Sapphire Wolf (T7)- 18



Hyesung se puso de pie y caminó hasta el borde más lejano del claro como se atrevió. Se arrodilló y desnudó su cuello al lobo. Cuando escuchó un bajo retumbar, se sentó y luego lo miró.
—¿Recuerdas quién eres, Eric? —preguntó Hyesung.
—Supongo que ese es su nombre —susurró Hee.
Donghae lo hizo callar mientras empujaba a Hee para que se sentara a su lado. Los demás siguieron su ejemplo y escucharon mientras Hyesung hablaba con el lobo.
—Eres un hombre, no solo un lobo. Tienes familia, un hermano que ha llorado por ti. Eric, parpadea si me entiendes.
Esperaron con cierto recelo. Cuando él parpadeó, hubo un suspiro y luego, jadeos a lo largo del grupo.
—Está bien, eso es un comienzo —dijo Hyesung—. ¿Recuerdas quién eres? — Parpadeo—. ¿Recuerdas a tu hermano, Junjin? —Nada—. ¿Puedes aún tomar tu forma humana? —Parpadeo.
Otra ronda de jadeos.
—Bueno, ese es todo un loco juego de pelota, Hyesung —habló Hongki. Hyesung levantó un dedo para callarlos.
—¿Nos quieres lastimar? —Nada—. Está bien, eso es bueno —dijo mientras el alivio inundaba su voz y cuerpo—. ¿Hablarás con nosotros? —Nada.
Entonces, tan silenciosamente como había aparecido, se levantó y se fue.
Hyesung miró en la dirección que se fue y lágrimas llenaron sus ojos. Nunca había conocido al hermano de Junjin, y sin embargo sentía un fuerte sentimiento de pérdida, porque sabía cómo había lastimado a su compañero el perderlo. Y ahora estaba de vuelta, pero no recordaba a Junjin.
—¿Alguien más está un poco jodidamente histérico de saber que el lobo nos acaba de decir que todavía puede cambiar? —preguntó Teukkie.
—Un poco —concordó Donghae .
—Quizás un poco más —agregó Hongki.
—Francamente, solo me alegra que no quiera un bocado de nosotros — dijo Hee.

No sabían cuánto tiempo pasó antes de ver al lobo blanco de nuevo, o a Eric como Hyesung lo llamó. Estaban suponiendo que habían sido tres o cuatro días, quizás más. Estaban tratando de juzgar el tiempo por sus patrones de sueño, pero habían determinado que el dolor por la ruptura de sus vínculos les hacía dormir más. Hongki dijo que era la manera en la que el cuerpo lidiaba con el dolor, para huir de él. La comida seguía apareciendo, pero no habían visto a Gura desde la primera vez que vino.
—Quizás se olvidó de nosotros —dijo Zhoumi.
—Tanto como no quiero estar en las garras de Gura el loco, si se olvida de nosotros, estaríamos aún más jodidos de lo que estamos ahora.
—Hee ni siquiera pienses en ello —le interrumpió Teukkie a Hee antes de que pudiera decir una palabra— Estaríamos atrapados aquí sin comida, y no habría manera de escapar —concluyó.
Donghae  miró a Hee, quien estaba balanceándose hacia atrás y adelante con sus labios apretados.
—Te está matando, ¿no es así? Hee asintió.
Teukkie gimió.
—Bien, escúpelo ninfómano.
—¡Uf, gracias! Dijiste: jodidos. —Hee señaló a Teukkie y se rió.
Los ojos de Teukkie se ensancharon mientras miraba a Hee, luego se dio la vuelta hacia Donghae .
—Las cosas están mucho peor de lo que nos dimos cuenta, si esa es su única observación sexual.
Donghae  asintió.
—Pienso que es una falta de tú sabes qué. Está perdiendo su toque porque no tiene nada de dónde sacar sus ideas.
—Oh, bien dicho, ese es un gran psicoanálisis de él —acordó Teukkie. Hee frunció el ceño.
—Está bien, así que lo que les estoy oyendo a ambos decir es que necesito conseguir un poco.
—Más que nada. —Asintió Donghae .
—A esto es lo que ustedes son sometidos todo el tiempo, ¿no? —le preguntó Sora a Hyesung, Changmin y Zhoumi.
Hyesung se rió.
—Nunca es aburrido cuando están cerca.
—¿Cuándo las parejas comenzaron a hablar tan abiertamente de la cama? —Una voz profunda hizo añicos el momento de calma. Las palabras fueron entrecortadas, como si el propietario no hubiera hablado por mucho tiempo y tuviera que volver aprender a cómo usar sus labios.
—Eric. —La voz de Hyesung contenía tantas emociones que era difícil saber cuál era dominante. Caminó hacia él, pero Changmin agarró su brazo, estirándolo hacia atrás, cuando se habría acercado más.
—¿Cómo me conoces? —preguntó él. Su cabeza inclinada hacia un lado en un gesto muy parecido a un lobo, pero el surco de su frente contenía toda la inteligencia de un hombre tratando de recordar.
Changmin miró al hombre delante de ellos y trató de recordar si éste es el aspecto que tenía hace tantos años. Vestía un par de pantalones de algodón sueltos. Su cabeza se inclinó mientras su mente procesaba esto. Si él estaba vistiendo un par de pantalones que eran obviamente de este tiempo, alguien más estaba al tanto de su presencia aquí.
Changmin aún estaba tratando de averiguar cómo Lorelle y Gura sabían sobre el bosque oscuro. No era algo que cualquier se suponga haya sido capaz de recordar, y el hecho de que dos seres sobrenaturales lo hacían, no presagiaba nada bueno para los demás. La voz de Hyesung atrajo su atención de nuevo a la escena ante él.
—Soy el compañero de tu hermano —respondió.
Él le miró sin comprender. Ninguna emoción cruzó su rostro ante la mención de un hermano. Parecía estar tratando de descifrarlas, como si fueran una ecuación compleja con la cual estuviera en apuros.
—¿Qué quiere el mago oscuro con ustedes? —le preguntó. Hyesung parpadeó varias veces, confundida por su pregunta.
—¿Mago oscuro?
—Sí, aquel que trajo a la Fae con él.
—Oh, te refieres a Gura. No es un mago, es un hechicero —le dijo—, nos quiere matar.
—¿Por qué?
—Venganza. Quiere matar a la compañera de Jungsoo porque la suya murió y culpa a su hermano —respondió Hongki.
—Está bien, entonces, ¿alguien más se está preguntando por qué simplemente estamos derramando nuestras vidas a este Neandertal? —susurró Teukkie.
—Amigo, cállate. Esta es la cosa más interesante que ha ocurrido desde que Donghae  tuvo su sueño sucio —dijo Hee.
—No fue un sueño sucio —murmuró Donghae a la defensiva.
—Solo sigue diciéndotelo a ti mismo Donghae , lo que sea que te haga sentir puro e inocente, pero nosotros sabemos la verdad.
—¿Hay alguien buscándolos? ¿Saben que están desaparecidos? —preguntó Eric.
—Nuestros compañeros lo saben —respondió Hyesung—. Ahora mismo probablemente están frenéticos.
—¿Por qué los dejaron fuera de su vista?
—Y ahí está, el tarado gen que todos comparten —dijo Hee, sin tratar de mantener su voz baja.
—Por lo menos son consecuentes —comentó Donghae .
Hee comenzó a responder, pero una vez más sintió calambres en su estómago y casi cayó al suelo. Hongki lo atrapó y lo acomodó en el suelo y los demás se reunieron a su alrededor con actitud protectora. Hongki presionó sus manos sobre su abdomen para sentir en qué dirección el bebé se había dado la vuelta y mantuvo el ceño fruncido para sí mismo cuando sintió que estaba descendiendo en el canal, preparándose para el alumbramiento.
—¿Qué está mal con él? —La insistencia en la voz de Eric rompió a través de los murmullos y Sora se dio la vuelta para responderle.
—Está embarazado y muy cerca de su fecha de parto, y el vínculo entre él y su compañero está cerca de romperse, por lo que está con un montón de dolor. De hecho, todas las parejas acopladas aquí están perdiendo el vínculo con sus compañeros y están con mucho dolor, aunque lo ocultan bien.
Eric siguió mirando a Hee, pero aún hablaba con Sora.
—¿Por qué me estás contando esto? ¿Por qué no estás preocupada que lo utilice de alguna manera en contra de ustedes?
Sora lo miró pensativamente. Reparó en su apariencia desaliñada y el evidente descuido de su estado de salud. Su cuerpo era tan delgado, a diferencia de los hombres lobo que conocía. Lo observó mientras él miraba a Hee. La preocupación estaba escrita en su frente y la necesidad de hacer algo lo mostraba en la manera en que rebotaba ligeramente sobre las puntas de sus pies.
—No eres un hombre malo —le dijo finalmente—, puede que hayas estado en una mala situación por mucho tiempo, pero si fueras malvado, hubieras tomado ventaja hace mucho, mucho tiempo.
—Puede que no sea malvado, pero hay oscuridad en mi interior y donde no hay oscuridad, está vacío, solo esperando que la oscuridad lo llené.
Sora quedó sorprendida con la guardia baja por su franqueza y una oleada de compasión se levantó en su corazón por este hombre, quien había estado solo por tanto tiempo en un lugar tan desolado.
Cuando Hee finalmente fue capaz de sentarse y respirar sin llorar de dolor, todos se reunieron en un semicírculo frente a Eric, quien se encontraba sentado a diez metros lejos de ellos. Aún se encontraba muy receloso, pero al mismo tiempo era evidente que estaba deseoso de compañía.
—Eric, ¿qué te pasó? —preguntó Sora, centrándose.
—Me ofrecí como voluntario para enfrentar a las brujas y a Volcan, junto con algunos otros lobos guerreros.
—¿Por qué sobreviviste y nadie más?
—No lo sé. —Pasó su mano a través de su cabello desgreñado. El movimiento pareció muy inexperto y nuevo. Muchos de sus movimientos eran de esa manera, como si estuviera reaprendiendo a cómo usar su cuerpo en su forma humana.
—Está bien —dijo Sora serenamente—: ¿Cómo has sobrevivido? ¿Qué has estado comiendo?
Esta vez sus ojos se abrieron en conmoción mientras los miraba.
—No lo sé tampoco.
—¿Has estado solo todo el tiempo? —preguntó Changmin. Asintió.
—Sí, hasta que Gura y la Fae se presentaron, solo era yo.
Changmin intuyó que había algo que no les estaba diciendo. No sentía como si tuviera malas intenciones hacia ellos, más como si no confiara aún lo suficiente para desnudar su alma.
Hyesung estaba a punto de hacerle otra pregunta, pero él brincó poniéndose de pie, moviéndose tan rápido que casi no lo vieron.
—Está viniendo —les dijo, con sus ojos muy abiertos—, no debe saber acerca de mí. —Giró y, tal como lo había hecho antes, se convirtió en uno con la oscuridad del bosque.
—Hola, jóvenes y señora. —Gura les sonrió, pero no era una sonrisa feliz. Era una sonrisa que haría que cualquier niño en el mundo se sentara de inmediato antes de quedar cubierto de un grueso hielo. Bastaba decir que era espeluznante.
—Hola, Clarice —susurró Hee en su mejor voz de Hannibal Lecter. Donghae  le dio un codazo, pero luego susurró—: El Silencio de los Inocentes.
—La cacería comenzará pronto, así que necesito llevarlos a sus lugares. He armado un pequeño y lindo juego para sus hombres y están tratando de averiguar en dónde están mientras hablamos, así podrán comenzar la cacería. Por lo tanto, Lorelle hará los honores de llevar a cada uno a su lugar de descanso, sin juego de palabras. —Se rió de sí mismo y eso hizo que Donghae  quisiera apuñalarlo con algo muy afilado una y otra vez. El pensamiento violento debería haberle molestado, debería hacerlo,  pensó, pero  no  lo  hizo.
—No se preocupen, irán en parejas. De esa manera tendrán a alguien con quién hablar mientras esperan.
Lorelle apareció de la nada y agarró a Changmin y a Sora, y luego se había ido tan rápidamente que les tomó a los demás un segundo en darse cuenta lo que acababa de ocurrir.
—¡Mamá! —gritó Teukkie al mismo tiempo en que los demás se unían a él para gritar después de Changmin y Sora. Se dio la vuelta para gritarle a Gura, pero éste también se había ido. Más rápido de lo que podrían haberse imaginado, Lorelle estaba de vuelta y agarró a dos más, ésta vez a Hongki y a Hee. Luego, fue Donghae  y Zhoumi y por último Teukkie y Hyesung. Sin importar la forma en que trataron de aferrarse entre ellos, Lorelle las separó y destelló con ellos antes que los otros pudieran contraatacar.
Cuando el claro donde habían estado una vez se encontraba vacío, el lobo blanco salió del bosque y miró fijamente el lugar. Dejó escapar un gruñido bajo, entonces lanzó su cabeza hacia atrás y aulló como lo había hecho tantas veces, solo que esta vez había alguien que lo escuchara.

***

—Léelo de nuevo —dijo Jungsoo para lo que parecía ser la quincuagésima vez. Como si oyéndolo una vez más de repente provocaría una epifanía.
—Todos estamos de acuerdo que es un campo de batalla, ¿no? —dijo Henry.
—Acordamos eso hace dieciséis horas; deja de hacer leña del árbol  caído —bramó Dambi. Su mecha se estaba haciendo cada vez más y más corta con cada hora—. Solo nos quedan ocho horas hasta que esta cacería comience.
Después que todos hubieran regresado de sus misiones de investigación independientes, habían vuelto a reunirse solo para descubrir que todos ellos habían llegado a la misma conclusión sobre el tipo de lugar del que el enigma hablaba. Todavía tenían que averiguar en dónde exactamente se encontraba ese lugar o cómo iban a llegar allí.
Kangin, Donghwa y Yunho habían regresado con el Rey Troll, aunque no por elección de ellos. Él había exigido ver a Dambi e insistió en que ayudaría en todo lo que pudiera. Dambi había estado sorprendida y conmovida por la oferta desinteresada del Troll. El Rey Duende también se había unido a ellos, aunque eso era solo porque no había podido alejarse de Dambi lo suficientemente rápido. Pareció estar un poco más tranquilo cuando ella le explicó que no había  piratas involucrados. Por qué los piratas eran lo que asustaba al duende, ella no tenía ni idea, y no le importó preguntar porque tenía cosas mucho más importantes que preguntarse.
Yunho ignoró a los dos Fae e hizo lo que solicitó Jungsoo y leyó el acertijo de nuevo. Todos escucharon como si fuera la primera vez que lo habían oído y luego pasaron a murmurar y adivinar de nuevo.
—¿Qué significa la referencia “dos caras, pero solo un alma”? —preguntó Alston en voz alta, a pesar que no hablaba con nadie en particular.
—Un hombre lobo —dijo Junjin mientras gruñía—, cómo no vi eso. Es un lobo, dos caras: la del lobo y la del hombre; y una sola alma.
Murmullos en concordancia y gruñidos de irritación por no verlo antes saltaron en todo el grupo.
—Está bien, así que tenemos un campo de batalla que solo ha visto a hombres lobo durante muchos años. Estamos realmente descifrándolo, gente — dijo Kangin secamente—. Creo que podríamos tener esto resuelto para el próximo año. —Kangin golpeó su mano sobre una de las mesas y se tragó un gruñido.
—¡Kangin! —gritó Junjin—. ¡Suficiente! Todos estamos tan frustrados como tú, pero esto… —Hizo un gesto de arriba abajo a su hijo—, no está ayudando.
Kangin se encontró con la mirada de su padre durante el conteo de tres latidos, pero luego la dejó caer. Él inclinó la cabeza mientras se recostaba contra la pared. Sus hombros estaban tensos y sus puños apretados a sus costados, pero se las arregló para ponerse bajo control, a duras penas. Junjin le dio una mirada severa antes de mirar a Alston.
—¿Eso ayuda en absoluto? —preguntó al Fae en lo que respecta a su pregunta sobre las dos caras y una sola alma.
Alston se frotó la barbilla con aire ausente mientras consideraba las palabras de Junjin.
—Tal vez —respondió. Miró a Dambi y luego dijo—. Necesito que vengas conmigo.
—¿Dónde? ¿Por qué? —preguntaron Dambi y Junjin al mismo tiempo.
—Tengo una corazonada, pero antes de decirlo en voz alta necesito verificarlo —explicó.
Dambi negó con la cabeza.
—Espera un minuto. ¿Crees que este lugar es algo que es tan malo que ni siquiera estás dispuesto a hablar de ello en voz alta?
—No lo sé, Dambi. Es por eso que necesito que vengas conmigo. —Se volvió hacia Junjin—. Vamos a ser rápidos.
La mandíbula de Junjin se tensó pero asintió y vio como los dos Fae desaparecieron.
—¿Qué es lo que sabes que no quieres que los lobos sepan? —preguntó Dambi tan pronto como ella y Alston llegaron a la sala del Alto Consejo Fae—. Por no mencionar el hecho que no quieres hablar con los demás miembros del Consejo al respecto.
—Sabes tan bien como yo, Dambi, que hay cosas sobre las que no se debe hablar. Y cuando debes hacerlo, debe ser con el menor número de oídos escuchando como sea posible.
Dambi esperó mientras él se acercaba a una puerta grande, una que no era abierta muy a menudo. Sus ojos se abrieron de par en par cuando él presionó su palma en la puerta y murmuró palabras, unas que solo el Fae SuDambior sabía. La puerta se desvaneció. Alston dio la vuelta para mirarla; sus ojos estaban muy abiertos por el miedo. Dambi solo había visto a Alston temeroso un puñado de veces en su larga vida, y ella tenía que decirlo, no era una buena mirada en él.
—Tenemos que recordar —le dijo. Dambi frunció el ceño.
—¿Recordar qué?
—“Reconocerme es imposible, a menos que la pared sea destruida.” —Las palabras del acertijo fluyeron de sus labios y parecieron reverberar en las paredes.
—¿Crees que la pared siendo destruida es figurativa? —preguntó Dambi. Alston asintió.
—Las palabras me han estado torturando desde que las escuché, saltando lejos en mi mente, casi como tratando de rasguñar un picor que no puedo alcanzar.
—¿Y decidiste que el rascador de espalda apropiado está en nuestros registros? —preguntó medio en broma.
Alston frunció el ceño.
—Te has puesto malhumorada en tu vejez.
—En primer lugar, no soy vieja. Y en segundo lugar, siempre he sido malhumorada. Ahora bien, ¿qué pared es la que piensas que debe ser destruida en sentido figurado?
Él tocó su cabeza.
—Un muro que nosotros mismos diseñamos y construimos.
—De ninguna manera —la voz de Dambi bajó como si alguien pudiera oír, a pesar de que eran los únicos en la habitación—. ¿Crees que el acertijo se refiere a un bloqueo que nosotros pusimos?
—Sí. Estoy en realidad bastante seguro.
—¿Cómo?
—Escribí el hechizo en que esas mismas palabras se encuentran, el hechizo que todos lanzamos y no se supone que incluso recordemos.
—Te dije que los hechizos de memoria no son una buena idea —le regañó—. Siempre vuelven a morderte en el trasero. Esta vez resulta ser en la forma de un hechicero desquiciado.
—¿Qué crees que es lo que sabe? —preguntó Kangin a Siwon.
—¿Quién sabe? Los Fae son tan célebres por sus secretos, como lo son por su poder. Todo lo que me importa es que, sea lo que sea, nos llevará a donde necesitamos estar. Más le vale que decida compartir.
Los ojos de Kangin se estrecharon.
—Dambi no le permitiría ocultar cualquier cosa de nosotros que nos ayude a encontrar a nuestras parejas.
Siwon se encogió de hombros.
—Me gustaría pensar que no. Pero ahora mismo todo en lo que realmente puedo pensar es en Heechul y cómo me necesita y… —Siwon reprimió un gruñido de frustración.
—Y tú lo necesitas —terminó Kangin por él—. Los traeremos de vuelta, Siwon. Si tenemos que destrozar todos los reinos existentes con el fin de hacerlo, los traeremos de vuelta.
—Estoy de acuerdo con el descendiente —dijo Hyukjae mientras caminaba hacia la esquina que Kangin y Siwon ocupaban—. El mundo puede terminar empapado en sangre, pero encontraremos a nuestras parejas, y cualquiera que se interponga morirá.
—¿A quién mataremos? —preguntó Henry mientras arrojaba sus cuchillos una y otra vez en el aire.
—A nadie —gruñó Junjin y al mismo tiempo Siwon gruñó—: A todo el mundo.
Henry miró entre los dos Alfas.
—¿Significa que puedo matar la mitad de los muchos que había planeado, o el doble de ellos?

***
—¿Nada? —preguntó Dambi a Alston una vez más.
—Te dije que tan pronto como lo encontrara te lo diría.
—Bueno el tiempo se está acabando —resopló—. La cacería comienza en dos horas. ¿Cómo sabrás que lo encontraste si no recuerdas qué es lo que estás buscando?
—No estoy seguro, pero creo que hay una especie de llave en el hechizo en sí de modo tal que una vez que una persona comienza a recordar fragmentos de lo que se supone que ellos debían olvidar, todo volvería a ellos, dando en el gatillo correcto.
—Supongo que no estás hablando sobre el tipo de gatillo que yo podría jalar —dijo ella tajantemente.
—Sabes exactamente de qué tipo de gatillo estoy hablando. —Alston alzó la vista del libro en sus manos y miró cuidadosamente a Dambi—. De verdad te importan estos jovenencitos, ¿cierto?
Ella se encogió de hombros sin comprometerse.
—Son como un hongo; crecen en ti.
—Sí, pero un hongo es algo de lo cual intentas deshacerte, no algo que rescatas cuando son secuestrados.
—Si es una seta y te gustan de verdad las setas, entonces ciertamente es algo que intentarías recuperar.
—Lo que digas, Dambi —le dijo mientras empezaba a hojear el libro otra vez.
Varios minutos pasaron en relativo silencio mientras Alston buscaba en los libros y Dambi se preguntaba qué podría haber sido eso que ellos habían bloqueado de la memoria de todos, incluyendo la suya propia. ¿Qué podría haber sido tan horrible que no querían que nadie de cualquier especie recordara?
—El bosque oscuro. —Las palabras de Alston no podrían haber golpeado más profundo aún si las hubieran atado a un arpón y disparado directamente en el alma de Dambi.
—¿Qué dijiste? —preguntó ella. Aunque su voz sonaba tranquila, estaba todo menos eso.
—El bosque oscuro: Volcan, brujas, lobos, muerte. —Las palabras de Alston parecieron resonar más fuerte en la silenciosa y tranquila sala.
Dambi tropezó y se agarró en la pared.
—Maldita sea —murmuró ella.
—Debemos apurarnos. —Alston se puso de pie, sin molestarse en colocar alguno de los libros en los estantes.
Empezó a dejar atrás a Dambi y cuando se dio cuenta que ella no lo estaba siguiendo, se volvió y la miró.
—Dambi, tenemos que darnos prisa; necesitamos llevar a Junjin y a los lobos al bosque oscuro.
Los ojos de Dambi se habían abierto por completo y sostenían en ellos la mirada atormentada de alguien que había visto demasiadas sombras en su vida.
—Cuando recuerde, él estará, va a… —Cuando sus ojos encontraron los de Alston estaban húmedos con lágrimas sin desatar.
Alston asintió.
—Le dolerá y la herida se sentirá totalmente nueva.



2 comentarios:

  1. Ay no, ya me perdi, por que Eric esta en el bosque oscuro!!!!
    Ahhhhh
    Y que fue lo paso ahi!????
    Ahhh
    Necesito respuestas!!!

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  2. Hayyyyy Dios was maldito de Gura. Como es eso de la casería??
    Espero que los machos lleguen pronto.
    Gracias por el capitulo

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yota´s news : De regreso?

 Buenas tardes a todas las lectoras. Después de un año  y casi 4 meses regreso a saludarlas y comentarles nuevas.  Me gustaría decirle...