—Mientras Donghae
no esté vinculado a Hyukjae, él puede ser desafiado. Si hay cualquier discordia
en mi manada de la que no me he deshecho, podrían utilizar a Donghae como una
manera de intentar matar a uno de nuestros machos dominantes, sin mencionar a
uno de nuestros sanadores. Los compañeros no vinculados son un desastre. Los
machos son impredecibles y violentos.
—Tienen las
señales de emparejamiento, ¿por qué no dejar que hagan la vinculación lo más
rápidamente posible? —ofreció Yesung.
—¿Has hablado con
Hyukjae de su lugar en tu manada? —preguntó Junjin a Siwon.
—Sí. —Asintió Siwon.
Teukkie se animó
ante esta información. Esta era una nueva noticia para él.
«Hombre lobo, ¿me lo ocultabas?» Le
envió el pensamiento a Kangin a través de su vínculo.
Kangin se había
acostumbrado tanto a tener a Teukkie en sus pensamientos que no dio ninguna
muestra externa que estaba hablando con él.
«Eso apesta», se quejó Teukkie y se
volvió para informar a Hee. Éste trató de llevar su mano sobre su boca antes de
que “fuego del infierno” se escapara de ella, pero su brazo no fue lo
suficientemente rápido. Volteó su cabeza a tiempo para ver los ojos de Siwon
estrecharse ante el sonido de su voz. Él lo observó y luego a la silla vacía a
su lado y los escalofríos atravesaron su piel mientras los ojos de Siwon
comenzaban a brillar y una sonrisa malvada se extendía en su cara.
Teukkie se
estremeció. Conocía esa mirada. Era el aspecto de un lobo preparándose para
cazar.
«¿Crees que deberías retener a Siwon y dejar
que Hee tenga un poco más de ventaja sobre él?», le preguntó Teukkie a Kangin.
Esta vez lo vio
visiblemente sacudir su cabeza mientras le respondía.
«¿Cuándo ustedes las parejas van a entender
que no se pueden meter en el camino de un macho y su compañero? Especialmente
con un Alfa».
«¿Tienes miedo?», se burló Teukkie.
Kangin se giró
lentamente y lo miró desde el otro lado de la sala. Teukkie pudo ver el brillo
en sus ojos.
«¿Qué pasa con todos los ojos brillando esta
noche?»
«Sabes por qué nuestros ojos brillan»,
respondió Kangin. «Me has desafiado,
amor. Por eso mis ojos brillan».
«¿Te desafié? ¿Cuándo?», chilló Teukkie.
«Ahora debo probarte que no le tengo miedo
al Alfa chino».
La silla de Teukkie
cayó al piso mientras se levantaba bruscamente.
«Sólo estaba bromeando, Kangin. Sé que no le
tienes miedo. No hagas nada estúpido».
Vio mientras Kangin
ladeaba la cabeza a un lado, un movimiento que Teukkie le había visto hacer en
su forma de lobo.
«Ahora crees que sería estúpido de mi parte
intentar demostrar que no le tengo miedo debido a, ¿qué? ¿No crees que pueda
enfrentarme contra él?», la voz de Kangin estaba espesa de acusación.
Teukkie estampó
su pie en el piso, algo que odiaba hacer, pero que de alguna manera Kangin
lograba provocar en forma regular.
«Kangin, detente. Sé que eres valiente y que
puedes con cualquier lobo que te desafíe. Sé que puedes ir todo: “puedo
patearte el trasero con una pata atada a mi costado” con tus enemigos. Ya lo demostraste
muchas veces». Estaba rogándole, y a través de su vínculo le dejó sentir la
verdad en sus palabras.
Teukkie vio como
el rostro de Kangin cambió a una sonrisa brillante.
«¿Una pata atada a mi costado?», le
preguntó con incredulidad. «No sé si sentirme
halagado de que creas que soy tan capaz o reírme de las imágenes que evocan tus
palabras. En cualquier caso, creo que hemos terminado aquí. ¿Estás listo para
ir a la cama?»
Teukkie vio a su
compañero caminar hacia él. Su mandíbula cayó abierta ante su jugueteo.
Cuando estuvo
cerca cruzó los brazos sobre su pecho y lo miró.
—Estabas jugando
conmigo, ¿no? No ibas a desafiar a Siwon —lo acusó.
Kangin se rió.
—Puedo ser
increíble con una pata atada, amor, pero él se acaba de convertir en el Alfa de
una manada y está emparejado. No soy estúpido.
Teukkie resopló.
Kangin tomó su
mano y empezó a sacarlo de la habitación. Se detuvieron abruptamente cuando
escucharon un gruñido bajo y luego un fuerte aullido. Siwon había entrado en
fase justo ahí en la sala de reunión. Teukkie miró sobre su hombro ante el gran
lobo gris con sus cuatro patas blancas. Sintió el tirón en él mientras su lobo
respondía al Alfa. A medida que el aullido moría, la cabeza de Siwon bajó
bruscamente y su mirada cayó donde Kangin y Teukkie estaban parados. Siwon
comenzó a moverse hacia ellos a un rápido ritmo. Kangin tiró rápidamente de Teukkie
a un lado mientras Siwon los pasaba. Escucharon otro gruñido cuando Siwon abrió
las puertas de la mansión y despegó en la noche.
—Debe sentirse
agotado de estar emparejado a Hee. —Teukkie se rió entre dientes.
—Siwon era una
piedra antes de que Hee llegara. En sus ojos no había vida. Él le ha traído eso
de vuelta. Todo en él es exactamente lo que Siwon necesita. Justo como todo lo
que tú eres es exactamente lo que necesito.
Teukkie se detuvo
y llevó la cabeza de Kangin hacia sí para besarlo apasionadamente.
Cuando se echó
hacia atrás, miró profundamente a sus ojos.
—No sé cómo lo
haces, hombre lobo, pero siempre te las arreglas para Decir lo que necesito
escuchar.
Kangin le guiñó y
tiró de él para seguir avanzando.
—Tengo un libro.
Teukkie se rió.
—Por supuesto
—dijo y puso los ojos en blanco.
Donghae se hizo a
un lado y Hyukjae entró en su habitación. Su nerviosismo era evidente, pero no
sentía ningún temor de él. Podía lidiar con los nervios; no creyó que pudiera
manejar que tuviera miedo de él. Se movió lentamente, no queriendo alterarlo
más.
Hyukjae miró
alrededor buscando un lugar para sentarse. La cama tamaño queen tenía un
cabecero de madera simple y un cubrecama plateado. Estaba contra la pared en
medio de la habitación. Había una cajonera alta enfrente de la cama y en la
pared de la izquierda estaba un escritorio y una silla giratoria. Caminó hacia
esa silla y tomó asiento frente a Donghae.
Él se quedó allí
mirándolo, no con acusación, sino con simple curiosidad.
—Siento que hay
algo que quieres hablar conmigo —puntualizó Hyukjae.
Donghae soltó un
suspiro y sus hombros cayeron. Se acercó a su cama y subió, sentándose al
estilo indio frente a él. Sus codos estaban apoyados sobre sus rodillas y su
barbilla descansaba en sus manos.
Tamborileó sus
dedos ligeramente contra sus mejillas mientras consideraba cómo empezar.
Entonces todo empezó fluir.
—No estoy listo.
Es Decir, entiendo que estamos conectados por esta cosa del emparejamiento, con
las señales del compañero y lo que no. Pero no soy… simplemente no puedo…
—Estaba nervioso, pero hizo una pausa mientras observaba una cautivadora sonrisa
propagándose a través del rostro de Hyukjae, revelando el lindo hoyuelo. Esa
sonrisa desarmaba—. ¿Por qué me estás sonriendo? —preguntó mientras dejaba caer
sus manos de su cara y caían impotente en su regazo.
—¿Me tienes
miedo? —le preguntó suavemente.
Donghae negó.
—¿Crees que
alguna vez te lastimaría intencionalmente?
Otra vez negó.
—¿Crees que
quiero lo mejor para ti y que te protegeré con mi vida? ¿Confías en que te
sostendré sobre todos los demás y que viviré para ver que tienes alegría en tu
vida? ¿Qué te sostendré cuando llores, que reiré contigo cuando rías, y que te
honraré como mi compañero? ¿Crees en estas cosas?
—Sí, Hyukjae. Veo
la manera en que son Teukkie y Kangin… y Siwon y Hee. Lo entiendo. Pero ese es
el problema. Eres intenso. Toda la cosa sobre la vinculación es jodidamente
abrumadora. —Donghae se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro—. Yo… yo
nunca he tenido un novio. Sólo he besado a un chico y no fue algo como para
desmayarse. ¿Puedes ver cuán drástico sería todo esto para mí?
Donghae se detuvo
y lo miró cuando escuchó un gruñido bajo.
—¿Has besado a
alguien?
Donghae intentó
detener la carcajada que burbujeaba por salir.
—Por supuesto.
Tengo dieciocho años, Hyukjae. Sólo haber besado a un chico a los dieciocho
años es bastante conservador.
—No quiero saber
de este chico. —Hyukjae frunció el ceño—. Él no puede compararse con mis besos
de todos modos.
Y la sonrisa de
cien vatios está de regreso, pensó Donghae para sus adentros.
—Donghae mío,
siéntate. Relájate.
Donghae estaba
haciendo lo que él le pidió antes de siquiera darse cuenta de ello. Estrechó
sus ojos en dirección de él mientras se sentaba.
—¿Por qué ustedes
los lobos son tan mandones?
Hyukjae se puso
de pie y caminó hacia él. Se agachó para que estuviera al nivel de su mirada. Donghae
comenzó a moverse hacia atrás para poner un poco de espacio entre ellos, pero Hyukjae
lo detuvo poniendo sus manos en su cintura. Donghae se congeló. Realmente no
sabía cómo reaccionar a su toque. Lo ponía nervioso, pero también lo hacía
sentir algo que nunca había deseado.
—Para mantener a salvo
a nuestros compañeros. Para mantener a salvo a la manada —respondió Hyukjae, y
la ternura enlazaba su voz.
—¿Cómo me
mantendrá a salvo el que me digas que me siente?
—Estabas
batallando en un frenesí innecesario que podría haberte llevado a un ataque de
pánico, causando que te desmayes, caigas y golpees tu cabeza. —Hyukjae sonrió;
el triunfo bailaba en sus ojos.
Donghae puso los
ojos en blanco y rió.
—Esa es la cosa
más tonta que he escuchado, Hyukjae. La exageraste un poco, ¿no?
—Tal vez un
poquito —admitió con una sonrisa.
Hyukjae recuperó
su tono serio, pero su expresión era más suave.
—No te obligaré a
hacer nada, Donghae. Sé que esto es muy diferente para ti. He sabido toda mi
vida que tenía un compañero perfecto para mí ahí afuera. Y cuando te miro estoy
asombrado de lo que se me ha dado. —Donghae se sonrojó mientras él hacía una
pausa—. No te dejaré desprotegido y permitir otros machos alrededor de ti, es
algo que ni yo ni mi lobo seremos capaces de manejar. Además —dijo él, sus ojos
brillando con malicia—, ¿cómo podrías no desear estar cerca de todo esto?
Donghae soltó un
bufido.
—Has estado mucho
tiempo con Hee.
—No lo sé, él es
muy educativo.
—Bueno, no creo
que realmente quiera que seas educado por él. —Donghae miró hacia abajo y notó
que había comenzado a mover la manga de Hyukjae. Encontró consuelo en ser libre
de tocarlo, así que apartó lejos cualquier preocupación que tal vez Hyukjae no
quisiera que él tuviera. Levantó la vista para mirar sus ojos—. Entonces,
¿exactamente qué estás diciendo?
—Digo que
hablemos y pasemos el tiempo juntos. Déjame ayudarte a que te enamores de mí
—respondió Hyukjae.
El aliento de Donghae
salió en un jadeo corto ante la palabra “enamorar”. Realmente no había
considerado si Hyukjae lo amaba. Sabía que sería fácil para él enamorarse de Hyukjae…
ya estaba a mitad de ese camino.
—¿Me amas?
—preguntó con cautela.
Hyukjae se
inclinó hacia adelante y lo besó suavemente en la frente.
—Donghae mío, te
hicieron para mí. Te he amado antes de conocerte y ahora te amo más. Sí, te
amo. Y tú me amarás.
—Ya veo que no
hay problemas de autoestima —se burló Donghae.
Hyukjae sonrió y
apoyó su frente contra la suya.
—Ya es tarde, mi
amor. Tengo que irme.
Donghae asintió
contra su cabeza, pero no hizo ningún movimiento para retroceder. Sonrió cuando
él lo hizo primero, y luego fue tomado por sorpresa cuando se acercó
rápidamente y tocó sus labios con los suyos.
Hyukjae se rió de
su mirada sorprendida y salió cuando él trató de darle un golpe en su brazo.
—Tu inocencia es
refrescante —le dijo mientras retrocedía, dirigiéndose hacia la puerta.
—Bueno, me alegra
que mi falta de experiencia sea tan emocionante para ti. —Donghae estrechó sus
ojos hacia el lobo sonriente.
—Ah, Donghae,
dulce Donghae. Todo sobre ti es emocionante para mí. —Él se rió cuando vio que
su cara se tornaba roja y le sopló un beso mientras cerraba la puerta detrás de
él.
Donghae se lanzó
en su cama, dejando salir un largo suspiro. Luego comenzó a reír, incapaz de
contener su alegría. Había estado preocupado de que él le exigiera completar el
vínculo de la manera en que lo hizo Siwon, pero en cambio había sido
juguetonamente comprensivo, muy dulce y sí, sexy. Malditos lobos y su
atractivo. A pesar de su autoritarismo, pensó Donghae.
—¿Cómo no podría
enamorarme de él? —preguntó. Y al final de sus palabras la puerta de su
dormitorio voló abierta y se cerró con rapidez.
Hee se encorvó,
jadeando mientras miraba a Donghae.
—Hola, chico. ¿De
quién estamos enamorándonos? —preguntó Hee sin aliento.
—Hee, ¿qué pasa?
—Donghae hizo una pausa y luego se Siwiidió por una pregunta mejor—. ¿Qué
hiciste ahora?
Hee se enderezó
y, pareciendo haber recuperado su aliento, habló rápidamente.
—Primero que
nada, he cambiado mi opinión. No quiero que le pongas mi nombre a tu primer
hijo…
Donghae lo
interrumpió.
—Gracias a Dios.
—… quiero que le
pongas mi nombre a toda tu maldita camada —gruñó Hee—. ¿Sabes lo que he tenido
que pasar? —Lanzó los brazos al aire mientras miraba a Donghae—. Hice ese
pequeño striptease para tratar de mantener las cosas de intensificarse con el
resto de la manada. Siwon estaba más que molesto. Tuve que escapar de la sala
de reuniones y correr a toda marcha. He estado corriendo por todo el maldito
bosque intentando deshacerme de él moviéndome de acá para allá para poder
ponerme mi ropa, la cual llevaba en mi maldito hocico… ¡LA LLEVÉ EN MI HOCICO, DONGHAE!,
y las coloqué en diferentes áreas para despistarlo de mi olor.
Hee se acercó a
la ventana de Donghae y pareció estar juzgando el peligro de usarla como una salida.
—Hee, no va a
hacerte daño —dijo Donghae suavemente a su agitado amigo. Un Hee agitadoa nunca
era nada bueno.
Hee se giró,
penetrando a Donghae con sus ojos.
—Hay cosas peores
que ser lastimado, Donghae Lee. Sólo espera hasta que estés emparejado. Mandón,
autoritario, controlador, posesivo, mega caliente, delicioso, sexy…
—Uh, Hee, lo
entiendo —cortó Donghae antes de que Hee pudiera llegar a ser incluso más
explícito.
—Lo que digo, mi
pequeña flor de pared, es que el deseo se convierte en tu enemigo cuando tu
compañero está siendo un cabeza dura, lo cual Siwon es… en un plan del tamaño
super mega cabeza dura. ¿Me entiendes? ¿Ves a dónde voy con esto o tengo que
sentarte y tener la conversación de los pájaros y las abejas?
—No, estoy bien.
—Donghae levantó sus manos para detener esa línea de conversación de Hee—. ¿Por
qué exactamente viniste a mi habitación? —Vio a Hee y luego a su puerta,
esperando que fuera arrancada de sus bisagras.
—Pensé que no
vendría aquí porque él creería que tú y Hyukjae estarían entreteniéndose. —Hee miró
a su alrededor, notando por primera vez que Hyukjae no estaba allí—. Hablando
del delicioso lobo dotado con hoyuelos, ¿dónde está?
—Regresó a su
habitación. Hemos hablado. Fue bueno.
Hee puso sus
manos sobre sus caderas y acorraló a Donghae con la famosa mirada “vas a
escupirlo o voy a tener que arrancártelo”.
—¿Hablaron? Donghae
—se aclaró su garganta—, tienes un compañero. Un marido garantizado. Una cosa
segura. Sin mencionar, que es sexy, divertido, dulce, y tiene hoyuelos.
¿Hablaron? —Esta vez, la voz de Hee era escéptica.
Antes de que Donghae
pudiera defenderse, su puerta se abrió calculadamente con lentitud.
—Sé que no me
estabas describiendo, Heechul. Entonces, ¿quién es este hombre que ha
despertado tu interés tan descriptivo? Por favor dilo así puedo desgarrarlo en
pedazos. —La energía de Siwon llenó la habitación y Donghae dio un paso
involuntario lejos del muy enojado Alfa.
Hee observó con
cautela a su compañero. Él estaba enojado. Muy enojado. Sus ojos estaban
brillando, revelando que su lobo iba al volante. Sabía que era su culpa porque
lo había desafiado con su huida. Necesitaba calmarlo, sin embargo, por primera
vez no estaba seguro de cómo hacerlo. Generalmente su humor y sarcasmo venían
al rescate, pero en ese momento sintió que si hablaba él se tornaría salvaje.
No es que le haría daño.
Así que le abrió
lentamente su mente. Había estado bloqueándolo para esconderse de él, no para
hacerle daño. Fue entonces cuando vio el destello en sus ojos que le demostró
los sentimientos por debajo de la ira. Con ese conocimiento supo qué hacer.
«Estaba tratando de ayudar a Donghae, no
hacerte daño. No me habría quitado ninguna prenda más de la que tenía. Todo
estaba cubierto, Siwi. Cariño, por favor. Estás asustando a Donghae».
Siwon dio un paso
lento hacia adelante, pero Hee mantuvo su posición. Siwon era de él, él era su
igual y no lo haría retroceder.
«¿Comprendes cuán loco me vuelves?», la
voz de Siwon fue un gruñido en su mente.
«Me imagino que se acerca o supera a lo loco
que tú me vuelves», respondió Hee a su pregunta, aunque sabía que era
retórico.
Siwon sacudió su
cabeza y frotó su mano por su rostro, tratando de recuperar el control.
«Me encanta tu espíritu, pero estoy diseñado
para proteger, poseer, y mi lobo no entiende la necesidad que tienes de empujar
constantemente los límites. Necesito una cosa, Heechul, una cosa en la que no
cederé. Creo que ya hemos discutido esto, pero voy a darte el beneficio de la
duda de que no entendiste».
Hee resopló una
carcajada mientras hablaba en voz alta.
—Caray, gracias.
Tan amable de tu parte restregármelo como si yo fuera un tonto.
Siwon se rió
entre dientes y sus ojos comenzaron a aclararse.
—Dejarás de
desvestirte delante de otras personas.
Hee puso una mano
en la cadera mientras inclinaba su cabeza de lado. Estrechó sus ojos hacia su
compañero y golpeteó sus labios con un dedo.
—Bien, voy a
necesitar aclararte eso. —Cuando Siwon no respondió, sólo continuó mirándolo, Hee
puso los ojos en blanco—. Aclarar, esclarecer, relucir. ¿Entiendes. Las.
Palabras. Qué. Están…? —enfatizó cada palabra.
—Heechul —gruñó Siwon.
—¿saliendodemiboca?
—terminó Hee rápidamente, haciendo reír a Donghae.
—Sólo desvístete
en nuestra habitación.
—Nop, na-ah, hay
demasiadas lagunas en ese pequeño decreto. En serio, Siwi, puedes hacerlo mejor
que eso. —Hee elevó una sola ceja.
Siwon gruñó ante
el desafío en sus palabras y en su tono de voz.
Maldita sea,
¿cuándo voy a aprender a no empujar al enojado lobo? El pensamiento pasó por su
mente antes de que pudiera censurarlo de un Alfa ahora perversamente sonriente.
—Tengo que estar
de acuerdo. Hee podría ponerse salvaje… —comenzó Donghae, pero se detuvo
abruptamente cuando la cabeza de Siwon se volteó con avidez y lo clavó en su
sitio con sus ojos. —Lo siento, ya me
callo —chirrió Donghae.
Siwon miró de
regreso a su compañero, luego miró hacia abajo brevemente, tratando de pensar
en cómo ganarle en su propio juego.
—Está bien. —Siwon
sonrió con aire de suficiencia.
A Hee no le gustó
la apariencia de esa sonrisa, una que decía que el gato tenía al ratón por la
cola.
JajajajajajajJ No puedo con esto!
ResponderEliminarJajajajaja Hee es simplemente genial!
Jajajajajaja pobre Siwonshis, que dolor de culo es Hee algunas veces!!;
Son una excelente pareja!!!
Ahhh el pescadito gitano tiene nervios de su primera vez (?)
Ahhhhh
jajajaja por Dios!!! Pobre Hae que quedo en medio de este par de locos, aoa solo faltan que se lo monten en su habitación.
ResponderEliminarMil gracias por el cap, hasta ahora las cosas an muy bien, pero se que no continuaran así. Un abrazo
Como sé perfectamente que va a llegar el día en que Hyuk la embarre toditita...voy a disfrutar las buenas jugadas que está tenie do con Hae...ya solo le falta enamorar la otra mitad de Hae.
ResponderEliminarKangin y Siwon ya van sabiendo como y por donde llegarles a sus parejas,claro que les falta un buen de camino para comprenderlos.
Pobre Siwon...es el que más penita me da de todos.
Y pobre Hae...están viendo como esta con lobde su emparejamiento y va Hee con Siwon detras y ponen a Hae en medio de todo...el gusto por vincularse con Hyuk disminuira si sigue viendo estos comportamientos.....xD