Sapphire Wolf (T4) 2



Siwon, Kangin y Hyukjae vieron como los cuatro vehículos, cargados más allá de su capacidad, se dirigieron montaña abajo.

Siwon sintió un escalofrío atravesarlo mientras la temperatura parecía bajar de forma antinatural.
Miró en dirección a la mansión en llamas. Frunció el ceño al recordar cómo había visto al fuego engullir y devorar la estructura.

Definitivamente no es natural, pensó.

—Yunho —llamó Siwon a su compañero de manada—. Eres más viejo que yo. —Yunho asintió—. ¿Qué sabes de la magia negra?

El rostro de Yunho palideció al mirar justo a la derecha de los ojos de su Beta, para no desafiarlo.

—Proviene de brujas. —La voz de Yunho era tensa.

—Pensé que esos eran sólo cuentos —comentó Siwon, recordando las historias que otros compañeros
de manada compartían. Era muy parecido a contar historias de fantasmas, solo que los fantasmas eran
brujas que podían maldecirte para tener tres ojos o quedar sin lengua.

—Siempre hay algo de verdad en los cuentos —le dijo Yunho. Hyukjae y Kangin ahora estaban
escuchando con atención.

—¿Por qué quieres saber sobre las brujas y la magia negra? —le preguntó Kangin a Siwon.

—Había algo detrás de ese fuego. Podía sentirlo, como aceite corriendo por mi piel. Era grasiento y
espeso.

Kangin asintió.

—Estoy de acuerdo en que algo estaba en el aire. Algo maligno.

—No ha sido documentada una bruja en siglos. —Yunho estaba sacudiendo la cabeza—. E incluso
cuando hubo brujas, estaba… está, prohibido para las manadas emplearlas o buscar su ayuda.

—Bueno, es bastante obvio que Hanghen no está realmente obedeciendo la ley de la manada. Intentó
matar a nuestro Alfa y mi compañero, después de todo — gruñó Siwon entre dientes.

Los lobos esperando por el regreso de los vehículos se apiñaron con sus compañeros de manada,
buscando consuelo entre ellos. Siwon sintió el escalofrío de nuevo. Algo estaba mal.

Algo estaba viniendo.



—Quiero al engendro de Junjin aplastado en nada. —Hanghen se paseaba por el bosque un kilómetro
detrás de la mansión en llamas—. Sólo es un cachorro y ya ha encontrado a su compañero. ¡He estado esperando siglos!

Hanghen se volvió para mirar a la mujer que sostenía sus manos hacia el fuego, murmurando en voz
baja. Desdémona, o Mona, para abreviar, era una bruja muy poderosa. Una bruja que su manada había empleado durante varios siglos. Ella era la personificación del mal. Incluso su nombre, Desdémona significaba “del diablo”, testificando la oscuridad de su alma. Hanghen miró y esperó mientras ella continuaba llevando la mansión a su destrucción total.

De repente, ella dejó caer los brazos y se volvió hacia él, perforándolo con sus ojos, uno azul, uno negro, ambos llenos de malicia. Tenía el cabello largo, negro como la noche, con una franja de color blanco cerca de su cara. Aparte de los ojos raros, era una mujer hermosa, una hermosa mujer que cortaría tu corazón y se lo daría de comer a los lobos si te le atravesabas.

—Ya te lo he dicho antes, Hanghen, no puedo matar a distancia sin el alma del que quieres muerto. —Sonaba exasperada, como si hablara con un niño molesto.

—¿Qué puedes hacerle? Seguramente una bruja de cuatro siglos de antigüedad puede hacer algo —se
burló Hanghen.

—¡Cuidado, lobo! —susurró Mona—. Trabajo para ti, pero no voy a ser insultada.

—Mis disculpas. —Hanghen inclinó la cabeza y supo que sus palabras y postura la habían calmado.

—Así que, ¿estás enojado porque tiene un compañero siendo tan joven? —preguntó ella.

—Enojado es decir poco. Si no puedes matarlo, aléjalo de él.

Mona caminó un lento círculo alrededor de Hanghen, los brazos cruzados sobre su pecho mientras
hojeaba las maldiciones en su mente. Hanghen vio una sonrisa, tan malvada que podría hacer que los
demonios del infierno se acobardaran, extenderse a través de su malvada, aunque hermosa, cara.

—Tengo justo la maldición para encargarnos de nuestro pequeño lobezno.—Mona se frotó las manos juntas mientras sus ojos empezaban a brillar—. Nutrea uitat, amado olvidado, una maldición que eliminará sus recuerdos más preciados y lo devolverá al peor día que jamás haya vivido.

—¿Qué pasa si el peor día que jamás haya vivido fue cuando estaba con el mestizo? —preguntó
Hanghen.           

—Él es su recuerdo más preciado. Será borrado de su mente porque él supera todo. Así que con él fuera, su mente volverá a un momento antes de conocer a su compañero que fuera horrible para él —explicó Mona, pero el tono de su voz dejó en claro que no le gustaba tener que hacerlo—. Ahora, necesito que te mantengas en silencio. —Miró a Hanghen hasta que él levantó los brazos en señal de rendición y dio un paso atrás, apoyándose contra un árbol.

Mona se volvió hacia la mansión de nuevo y comenzó a buscar las fuerzas vitales de aquellos cerca. Podía sentir un fuerte jalón más allá de la mansión. Las manadas, decidió. Habían huido en dirección opuesta y estaban esperando.

Sonrió para sus adentros.

Las brujas se habían borrado de la mente de los Canis lupis hace mucho tiempo. Los lobos temían la
magia y trataban de ignorarla, pensando que simplemente desaparecería.

No somos tan fácilmente olvidadas, pensó. Les recordaré a los lobos, quién ejerce el poder y a quiénes deben inclinarse.

Mientras se centraba en el poder de los lobos comenzó a cantar.

“Tierra, agua, viento y fuego, Presten atención a mis palabras, cumplan mi deseo. Encuentren aquel cuyo nombre es  Kangin, Búsquenlo, hagan su reclamo. Aten sus recuerdos, pocos atesorados, Regrésenlo a sentir el dolor de nuevo. En su mente, misterios destapados, Arranquen al compañero que ha descubierto. Tierra, agua, viento y fuego, Escúchenme ahora, hagan como yo deseo.”

Mona siguió concentrándose, esperando que su hechizo impactara a su blanco.

—¿Funcionó? —preguntó Hanghen impaciente.            

—¡Shh! —gruñó Mona—. Voy a sentir cuando lo alcance.

Los segundos pasaron. El viento comenzó a levantarse y el cabello de Mona comenzó a azotar
alrededor de su cara. Sus ojos brillaron y la oscuridad pareció envolverla en un manto, acariciándola,
abrazándola como un amante. Cerró los ojos una vez más mientras un trueno resonaba a través del
cielo. Luego dejó escapar un gruñido atemorizante.

—¿No funcionó? ¿Qué pasó? ¡Habla, bruja! —gruñó Hanghen.

—Su Beta lo protegió. —Mona habló con los dientes apretados—. De alguna manera escuchó el
hechizo en el viento. Él no debería haber sido capaz de hacerlo.

—¿Qué vas a hacer ahora? ¿Se puede enviar otro hechizo a Kangin?

—Malditos lobos. —Mona se giró a Hanghen—. Hay leyes que atan nuestra magia. No podemos hacer lo que sea que queramos, lobo. La maldición golpeó al Beta en su lugar. ¿Dijiste que estaba acoplado?

—Sí, pero traté de asesinar a su compañero. No sé si está muerto de verdad, pero no lo creo. De la forma en que habló en esos últimos momentos en la mansión, él todavía estaba vivo pero herido.

—Entonces, ¿quieres al compañero del Beta muerto también? Maldito lobo. ¿Quieres a todos sus
compañeros asesinados?

Hanghen le gruñó.

Mona negó con la cabeza.

—Sólo espera.

Empezó a pensar en voz alta, trabajando a través de las posibilidades.

—Ahora el Beta ya no recuerda a su compañero. Justo ahora, él debería estar despertando. Recordará
el peor día de su vida y va a pensar que hoy es ese día. No puedo maldecir a Kangin ahora mismo. Ni
siquiera yo tengo el poder de mantener dos maldiciones como esta.

Malditas las leyes del destino con las que me han  atado.  Podría  maldecir  al  Beta  de  nuevo  para 
asegurarme  que su  compañero nunca sea encontrado… —Golpeó su labio con su uña larga—. Hmm. Eso tiene posibilidades. Si el Beta no puede encontrar a su compañero, entonces, el Alfa asignará a su hombre más confiable a la caza. Eso los dejaría expuestos y vulnerables. —Mona sonrió y se volvió hacia Hanghen—. El Beta será el único lobo capaz de encontrar a su compañero —anunció.

—¿Cómo eso va a ayudar? —Hanghen frunció su frente.

—No va a recordar quién es, tontito —le dijo, esperando a que consiguiera la obviedad de la situación.

—¿Y? —Hanghen se encogió de hombros. Mona se quejó.

—¿Me estás tomando el pelo? El universo desperdició una perfectamente buena cantidad de energía
en tu vida —murmuró—. Como su compañero, él sería capaz de usar su vínculo para encontrarlo. Si no lo recuerda, ni siquiera recuerda su esencia. Incluso si todavía puede escucharlo a través del vínculo, no va a confiar en la voz. Él no sabrá que ha conocido a su compañero.

Hanghen hizo un gesto de “Oh” con su boca.

—No tenemos que preocuparnos por el vínculo. Aunque estoy convencido de que son compañeros, no había señales de apareamiento —le dijo.

—Excelente. Así que, el único lobo que puede encontrarlo no puede recordarlo. —Mona se restregó las manos juntas como si limpiara la suciedad de ellas—. Eso se encargará de una pareja.

—¿Qué hay de las otras? —preguntó Hanghen.

—Junjin tendrá a sus lobos de mayor confianza buscando al compañero del Beta. Eso significa que
estarán por debajo de la protección de la manada. Susceptibles. Me dará tiempo para trabajar en algunos hechizos especiales para nuestro pequeño príncipe. —Ella sonrió con picardía.

Hanghen se estremeció.

—Me das escalofríos a veces.

—Eso es muy malo. Estaba de humor para cariñitos con la maldición y los asesinatos. —Mona lo
desestimó con la mano—. Dame el nombre del Beta y su compañero y luego quédate en silencio.      

—Siwon y Hee —le dijo Hanghen mientras volvía a su posición contra un árbol.

Una vez más, Mona buscó las fuerzas vitales. Específicamente, se enfocó en la que estaba llena de
confusión. Tan pronto como lo sintió, su lucha, confusión, dolor e ira rodó sobre ella.

—Ahí estás, pequeño lobito —murmuró. Centrada en el Beta, comenzó:

“Tierra, agua, viento y fuego,  Presten atención, cumplan mi deseo. Siguiendo la maldición dada este día, Continúa atando con lo que digo. Siwon, Beta, pareja de Hee, A pesar de que es, fuerte como diez, desentraña lo que su suerte ha tejido, Debía él buscarle, déjalo vagar. Ningún vínculo dominará lo que he forjado, Ninguna pareja va a encontrar si es buscada. Tierra, agua, viento y fuego, Vayan ahora, cumplan mi deseo.”

Sonrisas malvadas estiraron los labios de Mona y Hanghen cuando momentos después se oyó un aullido tan lleno de dolor que hizo a los vellos de sus brazos erizarse.



Siwon cerró los ojos y trató de no prestarle atención a los compañeros de manada a su alrededor. Había algo en el viento… como  un  susurro. Usando  su  audición  de lobo,  escuchó  con atención.

Ahí.

Ahí estaba… un canto de algún tipo. Las únicas palabras que pudo descifrar eran algo así como: “aten sus recuerdos”, y luego oyó el nombre  de Kangin. En ese momento, Siwon sintió que su lobo empujó, una necesidad primitiva de proteger a su príncipe impulsándolo adelante. Un trueno retumbó en el cielo.

Antes de que su mente humana pudiera incluso pensar, Siwon saltó en frente de Kangin. Un rayo de luz sobrenatural golpeó a Siwon en el pecho. La oscuridad lo consumió. Las luces se apagaron.

Kangin vio como su Beta, quien acababa de saltar delante de él, cayó al suelo. Yunho, Kangin, y Donghwa todos tomaron posiciones defensivas, escudriñando en la noche oscura, buscando el enemigo.

—Yunho, ¿qué le pasó? —llamó Kangin.

—Magia negra —gruñó Yunho—. Él ha sido golpeado con una maldición.

—¿Qué clase de maldición?

—No lo sabremos hasta que despierte. —Yunho se volvió hacia Hyukjae, quien gruñó mientras miraba a  su Beta inconsciente en el suelo—. Hyukjae, toma la posición de Donghwa. Donghwa, Kyuhyun y Kangin, rodeen a Siwon. Podría despertar salvaje y necesitar ser sometido. Kangin, como heredero de Junjin tú puedes hacer uso de su poder, al igual que Siwon puede. Hazlo si se torna incontrolable… no podemos tener a un lobo salvaje con su fuerza corriendo por ahí.

Los hombres se movieron siguiendo las órdenes de Yunho, contentos de tener un trabajo que hacer a
medida que sus lobos empujaban a tomar medidas. Justo cuando Siwon comenzó a moverse otro
destello de luz golpeó su pecho, empujándolo hacia atrás en el suelo.

La manada entera, así como los miembros de las tres manadas que quedaban esperando, comenzaron
a protestar y gruñir.

—¡No cambien! —gruñó Yunho cuando empezó a ver las garras y los colmillos de sus compañeros de manada descendiendo.

La noche permaneció tranquila salvo por los gruñidos constantes. Cada lobo estaba alerta, listos para
cualquier cosa que pudiera venir a ellos.

Varios minutos pasaron y Siwon comenzó a removerse de nuevo. Kangin y Donghwa lo ayudaron a
sentarse.

De repente, su cabeza giró bruscamente y los lobos vieron sus ojos brillantes y los caninos largos. Él alzó los ojos al cielo y dejó escapar un aullido atormentado. El poderoso dolor audible que llenó la noche puso a todos los lobos de rodillas. Aullidos salieron arrancados de sus pechos y sollozaron junto a su Beta, aunque no sabían por qué.

El aullido murió y Siwon se alzó en cuclillas.

—¡Jiwon! —gruñó. Miró a Donghwa, luego a Yunho—. ¿Dónde está mi hermana? La vi morir. La sostuve entre mis brazos hace unos momentos.

Yunho miró a Siwon, con el ceño fruncido mientras trataba de entender lo que el Beta estaba diciendo.

—¿Por qué está preguntando por su hermana? —preguntó Kangin.

Siwon le gruñó. Yunho se puso delante de Kangin, instintivo de su parte para proteger al lobo quien había estado a su cargo durante tanto tiempo.

¿Qué sabes de mi hermana, cachorro? —le gruñó a Kangin. Sus ojos seguían brillando.

El lobo de Kangin, siendo dominante también, empujó hacia delante para afrontar el reto. Sus ojos
comenzaron a brillar también. Un gruñido bajo retumbó en su pecho.

—Kangin, él sigue siendo tu Beta —le recordó Yunho.

Kangin cerró los ojos y atrajo su lobo de vuelta. Tomando respiraciones lentas y profundas, calmó a la bestia que le exigía demostrar su fuerza.

Yunho, evitando el contacto directo con los ojos, siguió viendo hacia Siwon.

—Siwon, ¿entiendes lo que te estoy diciendo? —preguntó en español. Era evidente que algo había
pasado a la memoria de Siwon.

Siwon entrecerró los ojos ante Yunho.

—Sí, te entiendo —logró decir. Finalmente, se puso de pie, el cuerpo tenso, las piernas abiertas, listo para la acción—. Te preguntaré de nuevo, Yunho, ¿dónde está mi hermana? ¿Quién diablos son todos estos otros lobos?     

Yunho relajó su postura, tratando de dejar ver a Siwon que no lo estaba desafiando.

—Ha pasado un siglo desde que tu hermana murió.

Siwon gruñó y, moviéndose más rápido de lo que el ojo podía seguir, agarró por el cuello a Yunho.

—¡Mientes! Sé lo que acaba de suceder. Siento el dolor de ella corriendo por mis venas, incluso ahora. ¿¡EN DÓNDE ESTÁ!?

Yunho levantó la mano para hacer retroceder a los lobos que se estaban acercando lentamente para
defenderlo.

—Siwon, tú me conoces. Somos compañeros de manada. ¿Alguna vez te mentiría?

Siwon escuchó a Yunho mientras sostenía la mirada del lobo, buscando cualquier engaño. Finalmente lo soltó y dio un paso atrás.

Yunho se contuvo antes de caer al suelo. Enderezando su ropa, habló con seriedad, pero con calma.

—Siwon, creo que has sido maldecido. Estamos en el año 2010. Hemos sido atacados por el Alfa de China y creemos que él está usando una bruja. Dos potentes luces te golpearon en el pecho y te noquearon. No sabemos de qué se tratan las maldiciones, pero tenemos a un sanador gitano que podría ser capaz de descifrarlo.

Siwon se dio la vuelta, cerrando a Yunho con sus ojos color ámbar.

—¿Un sanador gitano? ¿Desde cuándo tenemos un sanador gitano?

—Eso es lo que estoy tratando de decirte. No es 1910, es 2010. Cien años han pasado desde la muerte
de Jiwon.

—¿Cómo puede ser eso? —preguntó Siwon, sin hablar con ninguna otra persona—. Y, sin embargo,
incluso mientras estoy aquí de pie, recuerdos llenan mi mente que sólo podrían ser después de su tiempo. Conozco las cosas que existían en 1910. —Empezó a pasearse mientras trataba de resolver la confusión que enredaba sus pensamientos—. Pero también conozco todas las cosas que se han creado desde entonces. ¿Por qué siento que hoy es el día en que murió? Cada emoción en estado puro; cada sacudida de dolor; cada letal rayo de ira. Siento todo eso como si hubiera acabado de suceder.

Nadie respondió al monólogo de Siwon, mirándolo con ojos cautelosos.

—Nuestro aventón está aquí —habló Hyukjae, y todos se volvieron para ver a las dos Hummer y dos
furgonetas estacionarse.

Yunho volvió a mirar a Siwon para ver su reacción. Después de oírle decir que tenía recuerdos de lo que había sucedido tras la muerte de Jiwon, Yunho no estaba seguro de cuáles cosas serían nuevas para él. Pero Siwon no actuó sorprendido o confundido por los vehículos modernos.

Yunho se acercó más a su Beta a medida que los otros lobos comenzaron a subirse en los autos.

—Sé que estás confundido y dolido, pero has confiado en mí desde que éramos crías. Por favor, confía en mí ahora. Puedo llevarte a Junjin y Hyesung.

La cabeza de Siwon se alzó rápidamente.

—¿Los Alfas están aquí?

Yunho asintió.

—Iré contigo.

Siwon apretó los dientes mientras seguía a Yunho hasta los vehículos. Mientras subía, reconoció a
Donghwa, Minho, Kyuhyun, y Anton. Antes, había reconocido a algunos otros. Hizo caso omiso de los lobos que no reconoció. Podía sentir su dominio sobre ellos. Ellos no eran ninguna amenaza.

—¿Dónde estamos?

—Hemos estado en Busan durante casi una semana. Tuvimos un encuentro multi-manadas —respondió Yunho.

La frente de Siwon se arrugó mientras fruncía el ceño. Imágenes llenaron su mente, imágenes con agujeros negros en ellas.

—¿Por qué recuerdo esto?

—¿Qué recuerdas? —le habló Donghwa a su Beta por primera vez desde que Siwon había recuperado la conciencia.

—Recuerdo haber estado aquí. Recuerdo luchar con algunos lobos de la manada de China, pero no sé por qué. Recuerdo que me encerraron, pero no puedo recordar por qué. Hay estos oscuros espacios en blanco en mi memoria. — La voz de Siwon fue constante, aunque sus palabras se convirtieron en lacónicas a medida que su frustración aumentaba—. ¿Por qué no recuerdo algunos de estos lobos con nosotros? Puedo oler que son de la manada, pero no tengo ningún recuerdo de ustedes.

—Me gustaría tener respuestas para ti, Beta. Pero estoy tan perdido como tú —admitió Yunho.

Siwon se puso rígido.

—Yo no soy tu Beta, Yunho.

—Sí, lo eres. Te convertiste en nuestro Beta poco después de la muerte de tu hermana —ofreció
Donghwa.

—No tengo ningún recuerdo de eso. Seguramente me acordaría de algo tan importante como eso
—gruñó  Siwon.

El vehículo se quedó en silencio después de sus palabras, el único sonido era el zumbido del motor a
medida que viajaban por la montaña hasta el pueblo. Siwon miró por la ventana hacia la oscuridad… se sentía uno con esa   oscuridad.

Los lugares vacíos en su interior, y este dolor inexplicable que lo estaba desgarrando por la mitad, lo
arrastraban fuera de la luz. Cerró los ojos, en busca de cosas que ni siquiera sabía que había perdido.
Pero podía sentir que algo se había ido. Algo muy importante y sagrado para él se había ido.

Cuando llegaron a la aldea, Yunho vio a Teukkie y Donghae de pie delante de un gran edificio. La falta de luz en la calle dejaba al cielo brillando con un centenar de estrellas tan lejos como el ojo podía ver en todas direcciones. El edificio, una taberna, era de dos pisos y tenía un techo inclinado agudamente que brillaba por la nieve.

Sus ojos recorrieron de nuevo a los dos chicos acurrucados juntos para mantener el frío a raya.
Saludaron a los vehículos acercándose.

Después de salir del auto, Kangin se acercó a Donghae y Teukkie. Necesitaba informarles brevemente antes de que pudieran provocar a Siwon con sus observaciones abrasivas habituales.

Las bocas de Donghae y Teukkie cayeron abiertas a la vez mientras sus ojos se posaban en su Beta.
Notaron su rostro excesivamente sombrío y sus ojos ensombrecidos. Kangin rápidamente les explicó lo que había sucedido, pero abandonó el tema cuando Siwon se acercó.

—Hay una gran sala de reunión en la parte de atrás —le dijo Teukkie a Kangin—, pero estábamos
esperando permanentemente aquí de pie. ¿No hay otro grupo en camino?

Kangin asintió mientras Siwon los pasaba. Una vez que estuvo fuera del alcance del oído, Kangin
continuó.

—Habríamos esperado ser los últimos en venir, pero Siwon es peligroso en estos momentos. Teníamos que conseguir traerlo hasta aquí. —Sus ojos se posaron en Donghae, quien dio un paso atrás al ver la mirada que él le estaba dando; una mirada que decía que estaba a punto de dejar caer una bomba en su regazo— Necesitamos que trabajes tu magia en él. No sabemos lo que pasó. Yunho piensa que es una maldición.

—¿Qué magia? Yo no tengo magia. —Los ojos de Donghae se abrieron—.¿Cómo voy a saber qué hacer?

Teukkie tomó la mano de su amigo.

—Cada vez que has necesitado saber algo, tu cerebro gitano te lo ha facilitado. Confía en tu don.




4 comentarios:

  1. TT___TT
    Alguien que patee el peludo trasero de Hangeng!!!
    Nooooooo
    Siwonshis! Amor mio de mi!
    No te olvides de Hee~
    Hee~ bebé gatito...hablale a tu bola de pelos! Él te necesita!!!

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  2. NOOOOOOOOOOO. Y NOOOOOO.
    Esta adaptación me enoja, necesito que el SiChul sichulee y cada vez lo veo más complicado.

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  3. Noooo ahora todo se complica mas y mas, siwon, Hee te necesita no te olvides de el por favor, que coraje maldito Hangeng!!

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  4. Noooo ahora todo se complica mas y mas, siwon, Hee te necesita no te olvides de el por favor, que coraje maldito Hangeng!!

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...