Sapphire Wolf (T5)-4

—Establece los límites. Dime cómo exactamente formular que no quiero que tu ropa se salga en público.

Hee resopló y cruzó los brazos sobre su pecho.

—Bien, Ricky —dejó escapar en su mejor imitación de la voz de Lucy—. Quieres que te lo explique, entonces lo haré. —Caminó hacia él y comenzó a andar lentamente en círculo a su alrededor mientras hablaba.

—No voy a desnudarme —Siwon se rió entre dientes ante su elección de palabras—… delante de cualquier persona de índole varonil, en ningún lugar, en ningún momento, por ninguna razón. —Hizo una pausa y miró a Donghae—. ¿Dirías que cubre todas las maneras posibles en que pudiera zafarme de su decreto?

Donghae lo pensó por un momento. Conocía a Hee, sabía lo bueno que era maniobrando alrededor de las reglas.

—“Cualquier persona” —comenzó Donghae—. Eso no cubre necesariamente a la especie de los Canis lupis. Se podría argumentar que de hecho ellos no son personas porque no son humanos.

Siwon miró de adelante hacia atrás entre los dos amigos y se pasó una mano por el cabello.

—¿Ustedes tomaron algún tipo de clase de leyes en la escuela?

Donghae negó.

—No, Hee ha aprendido a lo largo de los años a cómo llegar a ciertos detalles cuestionables de cualquier incidencia. —Sus ojos se iluminaron mientras continuaba con impaciencia—. Como en aquella ocasión… —Donghae se detuvo mientras volvía a mirar a Hee, quien estaba haciendo una señal de corte con la mano, diciéndole a Donghae que se callara.

Siwon miró de nuevo a Hee, quien rápidamente puso su mano en la barbilla como si estuviera pensando en las palabras de Donghae.

—Puedo estar de acuerdo con eso. —Hee asintió—. Así que cambiaremos de “persona” a “especie”.

Siwon dio otro paso hacia ella para estar parado a sólo un aliento de distancia.

—Lo acepto, sin embargo… —gruñó de exasperación cuando Hee empezó a hablar de nuevo—… me reservo el derecho de indulto si un macho de dicha especie es incapaz de ser determinado como tal a simplemente vista.

—Ajá, sí, creo que es justo —dijo Donghae amablemente.

Hee miró alrededor del gran cuerpo de Siwon. Donghae estaba tratando de reír en silencio. Sentía como si no debería ver el intercambio entre los dos, pero ahora que tenía un compañero, estaba curioso de cómo tratar con una persona tan dominante.

—Heechul.

—Siwon.

—Donghae. —Habló Donghae. Había intentado con mucha fuerza no añadir su nombre, pero cuando ambos dijeron al estilo entrecortado el nombre del otro, sólo saltó al vagón.

Siwon dio vuelta y miró a Donghae fijamente, quien rápidamente hizo un gesto de cerrar el cierre a través de sus labios.

El fulgor no se suavizó cuando se volvió a Hee.

—¿Ya terminaron? —preguntó él con calma.

—Espera un momento, déjame pensar.

Él gruñó, luego se inclinó para susurrarle en su oído. Hee dio un paso atrás y jadeó. Sus ojos se estrecharon y sus labios se apretaron. Se veía positivamente fastidiado. Siwon, sin embargo, parecía muy satisfecho.

—No lo harías —gruñó Hee.

Siwon tomó su mano y se volvió hacia la puerta, arrastrando a un refunfuñante Hee detrás de él.

—Oh, listillo mío, lo haré. Te dije una vez que un día escribirías un cheque que tu trasero no podría cumplir. No me equivoqué.

Los ojos de Siwon brillaban otra vez.

—Uh, no, en realidad dijiste lindo trasero. Hazlo bien si vas a citarte a ti mismo, bárbaro cubierto de pelo y pulgas. Mandón, dominante, autoritario, ridículamente sobreprotector… —Hee hizo una pausa y gritó a Donghae—. Donghae, nuestra conversación sobre el ABDCH no ha terminado.

Donghae se rió cuando oyó una palmada y se imaginó a Siwon dándole una nalgada al trasero de Hee. Entonces oyó a Hee gritar:

—¡No me importa cuán ardiente eres! ¡Aún eres un pulgoso cabeza dura!

—ABDCH, ABDCH, ABDCH —canturreó Donghae en voz alta, intentando averiguar la sigla más reciente de Hee. Se rió y negó cuando lo entendió—. Ardiente bombón dotado con hoyuelo.

Sólo Hee, se dijo mientras subía a la cama.

Exhausto por la agitada noche, cerró sus ojos, y ahí esperando por él en su mente estaba su ABDCH.

Paseaba de arriba a abajo, de arriba a abajo, en uno de los santuarios subterráneos al que había sido llevada siglos atrás. Las paredes oscuras y rugosas complementaban muy bien su estado de ánimo, y el aire viciado continuamente le recordaba que una vez más había sido forzada a abandonar la tierra que llamaba hogar. Su rabia se cocía a fuego lento y estaba peligrosamente cerca de hervir. Tenía que mantener el control. Esto era sólo un revés, no la derrota. Mona no se había dado cuenta de lo poderosos que podían ser los dos sanadores juntos y también tenían la ayuda de esa hada entrometida.

Después de que los sanadores habían contrarrestado sus hechizos, Mona había tenido que interrumpir la conexión antes que fueran capaces de llegar a ella, con la misma magia que sacó de la vida que mató, y luego guardó en su negra alma. No podía dejar que eso pasara. Eso destruiría todo en lo que se había convertido. Por lo que dio un paso atrás para reevaluar sus circunstancias; no huyó. Bueno, eso es lo que se seguía diciendo a sí misma.

Había montado su fiel corcel Octavian y entrado en la protección de los bosques de Corea. Haciendo caso omiso del frío, lo presionó hasta que llegaron a un puente en lo profundo de las Montañas Cárpatos. Si un humano no sabía lo que estaba por debajo del puente, simplemente seguiría a través de él sin un pensamiento. Sin embargo, los seres sobrenaturales, sabrían lo que era porque no había pase por el puente sin pagar peaje al troll que custodiaba el portal. Si no podían pagar la cuota, entonces tendrían que trabajar para atravesar el portal al Limbo. Mona nunca pagaba la cuota. Si entraba en El Limbo, era siempre por elección. Así que cada vez que se encontraba con el troll, pasaban siempre por la misma rutina. Él le pedía el peaje ella le decía que se fuera al infierno y entraba bajo su propio poder. Ella pensó que el troll debía encontrar esto divertido y como un buen descanso de su mundana existencia.

El Limbo era el lugar entre el mundo humano y el reino de los demonios. Era donde los malvados iban cuando necesitaban pasar desapercibidos, y donde los no tan malvados iban a trabajar para pagar una indiscreción hacia los malvados. Era un lugar vacío de paz, o comodidad. Un lugar donde la oscuridad te cubría como una manta y la desesperación llenaba tus pulmones con cada respiración.

El ambiente se ajustaba al mayor malestar del ser. Si odias el frío, entonces serás rodeado de hielo. Las ventiscas te atacarán, la congelación paralizará tus dedos de manos y pies, tus propias venas se sentirán como si la sangre se congelara en tu cuerpo lentamente privando a tus órganos del precioso líquido que necesitan para vivir. El hielo nunca se derrite y la deshidratación se asienta aún si estás rodeado de agua.

Si odias el calor, estarás parado en el desierto bajo el sol abrasador, tus labios se agrietan y tu piel se seca, tu cuerpo grita por agua. Escucharás a los buitres por encima de ti, esperando que caigas bajo la implacable y candente bola de fuego. Los sentirás bajando en picada, animándote a renunciar para que ellos puedan recoger tu cadáver hasta que sólo queden huesos, huesos que serán incinerados con el tiempo.

Si el agua es tu temor, si el océano abierto sin tierra a la vista es lo que te hace temblar en tus sueños, entonces ahí es donde deberás estar, agua tan lejos como puedas ver, sin ayuda a la vista. Debes avanzar en el agua para mantenerte por encima del Salado y deshidratante fluido. Con cada oscilación arriba y abajo de tu cabeza debajo de la superficie, tu cuerpo se debilita. Tus músculos comienzan a acalambrarse, tu sed te provoca delirio, y ya no sabes por qué no deberías beber el agua del océano. Caes en la tentación y la tomas a tragos, pero estás demasiado débil. El agua que parece tener vida propia te llama, perteneces al mar, y conforme te hundes y tus pulmones se llenan de agua, la oscuridad que llevas tiempo esperando te consume, queda justo fuera de tu alcance.

Tal vez no son los elementos los que odias o temes; tal vez es tu propia muerte o la muerte de la persona de la que te preocupas profundamente la que te aterroriza. Si esto es lo que te llena de miedo y desesperación, entonces verás a ese ser querido morir una y otra vez de las más horripilantes maneras. Tratarás de ayudarles, de llegar a ellos cuando digan tu nombre, pero será en vano. Aunque todo lo que ves y sientes en El Limbo parece tan real para ti, es sólo en tu mente que está sucediendo. Al mismo tiempo que estás atrapado realmente en tu mente sin medios de escape.

Esos lugares estaban ahí para mantener a aquellos que están esperando su siguiente asignación por los demonios u otros seres malignos sobrenaturales que necesitan algún tipo de ayuda. A veces era tan simple como entregar un mensaje, otras veces era un poquito más desagradable. Lo mejor que un ser sobrenatural podía hacer era pagarle al troll la cuota. El Limbo no era un lugar para los seres malignos ligeros y definitivamente no era un lugar para los puros de corazón.

Mona había visto a muchos sufrir aquí. Ella nunca lo había experimentado. El mal que la llenaba era aún más oscuro que lo que había aquí. Nada que El Limbo podría utilizar para tratar y torturarla sería eficaz. Hubo momentos, aunque muy pocos, cuando se preguntó hasta qué punto el mal la había consumido completamente. ¿En qué momento vendió por completo su alma? Nunca pensó mucho en ello porque el poder que viene de la oscuridad era lo que necesitaba y tenía un montón de él.

Ahora aquí estaba, caminando, pensando, haciendo planes. Su poder era grande, pero poseer la sangre de dos sanadoras la haría la más poderosa sobrenatural de este lado del reino de los demonios. No habría ningún lobo, ninguna hada que no cayera a sus pies. Una sonrisa se extendió por su cara, tan malvada que la oscuridad a su alrededor alargó su mano para tocarla, y se imaginó al gran Junjin arrodillado ante ella. Tendría su venganza, tomaría lo que se merecía. Pero su poder estaba menguando. Podía admitir que iba a necesitar un ejército para ir delante de ella y debilitar aquellos que estarían en su contra. Malditas sean esas hadas por quitarle a sus hermanas. Por mucho que odiara admitirlo iba a tener que ir a verlo a él. Hubo un tiempo en que era muy poderoso, como lo era su gente. Ahora, las circunstancias habían comenzado a debilitarlo. No era su fuerza lo que buscaba, era su conocimiento. Necesitaba información que sólo él conocía. Haría lo que tuviera que hacer con el fin de obtener esa información de él.

—Antes de que nos dirijamos a la nueva mansión de la manada China, hay algunas cosas que necesitamos discutir —anunció Junjin a las dos manadas que se habían reunido por su petición.

—Siempre odié cuando mis padres querían discutir —susurró Hee a Teukkie, haciendo comillas en el aire—, algo. Lo que en realidad estaban diciendo era “sienta tu culo porque estamos arreglando tu novedad”.

Teukkie sostuvo el puño en alto para un golpe de puños, añadiendo el argot que conocían para: “Bien dicho”.

—Oigan, ¿qué me he perdido? —preguntó Donghae mientras tomaba asiento junto a sus dos amigos.

Hee posó sus ojos en Donghae y luego levantó sus cejas sugestivamente.

—¿Y dónde exactamente has estado esta mañana, Donghae? Dinos.

Donghae se sonrojó a pesar de que realmente no tenía una razón para hacerlo.

—Hyukjae me estaba enseñando cómo verter bebidas de la forma relajada que lo hacen los barman.

Teukkie se rió cuando Hee actuó horrorizado.

—¿Es así como lo llaman en estos días? Tendré que hacerle saber a Siwon que no debemos Decir que estábamos buscando mis lentes de contacto.

—Hee, tú no usas lentes de contacto —señaló Donghae.

—Bueno, ¿qué quieres exactamente que diga? Que él estaba tratando de encontrar mi…

Teukkie dejó caer su mano sobre la boca de Hee. Desde el otro lado de la habitación vio a Siwon frunciendo el ceño hacia su compañero, Kangin se estaba riendo, y Hyukjae se veía muy confundido.

—¿Por qué tiene que ser tu vida sexual siempre el tema de conversación? —susurró Teukkie al oído de Hee.

—¡Porque es tan jodidamente alucinante y sería un crimen no compartir la grandeza con el mundo! —Hee sonrió y saludó a Siwon. Estaba parado con los brazos cruzados sobre su pecho, recargado contra la pared con el ceño fruncido. La introspección por la cual era famoso estaba pegada en su hermoso rostro—. Miren qué lindo es cuando hace pucheros. —Se rió Hee.

—¿Esa es su cara de puchero? Se parece más a “deja de hablar sobre nuestra vida sexual, tú loca pareja cara de culo”. Sólo estoy diciendo. —Teukkie negó.

—Nooo… —Hee, arrastró las palabras—, sus cejas estarían apretujadas un poco más abajo y sus labios estarían en una recta y firme línea. —Justo cuando Hee terminó de hablar Siwon asumió la cara que acababa de describir.

Teukkie y Donghae se rieron.

—Ah, él es bueno, Hee.

Hee gruñó.

—Podrá tener mi número y puede marcarlo todo el día para lo que me importa, pero no voy a contestar. Pon eso en tu pastel de cereza y cómetelo.

Hee miró a Teukkie y Donghae cuando se dio cuenta de lo que había dicho. Hubo una pausa antes de que los tres chicos cayeran en carcajadas.

«Hee, eres una pareja Alfa, ¿no crees que deberías bajar el tono?» Hee escuchó a Siwon preguntar.

«Definitivamente no», dijo Hee, cortando el aire con la mano. «Como pareja Alfa es definitivamente mi trabajo asegurarme de que nuestros chicos son educados en todos los sentidos. Incluidas las insinuaciones sexuales».

Siwon envió una imagen de él poniendo los ojos en blanco hacia Heechul. Hee rápidamente regresó con una respuesta menos que propia de un joven señor.

«¿Por qué tú nunca sientes la necesidad de hablar sobre nuestra vida sexual? ¿No es lo suficientemente impresionante?» Teukkie escuchó la voz de Kangin en su mente. Había humor detrás de las palabras, pero también un indicio de inseguridad.

Teukkie lo miró y sonrió. Tan pronto como vio lo que había planeado, Kangin rápidamente comenzó a ir en su dirección. Pero él fue más rápida.

Se levantó, se subió a la silla, y habló tan fuerte como pudo sin gritar.

—Me gustaría que se supieran, sólo para dejar muy claro y así nadie tiene ninguna duda, de que Hee y Siwon no son los únicos que tienen una increíble vida sexual. ¿De acuerdo, gente? El podrá hablar mucho sobre ello, pero Kangin sacude mi mundo totalmente. Así que, sí, ahí lo tienen.

Un fuerte “¡HURRA!" fue aullado, y Teukkie se dio la vuelta para ver a Hyukjae dándole unos “pulgares en alto” y un exagerado guiño. Teukkie le sonrió y luego tomó asiento al lado de sus amigos.

Hee se reía tan fuerte que se caía de la silla. Donghae se estaba riendo también, pero trataba de ayudar a Hee a regresar a su silla al mismo tiempo. La cara de Siwon estaba tan baja que su barbilla estaba metida y sus hombros se sacudían de la risa. Kangin, quien finalmente había llegado a su compañero, no se estaba riendo.

Se agachó junto a su oído y le susurró calmadamente:

—¿Era eso realmente necesario, amor?

Teukkie se encogió de hombros y lo miró inocentemente.

—Ahora no tienes que preguntarte si creo que nuestra vida sexual es digna de discusión pública.

Kangin puso los ojos en blanco y empezó a hablar, pero fue interrumpido por alguien aclarándose la garganta. Levantó la vista para ver a su padre, de pie con los brazos cruzados mirando directamente al grupito.

Junjin se aclaró la garganta desde el frente de la habitación y miró de regreso a las chicos.

—¿Ya terminaron ustedes tres? —preguntó.

—Sí, Alfa —respondieron todos al unísono.

Donghae, el dulce Donghae, siguió con un susurrado:

—Lo que tú digas, Alfa —con la voz nasal por la cual la frase era conocida.

Fue entonces cuando se encontraron separados el uno del otro con un compañero entre cada uno de ellos.

—Bien. Vamos a empezar. —Junjin se quedó callado por un momento, parecía repensar lo que quería Decir. Dio un solo asentimiento y comenzó—. Siwon se ha convertido en el Alfa de la manada China. Por lo tanto mi posición de Beta debe ser llenada. Basado en acontecimientos recientes, el lugar no será ocupado bajo el protocolo normal. —Un ruido bajo recorrió toda la habitación, pero se detuvo abruptamente cuando Junjin gruñó—. Yesung y Ryeowook han sido encontrados y traídos de regreso a nosotros. Yesung es un dominante y lo suficientemente dominante para ser un Alfa. Sin embargo, no quiere esa posición y es más dominante en este punto que esos que están disponibles para la posición de Beta. Normalmente el lugar iría a Yunho. Yunho ha aceptado la decisión y ha declinado solicitar un reto como es su derecho. Yesung será mi Beta, Yunho mi tercero, Donghwa mi cuarto. Ryeowook será el sanador de la manada Coreana.

Donghae jadeó y Hyukjae puso una gentil mano en su hombro desde donde se encontraba a su lado. Donghae sabía que eso significaba que él iría a la manada China. Su reacción fue imitada por Teukkie y Hee.

Teukkie comenzó a levantarse, pero la mano de Kangin en su hombro lo mantuvo en su lugar.

«Escucha antes de actuar», oyó la voz de Kangin aconsejándole. Dándose cuenta que otros estarían viendo su reacción y la de sus amigos con respecto a su respuesta a esta situación, rápidamente puso la mejor cara de póker que pudo… la cual sabía era pésima.

Junjin continuó.

—Dambi seguirá trabajando con Ryeowook y Donghae, entrenándolos en cosas que los sanadores suelen saber. Ahí es donde mi manada se detiene. Hyesung es su Luna y pareja Alfa, Teukkie está en la línea para esa posición. Ustedes respetarán sus lugares en la manada.

—Como usted diga, Alfa —respondieron todos en la habitación.

—Ahora Siwon se dirigirá a ustedes.

«Tú vienes conmigo, nene», le dijo a Heechul, quien lo miró, confundido. «A donde yo voy, tú vas. ¿Recuerdas?»

«No sabía que lo querías Decir tan literalmente», le dijo Hee mientras se levantaba y tomaba su mano.

Lo guió al frente de la Sala y mantuvo su mano en la suya cuando se volvieron para enfrentar a todos.

—Soy el Alfa de la manada China. Por ley de la manada he tomado esta posición porque maté a su anterior Alfa y demostré mi fuerza. Les dejé saber la última vez que hablé con ustedes, que estaría escogiendo mis primeros cuatro y que no sería hecho de la manera tradicional. Como saben, una vez que los lobos son escogidos pueden desafiar dichas elecciones. ¿Queda claro hasta ahora?

—Sí, Alfa —respondió la manada China.

—Hyukjae será mi Beta.

Los jadeos que se escucharon ese momento parecían ocurrir en sonido envolvente.

La mano de Hee se tensó sobre la de Siwon. Él lo miró una vez y Hee vio la mirada de “no me cuestiones”. Sabía que tenían que parecer siempre una pareja unida así que se mordió la lengua.

—El compañero proclamado de Hyukjae, Donghae, aunque no vinculado, será el sanador de la manada China. Mi tercero será Sihyuk, quien era quinto en la manada anterior, y mi cuarto será Seojoon, quien es un dominante de la antigua manada China y ha demostrado ser fiel. —Hizo una pausa y miró alrededor de la habitación, haciendo contacto visual con los más dominantes de su nueva manada. Uno por uno, sus ojos cayeron al suelo en sumisión—. Si alguno de ustedes tiene un problema con esto y quieren retar, por favor que venga hacia adelante ahora. —La habitación quedó en silencio. Hee contuvo la respiración, esperando a ver si alguno podría desafiar a su nuevo Alfa.

«¿Y ahora qué?», preguntó Hee a través de su vínculo.

«Ahora tratamos de unir una manada estropeada, entrenamos un nuevo Beta, alentamos a un nuevo sanador, mantenemos un nuevo vínculo de pareja, y encontramos a la malvada bruja», respondió Siwon.

—Ay, caramba —murmuró Hee en voz baja—. ¿Eso es todo?