Sapphire Wolf (T5)- 1

Heechul simplemente estaba caminando por la puerta cuando escuchó uno de sus mejores amigos gritar.

—¡Maldita sea!

Él retrocedió hasta la puerta de Donghae y, sin llamar, giró el pomo y rápidamente la abrió.

—Donghae, cariño, ¿estás bien? —llamó tentativamente en la habitación.

—Estoy por aquí, Teukkie, y “está bien” está tomándose unas vacaciones en este momento.

Teukkie siguió el sonido de la voz de Donghae dentro del baño adjunto.

Encontró a su amigo de pie en camisilla y pantalón corto, de espalda al espejo, sosteniendo un espejo de mano en una mano para de ese modo poder ver su reflejo desde atrás. La boca de Teukkie se quedó boquiabierta ante la visión.

—Sí, esa fue mi primera reacción también. —Donghae hizo un gesto a la boca abierta de Teukkie—. Pero luego me moví rápidamente en la siguiente reacción posible de: ¿qué diablos está en mi espalda?

—Tus marcas —susurró Teukkie—. Así que realmente es tu compañero.

—Eso, o algún lobo aleatorio está caminando por ahí con nuevas marcas que no esperaba. Si escuchas una voz profunda y fuerte reaccionando de ese modo, entonces lo sabremos. —La voz de Donghae era inestable, pero estaba empezando a recuperar su compostura.

—Dambi dijo que al cumplir dieciocho años las señales de emparejamiento aparecerían. —Teukkie hizo señas con una sacudida de cabeza a la espalda de Donghae—. Supongo que la antigua Fae sabía de lo que estaba hablando. Hoy es tu cumpleaños.

—No escuché nada en mi mente. —Donghae cerró los ojos y arrugó la cara.

Teukkie se echó a reír.

—No tienes que hacer caras chistosas con el fin de escuchar a tu compañero, Hae, aunque es probable que lo hagas hasta que te acostumbres a oír una voz incorpórea en tu cabeza. En cuyo caso Hee seguro estará preguntándote si estás estreñido.

—¿Quién está estreñido? —Oyeron la voz de Hee proveniente de la habitación de Donghae—. Saben, ya inventaron cosas para ayudar a destapar las tuberías allí abajo. —Hee entró por la puerta del baño y les sonrió a sus dos amigos—. Así que, comenzaron la fiesta sin mí, ya veo. Donghae ya comenzó a desnudarse.

—Sí, Hee, no queríamos invitarte, así que decidimos tener la fiesta de cumpleaños de Donghae en su cuarto de baño, porque, ya sabes, es en cierto modo absolutamente genial. —Teukkie puso los ojos en blanco ante Hee.

—Madre de la perla —murmuró Hee cuando vio la espalda de Donghae—. Bueno, bienvenido a la familia apareada, Hae. Te diré ahora que el sexo es fantástico. Sólo en caso de que te lo estés preguntando.

—Caray, Hee, eso es exactamente lo que estaba cruzando mi mente en este instante, cuando me di cuenta que mi vida ha cambiado para, no sé, ¡SIEMPRE! —gritó Donghae.

Hee respondió con calma.

—Bueno, ¿has conseguido sacar el griterío de tu sistema o necesitas asomar tu cabeza por la ventana y seguir con ello?

Teukkie miró en silencio los pensamientos de Donghae pasar a través de su dulce y gentil rostro.

—No, no creo que necesite pasar un momento en la ventana ahora mismo. Sin embargo, me reservo el derecho de tener ese momento cuando se considere oportuno. —Donghae estaba tomando respiraciones lentas y profundas mientras hablaba. Tenía una mano presionada contra su corazón como si eso pudiera evitar que saliera de su pecho.

—Tu solicitud está debidamente anotada —dijo Hee con una breve inclinación de cabeza.

Hee saltó sobre el mostrador del baño y empezó a balancear sus piernas. Sintió una calidez fluir a través de sí cuando su compañero habló a través de su vínculo.

«¿Cómo está?» La voz de Siwon era profunda, y aun así muy suave.

«En realidad, no está haciéndolo nada mal. No tuvo un colapso, y por extraño que parezca no estaba interesado en escuchar acerca de la vida sexual de casado con un hombre lobo».

«Imagina eso, nene, alguien nada obsesionado con la relación física entre compañeros. Alguien que no siente la necesidad de hablar de ello con los demás y quien, lo más probable, es que escuche a su compañero cuando le pida que mantenga su boca cerrada».

Heedejó escapar un gruñido.

«Te estás poniendo totalmente cómodo con el concepto del sarcasmo, mi querido compañero».

«¿Puedo evitarlo si he tenido al mejor maestro conocido por el hombre?», la voz de Siwon estaba teñida de humor y Hee juró que pudo sentirlo azotar su trasero.

«Ya está bien, B. Tengo una fiesta para la que estar listo».

«¿Entiendes que ese apodo ya no aplica? Soy un Alfa, no un Beta».

Hee resopló en voz alta.

«Oh, mi dulce bola de pelos, no estaba utilizando la letra “B” para referirme a tu estado anterior de Beta. Nop». Sonrió para sus adentros. «La B tiene ahora un significado totalmente diferente. Eres una galletita inteligente, lo descubrirás».

Le envió una imagen de él guiñándole un ojo y soplándole un beso.

«Hasta luego, cocodrilo».

«Compórtate». La voz de Siwon adquirió un timbre profundo. «Y, Heechul, mantendrás tu ropa puesta en esta fiesta».

«¿Por qué, mi querido esposo, a lo que sea que te refieres? Un chico sureño de buena familia como yo nunca participaría en tales espectáculos públicos». Hee acentuó el espeso acento sureño en sus pensamientos mientras se burlaba de él.

«No digas que no te lo advertí».

—Siento la necesidad de Decirles que Siwon me ha informado que tengo que mantener mi ropa puesta esta noche en la fiesta —dijo Hee a sus amigos mientras examinaba sus uñas, pareciendo obvio para todo el mundo que no tenía planes de complacerlo.

La cabeza de Donghae saltó rápidamente a mirar a Hee.

—En realidad, esa no es una mala idea.

La mandíbula de Hee cayó abierta.

—¿Quieres que me desnude en tu fiesta de dieciocho años? ¿Te das cuenta que un estríper se utiliza normalmente en una despedida de soltero, no una fiesta de cumpleaños? Si un estríper es utilizado para una fiesta de cumpleaños, es realmente sólo apropiado para los grandes veintiuno. Y aun así, tiene que estar al inicio de la fiesta, porque poco después de que comience todo el mundo estará destrozado lo suficiente como para pensar que ellos tienen el cuerpo para ser un estríper también. Ahí es cuando las cosas se ponen feas… literalmente.

Donghae y Teukkie miraban con la boca abierta a Hee. Antes de que pudieran hablar, rápidamente agregó:

—Ah, y por si no te has dado cuenta, yo soy un joven. Me gustaría pensar que si debes tener un estríper en tu fiesta, entonces seguramente querrías a alguien, oh, no sé, tal vez algo mas masculino. A menos, claro, que tengas una fijación con los hombres delicados. Pero creo que te resultará difícil encontrar un estríper masculino delicado. Especialmente si estuvieras queriendo a alguien con mi…

Donghae interrumpió el comentario de Hee con un fuerte grito.

—¡CÁLLATE, HEECHUL!

La boca de Heese cerró de golpe mientras sus ojos se abrían como platos, mirando a Donghae con sorpresa.

—Vaya, al gatito le han crecido algunas garras —murmuró.

—El punto no es para que yo disfrute del espectáculo, Hee—dijo Donghae de golpe—. El punto es, si tú te desnudas, mantendrás la atención lejos de mí.

—Es tu fiesta, tontito. Se supone que la atención esté puesta en ti.

Teukkie resopló una carcajada.

—¿Acabas de llamarlo…?

Hee interrumpió a su amigo pelirrojo.

—Sí, un tontito. Está totalmente justificado a este punto de la conversación. Además, no creo que ustedes dos entiendan la ira que padecería del Alfa de la manada China por incluso quitarme los zapatos y balancear mis pequeños lindos dedos del pie a todo el mundo.

Esta vez Donghae y Teukkie rieron juntos.

—Hombre, eso sería totalmente un momento Mastercard… invaluable.

—¿Quién dijo que tus dedos eran lindos? ―añadió Donghae.

—No seas insolente, Donghae. —Hee puso los ojos en blanco—. Sólo me pediste, a mí de todas las personas que me quite la ropa delante de al menos cincuenta personas, quizás más.

—Hee, jugaste strip póker con el enemigo. Le enseñaste tus bienes a tu aún no del todo compañero frente a los otros machos de nuestra manada, tu…

Hee chasqueó los dedos delante de la boca de Donghae con un:

—¡Shh!

—Esa era el viejo Hee. Este es el nuevo y mejorado, acoplado Hee—dijo él, la expresión de su cara desafiándolos a contraDecirlo, y, por supuesto lo hicieron.

—¿De verdad quieres que resalte el hecho de que te vi corriendo a tu habitación en el medio de la noche, hace apenas unos días… en ropa interior?

Hee aplaudió, riendo.

—Oh, hombre, deberían haber visto su cara. Pensé que me iba a matar.

Esta vez, Donghae y Teukkie cruzaron los brazos sobre el pecho, reteniendo sus propias sonrisas.

—Está bien, está bien. Así que tal vez todavía tengo una tendencia a correr en menos de la vestimenta aceptable. Aun así, esto es algo grande, me deberías en serio, como, el nombre de tu primer hijo después de lo que me pides.

—Está bien —dijo Donghae con entusiasmo—. Las posibilidades de que me quede embarazado son casi nulas, así que puedo ir con eso. Y por supuesto, si se trata de un niño, no tendré que nombrarlo como tú.

Hee chasqueó la lengua a Donghae.

—Oh, ingenua cosa dulce. ¿Crees que algo tan pequeño como el sexo de tu hijo conseguirá sacarte de nombrarlo como yo si hago esto por ti? —Negó mientras daba pasos lentos hacia al sanador de ojos oscuros—. Oh, no, joven gitano. Le pondrás mi nombre. No me importa si es tan evidente como Si-yo-soy-el-chico-llamado-Heechul. Pero escucha bien esto, voy a firmar la perdida de mi libertad por simplemente sugerir que me voy a desnudar. Voy a tener que observar a mi oh-tan-posesivo compañero darme miradas asesinas mientras bailo sobre una mesa. Después voy a tener que enrollar mi pequeña cola peluda y correr por mi vida de dicho compañero posesivo. Por todo esto, me deberás.

Teukkie dejó escapar un silbido.

—Hombre, Siwon debe estar atándolo cada vez que se pasa de la raya. Normalmente está saltando a la oportunidad de ponerse loco en una multitud… mientras más grande, mejor.

Donghae estaba mirando hacia Hee con su boca abierta, pero asintió, reconociendo las palabras de Teukkie.

Hee dio un paso atrás y aplaudió una vez con una sonrisa.

—Así que, ahora que eso está arreglado, ¿cuándo comienza este baile?

Hyukjae se paseaba por su habitación como un tigre enjaulado, después de haber permanecido delante del espejo durante una hora mirando las marcas que ahora abarcaban más que sólo su hombro derecho y omóplato derecho. Las marcas se habían movido ahora hacia arriba por el lado derecho de su cuello hasta detrás de la oreja y abajo por su brazo derecho. Había un único remolino que apareció apenas a unos centímetros por encima de su hombro derecho, cerca de la clavícula. Estaba más sorprendido por eso que por cualquier cosa. Eso significaba que tenía el potencial de ser un Alfa. Las marcas del lado derecho revelaban su estatus dominante, pero sólo los Alfas tenían marcas en la parte delantera de sus cuerpos.

Su inclinación natural después de verlas fue de ir directamente a la habitación de Donghae y exigir que se vinculara con él, ahora. Pero, sorprendentemente, su lobo le había detenido y le recordó que él no era un lobo, era humano, y no entendería por completo su necesidad de reclamarlo. Así que después de detenerse a pensar en ello, se dio cuenta que después de todos estos meses de ver a Donghae y a sus amigos interactuar, los necesitaría a ellos mientras descubría que eran de hecho compañeros y con la evidencia física para demostrarlo.

Por supuesto, eso hizo a Hyukjae querer saltar arriba y abajo como un adolescente que acababa de acordar una cita con el chico de sus sueños, lo cual, hasta cierto punto, era exactamente lo que había sucedido. Sólo que esta cita iba a durar toda la vida. No tenía ningún problema con eso, pero había sabido toda su vida que iba a estar acoplado a alguien que la Gran Luna había hecho sólo para él. Donghae no era de su mundo, a pesar de haber vivido en él durante casi seis meses. Los seres humanos elegían a sus compañeros; los Canis lupis tenían un único compañero perfecto por ahí que llevaba la otra mitad de su alma.

Con esos pensamientos corriendo por su mente, Decidió darle un poco de tiempo. Bueno, hasta que su fiesta empezara. Luego tendría que enfrentarse a él. Una sonrisa perversa se extendió por el rostro de Hyukjae mientras pasaba una camisa de vestir verde profundo sobre su cabeza y la abotonaba, dejándola fuera del pantalón. Enrolló las mangas hasta la mitad del antebrazo. Luego se puso unos desteñidos jeans sueltos y tomó sus botas con punta de acero de color marrón.

Se miró en el espejo por última vez y pasó los dedos por su oscuro cabello desordenado. Encogiéndose de hombros, se dijo que para un barman lucía bastante bien.

Lo suficientemente bien.

Por último, silbando una melodía al azar, salió de su habitación, con una sonrisa con hoyuelos y todo, para cazar a su compañero.

Donghae se tensó al oír que llamaban a su puerta.

Había tratado de salir de su habitación con sus dos amigos, pero habían insistido en que esperara a Hyukjae. Su respuesta fue:

—¿Y si no viene por mí? ¿Qué tan tonto me vería?

Las respuestas de Hee Teukkie fueron idénticas, con un resoplido, poniendo los ojos en blancos, y un:

—Sí, buena suerte pensando que tu compañero no siempre vendrá a encontrarte.

Se acercó a la puerta, sabía que estaba a salvo con Hyukjae, pero nunca había tenido un novio. No suponía que el intento de su compañero de besarlo al empujar su lengua en su boca después de la escuela en el séptimo grado contara. Toda la cosa con los compañeros verdaderos parecía tan íntima en comparación con todo lo que sabía acerca de las relaciones.

Otro golpe lo sacó de sus pensamientos. Aprensivamente, agarró el pomo de la puerta y la abrió.

La contagiosa sonrisa con hoyuelos de Hyukjae lucía absolutamente devastadora en su hermoso rostro. Absorbió su apariencia y le gustó la forma en que no había cambiado quien era para su fiesta. No trató de verse elegante o ser algo que no era; dejó su camisa de vestir fuera del pantalón los cuales le quedaban a la perfección y una pequeña voz en su interior le susurró que estaba malditamente caliente. Llamó a esa voz su “Hee interior”.

Teukkie y Hee no sabían de su “Hee interior”, ese era su pequeño secreto cuando necesitaba un impulso de confianza.

Donghae le devolvió la sonrisa y se apartó para dejarlo entrar en la habitación.

—Te ves hermoso —le dijo Hyukjae mientras se acercaba. Donghae se dio cuenta, no por primera vez, que Hyukjae  no tenía ningún sentido de los límites del espacio personal, al menos no cuando se trataba de él.

—Gracias. —Sintió un rubor subir por su cuello—. Te ves guapo.

Él le guiñó un ojo.

—Bastante a la moda para un barman en Corea.

Donghae dejó escapar una pequeña risa.

—Lo prefiero a un traje.

—Excelente. —Hyukjae sonrió. Comenzó a dar vueltas a su alrededor lentamente, su sonrisa se volvió intensa y había un brillo perverso en sus ojos.

Donghae contuvo un corto jadeo cuando notó que estaban brillando.

—¿Tienes algo que enseñarme, Donghae mío?

Fue entonces que Donghae notó las marcas subiendo por el lado derecho de su cuello y las que se arrastraban por el brazo derecho desde debajo de su manga arremangada.

—Umm. —Donghae se inmovilizó.

—Mis marcas han cambiado. Seguramente te has dado cuenta. —Le estaba tomando el pelo y el tono de su voz le ayudó a relajarse.

Donghae movió el cuello de su camisa azul claro para que pudiera ver su espalda.

Un gruñido bajo salió de Hyukjae cuando se detuvo detrás de él. Casi saltó cuando sintió sus dedos como un susurro de seda contra su piel. Comenzando en la parte superior de su cuello.

—Tranquilo —le susurró cuando él saltó.

Donghae juró que podía sentir el oxígeno siendo succionado de la habitación a medida que el dominio de Hyukjae llenaba el espacio.

—Umm, Hyukjae —dejó salir Donghae a través de sus pulmones tensos—. Estoy más o menos corto de aire aquí.

Hyukjae inmediatamente se regodeó en su posesividad a la vista de las hermosas marcas, que subían por su columna como una vid. Tomó su camisa y la recolocó.

Su mano se posó en su cintura y siguió alrededor mientras la rodeaba para volver a estar delante de él.

—¿Tus amigos te explicaron lo que significan las marcas? —La pregunta fue suave.

Donghae asintió.

—Significan que soy tu compañero.