que se
basa en sus miedos más grandes y los magnifica, los retuerce, y sumerge a los
seres en ellos. La mayoría no salen con la mente intacta.
—Maldito infierno
—susurró Hee en voz baja.
—Ese es un buen
término para ello, en realidad, Hee—le dijo Dambi—. Es el infierno que despoja
a los que no merecen ese tratamiento hasta que sus cuerpos están sangrientos y
desgastados. Mi esperanza es que podamos detener a Desdémona antes que tengamos
que hacer una visita a ese lugar horrible. Nos conviene encontrar al hechicero
antes que ella.
—¿Quién es
exactamente este hechicero? ¿Qué lo hace tan especial que él es el único que sabe
cómo hacer esto? —interrumpió Kangin.
—Él es el rey de
los hechiceros —dijo Dambi lacónicamente.
—Oh, cielos
—murmuró Donghae.
—En serio, esto
se pone cada vez mejor y mejor —agregó Hee, sacudiendo la cabeza—. Déjame
adivinar, lo próximo que vas a decirnos es que el señor de los vampiros se ha
hecho cargo de cualquiera y todas las formas de transfusiones de sangre y está
exigiendo a la población en general estar delante de tiendas como máquinas
expendedoras, permitiéndole a los chupadores de sangre con monedas en sus
bolsillos satisfacer los pequeños tentempiés de la tarde. Ah, y King Kong ha salido
de su escondite porque la rubia que robó tiene 85 años y quiere una nueva y más
joven esclava sexual. Además, la Federación para la Dominación Mundial de los Trolls
de América, FPLDMDLTDA para abreviar, para tu información, se han inspirado en
la inteligencia de los trolls de Harry Potter y ahora quieren poner en práctica
un plan para infiltrarse en los bancos porque seguro que pueden contarse
también como pequeñas creaciones de J.K Rowling.
—¿Por qué alguien
no ha instalado un interruptor de apagado en ese? —Dambi señaló a Hee.
Siwon deslizó su
mano por debajo del cabello rubio de Hee y lo envolvió alrededor de sus dedos,
dándole un ligero apretón.
«¿Estás bien?»
«Ya sabes cómo me
pongo en situaciones tensas. El filtro de sarcasmo parece funcionar mal y sólo
escupo todo. Debería cargar un cuenco para vómitos en momentos como este».
Su respuesta le
hizo reír en voz alta, lo cual le valió una mirada de Dambi. Siwon se aclaró la
garganta y recompuso su expresión.
Hee asintió hacia
Dambi.
—Bueno, creo que
es todo por ahora. Espera… —Hee levantó un dedo—. No, no, no importa. Estoy
bien.
Teukkie y Donghae
estaban tratando de cubrir sus risas, al igual que Zhoumi y Hongki. Yunho
incluso tuvo que tragar una risita.
—He estado
visitando seres sobrenaturales —continuó Dambi—, tratando de ver si nos pueden
dar alguna información. Por desgracia, muchos de ellos son muy reticentes a
ayudarnos a causa del temor de que Desdémona los descubra y libere su ira sobre
ellos.
—¿Con quién has
hablado hasta ahora? —preguntó Siwon.
—He sido capaz de
hablar con los líderes hechiceros en varios países diferentes. He hablado con
miembros de los magos, y el troll que aguarda el puente sobre el velo al Limbo.
—Bueno, ¿cuándo
exactamente ibas a compartir con nosotros en parte humanas que existían esas
criaturas en este mundo? —preguntó Hee, cruzando los brazos sobre el pecho y
mirando a su compañero.
—Sí, lo que él
dijo. —Teukkie miró a Kangin. Cuando Donghae no lo hizo también, Teukkie le
lanzó una mirada afilada.
—Oh, um, sí.
—Miró a Hyukjae—. Lo que ellos dijeron.
—Ayer, pero
estuve ocupado —bromeó Siwon. Hee le gruñó, pero sonrió cuando él le guiñó un
ojo.
Kangin, desde la pantalla
y Hyukjae, en la Sala, respondieron al unísono.
—Lo que él dijo.
Todos los chicos
pusieron los ojos en blanco.
—¿Qué recomiendas
que hagamos? —La voz de Junjin vino desde la pantalla, interrumpiendo su pelea
verbal.
—Me gustaría
reunirme con tu manada, y la de Siwon. Mañana por la noche.
Junjin asintió.
—Estaremos allí.
—Tendré
habitaciones preparadas, Junjin, para que tú y los tuyos se queden —le dijo Siwon.
Hee sonrió y miró
a Donghae y se inclinó para susurrarle al oído.
—Diablos, sí.
Tenemos la oportunidad de planificar una misión, la antigua tripulación junta
de nuevo.
Donghae rió y
rápidamente se tapó la boca. Puso los ojos en blanco, divertido por la
necesidad de su amigo de usar la jerga militar.
La reunión
terminó y Siwon les dio permiso para dejar la habitación. Ahora solos, se
volvió para mirar a su compañero, que estaba sonriéndole.
—Me asustas a
veces, Heechul.
El frunció el
ceño.
—¿Por qué es eso?
—Tu propensión
para meterte en problemas es preocupante, y el hecho de que disfrutes la idea
es muy frustrante.
Hee le palmeó la
espalda, tratando de aplacarlo.
—Oh, vamos,
muchachote. Seguramente a estas alturas ya sabes que puedo patear algunos
traseros.
—Lo que sé es que
necesitas tener el trasero puesto en su lugar más a menudo que no. —Él la tomó
en sus brazos y lo besó profundamente en los labios.
Hee se retiró y
levantó una ceja.
—¿En serio? ¿Y tú
justo eres el lobo para ponerme en mi lugar?
—Debido a que tu
lugar es a mi lado, entonces sí, yo soy el perfecto para ponerte allí. —Él
sonrió lobunamente—. Eres bienvenido para tratar de luchar contra mí en esto.
—Oh, diablos no.
Sé lo que eso significa para ti, pervertido.
Siwon dejó
escapar una risa resonante.
—Oh, mi dulce Heechul,
la vida sería muy aburrida sin ti.
—¿Qué tal si te
acuerdas de eso la próxima vez que quieras ponerme en mi lugar? —replicó.
Siwon bajó la
cabeza y esta vez lo besó lenta y delicadamente. Hee dejó escapar un suave
gemido. Cuando él se apartó y lo miró a los ojos, sus ojos brillaban. El sonrió
y apoyó la cabeza en su pecho.
Se deleitaba en
la alegría que le traía, incluso cuando lo volvía loco. Él haría cualquier cosa
para mantenerlo a salvo, cualquier cosa para mantenerlo en su lugar a su lado.
Con esto en mente, un pensamiento persistente irrumpió de pronto, algo que le
había estado molestando cada vez más últimamente. Las Parcas todavía no habían
reclamado a Heechul, pero él sabía que algo iba a venir. Podía sentirlo. La
frustración de saber que no había nada que pudiera hacer para detenerlo era
suficiente para tener a su lobo paseándose constantemente, con ganas de romper
algo, pero sin saber qué era o dónde estaba ese algo.
La dejaron viva y se reusan a ayudar...ni si quiera le esta pidiendo que se encarguen de la bruja...solo esta pidiendo ayuda...que culpables tan egoistas.
ResponderEliminarDonghae deberia deguir leyendo,más ahora que nuevas cosas se saben u avecinan.
Pero la bruja ya está en el limbo...no.
Ya solo le falta encontrar al hechicero y enpezar a hacer de las suyas.
Uy no...el problema de la bruja,buscar al hechicero,entrenar a Hae,que las parcas vengan por Hee,que Hae aún no quiere vincularse con Hyuk...¿Qué más le falta? Sí que se les ha juntado todo...eso si n9 hay algo más.