Marcado (T1)-10



—¿Conoces a Henry desde hace tiempo?
—Solíamos ir a verlo tocar cuando éramos niños, cuando estaba  dentro del punk. Kyuhyun, Henry y Jjong han sido mi círculo íntimo por un largo tiempo. A Jjong lo conocimos después cuando comenzó a trabajar en la tienda, pero todos somos como hermanos con otros appas.
Donghae se acomodó en el asiento de cuero y ajusté la calefacción cuando noté que estaba frotándose la piel de gallina en sus brazos.
—Debe ser agradable tener un montón de buenos amigos. Nunca fui de esa forma.
Lo miré por el rabillo del ojo.
—¿A qué te refieres?
—Soy tímido y extraño. Nunca sé cómo solo hacer amigos así. Me molestaban un montón en la secundaria. Eunhyuk era mi único amigo real y ahora solo Zhoumi. Tengo dificultad en dejar a la gente acercarse, supongo que porque he visto cuan doloroso es cuando la gente que es más cercana a ti son los que te decepcionan constantemente.
—¿Y qué sobre yo y Siwon?
—¿Qué sobre ti?
Kyuhyun gimió desde atrás y miré sobre mi hombro con recelo. No sonaba bien.
—¿Qué sobre nosotros, estábamos allí también, no éramos tus amigos?
El hizo un pequeño sonido de zumbido que inmediatamente partes vitales de mi anatomía notaron.
—Siwon siempre ha sido como un hermano grande, cuidaba de mí, me molesta, intenta mantener las cosas que me hieren y me causan dolor a raya. Tú, bueno tú siempre fuiste algo más, no un amigo, no un hermano, solo algo más.
—¿Es eso malo, ese algo más?
Sentí más que vi su encogimiento de hombros.
—Lo ha sido, y luego a veces no lo es. —No sabía qué hacer con eso  así que dejé el tema. Manejé el resto del camino manteniendo un ojo en el camino y un ojo en Kyuhyun que estaba haciendo sonidos cada vez más fuertes de aflicción en la parte trasera. Cuando llegamos al apartamento miré a través de de la camioneta hacia Donghae pero estaba doblado hacia atrás del asiento frotando la cabeza pelada de Kyuhyun y diciéndole palabras tranquilizantes.
—Oye no sé cuánto va a tomar llevarlo, tú puedes solo quedarte y si quieres que te lleve a casa o lo que sea, lo haré.
El me miró sobre su hombro y levantó una ceja.
—Hyukjae, está bien. No es como si no supiera cómo terminas en el  estado en el que estás normalmente los domingos en la mañana. Como te dije solo tengo que trabajar el domingo alrededor de las diez, en tanto hagas que eso ocurra estamos bien.
En una pérdida de palabras solo lo miré durante un momento antes de que el balbuceo de Kyuhyun me hiciera moverme.
—¿Siempre has sido así de asombroso?
El cerró todas las puertas detrás de nosotros y me ayudó a arrastrar a Kyuhyun por las escaleras. Noté que no respondió mi pregunta, pero sí le  consiguió a Kyuhyun un enorme vaso de agua y buscó alrededor en mi baño hasta que encontró algunos analgésicos. Dejó ambos en el lavamanos de mi baño en el pasillo que Kyuhyun usó y me dio una mirada intencionada.
—Ven a buscarme cuando hayas terminado.
Maldije en una larga letanía en voz baja mientras ayudaba a Kyuhyun a quitarse su térmica y jeans. Estaba contemplando el empujar su trasero en una ducha fría cuando el tequila comenzó a tomar venganza. La cabeza tatuada desapareció dentro del inodoro y pasé la siguiente hora asegurándome de que no se desmayara y alternativamente metiendo líquidos por su garganta y saliendo del camino cuando salían de vuelta. Cuando estaba finalmente seguro de que no iba a enfermarse más lo llevé a su cama y me aseguré de que estuviera boca abajo antes de hacer una rápida limpieza del baño y de mi mismo, y luego fui a buscar a Donghae.
La puerta de mi habitación estaba medio abierta y él tenía mi televisión encendida. No estaba seguro de qué iba a encontrar, la parte más sucia de mi imaginación tenía todo tipo de interesantes escenarios dispuestos pero no me esperaba ninguno de ellos.
Donghae tenía mi King desmontada hasta el colchón y estaba haciendo algún tipo de trabajo de cambiar toda la ropa de cama. Sus locos zapatos azules estaban en el centro del suelo viéndose completamente fuera de lugar junto a mi camiseta descartada y jeans y mientras me apoyaba en la entrada todo lo que podía hacer era observarlo. Parecía estar teniendo algún tipo de conversación con él mismo pero estaba murmurando demasiado bajo para escuchar lo que estaba  diciendo. Esperé cinco segundos completos para que levantara la mirada o me notara mirándolo pero nunca lo hizo, así que pregunté:

—¿Qué estás haciendo? —Lo que la hizo saltar como medio metro   en el aire.
Puso una mano en su pecho y tuvo la buena voluntad de lucir un poco culpable.
—Cambiando tus sábanas.
—¿Por qué?
—Uhh… ¿Por qué?
—Sí, Donghae ¿por qué estás cambiando mis sábanas a las casi tres en punto de la mañana?
Fue salvado de responder cuando el celular sonó desde su bolsillo. Tuvo una breve conversación con quien supuse que era Zhoumi y dejó el teléfono en la mesita de noche junto a la cama. Recogió el borde de mi edredón y comenzó a alisarlo de vuelta sobre la gran cama.
—Zhoumi consiguió un aventón a casa, supongo que tu amigo en la banda lo recordó de El Panda y le ofreció llevarlo.
—Eso está bien, sin embargo Henry no es exactamente conocido por ser del tipo de un joven así que espero que no esté leyendo nada en eso.
—Como dije Zhoumi puede cuidar de sí mismo y honestamente tú no eres realmente conocido por eso tampoco —movió su mano hacia la cama—, así que estaré maldito si voy a dormir o hacer algo más en una cama que ha tenido más visitantes que DIA sin cambiar las sábanas primero. —Su labio inferior salió y sonó levemente desafiante.
—Donghae. —Me moví fuera de la entrada, asegurándome de cerrarla y girar el seguro en mi camino hacia él—. Nadie ha estado en esa cama desde ti. Te dije que sabía ese sábado que algo que era diferente estaba pasando entre nosotros.
Donghae tembló un poco mientras me acercaba y pude ver pura vulnerabilidad en sus ojos. Era aterrador saber cuán fácilmente podía herir a este chico y cuan desesperadamente no quería que eso pasara.
—No sé como hacer esto contigo, Hyukjae. Me lancé borrachamente a ti y tuve suerte de que estuvieras dispuesto a atraparme, pero sobrio es difícil mirar esa cama y no ver a cada chico que ha estado allí antes que yo, a veces más de uno a la vez.
El intentó aligerarlo pero podía escuchar la genuina melancolía pintando su tono. Puse ambas manos en su rostro e incliné su cabeza hacia atrás para que estuviéramos frente a frente.
—No puedo cambiar el pasado, Nemo, nada de eso. No puedo hacer que ninguno de esos jóvenes o el hecho de que los viste los domingos por la mañana algunas veces se vaya, no puedo traer a Eunhyuk de vuelta o volver en el tiempo y no llamarlo por un aventón esa noche. Hay probablemente  un millón y uno de remordimientos que tengo y si van a estar entre nosotros o en la cama entonces paremos ahora porque no voy a combatir por mi pasado cuando mi futuro está finalmente comenzando a ser algo en lo que quiero invertir.
El levantó sus manos y agarró mis muñecas, primero pensé que iba a alejarme pero no lo hizo. Se inclinó hacia adelante y dejó que su frente se apoyara en el centro de mi pecho.
—Hyukjae si esto va mal va a ser tan, tan malo. —Su voz era solo un  ronco susurro contra mi pecho.
—Verdad, pero si es bueno va a ser muy, muy bueno. —Cavé con mis dedos a través de su cabello y dejó que sus manos cayeran en mis hombros. No éramos una pareja perfecta, él era más bajo que yo y tenía que  admitir que sabía que lógicamente hacíamos un extraño par, físicamente, pero había solo algo sobre él, algo sobre la manera en que se curvaba en contra de mí, la manera en que suspiraba mi nombre como una oración, la manera en que olía a sol y dulzura y todo delicioso envuelto en una mordida que hacía que nada de eso importara y lo hacía el único que podía recordar querer sostener por más que un breve momento de un minuto.
Comenzó a tirar mi camiseta sobre mi cabeza y reí un  poco cuando se enojó cuando se atascó en mi puntiagudo cabello. Me hizo una cara y la lanzó sobre su hombro al suelo. Usó un dedo para tocar la punta delantera del halcón con clavos y levantó una ceja.
—Luces caliente con un mohawk, Hyukjae pero debo decir que éste cabello es más problema de lo que vale. —Trazó sus manos sobre mis costillas  y se detuvo para mirar el trabajo de arte impreso allí. En un lado había una parca que corría desde debajo de mi axila hasta sobre mi muslo, en el otro lado había un hermoso ángel y en medio de ellos en mi espalda había una masiva cruz gótica que iba de omóplato a omóplato y terminaba en mi coxis, desplazándose de hombro a hombro en un cartel elegante estaba “Eunhyuk” en escritura negrita. Tenía más piel con tinta que sin y cuando normalmente no pensaba sobre eso, estar desnudo junto a él en toda su pálida y perfecta piel parecía levemente abrumador. Sus manos se movieron más abajo y antes de que siquiera lo hubiera besado estaba jugando con mi broche del cinturón.
—Eunhyuk habría amado esa pieza ¿sabes? Siempre solía decirme que estaba tan feliz cuando comenzaste a tatuarte. Dijo que alguien teniendo el mismo rostro que el suyo siempre era demasiado extraño, pero entonces comenzaste a lucir tan diferente, estaba feliz de que fueras tú porque no había forma de que él pudiera tolerar sentarse lo suficiente para obtener algo hecho.
Era verdad. Eunhyuk siempre se estaba moviendo, siempre jugueteando y moviendo nunca habría sido capaz de sentarse lo suficiente para una sesión y cada vez que había llegado a casa con una nueva pieza que quería lucir, él había sido el primero en verla.
Si hubiera vivido lo suficiente para verme terminar mi aprendizaje me había prometido dejarme dibujarle algo, era uno de esos millones de arrepentimientos de los que había mencionado antes.
Donghae estaba haciendo un corto trabajo en mis pantalones y tuve la repentina necesidad de reducir la velocidad, así que lo levanté y lancé al centro de mi cama. Él rebotó torpemente y terminó esparcido en su espalda con piernas y brazos abiertos. Me quité las botas y dejé que mis pantalones cayeran el resto del camino, ya que típicamente solo iba a lo natural, cuando me subí sobre él estaba desnudo y él estaba todavía completamente vestido. Sus ojos se pusieron grandes porque puse mis manos bajo su camiseta y bajé para plantar un montón de besos por su garganta.
—Eres como buen whiskey, Donghae. Te subes a la cabeza de un tipo rápido y suave. La última vez pasamos rápidamente por un montón de cosas buenas, ¿por qué no andamos un poco más lento esta vez? —Dejé que mis dedos rozaran sobre su pecho y sentí su cuerpo tensarse. Dobló sus rodillas para que estuviera acunado entre ellas, encajábamos bien. Dejó que sus manos vagaran por toda mi espalda y sentí el borde de sus uñas enterrarse en mi piel y la presión de sus talones en  la curva de mi trasero, fue asombroso.
—Tenía miedo la última vez que si disminuíamos la velocidad para pensar, tú pararías y sentía que moriría si tú parabas.
Tenía mis manos bajo su camisa y él estaba haciendo pequeños sonidos de jadeo que me ponían más duro de lo que ya estaba. Le quité la camiseta sobre su cabeza y sellé su boca cerrada con la mía. Él no vaciló en devolverme el beso y decidí entonces que besar a Donghae era probablemente lo más cercano al cielo de lo que iba a llegar. Había solo la correcta cantidad de dar y tomar, solo la correcta cantidad de lengua y dientes, justo la correcta cantidad de sin aliento que me hacía ver estrellas y querer romper sus pantalones y seguir adelante como un pillo.
Él no estaba bromeando sobre gustarle la joyería en mi boca. Frotaba su lengua a través del piercing en el labio y frotaba su labio inferior por el aro en una manera que tenía mis ojos cerrándose y casi haciéndome olvidar que se suponía que le mostrara que  había montones de cosas buenas que habíamos saltado la última vez.
—Ves, no creo que hayamos pasado tiempo aquí. —Corrí mi pulgar sobre su pezón y observé cómo se fruncía instantáneamente con mi toque—. Eres tan bonito Donghae y no creo que siquiera conozcas la mitad de  ello. —Dejé que mi lengua corriera a través de la base de su garganta hacia abajo hasta que tenía una cima en mi boca. Sabía tan dulce como olía y la idea de que yo era el único que llegó a hacerle esto, Donghae era mío, solo mío lo hacía todo aún mejor.
Murmuró mi nombre y se arqueó mientras lo trabajaba bastante bien con mi boca en su pecho. Estaba ondulante debajo de mí acercándome con manos codiciosas y frotando contra la parte de mí que estaba completamente de acuerdo con él que iba a tener que ir lento. Dejé ir la piel que estaba torturando
—Ves, cosas buenas.
Él suspiró:
—Completamente. —Apoyé mi peso en un codo y tracé un camino desde su garganta a su ombligo. La tensa piel en su vientre,  tembló un poco cuando tracé un patrón alrededor. Me gustaba la manera en que mi piel tatuada se veía en contra de la suya; también obtuve una pequeña patada por el hecho cuando estiré mi palma en contra de su vientre, mi nombre fuera de un lado al otro clamando lo que estaba comenzando a considerar mío propio. Dejé que mi pulgar se  enganchara bajo la parte superior de sus pantalones y froté un patrón que lo hizo moverse de manera atractivo contra mí.
—Hyukjae. —Había un borde en su voz—. ¿Qué estás esperando?
—Nada. —Lo besé de nuevo y me tomé mi tiempo con ello quería que supiera que me afectaba tanto como yo parecía afectarle a él.
Normalmente cuando estaba con una pareja era todo sobre gratificación instantánea, no había construcción, sin anticipación. Quiero decir que me gustaba pensar que había desarrollado algunos buenos movimientos con los años pero también era un fanático de llegar a la línea final en el menor tiempo posible. No estaba allí para crear recuerdos. Estaba allí por un orgasmo bloqueador de mente y un minuto de paz, pero él era diferente. Con Donghae yo era diferente y esto pasando entre nosotros era definitivamente diferente.
Entré a sus súper ajustados pantalones y estaba sorprendido de encontrar que no se había preocupado con nada debajo. Levanté mi cabeza y  le sonreí.
—¿A lo natural?
Él se encogió de hombros y se movió un poco cuando mis dedos rozaron todas sus suaves y cálidas partes.
—¿Qué? Estos pantalones están prácticamente pintados y sin importar cuán pequeña es la ropa interior se muestran así que nada debajo era la única opción.
—Nunca te habría identificado con ese tipo. —Él jadeó mi nombre mientras hacía mi camino. Todo su cuerpo se encorvó arriba contra el mío y lo tomé por la espalda para mantenerlo allí y pegado  bajo mis atenciones. La fricción entre lo que estaba haciendo y sus pantalones ajustados  estaba  haciéndolo  temblar  en  mis  brazos  y  sabía  que  era     solo cuestión de tiempo antes de que se desmoronara en mis manos.— Eres siempre tan propio y contenido ¿quién sabía que debajo había tal chico travieso?
Donghae estaba resbaladizo y agitado, todas las cosas como quería que estuviera una pareja antes de que hiciera un dulce sonido de sorpresa y abriera sus ojos hacia mí. Sus manos se engancharon en mi cuello y me tiró hacia  abajo por otro beso enloquecedor justo antes de que lo sintiera desvanecerse.
Sonreí contra su boca y me moví para ayudarle a quitarse sus pantalones a pesar de que se estaba moviendo mucho más lento que yo. Una vez que estuvo desnudo como yo me tomé un minuto para apreciar la vista porque un Donghae desnudo era algo que apreciar y un desnudo luminosamente satisfecho Donghae era algo que artistas maestros matarían por capturar en sus lienzos.
Se inclinó sobre mí para sacar un condón del cajón. Me recosté en mi espalda y lo dejé subir sobre mí. Puse mis manos detrás de mi cabeza y solo observé como rompía el paquete con sus dientes y comenzó a alistarme. Era cuidadoso con ello y creo que asustado de poder lastimarme, pero era algo bueno que se tomara su tiempo porque la joyería abajo a veces dificultaba ponerse protección. Una vez que todo estaba listo y estaba lo suficientemente duro para martillar clavos me miró con aprensión y se apoyó en mi regazo.
—No creo saber cómo hacerlo de esta manera.
¿Y no era eso solo asombroso? Podía enseñarle a este hermoso, asombroso, chico patea traseros todo sobre el sexo y todo sobre la genial mierda en medio. Me moví para que él estuviera donde necesitaba estar y lo ayudé a descifrar cómo deslizarse y volver a subir.
Apreté mis dientes y dejé salir algunas maldiciones porque nada me tenía preparado para él tratando  de encontrar su ritmo. Mientras se movía arriba y abajo, moviéndose atrás y adelante y prácticamente volviendo mi mente papilla intenté mantener alguna pizca de control pero no tenía utilidad. Cuando lo sentí empezar a desvanecerse lo giré sobre su espalda y embestí dentro de él como si  estuviera intentando enterrarme en él para vivir por siempre. No pareció importarle mucho el movimiento, sus uñas rascaron por la parte rasurada de mi cabeza y sus pequeños dientes mordieron mi hombro. Tomó solo otra respiración antes de que lo siguiera sobre el borde y yacer en una destruida pila sobre él. Sentí sus manos sobre mis hombros y su voz ronca preguntar en mi oído
—¿Has sido siempre así de asombroso?


Estaba pasando un mal momento concentrándome en mi grupo de estudio, lo cual no era algo bueno porque todos  esperábamos  soportar  nuestro  propio  peso.  Yo  era  bastante bueno con anatomía por lo que no estaba muy preocupado en retrasarme pero no quería que nadie más quedara retrasado porque yo no podía mantener la cabeza en el juego. Intentar encontrar tiempo para trabajar en Hyukjae con mi ya ocupada agenda estaba resultando ser una tarea desalentadora y frustrante.
En las últimas dos semanas solo había conseguido exprimir dos citas de almuerzo cuando él tenía tiempo entre los clientes, un viernes a la noche donde se acercó a la barra con sus amigos y lo pasó conmigo hasta que me fui, y el subsecuente sábado a la noche que claro llevó al domingo por la mañana, pero yo tenía que trabajar por lo que el domingo fue solo un breve beso de despedida y luego estaba dirigiéndome hacia la puerta. Hablamos por teléfono y nos mensajeamos de ida y vuelta, pero no era suficiente para mí y ahora que yo estaba durmiendo con él sobre una base regular no era bastante para mí, que quería más que nada rodar por la cama con él en cada oportunidad que tuviera.
Me estaba ruborizando por el recuerdo particularmente caliente cuando alguien tuvo que tocarme en el hombro para llamar mi atención. Estoy seguro de que mi cara estaba de un brillante rojo así que me aclaré la garganta y me abaniqué con el bloc de notas que estaba usando para tomar notas.
—Lo siento, ¿qué preguntaste?
Él repitió la pregunta y me tropecé a través de una respuesta, diciéndome que tenía que mantenerme enfocado durante la restante hora de la sesión. Mi teléfono salió un par de veces de mi bolsillo, pero como un buen estudiante de la universidad lo ignoré y apreté los dientes el resto de  la porción de preguntas y respuestas de la reunión.
Tan pronto como el tiempo terminó, reuní mis cosas y salí volando de la habitación que estábamos usando para la reunión. Fue grosero pero ni siquiera me molesté en despedirme de  mis compañeros. Quería ver lo que estaba en mi teléfono. A Hyukjae le encantaba enviarme sucios mensajes de texto cuando menos lo esperaba. Me hacían quedar sin aliento y tonto y no podía esperar para ver lo que este podría ser, solo que el nombre en mi teléfono no era de él sino de Sehun y eso me hizo querer lanzar el pequeño aparato al suelo.
Appá seguía insistiendo en una reunión familiar, afortunadamente su horario estaba tan ocupado que yo había podido evitarlo, y a Sehun por las últimas semanas, pero por el sonido de los mensajes que él había dejado ese ya no era el caso.
—Donghae, hablé con tu appa hoy. Le gustaría que te llevara a Mopko el sábado a la noche para cenar en el club. Le gustaría que te quedaras la noche allí y luego haremos una gran reunión en su casa el domingo para un brunch. Mis padres estarán presentes junto con varias personas influyentes.
Gemí en voz alta y me desplacé al siguiente mensaje.
—Sé que estás dudando de pasar tiempo a solas conmigo luego de mi errático comportamiento, pero te aseguro que mis intenciones son buenas. Todo lo que te ofrezco es un aventón.
Definitivamente no quería estar atrapado en un auto con Sehun por una hora y ciertamente no quería lidiar con mi appa por un fin de  semana entero, además de que el sábado por la noche había probado ser la única noche que realmente podía pasar con Hyukjae y estaba completamente seguro de que no quería renunciar a eso, pero no veía que tuviera una opción. Me mordí el labio y respondí que iba a estar allí, pero que conduciría yo. No existía manera de que fuera a ir a Mopko sin una vía de escape. Él me contestó que eso estaría bien y preguntó si no me importaría darle un aventón. Quise decir que no, pero   me   imaginé   que   no   dolería   nada   llevarlo   y   dejarlo.
Arreglamos encontrarnos en una panadería que estaba entre nuestras dos casas el sábado a la mañana y estaba a punto de apartar el teléfono cuando la cara burlona de Hyukjae me observaba desde la pantalla y no pude contener una sonrisa.
Zhoumi me advertía cada día que tenía que ser cuidadoso. Estaba enamorado de Hyukjae; Hyukjae no estaba enamorado de mí. Estábamos teniendo sexo, un sexo realmente increíble, que hace que el mundo se detenga pero él nunca, jamás mencionó algo sobre una relación o cómo se sentía, y mi compañero de cuarto estaba seguro de que yo me encontraba de pie en el acantilado de un desamor épico tan solo esperando a caer.
Por ahora yo estaba tomando lo que él estaba dispuesto a dar, o sea que era más de lo que jamás le había dado a nadie, pero en el fondo de mi mente sabía que no duraría por siempre y que con el tiempo algo entre nosotros iba a tener que cambiar o por lo menos ser definido en términos más claros como los que podría vivir.
—Hola tú, pensé que ibas a trabajar hasta tarde esta noche.
—Así es. También me estoy muriendo de hambre y preguntándome si ya has comido.
—No, acabo de salir de mi grupo de estudio y tengo que ir a trabajar  en un proyecto para mi clase de anatomía.
—¿Es algo que puedas hacer aquí?
Metí una hebra de cabello detrás de mí oreja y caminé con cautela en el estacionamiento congelado.
—¿En la tienda?
—Sí, tenemos Wi-Fi y está tranquilo, solo mi cliente y yo. Puedes agarrar algo de comida y luego trabajar por un par de horas hasta que yo termine. Podemos volver a mi casa más tarde si quieres.
Era algo que quería totalmente. Me mordí el labio y entré en mi auto.
—¿Estás seguro que puedes trabajar conmigo por ahí?, es decir, no quiero distraerte o algo así.
—Si bien eres mucha distracción, Nemo, mi cliente es un detective de cincuenta años retirado de homicidios que con mucho gusto chasquearía mi cuello si cago su trabajo. Es un tatuaje recordatorio en honor a su hijo, el cual murió en Afganistán así que aliméntame para que pueda hacer un buen trabajo y no me pateen el trasero.
Reí y sujeté el teléfono entre mi hombro y oreja. Nunca había estado en la tienda de Hyukjae, parecía como una línea de no cruzar en nuestra relación previa, pero tenía que admitir que tenía curiosidad de ver cómo se veía el interior de un salón de tatuajes real.
—¿Qué quieres que te lleve?
—No importa. No soy exigente, solo asegúrate que haya mucho de lo que sea que traigas.
—Muy bien, todavía estoy en la escuela así que dame media hora más o menos.
—Genial. —Colgó sin despedirse, algo que me volvía loco porque siempre lo hacía pero estaba aprendiendo que él tenía muchas rarezas que no había notado antes. Había mucho que estaba aprendiendo con respecto a él, cosas que me sorprendieron no haberlas notado con los años, como el hecho  de que él era tan buen amigo.
Lo había visto interactuar con Siwon y Eunhyuk  por lo que sabía que era confiado y amoroso con aquellos que le importaban, pero era de la misma manera con sus chicos. Kyuhyun y Hyukjae eran casi un equipo. Cuando uno hacía algo el otro hacía lo contrario instintivamente, vivían en sincronía, trabajaban en sincronía y era claro de ver que se tenían el uno al otro y de tan alto mantenimiento y complicado como era Hyukjae, tenía que admitir que era fascinante de ver.
Se hacían reír entre sí y se hacían enojar, Hyukjae era el detestable y Kyuhyun era el friki del aseo. Se cuidaban mutuamente de diferente manera, Kyuhyun tendía a ser más tranquilo y a dejar que las cosas pasaran, como el imbécil de enfrente de la calle tomando su espacio de estacionamiento a pesar de que estaba cubierto de nieve y frío, no le  molestaba lo suficiente para armar un escándalo, pero Hyukjae era un luchador nato, un cabeza caliente que se negaba a dejar que algo se calmara.
El sujeto en el lugar de Kyuhyun salió para encontrarse con que su auto había sido pintado con una elaborada escena de un gran dinosaurio púrpura tomando la cabeza de lo que parecía ser un pervertido Yoda sobre el capó, hecho de pintura lavable. Seguro que se puso furioso y quiso llamar a los policías pero Kyuhyun le había hablado de ello al señalar que pudo haberle embargado el auto lo que le costaría más que un viaje al lavadero de autos, mostrando que los chicos se equilibraban entre sí.
Me decidí por comida china porque podía agarrar una decente  variedad de cosas y me encantaba el pollo sésamo. Había cola y tuve que esperar por lo que pareció como una eternidad para conseguirlo. Fue cerca de una hora para cuando encontré la tienda y un lugar para estacionarme que no me llevara una hora para llegar caminando a la tienda.



5 comentarios:

  1. Ahhhh
    Oh si~ van genial!
    Hasta que aparece él otro y lo daña todo!!!
    Nooooo no aceptes ir!!! Nooooo
    Ahhhhhh

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  2. espero y se sigan conociendo como pareja

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    1. Una pareja tan dispareja... es un gran reto para ambos

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  3. Me encanta que poco a poco se vayan dando estos acercamientos... aunque hay que esperar que dira Hyuk cuando Hae le diga que se va de viaje con el tonto de Sehun.
    Gracias por el cap ^_^

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...