Juego del Destino (DH9)-22




Junyoung estaba completamente aturdido por todo esto. Erick continuó.

—Tengo que decir que no fue difícil dar el salto a la Corporación Microsoft después de lo que dijiste, pero estoy demasiado condenadamente agradecido de estar vivo como para fastidiar a los Destinos sobre eso. Ser el Segundo-Puesto, es mejor que estar muerto.

Siwan silbó desde la mesa para obtener su atención.

—Sabes que todo esto es realmente encantador e interesante…bueno, no tanto. Yo estoy aburrido y tengo cosas que hacer en casa. ¿Así qué, el resto de nosotros tiene la libertad de irse ahora?

Phoenix se encogió de hombros.

—Depende. ¿La orden de muerte para Taeheon está levantada ?

—El hombre está vivo, —dijo Kevin para  los demás—. Y él admite que él mató a su
compañera en defensa propia. No veo cómo podría Taeheon ser responsable. Voto por rescindir la orden.

Phoenix asintió de acuerdo.

—¿Alguien lo secunda?

—Yo lo hago, —dijo Siwan. Phoenix escudriñó el grupo.

—Todos los que esté a favor digan sí  —Fue unánime.

—Entonces todos son libres de irse —dijo Phoenix secamente.

Ellos se esfumaron al salir. Todos excepto Siwan, quien se acercó a ellos.

—Felicidades, tigre, —dijo él, extendiendo su mano a Taeheon—. Sabía que eras inocente. Y si usted alguna vez necesitas un santuario, el triangle de Siwan está allí para ti... solo espero que no te importe congelar tu trasero fuera de la temporada de invierno. Trae una parka. Hace frío en las Ciudades Gemelas.

Taeheon estaba conmovido por su oferta.

—Gracias, Siwan.

—No hay problema  —Él le sonrió a Juny, luego le guiñó el ojo—. Buena suerte. Tengo el presentimiento de que los dos van a necesitarla  —Él se esfumó.

Taeheon se volvió a enfrentar a Phoenix. Él hizo algo que él nunca había hecho para con otra alma viviente. Él le ofreció al inmortal su mano.

—Gracias. Por todo  —Phoenix la estrechó.

—No me atribuyo el mérito de esto. Todo lo que hice fue recoger tu rancio trasero y llevarlo a rastras a Nueva Orleans. El resto fuisteis tú y tu padre  —Él soltó la mano de Taeheon y dio un paso atrás.— Ahora si me disculpan… el surf me espera.

Phoenix se puso un par de gafas de sol mientras sus ropas cambian a un traje de neopreno negro. Luego él, también, dejó de existir.

Taeheon clavó los ojos en su padre mientras trataba de acostumbrarse a todo eso.

—No puedo creer que esto sea real. No puedo creer que estés realmente vivo.

—¿Tú no puedes? —preguntó Erick incrédulo—. Soy el que ha estado viviendo como un alias todos estos años  —Él tembló—. Josiah Crane. ¿Es una mierda o que ?

Juny le sonrió.

—Pienso que es un nombre maravilloso.

Erick se suavizó cuando lo miró.

—Lamento haberte dejado sola con Daisaku cuando agarré a Tanaka. ¿Él no te lastimó, o sí?

Junyoung negó con la cabeza.

—Bien  —Erick sacó su cartera y la abrió.— Miren, sé que lo dos tenéis mucho que hacer cuando regresen a Nueva Orleans.  —Él sacó una tarjeta de presentación y se la dio a Taeheon— Llámame alguna vez. Y si te llegas a pasar por Nueva York, déjate caer de visita.

Taeheon tomó la tarjeta y asintió con la cabeza.

—Estaré por ahí, Papá.

El padre del Taeheon le miró esperanzadoramente.

—¿Y Juny?

—Estaré justo a su lado.

Erick resplandeció ante ellos.

—Excelente. Ahora si sólo pudiera tomar de vuelta esos poderes de regreso a fin de estar completamente cargado… Ah, qué diablos. Se ven mejor en ti de cualquier manera.

Taeheon abrazó a su padre, quien luego se apartó para abrazar a Juny.

—Cuida de los dos.

Juny se distanció de él.

—Tú también  —Él asintió, luego los dejó solos.

Junyoung observó como Taeheon metía la tarjeta de su padre en su bolsillo.

—¿Así que ahora qué? —preguntó él, preguntándose cómo podrían ir a casa simplemente después de todo lo que les había ocurrido.

Para su completo shock, Taeheon se arrodilló delante de él. Él tomó su mano en las de él y se lo quedó mirando.

—¿Junyoung, Joven Lord Tigre, quieres casarte conmigo?

Junyoung no podía respirar cuando oyó esas palabras. ¿Él no podía estar declarándose? No como un humano. No era posible.

—No estamos emparejados.

Él se encogió de hombros despreocupadamente.

—A la mierda los Destinos y lo que ellos quieran. Con marca o sin ella, te quiero, y quiero pasar el resto de mi vida contigo.

La vista de Junyoung se oscureció cuando las lágrimas llenaron sus ojos. Obscenidades a un lado,  nunca había oído nada tan bonito.

Su agarre sobre su mano se puso tirante como si temiese que él se negara

—¿Te casarás conmigo, bebé?

—Por supuesto que lo haré. —Dijo con una diabólica sonrisa—. Además, no es como si me casase con un hombre normal de todas formas. Yo podría comerle accidentalmente durante una luna llena o alg.

Taeheon le devolvió su sonrisa malvada con una suya cuando se puso de pie y lo atrajo a sus brazos. Él ahuecó su cara en sus cálidas manos.

—No tienes que esperar a la luz de una luna llena, Juny. Seré tu cena en cualquier momento que tengas hambre.

Junyoung se rió cuando le mantuvo cerca. Este era sin duda el momento más feliz de su vida.
Hasta que recordó algo.

—¿No podremos tener niños?

Taeheon se echó hacia atrás y negó con la cabeza.

—Siempre podemos adoptar. Es decir, si no te importa.

—No me importa, pero ¿Estás seguro de que tú no puedes?

—No. Con tal de tenerte, siempre seré feliz.

Junyoung bajó su cabeza para darle un caliente, chispeante beso. Ahora, solo tenía que encontrar la manera de explicar todo esto a su padre.



Dos días más tarde



Con Juny a lado, Taeheon caminó a través de las puertas de The Empire como solía hacer. Era tan extraño regresar después de todo lo que había ocurrido. Había una extraña sensación de déja vu que él realmente no podía sacudirse.

Él había pasado los últimos veinte años limpiando mesas aquí, nunca pensó ni una sola en el momento en el que ya no llamaría hogar a ese lugar. Nunca había pensando acerca del mundo que existía fuera de estas paredes. Él había vivido aquí como un recluso y como una concha que apenas se abría un poco

Ahora él se estaba enfrentando a una vida completamente nueva con una familia completamente nueva. Juny, Marvin, y su padre. Daba miedo en cierto modo y aún sí él lo estaba deseando. Era casi como si hubiese renacido. El viejo Taeheon se había ido y en su lugar estaba un hombre que sabía exactamente lo que él quería.

Y eso era el joven a su lado.

Con su corazón acelerado, mantuvo a Juny junto a él mientras se acercaba a Taeyang, quien estaba sentado delante de la puerta.

—Bienvenido de nuevo,  — le dijo el oso con la mayor naturalidad.

—Yeah,  —se burló Taeheon—. No te preocupes. No me quedo. Sólo estoy aquí para recoger a Marvin, a menos que alguno de vuestros bastardos se lo haya comido.

Los ojos de Taeyang bailaron con humor.

—Donghyun lo intentó, pero ese pequeño sodomita es rápido. Él ha estado escondiéndose en la habitación de Minwoo desde entonces.

A Taeheon no le hacía gracia. Sin otra palabra, condujo a Juny a través del bar, a la cocina, y a la puerta que conducía a la Casa Ha. Como era típico, Donghyun estaba allí con un semblante ceñudo en su cara.

—Esfúmate, oso,  —gruñó Taeheon ante la intimidación de Donghyun—. Mueve tu peludo trasero o te lo golpearé.

Donghyun se cruzó de brazos mientras miraba provocadoramente a Taeheon.


—Déjale pasar, mon ange.

Taeheon miró sobre su hombro para ver a Mew detrás de ellos. Su cara era estoica, pero por una vez que él no sintió animosidad contra ella.

La cara de Donghyun registró sorpresa ante las palabras de su madre.

—El joven.

—Él es libre de ir con él, —dijo Mew a Donghyun, interrumpiéndole.— Él es uno de nosotros ahora

Taeheon inclinó su cabeza hacia ella antes de sonreírle burlonamente a Donghyun. Donghyun quería pelear, él lo podía oler. Pero afortunadamente para el oso, él se hizo a un lado.

Taeheon abrió la puerta y dejó a Juny entrar primero. Él todavía no confiaba en los osos, y quería mantener un ojo sobre él mientras estaban allí para que nadie lo hiriese de ninguna manera.

Mew, los siguió a la sala.

—Lamento lo que sucedió, tigre.

Él se rió fieramente de eso.

—No, no lo lamentas.

Mew lo sujetó para que se detuviera cuando llegó a las escaleras.

—¿Fue culpa tuya, lo sabías? Tú nunca fuiste realmente uno de nosotros aquí.

—Ninguno de tus víctimas, querrás decir  —Taeheon negó con la cabeza.— No, Lo, no lo fui. A diferencia de los otros tontos de aquí quienes darían su vida por ti, yo sé la verdad. Tú haces lo que tienes que hacer, pero al final, tú no nos quieres a ninguno de nosotros aquí. No somos nada para ti excepto un medio para conseguir un fin, y Incluso si tú te comes al oso, o el oso te come a ti.

Taeheon miró hacia donde Juny esperaba en el primer peldaño, observándole con orgullo brillando en sus ojos marrones.

—Sólo le debo mi lealtad a una persona  —Mew asintió con la cabeza.

—Entiendo. Y nuestras leyes todavía tienen aplicación. Ahora que has sido perdonado...

—Ahórratelo, Mew. Tengo bastante de humano en mí como para no dejar que lo pasado, pasado sea. Te volviste contra mí y no puedo olvidar eso. Tengo demasiado que perder ahora.

Mew asintió hacia él.

—¿Entonces entenderás si te pido que te vayas?

—Solo estoy aquí por el mono.

—Entonces cógelo y márchate.

—Créeme, eso intento.

Taeheon se dirigió escaleras arriba con Juny delante de él. Él lo dirigió por el pasillo hasta el cuarto de Minwoo antes de que llamase a la puerta y esperase.

—Adelante.

Él empujó un poco la puerta para encontrar al joven oso en su cama en forma humana, viendo televisión. Marvin tiró la banana en sus manos, luego corrió gritando hacia Taeheon. Él se lanzó a sí mismo a los brazos de Taeheon.

Taeheon lo atrapó contra su pecho con una risa.

—Hey,  —le dijo cuando el mono le pasó los brazos alrededor del cuello y lo abrazara fuertemente—. Yo también te extrañé.

Por la cara de Minwoo, Taeheon podía decir que estaba atónito de verle allí.

—Gracias por cuidar de él.

—Fue un placer.

Cuando Taeheon empezó a salir, Minwoo lo detuvo.

—Tengo algunas cosas para ti.

Él frunció el ceño cuando Minwoo se arrodilló ante su cama y tirara hacia fuera una caja plástica.

—Son un puñado de cosas que te dejaste.

Taeheon quedó aturdido al ver la sudadera que Juny le había dado junto con el resto de sus ropas.

—Sé cuán extraño eres acerca de tu esencia, así que lo metí todo en un envase hermético.

Una oleada de ternura por el joven oso lo traspasó. A diferencia de su madre, Minwoo era
humano, y por una vez él no lo decía de manera peyorativa.

—Gracias, Minwoo

Él les sonrió.

—No hay problema.

—¿Cómo le va a Hyunsik? —preguntó Juny.

La tristeza hizo más oscuras las facciones de Minwoo cuando apartó la mirada.

—No lo sé. Ya no me permiten verle. Ellos me vigilan ahora. Todo el tiempo.

Taeheon se compadeció de él. Él no podía lo que debería ser separarse de la persona amada. Él mataría a alguien o cualquier cosa que se interpusiese entre él y Juny.

—Realmente lo siento.

Una sonrisa agridulce curvó los labios de Minwoo cuando se volvió a mirarlos.

—No lo hagas. Vosotros dos me dais esperanza.

—¿Para qué? —preguntado Taeheon.

—Para mi propio futuro. —Minwoo le besó ligeramente en la mejilla—. Cuidense mucho los dos.

—Tú, también, Minwoo.

Marvin brincó del hombro de Taeheon al de Juny. Él revolvió su pelo, luego depositó un beso en su frente.

Juny se rió.

—Creo que le gusto.

—Mejor será, —dijo Taeheon en un tono ligero. Él volvió a mirar hacia Minwoo—. Buena suerte, joven oso

—Gracias, cachorro.

Taeheon pasó su brazo alrededor de Juny y los emitió de regreso a su casa. No, ahora era la casa de ambos.

Él finalmente tenía una casa. Después de todo este tiempo, él tenía algún lugar al que realmente pertenecía. El sentimiento pasó sobre él con una alegría que solo había conocido en los brazos de Juny

—Pobre Minwoo, —dijo Juny mientras se llevaba a Marvin para que viera donde estaba su comida y el agua en una esquina sobre el mueble mostrador de la cocina—. ¿Crees que alguna vez encontrará la manera de estar con Hyunsik?

—No lo sé. Para tenerle, tendría que entregar a su familia. Dudo que eso alguna vez ocurra.

Junyoung suspiró soñadoramente cuando Taeheon apareció detrás mientras Marvin salpicaba en su taza de agua. Apoyó su frente contra la mejilla de Taeheon cuando él lo sujetó cerca. Su perfume lo envolvió.

Todo era perfecto o al menos casi perfecto. A causa del viaje en el tiempo, sólo había faltado a clase una semana. Con la ayuda del Dr. Lee, sería capaz de hacer pasar esto como un incidente y sin falta.

Él y Taeheon habían decidido que acabaría su último semestre en la facultad de derecho y entonces viajarían por algún tiempo antes de que pensase en hacer el examen para el cuerpo de abogados.

Eso sonaba como el cielo para Junyoung.

Mientras Taeheon lo sujetaba, Observó a Marvin explorar su gabinete de cocina.

—¿De dónde vino Marvin?

Podía sentir a Taeheon sonriendo.

—No lo sé. Él estaba en el coche de Phoenix cuando él me salvó. Él ha estado conmigo desde entonces.

—Es un lindo monito. —Suspiró cuando sintió la protuberancia de Taeheon contra su cadera mientras él amablemente le acariciaba el cuello con la nariz.

—Marvin,—dijo Taeheon con voz ronca—. Ve a comprobar fuera tu dormitorio y cierra la puerta.

El mono gritó agudamente a Taeheon ante de que él accediese.

—Mono inteligente, —dijo Junyoung con una risa.

—Mmm, —jadeó Taeheon contra su garganta antes de él suavemente le lamiese la piel.

El fuego corría a través de sus venas cuando le levantó el dobladillo de la camiseta y corrió sus manos por su pecho.

—¿Eres un pequeño tigre hambriento, verdad? —dijo cuando le bajaba los pantalones

—Insaciable. —Él se aflojó sus pantalones, lo levantó para sentarlo sobre el mostrador.

Junyoung siseó cuando él se deslizó profundamente en su interior. Abrigó su cuerpo alrededor del de él mientras él empujaba contra sus caderas.

Amaba sentir el poder de Taeheon dentro de él. Amando el hecho de que fuese todo suyo. No había igual a su Taeheon.

Lo estrechó a él cuando se corrió ferozmente.

Taeheon gruñó cunotó el cuerpo de Junyoung convulsionando alrededor del de él. No hay nada en la vida que él atesorara más que a este joven. Él aceleró sus embates y en algunos empujes más se unió a su paraíso.

Él lo mantuvo cerca y dejó que su aliento abrasara su piel. Sus cuerpos todavía estaban unidos, él se regodeó en el sentirlo. Por Junyoung, él estaba dispuesto a hacer cualquier cosa.

—¿Te importa si me quedo aquí mismo, dentro de ti, durante el resto del día?

Junyoung realmente ronroneó.

—En absoluto.

Mordiéndose los labios, le acarició con su cuerpo, poniéndolo duro una vez más.

Taeheon gruñó ante lo bien que lo sentía. Él le sonrió antes de bajar su cabeza para saborear un tenso pezón.

Junyoung gimió ante la sensación de su lengua dándole lametones de acá de manera tortuosa. Con cada lametón, su cuerpo se contraía, llevándolo peligrosamente cerca de otro orgasmo.

Justo cuando estaba seguro de que se iba a correr otra vez, oyó a Marvin gritando desde la otra habitación.

Taeheon salió de su cuerpo con una maldición.

—¿Qué es eso?  —preguntó, medio asustado de que alguien más viniese a por ellos.

—Él dice que hay alguien entrado por tu camino de acceso.

Junyoung frunció el ceño. Nadie debería venir de visita. Ya le había dicho a sus compañeros que ya no estaba interesado en su grupo de estudio.

¿Quién podía ser?

Cuando se abrochó sus pantalones, alguien comenzó a llamar a su puerta.

Intercambió un semblante ceñudo con Taeheon mientras iba a abrir. Al minuto de abrir un poco la puerta, sintió al instante la necesidad de cerrarla de golpe.



2 comentarios:

  1. Hafaafagsgagahdjds
    Que genial!!!
    Lo ame! Me encanto como se desarrollaron todos los sucesos!!!
    Ojala no hubieran sufrido tanto!
    Pero igual assdfghhgfdaaasfghh
    Me encanto!
    Y yo creó que en la puerta esta....
    Cham chan Shingdon!!!
    Él hace mucho que no aparece!!!!
    Ahhhh

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  2. Perfecto...pero obvii,no puede faltar ese último susto...¿quien sera?
    Me encanta la postura de Tae....¿quien es marvin?
    El siguiente debe ser el ultimo cap...aaahhhh

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...