Sapphire Wolf (T5)-5



Creo que no es prudente para nosotros tomar parte en los asuntos del reino de los humanos.
Dambi escuchaba mientras el alto Fae del consejo se dirigía a ella. Ella estaba tratando muy duro para no poner los ojos en blanco, y estaba empezando a darse cuenta de por qué Hee sentía la necesidad de hacerlo con tanta frecuencia. Cuando la gente dice cosas estúpidas, poner los ojos en blanco era, con mucho, el plan de acción más seguro, sobre todo cuando lo que realmente querías hacer era Decirles que sacaran la cabeza de sus traseros.
—Con el debido respeto, Dain. —Dambi apretó los dientes mientras hablaba—. No son sólo asuntos del reino humano. Es materia del mundo sobrenatural y nos afecta lo queramos reconocer o no. —Ella comenzó a caminar por delante de los miembros del consejo, tres hombres y tres mujeres Fae—. No podemos dejar que los lobos hagan frente a esto por su cuenta, sobre todo cuando una parte de la culpa es nuestra.
—¿NUESTRA CULPA?
Dambi se detuvo a medio paso y poco a poco se volvió hacia el hada que había gritado.
—Sí, nuestra culpa.
—¿Cómo puedes Decir que tenemos algo que ver con sus tribulaciones actuales? —preguntó la mujer.
—Oh, no lo sé, ¡tal vez porque limpiamos cada bruja apestosa, salvo una, de la faz de la tierra! Ahora, esa “salvo una” tiene poder, poder como ninguna de ellas de forma individual o en conjunto ha tenido. Ella no tiene a otra para competir con su poder, no tiene a nadie que la haga responsable. ¡Hicimos eso! Y ahora, ¿crees que deberíamos dejar el problema que hemos creado a los lobos? —Dambi respiraba con dificultad mientras empuñaba sus manos a los costados.
La rabia que sentía ante su propia gente se manifestaba debido a su falta de preocupación por otros seres sobrenaturales, y seres humanos, era suficiente para hacer que quisiera gritar. Ellos, que eran los más poderosos poseedores de magia de todos los seres sobrenaturales, deberían ser los que lideraran la batalla, no sentarse a mirar mientras que los otros eran aniquilados y cazados al borde de la extinción. Al menos, eso es lo que sucedería si Desdémona estaba planeando lo que Dambi pensaba que estaba haciendo.
—Entendemos tu preocupación, Dambi, pero tenemos que tener en cuenta el bienestar de nuestra propia raza —habló Alston, el más alto miembro del consejo—. Déjanos discutir este asunto y vamos a convocarte una vez se haya tomado una decisión.
Dambi fulminó con puñales al consejo.
—Sí, hagan eso. Discutan —escupió la palabra como si se tratara de un sabor desagradable en la boca—, y luego me lo dicen. Mientras tanto, voy a tratar de asegurarme que Desdémona no asuma el control del mundo.
—¿No estás siendo un poco dramática?
—Bueno, supongo que no vas a saberlo a ciencia cierta ya que todos insisten en permanecer en su pequeña burbuja más allá del velo. —Con esas palabras, Dambi giró sobre sus talones y salió de la gran Sala del consejo.
Dambi se transportó al velo, siempre murmurando entre dientes acerca de los tercos, egoístas Fae que insistían en permitir que otros perezcan.
—No en mi guardia —dijo claramente al pasar a través del velo—. No en mi guardia. —Envió una llamada mental para Henry y Changmin, dos Fae con los que sabía que podía contar, y que creían, como ella, que el reino de los humanos los necesitaba.
* * *
Dos semanas después del anuncio de la jerarquización de las manadas y designación de los sanadores, Donghae se sentó en el jardín del patio interior de la mansión de la manada China. Era su lugar favorito. Flores florecían por todas partes, algunas se alzaban sobre él, mientras que otras salpicaban el suelo. Un camino de grava serpenteaba por el jardín y en la parte posterior del jardín había un pequeño salto de agua que se vertía sobre grandes rocas en un estanque lleno de peces. El invierno comenzaba a menguar y la primavera estaba en camino. Se sentó en un banco columpio con un libro que Dambi le había dado. Era uno de la historia de sanadores gitanos, y su propósito en la manada. También tenía un montón de información sobre cómo funcionaba su magia. Donghae pasó un dedo por las oraciones mientras leía en voz alta en el jardín vacío.
—“Después de que la Gran Luna creó a los Canis lupis, sabía que sus hijos no podrían ser tratados médicamente por los seres humanos. Debido a eso, ella miró dentro de los espíritus de las diferentes culturas humanas y se encontró que los gitanos tenían la mayor capacidad para la magia. Se le apareció a una de las mujeres líderes de una tribu en Corea y le dijo que ella iba a bendecir ciertos descendientes de gitanos con la capacidad de curar a los Canis lupis. Esto no sólo aseguraba la salud de los lobos, sino que creaba una relación especial entre ellos y los seres humanos”.
Donghae hizo una pausa y pensó en cómo debió sentirse la líder gitana. ¿Quedó conmocionada en silencio? ¿Creía la experiencia o lo atribuyó a un sueño? Miró alrededor del jardín, ponderando las emociones que deben haber fluido a través de la gitana al darse cuenta que la herencia de su pueblo iba a cambiar para siempre. Donghae saltó cuando un gran par de manos descendieron suavemente sobre sus hombros y sintió los cálidos labios presionar suavemente contra su cuello.
Oyó una risita.
—Lo siento, no era mi intención asustarte.
Donghae se volvió para ver a Hyukjae sonriendo, el hoyuelo en la mejilla derecha grabada profundamente en su rostro. Lo observó mientras caminaba alrededor del banco y se sentaba a su lado.
—Está bien. Yo estaba en mi propio pequeño mundo.
—¿Qué estás leyendo? —preguntó, haciendo un gesto hacia el libro en su regazo.
—Oh, este es un libro que Dambi me dio —Donghae se sonrojó al darse cuenta que podría haber estado escuchándole leer.
—Bueno, no te detengas por mí. —Hyukjae sonrió mientras se inclinaba hacia atrás, estirando las piernas hacia fuera delante de él y cruzándolas. Cruzó las manos sobre su regazo y lo miró fijamente.
—¿Sólo te vas a sentar allí y verme leer?
—Donghae mío, podría sentarme y observarte mirar fijamente en la nada, siempre y cuando consiga admirar tu dulce silueta.
Donghae se sonrojó de nuevo, sintiendo el calor correr por su cuello hasta el nacimiento del cabello. Se encogió de hombros, reconociendo una causa perdida cuando la veía. Hyukjae iba a sentarse allí ya sea que estaba avergonzado o no. Entonces se volvió hacia el libro y lo tomó por donde lo había dejado.
—“La líder gitana estaba escéptica al principio, pero luego la primera de las sanadoras fue elegida. La joven gitana conoció a su compañero en el mercado un día. No había nada que los mantendría lejos de estar juntos; el tirón era demasiado fuerte. Así que la líder se dirigió a la chica y le explicó su sueño. Le pidió a su compañero que le mostrara su forma de lobo para confirmar lo que decía la chica. En un primer momento la chica se asustó un poco, pero el amor que sentía por el macho Canis lupis ayudó a superar su miedo. La líder gitana continuó observando a descendientes de su tribu convertirse en sanadores hasta que fue llamada a la próxima vida”.
Donghae sintió los dedos de Hyukjae comenzando a arrastrarse suavemente sobre su espalda. Inconscientemente se echó hacia atrás en su toque, tan natural como respirar. Entendió el tirón que el libro describía. Temía la intensidad de su vínculo, pero sabía en su corazón que nunca podría alejarse de él. Aunque las marcas habían aparecido en su piel, indicando que efectivamente él era su compañero, el vínculo mental aún tenía que aparecer. Donghae estaba empezando a pensar que tal vez era por la duda y el miedo que tenía en su corazón.
—Espero que algún día pueda estar delante de la Gran Luna y darle las gracias por el regalo que ha dado a nuestra especie a través de nuestros verdaderos compañeros. —Las palabras de Hyukjae fueron suaves, pero Donghae las sintió en su propia alma—. Incluso con el poco tiempo que te he tenido en mi vida, no me la imagino sin ti.
Donghae se volvió hacia él y sintió sus ojos mirándole, en busca de los sentimientos que él era incapaz de expresar.
—Está bien, Donghae mío, puedo sentir lo que sientes por mí. Y espero el día en que escuche las palabras cruzar tus labios.
Con eso, se inclinó hacia su lado y se sentó cerca mientras él envolvía sus brazos a su alrededor. Oh, cómo se sentía tan bien estar allí con él, el calor de su cuerpo filtrándose en el suyo. Cerró el libro y decidió que podía leer más tarde. Por ahora iba a disfrutar de estar cerca de Hyukjae.
—¿Vas a Decirme acerca de tu vida? —preguntó vacilante—. Quiero Decir, tienes sesenta años, ¿verdad? Seguramente has hecho algunas cosas bastante interesantes en el transcurso de ese tiempo. Uh, pero yo no quiero saber nada de tus aventuras con otros jóvenes.
Hyukjae se rió de él.
—Esa es una conversación para más adelante. —Lo apretó brevemente—. Bueno, así que deseas saber sobre mí. Vamos a ver, yo nací aquí en Corea en 1951.
Donghae interrumpió:
—Eso es tan jodidamente raro.
—Puedo ver cómo eso sería raro para ti —concordó él.
Donghae se incorporó, saliendo rápidamente de su abrazo, y se volvió para mirarlo de frente.
—Hyukjae, ¿dónde están tus padres?
Hyukjae se llevó la mano a su mejilla y rozó los dedos suavemente por ella, luego dejó caer su mano mientras le contestaba.
—Mi madre murió en el parto de mi hermana menor. Ella nació muerta. Verás, no había sanador en nuestra manada. Y mi padre murió con mi madre ya que estaban vinculados.
Donghae agarró su mano y la acercó a su pecho.
—Hyukjae, lo siento mucho.
—Fue un milagro que ella concibiera después de mí. La mayoría de los Canis lupis sólo tienen un hijo y es muy raro que el niño sobreviva si no hay un sanador en la manada. Mis padres estuvieron tan llenos de alegría al enterarse de que estaba embarazada. —Donghae observó que los ojos de Hyukjae adquirían una mirada lejana al recordar una época ya pasada—. Creo que a medida que el embarazo progresó mi madre supo que no iba a terminar bien —continuó—. Estaba empezando a poner las cosas en orden para que yo estuviera por mi cuenta. Fue una época triste, pero estoy contento de que mi padre la siguiera. Un Canis lupis macho es peligroso si su pareja muere sin él, lo que, por supuesto, sólo puede suceder si están sin vincular. No puedo ni siquiera comenzar a imaginar el dolor que sentiría si te vas a la otra vida sin mí. Yo te seguiría.
Donghae se quedó sin aliento.
—¿Tomarías tu propia vida? Hyukjae, no puedes. Si eso sucede, por favor prométeme que no lo harías.
—Lo siento, amor, esa es una promesa que nunca puedo hacerte. Donde tú vayas, yo voy. Tan simple como eso.
Antes de que Donghae pudiera responder, una voz llegó hasta ellos desde la parte frontal de la mansión.
—Odio romper esta declaración de total dedicación, amor y de morir por el otro, bla, bla, bla… —La fuerte voz de Hee penetró en el tranquilo jardín—, pero hemos sido llamados a una reunión de emergencia, así que guarden la sesión de besos que sigue inevitablemente a tales declaraciones y vayan a la Sala de reuniones.
Hyukjae se levantó, tirando a Donghae con él. Su rostro se había transformado en el intenso que Donghae estaba empezando a reconocer como su cara de “es hora de patear algunos importantes traseros”. Lo siguió mientras lo conducía fuera del jardín y a la Sala de reuniones.
Cuando entraron en la habitación vieron que se había establecido una llamada conferencia. Una gran pantalla estaba puesta sobre un estante en el frente de la Sala. Desde esta les devolvían la mirada los rostros de Junjin, Hyesung, Yunho, Kangin y Teukkie. Siwon se situó en la cabecera de la mesa y Hee se puso de pie junto a él, apoyado en la silla frente a él. La mesa y las sillas a su derecha estaban vacías. Hyukjae se dirigió hacia allí y sacó una silla para Donghae. Al frente de Donghae se sentaba Sihyuk, el tercero de Siwon, y junto a él Seojoon, su cuarto. Más allá en la mesa había más dominantes que Donghae estaba empezando a conocer, y alrededor de la habitación en sillas contra las paredes se sentaban otros miembros de la manada China. Dambi se puso de pie a la izquierda de Siwon.
El ambiente se calmó cuando Siwon se aclaró la garganta.
—Dambi de las Fae nos ha traído noticias preocupantes. Escuchen lo que tiene que Decir y cuando haya terminado vamos a decidir qué curso de acción tenemos que tomar. —Hizo un movimiento a Dambi para que tomara la palabra.
—He estado siguiendo las acciones de Desdémona. Sin el conocimiento de ella, por supuesto —agregó Dambi—. Si lo que creo que está haciendo es cierto, entonces estamos en una batalla como este mundo nunca ha visto. De lo que mis recursos han descubierto, parece que ella está buscando a un hechicero, el único hechicero conocido por ser capaz de abrir el velo que separa este mundo de El Limbo.
—¿El quién de qué? —preguntó Hee.
Dambi ladeó la cabeza y levantó una ceja.
Hee levantó las manos en señal de rendición.
—Callándome ahora. Por favor procede.
—Gracias, Hee. —Dambi se volvió para dirigirse a Junjin y Hyesung—. Junjin, has oído hablar de El Limbo, ¿correcto?
Junjin asintió.
—Es un lugar en el que ruego que ninguno de nosotros alguna vez tengamos que visitar.
Dambi miró a los lobos alrededor de la mesa y lentamente comenzó a caminar a su alrededor mientras hablaba.
—El Limbo es un santuario, pero no es un santuario en el sentido en el que están pensando. Este santuario es para el mal, para los que han permitido que la oscuridad los consuma. Los que se tropiezan con él sin saberlo, o son puestos allí y son puros de corazón, para ellos es otra cosa que un santuario. Es un lugar que se basa en sus miedos más grandes y los magnifica, los retuerce, y sumerge a los seres en ellos. La mayoría no salen con la mente intacta.
—Maldito infierno —susurró Hee en voz baja.
—Ese es un buen término para ello, en realidad, Hee—le dijo Dambi—. Es el infierno que despoja a los que no merecen ese tratamiento hasta que sus cuerpos están sangrientos y desgastados. Mi esperanza es que podamos detener a Desdémona antes que tengamos que hacer una visita a ese lugar horrible. Nos conviene encontrar al hechicero antes que ella.
—¿Quién es exactamente este hechicero? ¿Qué lo hace tan especial que él es el único que sabe cómo hacer esto? —interrumpió Kangin.
—Él es el rey de los hechiceros —dijo Dambi lacónicamente.
—Oh, cielos —murmuró Donghae.
—En serio, esto se pone cada vez mejor y mejor —agregó Hee, sacudiendo la cabeza—. Déjame adivinar, lo próximo que vas a decirnos es que el señor de los vampiros se ha hecho cargo de cualquiera y todas las formas de transfusiones de sangre y está exigiendo a la población en general estar delante de tiendas como máquinas expendedoras, permitiéndole a los chupadores de sangre con monedas en sus bolsillos satisfacer los pequeños tentempiés de la tarde. Ah, y King Kong ha salido de su escondite porque la rubia que robó tiene 85 años y quiere una nueva y más joven esclava sexual. Además, la Federación para la Dominación Mundial de los Trolls de América, FPLDMDLTDA para abreviar, para tu información, se han inspirado en la inteligencia de los trolls de Harry Potter y ahora quieren poner en práctica un plan para infiltrarse en los bancos porque seguro que pueden contarse también como pequeñas creaciones de J.K Rowling.
—¿Por qué alguien no ha instalado un interruptor de apagado en ese? —Dambi señaló a Hee.
Siwon deslizó su mano por debajo del cabello rubio de Hee y lo envolvió alrededor de sus dedos, dándole un ligero apretón.
«¿Estás bien?»
«Ya sabes cómo me pongo en situaciones tensas. El filtro de sarcasmo parece funcionar mal y sólo escupo todo. Debería cargar un cuenco para vómitos en momentos como este».
Su respuesta le hizo reír en voz alta, lo cual le valió una mirada de Dambi. Siwon se aclaró la garganta y recompuso su expresión.
Hee asintió hacia Dambi.
—Bueno, creo que es todo por ahora. Espera… —Hee levantó un dedo—. No, no, no importa. Estoy bien.
Teukkie y Donghae estaban tratando de cubrir sus risas, al igual que Zhoumi y Hongki. Yunho incluso tuvo que tragar una risita.
—He estado visitando seres sobrenaturales —continuó Dambi—, tratando de ver si nos pueden dar alguna información. Por desgracia, muchos de ellos son muy reticentes a ayudarnos a causa del temor de que Desdémona los descubra y libere su ira sobre ellos.
—¿Con quién has hablado hasta ahora? —preguntó Siwon.
—He sido capaz de hablar con los líderes hechiceros en varios países diferentes. He hablado con miembros de los magos, y el troll que aguarda el puente sobre el velo al Limbo.
—Bueno, ¿cuándo exactamente ibas a compartir con nosotros en parte humanas que existían esas criaturas en este mundo? —preguntó Hee, cruzando los brazos sobre el pecho y mirando a su compañero.
—Sí, lo que él dijo. —Teukkie miró a Kangin. Cuando Donghae no lo hizo también, Teukkie le lanzó una mirada afilada.
—Oh, um, sí. —Miró a Hyukjae—. Lo que ellos dijeron.
—Ayer, pero estuve ocupado —bromeó Siwon. Hee le gruñó, pero sonrió cuando él le guiñó un ojo.
Kangin, desde la pantalla y Hyukjae, en la Sala, respondieron al unísono.
—Lo que él dijo.
Todos los chicos pusieron los ojos en blanco.
—¿Qué recomiendas que hagamos? —La voz de Junjin vino desde la pantalla, interrumpiendo su pelea verbal.
—Me gustaría reunirme con tu manada, y la de Siwon. Mañana por la noche.
Junjin asintió.
—Estaremos allí.
—Tendré habitaciones preparadas, Junjin, para que tú y los tuyos se queden —le dijo Siwon.
Hee sonrió y miró a Donghae y se inclinó para susurrarle al oído.
—Diablos, sí. Tenemos la oportunidad de planificar una misión, la antigua tripulación junta de nuevo.
Donghae rió y rápidamente se tapó la boca. Puso los ojos en blanco, divertido por la necesidad de su amigo de usar la jerga militar.
La reunión terminó y Siwon les dio permiso para dejar la habitación. Ahora solos, se volvió para mirar a su compañero, que estaba sonriéndole.
—Me asustas a veces, Heechul.
El frunció el ceño.
—¿Por qué es eso?
—Tu propensión para meterte en problemas es preocupante, y el hecho de que disfrutes la idea es muy frustrante.
Hee le palmeó la espalda, tratando de aplacarlo.
—Oh, vamos, muchachote. Seguramente a estas alturas ya sabes que puedo patear algunos traseros.
—Lo que sé es que necesitas tener el trasero puesto en su lugar más a menudo que no. —Él la tomó en sus brazos y lo besó profundamente en los labios.
Hee se retiró y levantó una ceja.
—¿En serio? ¿Y tú justo eres el lobo para ponerme en mi lugar?
—Debido a que tu lugar es a mi lado, entonces sí, yo soy el perfecto para ponerte allí. —Él sonrió lobunamente—. Eres bienvenido para tratar de luchar contra mí en esto.
—Oh, diablos no. Sé lo que eso significa para ti, pervertido.
Siwon dejó escapar una risa resonante.
—Oh, mi dulce Heechul, la vida sería muy aburrida sin ti.
—¿Qué tal si te acuerdas de eso la próxima vez que quieras ponerme en mi lugar? —replicó.
Siwon bajó la cabeza y esta vez lo besó lenta y delicadamente. Hee dejó escapar un suave gemido. Cuando él se apartó y lo miró a los ojos, sus ojos brillaban. El sonrió y apoyó la cabeza en su pecho.
Se deleitaba en la alegría que le traía, incluso cuando lo volvía loco. Él haría cualquier cosa para mantenerlo a salvo, cualquier cosa para mantenerlo en su lugar a su lado. Con esto en mente, un pensamiento persistente irrumpió de pronto, algo que le había estado molestando cada vez más últimamente. Las Parcas todavía no habían reclamado a Heechul, pero él sabía que algo iba a venir. Podía sentirlo. La frustración de saber que no había nada que pudiera hacer para detenerlo era suficiente para tener a su lobo paseándose constantemente, con ganas de romper algo, pero sin saber qué era o dónde estaba ese algo.



1 comentario:

  1. La dejaron viva y se reusan a ayudar...ni si quiera le esta pidiendo que se encarguen de la bruja...solo esta pidiendo ayuda...que culpables tan egoistas.
    Donghae deberia deguir leyendo,más ahora que nuevas cosas se saben u avecinan.
    Pero la bruja ya está en el limbo...no.
    Ya solo le falta encontrar al hechicero y enpezar a hacer de las suyas.
    Uy no...el problema de la bruja,buscar al hechicero,entrenar a Hae,que las parcas vengan por Hee,que Hae aún no quiere vincularse con Hyuk...¿Qué más le falta? Sí que se les ha juntado todo...eso si n9 hay algo más.

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...