Sapphire Wolf (T3)- Final



El lobo que era Sooyeon agarró la pierna del pantalón de Hee y comenzó a tirarlo hacia lo más profundo en las montañas.
Lo arrastró constantemente por varios kilómetros hacia la profunda caverna que había encontrado. El loba puso a Hee boca arriba justo en el borde de la misma. Luego Sooyeon gradualmente volvió a su forma humana; tembló ante la pérdida de su pelaje, pero rápidamente se sacudió y agarró los cubos de orina de lobo que Hanheng había insistido que tomara, los cuales había escondido el día anterior.
Volvió al lado de Hee mientras éste comenzaba a gemir y a volver en sí.
—Diablos —gimió Hee.
—Lo siento, Hee. Lo siento, pero tengo que hacer esto. —Sooyeon empujó las piernas de Hee sobre el borde de la caverna.
Hee jadeó y sus brazos se estiraron temblando en busca de algo, cualquier cosa. Sooyeon le dio otro empujón y Hee se deslizó sobre el borde. Su estómago se raspó contra la piedra mientras que su camiseta se subía; sus uñas se rasgaron mientras trataba de agarrar algo para no caerse.
Hee se deslizó más y más, sus pies empujándose hacia cualquier roca que pudiera darle un punto de apoyo. Finalmente sintió una raíz que sobresalía y la agarró, aferrándose desesperadamente de esa cuerda vital. Él miró hacia arriba y apenas pudo ver a Sooyeon en la oscuridad, inclinándose sobre el borde, con un cubo de algo en la mano.
—¿Por qué haces esto? —preguntó Hee, su voz apretada del miedo y la tensión de sostenerse.

—No entenderías. —Sooyeon tenía lágrimas por sus mejillas—. Tienes a tu compañero. ¿Cómo podrías entender?
—Pruébame —gruñó Hee. Sooyeon limpió sus lágrimas.
—Estuve enamorado. Él era humano.
La boca de Hee cayó abierta.
—¿Y tu compañero?
—¿Qué pasa con él? —escupió Sooyeon—. No lo veo por aquí. ¿Y tú, Hee? Quién sabe cuánto tiempo tarde hasta encontrarlo. Podría tardar siglos, sin embargo, Junjin espera que viva solo, vacío.
—Él sabe que sólo tu compañero hará que el vacío desaparezca, Sooyeon —dijo suavemente Hee, tratando de razonar con el joven lobo enfurecido.
—Era feliz con Tyler. Me hacía reír. —Los ojos de Sooyeon se nublaron mientras que los recuerdos llenaban su mente. Luego su rostro se oscureció—. Junjin lo descubrió e hizo enviar a Tyler a los Estados Unidos. Me prohibieron verlo, o a cualquier otro ser humano. Ya no estar más bajo el mando de Junjin es la única manera en que puedo estar con Tyler.
—¿Lo envenenaste? —Los ojos de Hee se ampliaron mientras su respiración se aceleraba.
—No. Hanheng lo hizo. Hanheng accedió a dejarme unir a su manada, y si no encuentro a mi compañero entre ellos, accedió a dejarme ir a Estados Unidos para encontrarme con Tyler. Me dijo que tenía que deshacerme de ti. Piensa que al deshacerse de ti se estará encargando también del Beta. Siwon se matará por pelear contra la manada de Hanheng o morirá buscando tu cuerpo. También tiene planes para Kangin… se implementarán con el tiempo también.
Hee no podía creer lo que estaba oyendo. Sus brazos estaban cansándose y empezaban a temblar. Tenía que intentar que Sooyeon cambiara de alguna manera su opinión.
—Sooyeon, no tienes que hacer esto. Podrías dejarme ir y sólo marcharte. No se lo diré a nadie.
Sooyeon se rió.
—Hanheng me mataría si no terminara la tarea que me ha dado. Lo siento, Hee. De verdad me agradas, pero amo a Tyler, y no voy a desperdiciar mi vida esperando por un compañero que nunca podría encontrar.
Empezó a inclinar el cubo de líquido y Hee sintió nauseas mientras el hedor golpeaba su nariz un segundo antes de que el frío fluido lo empapara. Hee escupió y tosió, tratando de que no entrara en su boca.
—Lamento la orina, pero Hanheng insistió —le dijo Sooyeon mientras recogía otro cubo y lo vertía—. Dijo que cubriría tu aroma y que les llevaría más tiempo encontrarte.
Las manos de Hee comenzaron a deslizarse mientras que la raíz en la cual se sostenía empezaba a deslizarse por la orina. Trató de ahogar el grito que salió cuando se resbaló, ganando sólo su alcance en el último segundo.
—Harías cualquier cosa para estar con Siwon, Hee. Eso es lo que tengo que hacer para estar con Tyler.
—Siwon es mi compañero, Sooyeon. No es lo mismo. No estarás satisfecho con el humano. —Hee intentó otra vez, pero sabía que era inútil mientras Sooyeon se paraba.
—Me tengo que ir, no quiero que ellos vengan a buscarme. Ruego para que tu muerte sea rápida y así no sufras.

Hee miró arriba hacia la oscuridad, comprendió justo antes de que sus manos se deslizaran que iba a morir. Una lágrima se deslizó por su mejilla mientras que su agarre aflojaba en contra de su voluntad.
Gritó roncamente mientras caía. No fue tan profundo como pensó, la caída no duró mucho, pero no suavizó el aterrizaje. Golpeó el duro suelo y una vez más, la oscuridad asumió el control.


Donghae finalmente encontró la hierba de flor púrpura. Corrió, su linterna rebotando sobre el suelo. Ella cayó al suelo junto a la planta y comenzó a cavar para sacar la planta por la raíz. No sabía cómo lo sabía, pero sabía que tenía que tener la raíz unida para que el antídoto fuera potente.
Cavó y cavó, sus uñas cubriéndose de suciedad, y finalmente sacó varias plantas. Las metió en su camisa y comenzó a correr de nuevo. Cada vez más rápido se empujo a sí mismo, la urgencia por regresar llevándolo como una manada de lobos furiosos.
Donghae no le dio importancia a Sooyeon o Hee, pensó que eran chicos grandes y podían arreglárselas por sí mismos. Finalmente vió la masiva puerta de entrada de la finca. Mientras entraba deprisa por la puerta, y se precipitaba por las escaleras hacia la puerta principal, casi corrió contra Hongki.
—Umph —gruñó Donghae cuando se obligó a detenerse. Miró hacia el doctor—. ¿Sigue vivo?
—Sí, pero por muy poco —le dijo Hongki tristemente—. Quiero que hagamos esto en mi oficina. No quiero decirle a nadie lo que estamos haciendo, y cuando le demos el antídoto no le diremos a nadie que lo tenemos.
—¿Sabes quién lo envenenó? —preguntó Donghae mientras sus ojos se abrían más.
—No, pero tuvo que ser alguien en esa pequeña cena. Voy a tratar de hacer que Kangin y Siwon indaguen en la habitación, pero los dos están muy volátiles en este momento. —Hongki ladeó su cabeza a un lado—. Especialmente Siwon desde que se dio cuenta que su compañero ha desaparecido.
Donghae miró tímidamente al suelo.
—Él está fuera con Sooyeon buscando Wolfsbane.
Hongki asintió una vez e hizo eco de los pensamientos de Donghae.
—Bueno, son chicos grandes. Pueden arreglárselas solos. Ahora, tú y yo vamos a hacer el antídoto.
Hongki tiró de Donghae a la mansión y se apresuraron a su oficina.
Donghae sacó las plantas y le dijo a Hongki que le consiguiera un recipiente con agua caliente y algunos viales pequeños.
Hongki colocó los artículos en la mesa de laboratorio frente a Donghae.
—Esto es tan extraño —murmuró Donghae.
—¿Qué?
—Yo sabiendo qué es lo que tengo que hacer. Es como si alguien hubiera encendido un interruptor.
Donghae trabajó rápido, removiendo las hojas y sumergiéndolas en agua caliente. Llenó el recipiente hasta que todo lo que se podía ver eran hojas oscuras flotando en él. Tan pronto como el agua estuvo a temperatura ambiente, sabía que estaba listo. Tomó dos viales y los llenó.
Algo hizo clic cuando sostuvo los frascos en sus manos. Donghae cerró sus ojos y sintió la magia, esa era la única palabra que se le ocurría, fluyendo a través de él mientras invocaba las propiedades curativas de la planta. Su boca empezó a moverse mientras susurraba las palabras que aparecieron en su mente.
—Eres llamado la perdición del lobo cuando en realidad sanas. Te invoco hoy para buscar el veneno destinado a robar. Penetrar en el lobo y verter vida de nuevo en él. Dale fuerza a mi Alfa, no lo dejes caer.
Donghae abrió sus ojos y una sola lágrima se deslizó en uno de los frascos. De repente el líquido empezó a brillar de un color blanco puro.
—Está hecho —le dijo Donghae a Hongki resueltamente.
Hongki asintió. Sacó su celular y envió un mensaje a Siwon.
Hongki txt: En camino
—Vamos.


Siwon se paseaba, su lobo estaba preocupado y herido. Su Alfa estaba cerca de la muerte. El compañera de su Alfa estaba al borde la muerte. Y su compañero se había marchado sin siquiera un “nos vemos, bola de pelos”.
Hongki acababa de mandarle un mensaje avisando que él y Donghae estaban de camino con el antídoto. Ahora sólo tenían que orar para que funcionara, que Donghae realmente fuera un sanador, aunque parecía que si lo era. Pidió a todos que salieran excepto los miembros de la manada, y los demás salieron a la habitación donde sólo unas horas antes los Alfas se habían reído y burlado de sus manadas.
Siwon siguió mirando hacia abajo a los lobos a través de la puerta abierta, su lobo buscando al que se atrevió a herir a Junjin, pero su mente era un desastre, nublado con demasiados sentimientos. Estaría más tranquilo una vez que Heechul regresara. Una vez que estuviera a su lado, olfatearía al traidor.

Kangin tiró de Teuk a su regazo y envolvió sus brazos a su alrededor, tratando de controlar su temblor. Leeteuk estaba en shock, así como lo estaba él.
¿Quién haría esto, Kangin?
No lo sé, amor. Mi padre es muy poderoso, y con el poder vienen enemigos. Simplemente no pensé que fuera nadie de entre nosotros.
Teuk dejó a Kangin y caminó hacia la cama, subiendo junto a Hyesung. Tomó su mano y la sostuvo contra su corazón. Lágrimas bajaron por sus mejillas mientras miraba a la persona de la que había llegado a pensar como un appa luchando por cada respiración.
El es la persona más dulce que he conocido, Kangin. Tan desinteresado y amoroso. Teuk no pudo evitar el sollozo que forzó su camino desde su pecho. Se inclinó sobre Hyesung y rezó para que fuera perdonado, para que los dos fueran perdonados.
Kangin deslizó sus brazos a su alrededor. Una sola lágrima escapó de su mejilla, por sus padres y por su compañero. Tantas muertes en los meses pasados, tantas vidas desperdiciadas. Y ahora más serían tomadas. Ya sea la de sus padres o la del culpable del intento de asesinato.
Donghae y Hongki entraron a la habitación y Siwon cerró la puerta tras de ellos, dejando fuera a los otros. Donghae caminó tranquilamente hacia la cama y subió al lado de su Alfa, porque como el sanador de su manada, él realmente era su Alfa.
Las lágrimas amenazaban con extenderse al pensar en cómo había sentido el veneno en su sistema al presionar la mano hacia él antes. Era lento, filtrándose en sus células, matando, destruyendo.
Sacó los frascos de su bolsillo y se olvidó de la habitación a su alrededor mientras desenroscaba las tapas. Colocando una mano detrás de la cabeza de Junjin, se inclinó al frente y presionó el frasco en sus labios. Así como antes, las palabras que necesitaba decir fluyeron a través de su mente y de su boca. Susurró cerca de su oído mientras sostenía el frasco en su boca, esperando para derramarlo hasta que sus labios se separaran.
—Mi Alfa, escucha mi voz. Soy Donghae, sanador gitano de la manada Coreana. Llamo a tu lobo. Preséntate y cuida del hombre que alberga tu espíritu y protege tu manada. Acércate, lobo Alfa, y confía en que lo que te estoy dando es para sanar y no para herir.
Donghae vio como los labios de Junjin se separaron, y fue capaz de inclinar el antídoto en su boca. Rápidamente vertió el segundo frasco y lo miró tragar, cerrar su boca, y volverse inmóvil de nuevo.
Una vez más, se inclinó al frente y puso su frente contra la de él. Cerró sus ojos y ralentizó su respiración. Sintió al lobo revolviéndose debajo del hombre, herido, asustado y enojado. Temía por su compañero, siendo incapaz de sentirlo.
Donghae susurró en su mente.
«Él está aquí a tu lado, Alfa. Ningún daño vendrá hacia él si luchas. Lucha contra el veneno, deja que el líquido sanador se mueva a través de tu cuerpo. Si tú eres curado, él lo será.»
El lobo se asentó ligeramente. Donghae podía sentir el Wolfsbane moverse, buscando el veneno, como si se tratara de un ser vivo.
Descansa ahora, Alfa. Estás protegido, eres amado. Donghae se apartó y bajó de la cama. Sintió a su cuerpo hundirse, sin darse cuenta cuán extenuante había sido la curación. Miró a Siwon.
—Está funcionando. No sé cuánto va a tardar hasta que él despierte. Necesitan ser protegidos y vigilados.
—No habrán menos de cuatro lobos con ellos en todo momento. Vamos a rotarnos en turnos para que así todos tengan tiempo de descansar. —Siwon se giró hacia Kangin—. ¿Asumo que te quieres quedar?
Kangin asintió mientras sostenía a su compañero. Siwon se giró hacia los otros miembros de la manada.
—Donghwa, Kyuhyun, Yunho, ustedes tomarán el primer turno con Kangin. Tengo que averiguar en dónde diablos está mi compañero. —Se giró hacia Donghae—. Ven —demandó bruscamente.
Donghae se enderezó, reuniendo fuerza siguió al Beta fuera.
—¿Dónde está? —preguntó Siwon una vez que estuvieron en el pasillo, lejos de los oídos indiscretos.
—Fue conmigo y Sooyeon a los bosques para encontrar el Wolfsbane. Nos separamos y yo logré volver primero. Me imaginé que estarían justo detrás de mí —explicó Donghae rápidamente.
Miró al Beta luchando para controlar a su lobo.
—Voy a revisar su habitación. ¿Podrías conseguir a Hongki y a Zhoumi y buscar por él también?
Sin esperar por su respuesta, Siwon se giró y caminó rápidamente hacia la habitación de Heechul.
Siwon sabía antes de abrir la puerta que Heechul no estaba en su habitación. Entró de todas formas, necesitando su esencia a su alrededor.
Caminó hacia la cama y se sentó en el borde.
Sólo unas horas antes se había acostado con él en esta cama, sosteniéndolo, besándolo, mostrándole lo mucho que lo amaba y lo quería.
¿Cómo es que el día se había jodido tan rápidamente? Sintió su pecho apretarse mientras la oscuridad se filtraba.
Su Alfa estaba enfermo y la manada estaba débil por ello, su compañero estaba pérdido, y su lobo estaba al borde de la furia.
Las manos de Siwon temblaban mientras tomaba la almohada de Heechul y la empujaba a su cara. Tomó una respiración profunda y captó una pequeña cantidad de comodidad de la vainilla y canela que se filtró dentro de su propio ser.
Su mente vagó a hace mucho tiempo atrás cuando su corazón había estado en manos de una mujer, llena de vida y de coraje al igual que su compañero. Jiwon había sido una alegría para todos alrededor de ella y él la había perdido. Pensó que su corazón nunca se iba a curar de la pérdida de su hermana. Pero luego había conocido a Heechul, su compañero. Él llenó ese agujero y vertió vida donde la muerte había lentamente empezado a tomar lugar. Ahora no sabía dónde estaba, no sabía si estaba bien.
El corazón de Siwon se rompió y su lobo empujó hacia adelante a medida que un aullido lastimero se vertía desde el fondo de su alma. Mientras tomaba respiraciones profundas, tratando de calmar a su lobo y rehacerse, pudo sentir a su lobo estirándose, buscando el vínculo entre ellos que todavía tenía que consolidarse verdaderamente. Sus hombros cayeron.
“¿Tienes alguna idea de cuánto tiempo he esperado por ti?”. Su mente buscando por su propia voluntad. “Apenas acabo de encontrarte y ahora te estoy perdiendo”.
Luego en el silencio, Siwon lo escuchó.


Hee pudo sentir algo cálido y pegajoso corriendo en sus ojos. Levantó la mano para limpiarlo y un dolor agudo sacó un jadeo de él. Estaba todo negro como boca de lobo, ni siquiera podía ver la mano delante de su cara.
―Mierda ―gruñó. Se dio cuenta entonces de que probablemente se había roto el brazo. Se movió experimentalmente y sintió un dolor punzante en el costado. Heechul pensó por un segundo, tratando de recordar lo poco que pudo de primeros auxilios.
Bien, dolor en el costado, es difícil respirar. Probablemente se rompió una costilla, tal vez se perforó un pulmón. Excelente.
Rodó hacia un lado y fue capaz de levantar el otro brazo a la cabeza. Sintió una herida abierta, una que estaba derramando sangre por su rostro y sus ojos. Trató de ejercer presión, sabiendo que tenía que tratar de detener el flujo. Estaba débil, y se debilitaba cada vez más.
“¿Tienes alguna idea de cuánto tiempo he esperado por ti?”
Abruptamente, Hee se sentó y casi gritó por el dolor que atravesó su cuerpo.                                       No es posible, pensó.
―No acabo de oír eso ―dijo en la oscuridad. Cerró los ojos y esperó para ver si escuchaba más de la voz que necesitaba oír tanto como necesitaba aire para respirar. El corazón le latía con fuerza en su pecho, su respiración era superficial, y a pesar del frío, podía sentir el sudor chorreando por su cuello.
“Apenas acabo de encontrarte y ahora te estoy perdiendo.”
 Dejó escapar un lento suspiro, saboreando el sonido en su mente. Por fin, se dijo mientras las lágrimas corrían por sus mejillas frías, mezclándose con la sangre que seguía fluyendo. Por fin.
“¿Siwon?”  envió vacilantemente.
“¿Heechul?” La voz de Siwon era urgente, firme.
“¿Puedes oírme?” le preguntó, todavía incapaz de creer que estaban hablando a través de sus pensamientos. Había soñado, deseado, esperado y anhelado para que esto sucediera.
“Maldito infierno. Sí, puedo oírte. ¿Dónde estás? ¿Qué pasó?”
“No sé dónde estoy” le dijo él, tratando de recordar lo que había sucedido. “Está oscuro… y frío. El suelo se siente como piedras y tierra.”
“Heechul, ¿qué pasó?” le preguntó de nuevo.
“Es Sooyeon, Siwon. Hizo algún tipo de acuerdo con Hanheng. Siwon…”
 Su voz se hizo más fuerte mientras comenzaba a recordar lo que pasó, Sooyeon empujándolo en un agujero en la tierra. Vertiendo la orina sobre él, ahora, eso era algo que Hee honestamente podría decir que nunca había tenido que pasar en su vida. Dios mío, cómo había cambiado repentinamente su expectativa de vida.
“Kangin y Teuk, ellos están en peligro. Hanheng los quiere a todos muertos. Tienes que protegerlos.”
“Tengo que encontrarte” insistió  Siwon.
“¡No! Tienes que protegerlos. Si algo le sucede a Kangin, Teuk morirá. Lo mismo con Junjin y Hyesung. Siwon, tienes que asegurarte de que estén a salvo” declaró Hee.
“¡NO VOY A DEJARTE MORIR!” le rugió a través de su vínculo. “No me pidas esto, Heechul. No voy a perderte. No puedo.” Lo último salió como un susurro.
“Siwon, no estamos vínculados. Si algo me pasa puedes seguir y tener una vida. Teuk no puede. Si Kangin muere, se va con él. Eso no es aceptable. No tomaré su vida por la mía, ¿me oyes?”
Las lágrimas rodaban por su rostro implacablemente, mientras trataba de hacerle comprender que él no sería capaz de vivir consigo mismo si algo le sucediera a Teuk o Donghae.
«Vínculados o no, Heechul, tú eres mi compañero. Lo que pides va en contra de todo lo que soy. No puedo poner a otros por delante de tu bienestar. Le pides a un río que revierta su flujo y al fuego del infierno que se congele. Eso no es posible.»
La voz de Siwon estaba volviendo más y más un gruñido mientras trataba de hacerle comprender que como su compañero, no lo abandonaría.
“Entiendo. Esto es difícil para mí, también. Te amo, Siwon. Te he amado desde el momento en que te conocí. Te amo mandón, rabioso, gentil, cariñoso… Te amo de cualquier forma que vengas a mí. Yo quiero que tengamos una oportunidad, y tengo que creer que el destino no es tan cruel como para sólo darnos una. Tengo que creer que si no estamos juntos en esta vida, entonces en la próxima.”
Hee se esforzó para que su voz fuera fuerte. Él no iba a fingir que la idea de no volver a ver de nuevo a Siwon era el peor dolor que cualquiera jamás hubiera experimentado. Preferiría estar de vuelta en ese auto en llamas, sintiendo su carne ser chamuscada, que pensar que no había oportunidad de estar con él.
«Si tengo que hacerlo, entonces creeré lo suficiente por nosotros dos. Pero Siwon, si vienes por mí, nunca te lo perdonaré, compañeros o no. Si me amas, cliché como eso es, protegerás a esos que amo. Y si esta vida ha terminado para mí, entonces vive por los dos, y yo te esperaré. Te veré de nuevo. Te besaré, te tocaré, te amaré, Siwon. Si no es en esta vida, entonces en la otra.»
Los hombros de Siwon se estremecieron ante la fuerza de la emoción que rodó a través de él. No desde que su hermana había muerto había sentido tanto dolor.
Sólo que esto era peor, mil veces peor. Heechul no lo entendía. A pesar de que aún no estaban unidos por el vínculo de sangre, su conexión era fuerte. Ya sentía su alma rasgándose en dos ante el conocimiento de que había una posibilidad de que perdiera a su compañero.
“¿Cómo puedes pedirme esto a mí? Por favor, Heechul. No lo hagas.”
“Es tarde” le escuchó susurrar.
 Siwon respiró hondo. Él se odiaba a sí mismo por eso, pero al final cedió, sabiendo que Heechul no aceptaría nada menos.
“Te amo. Los mantendré a salvo, pero iré por ti. Vivirás, ¿me oyes? Vivirás. ¡VIVE! «Por mí, princesa. Por favor, vive» “
“Hace tanto frío… ¿Siwon? Cuida de las personas que amo. Ese serías tú.”
Siwon lo sintió cada vez más débil, podía sentir su mente cerrándose. Se sentía tan impotente. Una vez más no fue capaz de salvar a la persona que amaba. Él apretó los ojos y cayó al suelo. Su vínculo finalmente se había abierto, y por unos breves momentos lo había sentido. Sentido todo de él. Ahora sólo había oscuridad.
Momentáneamente se entregó al lobo que empujaba y gruñía para presentarse. Sus ojos brillaron, sus garras extendidas clavándose en la alfombra cuando sintió el dolor derramándose sobre él. Sus colmillos se alargaron mientras inclinaba la cabeza hacia atrás y aulló.
Levantándose, tembló con furia y arrancó la puerta y salió al pasillo. Atrapó un olor que casi lo hizo cambiar. Sooyeon, pensó. Bienvenido a casa, compañero de manada.
Siwon salió en una carrera, siguiendo su rastro. Lo llevó directamente a la habitación donde su Alfa y su compañera yacían a las puertas de la muerte.
Los lobos en la suite contigua se separaron mientras Siwon pasaba hecho una furia. Arrancó la puerta de sus goznes cuando la abrió.
Kangin, Donghwa, Kyuhyun y Yunho todos se adelantaron, gruñendo, preparándose para defender a su Alfa. Cuando se dieron cuenta que era Siwon y vieron la mirada en sus ojos, todos se echaron atrás y desnudaron sus cuellos. Sus ojos recorrieron la habitación y se echó sobre su presa.
Sooyeon se puso de pie al lado de Donghae, las lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó a él lentamente, dejándole ver su destino acercándosele.
Siwon lo agarró por el cuello y lo levantó del suelo, con la espalda contra la pared.
―¿¡DÓNDE. ESTÁ. Él!? ―gruñó en su cara. Sooyeon cerró los ojos mientras trataba de luchar contra la compulsión en la voz de su Beta.
Sooyeon sabía que si le contaba a Siwon lo que quería saber, los lobos de Hanheng lo destrozarían miembro a miembro. Lo sabía porque eso es exactamente lo que Hanheng le había dicho que sucedería. No sabía por qué había regresado, debería haberse largado simplemente, pero él pensó que eso la haría parecer culpable. Obviamente no había importado.
Sabía que Siwon lo mataría, pero él sería misericordioso y lo haría rápido. Hanheng lo torturaría. Se mordió el labio hasta que empezó a sangrar, luchando por respirar mientras la mano de su Beta se apretaba.
―Respóndeme, Sooyeon.
―No puedo, Beta. Él me matara ―susurró.
―Tú ya estás muerto. Estabas muerto al momento en que dañaste a mi compañero, al momento en que te atreviste a tocar lo que es mío. Estabas muerto el momento en que accediste a llevarlo a la muerte.
―No me vayas a torturar. Por favor. ―Sooyeon abrió los ojos y miró a Siwon―. Yo sólo quería estar con él. Junjin no me dejó.
Los ojos de Siwon se ensancharon cuando sus palabras penetraron.
―¿Hiciste esto por un humano? ¿Por un hombre que no es nada para ti?
―YO LO AMO. Él es algo para mí. ―Sooyeon se estremeció con su dolor y pena.
―Si no vas a hablar, entonces no tengo ningún uso para ti ―le dijo calmadamente Siwon.
Sooyeon asintió, aceptando el destino que había elegido. Miró a los ojos de Siwon una vez más, sabiendo que era la última cosa que vería alguna vez.
―Dejo constancia este día que Sooyeon rompió ley de la manada y lastimó a uno de los suyos. Intentó asesinar a mi compañero y traicionó a su Alfa. Es por eso que él muere el día de hoy.
Siwon miró al joven que había visto crecer desde sólo un cachorro. Los ojos de Siwon se suavizaron brevemente
―Esto no es fácil para mí. No podemos permitir la traición en la manada. Una manada es tan fuerte como la lealtad que la mantiene unida.
―Lo siento.
Retorció su mano bruscamente hacia un lado, rompiendo su cuello antes de que pudiera continuar. No quiso prolongar su muerte y él no quería oír sus excusas. No mientras su compañero se estaba muriendo.
―¿Está todo bien? Me pareció oír…
Siwon se volvió ante el sonido de la voz de Hanheng. Los ojos de Hanheng se abrieron en shock mientras miraba desde Siwon al cuerpo a sus pies. En ese momento, supo que había sido descubierto. Cuando Siwon gruñó y se abalanzó, Hanheng cambió en medio del aire y corrió directamente hacia la ventana de cristal, lanzándose a través de ella.
Siwon se detuvo a media zancada cuando el poder se envolvió a su alrededor.
―Siwon, ven a mí.
Siwon sintió el poder de su Alfa rodeándolo, ofreciendo una resistencia y comodidad. Trató de luchar contra ello, pero incluso en su estado de debilidad, Junjin era fuerte. Se dio la vuelta, sus piernas moviéndose sin su permiso. Se acercó a la cama de Junjin y se dejó caer sobre una rodilla.
―Alfa. ―Siwon desnudó su cuello mientras temblaba por el control.
―Ábrete a mí ―le instruyó Junjin.
Junjin y Siwon habían hecho esto sólo en otra ocasión. Era una habilidad que solamente un Alfa y Beta compartían, una forma de transmitir los recuerdos si el otro cayera. Siwon cerró los ojos y se obligó a respirar con calma. Junjin puso la mano en la frente de Siwon y observó las imágenes y sonidos que se derramaron desde la mente de su Beta a la suya propia.
La habitación estaba en silencio mientras el resto de la manada observaba, paralizados por los acontecimientos que acababan de desarrollarse, que aún no habían entendido.
Cuando hubo terminado, Junjin abrió los ojos y se encontró con los de Siwon.
―Él está vivo.
―Sólo apenas. ―La voz de Siwon era apenas un susurro.
―¿Puedes escuchar sus pensamientos? ―Los labios de Junjin se curvaron ligeramente, feliz de que el vínculo de su Beta con su compañero finalmente se hubiera formado.
―Lo hice. Pero ahora está en silencio, oscuro.
―Eso podría significar que está inconsciente.
Siwon asintió, incapaz siquiera de considerar la alternativa.
―Vamos a encontrarlo, Beta ―le dijo Junjin con firmeza.
Siwon se levantó. Su lobo estaba todavía en la vanguardia, sin poder descansar, incapaz de pensar en otra cosa que la búsqueda de su compañera.
―Si… ―Siwon tuvo que aclararse la garganta antes de poder continuar―. Si él muere, tendrás que matarme.
Junjin asintió una vez, luego añadió.
―Él no morirá.
Siwon cerró los ojos.
―¿Cómo puedes estar tan seguro?
Junjin rió entre dientes ligeramente.
―Nadie tan feroz como Heechul Kim se iría silenciosamente en la noche.


Siwon reunió cuerdas, linternas y agua. Hyukjae estaba esperando junto con Kangin, Donghwa y Yunho.
—La manada de Hanheng se largó con él —anunció Kangin.
Siwon gruñó.
—Vamos a tratar con él una vez que Heechul esté a salvo.
—Junjin y Hyesung están bajo vigilancia. Deben estar lo suficientemente seguros aquí, por ahora. —Las palabras de Yunho fueron arrasadas cuando gritos estallaron desde el pasillo.
Los cinco machos corrieron hacia los gritos y chillidos. Zhoumi corría hacia ellos.
—¡FUEGO! Han puesto la mansión en llamas.
Siwon siguió moviéndose hacia las habitaciones que ahora tenían humo saliendo de ellas.
—Zhoumi asegúrate de sacar a Donghae y Hongki. —Les dijo Siwon mientras seguía corriendo. Luego se volvió hacia los machos corriendo a su lado—. Vayan a través de las habitaciones y asegúrense que todo el mundo esté fuera —gritó él por encima del rugido de las llamas.
El fuego estaba engullendo todo en su rápido trayecto, demasiado rápido, como si algo le diera poder.
Más gritos llenaron la mansión y, una vez que las habitaciones superiores habían sido comprobadas, se dividieron a través del resto de la casa.
—¡Saquen a todo el mundo, ahora! Kangin, tú vienes conmigo. Vamos a buscar a Junjin y Hyesung.
Siwon estaba corriendo mientras gritaba sus órdenes. Gruñó mientras las llamas se arrastraban como demonios del infierno por las paredes.
—Algo en todo esto está mal, Beta. —Kangin expresó los pensamientos de Siwon en voz alta.
—Magia —murmuró Siwon—. Magia negra.


Hee luchó por respirar, entrando y saliendo de la conciencia. En algún punto intentó moverse, pero el dolor era tan grande que se había desmayado. Algo la había despertado, un ruido, tal vez. Estaba oscuro y muy frío.
Oyó un forcejeo muy por encima de él. ¿Un animal? ¿Una persona?
—¿Hola? —Su voz era ronca—. Por favor, ayúdame.
—¿Cuál es tu nombre?
Hee oyó la suave voz desde algún lugar arriba y casi sollozó ante el sonido.
—Soy Hee.
—Hola, Hee. —La voz era tan calmante y reconfortante, que le daban ganas de acurrucarse en una pelota y dormir—. Mi nombre es Ryeowook…


Fin…


8 comentarios:

  1. Tengo tanto para decir que ni se pir donde empezar......
    Ya sé:HABEMUS VINCULO SICHULOSO tuvo que pasar una tragedia para que ellos pudieran confirmar su emparejamiento.
    Gae yo sabia que vos podías salvar al alfa.
    Hanheng no saldrás impune....
    Será que que también tendremos Yewook en el futuro???

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    1. Me fui pero volví, volví porque estuvo tan bueno el capítulo que lo leí de nuevo y hete aquí que después de la re leída caigo en la cuenta que dice final, FINALLLL,en que cabeza cae dejarnos así de vestidas y compuestas

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  2. ¡QUE ME MUERO! Ajdkwbdksbf, a juzgar por el final esto tiene un libro más. ¡Y estoy ansiosa por leerlo!
    Ha sido una excelente historia. La de Kangin y Leeteuk la he leído tanto en verdad me encantan.
    Esperaré ansiosa por la siguiente temporada. Abdksbidw.

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  3. Noooo por que se tiene que quedar en esto T.T.... Hangeng cobarde awww necesito la siguiente temporada me preguntó quien será los protagonistas eunhae, yewook o.o

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  4. Ahhh!!!!
    Noooooo Hee!!
    Ah! Lo único bueno es que el traidor murió a manos de Siwon!
    Maldita sea!!!
    El vínculo! El jodido vínculo apareció!!!
    Ahhhhh
    No lo puedo creer!
    Y Hae~ ahhh salvo al Alfa!
    Esto es genial!
    Ahhh
    Noooooo
    Siwonshis! Busca a Hee!!
    Wookie!? Tú qué haces ahí!???
    Ahhhhh
    Cómo que fin???
    CÓMO QUE FIN!??
    EN SERIO????
    NOOOOOOOOO
    TT___TT

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  5. Aaaah!!!! Porque lo dejas ahi!!!
    Yaa aparecio mi wookie!! 😁😁
    Me encanta esta adapt!!

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  6. Estoy igual que cuando termino la primera del KangTeuk....al menos ne qyeda en consuelo saber que todos estan buen y que hay más.
    Tuvo una muerte apasible...pobre,porque con todo lo que hizo...no pudo hacer lo que de verdad queria.
    Ya se pueden comunicar....*0*
    Espero no haya sido solo en ese momento de desesperacionn...queremos más

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  7. Han pasado 6 años y estoy releyendo esto a la 1am pese a que tengo que ir a trabajar mañana, pero no puedo, necesito volver a leer el siguiente

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...