Sapphire Wolf (T7)- 19



—¿Por qué esto parece demasiado fácil? —preguntó Teukkie a Hyesung mientras caminaban lentamente por el bosque donde Lorelle los había dejado caer, literalmente, sobre sus traseros. Hyesung había dejado resbalar una palabrota nada típica de él, haciendo que Teukkie riera, lo cual le ganó otra palabrota.
—Porque así es —respondió Hyesung—. Lorelle es Fae; debe tener algo bajo la manga.
—¿Magia? —preguntó Teukkie.
—Exactamente. Junjin no la subestimará —dijo Hyesung con plena confianza en su compañero.
Teukkie deseó compartir esa confianza, pero todo en lo que podía pensar era que cuando los hombres los encontraran, estarían frenéticos y probablemente no pensarían muy claramente. Pero en lugar de advertir eso, hizo una pregunta.
—¿Crees que los otros están en situaciones similares?
—Probablemente —contestó—. Él ha establecido esto como una cacería, así que no va a quererlos delatando su ubicación al lanzar gritos de dolor… — hizo una pausa pensativamente luego terminó—. Por otra parte, podría tener algún hechizo que evite que cualquier ruido escape.
—Eso no está ayudando, Hyesung —gruñó Teukkie.
—Entonces sigamos con que sus situaciones son probablemente las mismas.

***
—Donghae  —la voz de Zhoumi rompió a través del aire cubierto de niebla—, ¿estás bien?
—Estoy bien —respondió Donghae  mientras se paraba del suelo y se quitaba la suciedad de sus palmas donde se había afincado después de ser lanzadas por Lorelle—. ¿Y tú? —preguntó.
—Di algo de nuevo.
—¿Algo de nuevo? —Las palabras de Donghae  salieron como una pregunta mientras esperaba la respuesta de Zhoumi. Casi se salió de su piel cuando sintió una mano alrededor de su hombro—. Maldita sea, Zhoumi. —Donghae  agarró su pecho y se tragó el grito que casi había arañado su camino al salir de su garganta—. Dale un aviso a éste chico antes de solo salir de la niebla y agarrarlo, ¿de acuerdo?
El rostro de Zhoumi surgió de la bruma y frunció el ceño.
—Te dije que dijeras algo para así saber en dónde estabas ya que no podía verte.
—Pero no dijiste: “Oye, Donghae , voy a agarrar tu brazo y asustarte hasta morir” —señaló Donghae .
—Está bien, para la próxima vez me aseguraré de decirte que voy a asustarte hasta morir. —Zhoumi sonrió toda una sonrisa lobuna.
Donghae  puso los ojos en blanco.
—Mi “Hee interior” quiere que te llame sabelotodo.
—¿Cómo quiere llamarme tu “Donghae  exterior”?
—Perra —la palabra se deslizó de Donghae  tan fácil como la mantequilla se desliza de la mano y Zhoumi rió ruidosamente.
—Entonces ambos tendrían razón. —Zhoumi guiñó al ahora ruborizado Donghae , luego miró a su alrededor. La niebla los rodeaba por todos lados y les impedía ver más allá de un pie delante. No había ningún otro sonido que la de su propia respiración.
—¿Crees que quiso dejarnos libres así como así? —preguntó Donghae .
—Definitivamente creo que quiso dejarnos así, pero creo que estamos todo menos libres.

***
—Changmin, dímelo francamente, en una escala del uno a jodidos,  ¿cuán grave es? —preguntó Sora al Fae mientras se detenían tan lejos de la saliente del acantilado que estaban como podían.
—Considerando que no hay un acantilado en el bosque oscuro y que estamos de pie sobre uno muy obvio, entonces diría que estamos muy jodidos — le dijo Changmin mientras asomaba la cabeza lo suficientemente lejos para ver hacia abajo. Había un largo camino hacia abajo.
—Bueno, voy a ser honesta, eso no es lo que esperaba oír. Pero por lo menos fuiste honesto conmigo.
—Podría ser peor —admitió Changmin. Sora lo miró esperanzada.
—¿Podría?
Changmin asintió.
—Podríamos estar en manos de un vengativo y enloquecido hechicero, empeñado en matar a la compañera de su hermano, y tú podrías ser la compañera de su hermano, oh espera… —Hizo una pausa y miró a Sora con una sonrisa socarrona.
—Ja, ja —dijo Sora secamente.
—Tienes que hacer a tu mente creer que lo que estamos viendo no es real —dijo Changmin repentinamente serio—. Así es como vamos a sobrevivir a esto.
Sora asintió, ahora casi tan seria como el Fae.
—Está bien, no es real, no es real —comenzó a repetir una y otra vez.
—¿Sora?
—Eh, ¿qué? —preguntó Sora distraídamente mientras seguía repitiendo su mantra.
—¿Te ayuda decir en voz alta que no es real? —Changmin la miró con curiosidad.
Sora dejó escapar un resoplido de risa.
—Sí, ¿no sabes ese truco? Dite a ti mismo algo el tiempo suficiente y se volverá cierto.
—Si eso nos sacará de este acantilado, entonces estoy totalmente de acuerdo.
Sora frunció el ceño.
—¿Qué quieres decir con si nos saca de aquí? Tú sabes que no es real.
—Sí, pero Lorelle es inteligente, y la única manera que vamos a salir de este acantilado con vida es si cualquiera que lo vea cree que es falso.
—Hija de… ¡Mierda!
—Exactamente.

***
—¿En serio ella simplemente nos arrojó en una cueva? —preguntó Hee mientras se detenía en la entrada de la cueva.
—Eso parece… —Las palabras de Hongki se desvanecieron y Hee se volvió hacia él para ver lo que le había llamado la atención.
—¿Qué es todo eso? —preguntó Hee.
Hongki comenzó a abrir las cajas. La primera contenía mantas, la siguiente agua y la siguiente instrumentos quirúrgicos. Había una caja por abrir que era más pequeña que las otras. La mano de Hongki se cernió sobre ella y algo dentro de sí no quería abrirla. De hecho, le instaba a correr en otra dirección, pero no había ningún lugar para correr. Hongki sabía con una certeza que no podía explicar que no podían salir. La apertura de la cueva podía verse como si pudieran irse en cualquier momento, pero él lo sabía mejor. Estaban atrapados en esta cueva hasta que alguien viniera por ellos. Solo esperaba que lo lograran hasta que viniera la persona  correcta.
Finalmente levantó la tapa de la caja final y encontró un anuncio de nacimiento. El papel se sacudió en su mano mientras lo sostenía y su boca de repente se sintió tan seca como un desierto estéril.
—¿Doc? —La voz de Hee estaba en el fondo de su mente, pero todo en lo que podía centrarse era en ese pedazo de papel doblado. Lo desdobló con cuidado y se quedó mirando la impresión en el interior. Lo leyó varias veces, esperando que cambiara y que las palabras en él de repente se borraran.
—La fecha, Hee, ¿cuál es la fecha? —preguntó Hongki.
—Mierda, no lo sé. Si estamos hablando en el reino oscuro de las Fae entonces estoy pensando en finales de agosto o principios de septiembre, pero en el reino humano, es como junio. ¿Por qué?
Hongki maldijo en voz baja mientras leía una vez más el papel.
“Felicidades Heechul y Siwon, por el nacimiento de su joven niño en este 30 de Agosto.
—Um, Hongki, ¿qué diablos? —dijo Hee por encima de su hombro. Arrancó el papel de su mano y se puso de pie, leyéndolo con ojos que estaban tan abiertos y lucían tan preocupados como los del doctor—. ¿Qué quiere decir esto?
Hee miró a Hongki solo para ver que él estaba sosteniendo otra hoja  de papel.
—Mierda, ¿qué es lo que dice ese, que me va a dar un baby shower?
Los ojos de Hongki se elevaron lentamente desde el papel para encontrar los de Hee. Negó con la cabeza.
—No, es… —Se detuvo y trató de apartar la mirada de Hee.
—No. —Hee chasqueó los dedos—. Mírame cuando me digas las horribles noticias; ahora escúpelo.
—Dice que, di…
—Léelo, Doc —gruñó Hee.
Hongki se aclaró la garganta antes de comenzar, el temor construyéndose en su estómago por encima de las palabras que estaba a punto de obligarse a decir.
“Dr. Lee Hongki, una vez que vea la fiesta de cacería en su línea de visión desde la apertura de la cueva, va a llevar a cabo una cesárea en Heechul; compañero de Siwon. Le he dado todos los suministros médicos necesarios para llevar a cabo esto con seguridad, aunque tal vez no sin dolor. Tendrás que hacer que Heechul se recueste en la X marcada en el suelo. Una vez que el bebe nazca, vas a girarte a sesenta grados y tomar dos pasos sosteniéndolo frente a ti. Deberá asegurarse que su cuerpo quede paralelo a la pared de modo que Siwon tenga una visión clara de su joven hijo.”
Hee se quedó mirando boquiabierto a Hongki, sin saber qué decir. Le acababan de decir que iba a ser destripado como un pez y que su joven hijo sería entregado a un loco mientras él y Siwon observan con impotencia.
—¿No podemos tratar de escapar? —preguntó Hee, de repente muy desesperado. Señaló hacia la apertura de la cueva.
Hongki negó con la cabeza.
—Si fuera un médico de apuestas, diría que está hechizada para verse como si pudiéramos salir o cualquiera caminar dentro. Sin embargo, lo comprobaré, solo para que no seamos los idiotas que se atraparon a sí mismos porque no se molestaron en tratar de huir.
—Por favor hazlo, no quiero ser el que está en la película de terror y que matan primero porque es demasiado estúpido para correr —dijo Hee mientras trataba de quitarse de encima el terror que amenazaba con asfixiarlo. No estaba listo para que su hijo naciera. Era demasiado pronto. No habían encontrado una manera de salvarlo y ahora iba a ser traído cruelmente al mundo solo para ser sacado del mismo antes que Siwon siquiera pueda abrazarlo.
—¡ARRRRRRGGGGHHH! —gritó   Hee—. ¡Es solo   un  bebé! ¡Necesito matar a alguien! Pero solo estás tú —Hee señaló salvajemente a Hongki—, y maldita sea, necesito que ayudes a Jiwon a nacer.
—Me alegra saber que no estoy disponible para tu lista de golpes basada en mis credenciales —dijo Hongki mientras regresaba de su fracasado intento de salir de la cueva.
—Sí, bueno alégrate que soy, para todos los efectos, una buena persona que por lo general no solo mata a la gente porque está cabreada.
—Oh, créeme, estoy contento —dijo Hongki señalándose su cara—. Ves, éste soy yo estando contenta.
Hee lo desestimó mientras acercaba una caja para sentarse, bajando su dolorido cuerpo embarazado en ella lentamente.
—Solo digo.
—Lo sé, Hee. No me gusta esto más que a ti.
—¿Qué pasa si no hacemos lo que dice? —preguntó Hee.
—No tengo la menor idea. Podría empezar a matar a los hombres, mientras tenemos que ver con impotencia.
—Maldición, esto es una mierda.
—Eso es un eufemismo.



—Tenemos malas noticias y peores noticias —dijo Dambi mientras ella y Alston aparecieron de nuevo en la mansión de la manada Coreana.
—Solo nos quedan treinta minutos. En este punto, la única mala noticia es no tener noticias —dijo Kangin.
—Buen punto —concedió Dambi—. Sabemos en dónde los tienen.
—¿Dónde? —espetó Siwon mientras se alejaba de la pared donde había estado en silencio melancólico.
Los ojos de Dambi se dirigieron hacia donde Junjin estaba. Su corazón se rompió por el Alfa al saber que lo que estaba a punto de decirle no significaría nada durante un par de segundos pero después los recuerdos regresarían al igual que la culpa. Temía sobre todo por la vergüenza de su error, las acusaciones y la traición que sabía que vendrían de esos penetrantes ojos.
—En el bosque oscuro en el reino Fae —soltó sin apartar la vista de Junjin.
—¿Dónde? —preguntó Hyukjae, obviamente, tan confundido como el resto de ellos.
Henry fue el primero en recordar.
—No —susurró con horror absoluto—. ¿Cómo es posible que siquiera conozca ese lugar? ¿Cómo podría recordarlo? —Henry se dio cuenta entonces que Dambi y Alston no debían haberlo recordado tampoco.
—Por los archivos —respondió Alston a la pregunta no formulada de Henry—. Nos aseguramos de documentar todo antes de lanzar el hechizo de olvido. Siempre debemos ser capaces de recordar nuestro pasado. Debemos aprender de él o seremos condenados a repetir nuestros errores.
—¿Por qué diablos pensaste que tenías el derecho de borrar los recuerdos del resto de nosotros? —preguntó Junjin mientras sus propios recuerdos resurgieron junto a la ira—. Esos recuerdos, esos momentos dolorosos que hemos vivido cada uno de nosotros, son nuestros. No eres Dios para tener el derecho de jugar con nuestro libre albedrío.
—No queríamos que nadie fuera capaz de regresar al bosque oscuro, Junjin. Esa tierra está contaminada con tanta maldad; el poder que tiene es suficiente para causar un grave peligro —dijo Alston mientras trataba de justificar lo que habían hecho.
—¿Y cómo funcionó lo que hiciste? —preguntó Kangin—. ¿Borrar el recuerdo de ese lugar hizo que no exista? ¿Nos protegió de que personas malvadas lo usaran?
—Durante siglos, sí, lo hizo —gruñó Dambi.
—¡Deténganse! —gritó Jungsoo—. No tenemos tiempo para su ira y explicaciones. Tenemos veinte minutos para llegar a este bosque oscuro y el tiempo no se detiene. ¿Dambi, nos puedes proyectar hasta allí?
—Sí.
—Ahora, ¿quién está conmigo? —Jungsoo miró a cada uno de los presentes.
—Yo estoy contigo —dijo Junjin inmediatamente.
—Yo también —dijo Siwon dando un paso al frente.
—Saben que estoy dentro. —Hyukjae sonrió con malicia.
—No hace falta decir que estoy con ustedes —dijo Kangin.
—Yo estoy con ustedes —chilló Ainsel, mirando a sus caras de sorpresa— . He sido estúpido en el pasado, eligiendo el lado equivocado, pero no voy a cometer el mismo error otra vez.
—Voy a ir —dijo Thead a continuación.
—Yo iré y será un honor luchar junto a ustedes —pronunció Hyungsik y Minwoo se detuvo junto a él.
—Siempre voy a estar del lado de los buenos. —Yunho tomó la palabra.
—Voy donde mi Alfa y mi manada va —dijo Donghwa.
—El Consejo se mantendrá siempre con los lobos. —Alston miró a Jungsoo—. Y ahora también con los hechiceros.
—Saben que voy porque estos tontos no durarían ni un minuto sin mí — les dijo Dambi.
Jungsoo se enfrentó al grupo dispuesto a enfrentar a su corrupto hermano, y sintió orgullo y lealtad florecer en su pecho.
—No importa con cuántos enemigos luchemos, no importa cuánto tiempo prevalezcamos, el mal siempre existirá en el mundo y en nuestros propios mundos, porque siempre habrá algunos que opten por ponerse delante de todo y de cualquiera. Pero al igual que el mal, siempre existirá el bien. Siempre habrá alguien que busque la justicia y desee ver a todos los seres libres para vivir en un mundo que no esté corrompido por la maldad. Siempre vamos a ser parte de los que están del lado de la justicia. Debemos hacerlo porque albergamos tanto poder que jamás debe ser utilizado para dañar a otros. Cuando la oscuridad caiga como hoy, debemos permanecer en pie. Debemos estar para aquellos que no se pueden defender y para aquellos que se unan a nosotros conociendo la batalla ante nosotros. No hace mucho tiempo luchamos por nuestras manadas. Luchamos por la unidad y la sanación. Luchamos para proteger al mundo de un antiguo mal. Hoy luchamos para traer de vuelta a aquellas que nos traen luz a nuestras oscuras vidas. Hoy vamos a prevalecer. No hay otro resultado aceptable. Permanezcan conmigo y juntos vamos a traer a las mujeres que nos han dado la vida cuando todos estábamos tan cerca de la muerte.
Junjin se adelantó y entrelazó su antebrazo con el de Jungsoo.
—Vamos a prevalecer.
—Aprecio totalmente el momento de Corazón Valiente, y absolutamente odio que no tengamos pintura azul de guerra para poner en nuestras caras, pero nos tenemos que ir, AHORA. —Dambi estiró ambos brazos—. Todos los que puedan, aférrense a mis brazos, el resto de ustedes agárrense a Alston, Henry o Minwoo.
Uno por uno, los Fae se fueron con algunos de los miembros de la fiesta aferrados a sus brazos. Ahora que el bosque oscuro estaba una vez más claro en sus mentes, los Fae no tendrían ningún problema en transportarlos hasta allí. Ahora si llegarían a algún lugar cerca de Gura o no, era otra historia.

***
—¿Los sientes en alguna parte? —preguntó Gura a Lorelle mientras permanecían de pie observando el bosque oscuro esperando que Jungsoo y los lobos aparecieran. Tenían menos de cinco minutos antes que la caza comenzara y estaba ansioso por ello.
Lorelle volvió la cabeza hacia la derecha y la inclinó como si escuchara algo.
—Los tengo —murmuró. Sin decir una palabra más, agarró el brazo de Gura, aunque odiaba tocarlo, y lo transportó a donde había sentido que su hermana había llegado.
Aparecieron directamente en el centro del grupo. Gura sonrió mientras miraba alrededor a sus caras sombrías.
—Me alegro que hayan podido llegar a tiempo.
La cabeza de Siwon se alzó de golpe ante el sonido de su voz y se lanzó hacia delante con un gruñido que prometía la muerte.
—Ahorra tu energía, Alfa —resopló Gura mientras movía su mano hacia Siwon y lo empujaba al suelo—. Ya tendrás tiempo para lanzar tu rabieta y actuar como la bestia peluda que eres.
—Estamos aquí, hermano. Puedes comenzar tu juego —dijo Jungsoo.
—¿Cuánto tiempo ha pasado, hermano? —preguntó Gura majestuosamente—. ¿Hace cuánto me traicionaste?
Jungsoo negó con la cabeza.
—No hice nada de eso y hemos pasado por esto cientos de veces, a menos que tengas un nuevo argumento, ahórratelo. Solo sigue adelante con esta cacería para que podamos salvar a nuestras parejas.
Gura frunció el ceño, descontento con la falta de voluntad de Jungsoo a participar en su discusión.
—Está bien. Es bueno que hayas traído a los lobos; sus narices serán muy útiles. No escucharán a sus parejas debido al hechizo que he puesto sobre ellas. Una vez que hayan encontrado a las dos primeras no serán capaces de seguir adelante hasta que hayan rescatado a una de ellas. No tienen que preguntarse cuándo concluirá la caza. Tengo previsto un maravilloso gran final. —Sus ojos aterrizaron en Siwon y el Alfa se tensó visiblemente.
Dambi miró a su hermana y por un instante su corazón sufrió por ella, pero entonces recordó todas las cosas terribles que había hecho.
—¿Cómo recordaste el bosque?
—Gura necesitaba un lugar para su caza, así que hice algunas búsquedas en los archivos. Puedes imaginar mi sorpresa cuando me encontré con ésta pequeña delicia. No podía creer lo bien que ese hechizo había funcionado. Ninguno de nosotros recordaba en lo más mínimo este lugar. —Se volvió hacia Junjin y una sonrisa de complicidad apareció en su boca—. Hay una sorpresa aquí que creo que tú más que nadie va a apreciar.
—Feliz cacería —dijo Gura y luego él y Lorelle habían desaparecido.
—¿Soy la única que quiere ver la cabeza de ese imbécil en una estaca? — refunfuñó Dambi.
—Yo la cortaré mientras tú lo sostienes —dijo Henry. Dambi le sonrió y luego se volvió hacia Junjin.
—Haz lo tuyo lobo y olfatea.
—Mantengan sus ojos abiertos y presten atención. No sabemos lo que Gura podría haber planeado para nosotros —le dijo Junjin al grupo.
—Sugiero que nos quedemos en nuestras formas humanas, si es posible — agregó Siwon.
Junjin asintió en acuerdo.
Los lobos, sin decir una palabra, se dirigieron hacia el bosque. Fue Kangin quien recogió el primer olor. Dejó escapar un gruñido y sus ojos de lobo empezaron a brillar azules.

—Leeteuk —su voz retumbó cuando él pronunció su nombre.
—¿Qué camino, Kangin? —preguntó Junjin.
Kangin señaló y luego se lanzó hacia una carrera de muerte.
—Mierda —gritó Dambi—. ¿Nadie le advirtió al demente lobo no salir corriendo en mitad del maldito bosque oscuro?
Todos salieron corriendo tras Kangin. Siwon les indicó que se dispersaran.
Kangin sintió que su estómago se apretaba mientras corría. Podía olerlo y eso rompió algo dentro de él. Había pasado tanto tiempo desde que lo había visto, desde que lo había abrazado, y estaba desesperado por verlo.  Cuando lo vio allí de pie, rodeado de árboles, con su salvaje cabello y su piel enrojecida, habría jurado que había muerto. ¡Estaba vivo y en una sola pieza!
—¡Leeteuk! —gritó él y sintió que su pecho se apretaba con emociones tan fuertes que amenazaban con aplastarlo bajo su peso. Vio cómo su cabeza se giró hacia él y sus ojos se encontraron con los suyos. Su rostro se iluminó con una sonrisa y fue tan hermosa, tan deslumbrante que su corazón se detuvo solo queriendo disfrutar del volver a verla. Se dirigió hacia él, pero entonces algo le llamó la atención, porque Leeteuk volvió la cabeza y él vio que abría los ojos con miedo.  Cuando le  devolvió  la  mirada  empezó  a  negar  con  la   cabeza frenéticamente. Movió sus brazos hacia él diciéndole que volviera, pero no había manera en el infierno que se marchara ahora que lo había encontrado.
Teukkie no podía creer lo que estaba viendo. Primero se había sorprendido al ver a Kangin, y entonces vio a los otros correr con él y saber que estaban rescatándolos fue suficiente para casi tenerlo saltando de arriba abajo en una salvaje, loca y alucinante danza, pero luego había visto algo que casi le provocó un infarto.
No sabía cómo describirlos, pero zombis fue la primera palabra que se le vino a la mente. Sus pieles eran pálidas y azuladas como si hubieran sido privados de oxígeno, por siempre. Sus ojos estaban vidriosos y llenos de vasos sanguíneos rojos.
Parecían muertos traídos a la vida, y tan estúpido como eso sonaba. Había cientos de ellos, tal vez incluso más. Sus ojos se dirigieron al grupo de hombres que corrían empeñados en salvarlos, y no pudo ver cómo podrían derrotar a ese enorme ejército.
Comenzó a agitar sus brazos para que retrocedieran pero ellos solo corrieron más rápido: malditos hombres lobos tercos, Fae y hechiceros y qué mierda, pensó ver al Rey Duende saltando de árbol en árbol como Tarzan. También vio a otro hombre que reconoció como un Troll, aunque no sabía quién era ya que solo había conocido a un Troll en su, lo que parecía ser, su corta vida.
Se volteó para decirle a Hyesung que lo ayudara y sus ojos se abrieron como platos cuando vio a Lorelle de pie a un lado de Hyesung.



*Recuerdan que les dije que prepararan  pañuelos*



2 comentarios:

  1. Ay no!!!
    El bebe de Hee no puede nacer todavia!!!
    Ahhh
    No inventes!!!
    Me va a afar algo!!!
    No mates a nadie!!! Juro que me dara algo!!!

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  2. Esto esta de locos...pero por fin se viene lo bueno.
    De todaslas dudas solo se han despejado unas cuantas,pero poco a poco.
    Una cazeria...y como punto culminante,la muerte de Hee a los ojos de Siwon,más la entrega de su hijo...según Gura lo tiene todo planeado,ya veremos.
    Ese y la fae mala están tan cegados,que no veran cuando los bueno tengan la oportunidad.
    Esto apenas comenzó.
    Ahora sí,todos contra esos dos,,ya les tocara.

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...