Sapphire Wolf (T4) 1




Qué haces cuando tu Alfa fue casi asesinado y ahora está fuera de servicio; has matado a un
compañero de manada; tu pareja está muriendo y más allá de tu alcance; y la casa en la que estás
quedándote a desaparecido en llamas… todo en las últimas dos horas?

Sí, pensó Siwon. Infiernos si tampoco lo sé.

A medida que la mansión se quema y el humo llena los espacios que las llamas no alcanzaron, Siwon y los otros hombres en su manada continuaron buscando alrededor, asegurándose que no quedara nadie dentro.   

Siwon y Kangin finalmente llegaron a la suite donde habían visto por última vez a Junjin y Hyesung.
Para su alivio, el Alfa y su compañero no estaban. Con suerte eso significaba que estaban a salvo. 

Siwon miró en la habitación de al lado. La mesa del comedor ahí estaba todavía perfectamente en su sitio,alimentos a medio comer, vasos medio llenos. Sólo dos vasos derramados en el piso estaban fuera de lugar, los de Junjin y Hyesung, rodeados por el veneno que casi los había matado. Eso sólo demuestra que nunca hay un momento aburrido en la vida de un Canis lupis.

—No puedo oler a nadie, pero eso no significa nada. El fuego y el humo podrían cubrir cualquier olor
—le dijo Siwon a Kangin.

—Tenemos que salir. Ahora —instó Kangin a su Beta.

—¿Está tu compañero a salvo? —respondió Siwon. Kangin asintió.

—Él dice que Junjin y Hyesung están a salvo también. Parece que toda nuestra manada logró salir, al
igual que su padre. Y dice que te diga que si no sacamos nuestros traseros peludos de aquí ahora mismo, él personalmente… — Kangin hizo una pausa y, encogiéndose de hombros, sacudió la cabeza—… es mejor si no lo sabes. Yo digo que simplemente prestemos atención a su advertencia y salgamos.

Kangin y Siwon tomaron una carrera en dirección a la puerta principal de la mansión, la cual se estaba convirtiendo rápidamente en una trampa mortal. Las llamas ardían aún más calientes, derritiendo el recubrimiento, vigas y cualquier otra cosa en su camino. Varias veces los dos tuvieron que saltar por encima de las llamas y agacharse bajo tablones caídos.

Finalmente, se empujaron por la puerta de enfrente, aún rodeada por aire lleno de humo. Continuaron
corriendo. Sus pulmones clamaron por oxígeno fresco, ardiendo con cada respiración. Kangin voló
directamente a los brazos de Teukkie. Siwon no pudo dejar de notarlo, recordándose que su compañero estaba perdido, herido y con frío. Quería aullar ante la injusticia de ello. Finalmente había oído la voz en su cabeza que había estado anhelando, la voz de Heechul.

Tan pronto había oído su llamada de auxilio había sido apartado de él. Apretó los dientes y le dio a
su ira buen uso, comprobando la manada.        

Vio a Junjin y Hyesung sentados en frente de un árbol, apoyados contra el gran y tosco tronco. El suelo alrededor de ellos había sido barrido libre de nieve en un intento de mantener a los Alfas lo más secos posible. Se dirigió directamente hacia ellos, detenienose en su camino para tocar a sus compañeros de manada, enviando tranquilidad a través de un sencillo acto.

—¿Cómo te sientes, Alfa? —preguntó Siwon mientras se agachaba delante de Junjin y Hyesung, quienes estaban finalmente despiertos. Siwon trató de mantener una postura sumisa ya que sabía que era difícil para su Alfa estar sentado en el suelo con todos los demás de pie.

—Poniéndome más fuerte, gracias a Donghae. —Brevemente los ojos de Junjin brillaron con humedad mientras miraba al moreno cubierto de hollín quien, ante el asombro de todos, se había revelado como un sanador gitano.

—¿Estás recuperando tu fuerza, también, Luna? —Siwon se dirigió su joven Alfa en una rara muestra
de formalidad.

Hyesung asintió y le dio una pequeña sonrisa tranquilizadora.

—Voy a vivir un día más, tanto tiempo como Junjin necesite a alguien para mantenerlo a raya.

Siwon rió.

—Gracias a Dios por eso. —Su sonrisa se desvaneció rápidamente cuando su lobo se removió,
recordándole que necesitaba estar en la búsqueda de Heechul. Negó, tratando de despejar la niebla.
Sí, necesitaba buscar a Heechul, pero le había prometido que llevaría a sus amigos a la seguridad
primero. Eso significaba llevarlos lo más lejos posible de cualquier magia que alimentara el fuego
antinatural.

Volvió a mirar a Junjin.

—Ese fuego… Se movía como si estuviera vivo, como si alguien estuviera controlándolo, maniobrándolo.

Junjin asintió.

—Tenemos que hablar con Donghae. Como sanador, debe ser sensible a la magia, especialmente la
magia negra.    

—Tenemos que conseguir estar a salvo primero —le dijo Siwon cuidadosamente, asegurándose de que no saliera como una orden.

—Estoy de acuerdo, Beta. Confío en ti para que eso suceda.

Siwon llamó a Yunho.

—Necesito que consigas un recuento de nuestra manada. Asesora a los otros Alfas para hacer lo mismo. —La voz de Siwon era imperativa. Ya era hora de poner las cosas en orden y salir de la interperie, donde estaban más vulnerables.

Yunho asintió y se movió rápidamente a través de la multitud a un área abierta. Hizo los anuncios y luego empezó a llamar los nombres de los miembros de la manada.

Donghwa, Kyuhyun, Kangin, Teukkie, Hyukjae, Zhoumi, Donghae y Hongki formaron un círculo alrededor de Siwon. Se dio cuenta que los humanos tiritaban en el frío, pero no se quejaron. Sus rostros estaban cubiertos de hollín, sus ropas estaban chamuscadas, pero la determinación llenaba sus ojos mientras esperaban confiadamente.

—¿Cuál es el plan, Beta? —preguntó Donghwa.

Kangta se acercó desde su propia manada, dando un paso al lado de Teukkie.

—Cualquier cosa que pueda hacer para ayudar. Mi manada está a su disposición —le dijo al Beta
Coreano.

Siwon asintió, pero no respondió verbalmente.

Teukkie dio una breve sonrisa a su padre y luego volvió su atención de nuevo a Siwon.

—Tenemos que salir de aquí. Hay un pueblo por el que atravesamos, unos diez kilómetros bajando
por la montaña. Deberíamos ver si hay un lugar donde podamos quedarnos allí. Tenemos que comprobar y ver si alguno de los vehículos es salvable. —Siwon comenzó a dar órdenes, necesitando permanecer ocupado, construyendo un plan para cumplir su promesa a Heechul. Cuanto antes lo hiciera, más pronto podría empezar  a  buscarlo—. Machos, comprueben    los vehículos. Las parejas, organicen nuestra manada en grupos para transportar. Pidan a las otras manadas que hagan lo mismo.

Sin Siwiir una palabra, todos los lobos giraron alejándose de Siwon para llevar a cabo sus órdenes.

—¿Puedo tener su atención, por favor? —Donghae trató de hablar por encima de la manada,
castañeando sus dientes.

Nadie lo oyó ni se molestó en prestarle ninguna atención. Hongki y Zhoumi le sonrieron con simpatía.

Teukkie sonrió.

—Hazte a un lado, sanador, ¿cómo puedes incluso hablar con tu mandíbula temblando de esa manera? Déjame mostrarte cómo se hace.

Donghae hizo lo más maduro que pudo y le sacó la lengua a su mejor amigo.

Teukkie pegó su dedo pulgar y el dedo medio en su boca y dejó escapar un silbido estridente, que fue
aún más lacerante para los lobos, con sus oídos sensibles. Se hizo el silencio y lo único que se oía era el crepitar del fuego que continuaba rabiando, proporcionando la única luz a la noche oscura.

—Escuchen, por favor —habló Teukkie en voz alta para asegurarse de llegar a los oídos de los que
estaban en la parte de atrás—. Algunos de los hombres Coreanos están comprobando para ver si algunos de los vehículos todavía están en buenas condiciones. Tenemos que dividir a todo el mundo en grupos para que podamos llevar tanto como nos sea posible hasta el pueblo. Está cerca de dieciséis kilómetros conduciendo.

Teukkie observó como las otras manadas comenzaron a dividirse en grupos. Miró a Donghae y le guiñó un ojo.

—Así, mi amigo gitano, es la forma de hacerlo. 

Donghae puso los ojos en blanco.

—Qué amable de tu parte tomarte el tiempo para enseñarme, oh sabio joven príncipe lobo.

La sonrisa de Teukkie vaciló.

—Eso suena como algo que Hee diría.

Donghae lo envolvió en un abrazo firme.

—Él va a encontrarlo. No hay nada, ni nadie, que se interponga en su camino.

—No lo dudo. Mi preocupación es lo que va a encontrar cuando lo haga. —Teukkie enjugó una lágrima que se deslizó por su rostro.

Zhoumi y Hongki envolvieron sus brazos alrededor de Teukkie y Donghae, y Teukkie pudo sentir el
consuelo fluyendo de sus compañeros de manada. Mis compañeros de manada pensó, y por primera vez, él realmente se sintió como un miembro de la manada Coreana de Lobos Suju.

«Te diría que no te preocupes, amor, pero sé que no es justo para ti. Lo que diré es que estoy aquí para ti». Kangin llegó hasta él, sin duda, habiendo sentido su dolor.

«Gracias, hombre lobo. Ya habrá tiempo para lágrimas después. Tenemos que conseguir poner a nuestra manada a salvo».

«Sabía que ibas a convertirte en una pareja Alfa increíble», le dijo él mientras Teukkie sintió sus labios en su frente. La calidez se filtró en ella mientras Kangin utilizaba su vínculo para algo más que palabras.

Los chicos dieron un paso atrás desde el abrazo y Donghae agarró la mano de Teukkie, mirando a Hongki y Zhoumi.

—Vamos, hagamos esto, Hee nos patearía el trasero si pensara que estábamos sólo parados alrededor
sin, como él diría, poner nuestros traseros en marcha.

—Él sí que tiene una habilidad con las palabras. —Teukkie sonrió y comenzó a separar a su manada en grupos para viajar al pueblo, y con suerte a la seguridad.




—¿Ryeowook? —La voz de Hee era débil mientras hablaba, y tornándose cada vez más débil.

—Sé que no sabes quién soy, pero puedes confiar en mí. Estoy de tu lado —Ryeowook trató de
tranquilizar al joven en el fondo de la caverna—. Yesung, mi compañero, va a saltar hasta aquí abajo y llegar a ti. Por favor, no tengas miedo de él.

Hee se rió débilmente.

—Deberías conocer a mi compañero, entonces no te preocuparías por mí teniendo miedo del tuyo.
—Sus palabras fueron tensas, mientras trataba de hablar por encima del dolor que destruía su cuerpo
roto.

Ryeowook se volvió mientras veía el cielo iluminarse en dirección a la gran propiedad al sur de ellos.

—Tenemos que darnos prisa. No puedo escudarnos mucho más tiempo — dijo a su compañero.

—Voy a bajar. —Hee oyó una voz ronca anunciar, que fue seguida rápidamente por un ruido sordo.
Hee se esforzó para no tener miedo, pero cuando un lobo extraño salta en un agujero en el que has
sido empujado, tiendes a tener miedo de todo.

—No voy a hacerte daño —le dijo la voz.

—No creo que vayas a ser capaz de evitar hacerme daño si vas a moverme. —Hee se encogió ante la
idea de ser movido o incluso tocado, para el caso.

Yesung se arrodilló delante de él.

—Sé que no me puedes ver, pero yo puedo verte. Estás perdiendo sangre de esa herida en la cabeza.
Voy a quitarme la camisa para así poder aplicar presión sobre la misma y ayudar a detener el flujo.

Hee asintió, sabiendo que iba a ver su respuesta. Oyó algunos crujidos y luego sintió la tela suave contra su cabeza. Levantó la mano con el brazo bueno y presionó la camisa firmemente contra su cuero cabelludo.

—Está bien, voy a levantarte ahora. Sé que va a dolerte y me disculpo —le dijo Yesung suavemente.

—No es tu culpa. —La voz de Hee salió ronca y temblorosa.

Sintió su brazo rodeando su espalda y el otro brazo deslizarse bajo sus rodillas. Cuando lo levantó del
suelo, Hee se mordió los labios para no gritar de dolor, con tanta fuerza que le hizo sangrar. El dolor
era tan intenso que, a pesar de que trató de luchar contra él, su cerebro exhausto se apagó en un intento de escapar del dolor que su cuerpo estaba soportando.

Yesung dobló las rodillas y saltó de la caverna con un poderoso impulso, aterrizando suavemente en
presencia de su compañero.

—Se desmayó —le dijo a Ryeowook.

—Estoy sorprendido que esté todavía vivo después de esa caída. —Ryeowook empujó suavemente el
cabello rubio de Hee fuera de su cara—. Es bonito. —tomó una profunda bocanada del olor de Hee—, y es un latente.

—Vamos, Ryeowook —instó Yesung—. No debemos detenernos. La bruja está cerca y no puede
descubrirte.

—Va a tomar mucho curarlo —admitió Ryeowook, a medida que comenzaron a avanzar en dirección a su casa—. El dijo que tiene un compañero. Él va a querer saber dónde está.

—Tenemos que tener cuidado o él va a guiar a la bruja de Hanghen directamente a nuestra puerta —advirtió Yesung a su compañero.

—Entiendo eso, amor. Pero sabes tan bien como yo que él va a destrozar esta montaña para encontrarlo.

Yesung no respondió. Sabía lo peligroso que un macho emparejado podría ser cuando su pareja estaba herida.

Su primera prioridad era Ryeowook, mantener su existencia en secreto. La única cosa que el Alfa Chino, Hanghen, quería más que un compañero era un sanador, y su compañero era el sanador más poderoso en la historia de su especie. Tenía que protegerlo a toda costa, incluso a costa de la propia vida de un latente.



La cabeza de Hee flotó mientras la oscuridad comenzaba a   retroceder. Trató de abrir los ojos, pero no quisieron cooperar. Sintió dolor fluir a través de su cuerpo, alguien lo estaba cargando.             

«Siwon». Alargó la mano instintivamente.

«¡Heechul!». Hee sonrió mientras escuchaba la preocupación en su voz. ¿Por qué estaba preocupado si lo había encontrado?

«Me encontraste». Hee lo dijo en una declaración más que una pregunta.

«No, nene. No te he encontrado. ¿Por qué piensas eso?»

«Pero tú estás cargándome. Puedo sentirte».

«Heechul, ¿quién te tiene?» La voz de Siwon estaba llena de miedo e ira. Hee estaba tratando
desesperadamente de recordar lo que había pasado, cómo había terminado siendo cargada… El joven, su compañero; empezó a vislumbrarlo en su mente.

«Su compañero?»

«¿Él?» Incluso a través de su muy nuevo vínculo mental, Hee pudo oír la ira entrelazando sus  palabras.

«¿Un  macho  te  tiene?  ¿No  tiene  su  camisa    puesta? ¡Heechul, piensa! ¿Quiénes son el joven y su


«¡Deja de gruñirme, maldita sea! ¡Oow! Mierda, eso duele». Hee se estremeció cuando sintió su
cuerpo siendo sacudido.

«Nene, no te estoy gruñendo. Sólo necesito que trates de recordar. ¿Ellos quieren hacerte daño?»
Siwon trató de suavizar su voz.

«No lo creo. Me duele, Siwi. No puedo pensar. Sólo quiero dormir un rato».
La voz de Hee comenzó a desvanecerse.

«Heechul, quédate conmigo un minuto más».

A Hee le encantaba el sonido de su voz, el timbre profundo de ella. Casi gimió cuando sintió sus labios en los suyos y sus dedos le acariciaron su cara.

«¿Cómo haces eso?», le preguntó, su voz sin aliento a través de su vínculo.

«Es el vínculo. Sólo imagino tocarte y de alguna manera tú lo sientes».

«¡Oh, las posibilidades!» Hee sonrió por dentro.

Siwon rió.          

«Hmm, ese es el sonido que me gusta escuchar». Hee se imaginó pasando sus dedos por el cabello
suave y oscuro de Siwon.

Lo oyó gruñir en su mente.

«Tengo que encontrarte, amor. Trata de pensar. ¿Cómo te atraparon?»

«¿Te has preguntado cómo habrían lucido nuestros bebés?», preguntó Hee distraídamente mientras
fruncía el ceño en su interior, tratando de imaginar el futuro que podría haber tenido con su lobo.

«Nene, este no es realmente el momento para discutir de nuestros bebés. Vamos a centrarnos en quién te está cargando de modo que pueda recuperarte. Entonces podremos  hacer bebés».

Hee gimió y sintió los brazos a su alrededor apretarse, lo que le provocó un jadeo. Siwon debió sentir
su dolor porque sintió la preocupación de él.

«Estoy bien. Sólo duele». Hee realmente sintió una sonrisa extenderse en su rostro. «Así que, ¿quieres hacer bebés conmigo?»


Esta vez cuando Siwon rió juró que podía sentir sus manos acariciar los costados de sus caderas.

«Solo tú querrías discutir el hacer bebés en un momento como  este».

«Bueno, tienes que admitir que es un tema mejor que yo siendo casi asesinado y ahora siendo
secuestrado. En serio, Siwi, definitivamente prefiero pensar en nosotros haciendo  bebés».

Hee sintió otra punzada de dolor dispararse a través de él, que lo dejó sin aliento. Sintió su conciencia
comenzar a desvanecerse.

«Te amo, Siwon. Incluso si nunca hacemos bebés, Te amo». Lo último que oyó antes de que el mundo desapareciera fue la voz profunda y determinada de Siwon.

«Yo también te amo, princesa. Voy por ti».



Siwon cerró los ojos con fuerza al sentir que Heechul se deslizaba lejos de nuevo. Casi se había caído
al suelo al oír su voz en su mente. Estaba vivo, eso era en lo que tenía que centrarse en estos
momentos. No podía pensar en el hecho de que estaba en los brazos de un hombre lobo desconocido,
o que estaba en tanto dolor que estaba perdiendo la conciencia, y definitivamente no podía pensar en
el hecho de que quería hacer bebés con él.

Siwon pensó en cómo su voz había sonado en su mente. Incluso   con dolor  y  miedo  su compañero 
aligeraría  el  momento  y trataría  de distraerlo.        

¿Cómo había sido tan bendecido de tener a una pareja que se enfrentaría a él, lo desafiaría, aceptaría y amaría por el hombre autoritario que él sabía que era?

En ese preciso momento no sabía ni le importa de verdad, sólo sabía que necesitaba a Heechul;
necesitaba a su compañero de vuelta en sus brazos donde estaría a salvo. Y tan pronto como lo
encontrara, lo encadenaría a su lado para que nunca estuviera fuera de su vista de nuevo.

Se rió para sus adentros. Sí, me gustaría verme tratar de encadenarlo, pensó, y sonrió aún más amplio.
Aunque, probablemente mi compañero disfrutaría estar encadenado.

Siwon se frotó las manos en su rostro, dejando a un lado sus pensamientos acerca de Heechul mientras se ocupaba de la cuestión en sus manos.

Kangin, Donghwa, Kangta y Kyuhyun se detuvieron junto a la gran multitud en dos Hummers negras y dos furgonetas.

—Excelente. —Teukkie sonrió mientras veía a los cuatro hombres a salir de los vehículos.
Siwon ondeó su mano a los Alfas de las otras tres manadas.

—Cada uno de ustedes tome un vehículo y comiencen a transportar sus manadas hasta el pueblo.
Vean si pueden encontrar un lugar lo suficientemente grande para todos nosotros, o un par de lugares,
si eso es lo mejor que podemos hacer. Kangta, toma un vehículo también y lleva a tu manada montaña abajo. — Los Alfas Japonés y Taiwanés asintieron y se marcharon, gritando órdenes a sus manadas, mientras Kangta empezaba a dar órdenes a la suya.

Siwon se volvió hacia Yunho.

—Lleva a Junjin y a Hyesung en el vehículo primero. Luego a las parejas, con un macho para cada
vehículo. Ten a Minho conduciendo. El resto de los hombres se quedarán aquí conmigo y esperaran su regreso.

—Estoy en ello. —Yunho asintió y luego se volvió a Donghwa—. Ayúdame con Junjin y Hyesung. No estoy seguro que estén lo bastante listos para caminar por su cuenta. No ayudes a Junjin a menos que sea absolutamente necesario. Él no va a querer parecer débil.

—Quiero quedarme con Kangin —dijo Teukkie a Siwon.

—Con el debido respeto, Teukkie, no tienes una mayor jerarquía que yo, todavía —le dijo Siwon con
firmeza.

Kangin jaló a Teukkie a un lado.

—Debes ir, amor. Cuida de las parejas, mientras que mi appa está débil.

Teukkie frunció los labios mientras sus ojos se estrechaban.

—Si dejas que algo te suceda voy a estar enojado. No digas que no te lo advertí.

Kangin sonrió mientras se inclinaba hacia delante y lo besaba en la frente.

—Me considero advertido. Conoce que esos sentimientos van en ambas direcciones, Angel. Cuídate.

Teukkie echó los brazos alrededor del cuello de Kangin, tirando de él firmemente.

«Te amo», susurró en su mente.

«Es bueno escucharlo, porque tengo la intención de mantenerte por bastante tiempo», bromeó
Kangin, tratando de mantener ligero el momento.

Teukkie le sacó la lengua cuando se separaron. Kangin le guiñó un ojo, orando que estuvieran a salvo
mientras se dirigía hacia el Hummer y subía detrás de Donghae.




2 comentarios:

  1. Apareció el YeeWook para rescatar a Hee!!!!!!!
    Siwon me alegro mucho que el vínculo se haya restablecido, solo espero que encuentres pronto a tu princesa y que el el EunHae interactue un poco más

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  2. Ahhhh!!!
    Yeye! Por eso escondes a tu Wookie~
    O.o
    Oh~
    Ay~ pobre Hee!!! TT___TT
    Maldito chino desgraciado ansioso de poder!!! Ahhh como que una bruja!? No se vale!!!
    Jajajajaja Hee es el único que piensa en bebés en un momento así!
    Jajajajaja XD

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...